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El Abad de los Bosques

El Abad de los Bosques

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12/12/2019, 23:51
Grombar

Tras reponerse de los agasajos iniciales de la misteriosa Grombar voz frunció las cejas tremendamente suspicaz. Así que este es el final, pensó. Atrapados sin salida y olvidados por el mundo. Siempre pensó que eso podía pasar. Pues muy bien, pero no pensaba quedarse de manos cruzadas en este moridero. Si los dioses querían que ese fuera su último día se llevaría al fantasma del maldito abad por delante. Inmortal o no lo mandaría al infierno.

El bárbaro recogió el torso que Norsil le tendía solo para estrellarlo contra el suelo con fuerza, junto al lugar donde Bratynne preparaba la hoguera.

-Qué te parece esto abad?! -bramó- no tienes nada que ofrecernos que pueda interesarnos. Ya estamos hartos de tus tretas! Norsil el ataud! Fuego con él también!

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13/12/2019, 02:27
Lelouch

Lelouch se sentía algo eufórico puesto que el objetivo de su viaje había aparecido delante de él - Hay que eliminar al abad - pensó. No le atraía demasiado la idea de sus compañeros puesto que el fuego no le gustaba.  No obstante, era cierto que quizá así la entidad malvada que este representaba desapareciera. 

Miró a los otros y recordó las palabras que el espíritu les había dicho en la entrada de la abadía. Asimismo, también vino a su mente los signos de incendio que habían encontrado. - Tengamos cuidado y finalicemos rápido con esto. Las palabras del acólito eran bondadosas y no deben ser tomadas en vano. - Tras ello fijó su mirada en una de las reliquias que ardía viendo como la carne y la consistencia de la misma desaparecían al enfrentar el abrasador poder de la llama. Después de un tiempo no quedaría ningún rastro de ella. El fuego era capaz de eliminarlo todo y que pareciese como si nunca hubiera existido. Por eso nunca le había gustado el fuego. 

Notas de juego

Perdonad que no haya respondido antes, no sabía la situación 

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13/12/2019, 13:09
Director

Las reliquias que el grupo ha luchado tanto por reunir yacen amontonadas en el suelo: La cabeza sin ojos, la mano de oro, el pie ornamental y el corazón encerrado... Apiladas una sobre otra: una pequeña montaña cuyo precio suma tan alto que podría comprar reinos y ejército enteros. El aceite de Bratynne las empapa por igual, rompiendo el vial que deja fragmentos de cristal salpicados por todas ellas. Eyra traga saliva.

Lelouch abre los ojos en una mezcla de terror y respeto. El líquido graso, denso y espeso combustiona feroz en una pira de fuego sobrenatural: la hoguera devora ansiosa las extremidades cercenadas como si la llama estuviera hambrienta y ansiosa por devorar su contenido. A esto, la misteriosa voz  ha callado y guarda un silencio total... Tranquila y segura sabe que, por intensas que sean las brasas, los metales preciosos de las reliquias y sus encantamientos las protegerán de cualquier temperatura o elemento...

Todo cambia cuando Nörsil, en un esfuerzo que le exige juntar todas sus renovadas fuerzas, lanza el torso blindado a Grombar. El bárbaro, sin molestarse en agarrarlo, lo estampa con toda su ira contra la fogata ardiente de las demás reliquias. Su fuerza y potencia es tal que todas quedan irreconocibles: la cabeza ciega y hecha trozos, la mano desecha y descompuesta, el pie hundido y aplastado, el corazón machacado y triturado por el peso de todas las demás. 

Incluso el acorazado torso se quiebra: donde antes estaba el agujero del corazón ahora hay un boquete del cual se ramifican grietas sin cesar, cubriéndolo en su totalidad hasta fracturarlo, segmentado y escindido, demolido sin gloria alguna. En este instante, la falsa luz que les envolvía desaparece por completo. Un violento e imperioso terremoto lanza a los osados aventureros al suelo.

Las llamas del incendio, encrespadas y coléricas, muestran como el enlucido mosaico de la bóveda se desparrama en un torbellino de teselas de cristal. Las paredes se desmontan a trozos y tras los bloques caídos se revelan parches de cieno húmedo y ensangrentado. La sangre coagulada comienza a vibrar y circular en rítmico fluir por toda la estancia, latidos de una maquinaria infernal puesta en funcionamiento: Toda la sala se derrumba y el suelo se alza, elevándose hasta el techo y estrellando al grupo contra él...

El fuego es sofocado. Todo se apaga y los valientes aventureros se dan por muertos, enterrados vivos bajo la mazmorra... Hasta que un leve destello azul les devuelve la conciencia. Sin vista ni tacto, sienten insensibles como su cuerpo atraviesa en erupción los mantos de la tierra hasta llegar a la corteza y ser expulsados, regurgitados y vomitados de ella... Pero lo que creían que era tierra y mazmorra es, en realidad, el cuerpo de El Abad de los Bosques.

Caen precipitados sobre una capa de hierba muerta y musgo granate. Respiran. Los sentidos vuelven a ellos: su cuerpo molido lucha por levantar los párpados. Están en el exterior, bajo un cielo oscuro y renegrido. El bosque que les rodea se incendia viralmente. Lo primero que oyen: el graznido funesto de las bandadas de cuervos que están apareciendo en todas direcciones.

Se levantan. Una barrera azul les rodea, protectora pero debilitada, donde antes estaban las ruinas de la abadía. Recobran la visión, pero muchos hubieran preferido cegar para siempre...

Una forma gigante y descomunal está surgiendo de la tierra, enalteciéndose por momentos como una torre sin límites. Los cuervos acuden en su ayuda uniéndose a su espalda, formando alas negras y vivientes. Manantiales de sangre brotan de la tierra como géiseres de los que se nutre el enorme cuerpo. Remolinos de espíritus descienden desde el firmamento, fusionándose mientras lo rodean en un manto de almas atormentadas.

Un grupo de espíritus lucha por resistirse a ser acoplados, pero los cuervos vuelan rápidamente a subyugarlos. Estos, combinados con la sangre que mana sin fin, son compuestos en la forma de una espada espeluznante, colosal y orgánica que se traslada a la extremidad del terrible ser. Un millar de gritos desesperados lucha y clama por la liberación, pero todos son sometidos sin clemencia.

Dos chispas ardientes, desbordadas de un furor y rencor incontenibles, brotan de el lugar donde debería situarse la cabeza del monstruo. 

El Abad de los Bosques ha vuelto.

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13/12/2019, 15:10
Acólito fantasmal

Ante lo que parece la segura promesa del fin, una voz familiar acude como el único consuelo de los aventureros:

- Lo habéis hecho bien. - La barrera defensiva del acólito se refuerza unos momentos. - El Abad ha sido liberado de su confinamiento. Le habéis devuelto la vida y con ello también la mortalidad. Los grandes males no tardarán en asolarle y la muerte saldará la deuda que tiene con él.

Rápidamente, el círculo protector comienza a atenuarse. - Por desgracia, el corrupto ritual se ha prolongado demasiado. Su locura ha crecido tanto como su poder se ha multiplicado. Para cuando llegue su fin, su demencia lo habrá consumido todo. 

Es una carrera contra el tiempo... - Asegura a la vez que su escudo azulado parpadea fugazmente. - Un tiempo que no tenemos. - Son sus últimas palabras antes de desaparecer.

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13/12/2019, 15:30
El Abad

Estúpidos... Inútiles... Atrevidos... ¡Insensatos!... - Los gritos y chillidos de cientos de almas se unen al graznido insufrible de los cuervos. - No sois conscientes de vuestro error... ¡No sabéis nada! ¡¡¡HABÉIS ARRUINADO UNA OBRA PERFECTA!!! ¡¡¡INIGUALABLE!!! ¡¡¡SUPERIOR A LOS MISMÍSIMOS DIOSES!!! - La sangre y el fuego estallan de la tierra como de un volcán.

Os ofrecí mi generosidad... Y así me habéis contestado... - La silueta de espíritus atrapados en el Abad comienza a moverse hacia ellos. - Panda de ladrones desagradecidos... Haré que paguéis el precio de vuestro crimen. - Conforme se acerca, sienten el calor de los mismísimos infiernos. - Vosotros y toda la humanidad... Toda la creación...  ¡¡¡TODO LO DESTRUIRÉ!!!

Si yo no puedo existir... Nada existirá.

- Tiradas (1)
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13/12/2019, 16:50
Nörsil

Mientras la impresionante epifanía va sucediendo Nörsil trata de componerse de pié. Mirando de frente a la mole escucha su ruidosa amenaza.

No dice nada, escucha y mira. Y saca su espada.

- Tiradas (1)
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13/12/2019, 21:12
Bratynne

Estupefacta, observa el devenir de los acontecimientos. El abad por fin toma forma: un enorme y terrible ser que surge de la tierra, la sangre brota, espíritus y formas espectrales se arremolinan… ¡Maldición! ¿A que terrible ser se enfrentan? Bratynne prepara su ballesta, coge los virotes, los sujeta con sus dientes, carga y se prepara para disparar…

¡Es  hora de la verdad! gritó espoleada por las palabras del espectro

¡Libremos al mundo de este terrible mal!

- Tiradas (1)
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14/12/2019, 10:21
Grombar

Todo se precipitaba abrumadoramente rápido para la mente de Grombar. El guerrero apenas hizo caso del espectro azul mientras hablaba. Incapaz de digerir cuanto estaba pasando, solo era consciente de una cosa, estaban vivos contra todo pronóstico y tenían frente a ellos un enemigo formidable. Nada de espectros intangibles. Carne, huesos, sangre, acero, eso sí podía entenderlo perfectamente. Si podía sangrar podía morir. Sin tesoros, vapuleados y escupidos del vientre de un ser infernal. No pudo evitar carcajear como un demente a pesar de la terrible escena en la que estaban envueltos.

-¡Me vendría bien un trago! ¿Te queda algo de esa pócima tuya Norsil? Esto va a ser memorable. ¡Hagamos que valga la pena! -siseó balanceando el hacha.

Los músculos de su cuerpo se tensaban de nuevo preparándose para pelear por su vida y por la gloria.

- Tiradas (1)
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14/12/2019, 10:36
Nörsil

Sonrío mientras le alargo el frasco - No queda mucho apúrala.

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14/12/2019, 18:09
Eyra

Por fin el momento de la verdad. El abad se había mostrado como la amenaza que todos sabíamos que era. Ya sólo nos quedaba acabar con él... No era el objetivo por el que había venido aquí, pero... de una mazmorra no se salía dejando las cosas a medias.

–No destruirás nada.

La contestación salió firmemente, con el rostro serio y la mirada clavada en el abad y los espíritus adheridos a él. Mis compañeros habían tomado una decisión, y yo pensaba seguirles hasta el final.

No podíamos permitirnos perder ahora.

- Tiradas (1)
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14/12/2019, 20:43
Director

Aunque han perdido los tesoros que tanto trabajo les ha costado conseguir, los determinados aventureros todavía conservan la vida. Resueltos ante el apocalipsis que se desata ante ellos, unen sus fuerzas y ánimos en una última carga trágica y desesperada. Más desesperado que ellos, el monstruoso y etéreo cuerpo del Abad sigue agigantándose por momentos e intensifica las flamas de las córneas al verlos acercarse...

Su respuesta no se hace esperar: la sacrílega espada que sujeta su extremidad se eleva por si sola, viviente y anímica, llegando hasta el cielo eclipsado. La punta de su hoja apunta directa sobre las cabezas del grupo como la cuchilla de una guillotina. Todos la ven y se dividen para apartarse cuando el arma infernal emprende su vertiginoso e imparable descenso...

Como la incisión de un cirujano, el filo demoníaco raja la tierra sin ninguna dificultad. Quedando clavada hasta más de la mitad, desencadena una nueva ola de terremotos en las que parece que el mundo entero va a explotar. Los aventureros caen al suelo pero no pueden detenerse: ríos de sangre ramifican desde el lugar del impacto como si se hubieran abierto las venas del planeta, y dispuestas a cauterizarse se incineran y escupen fuego en todas direcciones...

La lluvia de brasas cae inmisericorde en una tempestad calcinante. Lelouch, que siempre ha temido y respetado el fuego, es el único capaz de alejarse a tiempo... Todos los demás son inevitablemente alcanzados mientras intentan esquivar las ascuas o levantarse para proseguir la carga. Nörsil, Bratynne, Grombar y Eyra: Todos ellos sienten la sangre hervir cuando los fogonazos prenden sus armaduras y las llamaradas amenazan con carbonizarlos vivos...

El prudente clérigo se mantiene alejado, intentando adivinar cómo puede ayudar a sus necesitados amigos. Pero los otros cuatro, aún quemándose y ardiendo, no pueden cesar en su empeño: Detenerse en medio de el caos es morir, y si deben morir... Lo harán luchando.

La única ventaja a su favor: El desmesurado tamaño de la titánica monstruosidad la hace un objetivo fácil. El elfo y los guerreros atacan las columnas sangrientas que emulan ser las piernas de el Abad mientras la ladrona dispara su infalible ballesta hacia la cabeza. Las espadas y el hacha de batalla se hienden en el armazón espectral a la vez que el virote penetra como una espina clavada en el cuello...

Las almas atrapadas en la coraza fantasmal se revuelven en tumulto, agitadas por los golpes de los aventureros. Muchas de ellas tratan de alejarse y huir a toda prisa, exponiendo la carne corrupta y desnuda bajo ellas, mientras otras parecen sublevarse a su cautiverio y atacar al propio Abad desde el interior. Los negros y sirvientes cuervos rápidamente se movilizan y extraen el proyectil de Bratynne para luego descender y someter de vuelta a los espíritus sublevados...

...En el proceso, muchas de las almas atormentadas han logrado escapar e incluso algunas de ellas se atreven a lanzarse de vuelta contra su captor e inmolarse en ataques suicidas. Inundado de furia, el grotesco y sangrante leviatán se concentra en mantener el control y detener su declive...

Las almas a su servicio todavía son legión, igual que la multitud de cuervos que siguen acudiendo en su auxilio. Entre todos ellos sostienen al Abad y refuerzan su poder mientras este, dándose cuenta de que su tiempo es limitado, se prepara a asestar el golpe de gracia de una vez por todas...

- Tiradas (22)

Notas de juego

Aviso: En el siguiente turno el Abad no actuará, pues estará preparando un ataque muy poderoso. Todos tendréis impactos automáticos: ¡Aprovechad para hacer todo el daño posible! Os animo a tirar el 1d20 igualmente por si saliera un crítico. 

RESUMEN DE ASALTO

Orden de iniciativa:
Abad (35) Nörsil (17) Bratynne (12)  Grombar (12) Eyra (6) Lelouch (Guarda el turno)

0- Grombar bebe la poción de Nörsil y recupera 2 puntos de golpe.

1- Abad conjura lluvia de fuego y causa daño y quemaduras graves a Nörsil (9) Bratynne (12) Grombar (11) y Eyra (7)

2- Nörsil ataca e impacta. El Abad pierde 6 almas.

3- Bratynne dispara e impacta. El Abad pierde 11 almas.

4- Grombar ataca e impacta. El Abad pierde 14 almas.

5- Eyra ataca e impacta. El Abad pierde 6 almas.

6- Los cuervos recuperan 18 almas para el Abad.

CONCLUSIÓN RONDA 1: TABLAS

Abad (Ileso) Nörsil (Herido, quemaduras graves) Bratynne (Gravemente herida, quemaduras graves) Grombar (Herido leve, quemauras graves) Eyra (Herida, quemaduras graves) Lelouch (Ileso, +1 acción)

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14/12/2019, 22:19
El Abad

Una oscuridad total comienza a asolar el campo de batalla, solo interrumpida por las llamas de los incendios devoradores e insaciables...

- Es patético como os aferráis a vuestra vida sin sentido... ¿¡No os dais cuenta!? - La cacofonía de graznidos y chillidos alcanza su mayor estridencia. - ¡NO SIRVE PARA NADA! ¡TODO ES EN VANO!... ¡¡¡ES EL FIN!!!

El mío... ¡¡¡¡¡Y EL VUESTRO!!!!!

…Un murmuro pérfido y perverso comienza a resonar aciago en el aire: caóticas corrientes arcanas de un cántico diabólico declamado en las profecías del fin de los tiempos...

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15/12/2019, 02:59
Lelouch

La enorme figura del abad estaba masacrando a sus compañeros. De entre ellos, Lelouch se percató de que Bratynne había recibido un impacto crítico motivo por el cuál su mente se agitó. No sabía si debía ayudarla o concentrarse en el abad, así que respiró profundamente y siguió lo que su corazón le dictaba.

Bratynne!! - corrió rápidamente al lugar donde se encontraba - aguanta que enseguida te auxilio. Sus ojos se cerraron y sus labios comenzaron a recitar una plegaria. El piadoso clérigo pidió a los dioses que por favor auxiliaran a su amiga o su vida podría correr peligro. 

 

Este tipo de rituales siempre lo dejaban exhausto, puesto que el hechizo era muy poderoso. Sin embargo, Lelouch ignoró sus límites, poco importaba desmayarse o hacerse daño cuando la otra alternativa es la muerte. Alzó la voz y dijo - Su actividad ha cesado de repente y esto es presagio de algo malo. Tenemos que aprovechar esta oportunidad. ¡¡¡Acabemos con el abad!!!  Su voz, desgarrada por el sobreesfuerzo de gritarle a sus amigos, también parecía agotarse. -Está bien, he dicho lo que quería decir. Una vez transmitido el mensaje era el turno de centrarse en el abad, su potencia ofensivo no era demasiado alto pero de algo serviría. - Grandes dioses que todo lo controláis, hoy más que nunca necesito que me prestéis parte de vuestro poder - pensó para si mismo.Tras ello, el cansado clérigo comenzó a recitar una plegaria desesperada y apenas audible. Su mirada se centraba en los cuervos que habitaban el cuerpo del abad. 

- Tiradas (2)

Notas de juego

He realizado dos acciones porque entendía que se guardo la anterior. Además el ataque he intentado centrarlo en los cuervos xD siempre y cuando se pueda jajaja

 

​​​

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15/12/2019, 18:16
Nörsil

Nörsil cerrando su puño libre frente a su rostro comienza a recitar.
En el caos místico que rodea a todos no se distingue el poder mágico que se arremolina a su alrededor hasta que las discretas decoraciones de su armadura empiezan a brillar mostrando el bello y ornamentado dibujo.

Al terminar, con voz potente, un mandato:
- ¡Ut onitsed reac, im osnacsed ut etreum!
Extiende sus brazos hacia abajo y hacia fuera en un gesto poderoso, y su figura recubierta entera de mithril brillante expele la magia hacia el mastodóntico ser.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Casteo proyectil mágico quemando 5 puntos de suerte.

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15/12/2019, 20:14
Eyra

El dolor de las quemaduras era intenso, pero... la situación no permitía que mis fuerzas flaquearan. Tal vez la adrenalina del momento, o la amenaza de que, si paraba para tomar un respiro, moriría tan rápido como pestañear. No, no podía detenerme en este momento, debíamos acabar con él.

–¡ARGH!

Con toda la fuerza que me fue posible, bramé con furia a la par que que cargaba contra el abad, tratando de atacar en alguno de los puntos vulnerables que se habían abierto. Sabía que, si el abad sobrevivía... lanzaría el ataque con el que nos acabaría fulminando.

Estaba claro, algo tramaba... solo debíamos acabar con él antes de que fuera demasiado tarde.

–¡HALVLITER RØR DET!

No pude evitar gritar en mi idioma natal mientas soltaba estocada tras estocada. No era más que una maldición... algo que sólo se le dedicaba a aquellos seres que no merecían más que lo peor...

Notas de juego

Me he perdido un poco con el tema de las tiradas. ¡Dios! ¡Qué torpe soy! Así que... te voy a dar la lata dejando en tus manos el destino de mis dados, máster. Mi intención es gastar todos los puntos de suerte en esta tirada, en el daño a poder ser, ya que presiento de que... no viviremos para contarlo si el abad hace su mega ataque el turno que viene, xD

Siento las molestias... 

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15/12/2019, 21:43
Director
- Tiradas (4)

Notas de juego

@Ñam-Ñam ¡Ninguna molestia! Aquí solo podemos tirar los dados de uno en uno, por eso se nos enreda tanto. 

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15/12/2019, 23:34
Grombar

Las heridas de las quemaduras dejarían feas cicatrices pero no había caído. Grombar bramó balanceando su hacha para describir un amplio circulo. Era ahora a nunca. Sus músculos se tensaron afianzando los pies en el suelo y trasladando toda la inercia del movimiento hasta la hoja del hacha. Con el gruñido de un jabalí herido descargó un brutal golpe en la pierna de su enemigo que habría partido troncos del tamaño de un hombre. La hoja arrancó destellos a las llamas de alrededor y mordió al abad profundamente.

- Tiradas (4)

Notas de juego

//Gasto los 6 ptos de suerte que me quedan para el daño. 18 en total, si lo he hecho bien.

@JackBotas - Perfecto

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16/12/2019, 08:15
Bratynne

La ropa humeaba, el cuero se fundía, su piel hervía, piel quemada, carne abrasada, el pelo chamuscado…. ¡El dolor era terrible! Bratynne pensó que no iba a poder reponerse, que aquel era su fin… Entonces Lelouch usó su magia una vez más ¡Que hubiera sido de ellos sin las habilidades de curación de clérigo! La ladrona sintió la energía revitalizadora de forma inmediata, sacó fuerzas de donde creía que no las tenía y apuntó con su ballesta y disparó al terrible monstruo.

¡No era momento de flaquear!

- Tiradas (2)

Notas de juego

Gasto mis 16 puntos de suerte en el daño

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16/12/2019, 11:59
Director
- Tiradas (2)

Notas de juego

Sumario tiradas:

Nörsil: 35

Bratynne: 23

Eyra: 22

Grombar: 22 (He visto que Grombar tenía 10 puntos restantes y no 6, así que he sumado +4:)

Lelouch: 21 daño / 16 curación

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16/12/2019, 12:17
Director

Castigados por el fuego ardiente que llueve sin cesar, los valientes aventureros creen desvanecerse del mundo... Especialmente Bratynne, la peor parada. El dolor y las ampollas burbujeantes no le permiten sostener su arma predilecta: Intenta cargar el siguiente proyectil, pero no puede ni colocarlo en el carril...La ladrona maldice su suerte y sus manos, antes tan hábiles, ahora inútiles... Hasta la llegada de Lelouch.

Como un obsequio de los cielos, la intervención del clérigo está a punto de cambiar el curso de la batalla: Reuniendo sus últimas energías en medio del caos absoluto, Lelouch es capaz de repetir una vez más el milagro sanador... Como si aplicara un bálsamo de origen divino, las quemaduras retroceden. Bratynne poco a poco recobra la movilidad, a la vez que comienza a armar el siguiente virote: Uno cargado de rencor y venganza, y que no piensa fallar.

Sin reparar en su agotamiento, Lelouch alza su símbolo divino y canaliza todo el poder de la deidad. El clérigo eleva una oración y, envuelto en una luz brillante que destaca solitaria en la oscuridad y los reflejos de las brasas, apunta el foco de sus energías hacia los cuervos negros: infatigables auxiliares del Abad y su prisión de almas torturadas. La luz se potencia y el símbolo refulge, templario y castigador...

Convertido en estandarte de los fieles, instrumento de justicia y azote de lo impío, Lelouch infunde su fe en un ataque místico que da de lleno en el punto débil de el Abad: El símbolo flota resplandeciente en el aire y se agita diestro y violento de un lado para otro, como blandido por un campeón invisible. Convertido en arma de retribución, bandadas enteras de cuervos huyen espantadas nada más verlo; los que son golpeados caen fulminados, derretidos vivos o reducidos a polvo.

El interior del Abad se revuelve. El arma de la deidad lanzada por el clérigo es una conflagración sagrada que le causa verdaderos estragos: El fuego se revuelve audaz, los fantasmas atrapados se rebelan con más ahínco que nunca y los cuervos huidizos siguen escapando o cayendo por docenas. Incapaces de organizarse y enjaular de vuelta a los espíritus, la coraza de espectros del Abad se disipa rápidamente, exponiendo su carne muerta, gris y débil.

El Abad ahora es vulnerable. Su concentración sigue totalmente sumida en el cántico de la invocación apocalíptica. Si la finaliza a tiempo, será el fin de todo... ¡Ésta es la única oportunidad!

Nörsil, pronunciando el sortilegio élfico, centra todo su potencial mágico en las yemas de los dedos y de ellas surge una volea de proyectiles mortíferos: meteoritos, flechas ardientes, bolas de elecricidad, rayos de escarcha... Todas ellas impactan en los múltiples huecos de las defensas del monstruo, que las absorbe sin remedio. Los daños son increíbles: extremidades enteras caen a tierra, los músculos corruptos pierden su masa y vigor y las descargas arcanas sacuden todo el cuerpo maltrecho...

El tamaño del titán demoníaco es, ahora, mucho menos imponente. Los guerreros no dudan: La espada de Eyra y el hacha de Grombar comienzan a tajar, acuchillar y cortar como la guadaña segadora de un verdugo enloquecido. Las columnas que sostienen todo el peso de la grotesca mole se tambalean: ríos de sangre corren bajo sus botas empapadas mientras siguen clavando sus armas y su ira berserker en el pellejo desnudo y expuesto del enemigo. 

Los espadazos de la fría Eyra y los hachazos flameantes de Grombar se combinan en una carnicería sin igual. Incapaces de satisfacerse beben de la abundante sangre que las riega y, cada vez más devastadoras, aniquilan sin piedad tanto los escasos cuervos restantes como los puntos de apoyo de su objetivo. Las últimas almas presas son finalmente liberadas y se unen a ellos en la acometida final: El equilibrio de el Abad se tambalea...

El golpe de gracia es para Bratynne. La ladrona, recuperando cada vez más la destreza y el tacto en las falanges, nunca olvidará el horrible sufrimiento que ha soportado. Marcada de por vida, su piel quedará para siempre señalada de cicatrices: imborrables recuerdos de las llamas sacrílegas y abrasadoras que estuvieron a punto de abocarla a la peor de las muertes.

El enfado y la ira poseen a Bratynne. Tan pronto el virote es cargado, el mecanismo de la ballesta se dispara y este vuela hacia la condenada cabeza del archi-demonio. En su camino, el proyectil cruza el símbolo divino de Lelouch y lo baña en su luz, convirtiéndolo en una saeta blanca, celestial y redentora. Como un glorioso relámpago enjuiciador, cruza el rostro podrido y contrahecho de el Abad maldito, que, ya incapaz de sostenerse y subyugado por el magnífico impacto, se dobla ante ellos y comienza a desmoronarse...

Notas de juego

RESUMEN DE ASALTO

Orden de iniciativa:
Lelouch (turno anterior) Nörsil (17) Bratynne (12)  Grombar (12) Eyra (6) Abad (turno siguiente: Ataque final)

1- Lelouch cura 16 puntos de golpe a Bratynne.

2- Lelouch provoca 21 puntos de daño a Cuervos (gravemente heridos, asustados)

3- Nörsil provoca 35 puntos de daño a Abad (Herido leve)

4- Grombar provoca 22 puntos de daño a Abad (Herido)

5- Eyra provoca 22 puntos de daño a Abad (Herido grave)

6- Bratynne provoca 23 puntos de daño a Abad (Moribundo)

CONCLUSIÓN RONDA 2: VICTORIA DEL GRUPO

Abad (Moribundo) Nörsil (Herido, quemaduras graves) Bratynne (Ilesa, quemaduras graves) Grombar (Herido leve, quemauras graves) Eyra (Herida, quemaduras graves) Lelouch (Ileso)