Partida Rol por web

Zashi era perseverante, la oía murmurar sus mantras y sus rezos o lo que fuera... Yo me dedicaba a lo mio. Vigilar...

En un momento dado, unos gritos o alguna inflexión de la voz me llamó la atención, y muy discretamente, entreabrí la puerta de la habitación para poder observar que ocurría. 

Por todos los relámpagos de Odinn, esa mujer estaba completamente desnuda. Tan delicada y a la vez tan fuerte... Era de un exótico espectacular, pero rapidamente me centré en mi trabajo, no ocurría nada de que preocuparse... Quizás la cara de cansancio de la muchacha...

En otro momento Zashi me pidió le entregara un arma. Le presté una de las dos Hachas Danesas.

-¡Oooom!- gritó con sus últimas fuerzas. Con el último Om, todas sus mentes volvieron a ser una, todos hilos se convirtieron en soga y toda la magia se fundió en el cuerpo del arma, revistiéndola de agresividad y embutiéndola en ansia asesina. 

Un fulgor envolvió mi arma... ¿qué extraño encantamiento profesó la maga, sobre mi Hacha de los Mares?

Cuando terminó, su mente estaba dispersa y totalmente agotada. Extenuada y sin fuerzas para ponerse algo por encima, cayó redonda al suelo inconsciente por el esfuerzo realizado. 

Al momento me cercioré de que la mujer se desvanecía quedando plenamente inconsciente... Entre raudo a fin de recoger ese delicado cuerpo desnudo y meterlo en el catre.  La cubrí con unas pieles. Me quedaría con ella todo el rato necesario, hasta que volviera en si. 

Si mis camaradas aceptan el trabajo, no puedo ser menos que ellos. Y luchar contra el Caos es algo que todo trol haría gratis pero nadie dijo que estuviera mal cobrar por ello si te ofrecen el dinero.  Me acerco y recojo un sobre mientras guiño un ojo a mis camaradas copiando los modos humanos, aunque en un trol tiene más pinta de estar calculando su peso para comerlos que de realizar un gesto amistoso.

Beruthiel mira el pergamino, parece impaciente por saber lo que pone, mientras susurra a sus compañeros. -Deberíamos tener cuidado, el abismo de la serpiente es muy peligroso, parece que los 3 de la barra se lo están pensando. 

Pergamino.

Zashi ha caido agotada, pasaré la noche con ella, subidme un poco de agua y un trapo. Y una jarra de Cerveza por Odinn!!!

Si Esta mujer decide ir donde sea que diga ese legajo, yo seré su guardian.

La impaciencia de Beruthiel se desilusión. -Pues no aclara mucho. ¿Qué opináis? ¿Queréis ir ahora o mañana? Yo tendría que prepararme como ha hecho Zashi, aunque quizás si podamos ir a recibir instrucciones hoy y así poder prepararnos mejor. En cualquier caso, ahora si que sería conveniente que no nos separásemos, no sea que alguien quiera quitarse de en medio rivales.

Despues de Escuchar Las claras instrucciones del pergamino, se prepara para estar listo y acompañar a Los que iran al punto de encuentro a la hora acordada

Como aún queda algo de tiempo para la noche, si me permitís me voy a preparar yo también. Si no tenéis inconveniente, podemos ocupar otra de las habitaciones y hacerlo allí mientras alguno cuida de nosotros - comentó con el grupo

Cuando el bravo y fornido Sigurd le trae las noticias del heraldo y de la misiva que porta, Zashi hace ademán de ponerse en pié. Se encuentra débil y casi incapacitada mágicamente, pero el mensaje es claro: Si quieren participar deben ir al encuentro de tal Kelnor.

Al erguirse levemente, la joven hechicera se da cuenta de que, bajo las sabanas, aún se encuentra totalmente desnuda. El rubor comienza a inundar su tez cuando se percata de que si está en la cama es porque el guerrero la habrá puesto allí, y por tanto la habrá visto como su madre la trajo al mundo. 

-¡Ddddon Ssssiguuuurd!- tartamudeó con un tono muy agudo mezcla de la vergüenza y el cansancio- Por favor abandonad la habitación para que pueda adecentarme- solicitó con tono imperioso que no dejaba opción a dudar. Por muy agotada que se encontrara seguía siendo una señorita y debía cuidar del decoro. 

Tras echar al hombre, asearse con su jofaina y volver a vestirse con algún que otro traspiés por el agotamiento, una ojerosa Zashi se reunió con todo el grupo en la mesa que parecía que todavía mantenían en su poder. 

-Me ha comentado mi noble guardián que a nuestro posible empleador le corre cierta prisa por encomendarnos su misteriosa tarea- mencionó con su tono de voz pausado y meloso para reengancharse en la conversación que estaban teniendo- Creo que lo mejor sería ir hoy, aunque mi estado será lamentable en caso de que sea una trampa.-Advirtió del riesgo que supondría ir en un estado tan endeble- Beruthiel, creo recordar que practicáis una magia similar a la mía. ¿Tendréis que protegeros o vuestra vía no contempla la abjuración?- preguntó con una mezcla de curiosidad y precaución. Las escuelas mágicas solían ser muy herméticas y algunas se tomaban mal que se preguntara por ellas. Aun así tenía que saber si iba a ser la única con magia protectora en el grupo, pues aunque no dudaba de la utilidad de las magias divinas y shamánicas, la hechicería era la más versátil.

-¡Ddddon Ssssiguuuurd!- tartamudeó con un tono muy agudo mezcla de la vergüenza y el cansancio- Por favor abandonad la habitación para que pueda adecentarme-

Jajajaja -rompo a reir- Donnn nada menos!!!. Llamadme Sigurd simplemente, aun no me he ganado un apodo en condiciones y de Don tengo poco. Y no os sintais ruboriozada ni avergonzada, que cuanto he visto sigue inmaculado y es precioso.  

Ahora mismo os dejo, pero estáis muy débil, cubrios adecuadamente, y volved a llamarme si precisáis ayuda. 

Vestida seguía siendo una belleza extraña y cautivadora... Eran sus rasgos diferenciales los que cautivaban a Sigurd... esa mirada... esos ojos... 

Sigurd salió dela habitación y mantubo la guardia hasta que la hechicera asomó por la puerta. Le tendio su fuerte brazo, y la intentó ayudar a bajar por la escalera, hasta la mesa de conversación.

Por Freya y Odinn que si se precisa de mi brazo y mis hachas allí me tendréis. 

- Beruthiel, creo recordar que practicáis una magia similar a la mía. ¿Tendréis que protegeros o vuestra vía no contempla la abjuración?- preguntó con una mezcla de curiosidad y precaución. Las escuelas mágicas solían ser muy herméticas y algunas se tomaban mal que se preguntara por ellas. Aun así tenía que saber si iba a ser la única con magia protectora en el grupo, pues aunque no dudaba de la utilidad de las magias divinas y shamánicas, la hechicería era la más versátil.

-Por supuesto, soy una adepta hechicera ya liberada de las tareas de aprendiz por mi maestro Ecthelion Parapleo. Dice tratando de parecer imponente, pero la forma con la que lo dice denota mas inseguridad que otra cosa. Puedo encargarme de mi misma perfectamente, así como de las heridas de nuestros compañeros. Aunque a los enemigos poco podré hacerles ademas de molestarles. ¿Vos sois adepta o tan sólo aprendiz? ¿o en vuestras tierras la hechicería se practica de manera diferente? Siento curiosidad por esto último. Parece que la altanería con la que empezó hablando se disipa a medida que habla. -Aunque estos temas deberíamos tratarlos en sitios mas privados, no vamos a darles información a aquellos con los que vamos a competir. 

-Agrav saldrá cuando todos queráis camaradas, ya sé que los humanos teméis a la noche. Cuando me necesiteis, despertadme.

Agrav se recuesta en uno de los asientos mientras termina su cerveza y eventualmente acaba dormido. Los ronquidos son legendarios y la mayoría agradeceran que no haya cogido habitación.

Naran  observa satisfecho la actitud entusiata de sus compañeros.

-Creo que deberiamos ir cuando se nos convoque, corremos el riesgo que al tardar sea a otros a quiens den la tarea, sin contar la posibilidad que alguno de los otros grupos decidan anticiparse un poco y eliminar posible competencia. La recompensa es bastante grande y despertara muchas ansias. Es mas, quizas no fuera una idea mala del todo que hicieramos una descubierta antes, quizas yo mismo o el adorador de aldrya, que son bien conocidos por su discreccion. En cualquier caso prepare mi equipo por si hay que salir con prisas y no no volvemos, tardare poco, no tengo muchas perteencias.

yo me subo a la habitación - digo mirando a mis compañeros - estaré ocupado alrededor de una hora, avisadme antes de ir

.

   Tras despedirse el emisario y leer la invitación de la proclama. M´tchala decide subir a una de las habitaciones del grupo para meditar.

    El hombre de oscuros ropajes abandonó el primero la posada. Ahora, tras cuchichearlo entre ellos, el trío formado por el elfo, el humano y el gran troll, abandonan también la taberna. Tras unos pocos minutos, el troll negro del rincón mirando nerviosamente a todos los lados, abandona la taberna también.

   Solomon, el rechoncho hombre calvo y el Atticus, el hombre moreno con el pelo atado en una coleta, también se marcha.

   La joven morena lee la nota y canturrea para sí, luego se queda mirando con expresión fastidiada el pergamino y murmura algo mientras señala primero a una de las antorchas y luego al pergamino. Una porción de la llama de la antorcha se separa y se desliza rodando lentamente por la pared y el suelo, hasta trepar por la barra en dirección al pergamino donde se detiene y lo prende. El pergamino, lentamente se reduce a cenizas, aunque la pequeña llama no tiene fuerza para dañar a la madera y poco a poco se extingue dejando unas cenizas que la chica contempla aburrida.

.