Partida Rol por web

Ya han pasado cuatro horas desde el mediodía y el intenso calor de la tarde se retiró dejando lugar a una agradable brisa fresca.

Acabais de entrar por el porton oeste de la ciudad tras días de viajes. Barranco Blanco es una ciudad grande, ubicada en la frontera entre Cormyr y Sembia. La mayoría de sus casas son de piedra y bastante elaboradas, casi todas con dos pisos o mas, haciendo claras ostentaciones de riqueza.
La calle ancha que se extiende frente a ustedes conduce al mercado, nucleo de la vida de la región, y está atestada de personas que van y vienen.

Hace poco recibieron algunas monedas de su última paga como mercenarios, y ahora se sienten los reyes del mundo. El dinero les quema en los bolsillos y un mar de posibilidades se extiende frente a ustedes: Burdeles, tabernas, espectáculos exóticos y toda clase de mercancias y objetos para comprar.

Pero Barranco Blanco también es un lugar para hacer fortuna. ¿Acaso una ciudad tan próspera no es también un paraiso de posibles nuevas tareas para mercenarios?

¿Que hacer?¿Donde ir? la elección es suya.

Te encuentras apoyado contra la pared de una casa, haraganeando como siempre, a la espera de nuevas presas. Por enfrente tuyo pasan incontables personas en ambas direcciones, pero ninguna escapa al escrutiño tu ojo vigilante.

Un tipo en una carreta. Muy fácil pero viste como el más pobre campesino, y eso no suele ser un disfraz.

Un mercader lujosamente ataviado. Presa jugosa, pero... oh no, está con dos gorilas guardaespaldas.

¿Eso es un mago? mejor no averiguarlo...

Una pareja de guerreros, ambos con espadas demasiado grandes y cota de escamas. Serían una presa difícil, si la ingenuidad no brotara a raudales de sus caras...
Además, esas bolsas que llevan en el cinto parecen pesadas.

Grrr !! Estoy reventado de caminar.... Que te parece Edaín, si buscamos una buena posada para esta noche y una taberna para coger una buena cogorza a la salud de todos los desgraciados que hemos aniquilado estos dias!! Quizas el mercado sería buen sitio para preguntar donde saciar nuestra sed y dormir esta noche... Esta ciudad parece llena de gente necesitada de dos mercenarios que alivien sus desgracias, con un poco de suerte en la taberna podemos escuchar cualquier rumor...

La brisa es suave y mi rostro muestra la alegria de haber conseguido una vez más salir ileso de una de las misiones que solemos hacer. La recompensa nos permitirá celebrarlo y por que no buscar algo que nos pueda ser de utilidad. La vida parece sonreirnos y en compañia de mi amigo el semiorco paseamos por la ciudad observando las lujosas viviendas

Como siempre amigo mio, has tenido una magnifica idea, cuando de celebrar las cosas se trata no conozco a nadie más capacitado que tu para planearlo

sonrio mientras le doy una palmadita en la espalada

Vayamos al mercado como dices, y allí nos idicaran cualquier cosa que necesitemos

La plaza del mercado es una gran explanada cuadrada. se accede a ella a traves de un arco de piedra al final de la calle.
De la plaza, hacia la izquierda y hacia la derecha derecha, salen otras dos calles, mas angostas y menos pobladas que la calle por la cual vinieron. En el cento del mercado se yergue un pilar con la estatua de un joven humano barbudo y cruzando la plaza, en el lado opuesto al arco por el que entraron, hay un templo cuadrado con cuatro campanarios, uno en cada esquina.

La plaza está poblada de mesas y toldos, barriles y cajas. Gente de todas las razas regateando hasta la última moneda de cobre.
En los puestos pequeños se venden comestibles, textiles y baratijas.

A su vez, en los edificios que rodean la plaza, se encuentran los grandes comercios: una joyería, una herrería, una armería, una casa de cambio, una taberna, una tienda de componentes mágicos y pociones, una tienda de objetos mágicos y varias tiendas pertenecientes a comerciantes que importan y exportan casi cualquier cosa.

Aqui y alla un par de guardias hacen lo que pueden para mantener el escaso orden del mercado.

Bueno, parece que ya hemos encontrado lo que queriamos... Mira le digo a Otín mientras señalo a la posada ahí tenemos una posada, allí podremos celebrarlo, pero deja algo de cerveza para los demás ¿eh? jajaja

También podríamos pasar por el templo, allí quizá también podamos encontrar algún cliente entre los múltiples que van a rezarle a su dios para que les libre de sus problemas.

Me parece bien, hechemos un vistazo al templo. Si me emborracho demasiado pronto no podré disfrutar toda la noche !!! jajajaja

Ya han pasado cuatro horas desde el mediodía y el intenso calor de la tarde se retiró dejando lugar a una agradable brisa fresca.

Estas en Barranco Blanco, una ciudad grande, ubicada en la frontera entre Cormyr y Sembia. La mayoría de sus casas son de piedra y bastante elaboradas, casi todas con dos pisos o mas, haciendo claras ostentaciones de riqueza.

Acabas de comprar tinta y pergaminos a buen precio en un puesto del mercado.

La plaza del mercado es una gran explanada cuadrada. se accede a ella a traves de tres arcos de piedra, uno da hacia el norte, otro hacia el oeste y el último hacia el sur.
En el cento del mercado se yergue un pilar con la estatua de un joven humano barbudo y cruzando la plaza, en el lado este, hay un templo cuadrado con cuatro campanarios, uno en cada esquina.

La plaza está poblada de mesas y toldos, barriles y cajas. Gente de todas las razas regateando hasta la última moneda de cobre.
En los puestos pequeños se venden comestibles, textiles y baratijas.

A su vez, en los edificios que rodean la plaza, se encuentran los grandes comercios: una joyería, una herrería, una armería, una casa de cambio, una taberna, una tienda de componentes mágicos y pociones, una tienda de objetos mágicos y varias tiendas pertenecientes a comerciantes que importan y exportan casi cualquier cosa.

Aqui y alla un par de guardias hacen lo que pueden para mantener el escaso orden del mercado.

Me dedico a ojear los puestos, permaneciendo atento a los posibles amigos de lo ajeno.

Deprimido despues de ser despeido, vender una de las cotas y comprarme la espada me ha mejorado el humor.

Voy caminando por la plaza, preguntando en todos los puestos si tienen trabajo para un joven como yo. Mientras que inconcientmente me dirigo al templo, aunque nunca he sido muy devoto, tal vez una plegaria a Pelor pueda ayudarme.

Que poco orden hay aqui, lo que me han dicho sobre Lord Haldried tal vez sea verdad

Con una sonrisa de confianza de que las cosas van a ir bien y decidido a conseguir las bolsas de esos guerreros, los empiezo a seguir manteniendo una distancia de 10 metros y con mi pelo a un poco de mi rostro escondido detras de mi capucha. Mientras los sigo busco presas faciles en el mercado mientras al mismo tiempo cuido mis pertenencias.

Sin más nos encaminamos hacia el templo mirando aqui y allá, disfrutando de este bello dia. A lo largo de la plaza atendemos divertidos a las distintas conversaciones que tienen lugar entre los ciudadanos que han acudido hoy al mercado

El grito de terror de una mujer quiebra el perpetuo murmullo de la plaza. La multitud enmudece y alza la vista para buscar el origen del alarido.
Tras unos segundos de silencio y expectación surge otro grito, esta vez de un hombre:
-¡Asesinato!, ¡Asesinato frente al templo!-

Los clientes y comerciantes entran en pánico. Los paseantes rápidamente se disponen a abandonar la plaza por cualquier medio, mientras los desafortunados tenderos hacen lo posible por proteger sus puestos y mercancías de posibles oportunistas.

Me acerco despacio hacia donde supongo que vienen los gritos (de donde escapa la gente)