Partida Rol por web

El alzamiento de los tres monarcas

04. Asalto al Castillo de Karlstein

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08/03/2021, 11:35
Thomas Penwater

Velvet Thunder tenía razón, como casi siempre. Eleanor era lo suficientemente autosuficiente como para que no necesitase un caballero andante para que le salvara. Ella misma en cierto modo era uno, pues había ido a salvar a su princesa atrapada en lo alto de la torre y ella mismas había matado al dragón, que en ese caso era un científicos loco, que para el caso era lo mismo. 

Está bien. - Dijo Sigfrido Penmüller. - ¡Vámonos de aquí! - Le dijo al sobrino de Klaus y a los hombres recatados de los experimentos del doctor mal. 

 Y sin más, Thomas Penwater salió corriendo tras los pasos del atleta de fondo Klaus con Heizinger. Era momento de slavar la vida para pelear otro día. Además, tenían las pruebas que necesitaban y aquel tomo arcano. Habían cumplido con su misión. Solo faltaba una cosa... cargarse a ese tal Masín. Seguía en la lista del pelirrojo.

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08/03/2021, 17:04
Eleanor Marlowe

Notas de juego

Pffff... Drama, drama, DRAMAAAAA!!! Si he entendido bien no voy a poder llevarme a Jack de ahí porque es un solo ser con el árbol negro así que he decidido matar a Jack para que no sufra y después quemar el árbol. Pregunta: ¿sería posible matar a Jack de un balazo en la cabeza? xDD DRAAAAAAMAAAAAAA!!! Contesto a lo largo de la tarde. 

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08/03/2021, 17:20
Guardián

Notas de juego

Tons of drama, ¡sabías a lo que venías! Sí, probablemente puedas matarle de un disparo.

¿Con qué vas a quemar el árbol? Te lo pregunto con curiosidad, no como máster cabrón negacionista. Lo que se te ocurra, adelante. Asume que tienes cualquier cosa lógica de tener en un laboratorio de un doctor nazi loco que experimenta con lo oculto. Para algo un poco más fuera de lugar, puedes hacer una tirada de Suerte.

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08/03/2021, 17:27
Emil Klein Heinrich

Espero que haya tirado migas de pan de camino, Penwater - dijo secamente Emil, empujando a los presos que aún seguían en pie en dirección a dónde Klaus corría -. Porque ni todo el oro del mundo hará que yo vuelva a ese castillo de mierda. ¡Andando!

Y sin mediar más palabra, y con un último empujón con la pistola al preso mas cercano, el joven arrancó a correr tras el austriaco.

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08/03/2021, 18:11
Eleanor Marlowe

Las lágrimas corrían sin control por sus mejillas mientras la doctora intentaba sin éxito liberar a Jack de su inesperada prisión. El grito de dolor fue inconfundible para un oído avezado como el suyo. No podría separarlo de aquel árbol sin provocarle una agonía que terminaría matándole. Examinó con cuidado la zona en que la piel y el árbol parecían fundirse, buscando desesperadamente la forma de romper aquella atadura, aquel vínculo ponzoñoso. Y supo con la certeza más absoluta que nada funcionaría. 

- Soy yo, Jack, he venido a buscarte. Siento haber tardado tanto, cariño. No te preocupes, le he matado, he matado al doctor. No podrá volver a hacerte daño, ni a ti ni a nadie. Shhhh... Todo saldrá bien. - Eleanor besó a su amor en los labios con suavidad y un cariño infinito, en aquellos labios corrompidos, mientras le acariciaba la piel con la que tantas veces había soñado desde que se marchó de su lado y que ahora parecía muerta y sin vida. Paralizada, permaneció abrazada a su cuerpo mientras escuchaba las débiles palabras de aquel hombre por el que sería capaz de mover montañas. Las piezas empezaron a caer poco a poco en su lugar y le mostraron el inevitable diagnóstico final de la situación. No podría sacar a Jack de allí. Pero tampoco podía abandonarle. Morir allí, solo, con aquel enorme sufrimiento para acabar convirtiéndose en Dios sabía qué, sirviendo a los fines de aquel ejército desquiciado y degenerado. No podría soportarlo. Preferiría morir a dejarle allí a su suerte. 

 Con el corazón en carne viva la joven apuntó con mano firme a la sien del amor de su vida. Ella era doctora y como tal sabía que su función era sanar y en caso de no poder sanar, aliviar el dolor. Solo había una forma de salvar lo poco que habían dejado de Jack, de proporcionarle la paz que tanto merecía, de aliviarle de su sufrimiento. - Yo también te quiero, Jack. Más de lo que nunca podrías haber imaginado. Más de lo que nunca soñé. Ahora y siempre - El sonido de la detonación pareció quebrar su alma en dos, mientras un quejido desgarrador se abría paso desde su pecho. Miró a su alrededor y se acercó a una estantería, buscando algo que le permitiera quemar aquel árbol maldito hasta los cimientos. Entonces lo vio. Formol. Eleanor Marlowe cogió todos los botes, cortó trozos de las sábanas de las camas de aquellos pobres desgraciados y tomó el mechero Bunsen. Con odio en la mirada observó aquel árbol y prendió fuego a las mechas mientras metódicamente lanzaba los botes contra el origen de tanta maldad, asegurando que ardiera por completo. Lanzando una última mirada atrás, Eleanor corrió hacia la planta de abajo. Aún no había terminado. Tenía algo que hacer. El libro. Aquel libro maldito debía ser destruido. Debía arder igual que había ardido aquel árbol. Echó un vistazo fuera y se dispuso a encontrar al padre Andrej y a sus compañeros. Si finalmente había una guerra y Alemania conseguía lo que Jack había insinuado nada ni nadie podría deternerla. Puede que nunca volviera a ver su amada Inglaterra, era probable que nunca volviera a abrazar a su querido padre, pero una cosa era segura. Le daría a país la oportunidad de luchar, la posibilidad de ganar, la esperanza de la victoria. 

Notas de juego

DRAAAAAMAAAA!! Tengo el corazón partido ahora mismo, lo admito. Me ha costado escribir el mensaje y yo que soy sentimental estoy sufriendo con mi pobre Eleanor. xD Mi idea es ver si el soldado sigue en su puesto y si no está o si está pero corre hacia la torre al ver el fuego y oír los gritos esconderme y escabullirme tras él en dirección contraria a donde he venido. Menudo cisco he armado... 

P.D. He puesto formol y un mechero Bunsen porque entiendo que es algo que hay en todos los laboratorios. En caso contrario, pues edito. 

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08/03/2021, 20:32
Guardián

Al ser abrazado, los jadeos de Jack disminuyen. Casi parece haber encontrado paz en sus últimos momentos. Una negra lágrima recorre su mejilla. Es densa, lenta, casi parece sangre coagulada, o incluso podríamos estar hablando de resina. Sonríe, cierra esos ojos negros y murmura con un hilo de voz: «Gracias...».

Cuando comienzas a lanzar esos improvisados cócteles molotov contra el árbol, estos no parecen realizar mucho efecto en la dura corteza de tan robusto árbol. Sin embargo, uno de ellos alcanza uno de esos carnosos y misteriosos frutos, estallando en unas intensas llamas. De algún modo, esos frutos son combustibles y, rápidamente, el fuego sube por el tallo y extiende por el resto de la corteza. El fuego crepita y parte de la corteza se rompe y se cae a trozos, crujiendo. Pronto llega hasta la copa del árbol y la temperatura sube varios grados. Notas el calor en la cara, tus lágrimas se secan en prácticamente un instante, dejando un salado rastro desde tu lagrimal hasta tu mandíbula.

La resina ardiendo emite unos gases horrorosos que huelen a carne quemada, a putrefacción. Es imposible seguir aquí mucho más tiempo, tienes que salir de esta torre si no quieres morir asfixiada. Por supuesto, grandes nubes de humo negro se filtran por las ventanas. Parece una pira, una antorcha humana. ¡El incendio podría verse desde Vordertrebain! Desde luego, la Gran Torre ya no pasa desapercibida.

La puerta metálica se abre de un golpe cuando el soldado nazi del puente entra con su arma en ristre, mirando hacia un lado y a otro. Lleva un subfusil MP-38 y el dedo sobre el gatillo. «¡¿Quién anda ahí?!». No se adentra demasiado, ya que todo está empezando a arder. Se oye algún grito más en el exterior, probablemente vengan más hombres.

En el piso de abajo, donde el árbol emerge del suelo, donde las baldosas de piedra se han desplazado debido al la fuerza de la naturaleza, puede verse una especie de agujero irregular de alrededor de un metro de diámetro, cubierto en llamas por las raíces. ¿Será a lo que se refería Jack cuando hablaba de abrirte el camino? Desde luego, se parece mucho al pasadizo por el que huyeron tus compañeros con Andrej en el calabozo. Parece tan lejano...

Notas de juego

¡Vamos a ver! Primero que nada, haz una tirada de Cordura 1d4/1d10. Acabas de terminar con el sufrimiento de tu amado.

Estás en el piso de arriba todavía, tienes que bajar las escaleras de caracol que van pegada a la pared para llegar al piso de abajo y tener alguna posibilidad de salir de aquí con vida —si es que lo deseas, tras tan trágicos acontecimientos—. Primero, tienes un dado de bonus al atacar al soldado que acaba de entrar, porque sólo ve llamas y no se lo ve de venir. El tipo está asustado porque sabe que si se adentra más, tal vez muera quemado y no salga de aquí con vida.

Segundo, tienes dos vías de escape: el puente que vuelve al castillo o el túnel envuelto en llamas. Sea como fuere, primero tienes que deshacerte del guardia.

Si te decides por la primera opción, te vas a tener que abrir paso a lo Eleanor Rambo. Con un poco de suerte, quizás Svobodova y los suyos todavía estén armando jaleo, aunque desde luego has llamado la atención de todo el maldito Protektorat. Y quizás de tus compañeros, que tal vez no anden lejos. O sí, quién sabe. Y el puente es de madera, así que yo me daba prisa. ¿Tal vez una tirada de Atletismo?

Por otro lado, el túnel. ¡Oh, el túnel! Puedes tratar de huir por ahí, pero sufriendo daños por quemadura. Las raíces se extienden por el túnel, por lo que emana vapores poco saludables. Recibirás sí o sí 1d4 de daño por el fuego si entras por él. Deberás, además, pasar una tirada de Constitución para soportar los vapores durante todo el recorrido subterráneo. Si la fallas, recibirás otro 1d4 antes de llegar al otro lado.

Dos planes arriesgados, sin duda. ¿Confías en Jack o confías en la Resistencia?

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08/03/2021, 23:25
Guardián

Corréis como podéis por el margen del bosque, sin llegar a entrar. Sabéis que hay más niños extraños de esa secta, tal vez queriendo vengar a Andrej, al Profeta. ¡El Profeta ha muerto, larga vida al Profeta!

En vuestra huida, oís varias saetas volar cerca de vosotros. En el castillo se oyen gritos, se oyen disparos. Cerca, se oyen motores. Con un poco de suerte, estaréis cerca de la carretera que lleva al castillo. ¿Qué leches está pasando ahí dentro? 

Una de las flecha golpea de lleno en el austríaco, quien porta el libro del padre como si fuese lo más valioso del mundo. Flaquea. Y, de repente, en esa oscura noche, llega algo de luz proveniente del castillo. Es una luz amarillenta, cálida. Miráis en esa dirección. ¡Es la maldita torre del laboratorio! Está empezando a envolverse rápidamente en llamas como una gran almenara, como una antorcha olímpica. Ahí es donde se dirigía Marlowe, no cabe duda.

Nuevamente, como en un dejà vu, los malditos niños sueltan las armas y comienzan a retorcerse por el suelo. Nuevamente, el fuego imaginario les quema. Y esta vez, el fuego es mucho más grande que el aberrante espantapájaros de la cueva del bosque. Es vuestra oportunidad de oro para salir de ahí.

- Tiradas (2)

Notas de juego

La suerte ha querido que Klaus von Heizinger se lleve un flechazo crítico. Sorry, mate. Tú dirás dónde te alcanza.

Haced todos una tirada de Cordura 0/1d3. A estas alturas, ya poco os sorprende.

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08/03/2021, 23:37
Guardián

Aunque no estalla en llamas, el codiciado Vermiis que llevas agarrado como si te fuera la vida en ello comienza a calentarse hasta altas temperaturas, quemándote las manos. Se podría decir, incluso, que quema «como un hijo de puta».

Notas de juego

Haz una tirada de Cordura adicional 0/1d3. Si no lo sueltas, recibes 1d3 de daño por quemadura.

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09/03/2021, 09:39
Klaus von Heizinger

Como si la Divina Providencia hubiese intuido lo que podría deparar el futuro a la Humanidad si Klaus von Heizinger lograba estudiar el Vermiis, una sibilina flecha voló rauda y atravesó el hombro izquierdo del austríaco de parte a parte. Escocía. Mucho. Like Hell. ¿Soltó entonces Klaus su codiciado libro...?

Ni hablar. ¡Él no era un maldito checo llorón!

Chilló de puro dolor pero siguió moviéndose, bastante más errático que antes, pero siguió moviéndose. Fue entonces cuando les vio.

Más niños. Más pigmeos armados hasta los dientes surgiendo de las profundidades del bosque. Estaban rodeados, él con un flechazo en el hombro, dos checos y medio de escudos humanos y Leopold hecho un flan. ¿Podría su fiel Sigfrido equilibrar las tornas con una onda vital o algo así?

A esas alturas Klaus lo dudaba, para qué vamos a engañarnos. Apretó la mandíbula de dolor y acarició su libro intuyendo que iba a ser su última vez juntos. Y de repente... ¡EL MILAGRO!

Los sectarios empezaron a retorcerse como aquella vez en la que él mismo prendió fuego al tótem caprino del campamento de Jitka "Ice Bitch" Milos. Un fuego de considerables proporciones emergió del castillo de Karlstein. Klaus, siempre agudo, siempre veloz en el razonamiento, sumó dos más dos.

-Lo ha conseguido... Jijijijijijijijiji... ¡Esa hija de la Gran Bretaña lo ha conseguido!-. La risa era histérica, no en vano era de Klaus. Pero... ¿A qué se refería exactamente?

En ese preciso instante la cubierta del libro empezó a emitir calor. Quemaba. Mucho. Like Hell.

¿Soltó entonces Klaus el Vermiis?

...

La duda ofende.

-¡¡¡YAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARRRRRRRRRRRRRRRRRRRGGGGGGGGHHHHHHHHHHHH!!!-.

El grito de Klaus se unió a la cacofonía reinante en aquel paraje en el que parecía que estaban despellejando vivos a los cultistas de CODENAME ANGEL. Ojalá fuese invierno, pensó fugazmente el austríaco. Así habría nieve en el bosque. Nieve con la que cubrir aquella abrasadora obsesión para Klaus. Y es que el conocimiento es poder, pero alcanzar la Trascendencia requiere dolor. Dolor puro y genuino. Klaus estaba pasando el trance necesario para elevarse en una forma superior. Sabía que el fuego le haría uno con el Vermiis. Creía ciegamente en ello. Por ello, aunque notó las palmas de las manos en carne viva y se le saltaron las lágrimas del suplicio, sostuvo el libro con todas sus fuerzas. Porque solo así sería aceptado. En su perturbada mente, tras largos años de estudios sobre lo oculto y lo que habitaba en los rincones de la percepción, Klaus tenía arraigada una terrible convicción sobre los seres primigenios: no valoraban a los pusilánimes. Solo los fuertes, los determinados y los inaccesibles al desaliento tenían cabida en el Nuevo Mundo que estaba por llegar.

¿Qué sabría Andrej aparte de degollar checos indefensos? ¿¡Qué diablos sabría Ernie además de experimentar para el Heer!? ¡ÉL ERA EL VERDADERO PORTADOR DEL LIBRO! ¡El único que lo investigaría para desentrañar sus secretos! ¡Por eso lo tenía ahora en las manos! ¡Por eso se estaba abrasando vivo con él en una especie de comunión ígnea!

¡Las llamas devoran al débil!

¡Y sobre las llamas reinará el nuevo Káiser!

¡KLAUS VON HEIZINGER!

Pero ya se sabe... Todo Imperator necesita Pretorianos... Y donde Ernie y Andrej fracasaron -los muy sobrados no tenían a ningún guardaespaldas competente-, Klaus tenía un one man army, un Die Hard Buddy, un übersoldat.

Un Thomas Penwaterrr.

Notó que el amerrikaner cargaba con él como si fuese un fardo, lo que no le sorprendió porque siempre intuyó que Penwater era fuerte como un oso siberiano. Miró a Leopold con rostro desencajado y, a modo de sugerencia, le dijo...

-¡Leopoooooold! ¡Como esos checos no cuenten nuestra versión después de esto, asegúrate de que sufran hondas horas de dolorrrr! ¡Prométeselo a tu tío!-. Se sintió bordeando el estado catatónico y añadió algo más. -¡Leopoooooold! ¡Si no salgo de esta... recuerda alimentar a Fru Frú con comida baja en grasas! ¡Te lego mi colección de monedas antiguas! ¡No las vendas hasta pasados diez años de mi muerte, so rata! ¡Y Niklas! ¡Mi buen Niklas! ¡Para usted mi exposición de soldados prusianos! ¡No conozco a nadie que la merezca más que usted! Dolooooorrrrr... Qué dolooooor más inhumanoooooo... ¡Ah! ¡Y que alguien le queme el mostacho a Morrrrrrrtyyyyyyy! ¡Jijijijiji! ¡Qué gran última voluntad...! ¡Qué gran última voluntad!-.

- Tiradas (5)

Notas de juego

Está comprobado que tengo que tirar por las tardes. Soy un Late Night Dice Roller xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

Pregunta desde el desconocimiento, G. ¿Puedo canjear suerte para evitar daño? o_O

If not, no hay especial problema. Se intentó ;D

Estoy a 1 mísero PV y experimentando un delirio megalomaníaco. A esto lo llamo yo EPICNESS.

PD. Como llegue al Epílogo vais a FLIPAR.

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09/03/2021, 09:51
Thomas Penwater

Thomas estalló en una jubilosa carcajada al ver como aquella torre se convertía en una antorcha. Maslowe era muy buena sembrando el caos, acababa de comprobarlo. Sin duda, aquellos malditos sectarios, porque Thomas ya no los veía como unos bienintencionados seguidores del partido nacionalsocialista alemán, sino como a unos perturbados adoradores de cabras, habían recibido su merecido. 

Mientras Penmüller saltaba con los brazos extendidos hacia arriba y con la cara desencajada por una demente y repentina felicidad, mientras parecía estar llevando a cabo un extraño baile ritual similar a la danza de la lluvia, aunque en ese caso fuera dedicada a su elemento inverso, el fuego, Klaus von Heizinger se debatía entre la vida y la muerte, arrastrándose por el suelo y aquel pelirrojo con la cara iluminada por el fuego de la torre, ni tan solo se había dado cuenta de ello. No al menos hasta que logró escuchar uno de los lastimeros gemidos de su camarada.

Fue entonces, al ver al pobre Velvet Thunder, que nada mala había hecho en su vida, arrastrarse dolorido por el suelo y atravesado por una flecha, cuando corrió rápidamente a auxiliarle. Saltó al suelo y se arrodilló junto a él. Le miró la herida y luego a los ojos. Sin duda le dolía, aunque no lo expresara lo suficiente. 

- ¡Klaus! - Exclamó el nombre del que ahora si, podía considerar su amigo. - ¿Estás bien? 

Se dio cuenta entonces, aquel perturbado soldado naziamericano, que los bastardos de los niños sectarios, estaban aullando de dolor, como pasara en su campamento en el momento en que quemaron aquel maldito espantapájaros con rostro caprino. Era el momento de escapar, posiblemente su última oportunidad de salvar la vida. Rápidamente aquel demente pelirrojo cargó a hombros a su camarada herido y laboriosamente se puso en pie con Klaus cargado a su espalda.

- ¡Puede que no pueda portar su carga! - Dijo haciendo referencia al grimorio. - ¡Pero si puedo portarle a usted, señor Klaus! - Y armado únicamente con su valentía/locura, se puso en marcha. - ¡Emil, abre paso! - Le ordenó al sobrinísimo.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Se ha duplicado la tirada de pérdida, supongo que me quedo con la primera y no con las dos no? XD

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09/03/2021, 17:43
Emil Klein Heinrich

Emil corre como alma que lleva el diablo, procurando no perder de vista a los prisioneros, cuando una luz cegadora hace que se quede clavado en el sitio unos breves instantes. La torre estaba en llamas. ¿Acaso era eso cosa de la doctora? ¿Lo habría conseguido...?

- Que hija de perra...

La euforia de Emil pronto se vio interrumpida por los gritos del austriaco, quien se encontraba ahora tirado en el suelo, ¡¿con el libro en llamas?!, y diciendo sandeces. Despertando de su aturdimiento, el joven echa un último vistazo a sus compañeros antes de salir a la carrera, de nuevo, tras los presos.

- ¡No se preocupen! ¡Sus hazañas no caerán en el olvido!

- Tiradas (2)
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09/03/2021, 19:07
Eleanor Marlowe

Eleanor apenas podía respirar y avanzaba a trompicones por la torre mientras las lágrimas cegaban sus ojos. Imágenes de ella y de Jack invadían su mente a todo color. El día que se conocieron, su restaurante favorito, sus paseos junto al Támesis, el día que le pidió que se casara con él. Nunca pensó que podría llegar a conocer tal sufrimiento. Su mente y su corazón gritaban al unísono mientras sus piernas se movían impulsadas por la idea de conseguir destruir el libro. El origen de todo aquel mal. Su último acto de venganza sería aniquilar aquel proyecto infernal.

Se encontraba bajando las escaleras apoyándose con dificultad en la pared cuando la voz del soldado la frenó en seco. Ni siquiera lo habría visto si no hubiera gritado. Agarró con fuerza la pistola y siguió descendiendo, aprovechando el humo y el fuego a su favor. Con el arma fuertemente agarrada en la mano miró con odio a aquel soldado. Aquel tipo probablemente no había hecho nada con Jack, un simple soldado raso que seguía órdenes. Pero no para Eleanor. Los soldados nazis eran la misma encarnación del Mal. Ninguno de ellos merecía vivir. No eran personas. Eran animales. Y al igual que los animales debían ser sacrificados. Con furia abrasadora en la mirada Eleanor se movió ágilmente hacia el hombre colocándose de tal forma que no la viera y apretó el gatillo apuntando directamente a su cabeza.

En un arrebato de lucidez fue consciente de que nunca conseguiría salir del castillo si se enfrentaba a todo un pelotón armado. Pero aún podía escapar por el agujero de la base del árbol. Jack. Aún en su lecho de muerte seguía cuidando de ella. Odiaba aquel castillo. Odiaba Alemania. Odiaba Checoslovaquia. Odiaba a los nazis. Pero sobre todas las cosas se odiaba a sí misma por no haber llegado antes. 

- Tiradas (6)

Notas de juego

Pues nada. Eleanor muy fiel al drama que se está desarrollando en esta escena ha perdido cordura. A ver... ¿Cómo no iba a perder cordura tras matar al amor de su vida? Pues me parece de lo más natural. xDD 

Claramente, Eleanor confía en Jack. La Resistencia son una panda de frikis chapuceros aliados con un cura que es el Mal. Eleanor y Jack, forever. He sacado éxito en un disparo. Mi intención es acercarme lo máximo posible con rapidez y apuntarle a la cabeza lo más cerca que pueda. Si consigo matarlo me gustaría llevarme su subfusil, porque puede que Eleanor Rambo deba aparecer en algún momento y hay que estar siempre preparada. Espero que no nos haga falta. Sí, ya hablo de nosotras como un todo. Jajajajaja! 

Paso la tirada de Constitución y me quedo con 8 de vida. ALLÁ VAMOS!!

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10/03/2021, 19:17
Guardián

Aunque apuntas a la cabeza de ese pobre diablo, desorientado y con miedo, la bala no atraviesa su sien de la forma en la que lo visualizas en tu mente. Cada vez hay más humo y cuesta ver, cuesta respirar y, sobre todo, cuesta mantener la respiración para estabilizar el arma. Aprietas el gatillo y la bala roza la sien del soldado, no haciéndole gran cosa, pero lo suficiente como para desestabilizarlo y desorientarlo y abalanzarte hacia él para robarle el arma.

Antes de que pueda reaccionar, te cuelas por ese túnel directo al Infierno, ametralladora en mano, abrasándote la piel al pasar por esa pequeña obertura. Sin embargo, la adrenalina que corre por tu cuerpo es tal en estos momentos que ni siquiera lo notas. Tus pupilas están más que dilatadas, tu corazón va a mil por hora. Una vez abajo, confirmas que ese túnel no es un túnel al uso, sino una red de pequeños pasadizos excavada directamente en la tierra y la roca. El olor es tan profundo que, según vas avanzando, cada vez enmascara más ese hedor a putrefacción y a carne quemada del árbol.

No hay duda de que el único camino es hacia abajo. Al principio muy escarpado, te deslizas como si de un tobogán se tratase, aunque con baches, ramas y piedras por el camino más dolorosas que agradables. Algunos ciempiés, lombrices o bichos de similar repugnancia corren por las paredes, acelerados. No sabríais identificarlos, pero en fin, ni es el momento ni el lugar.

Pronto el túnel termina y sales a la superficie. Estás cerca del pie de la Gran Torre, pero en la parte de fuera de la muralla. Dentro de la fortaleza puedes oír gritos y disparos y, sobre todo, la torre que dejas atrás, ardiendo con fuerza. Desde fuera es sobrecogedor.

El castillo está construido sobre una colina y, la única salida ahora mismo es deslizarse montaña abajo unos cuantos metros hasta la linde del bosque, donde se extiende frondoso hasta donde alcanza la vista. Recordando los planos de Svobodoba, te encuentras al este de la fortaleza. Rodeando el castillo hacia el norte deberías poder llegar a la carretera que baja hasta el pueblo de Karlstein. El resto es todo bosque sin fin.

Cuando por fin tus pupilas se adaptan al entorno puedes ver, en la linde del bosque, un cuerpo tendido en el suelo que no eres capaz de identificar desde donde estás. ¿Será uno de tus amigos?

- Tiradas (2)

Notas de juego

No consigues matar al soldado pero se queda algo aturdido y sale pitando de ahí, no te sigue por el túnel. Te llevas su arma, que hace 1d10 + 2 de daño a corto y medio alcance. A largo, hace 1d10.

Por otro lado, la única forma de bajar la colina pasando una tirada de Atletismo. Si la fallas, recibes 1d3 de daño. El cuerpo es imposible que lo veas desde tu posición.

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10/03/2021, 19:52
Guardián

Conseguís avanzar por la linde del bosque a duras penas. Penwater, lento pero firme, demostrando ser un faro para el equipo, carga con lo que queda del austríaco. Emil, algo más atrás que le resto, cierra la comitiva vigilando y reconduciendo a los presos checos que finalmente habéis conseguido liberar, asegurándose de que sigan el ritmo y, sobre todo, de que no se escapen.

Klaus, demente y malherido, ha conseguido lo que buscaba pagando un alto precio por ello. Sus manos están en carne viva, rojas y con ampollas. No sabría decir si la temperatura del libro ha disminuido o simplemente sus terminaciones nerviosas han dicho basta y ya no siente más dolor. Tal vez sea también la adrenalina que ahora mismo debe correr por sus venas. De hecho, algo tiene que correr por ellas, porque desde luego toda la sangre se le está escapando por la herida del hombro. Está pálido, muy pálido. Todavía más pálido. 

Al poco de andar entre los árboles hacia el norte, os topáis con la carretera que sube de nuevo hacia el castillo. Se oye bastante revuelo y desde ahí podéis ver la Gran Torre ardiendo desde otro ángulo, imponente cuanto menos. Las llamas, aunque ya han pasado unos minutos, no parecen perder intensidad. A estas alturas ya habrán encontrado el cuerpo del doctor.

De repente, un Sonderkraft como el que robasteis la noche anterior cuando también estabais huyendo en el bosque —¿qué pasa con los bosques de este país?—. El vehículo sube hasta la puerta y aparca abruptamente a un lado del portón de entrada, sin llegar a entrar al patio interior pero sin obstruir el paso para que otros vehículos puedan transitar.

Del vehículo se apean rápidamente cuatro soldados: dos de ellos con pistolas Lüger y perros rastreadores y otros dos con subfusiles MP-38 y sendas linternas.

—Venga, chico, busca, tienen que estar cerca —anima uno de los soldados a su pastor alemán, que comienza husmear convencido por los lados del camino—. Philipp, tú ve por allí —le indica al compañero del otro perro, refiriéndose al otro lado del castillo, en dirección contraria a vuestra posición.

Por su parte, los de los subfusiles caminan lentamente, más atrás que los perros, alumbrando con la linterna todo a su paso. Se dispersan un poco, pero desde luego, si os quedáis ahí, os van a encontrar. El hedor a sangre y a carne quemada de Velvet Thunder no será muy difícil de percibir por perros entrenados. 

Notas de juego

Estáis ahora mismo agazapados como un Pinsir en la hierba alta. Podéis seguir por el bosque, volver al castillo, hacer autostop —suerte con ello— o lo que creáis conveniente. Pero desde luego, Klaus necesita atención médica.

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11/03/2021, 01:27
Thomas Penwater

Thomas dejó a Klaus sobre la hierba y arrancó un trozo de su chaqueta par tratar de taponar la herida del hombro de su camarada, aunque fue del todo inútil. La sangre seguía manando de su herida sin remedio. Además, aquellas manos abrasadas no tenían muy buena pinta, pero ya con ellas, ni se atrevió a tocarlas. En esos momentos más que nunca echaba de menos a Dorothy.

No puedo hacer mucho más por ti, amigo. - Dijo realmente apenado. - Siento mucho no ser demasiado bueno con las curas. Siempre fue mi asignatura pendiente. Sea como sea, debemos seguir. ¿Puedes andar o te llevo? - Le preguntó.

No podían perder más tiempo allí. Si no se ponían en marcha aquellos alemanes les cogerían, de eso no quedaba duda alguna. Los pastores alemanes eran como sus amos, la mejor raza del mundo, unos los mejores humanos de la tierra y los otros los mejores canes. Por ello, debían darse prisa al reanudar la marcha y confiar en que el viento soplara a favor, alejando el horrible olor a carne quemada y sangre, en dirección opuesta a los olfatos de los perros.

Sin más, Penmüller se puso en marcha. Si Von Heinzinger no podía caminar cargaría con él, aunque ahora que sabía que estaban siendo perseguidos, prefería que se desplazara por sus propios medios, pues llegado el momento tendría que usar sus manos para pelear y disparar y si las tenía ocupadas con su compañero iba a ser más difícil.

- Tiradas (2)
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11/03/2021, 08:41
Klaus von Heizinger

Klaus asintió más para sí mismo que para Penwater. Sabía que el muchacho hacía lo posible por ayudarle, pero estaba claro que el austríaco no estaba en su mejor momento de forma física. Su sonrisa torcida no parecía abandonarle a pesar del mal estado de sus temblorosas manos y la amenazante y sangrienta punta de flecha que emergía de su hombro. Sudaba copiosamente y más que pálido, su rostro presentaba síntomas de lividez. 

Podría decirse que en estos momentos Klaus mantenía una tensa negociación con la Parca, tratando de renegociar las condiciones de una posible prórroga vital que se antojaba, como poco, cargada de suspense hasta el final del día.

Dio una palmadita al amerrikaner y asintió, confirmando que podía mantenerse en pie.

Mintió vilmente, claro.

-Me temo que esos dos cánidos darán con nosotros en breve si no tomamos una solución drástica, caballeros...-. Klaus arrugó el ceño, apretó el Vermiis con fuerza contra su pecho y miró de modo alternativo a Penwater y a Emil sin perder la sonrisa. -Creo que no puedo servirles ni de distracción... En cambio, esos checos... Esos checos podrían huir hacia un lado y dividir al enemigo, dándonos tiempo para hacernos con el Sonderkraft...-. 

Klaus se encogió de hombros y soltó una pequeña risita.

-Sin sacrificio, no hay victoria, ¿ja? Jijijijiji...-.

Sus compañeros no tenían artillería para competir con el armamento natsi y, además, estaban en inferioridad numérica. El plan de Klaus era deleznable, ruin y mezquino, no había duda. Pero era una oportunidad real de sobrevivir. Permaneció agazapado aguardando la respuesta de sus compañeros.

Notas de juego

Si jugase otro PJ, cualquier otro tipo de PJ, me habría sacrificado por vosotros. Quiero que lo sepáis.

Pero soy Klaus von Heizinger. ¡LUCHARÉ HASTA EL FINAL! ¡Y DE LA FORMA MÁS SUCIA POSIBLE SI ES NECESARIO! XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

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11/03/2021, 13:51
Thomas Penwater

- Y podemos hacer que caminen aún más lentamente que nosotros y que el olor a sangre sea todavía más fuerte en su dirección. ¿Ja? - Le dijo Müller a su camarada y líder espiritual Klaus Vom Heizinger, alias Velvet Thunder. 

Penwater sacó su cuchillo y lanzó una mirada furtiva hacia los tobillos de los checos. Luego volvió a mirar a Klaus con una sonrisa algo sádica y perturbada. Estaba dispuesto a armar una carnicería, pero no sin antes la confirmación de Velvet Thunder. El destino y la vida de aquellos prisioneros, dependía en gran medida de la decisión de su camarada. Bastaba que se lo dijera y comenzaría la carnicería...

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11/03/2021, 16:55
Emil Klein Heinrich

- Es usted todo un héroe, cabo - se mofó Emil, sin apartar la mirada del austriaco. ¿De verdad creía que iba a salir de esta con vida...? -. Y un completo majadero si cree que rajar a uno de estos desgraciados no hará que nos descubran al instante. Los gritos suenan igual en cualquier idioma, ¿sabe?

Además, seguía necesitando como mínimo a uno de los prisioneros si quería cobrar por un trabajo bien hecho.

Sin perder la compostura, Emil dio un leve empujón al prisionero que había sido herido por la flecha y le apuntó con la pistola, mientras señalaba en dirección al bosque.

Eres libre, amigo. Sal de aquí. ¡Largo!

- Tiradas (1)

Notas de juego

Lo dicho, la idea aquí es que el prisionero herido salga cagando leches y, con suerte, atraiga al perrete.

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11/03/2021, 18:15
Klaus von Heizinger

-¡Eso es, bastardo checoeslovaco! ¡Corra! ¡Corra como si le persiguiesen dos perros alemanes! Lo cual, por cierto, es bastante aproximado a la realidad... Jijijiji-, dijo Klaus jaleando a su sobrino, añadiendo ingentes cantidades de drama al conjunto de la situación.

-¡Bravo, Leopold! ¿Ha visto, mi buen Niklas? ¡Esa mirada acerada, esa apostura pétrea...! ¿Cómo es la palabra que usan ustedes en Chicago...? ¡Ah! ¡Sí! ¡Un auténtico "gangsta"! ¡Ya sabía yo que tu madre, esa monja ursulina de Hildegard, te subestimaba! ¡JA! ¡Eres un auténtico Von Heizinger!-.

Le despeinaría el flequillo con cariño, pero existía cierto riesgo de regarle la cabellera de restos de carne calcinada. 

Aunque, por otro lado, todo quedaría en familia, ¿no?

Notas de juego

¡Gran jugada, Leopold! ¡Tu madre Hildegard estaría orrrrgullosa!

Oh, Dios. ¡¡¡Klaus ya ha tomado el control hasta en las notas!!! O_O

Si salgo de esta, que no está claro xDDDDDD, será porque me he rodeado de los mejores canallas ;D

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11/03/2021, 18:38
Eleanor Marlowe

Eleanor corría con todas sus fuerzas mientras aferraba el subfusil en sus manos. Le ardían los pulmones por el humo aspirado y por el esfuerzo de la carrera y, sin embargo, sentía el cuerpo entumecido. De vez en cuando miraba a su espalda, asustada ante la idea de que pudieran estar persiguiéndola. Los insectos, que en otro tiempo tanto asco le habían dado, ahora le parecían inofensivos. Desorientada, sin saber a dónde se dirigía, se sorprendió al encontrarse en el exterior del castillo. Con los ojos arrasados en lágrimas la joven observó la torre en llamas. Saber que había conseguido liberar a Jack le proporcionaría algo de consuelo en el futuro, pero en ese momento Eleanor no podía sentir más que dolor. 

El aire fresco pareció despejarle la cabeza. Ágilmente, la joven comenzó a descender la ladera con pericia y rapidez. Una sombra alejándose del horror del castillo. Mientras trotaba grácil cual gacela se dio cuenta de que había un cuerpo tendido en el suelo. ¿Sería uno de sus amigos? Esa idea no la conmovió como lo habría hecho la noche anterior. El dolor por la pérdida de Jack era demasiado intenso para poder sentir nada más. Apenas un atisbo de curiosidad mientras se acercaba al cadáver para comprobar su identidad. 

- Tiradas (1)