Partida Rol por web

- No te he visto muy preocupada -le dice Onikyol a Briinahlot,la cual lo mira con una sonrisa.

- Porque te conozco de hace cincuenta años jovencito y siempre cometes locuras como esa y sales vivo de ellas - le contesta la dragona.

- Eso es porque tuve una buena maestra -dice riendo.

Luego finge una tos y se centra en el tema de la reunión, hay temas importantes que tratar.

- Imagino que antes de que llegara hableis hablado, sin profundizar demasiado sobre guerra y estrategia. -se dirige a todo el mundo- Pues básicamente habeis perdido el tiempo.

Se alza un murmullo, que Onikyol calla inmediatamente con su simple mirada.

- Nuestro principal enemigo es Junah, y a poco que mireis sus tácticas el tema de la conquista es en realidad una distracción. Esta buscando algo, no se el que, pero algo esta buscando y esta desviando el foco de atención. Desde luego deberiamos desarrollar una estrategia bélica para defendernos de sus ataques y de los ataques de Dan y Ever pero no deberia ser nuestro príncipal objetivo. Es una guerra de información, debemos averiguar que trama Junah en realidad y actuar en base a ello. Por ello expongo mi propuesta, la cual, evidentemente, esta sujeta a enmiendas y será votada por el Concilio asi como lo establecen sus estatutos. Primero se formara un grupo de agentes que se adentrará en tierras enemigas y obtendrá la mayor información posible por los metodos que considere oportunos. Segundo, propongo la formación de un Consejo de Estrategia, formada por el Rey Hipostratos,  Epiros, el Rey Jerome y el Konungr Harald con el Rey Salmanasar, el cual tendrá voz en él pero no voto, el Consejo de Estrategia coordinara los esfuerzos bélicos para detener los ataques. Tercero, la formación del Consejo Logistico, formado por la Reina Caeli, el Rey Borin y Lady Adelaide, los cuales coordinaran los suministros y recursos para que no les falte de nada a nuestros ejercitos. Pensad bien la propuesta durante cinco minutos.

Pronunciado el discuros Onikyol se situa en posición relajada. Observando a todos los presentes.

Te das cuenta de que Lady Neriel lleva un rato mirandote, como si se preguntará lo mismo que te llevas preguntandote tu desde que la has visto. Al cruzar su mirada con la tuya aparta la vista de ti y la centra en Onikyol, aunque mira de reojo a Harald.
 

Se encontraba mirando a lady Neriel, "¿Se puede saber por que tengo la sensación de que somos igualitas? Como fuese ella la que me vendió a los gigantes lo pagará caro cuando termine todo esto..." Se dio cuenta de se estaban mirando entretenidas y pensativas mutuamente, en cuando Nariel se dio cuenta, giró la cabeza en dirección al Konungr Harald, sin darse ni siquiera cuenta de que lady Neriel había girado la cabeza hacia Onikiol mirando de reojo a Harald, en el mismo preciso momento que ella. "¿Por que una raza tan altiva y orgullosa me vendería a alguien tan rastrero y maligno como el? No tiene ningún sentido...Es la primera vez que veo elfos en toda mi vida y no parecen seres... malignos es extraño, ¿Que ocurre aquí?"

Desvió la mirada hacia Onikiol y cesó de tener su mente en otro lado, centrando toda su atención en el.

- Ligeramente cruel por mantenernos en vilo, la actitud de nuestro señor Onikyol ¿No le parece, Su Majestad? -susurro a mi reina, sonriendo con algo de malicia, temiendo y casi deseando verla defendiendo la falsa bondad de su querido lagarto- "Si amara a alguien como ellos supuestamente deben amarse, y creyera mi amado que estoy muerta, al reencontrarme con él, oh, aplazaba el Concilio y me tomaba una hora... o dos... a solas con él ¿De que sirve tanta honra y formalidad si no te deja estar con quien quieres, mostrar como te sientes?" -sigo rasgando mi laud, y a ratos, pendiente de la conversación- "Tendrá voz, pero no voto ¿Por que no lo dice claramente? Quiere sus tropas y sus recursos, pero no quiere ni verle ¡Que simpatía la suya! ¿Se estará callando también que los agentes enviados vamos a ser prescindibles?" -miro hacia la comitiva de Belurabi, con curiosidad- "Está claro que la medida tomada por el escupefuego es injusta, aunque no seré yo quien la cuestione, a mi no me afecta"

Ahora empezaba a entenderlo todo. Vaya.
Embutido en aquella armadura pseudo-andrajosa y recubierto de aquellas telas que le encubrían por algunos lugares intentó no hacer demasiado evidente su curiosidad, pero no pretendía perderse demasiado detalle de las expresiones de Salmanasar, aunque desde luego, no se iba a adelantar a él, la potestad de hablar era cosa suya y él iba a cumplir con lo que hasta el momento se había hablado.

No recordaba la historia de ningún dragón tan jocoso, pero desde luego... si llegase a verle bien la cara al Rey de Belurabi, igual hasta merecería la pena empezar a recordarlo.

El joven gigante atendía a cada palabra, a cada gesto que allí acontecía.

Las órdenes de Onikyol, disfrazadas de consejos, serían acatadas por todos, eso no tenía ninguna duda. Pero, ¿cómo sabía que el enemigo buscaba algo?, y sobretodo ¿el qué?

Gymlar permaneció en todo momento detrás del Rey y de su padre, el Comandante. 

Feeric escucho atentamente la propuesta de Onikyol, no escucho el nombre ni de la gran dragona plateada Briinahlot , ni el del rey de las hadas Eirian, asi que se preguntaba cual seria seria el papel de estos poderosos seres. Tampoco le paso desapercibido la propuesta de un grupo reducido de soldados para internarse en territorio enemigo, Feeric miro a los acompañantes de los diferentes reyes, pues un trabajo asi no era algo que se asignarse a cualquiera, debido a su importancia los enviados debían de contar con plena confianza, entre aquellos acompañantes incluyéndolo a el mismo estarian los elegidos en caso de aprobarse la propuesta.

Feeric miro a lo alto pensativo unos segundos"Tal vez logre encontrarla si voy" luego volvio a centrar su atención en la conversación, habia mas problemas, si el grupo de agentes era elegido de entre aquellos acompañantes, el grupo podria ser un descontrol debido a las culturas tan diferentes que alli había.

- Es complicado -comenta Yavanna a Dylihiel - Su forma de pensar es tan extraña para nosotros como la nuestra para él. PAra nosotros ha sido mucho tiempo, para él, un ser que puede vivir milenios es solo un instante.

- No podria esperar mayor honor -dice Salmanasar con una falsa sonrisa y una más falsa todavia humildad- Se que no os fiais de mi, y en realidad, debo admitir que es más que razonable. Pero veo que confiais en mis aptitudes como estratega dandome voz en Consejo, eso dice mucho de vuestra sabiduría.

- Bien, veo que todos habeis reflexionado al respecto -dice Onikyol - Asi que ahora debo preguntaros ¿Quien vota a favor de mi resolución sin cambios?

En poco tiempo se pronuncian los votos a favor, el propio Onikyol, el Rey Hipostratos, el Dios Viviente Eirian, evidentemente la Reina Yavanna. Les siguen la Reina Caeli y el Konungr Harald, le último, sorprendiendo a todos es el propio Salmanasar. Solo el Rey Jerome no ha votado a favor. La mayoria es aplastante.

- ¿Como sabeis que Junah trama tal cosa? -interviene Jerome- Archimago, vos lo decis como si fuera evidente, pero no veo la evidencia en ningún lado.

- Es sencillo, conozco a Junah desde que nací, se como piensa y puedo deducir sus intenciones -  explica Onikyol- Es por ello que se que busca algo que le importa más que la mera conquista. Probablemente una forma de asegurar su victoria para toda la eternidad, incluso convertirse en un dios en si mismo. Junah no se conformara con una victoria parcial, si Junah gana, nadie podra hacerle frente en los próximos cien mil años como mínimo.

Onikyol aclara la voz.

- Entonces deberiamos poner sobre la mesa el asunto mas importante. Todos podréis nominar vuestros agentes, naciones exiliadas incluidas. Al final el conjunto será aprobado por votación. Yo nomino a Richard Kidney - dice señalando a su agente.

La reina Caeli se pone en pie y señala a Nariel.

- Yo nomino a Nariel como mi agente.

- Yo nomino a Kugart... Machacagordos. -dice un pensandoselo un segundo antes de decir el presunto apellido.

- Feeric Siánnodel -dice el Dios Viviente Eirian, caracterizado por sus pocas ganas de hablar.

- Yo nominare a mi sobrino Gymlar -indica el Rey Mítico- Es joven, pero tiene un enorme potencial.

- Yo nomino a Dylihiel como mi agente en el grupo -indica Yavanna al consejo.

Al cesar las propuestas Onikyol indica a los elegidos que se situen en el centro del hemiciclo.

- Es hora de que veamos las caras del grupo propuesto y decidamos si nos parece adecuado o no. Pensadlo bien.
 

"¿Por que me entran los nervios ahora? ¡Espabila mujer, no has llegado hasta aquí para nada.!" Dio unos pasos al frente, se paró, miró a Onikyol y cuando este indicó a todos que se colocasen en el centro del hemiciclo así lo hizo. Alzó la barbilla y se irguió en todo su esplendor esperando no mostrar ni un ápice de nerviosismo el cual luchaba por aflorar. Una vez en el centro, estando aún sola decidió hacer una reverencia a todos los presentes, intentando ser lo más cortés posible pues se le daban bastante mal las reverencias. En sus ojos brillaba la inconfundible humildad mezclada con una pizca de altanería, dejando una mezcla extraña que a su vez formaba parte de su porte, el cual era sencillo a la par que elegante digno de un elfo.  Observó a todos y cada uno de los presentes en la sala, quedándose unos segundos más que con el resto observando a lady Neriel y a Harald.

Con una sonrisa y un paso relajado Richard se coloca donde han dicho con la actitud de un bardo al que han llamado al escenario. Nervioso, tenso y excitado al mismo tiempo mira a los que se supone que serán parte del comando mirandolos de arriba abajo, a algunos muy fugazmente, como al tal "machacagordos" a otros con más calma, e incluso con varias pasadas, como a la elfa llamada Nariel que ha subido antes que él.