Partida Rol por web

Finalmente llegamos, siendo yo el primero, habíamos tenido problemas para llegar con la necesidad de usar las escaleras y no el ascensor. Señal de que todo se irá complicando aún más conforme avanzaba el tiempo. Supuse que todavía no habíamos sido puteados los suficiente. 

Arriba vi al inspector en funciones con la "capitana" que ascendí su posición a mi completo antojo. Ella nunca destacó en ser paciente, y menos con la que teníamos encima. Mostré una mueca de irónica sonrisa en mi cara al acercarme a ellos. No hizo falta decir que conseguimos fabricar el contenedor adecuado para el maldito crácker, en una hora pudimos coordinarnos con la finalidad de construir lo que podría ser un juguete.

Se lo enseñé a ambos, de aspecto pequeño, dos palmos de alto aproximadamente, con un pequeña pantalla que servía como salida de datos, un pequeño pero práctico teclado donde se introduciría los correspondientes comandos y un par de puertos de conexión entre otras cosas más.

Sin embargo lo más llamativo fue su forma. Tan curiosa como llamativa, tenía forma de un robot de juguete cuya movilidad era prácticamente nula y carecía de brazos útiles. - Ya lo tenemos. Por supuesto. - Pese a tener expresión seria mi comentario malicioso estuvo sobrecargado de eso. 

Y bien, ¿alguna novedad? - Pregunté de forma neutra mientras mis ojos se clavaron en la sala donde nos esperaba nuestro querido "huésped". A juzgar por lo que vi el tipo se había estado cavando su propia tumba agotando la energía de la habitación dejándola en mal punto....para él especialmente. - ¿Qué se supone que ha estado haciendo? ¿Joderse a sí mismo? - Pregunté con tono molesto a al vez que una de mis cejas se levantó suspicaz.

Rápidamente examiné la terminal y el resultado que obtuve no fue nada bueno, aunque según para quién. Eso sí, ahora que habíamos fabricado el fabuloso contenedor lo metería a ostias si fuese necesario. - Venga, vamos Utolsó, no tenemos tiempo, nos quedan unos minutos antes de que se termine de apagar. - Le dije al técnico con urgencia. No teníamos tiempo que perder, 

Supongo que, como en la vida real, todos somos distintos. En caso de ser una superviviente real y no palabrería. En cualquier caso, no dejó de ser una prisionera en ningún momento.

Respondo con cierta indiferencia hacia el relato que cuenta, aunque la verdad es que me duele ponerme en su lugar, en el de la chica. Niego... pero no tengo ganas de hablar más.

Cuando llegan, asiento a modo de saludo a los recién llegados, mirando con curiosidad cuando me muestran lo que será el recipiente del maldito bastardo... y sonriendo, incluso soltando una carcajada.

¿En serio? Es... genial. Sencillamente genial.

Les reconozco su labor. Vuelvo a asentir, pero cuando pregunta sobre qué ha estado el hacker niego con la cabeza y con frialdad respondo.

Comunicarse. Pero hablaremos de eso después de encerrarlo.

Aclaro, mientras me echo a un lado para que pasen ellos primero, no obstante, quiero ver qué pasa así que me asomaré desde la puerta para observar, sin llegar a entrar en mi habitación.

Grend pudo notar como el soldado se callaba algo. Quería haberle replicado, pero se aguantó. También pudo ver como las luces le contestaban. Lo cual le alivió un poco. Al menos si moría allí los demás podrían seguir con la misión de salvar a algunas personas. Pocas, pero al menos algunas lo conseguirían. Sería un consuelo para él, la verdad. Sobretodo después de escuchar las voces de fuera.

No le quedaba mucha energía. Lo mismo podía ponerse en algún tipo de modo ahorro, pero consideraba que era ya tarde para eso. Asi que se puso a hablar con el soldado.

Puedes hablar si quieres. No te guardes nada. Seguramente no vamos a salir de esta, así que no hay que andar con delicadeza.
Al parecer tenías razones para encerrar a la gente. Y por lo que escucho que dice la mujer robot esa has hecho bien. No me quejo de eso, aunque admito que en un principio me molestó porque no conocía la situación. Por eso me sorprendió que tú sí la conocieses.
Así que dime lo que quieras. No es un mal final acabar hablando tranquilamente, ya he tenido suficiente violencia en mi vida.

Deborah parecía molesta, nada nuevo en ella, pero si creo adecuado darle una respuesta personal.

-Tardamos mas de lo esperado, pero creo que el resultado es optimo. -Conteste de la manera mas escueta posible, aun recordaba la ultima vez cuando una mujer interpreto mal mis palabras y no deseaba repetirlo.

Torci la cabeza ante el comentario de 42 sobre la jaula. -Sera genial si conseguimos contenerlo dentro. -Quise corregirle, pues no estaba seguro a ciencia cierta a que se refería, después entre junto con Frederick dentro de la sala, al parecer el huésped de 42 había estaba haciendo esfuerzos en vano y ahora nos tocaba a nosotros hacerlos.

-Si Fred, no debemos perder mucho mas tiempo, espero que sus datos estén al completo o puede que todo esto no haya servido de nada. -Dicho lo cual me puse manos a la obra con aquello que mejor sabia hacer.

Siento si la pregunta es un tanto tonta pero que debo lanzar Informática+inteligencia?¿ Por si acaso y para aligerar la dejo lanzada. Lo dejo solo para el director, por si acaso.

O le estaban cogiendo el truco a trabajar juntos, o los dos hombres han repasado mentalmente la forma más apropiada para inutilizar y descargar el programa tantas veces, que todo sucede con la facilidad con la que un adolescente se ata los zapatos.

Retirar una tapa para mostrar los puertos de sistema, conectar, ordenar. La tarea, que parecía tan delicada, ha finalizado sin esfuerzo alguno.

Ahora sólo faltaba ir a algún sitio con recursos de análisis para destripar lo que habían recogido.

Cuando los hombres comenzaron a trabajar, inconscientemente Raquel contiene el aliento, pero la velocidad con la que resuelven el problema hace que la mujer lo suelte en forma de alivio.

-Menos mal que no ha dado complicaciones. No pudimos testear el cacharro lo suficiente como para quedarme tranquila - mira entonces a 42 - y creo que lo siguiente era pasar por mi habitación. Te interesará saber lo que nos ha pasado abajo.

- Mejor no. - interrumpe Deborah después de sencillamente asentir como toda felicitación a los dos hombres por su trabajo.

- El doctor Arthur ha recuperado el acceso a los laboratorios. Han sido limpiados de la presencia del hongo, pero poca gente se atreve a ir, igualmente. No encontraremos un mejor lugar para analizar lo que quiera que hayamos capturado, y estaremos más cómodos que en una habitación.

Mira alternativamente a los tres hombres antes de mirar otra vez a Raquel - Además, en su mensaje Arthur parecía querer hablar de algo.

Raquel, por su parte, se encoge de hombros.

- No tengo inconveniente - mira a los demás - aparentemente, hoy no me requerirán más, así que lo que prefieran.

Casi en un abrir de ojos, entre ambos conseguimos que aquel maldito ente de ceros, unos y bugs acabase aprisionado si importar si fuese su deseo o no. Eso sí, fue mucho más rápido de lo que pensé. Demasiado fácil aún siendo conscientes de la limitación de tiempo impuesta en contra. Con expresión de ruda decepción me dirigí a todos. - Ha intentado todo lo posible por agotar la energía. En cualquier caso ya está solucionado. Sólo espero que toda esta jodienda haya merecido la pena. Si no le hago delete y me olvido del where. - Comenté con fastidio. Y sí, fue en serio lo que dije. Eliminarlo por completo fue tentador, demasiado, no obstante no podía dejarme llevar por los impulsos.

Por lo visto había más que hacer, Doc Arthur quería hablar con nosotros por lo que dijo la "capitana". A saber qué querrá decirnos. Y Rachel no se opuso facilitando las cosas. - Mejor al laboratorio pues, será mas sencillo analizar a este capullo. Sin contar que todavía quedan bastantes clarooscuros que resolver. Y además, tengo curiosidad para saber qué nos quiere contar. Así que vamos. - Expuse mi postura al respecto, y por mi parte iría matando dos bots de un tiro. Analizar al dichoso crácker y esclarecer un poco la verdad que se resiste en aparecer.

No me importa dónde ir.

Reconozco, mientras me encojo de hombros. Miro alrededor.

Ir a por el doctor es una buena idea... pero cualquier tema importante agradecería que esperasen a tratarlo en el lugar más seguro del Búnquer. De seguro que el señor Remény sabe cuál és, al fin y al cabo es un experto en comunicaciones.

Sonrío y me dispongo a seguir al grueso, al lado de Rachel.

Cuando todo esto termine, me deberás un baile... o un masaje. O ambas.

Bromeo a su lado, no obstante sé que no tiene que estar pasándolo bien con la muerte de su padre.

- ¿La mujer robot? - pregunta, intrigado - La mujer que habla en el exterior con el subinspector no es una androide, si te refieres a ella.

Y dices que no quieres que me guarde nada... - Ríe por lo bajo. No es una sensación del todo agradable - Eso depende de lo que quieras creer, como ha sido hasta ahora en nuestra relación.

Grend no podía enarcar las cejas. Pero de haberlo podido hacer lo habría hecho de manera exagerada. Por no decir de poner cara de extrañado.

¿Cómo que la mujer no es una robot? Espié una conversación donde decían claramente que lo era. ¿Qué es entonces?
Y a qué te refieres con lo de que quiera creer. Explicate por favor.

Total. Tampoco tenía mucho más por hacer mientras llegaba el final.

- La mujer que está ahora en la puerta no es la hija de Ahmed. Ella fue con los técnicos a buscar algo con lo que analizarnos. ¿Ves? Otro de tus errores. Pequeños algunos, grandes otros. Sigo sin entender cómo llegaste a algunas conclusiones, pero hubiese sido muy tonto por mi parte sacarte de ellas.

Querías creer que eras un héroe y alimenté tu vanidad.

Querías creer que tus decisiones eran correctas y no te saqué de tu error.

Necesité contarte muy pocas mentiras y poner muy pocos filtros para que funcionara. Se diría que lo has logrado prácticamente sólo.

Al final has hecho un buen trabajo, aunque llegué a creer que me habías descubierto, con todo lo que estos hombres te contaron.

Todo eso, te lo agradecemos. Y nuestro dios también te lo agradece. 

Lástima que no seguiremos aquí para recibirlo.

Tu primer pensamiento es la central de datos, pero es demasiado peligroso. Si algo fuese mal y se expandiese desde allí, la fuga difícilmente se podría contener.
Donde sea que escojas, será mejor buscar un módulo que pueda aislarse físicamente del resto de la instalación.
El laboratorio es una opción, aunque no es la única.

Grend escuchó le que le decía la consciencia que compartía. Y aunque lo que escuchaba no le gustaba lo más mínimo en el fondo de su mente cuadraba con alguna de sus sospechas. Cosas a las que no le dio importancia en su momento y que debería haber hecho al parecer.

Bueno. Supongo que no soy tan listo como tú. Eso es obvío.
Aunque puedes meterte tus agradecimientos donde te quepan. Eso sí, al menos no verás lo que has sembrado.

Lo que quedaba de la consciencia de Grend empezó a concentrarse, tratando de purgar a aquella cosa de su cabeza. Si iba a morir trataría de hacerlo solo. No con aquel ser.