Partida Rol por web

Miró a Leah con la boca abierta y el rostro pálido (se entiende). -¿¡Cómo dices!? No. No, no, no, no puede ser. -Se acercó corriendo al puente a mirar los controles. -Hijos de perra... ¡Hijos de perra, joder! -Miró a Davis. -¡Dijeron que era de paso! ¡De paso! Mierda, ya podemos despedirnos del envío. Se acabó, ésto es una nueva misión. - Atravesó la portezuela que daba acceso a Madre de nuevo. -¡Jodeeer! -Gritó con las manos en la cabeza. 

Entonces estaba en lo cierto. Kayla pateó y pateó e incluso dio un puñetazo que sus nudillos luego lamentaron una gruesa tubería que llevaba años en desuso, así que no corría peligro de liarla parda por desfogarse un poco con ella. La llamaba su dispensario de lamentaciones, por el sonido que devolvía a cada golpe. Si hace unos minutos se acordaba de toda su pastelera familia, ahora se estaba acordando de todo el santoral y las familias de los grandes ejecutivos de la corporación, peor aquello terminó en un quedo silencio punteado por dos o tres lágrimas.

Rye revisó lo poco que le quedaba por revisar tras el informe de Mother, y se dirigió hacia la cubierta de almacenamiento, para comentarle a Lyrom la buena nueva.

Miller intentó asimilar la información lo más rápido que pudo. La empresa no les había dado la opción de contestar, sino que directamente había alterado su curso mientras dormían. Entendía que la nave varada necesitara rescate, pero ese movimiento había sido muy sucio, y la actitud de Weyland amenazándolos incluso más. Lo que más le sorprendió era la reacción de Wilson. Puede que no fueran los mejores amigos, pero el tipo era bastante más taimado que ahora, que parecía enloquecido. Decidió seguir al enlace con la compañía.

- Wilson, siento haber reaccionado así. Tenemos mucho que procesar pero no creo que tirarte mierda por encima vaya a ayudar a nadie. Ahora necesito que te calmes y que me des los datos que tú sabes. Yo ya te he contado todo lo que tengo, y si vamos a arreglar esta situación tenemos que trabajar en equipo. Ya que la compañía también te la ha jugado a ti creo que lo mejor que puedes hacer es contarme lo que sabes sin reservas...

En uno de los pasillos de la nave, situado entre la zona de mantenimiento y la sala de carga, una figura grande avanza con paso firme pero distraído mientras va pensando en sus cosas mientras las tuberías a su alrededor soltaban algún ligero silbido o algún tornillo crujía. Sonidos siniestros que en una mente asustadiza podrían despertar todo tipo de imaginería pero que para quien caminaba ahora, no suponían más que la típica música de la nave a la que ya estaban acostumbrados. Cham no parecía preocupado por los mensajes que habían estado inundando hasta hace unos momentos los sistemas de comunicación interna de la nave y solo tenía en mente disfrutar un rato más de la compañía de su buena amiga Rye.

Como respondiendo a su deseo, Kayla apareció por el otro extremo, agitada y con el rostro contraído por mala leche. Estaba claro que la técnica no estaba de muy buen humor y caminaba aceleradamente, golpeando la esquina del pasillo al chocar con ella sin querer mientras andaba. Sin embargo, al ver al hombretón, se detuvo de golpe. La expresión de su cara indicaba que había encontrado a quien buscaba.

Los sonidos típicos de la nave eran una especie de bálsamo para Cham, mientras sonasen así sabía que nada saldría mal, en cuanto a la codificación de mensajes recibidos en los últimos momentos para nosotros unos días en tiempo real, no habían cambiado para nada el trabajo real que había que realizar, uno que ya se había realizado. 

De entre las sombras creadas por el encendido y apagado de las zonas usadas por el personal, la figura de Rye aparece casi de repente por el pasillo, una sonrisa muere entre los labios de Cham cuando vé la tensión en los gesto y en el rostro de su amiga.

- ¿Que sucede compañera?. ¿Es tan malo lo que ha comunicado la capitana?. Con gesto solemne el técnico de carga, añade una última y necesaria pregunta. - ¿Puedo ayudarte?.

Tras encontrarse con Cham, Kayla logró tranquilizarse un poco.

- Pues no estoy segura del tiempo real que nos detendrá esta nueva parada, pero contaba con volver poco después de la operación de mi hermano y ahora ya va a ser que no, por rápido que hagamos la mierda que nos pida la corporación. Y si atendemos a la poca cantidad de combustible que hemos consumido con respecto a la que deberíamos haber quemado para llegar a la entrega del helio, la cosa se puede dilatar cosa fina.

Rory, el hermano de Kayla era uno de sus pocos temas de conversación constantes. Por lo visto sufría una enfermedad degenerativa: sus huesos no habían detenido su crecimiento y puede que nunca lo hiciesen, peor por contra, tenía que someterse a operaciones periódicas en las que lo habrían para reacomodar sus órganos internos a la estructura interna que se iba generando por sus enormes huesos. Una enfermedad no tan rara pero poco común en los tiempos que corrían, en los que las modificaciones  genéticas ya deberían de haber avanzado para según qué temas. Sea como fuere, Cham estaba muy al tanto de que aquel pequeño gigante era el que se comía todos los sueldos de su amiga y el que la reclamaba periódicamente de vuelta a la base. Si no fuese por el sueldo medianamente decente que les daba la corporación, que permitía costear los cuidados de Rory, Kayla no estaría allí arriba en ese momento.

- Pero bueno, coño. Ahora que el mal ya está hecho, que sea jodidamente rápido.- Rye soltó otra patada a una de las tuberías de mantenimiento del lugar, demasiado sólida como para resentirse por el maltrato, y se quedó mirando a Cham.

- Sigh, en fin. Imagino que no había ningún problema con la carga o no nos habríamos despertado mientras la explosión nos convertía en polvo estelar.- Comentó, tratando de escurrirse hacia otra conversación en la que se disipase su mala sangre.

Davis empezó de nuevo a tecletear en la consola principal del puente de observación. Justo delante del infinito dejando que las formulas y los datos llovieran sobre las bases de datos en busca de algo que destacara.

- Vamos pequeña, necesitamos un rastro de piedrecitas para llegar a encontrarte.

Dijo al tiempo que acariciaba los accesos principales y se tumbaba de nuevo cuan largo era a la espera de resultados. Estaban en medio de la nada, en una misión suicida que les había impuesto la corporación para la que trabajaban mientras estaban en sueño criogénico. Y sin embargo Davis estaba excitado, la emoción del rescate de una nave perdida, de seguro con un cargamento raro y valioso en mitad del espacio inexplorado era como uno de sus sueños más húmedos. Solo le faltaría una preciosa mujer haciéndole un trabajito bajo la consola para ser el hombre más feliz del mundo. Aunque descartó de inmediato ningún comentario al respecto con la capitana si quería conservar sus dientes.

Justo cuando empezaba a sentir la frustración y el escozor en los ojos tras analizar las pantallas una y otra vez algo llamó su atención. Gritó de rabia y triunfo

- Si Joder, quien es tu papi, yo soy tu papi nena. ¡Jefa, Jhony! Creo que tengo algo que les va a interesar.

Siguiendo las órdenes de la capitana, por fin Davis se puso manos a la obra, esta vez ya con un objetivo claro. La situación no era la deseada, pero al menos tenía algo que hacer. Rápidamente activó los sistemas de sensores de corto alcance que aún estaban desactivados y en cuanto el sistema comenzó a emitir, fue directamente al cuadro del radar donde una representación gráfica del sensor se extendía como la honda de una roca que se tirara sobre el agua tranquila, con un punto brillante en el centro representando La Montero.

El sistema mostró también en pantalla diferentes mensajes que anunciaban que se estaba calibrando el sistema para una óptima detección y la piloto pudo ver varios “Checks” aparecer en pantalla.

Cuando la última comprobación terminó y el sensor de corto alcance se terminó de calibrar, vio una señal que parpadeaba además de la Montero lo que la dibujó una sonrisa en la cara. Sin embargo, la sonrisa se desvaneció rápido cuando vio los datos y todo el puente se iluminó con una parpadeante luz azul al tiempo que una alarma comenzaba a sonar en toda la nave.

Fue de repente, pero mientras todos seguían sus conversaciones a la espera de un aviso por parte de la capitana o la piloto, las luces de emergencia de toda la nave se activaron tiñendo el interior del transporte de un rojo intenso al tiempo que cada rincon era inundado con el sonoro sonido de la alarma. MU/TH/UR no tartdó en informar del motivo.

>> ¡ALERTA DE PROXIMIDAD!

>> ¡ALERTA DE PROXIMIDAD!

>> Detectado objeto de gran tamaño en rumbo de colisión con la nave. Recomendada maniobra de distanciamiento.

>> ¡ATENCIÓN! Colisión inminente en T-1 minuto

>> ¡ALERTA!

>> ¡ALERTA!

>> ¡ALERTA!

Fue entonces cuando todos en el puente miraron por el cristal de observación totalmente extrañados del aviso y no ver realmente nada. Entonces se les erizó el bello. En efecto, no veían nada. Ni naves, ni objetos… ni estrellas. Solo una masa negra y enorme que ahora sí, se dieron cuenta que se movía lenta pero incesantemente hacia ellos.

-¿Quieres saber lo que sé? ¡Te lo diré! Esos bastardos aprovecharon un vació legal para no notificarme la inminente muerte de mi marido, con lo cual no lo vi en sus últimos días ni supe nada de él. Y todo para salir al espacio durante ocho meses en una nave que llevaba equipos electrónicos a Origae-6. Ni siquiera eran medicamentos ni nada urgente, ¡eran putos equipos! Sé que somos meros números para esa gente y que estoy harto de que me engañen. Te aseguro que no habrá una tercera vez. -Se desahogaba en el interior del compartimento de Madre, frente a la capitán. Estaba deseando soltarlo. Después de eso, suspiró. Miller tenía razón. Todo aquello no servía de nada, era mejor ser constructivo y enfriar la cabeza.

-También sé que esa nave, la Cronus, es una nave científica que ha tenido algún problema y que tenemos que llevarla de vuelta. Así que, o hay alguien más a bordo que sepa pilotar a parte de Davis, o esos infelices conservan a su piloto sano, porque si no es así, no sé cómo lo vamos a...

"Si Joder, quien es tu papi, yo soy tu papi nena. ¡Jefa, Jhony! Creo que tengo algo que les va a interesar". -Interrumpió Leah Davis. John miró hacia el piloto.

Poco tiempo después, sonaron las alarmas y la alerta de proximidad. Eso sí que no estaba en los planes. Con lo grande que era el espacio y se chocaban contra algo ¿Sería la Cronus?

-Maldita sea... ¿¡Qué narices es eso!? -Preguntó, asustado, mirando a Miller y al cristal de observación alternativamente, con cara de pánico. Seguidamente, fue rápidamente a sentarse a uno de los asientos del puente y a ajustarse el cinturón.

Sus reflejos de combate se activaron, como un resorte automático cuando las alarmas empezaron a sonar a su alrededor y detectaba la posición espacial de la nave y los objetos cercanos. Usando la memoria mecánica de su cuerpo adicto a la adrenalina, dejó que sus manos volaran de nuevo a un ritmo frenético para maniobrara fuera de ese coloso que les embestía. Al filo de la navaja entre la vida y la muerte, todos dependían de ese instante en que la nave reaccionaría a sus instrucciones para alejarse de un destino funesto y lleno de explosiones.

Centró toda su atención, sintiendo como el tiempo se paraba por un instante mientras sentía la nave reaccionar a sus movimientos. Como una extensión de su propio cuerpo delgado, andrógino y atlético. Casi podía sentir la velocidad inercial de los motores, el zumbar de la nave como un ser vivo en un baile letal e inconmensurable.

El tiempo de reacción que tenía era muy poco y las condiciones físicas no eran óptimas para imaginar que la situación actual de los tripulantes de La Montero fuera feliz. Sin embargo, la piloto conocía esa nave como la palma de su mano, ya no la conducía, simplemente formaba parte de él. Haciendo que esta hiciera un giro imposible, la nave realizó un quiebro y se puso totalmente en vertical y con el morro apuntando hacia la derecha de la enorme sombra que se abalanzaba sobre ellos.

>> Tiempo estimado para el impacto T-30 segundos

Wilson reaccionó rápido ante la acción del piloto y empujó a Miller para que esta también se sentara en la silla y se pusiera el cinturón, justo a tiempo de evitar que la loca maniobra de Leah les hiciera caer al suelo por la brusquedad del mismo.

>> Tiempo estimado para el impacto T-10 segundos

Los mandos temblaban en las manos de Davis, todas las luces parpadeaban con su incesante parpadeo rojo, varias alarmas de presión, motor e integridad lanzaron avisos sobre diversas pantallas, pero eso no hizo que la piloto siguiera solicitando todo de la nave. La conocía bien y sabía todo lo que podía dar.

>> Tiempo estimado para el impacto T-5 segundos, 4 segundos, tres segundos, dos…

Todos en el puente aguantaron la respiración y se prepararon para el impacto, el metal de la nave chirrió, varias alarmas saltaron… Y de pronto silencio absoluto. El impacto nunca sobrevino. Todavía sin creérselo, se asomaron por el mirador del puente y pudieron ver la masa oscura avanzar justo a su lado. No sabían cómo, pero Davis había conseguido evitar el impacto.

Como un acto reflejo, Miller activó los focos de La Montero y la apuntó hacia la mole negra. Era una enorme nave espacial, con todos sus sistemas de iluminación apagados y sus sistemas motores operando en modo de baja actividad. El tamaño de esta era bastante más grande que La Montero, debía componerse de varias cubiertas. Sin embargo, los materiales de los que estaban hechos, aunque antaño serían lo más puntero, ahora se veían viejos y desgastados como si llevaran mucho tiempo soportando las inclemencias del espacio.

Finalmente, uno de los focos iluminó unas siglas que anunciaban el nombre de la nave que tenían delante.

USCSS CRONUS

Habían localizado su objetivo.

No tuvieron tiempo de sujetarse a nada antes de que la Montero diera un respingo haciendo trastabillar a Rye que se precipitó al suelo y de no ser por Cham habría terminado en él. Las alarmas seguían resonando en sus cabezas. MU/TH/UR volvió a hablar

>> Tiempo estimado para el impacto T-30 segundos

Entonces el pasillo pareció volcarse y esta vez sí, ninguno de los dos pudo impedir que ambos terminaran en el suelo. Rápidamente, Lyron se agarró a una tubería mientras Kayla hacia lo mismo sujetándose a un cuadro de mandos. Aunque la nave producía su propia gravedad, esta podía verse alterada si se solicitaba demasaida potencia al motor o se realizaban movimientos demasiado bruscos ya que no podía recalcular tan rápido el giro y las fuerzas gravitatorias necesarias para que no se notaran las maniobras.

>> Tiempo estimado para el impacto T-10 segundos

Sin entender muy bien que pasaba, solo podían sujetarse fuertemente mientras escuchaban al núcleo central de la nave contar los segundos hasta el final. Parecía que, pasara lo que pasase, iba a significar el fin del viaje para todos.

>> Tiempo estimado para el impacto T-5 segundos, 4 segundos, tres segundos, dos…

Cada uno dedicó sus últimos pensamientos a lo que quiso mientras se miraban entre asustados y apenados, apenas preparados para el final… Y de pronto se hizo el silencio, las luces se apagaron y las alarmas dejaron de sonar. Sin entender que había ocurrido o siquiera si estaban vivos, Cham y Rye permanecieron inmóviles unos segundos antes de que su cerebro pudiera reaccionar.  El silencio no se debía a la muerte, sino a los sistemas de la nave que habían dejado de dar la alarma. Los sistemas gravitatorios se habían restaurado y volvían a sentir que podían ponerse de pie.

Magullados pero ilesos, sonrieron. Estaban vivos.

Cham entendía el resentimiento de Kayla, sabía bien el apego que tenía con su hermano pequeño y lo necesario que era estar todo el tiempo al lado de la persona querida, quizás fuese algo que había sentido por sus padres en algún tiempo lejano. - Seguro que si encontramos algo de valor, nos primen por el rescate, y el tiempo de demora es un extra en días de sueldo, sin ser culpa nuestra la empresa tendrá que pagarnos de mas .... una sonrisa sin ganas aparece en su cara ... bien se que no es un consuelo, pero la compañía nos jode a todos de una manera u otra. 

Pasándose la mano por el cabello rizado Lyron, responde a su amiga sobre el estado de los contenedores de Helio-3. - El estado es estable ... dice mientras levanta el pulgar ... - Todos los marcadores en verde, amenos que el guaperas de nuestro piloto la lie no debería pasarnos nada.

Las alarmas empiezan a sonar y las luces de alarma se encienden, cuando todo el pasillo empieza a cambiar de posición, Cham estirando rápidamente la mano para la caída de Rye tirando de su chaqueta. - Hablando del diablo. Pero las cosas no quedan ahí un sonido aun mas extridente resuena por la megafonía, la nave grita de dolor, el sonido metálico típico de maquinaria y piezas móviles cambia drásticamente, los motores exigen mas potencia y siquiera la capacidad física del técnico consigue que se pueda mantener en pie sin agarrarse a una de las tuberías del pasillo. El rosario de su abuela aparece flotando frente a Cham separándose ligeramente de su cuello, tiempo para una última plegaria. 

De repente, todo acaba, la gravedad se re-instaura y los sonidos de la nave regresan a la normalidad, aunque en el suelo y magullados. Lyron suspira aliviado dando gracias a su creador por haber mantenido la nave de una pieza y a su tripulación a salvo. - ¿Estás bien Kayla?. ¿Que narices ha pasado?. Aunque estaba aliviado por estar vivo, parte de Cham seguía pensando que habían estado muy cerca de desaparecer en el vacío.     

Las palabras de Wilson acerca de su marido dejaron a la capitana sin palabras.

- Joder Wilson, joder. No podía saberlo... Lo siento mucho. - No quiso interrumpir al contacto mientras explicaba todo lo que sabía sobre su objetivo. Tenía algo más de información como por ejemplo que se dirigían a una nave científica que se había quedado varada y que necesitarían moverla de vuelta bajo el control de Weyland.

Su conversación llegó a su final de una manera violenta cuando las alarmas de proximidad saltaron. Al parecer se acercaban a un enorme objeto negro en pleno espacio y a una velocidad preocupante. - ¡Mierda, todo el mundo a... - comenzó a advertir al resto cuando Wilson la empujó a un asiento justo antes de sentarse él mismo. Ambos se abrocharon los cinturones. Miller pensó que debía una disculpa y un agradecimiento al hombre. El resto quedaba en las manos de Miller, y a pesar de su personalidad, la capitana no creía que hubiera nadie mejor manejando la Montero. Tras una maniobra que casi le hace echar la repugnante papilla que había desayunado parece que la piloto logró evitar la colisión. Se encontraban frente a una inmensa masa negra. En un principio parecía informe pero en cuanto la alumbraron con los focos pudieron distinguir las formas de una nave, eso sí, mucho más grande que la Montero. Las letras en el casco de la misma la identificaban como la Cronus, la nave que debían rescatar.

- Muy buena Leah. Nos has salvado el culo de estrellarnos contra ese monstruo tan feo. ¿Qué demonios les ha ocurrido a estos tipos para acercarse tanto a nosotros y para llevar la nave totalmente a oscuras? - dijo Miller reprimiendo una arcada. Igual hasta acababa echando la papilla.

Aquí Miller. Necesito confirmación de que estáis bien. Veo que no hemos saltado por los aires a pesar de todo. Gran trabajo asegurando la carga, Lyron. Parece que "eso" con lo que casi colisionamos era la nave que tenemos que rescatar. Seguid con vuestra rutina mientras intentamos contactar con ellos.

Miller cortó la comunicación interna y asintió en dirección a Wilson. - Perdona si me he pasado. Todos estamos muy tensos con esta mierda pero no me imaginaba que te pudieran hacer algo así. Voy a intentar contactar con esta gente para que podamos dejar esto atrás cuanto antes. - se volvió hacia su comunicador nave a nave, ajustándolo a las frecuencias de emergencia habituales de la compañía antes de lanzar el mismo mensaje repetidas veces en busca de una respuesta:

Aquí la capitana Miller de la USCCS Montero respondiendo a su señal de auxilio. USCCS Cronus, responda.

Tras el tremendo susto que acababa de recibir, casi haciendo de esfínteres, Kayla se repuso, tirada en la rejilla de la sala, como un títere inerte, dando gracias de no haber sido aplastada por la mercancía, o no haber sucumbido a la bola de fuego que prometía el helio un segundo si y el otro también. Cham también estaba en el suelo, no demasiado lejos y ella aprovechó para darle un beso en la frente, más como agradecimiento al grandísimo en el que su amigo podía parecer creer, con aquel rosario en la mano, que otra cosa. Eso si, que ni se le acercase tanto ninguna otra persona de la tripulación o tendría su rodilla preparada para dejarlos sin descendencia.

- Tffffff, si la capitana ya me tenía contenta, Leah acaba de ganarse una colleja de las que podrían romper un puto cráneo. ¡Qué susto, joder!- Tras ponerse en pie, Rye se levantó la gorra para frotarse su aceitoso cabello con saña antes de volver a calársela hasta las orejas. - Estoy bien, gracias, Cham. Vamos al puto puente, quiero saber con qué hemos estado apunto de pegárnosla y qué explicación tienen la capitana y Wilson sobre todo este despropósito.- Comentó enfilando el pasillo sin esperarlo.

El comunicador de La Montero Chisporroteó y la voz de la capitana Miller resonó en el pasillo

Aquí Miller. Necesito confirmación de que estáis bien. Veo que no hemos saltado por los aires a pesar de todo. Gran trabajo asegurando la carga, Lyron. Parece que "eso" con lo que casi colisionamos era la nave que tenemos que rescatar. Seguid con vuestra rutina mientras intentamos contactar con ellos.

Entonces se corta la voz.