Partida Rol por web

El caso White

Escena David Carter 4

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19/01/2022, 20:06
Narrador

Los Ángeles (USA). Invierno de 1.935

Hace pocos meses que has abierto tu flamante agencia de detectives y lo cierto es que todavía no has tenido un buen caso que llevarte a la boca. Unos pocos casos de infidelidad conyugal y la búsqueda de un caniche desaparecido no son un desafío para un expolicía que estaba a punto de entrar en la división de detectives del departamento. Con tan solo cuatro años pateando las calles como agente y dos años en el departamento de antivicio, el capitán Banks ya se había fijado en ti para proponerte para el cambio a la división de detectives. Por desgracia, tuviste que abandonar la policía tras aquel desafortunado incidente con el concejal Smith. ¡Si al menos este no hubiera estado tan borracho como para no poder vocalizar bien su nombre e identificarse! Tampoco es que ayudase mucho el hecho de que intentase golpearte mientras le ponías las esposas e, instintivamente, le devolvieses un directo a la mandíbula que le dejó KO en el suelo.

Gracias a su influencia, el concejal logró que el asunto no saliese en los periódicos... y que tú fueses destinado a patrullar las calles de uno de los peores barrios de la ciudad. No esperaste a que te diesen tu nuevo destino y pediste una excedencia indefinida, renunciando a tu puesto en el cuerpo. Con algo de dinero que pudiste reunir y los pocos amigos que te quedaban en el departamento conseguiste una licencia de detective y montaste tu propia agencia: David Carter, detective privado.

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19/01/2022, 20:07
Narrador

El capitán Banks intentó convencerte de que te quedaras en la policía.

-Ten un poco de paciencia, Carter, dentro de dos o tres años el asunto se habrá olvidado y podrás retomar tu carrera donde la dejaste. Necesito a hombres como tú en la división de detectives. Aguanta el chaparrón y luego todo volverá a ser como antes.

-No capitán. Dijiste. Todavía tengo el suficiente orgullo como para no dejarme pisotear. Smith es un gusano y tarde o temprano caerá, y entonces regresaré al cuerpo con la cabeza bien alta.

-Bueno, chico. Dijo Banks. Aquí estoy para lo que necesites. Espero que tengas suerte en tu nuevo negocio.

Sentado tras la mesa de tu flamante despacho piensas en las palabras del capitán.

-Suerte, eso es exactamente lo que necesito.

Con los pies apoyados en la mesa echas un vistazo a tu alrededor. El deslucido papel pintado de las paredes hace juego con los pocos muebles de segunda mano con que se halla amueblada la habitación: una mesa, un perchero, un par de sillas, un archivador para guardar los informes de los casos (prácticamente vacío) y una mesita de ruedas con una vieja máquina de escribir Underwood a la que le falla la A.

Solitario sobre la mesa de tu despacho, el teléfono permanece inmóvil igual que un enorme escarabajo negro y reluciente que se hubiese visto paralizado al encenderse la luz de la habitación. Aunque hace casi quince días que no has recibido ninguna llamada sabes que funciona correctamente y resistes el impulso de descolgarlo para comprobar que hay línea.

Por el ventanal de tu despacho contemplas el invernal cielo gris de Los Ángeles. Cierras los ojos mientras, a lo lejos, la sirena de un coche patrulla trae a tu mente recuerdos felices de los años de servicio en el cuerpo... y no es hasta el tercer timbrazo que te das cuenta de que ¡el teléfono que está sonando es el de tu despacho! Abres los ojos y, de forma mecánica, lo descuelgas llevándote el auricular al oído.

-David Carter al habla. ¿Dígame?

-¿Señor Carter? ¿Carter, el detective? Preguntó una voz femenina al otro lado de la línea.

-Yo mismo.

-Usted no me conoce, señor Carter; mi nombre es Bárbara White y tengo un trabajo para usted. ¿Podría acudir al mil setecientos diez de Evergreen Terrace? Se trata de un tema demasiado delicado como para hablarlo por teléfono... La cuidada entonación, propia de una buena educación, no podía ocultar un ligero tono de inquietud.

-Ahora mismo salgo para allá. Dices intentando que tu voz no parezca demasiado ansiosa.

Cuelgas el teléfono, te pones el sombrero y la gabardina y, al abrir el cajón de tu escritorio para coger las llaves de tu coche, tu mirada se posa en el arma que guardas en él...

Notas de juego

Introducción

Si coges el arma, pasa a la sección 10.
Si cierras el cajón sin cogerla, pasa a la sección 15

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22/06/2022, 18:16
David Carter 4

El día gris solía conseguía que el triste despacho que había alquilado para trabajar se viera más deprimente aún. Como deprimentes habían sido los últimos días en los que el teléfono no había sonado ni una sola vez.

Con los pies sobre la mesa peligrosamente cerca del atiborrado cenicero y un cigarrillo entre los dedos O’Hara se dedicaba a perder la vista más allá del amarillento cristal. Sus recuerdos habían decidido acompañarlo en su soledad y no podía evitar preguntarse si aquella había sido una buena idea.

Habían sido buenos tiempos los que había estado en la policía; buenos compañeros y un trabajo del que sentirse satisfecho. Sin embargo había tenido que aparecer aquel cabrón de Smith… y toda su carrera se había ido por el desagüe como el agua sucia por una alcantarilla. Algún día… Algún día saldaría sus cuentas pendientes con él y todo volvería a estar bien; pero por el momento tenía que activar de alguna forma su nuevo negocio si no quería acabar en la más absoluta miseria.

Fumaba tranquilamente, hilando sus pensamientos con el humo que ascendía hasta el techo mientras se mortificaba con sus recuerdos, perdiéndose en ellos. Ajeno al presente se había dejado arrastrar por el pasado sin darse cuenta que el constante repiqueteo del teléfono lo estaba obligando a regresar a la realidad.

No sabía cuánto tiempo había estado sonando el estridente timbre pero, cuando por fin su cerebro procesó el ruido, se incorporó de un salto que a punto estuvo de echar por tierra todo lo que había sobre la mesa. Se abalanzó hacia el auricular pero, en lugar de contestar inmediatamente, se tomó un segundo para tranquilizarse lo suficiente para no sonar ansioso. Solo esperaba que no se tratase de la búsqueda de un gatito o de otro marido infiel.

Mientras hablaba con la mujer que lo había llamado, buscó un hueco libre en el cenicero y aplastó la colilla en él. Y, tras despedirse de ella, se apresuró a acudir al lugar indicado. Se puso el sombrero, cogió la gabardina del inestable perchero y buscó en el cajón las llaves del coche.

Dudó unos instantes al ver su arma dentro del cajón, decidiéndose si sería prudente llevarla o no. Aunque había notado la intranquilidad de la mujer, dudaba que se tratara de un tema peligroso al igual que tampoco lo era el lugar de la cita. Aunque… cualquier precaución era poca.

Al final cogió su revólver y lo metió en el bolso de la gabardina, la cual se fue poniendo mientras dejaba su despacho cerrado con llave. Esperaba que no empezara a llover mientras se dirigía al coche, lo último que quería era causar una lamentable impresión.

Notas de juego

Paso a la sección 10.

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24/06/2022, 17:30
Narrador

En un gesto casi automático compruebas que está cargada, pones el seguro y te la metes en el bolsillo interior de tu chaqueta. Tienes un permiso de armas que te autoriza a llevarlas y a utilizarlas, aunque solo en defensa propia. Todavía no sabes a qué has de enfrentarte, pero tu experiencia en la policía te aconseja que es mejor ir armado que desarmado.

Notas de juego

Sección 10

Anota que llevas un (revólver o pistola) en tu equipo (la que hayas elegido al crear la ficha).

Te pones la gabardina y sales a la calle. Pasa a la sección 20.

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24/06/2022, 17:31
Narrador

Echas un vistazo el cielo gris plomizo que amenaza lluvia, entras en tu coche y pones en marcha el motor.

-Evergreen Terrace... Evergreen Terrace... Juraría que la he oído nombrar alguna vez, pero ¿cuándo?.

Notas de juego

Sección 20

Haz una prueba de Callejeo.

Si tienes éxito, pasa a la sección 377.
Si no tienes éxito, pasa a la sección 30.

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24/06/2022, 20:16
David Carter 4

Esperaba no tener que usar su arma, pero se sentía mucho más protegido llevándola. Quizás solo eran antiguos reflejos de su anterior trabajo en la policía y, sin saber de qué iba el tema que tendría que investigar, era mucho mejor ser precavido.

Ya en la calle miró al cielo gris que, de un momento a otro, tenía toda la pinta de descargar la lluvia fría y sucia de siempre. Solo esperaba que esa oscuridad del cielo no fuera ningún mal presagio sobre aquel trabajo.

Ya en el coche y mientras lo arrancaba, no dejó de darle vueltas al nombre de la calle que la mujer le había mencionado; la calle a la que debía acudir. Le sonaba, de eso estaba seguro, pero tuvo que esforzarse para recordar todo lo que sabía de ese lugar.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Paso a la sección 377.


Llevo revólver, ¿qué lo anoto en la pestaña equipo?

Por otra parte, una duda que tengo. El nombre del personaje ¿es Hudson O'Hara? Entonces, ¿quién es David Carter? Aunque supongo que eso es parte de la historia ¿no? ;)

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28/06/2022, 00:24
Narrador

¡Claro! ¡Evergreen Terrace! A tu memoria viene una conversación que mantuviste con varios compañeros del cuerpo, meses antes de tu expulsión:

-"¿Sabéis que al final Jackson ha conseguido el traslado que quería?" Dijo Williams, un policía que solía patrullar por la zona del puerto.

-"¿Le han sacado de la Cuarta Zona?" Respondió Simpson. "¡Con solo cuatro años para jubilarse, ese sitio no es para nadie de su edad!"

-"Sí, pero... ¿A que no sabéis dónde lo han destinado?" Comentó Williams. "¡A Evergreen Terrace!"

-"¿Evergreen Terrace? ¿Qué es eso?" Preguntaste tú.

-"¡La créme de la créme!" Dijo Williams imitando lo que él consideraba un acento francés, y sin sospechar que acababa de hacer revolverse en su tumba a Baudelaire. "¡El mejor barrio residencial de la ciudad! Ningún delincuente con dos dedos de frente se acerca a la zona: la mitad de los jueces y fiscales de la ciudad viven o tienen amigos en Evergreen Terrace. Los pocos policías destinados solo tienen que ocuparse de que ningún indeseable se acerque al barrio y esperar el pedazo de lote de Navidad más grande que hayas visto en tu vida."

-"¿Y allí nunca pasa nada?" Comentaste.

-"Las pocas veces que ha pasado algo han enviado a medio departamento... con la orden de impedir que ningún periodista se acerque a menos de cien kilómetros de la zona. Aunque a ningún periodista que no quiera ver destrozada su carrera se le ocurriría meter sus narices allí. Me parece que los propietarios de dos de los principales periódicos de la ciudad también viven en Evergreen Terrace."

-"Créeme chico." Dijo Williams con mirada soñadora. "¡Es el paraíso de todo patrullero!"

Notas de juego

Mismamente, anótalo donde quieras.

David Carter eres tú. El otro nombre es un fallo mío, mil perdones. Ya está corregido.


Sección 377

Pasa a la sección 233.

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28/06/2022, 00:25
Narrador

Te incorporas a la circulación y, casi en las afueras de la ciudad, llegas por fin a tu destino. Williams no mentía: Evergreen Terrace era un lujoso complejo residencial en el que medio centenar de mansiones de diversos estilos se hallaban rodeadas de inmensos jardines y bosques.

-No me extraña que no conociese este sitio. Está muy lejos de los ambientes por los que siempre me he movido. Piensas.

Una amplia y cuidada carretera, apenas transitada por algún que otro coche de lujo, serpentea entre las mansiones. No te cuesta mucho encontrar el 1710 de Evergreen Terrace: se trata de una espléndida mansión de dos plantas con un inmenso jardín boscoso en la parte de atrás.

-Creo que este es el golpe de suerte que necesitaba. Piensas, mientras detienes el coche frente a la mansión.

Al bajar del coche observas que las nubes prácticamente han desaparecido, dejando ver un límpido cielo azul en el que brilla el sol de invierno. Subes los escalones y llamas al timbre.

Notas de juego

Sección 233

Pasa a la sección 35.

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28/06/2022, 00:26
Narrador

Tras medio minuto de espera, la puerta se abre: frente a ti hay un tipo alto, de unos cincuenta años, cabello negro con algunas hebras grises y ojos castaños. El traje que lleva, que le hace parecer una especie de pingüino gigante, lo identifica como uno de los sirvientes de la casa.

-"¿En qué puedo servirle, señor?"

La mirada de Pingüino se pasea desde tu arrugada gabardina hasta la punta de tus gastados zapatos, pasando por un breve vistazo por encima de tu hombro a tu vulgar automóvil. El tono en que ha pronunciado esta última palabra, mezclado con un inconfundible acento británico, indica que, en su escala de valores sociales, no ocupas un lugar muy superior al de los paramecios.

-"Le informo de que la entrada de servicio se halla al otro lado de la casa..."

-"La señora White me ha mandado llamar." Le interrumpes. "Soy Carter, el detective."

-"¡Oh! Permítame que le acompañe." Responde, haciéndose a un lado y haciendo un gesto invitándote a entrar. "Soy James, el mayordomo. ¿Puede darme su sombrero y su gabardina?"

-"No, gracias, cómprese unos." Respondes. "¿Puedo ver a la señora White?"

-"Sígame, señor Carter. Le está esperando." Responde Pingüino, mientras se aparta para dejarte paso y hace un gesto invitándote a entrar.

Nada más cruzar el umbral te hallas en un amplio recibidor decorado con gran lujo y distinción: armaduras, cuadros y otros objetos de arte llenan las paredes. Frente a ti, una amplia escalinata conduce al piso superior. Bajo ésta, puedes distinguir una pequeña puerta que probablemente dé a las dependencias del servicio. Una gran puerta doble a tu izquierda y otra a tu derecha completan las salidas de la estancia; el mayordomo se dirige a esta última y la abre echándose a un lado.

-"El detective, señora White." Dice con el mismo tono de voz que habría utilizado para anunciar al callista.

Entras lentamente en la habitación mientras te quitas el sombrero. Paseas tu mirada alrededor: la luz del mediodía entra por los amplios ventanales situados en la pared de la derecha y la que hay frente a ti; en la pared de la izquierda una gran puerta doble comunica con otra dependencia que no puedes ver, pues está cerrada. Te encuentras en un gran salón decorado con discreción y buen gusto. Algunos objetos de arte, colocados estratégicamente, así como una acertada combinación de colores, lo hacen acogedor y cómodo. El mobiliario lo componen diversos sillones, una lujosa y potente radio, tocadiscos y un mueble bar. Frente a una gran chimenea hay una mesa de juego tapizada de verde rodeada de cuatro sillas. Sentada en una de estas se encuentra Bárbara White jugando al solitario. Pese a que la habitación no es muy soleada, lleva unas gafas de sol ocultándole los ojos. En una mano sostiene el mazo de cartas y con la otra sostiene un cigarrillo. Con un gesto de esta última, te indica que tomes asiento frente a ella, cosa que haces. Bárbara White parece concentrada en el juego y aprovechas esos instantes para examinarla detenidamente...

Notas de juego

Sección 35

Haz una prueba de Percepción.

Si tienes éxito, pasa a la sección 40.
Si no tienes éxito, pasa a la sección 45.

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02/07/2022, 18:43
David Carter 4

Aquel no era el ambiente en el que David estaba acostumbrado a moverse; demasiado refinado y elegante para él. Mientras seguía al mayordomo no dejaba de pensar en el porqué había sido él el elegido. De entre todos los detectives de la ciudad, alguno de ellos más acostumbrados a tratar con gente adinerada, ¿por qué lo habían llamado a él?

Cuando por fin fue recibido por la mujer que lo había llamado, David se fijó en el exquisito gusto con que estaba decorada la sala; buen gusto pero sobre todo dinero era lo que aquellos objetos reflejaban, algo bueno para él ya que esperaba un golpe de suerte con aquel trabajo.

Se fijó en la mujer que ocultaba sus ojos tras unas gafas de sol y, sombrero en mano, el detective se acercó a la mesa de juego donde ella se entretenía con un solitario. Se sentó frente a ella, consciente de que aquella mujer llevaría la voz cantante y que no se dejaría intimidar por la aparente dureza que pudiera mostrar David.

Usted dirá, señora White...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Paso a la sección 40.

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03/07/2022, 21:00
Narrador

Pese a lo avanzado de la hora, la señora White todavía viste batín y camisón de dormir. Su rostro ligeramente maquillado revela que sus años rondan la cuarentena, aunque muy bien llevados. La corta melena, teñida de rubio platino siguiendo la moda del momento, difiere de las diversas fotografías que puedes ver en la cercana repisa, en las que se la ve luciendo una larga cabellera oscura. Y, aunque las gafas de sol no permiten ver el color de sus ojos, en un fugaz instante en que gira la cabeza puedes observar que son azul oscuro... rodeados de unas profundas ojeras que el maquillaje no consigue ocultar. La mano que sostiene la baraja luce una soberbia alianza en la que brilla un pedrusco del tamaño de una nuez, curiosamente te llama la atención el hecho de que lleve dos anillos de prometida, un sencillo anillo de oro junto a otro mucho más lujoso. En una esquina de la mesa de juego observas un cenicero repleto de cigarrillos manchados de carmín apagados a medio usar.

Fijas tu vista en el solitario que está jugando la señora White en ese momento y te das cuenta de que un dos de corazones se encuentra atrapado irremisiblemente con lo que la partida es imposible de acabar. Tras unos instantes de silencio la señora White deposita la baraja encima de la mesa, apaga nerviosamente el cigarrillo y, echándose hacia atrás en la silla, fija su mirada en ti como si te viera por primera vez.

-"Así que usted es el detective, ¿no?" Su agradable voz dejaba traslucir un cierto apresuramiento, como si tuviera ganas de acabar con aquel encuentro lo antes posible.

-"Sí." Respondes lacónicamente.

-"El trabajo que voy a encargarle es un asunto privado y no desearía ver a la prensa mezclada en este asunto. Banks me dijo que podía confiar en usted, ¿puedo hacerlo?" Al oír el nombre de tu antiguo jefe comprendes qué haces allí.

-"Puede hacerlo."

-"¿Sabe por qué está usted aquí?"

-"No."

Bárbara White dejó escapar un largo suspiro y encendió un cigarrillo, arrellanándose en la silla.

-"Esta mañana Evelyn, la doncella, al entrar en la habitación de mi hija Katherine para despertarla, porque no bajaba a desayunar, ha visto que estaba vacía y que Katherine no había pasado la noche en casa. Hace un par de días tuvimos una fuerte discusión y sospecho que se ha fugado. Mi hija tiene diecisiete años, señor Carter, y no es la primera vez que se escapa de casa..."

-"¿Qué hizo las otras veces?" Preguntas.

-"La primera vez fue hace dos años, también después de una fuerte discusión, y regresó llorando al cabo de un par de horas; después de que descubriera que no sabía qué hacer ni adónde ir. Aunque llamé a la policía, su intervención no fue necesaria. La segunda vez también llamé a la policía, pero al ver que transcurrían las horas sin que apareciese contraté a un detective que me recomendó el juez Harvey, mi vecino. El detective la encontró al día siguiente, cuando se hallaba a punto de embarcarse en un autobús con destino a San Francisco. Esa vez Katherine se llevó dinero y una maleta con ropa."

-"¿Por qué no ha contratado esta vez al mismo detective?"

-"Era un hombre mayor y ya se ha jubilado. Harvey me dijo que hablase con el capitán Banks, y él me dio su número de teléfono."

-"¿Por qué San Francisco?"

-"Lo cierto es que no lo sé. Es una ciudad grande... supongo que Katherine pensaba que allí habría un lugar para ella."

"¿De qué discutieron entonces? ¿De lo mismo que hace dos días?"

La pregunta pareció coger desprevenida a la señora White, pues tardó unos segundos en responder.

-"¿Importa eso?"

-"Tal vez pueda darme una pista de dónde buscarla." Tras unos instantes de duda, la señora White responde.

-"Kate es fruto de mi primer matrimonio y me culpaba del fracaso de este, haciéndome única responsable."

-"¿Y es eso cierto?" Como un gancho directo a la barbilla, la pregunta pareció dejar fuera de combate a Bárbara White durante unos segundos, aunque enseguida reaccionó. Sin embargo su voz se había vuelto más fría.

-"Le pagaré sus honorarios habituales, más una prima cuando encuentre a mi hija. Si no me necesita más, tengo una cita en el Club de Campo." Dijo mientras se levantaba de la silla.

-"Me gustaría examinar la habitación de su hija."

-"Por supuesto." Dijo, presionando un botón dorado que había en la pared.

Instantes después se abre la puerta por donde has entrado, haciendo su aparición Pingüino.

-"James, acompañe al señor Carter hasta la habitación de Kate." Dice, dirigiéndose después a ti. "James le ayudará en lo que necesite. Si me disculpa."

-"Cómo no."

La señora White abandona la habitación, dejándoos solos a Pingüino y a ti. Este te mira como si acabase de verte por primera vez.

-"¿En qué puedo ayudarle señor?"

-"Quiero examinar la habitación de Katherine."

-"Sígame, señor." Dice James mientras abandona la habitación por la misma puerta por la que ha entrado.

Sigues a James fuera de la habitación.

Notas de juego

Sección 40

Pasa a la sección 50.

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03/07/2022, 21:01
Narrador

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03/07/2022, 21:01
Narrador

Vuelves a hallarte en el vestíbulo de entrada, James gira a la derecha y empieza a ascender por la escalinata. Esta da un giro de ciento ochenta grados y os encontráis en un amplio distribuidor al cual van a dar todas las habitaciones del segundo piso. James rodea la escalera y se dirige con decisión a una puerta que abre, colocándose a un lado y haciéndote un gesto invitándote a entrar.

-"La habitación de la señorita Katherine, señor."

Entras en la habitación y te detienes en el umbral, observándolo todo detenidamente. Se trata de una pieza bastante amplia, pintada con colores vivos y alegres, conservando todavía bastante el carácter de la típica habitación de niña pequeña: muñecas, juguetes, etc. La habitación se halla amueblada con una cama, un par de armarios, tocador, escritorio, un par de sillas y una mesita de noche. Todo ello muy limpio y bien ordenado. La cama está hecha. En una esquina de la habitación hay una puerta entreabierta por la que puede verse un cuarto de baño.

Sin girarte a mirar al mayordomo, entras en la habitación y empiezas a pasearte abriendo y cerrando cajones. A veces apartas algo de ropa y miras debajo, pero procuras no desordenar nada y dejarlo tal y como estaba.

Notas de juego

Sección 50

Haz una prueba de Observación.

Si tienes éxito, pasa a la sección 55.
Si no tienes éxito, pasa a la sección 60.

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04/07/2022, 19:03
David Carter 4

Por el cruce de palabras con la señora White, el detective tuvo claras varias cosas. La cantidad de cigarrillos en el cenicero a medio fumar, el solitario que la mujer jugaba y que no parecía mostrar demasiado interés en sacar o simplemente el atuendo tan poco informal con el que lo había recibido demostraban a David que la mujer estaba preocupada. Y su suposición fue acertada.

Mientras hablaban, el detective observó las reacciones de la mujer. Una mujer que a pesar de la edad madura aún poseía una gran belleza que, por lo que había escuchado, ya había encandilado a más de un hombre. David se centró en el tema que lo había llevado hasta allí que no era otro que la desaparición de una adolescente. ¿O simplemente había sido una fuga? Problemas entre padres e hijos, la misma historia de siempre; aunque en esa ocasión parecía que los verdaderos motivos de las discusiones era un tema que la señora White no quería tocar demasiado.

Ante el abrupto fin de la conversación, David optó por ver la habitación de la joven ya que podía darle alguna pista del lugar a donde había ido; incluso le serviría para conocer un poco más a la chica. Siguió al estirado mayordomo hasta el cuarto y, en un primer vistazo, no vio nada raro, nada distinto a cualquier habitación de una adolescente.

Con cuidado para no desordenar la pulcritud imperante en el cuarto, David fue revolviendo entre las ropas y abriendo cajones para buscar cualquier detalle, por mínimo que fuera, que le sirviera para iniciar la investigacion.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Paso a la sección 55.

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07/07/2022, 21:25
Narrador

-"¿Conoce usted bien a la señorita Katherine?" Comentas al mayordomo, que ha permanecido en el umbral de la puerta mientras realizas tu tarea de examinar la habitación.

-"Hace diez años que trabajo aquí, señor."

-"¿Y?"

-"La señorita Banner es una joven inteligente, amable y muy agradable."

-"... Sin embargo, parece que no se lleva del todo bien con su madre... ¿Cómo ha dicho? ¿Banner?"

-"Es el apellido del primer marido de la señora White, el señor Douglas Banner."

-"¿Qué fue de él? ¿Murió?"

-"No, el señor Banner y la señora White se divorciaron."

-"¿Primer marido?"

-"Hace cinco años la señora volvió a casarse con el señor Thomas White. De hecho, señor, el nombre de soltera de la señora es Bárbara Fenwick."

-"¿Dónde se encuentra ahora el señor White?"

-"En su despacho de la ciudad."

-"¿Está informado de lo sucedido a la señorita Katherine?"

-"La señora se ha encargado de comunicárselo."

Algunos pequeños detalles decorativos te han hecho observar que la joven que ocupa esta habitación es ya toda una mujer con ideas propias. Tu registro te ha confirmado que Kate se ha llevado una maleta con algunos de sus trajes más sencillos y elementos de aseo. No has encontrado ningún diario ni ninguna pista de adónde pueda haberse ido la joven. El cuarto de baño era moderno y muy limpio, de allí solo has podido observar que faltan algunos objetos de aseo personal, así como un par de toallas. Aparte de ello, lo único que te ha llamado verdaderamente la atención es un levísimo olor a colonia masculina barata en un par de las prendas de uno de los armarios. La clase de colonia que no usaría un hombre del círculo de conocidos de Katherine.

Tu inspección de la habitación ha terminado, sales de esta y te reúnes con James mientras meditas en las conclusiones que has podido sacar de tu examen.

Notas de juego

Sección 55

Pasa a la sección 65.

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07/07/2022, 21:26
Narrador

-"¿Qué otros miembros de la familia viven en la casa?" Comentas a James.

-"Solo el señor y la señora White y Katherine, señor."

-"¿Cuánto personal compone el servicio?"

-"Cinco personas: la doncella, la cocinera, el chófer, el jardinero y yo mismo, señor."

-"Deje de llamarme señor. ¿Todos duermen en la casa?"

-"No, señ... No, solo yo. Dispongo de una habitación en la planta baja, junto a la cocina."

-"¿Qué horario realizan?"

-"De siete de la mañana a diez de la noche."

-"¿Quién fue la primera persona en darse cuenta de la falta de la señorita?"

-"La doncella, Evelyn. La señora la envió a despertar a la señorita Kate al ver que esta no bajaba a desayunar."

-"¿A qué hora tuvo lugar eso?"

-"Sobre las once de la mañana."

-"¿Alguien del servicio le ha comunicado si anoche vio algo inusual en el comportamiento de la señorita Katherine?"

-"No..."

Notas de juego

Sección 65

Haz una prueba de Percepción.

Si tienes éxito, pasa a la sección 62.
Si no tienes éxito, pasa a la sección 75.

Cargando editor
10/07/2022, 11:34
David Carter 4

Eran varias las cosas que David sacó en claro de su inspección a la habitación de la joven desaparecida. Aunque decir desaparecida era mucho ya que el detective pudo darse cuenta de que Katherine se había llevado algo de ropa y sus enseres de aseo, lo que evidenciaba que aquella era una escapada bien planeada.

¿Qué sabe del señor Banner? —preguntó al mayordomo. Había notado cierto aroma masculino en la ropa de la joven y, por lo poco refinado de ese olor, se daba cuenta que no procedía de un hombre que frecuentara los ambientes de la alta sociedad—. Dónde vive, a qué se dedica... Cualquier detalle que pueda conocer. ¿Su hija se mantenía en contacto con él?

Quizás Katherine había decidido dejar aquella casa e irse a vivir con su padre; aunque también cabía la posibilidad de que su escapada se debiera a asuntos amorosos. Una relación con algún chico que estuviera mal visto por la señora White. No podía descartar cualquier posibilidad.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Paso a la sección 62.

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10/07/2022, 11:55
Narrador

El tono dubitativo de voz de James te alertó.

-"¿Tal vez usted vio algo inusual?"

-"No, no es eso... pero esta mañana no ha venido Ricardo, el chófer, por lo que no puedo decirle si él vio algo inusual anoche."

-"¿Ha llamado para justificar su ausencia?"

-"No." Por primera vez, el tono de voz del mayordomo mostró alguna emoción, esta vez para indicar falta de interés por todo lo relacionado con el chófer.

-"¿Se ha puesto en contacto con él?"

-"No dispone de teléfono."

-"Por cierto, ha dicho Ricardo. ¿De dónde es el chófer?"

-"Es mejicano, como la cocinera, María."

-"¿Son parientes?"

-"No. No tienen nada que ver..." Poco le faltó para añadir 'Gracias a Dios'.

-"¿Podría hablar con el resto del servicio?"

-"Como guste. ¿Quiere que los convoque en el salón?"

-"No. No será necesario. ¿Dónde puedo encontrarles?"

-"María, la cocinera, y Evelyn, la doncella, en la cocina o en la salita para el servicio anexa a esta. Henry, el jardinero, suele rondar por la propiedad, aunque es fácil encontrarlo en el cobertizo donde guarda sus herramientas. Ricardo suele estar en el garaje o en la salita para el servicio cuando no se encuentra conduciendo para uno de los miembros de la familia."

-"Gracias James, si le necesito ya le buscaré." James no pareció muy convencido de vuestra separación. "No se preocupe, sabré encontrar el camino."

James se aleja escaleras abajo.

Notas de juego

Sección 62

Pasa a la sección 80.

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10/07/2022, 11:57
Narrador

Estás solo en el distribuidor de la segunda planta. Por un amplio ventanal entra la luz del sol que te permite ver que hay cinco puertas que dan a esta pieza de la casa. Una de ellas ya sabes adónde dirige: al cuarto de Katherine. Las escaleras no suben más, no hay un tercer piso. El distribuidor se halla recubierto en parte por una alfombra hecha a medida. Observas que en el techo, frente a la única ventana de la pieza, hay una trampilla que seguramente lleva al tejado. Algunos cuadros adornan sus paredes y, aunque parecen más sencillos que los que has visto en la planta baja, no dejan por ello de carecer de atractivo y buen gusto. Permaneces unos instantes en silencio pero no oyes nada salvo el tic tac de un gran reloj situado en un rincón.

Notas de juego

Sección 80

Si decides bajar a la planta baja, pasa a la sección 85.
Si decides explorar el lugar, pasa a la sección 90.

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19/07/2022, 19:33
David Carter 4

La ausencia del chófer era un dato a tener muy en cuenta. David no creía que se tratara de un secuestro ni nada parecido ya que la falta de ciertos enseres en la habitación de la joven lo llevaban directamente a pensar que todo se trataba de una fuga, seguramente en compañía del chófer. Pero tampoco podía descartar nada.

Tras despedir al mayordomo, el detective se quedó por unos instantes pensativo observando la decoración del recibidor de la segunda planta. La más elevada según pudo comprobar ya que, aparte del hueco en el techo que seguramente permitiría el acceso al tejado, no había ninguna otra escalera. Las puertas, cinco en total, seguramente llevarían a las habitaciones de los residentes de la casa; unas puertas tras las que se podían encontrar claves para conocer la vida de los habitantes de la casa.

Solo le tomó un segundo tomar la decisión de curiosear un poco en aquella planta y mirar qué se escondía tras las puertas.

Notas de juego

Paso a la sección 90.