Partida Rol por web

Estoy contigo en todo lo que has dicho Marvin, no tengo nada que añadir ni que quitar, ya estoy harto de que nos jodan

-Como ya os he dicho, estan en el almacen trasero de la armeria.  Pero va a estar cerrada hasta dentro de dos dias.....a menosque esteis pensando otra cosa.- termina Stuard en un tono bajo y conspirador.

Puestos a violar la ley que mas da que nos imputaran un cargo por allanamiento y otro por robo no os parece Digo mientras les miro notando como el sudor empieza a resbalar por mi frente

-Perdona Martin, no te había oido. Le respondió Marvin. Pues chicos, no se vosotros, pero yo no tengo ganas de esperar a ver qué pasa, y ya estoy más que acostumbrado a caminar en la fina navaja que separa lo legal de lo criminal. Así que voto por movernos cuanto antes en cuanto haya salido el sol.

Marvin volvió a terminarse el vaso de un trago y lo dejó a un lado, para dedicar toda su atención al habano.

Pues si estamos todos de acuerdo...adelante ¿no? Loxton Fuck You!!

Cita:

-Probablemente no haya termmiado de entender bien alguna cosa pero... si estamos hablando de ir a robar en la armeria ¿Es conveniente esperar a que salga el sol y  nos puedan ver todos?- terciò Stuard intranquilo

Vitale se sobresaltó ante la repentina exclamación de Hayes. Mientras este lanzaba improperios y su idea comenzaba a tomar forma, él bebía de  la copa cada vez con más frecuencia, olvidándose de su prudencia. Al parecer, todos estaban dispuestos a acabar con toda posibilidad de que aquello mencionado por Xima fuera real, aunque por distintas razones. Pero no importaba si era por venganza, miedo, o cualquier otra cosa.

Hablamos de volar un edificio...

-¡Signore! ¿En verdad creen que la mejor forma de lidiar con Loxton es volando esa casa? Es decir, es un delito muy grave, y... bueno, la verdad es que estoy felice viviendo aquí. Tengo una buena vida, mi tienda. No podría pedir más. No se si estoy dispuesto a hacerlo- comentó, bajando el tono de su voz gradualmente, pasando de la sorpresa a la vergüenza, como si creyera estar decepcionando a sus compañeros de aventura.

-No lo sé. Imaginen que la polizia no nos descubriera. Aún nos queda el problema de Loxton. El hombre tiene poder, ¡y de un modo u otro sabrá que hemos sido nosotros quienes destruyeron su preciada casa, ¿no creen?!- Apuró el whisky una vez más, para darse cuenta de que la copa se encontraba vacía ya. -Aún creo que podemos conseguir información comprometedora y llevarla a la justicia. Pero no nos limitemos a Arkham. Monty, estoy seguro de que un hombre en tu posición también tendrá sus debidos contactos en la ley. ¿Están seguros de que no podríamos llegar más arriba en el sistema?- inquirió, casi en un ruego.

De cuanto arriba estamos hablando...y ¿como sabremos hasta donde llegan los tentaculos de Loxton?

Vitale asintió lentamente, sopesando lo dicho por Monty. -Pero, cualquier abogado puede llevar cualquier caso ante los diferentes estratos de la Giustizia- afirmó, mientras se tomaba el trabajo de llenar la copa una vez más. -No creo que Loxton tenga poder ilimitado- agregó, esbozando una sonrisa nerviosa, como si no estuviera totalmente seguro de ello. -Estoy seguro de que si salimos de Arkham, estaremos fuera de su esfera de influencia- dijo con algo de satisfacción, bebiendo un poco más.

-Hablas por tí Armando. Le dijo Marvin. Yo ya tengo bastantes problemas con la ley, y uno más no me va a quitar el sueño, la verdad. La franqueza con la que hablaba asustaba, debido al semblante serio y distante con el que hablaba. Lo que está claro es que si lo que nos ha dicho la vieja es verdad, ya te puedes ir olvidando de seguir con tu vida feliz, tanto si nos quedamos en Arkham, como si nos largamos de aquí. Y esto nos lleva al mismo punto: en si creerla o no creerla.

Marvin dejó el vaso, y terminó con el habano, apagando la colilla allí donde encontró el cenicero tras buscar un poco por el lugar.

-Me has enfriado los ánimos Armando. Creo que debería agradecértelo. Esos esqueletos me han nublado la cabeza, o tal vez el alcóhol. Seguir este juego es de tontos y todas esas historias de fantasmas son chorradas que no se sostienen por ningún sitio. Deberiamos zanjar el tema con Loxton y terminar con todo esto de una vez, en lugar de andar pensando en dinamitar propiedades. Al fín y al cabo, ese hobre no nos ha hecho ningún daño, salvo por el tiempo que hemos perdido. Claro que aún estamos a tiempo de dar una vuelta por la casa y ver si encontramos alguna otra cosa que demuestre que tanto la vieja como Loxton están como cabras.

Pues volvamos a la casa, al fin y al cabo es casi al unico sitio que podemos ir en este dia de fiesta, tal vez asi esclarezcamos algo

Vitale asintió, relajado por haber infundido algo de razón en el grupo. No obstante, no estaba precisamente tranquilo. Luego de las palabras de Marvin, que sabía muy bien cuan acertadas estaban, quería no creer con más fervor aún. Sus palabras no sólo resultaban intimidantes, sino horriblemente certeras.

-Bien, bien, me parece bien- dijo, jugueteando con la copa. -En lo que a nosotros respecta, aún trabajamos para Loxton. Supongo que no podría reprendernos por pasar por la casa una vez más... Pero, si estamos dispuestos a adentrarnos a ese horrible lugar una vez más, creo que también deberíamos preocuparnos por sacar algo de las oficinas de Loxton-

Fuera, las distantes campanadas del reloj de la iglesia os indican la medianoche. Casi de inediato comienzan a sonar tracas, cohetes  y petardos. Desde la calle os llega tambièn el ruido de fiesta en las casas vecinas, Todo el mundo parece estar festejando alegremente, ajeno a lo que pasa en el salòn de Stuard.

Feliz Navidad.

-Pues ya lo tenemos decidido. Dijo Marvin. Ahora, solo nos queda esperar a mañana y tratar de pasar una noche agradable.

El hombre se acercó a la ventana para tratar de ver algo del ambiente navideño del momento que anunciaban las campanadas que se escuchaban en la distancia. Luego se giró y le dijo a su compañero.

-Bueno Martin, ¿Que tienes para ofrecernos esta noche? Enciende la radio y saca algo más con lo que podamos olvidar el trabajo de hoy y divertirnos con una buena charla.

Bueno chicos pase lo que pase mañana...quiero deseraos a todos una ¡FELIZ NAVIDAD! solo espero que no sea la ultima que vena nuestros ojos. Si martin que mas tienes ¿para brindar un poco de champan tal vez?

-No es que tenga muchas cosas, pero veremos que podemos hacer...- dijo Stuard mientras encendia la radio y agergo un "Feliz Navidad"que no encajaba del todo en la cara de preocupaciòn con la que se quedò mirando a Vitale por unos momentos.

Las campanadas indicando la Navidad provocaron que Vitale voltease para mirar la ventana. Agitaba su copa mientras recordaba aquellos días festivos en su patria, rodeado del jolgorio de las fiestas. Abuelas y tías cotilleando en voz baja, algunos riendo, otros charlando fervientemente, los niños revoloteando a los gritos. En fin, todo aquello ya no existía. Al menos no con él incluido. Por lo menos encontraba cierta paz en la soledad, aunque ahora el sentimiento comenzaba a retroceder, y él aprecía no extrañarlo.

Dejó los recuerdos a un lado. Aquella no estaba resultando ser una Navidad ideal. A pesar de lo ridículo de las afirmaciones de Xima, no podía evitar sentir temor. Después de todo, el hombre no lo sabe todo. ¿Qué tal si la vieja se había enterado de cosas de las que no debería haber sabido nunca? Vitale sólo podía esperar que no fuera así.

-¡Buon Natale! ¡Feliz Navidad!- exclamó, levantándose de su asiento, animado por la agradable música que llenaba el cálido ambiente. Invitó al resto a levantarse también. -Propongo un brindis, caballeros. ¡Por los cuatro!- dijo, alzando la copa. -Porque saldremos de esta una vez hayamos acabado con Loxton, para poder continuar sin más-

Stuard alza su copa en silencio, mirando a todos los demas con una profundidad que hasta ahora no habìa salido a la luz.

Marvin acompañó el brindis con el sonoro entrechocar de su vaso con el de los demás,  y se bebió de un trago el contenido del mismo.

-Muy bien compañero, ¡Por nosotros! Dijo apoyando las palabras de Armando.