Partida Rol por web

El trabajo en equipo empieza a dar resultados y los ataques de Viento Rúnico se concentran en el orco campeón. Los poderes mágicos de Zannan dañan al campeón al tiempo que se extienden por el campo de batalla, para sanar las terribles heridas de su camarada enano y llenar de fuerza al resto de sus compañeros.

En ese momento, Theren desde las alturas convoca una bandada de murciélagos que, si bien no resulta mortal, hincan sus dientes en varios de los orcos y les obligan a retroceder. 

Por último, el arma de Ilena haciendo honor a su nombre, penetra profundamente hasta la empuñadura en el estómago del campeón. El orco no había visto venir a la bella semi-elfa y lo paga con su vida pero, en un último instante, antes de desplomarse en el suelo con las tripas sacadas, descarga un tajo contra Zanros que deja al sacerdote rúnico al borde de la inconsciencia. 

Por su parte, el chamán sigue inmerso en su frenético baile y alzando la voz hasta quedarse casi afónico cuando algo sucede. El interior de la cúpula empieza a ser cada vez menos visible, como una ventana que se empaña en pleno invierno. Cuando ya es imposible ver lo que está ocurriendo en el interior, un rugido hace temblar el suelo y los acólitos se ven arrastrados al interior de la cúpula. Los chillidos de dolor y terror son precedidos por ruidos de carne desgarrándose y huesos quebrándose. - MÁS HUESOS PARA LA OFRENDA! - resuena una voz de ultratumba que os llega alta y clara y podría escucharse hasta en los confines más recónditos del mundo.

Los orcos guardianes no tienen pensado ceder ni un palmo de terreno y, con gran dificultad debido al incansable aleteo de los murciélagos, avanzan nuevamente para tapar el acceso al interior del campamento y descargan sus hachas sin piedad alguna en los maltrechos elfos de primera línea. Tanto Zanros como Ilena caen inconscientes y heridos de muerte...

los ojos Dagor entran en cólera, una ira le invadía sin saber muy bien el por que pero al ver caer a la guerrera imágenes en su cabeza se convirtieron en recuerdos, recordaba por fin los besos y caricias de la semielfa que el alcohol había borrado, las botellas, el barco y la sonrisa de complicidad, NOOOOOO MALDITOS ORCOS ya era bien sabido que los elfos odiaban los orcos pero estos se habían ganado toda la atención del explorador, los vengare dejo escapar con amargura mientras levantaba su arco con fuerza.

3 flechas salen carcaj las puntas de estas tenían su propio brillo y filo, el elfo levanta un poco el arco para compensar la distancia calcula el blanco un poco mas tras para que sus compañeros no se vean inmiscuidos en el asedio, su brazo frenético deja salir la andanada con letal precisión que se alejan de el como una jauría de lobos sedientos de sangre, inoculando la carnes de los guardianes perforando sus armaduras y haciéndoles soltar tétricos alaridos de dolor.

viento rúnico había sido agraviado, pero no por eso dejaría de soplar con fuerz.a

Estaba agotado pero al fin su archienemigo había caído, y lo que mas lamentaba era no haber estado a la altura de tan formidable adversario. Seguía vivo por poco, pero en su interior se sentía derrotado, sin embargo Ilena yacía inconsciente y no podía esperar que los orcos fueran lo suficiente honorables como para no sentenciarla.

Respiró hondo y pudo sentir como las runas de Zanros envolvían su cuerpo con reconfortante calor. La fatiga mental desapareció y pudo concentrarse en la llama de Moradín que débilmente seguía ardiendo en su interior. No era mucho pero lo suficiente como para poder andar sin ayuda. Se echó el hacha al hombro y se encaró a la fila de orcos, pasando por encima del campeón caído.

-Moradin, permite que mi hacha pruebe sangre al menos una vez antes de nuestra derrota.- Como si por fin su deidad estuviera escuchando, el hacha del enano se estampó contra el guardia que tenía justo delante de él. Nadie diría que el enano estaba hasta hace poco a punto de morir.

-¡YO SIGO EN PIE! ¡VENID A MI SI OS ATREVÉIS!- Su objetivo era captar la atención de los orcos, al menos del que había herido y el que estaba frente a Ilena.

Keldron consigue asestar un tremendo golpe en uno de los orcos y lo deja malherido.

Podéis observar cómo el cuerpo de Ilena emite un destello cegador durante una fracción de segundo y tras esto desaparece del campo de batalla, como por arte de magia. 

La cara del elfo lo decía todo, nada iba bien y se complicaba a cada segundo que pasaba, solo podía intentar ayudar al que quedaba en pie, así que disparó su flecha pidiendo a los espíritus de las plantas que le ayudasen, logrando un gran impacto contra el malherido orco...

Había conseguido recuperarme ya dos veces de los golpes recibidos gracias a Keldron. Pero eso de "a la tercera va la vencida" se iba a cumplir en el combate a rajatabla. Los últimos ataques que habíamos realizado contra el campeón surtieron efecto y conseguimos terminal con él.

Justo en el momento en el que el campeón caía, bajé la guardia y lanzó una estocada que ni me imaginé que podría lanzar y que no pude ni esquivar. Pero el problema se agravó, cuando los guardias se tomaron a mal la muerte de su amo y se lanzaron a por mi como perros rabiosos. Los golpes me cayeron por todos sitios sin posibilidad de defenderme, pues el último ataque del campeón me dejó fatal, pero esos últimos golpes no me ayudaron en demasia. Nuevamente, mi mano volvió a meterse en el bolsillo donde estaba la moneda y esta vez la agarré fuertemente - Loken, hasta aquí he llegado, invoco el poder de la moneda para salvar la vida, no merece la pena morir en un desafío.... - comenté en voz baja activando el poder de la moneda....

Al igual que Ilena, Zanros utiliza su último momento de lucidez para declararse en derrota y su cuerpo emite un cegador brillo antes de desaparecer de la arena de combate.

Otro rugido infernal surge del interior de la cúpula y ésta finalmente se colapsa, dejando ver lo que hay en su interior, un gigantesco conjunto de huesos, de los cuales aún cuelga algún trozo de carne y tela de las túnicas de los acólitos. La criatura irradia un aura de frío extremo, hasta el punto que el aire se cristaliza a su alrededor. Posee cuatro calaveras y blande un hacha echa por completo de huesos.

Los orcos miran hacia atrás satisfechos, como ese tuviera que ser el resultado esperado del ritual. Thok'krag! - grita uno de ellos y al momento tordos cargan contra el enano que todavía permanece en pie, desafiante. Dos de ellos consiguen impactar con sus hachas pero, descuidados, no se habían fijado en las espinas que había liberado la flecha de Theren y éstas se clavan profundo en sus piernas. Uno de ellos muere a causa del veneno.

el explorador lanza 2 flechas sin mayor efecto sobre los orcos, el elfo aprieta la mano frustrado, pero por lo menos sabia que sus compañeros habían escapado mientras se percataba de la aparición de la mole de huesos que habían invocado los orcos, mierda, Cuidado esa monstruosidad, theren trata de impedir su avance o estaremos en líos.

Keldron sintió esta vez el peso de los golpes. Su vista estaba entrenada para sentir la tensión de los músculos de sus enemigos y bloquear a tiempo, pero le superaban en número y aunque logró desviar dos ataques el resto se estrellaron contra él con la fuerza de una avalancha. Lanzó un golpe a la desesperada como respuesta, con la esperanza de herir algún enemigo, aunque su objetivo principal era dejar espacio y alejarse de aquella zona para que el resto de sus camaradas atacase con libertad y sin temor a herirle.

La enorme mola de huesos helados avanza lentamente hacia Keldron, mientras va dejando un rastro de hielo a su paso...

Theren lo había decidido tenía que ir en ayuda del enano, estaba claro que si se enfrentaba de nuevo a esos guardias cabía la posibilidad de que él también cayera debía hacer de escudo por el, al menos una vez para intentar protegerle al menos unos instantes para que el pudiera contraatacar.

Primero disparó la flecha que tenía preparada pidiendo ayuda a los espíritus de los elementales "Ayudadme en esta empresa espíritus del fugo para llevar fuera de esta tierra a estos seres" por un momento casi se le escapa la flecha del arco en un descuido pero era un elfo y el manejo del arco era su especialidad así que salió disparada la flecha y se dirigió hacia su objetivo, a medida que avanzaba esta empezó a desprender unas llamas hasta golpear al orco en pleno pecho lo que provocó una pequeña explosión a su alrededor...

Mientras esto sucedía Theren ya bajaba de un pequeño  salto del árbol para dirigirse frente a uno de los orcos y incitar que fuera a por el...

- Aquí me tienes, bestia...

Las llamas que habían surgido alrededor del orco queman a su compañero. Los orcos, dispuestos a devolverle el favor al elfo, deciden enfrentarse a él. Los dos golpean con fuerza y hieren a Theren, aunque a los orcos se les ve físicamente agotados y malheridos.

El tercer orco se dispone a luchar contra el enano, pero Keldron se zafa del hachazo que pretendía arrearle.

DAgor levanta el arco y apunta al grandote, suelta la flecha pero casi podría jurar que esta se escurre entre el espacio entre los huesos, maldición odio los no muertos, debemos cambiar de posición el elfo desciende el árbol a toda velocidad con una acrobacia cae grácil mente, y busca el refugio de las plantas para tratar de esconder su presencia del monstruoso monolito de huesos, trataría de emboscarlo, si querían vencerlo solo parodian correr y atacar.

La valentía de su camarada Theren era digno de admiración, pero no cambiaba el echo de estar en apuros. Desesperado lanzo un tajo al aire que lo saco de balance, siendo útil solo para captar la atención de su adversario.

El amasijo de huesos sigue avanzando pero al llegar a la bandada de murciélagos su movimiento se ve ralentizado. Notáis cómo la criatura irradia frío y se empieza a sentir en la zona.

Rápidamente el elfo convoca a unos espíritus que empujan a los orcos hacia atrás y estorban su movimiento. 

Seguidamente apunta con su arco al orco que estaba combatiendo contra Keldron, pero la flecha se clava en la empalizada, pasando lejos de su objetivo.

Los orcos vuelven a mostrarse testarudos y recortan el terreno que había ganado Theren. Se acercan peligrosamente al elfo y descargan sus hachas contra él. Uno falla pero el otro entierra su filo en el pecho de Theren, dejándolo inconsciente.

Keldron tampoco sale bien parado. Su contendiente golpea con fuerza al enano, pero por suerte Keldron es más duro de lo que aparenta y encaja bien el golpe.

Dagor saca 2 flechas de su carcaj y niega con la cabeza al ver como cae su el otro elfo, esto se pone feo. avandra dame valor agrega mientras sus dos proyectiles impactan sobre los 2 orcos que pelean fieramente clavándose las 2 flechas en los hombros de las bestias, enano es hora de movernos solo nos queda correr y atacar o estaremos perdidos acata a decir sabiendo la lluvia de ataques que se avecinaba sobre el.