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El corazón de Caín

[22] Rasgando el velo

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04/02/2020, 21:43
.=Corazón de Caín=.

Pasaba la medianoche y aunque la leyenda decía que Malasaña era el barrio que nunca dormía la verdad es que la cosa estaba bastante tranquila a esas horas. A estas alturas de la historia al grupo de investigación no les sorprendió que nadie tuviera constancia de que hubiera un local llamado el 14, o al menos con licencia. Si fue un poco más llamativo que tras hablar con varios patrulleros de la zona estos se mostrasen extrañados ¿acaso Durás les había tomado el pelo? Decidieron entonces acercarse al lugar y atrapar a uno de los contactos callejeros de Gutierrez. Por un momento el chivato se quedó pensando, como si le costase ubicar el local, pero finalmente se acordó de un pub que había en un callejón sin salida, aunque habría jurado que llevaba años cerrado.

Era la única pista que tenían así que la siguieron.

Encontraron el callejón y también el cartel del local: un simple número 14 encima del sótano de uno de los edificios. La puerta de aquel sótano estaba abierta y había unas escaleras que descendían, de las cuales venía música de jazz y un intenso olor a humo de tabaco. Por un momento pensaron en una casa de okupas o algo parecido. ¿Quién si no podía saltarse toda la reglamentación de Madrid y seguir operando?

Antes de que se decidieran a bajar una pareja subió por las escaleras. Desde luego no tenían pinta de okupas. Tendrían unos cuarenta años. Él llevaba una gabardina de marca cara y el pelo pulcramente peinado hacia atrás, con un afeitado muy cuidado y un reloj cartier de oro en su muñeca. Ella con un abrigo de visón y unos pendientes con piedras brillantes. Parecía más que salieran de la ópera que de un garito ilegal. La pareja se sorprendió un poco al ver al variopinto grupo de agentes en aquel callejón pero se limitaron a reír y hablar entre ellos en un idioma que probablemente sería alemán o centroeuropeo mientras se alejaban como dos colegiales que hubieran sido atrapados jugando en una zona prohibida del instituto.

¿Qué demonios era el 14?

Decidieron seguir el plan inicial. Las dos mujeres descendieron las escaleras y llegaron a un pasillo que terminaba en otra puerta abierta a través de la cual llegaba el humo propio de un fumadero de opio. Pero no tenía el olor dulzón de la marihuana o el cannabis: era humo de tabaco normal. No había nadie en la entrada que impidiera el paso así que asomaron y vieron un local bastante más grande de lo que esperaban por el acceso. De hecho aquel sitio era un club de jazz en toda regla: sillas y mesas negras, paredes decoradas con fotos de Miles Davis, Louis Amstrong, portadas de discos legendarios, incluso un saxofón dorado en la zona donde se encontraba un pequeño escenario donde un trío formado por contrabajo, piano y trompeta interpretaban algunos temas de 'Kind of Blue'. En el sitio había media docena de personas repartidas en otras tantas mesas, bebiendo y fumando, mientras escuchaban el concierto. Una nueva sorpresa pilló desprevenidas a las recién llegadas: allí parecía haber gente vestida como hippies de los 70 pero también yuppies noventeros como los que habían salido un poco antes e incluso un par de individuos que bien podrían ser gangster de una película italiana de los años 20.

Una camarera atendía las mesas mientras que tras la barra un tipo alto y delgado, pálido como la luna, se dedicaba a servir los pedidos.

Nadie prestó atención a la entrada de las recién llegadas.

Notas de juego

En estos momentos entiendo que están abajo Patricia y Aldara, mientras que Angel, Guillermo y Gustavo no están demasiado lejos, quizás en las escaleras mirando el pasillo y viéndolas entrar.

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06/02/2020, 10:02
Angel Gutierrez

Gutierrez parecía la antítesis de aquella pareja que se cruzaron, llevaba sin afeitarse desde el día anterior a la muerte de Robledo, las ojeras cada eran más marcadas y su gabardina tenía más arrugas que su rostro.

No obstante, se levantó educadamente el sombrero ante la mujer mientras pasaba a su lado.

Se encendió un pitillo, siempre podía decir que era para mezclarse en el ambiente, mientras se preguntaba cómo podía existir un garito del que ningún policía de la zona hubiera oído habla y al que no hubieran llegado si no llega a ser por el Charli y aquellas veces que le había dejado marchar sin ficharle.

- Un minuto para que cojan sitio y entramos directos a la barra, sin rodeos. - dijo Gutierrez aspirando unas fuertes caladas del cigarro.

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07/02/2020, 13:49
Patricia Monteros

Patricia guardó su asombro para sí. Menudo garito pijo habían venido a encontrar! Aunque, por otro lado, tenía sentido que aquellos que tenían su vida material resuelta, aburridos, se dedicaran a cosas como la cientología, el terraplanismo o chorradas similares. Claro que llegar al punto de asesinar por cumplir una profecía o algo así... Bah, no sé de qué me asombro... desde que el hombre es hombre encuentra excusas absurdas para matar, y esta no sería la primera vez que se hace en nombre de un poder superior.

Se encogió de hombros y le hizo señas a Aldara para ubicarse en una mesa contra la pared, desde donde pudieran ver la barra, el escenario y también la entrada al lugar. No le gustaba demasiado el hecho de que se encontraban bajo tierra (podían ser emboscados muy facilmente), pero no tenían otra opción.

Cuando estuvieron ubicadas, hizo señas disimuladamente a sus compañeros para que entraran, y llamó a una de las mozas que atendían allí. Con lo agotada que estaba, nadie le reclamaría que se tomara una cerveza mientras esperaban. Después de todo, sentía que se lo había ganado.

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07/02/2020, 16:41
.=Corazón de Caín=.

Una vez en su sitio la muchacha se acercó servicial y tomó el pedido. Salvo por el aspecto de algunos parroquianos aquello no parecía diferir de un club pijo más en la ciudad.

Eso y que algo así careciese de ninguna licencia, claro.

Notas de juego

Las chicas están en posición y con una cerveza. Os llevan ventaja :D

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09/02/2020, 18:30
Guillermo Montalbano

—Bueno...— sostuvo un momento Guillermo mientras sacaba de su gabardina el móvil, comprobó la cobertura torpemente tratando de dislumbrar primero con la tenues luces del callejón, hasta que presionó un botón y la retroiluminación le permitió ver bien la pantalla —Nos toca a nosotros ¿no?—

Se adelantó dando una mirada significativa a sus compañeros y bajó las escaleras dirigiéndose al interior del local. Al entrar localizó a sus compañeras con solo un vistazo pero no se quedó mucho mirando en su lugar, continuó inspeccionando a los parroquianos. No tardó en sentirse profundamente extrañado por las pintas. 

—Han adelantado este año carnaval en Malasaña, parece— dijo jovialmente hacia atrás, como quién le hace una broma ligera a sus amigotes.  

Se acercó a la barra y pidió directamente su bebida. 

—Un JB con hielo. 

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10/02/2020, 10:42
Angel Gutierrez

Gutierrez le siguió mientras daba profundas caladas a su cigarro mientras bajaban las escaleras, sin molestarse en buscar a sus compañeras al ver que Montalbano realizaba una inspección visual del local.

- El mío sin roca. - dijo al camarero, apoyando el paquete de Ducados, el sombrero y un codo sobre la barra, momento que sí aprovechó para echar un vistazo, como un cincuentón al entrar en una discoteca.

Pero en su vistazo buscaba puerta y salidas; sabedor que podían estar en una ratonera, tuvo que contenerse para no tocar el hierro que llevaba en la sobaquera.

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10/02/2020, 12:06
.=Corazón de Caín=.

Que no hubiera cobertura en aquel garito subterráneo no era algo que sorprendiese a Montalbano.

Cuando se aproximaron a la barra el camarero los sirvió rápida y eficientemente, sin conversación, con un leve asentimiento de cabeza. No respondió a la broma del carnaval ni pidió el importe de las bebidas.

Gutiérrez miraba alrededor buscando puntos de entrada y salida. La puerta por la que habían entrado, que daba a las escaleras, era el más evidente. Sobre el pequeño escenario había otra puerta que seguramente daría a una zona trasera donde los músicos tendrían un camerino o al menos un almacén donde prepararse antes de tocar o retirarse en los descansos. Tras la barra, en medio de las estanterías acristaladas, había una puerta blanca sin cerradura, de fácil apertura, que debía dar a una trastienda a la que el camarero podría entrar sin problemas. Pero estaba al otro lado de la barra que, como todas, tenía una zona al final de la misma que se levantaba para entrar. En ese lugar estaba la muchacha que servía las mesas con su bandeja apoyada, esperando tranquilamente.

 

 

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11/02/2020, 10:42
Angel Gutierrez

Gutierrez dio un par de tragos largos al whisky e hizo un gesto al camarero, señalando las dos copas que había junto a ellos, como si le estuviera pidiendo otra ronda, y dejó un billete de cincuenta sobre la barra.

El bar no aparecía en los registros oficiales, por lo que tampoco tenían forma de cribar ningún nombre que se asemejera a Judas, por no hablar que podía ser simplemente un apodo, así que decidió no perder el tiempo.

- Buscamos a Judas, nos manda Durás. - dijo en cuanto se acercó el camarero.

 

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11/02/2020, 11:31
Gustavo Cortés

Cortés permaneció en silencio. No estaba de buen humor y no se cortaba en mostrarlo. En el coche había permanecido serio y enfurruñado. Seguía pensando que aquella manera de encarar el asunto era infantil y muy poco profesional. Pero le tocaba callarse. Su actitud había sido puesta en la palestra como la de un demente y eso le hacía sentirse avergonzado.

A la llegada al pub no pudo sino asombrarse tanto como sus compañeros. Aquello parecía un lugar extraído de otro tiempo... como de otro mundo. Nada tenía sentido en aquel lugar. Y sin embargo allí estaban. Las mujeres en un lado y los hombres en otro. Gutierrez y Montalbano con sendos whiskys en ristre y las chicas con cervezas. Y Cortes... él decidió no beber nada. Declinó el ofrecimiento con un leve gesto de cabeza y se apoyó en la barra con pesadez.

No sabía cómo sacar el tema pero cuando sus compañeros ordenaron la segunda ronda empezó a pensar que el foco se había perdido. Cuando llegó la pregunta de Gutierrez... sin anestesia. Como quitar una tirita de un solo tirón. Sin contemplaciones. Tanto que Gustavo dio un leve respingo en su asiento y dirigió la mirada al camarero.

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13/02/2020, 00:10
Guillermo Montalbano

Montalbano apura el JB de un trago y se prepara mentalmente para lo que viene.

Notas de juego

Nada que añadir, dale chemo.

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13/02/2020, 12:07
Patricia Monteros

Notas de juego

Idem. Por ahora Patricia espera según el plan.

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18/02/2020, 19:33
.=Corazón de Caín=.

El camarero se limitó a asentir ignorando el billete. Se desplazó hacia el final de la barra y salió de ella sin decir nada haciendo un gesto con la cabeza al trío de hombres para que lo siguiesen. Desde las mesas las chicas contemplaban inquietas lo que pasaba, intentando fingir que atendían al grupo de jazz.

El hombre se dirigía a la puerta, como si los estuviera acompañando al exterior, o quizás echando del local. Cuando Gutiérrez abrió la boca para protestar el tipo se limitó a señalar una puerta que había en un lado del pasillo de entrada.

Se miraron entre ellos confundidos: esa puerta no estaba ahí cuando pasaron. Habría sido imposible no verla. Era una puerta de caoba negra, que bien podría ser la entrada a una vieja mansión victoriana, con un pomo de metal reluciente. De ninguna forma habrían podido pasar a su lado y no verla. Examinaron la pared sorprendidos: era la misma pared desconchada que habían visto al pasar, en la cual aquella maldita puerta no pintaba nada.

Cuando se giraron para preguntarle al camarero descubrieron que éste ya estaba regresando a la barra, como si hubiera cumplido el cometido para el cual había sido solicitado.

 

Notas de juego

Sorry, creo que el jueves pasado me salté el turno :-?

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19/02/2020, 10:40
Aldara Seoane

Me inclino levemente a Patricia...- Hasta sin el espejo retrovisor, nos debe de quedar claro que el capitalismo no les preocupa especialmente a este grupo... mantenía la cara impasible mirando la decoración, por así decirse, por no decir que cualquier arañazo en la pared era suficiente para el momento.

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19/02/2020, 11:34
Angel Gutierrez

Gutierrez aún tenía la expresión de asombro, con la boca medio abierta y la protesta interrumpida aún colgando de ella, cuando se vieron frente a la puerta y el mudo camarero regresando a su puesto.

- Joder, si lo llego a saber, me ahorraba el billete. - gruñó, usando la ironía como forma de mantener las cordura, mirando esa puerta secreta que no debería estar allí, en un local que no existía, investigando a muertos que tampoco debían exisitir en realidad.

Sacó otro pitillo y lo encendió, no iba a desaprovechar la oportunidad de estar en un local así, y asió el pomo de la puerta sin dudar un segundo.

- ¿Listos? - la pregunta no dio tiempo a responderse cuando giró el pomo y abrió la puerta.

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19/02/2020, 22:36
Guillermo Montalbano

Guillermo le dio paso a Cortés mientras echaba mano del móvil de nuevo, comprobó la cobertura sin éxito. Mordiéndose los labios se colaba en la habitación tras sus compañeros y al tiempo lanzó una mirada a las chicas que esperaban en una mesa. Se entretuvo un momento en la puerta mientras Cortés y Gutierrez seguían adelante. Echando mano de uno de sus pañuelos por si hiciese falta dejó la puerta entreabierta, esperando que ellas pudiesen cruzar el umbral si fuese necesario. 

Al otro lado del umbral les esperaría el tal judas. De alguna forma el detective deseaba que fuera el pugil que se coló en casa de Spinola. Aunque no caería esa breva, sería demasiado sencillo. 

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21/02/2020, 13:07
Gustavo Cortés

Cortés seguía mudo. No sabía si era por el cansancio extremo, el calor o el humo de los cigarros y puros que inundaba el ambiente como en una de esas películas de la ley seca y los garitos clandestinos en época de Al Capone... pero se sentía mareado. Confuso. Como si estuviese en uno de esos sueños en los que todo tiene un extraño regusto a realidad alterada pero igualmente terriblemente creíble. Y todo cuanto le rodeaba no hacía sino acusar más y más aquella sensación. El camarero... la puerta... Solo le faltaba cruzar el umbral y tener una sensación de caída sin final tan propia del mundo onírico.

Miró a Montalbano como si las gafas las llevase empañadas. Le daba paso mientras este rebuscaba un pedazo de tela en uno de sus bolsillos y sin mediar palabra entró tras Gutiérrez. 

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24/02/2020, 11:46
Patricia Monteros

Al ver que sus compañeros se disponían a cruzar una puerta oculta, Patricia apuró lo que le quedaba de su cerveza y revolvió su bolso en busca de algo de dinero para pagar la bebida.

-Vamos -le dijo a Aldara en cuanto Ángel y Gustavo se perdieron de vista. Era probable que si la puerta se cerraba ellas no pudieran volver a abrirla.

Dejó un billete sobre la mesa y se levantó intentando aparentar un movimiento casual, como si quisiera ir al baño, pero dispuesta a cruzar el umbral apenas Montalbano lo hubiera hecho.

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24/02/2020, 22:10
.=Corazón de Caín=.

Cruzaron todos. Las chicas incluidas, porque Patricia no estaba dispuesta a perderse aquel tren. Que aquello había dejado de ser una redada al uso había quedado claro desde que habían bajado las escaleras pero el truco de la puerta fue demasiado. Era como una versión de Narnia siniestra y nadie estaba dispuesto a dejar a sus compañeros abandonados. Montalbano había dejado el pañuelo como un intento de que aquella puerta no se cerrase del todo.

De una manera u otra parecía que todos habían dado por válida la cuestión de que aquello se escapaba de cualquier tipo de control normal, de que la locura había llegado a sus vidas para instalarse con la misma cotidianidad que antes ocupaba la lógica.

Aquel sitio, al menos, no deparaba más sorpresas que la misteriosa puerta. Era un almacén donde se apilaban cajas de bebidas. Puede que se sintieran defraudados, quizás esperando ver algún tipo de sala siniestra decorada con escenografía medieval. En lugar de eso sólo vieron una silla en la que se sentaba un hombre delgado, de rostro demacrado y profusa perilla rojiza. Vestía un abrigo negro que sin duda había pasado por tiempos mejores.

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24/02/2020, 22:30
Judas

Si el hombre se había visto sorprendido por la aparición de aquella comitiva no lo demostraba. Los contempló un momento asintiendo, como si los evaluase, para luego hablar con una voz rasposa, levemente desagradable:

—Durás ha caído y os ha mandado a verme. El pobre iluso cree que alguien seguirá su lucha por él. Precisamente aquellos que han tenido que darle caza.

Se encogió de hombros como si escuchase las preguntas que, sin duda, rumiaban en la cabeza de los agentes.

—Está muy desesperado. Ha llegado mucho más lejos que cualquier otro, desde luego. Y ha conseguido eludir el control de los Carceleros. Que ironía que sean unos meros durmientes quienes lo hayan detenido. Solo faltaba otro Carcelero y el alma de un inocente y todo se vendría abajo pero ¿realmente conviene tirar abajo toda la Mentira? Las consecuencias serían impredecibles.

Hizo una pausa:

—¿Por qué están aquí realmente?

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25/02/2020, 13:23
Angel Gutierrez

Gutierrez avanzo despacio mientras entraban, sin tener claro si estaban cayendo en una trampa que limpiara de un plumazo a todo al equipo de investigación. Era una jugada plausible.

Pero ahí estaba el tal Judas, esperándoles para continuar con las idas de pelota de Durás y compañía, empezaba a tener claro que todos esos tipos estaban destinados a acabar como Isolino. O con un tiro entre ceja y ceja.

Tuvo que hacer acopio de toda su fuerza de voluntad para no lanzarse contra aquel tipo y lanzarle de cabeza contra la pared, explicarle a puñetazos que estaba harto de tanta gilipollez.

- Quiero al boxeador y al que trabaja con él, el de la mirada chunga. - fue lo que gruñó como única respuesta.

Quizá el resto, Cortés especialmente, comenzaran a preguntarle por todas esas mierdas que estaba pudriéndoles la cabeza pero él quería vengar a Robledo.