Partida Rol por web

El corazón de Caín

[22] Rasgando el velo

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26/03/2020, 22:26
.=Corazón de Caín=.

A veces las mentiras son una bendición.

La voz de Judas, que había pronunciado esas palabras en respuesta a Gustavo, se fue disipando a medida que los policía cruzaban aquel extraño e incomprensible desgarro en el tejido temporal.

Sintieron el frío intenso del túnel nada más entrar en él. También el olor a moho y a podredumbre. Montalbano iba en cabeza y cuando llegó a la puerta la empujó con cuidado. Gustavo se adelantó para atisbar el exterior, ansioso de comprobar que les esperaban.

Estaban en lo alto de una colina desde la cual podían ver una colosal ciudad que se perdía en el horizonte. Era como ver una imagen onírica de Madrid, Nueva York, Buenos Aires y Nueva Delhi que hubiera colisionado en un mismo lugar. La rodeaban unas murallas imposiblemente altas y crecía extendiéndose hasta donde alcanzaba la vista pero no solo en horizontal sino en vertical. Había calles enteras que se elevaban a cientos de metros del suelo, formando un complejo laberinto en todas direcciones.

Pero ellos estaban alejados de la misma, en las afueras. Realizando una comparación marítima la ciudad parecía un colosal continente rodeado de un mar de fabelas y ruinas. En el exterior de las murallas el aspecto recordaba a las fabelas de Río de Janeiro o quizás a alguna ciudad destruida por la guerra en Bagdag. Podían descender hacia aquellas barriadas improvisadas entre cables, trozos de metal y ruinas por un camino amplio de tierra. En algún lugar se escuchaba el lento repicar de una campana.

Levantaron la mirada hacia el cielo nublado y no fueron capaces de comprender que era lo que veían. A veces parecían destellos de estrellas entre la niebla, otras nubes que formaban extraños remolinos, en ningún momento cielo azul o la posición del sol. De hecho no estaban seguros de la procedencia de la luz irreal que lo inundaba todo.

Vieron movimiento en las fabelas: había vida allí, pero desde la distancia no pudieron distinguir de que tipo.

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28/03/2020, 23:37
Guillermo Montalbano

—Hay que reconocer que no se cortan un pelo con los efectos especiales— comentó Guillermo después de un rato en silencio observando todo aquel espectáculo. 

—¿Y ahora que cojones hacemos?

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30/03/2020, 16:50
Angel Gutierrez

- ¿Pero que coño? - maldijo Gutierrez, tras lo que agarrocon fuerza el arma, mientras se giraba tratando de analizar la situación.

Miró a sus compañeros, buscando una explicación que no iba a llegar, y volvió a centrar su atención en aquella ciudad frente a ellos.

- Creo que no tenemos otra opción... - masculló señalando hacia delante.

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01/04/2020, 11:32
Aldara Seoane

Contemplé la ciudad por un momento impresionada, no soli por la cuestión de que el velo era verdad y que esto llevaba a otro lugar sino por el hecho de que la ciudad era moderna...- Yo esperaba algo más...una ciudad medieval...un infierno como el de Dante, o algo más...o menos....no sé, no sé ya que digo.

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01/04/2020, 23:10
Patricia Monteros

Patricia decidió que su capacidad de asombro había alcanzado su cota máxima. Era tal la incredulidad que le producía el paisaje que estaba viendo y experimentando, que puso en pausa la parte racional de su cerebro y se dispuso a vivir aquella experiencia sin cuestionamientos. Ya habría tiempo para intentar explicar lo que sus sentidos le transmitían.

-Vayamos con cuidado -instintivamente llevó la mano hacia la empuñadura de su arma-. Este lugar está habitado y no sabemos con qué tipo de anfitriones nos vamos a encontrar.

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02/04/2020, 12:50
Gustavo Cortés

Cortés respiraba ahora con tranquilidad. La constatación de que no había perdido el juicio estaba allí... lo podía ver y tocar. Ya no se sentía en el filo de la navaja a la que aquella conversación con Isolino le había empujado. Estaba del otro lado de ese filo y... ¡qué demonios! Aquello era real. Es lo bueno de dar un salto de fe... una vez lo consigues se pasa el miedo. O bien porque has caído en blando o porque te has desparramado los sesos contra la dura roca. Pero, al menos, ya no tienes miedo.

Así era... Gustavo se sentía tranquilo. COnfiado. Expectante también a partes iguales. Las palabras enigmáticas de Judas habían dejado entrever que aquello no era precisamente el país de las maravillas. Tanto así que, imitando el gesto de Gutiérrez, extrajo la reglamentaria y la tomó con las dos manos con fuerza.

- Tu escepticismo y tu socarronería ya sobran, Montalbano. - recriminó a su compañero que seguía emperrado en no ver lo que tenía ante sus narices. - Busquemos esa puerta de la fuente. Se supone que esto es un tour de demostración. Un free-trial de quince días. Procuremos no separarnos y veamos lo que esa ciudad nos sugiere. 

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21/04/2020, 23:17
.=Corazón de Caín=.

Avanzaron a través de aquella ciudad de fabelas en dirección a la verdadera Ciudad. Iban juntos, con cuidado, desconcertados. Todo en aquel sitio parecía familiar pero ajeno. Las estructuras de las chabolas, la forma de las calles, el aire y el polvo que levantaban al pasar. Pero todo, a la vez, parecía más real de lo que estaban acostumbrados. Era como esa sensación que tienes cuando te notifican una desgracia. Ese momento del golpe en el que te sientas en una escalera y al mirar a tu alrededor eres capaz de concentrarte en cualquier detalle absurdo y vaciar tu mente, que todavía tiene que asimilar el dolor, para ver cada arista de una silla, cada hebra de una telaraña. Ese preciso instante donde la realidad se muestra con toda su belleza porque necesitas aferrarte a ella para no pensar en nada más.

Esa era la sensación que tenían mientras descendían por aquellas calles polvorientas. Estaban en un sitio tan real que dolía. Era como si toda la vida hubieran estado dormidos y ahora pudieran ver. Pero ¿era mejor aquello que su sueño?

Vislumbraron figuras escurridizas en las casas, que se ocultaban mientras ellos cruzaban el lugar. De pronto oyeron a lo lejos grito y el claro restallar de látigos viniendo de un lateral de una de las calles que formaban aquel laberinto de chabolas.

Notas de juego

¿Seguiréis de frente? ¿Os ocultaréis en una esquina de una calle? ¿Intentaréis entrar en una de las chabolas para observar desde allí?

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22/04/2020, 18:35
Angel Gutierrez

Gutierrez se sentía claramente incómodo con cómo estaba cambiando la situación.

Él era de la vieja escuela, de lidiar con los problemas a base de ostias o de lingotazos de alcohol, sin mariconadas.

Y, en cambio, notaba que su cerebro estaba procesando todo de una forma distinta, como si estuviera sobrio por primera vez en su vida.

- No me jodas... - masculló de nuevo cuando escuchó los golpes y los gritos.

Amartilló el arma y, sosteniéndola junto a su cadera, hizo un gesto a sus compañeros para avanzar en esa dirección. Estuvieran donde estuvieran, seguía siendo un policía y quería saber qué estaba pasando.

 

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23/04/2020, 12:01
Aldara Seoane

Cubierta tras el veterano Ángel sacó también su cañón corto para seguirle y en caso de que fuera necesario por primera vez actuar abriendo fuego contra el enemigo vivo o no tan vivo, en toda esta fantasía paranoide que teníamos delante ya nada me quedaba especialmente claro.

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23/04/2020, 14:09
Patricia Monteros

Patricia se sentía en un deja vu constante. Todo aquello le resultaba tan familiar que dolía, pero, a su vez, nunca se había sentido más ajena a todo en su vida. La dualidad era tan fuerte en su interior que decidió dejar de intentar racionalizar la experiencia. Estuvieran donde estuvieran, la sensación de peligro era la misma que experimentaba en la vida real, en "su" vida ¿real?, por lo que no debía bajar la guardia.

Asintió en silencio a las indicaciones de Gutierrez y desenfundó su arma al mismo tiempo que se ponía a la par de Aldana, cubriendo las espaldas del veterano. No es que estuviera deseosa de arriesgar el cuello, pero el morbo de saber qué ocurría en aquel lugar y el deber de ayudar a alguien que no la estaba pasando bien empujaban hacia el mismo lado.

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23/04/2020, 14:21
Gustavo Cortés

Aquel paisaje mantuvo a Gustavo abstraído. Seguía excitado pero controlaba mucho mejor su estado ahora que sabía - la palabra era "sabía" - que todo aquello en lo que había pensado en los últimos dos días no eran las quimeras de un loco. Un mundo dentro de otro mundo... o, mejor dicho, detrás de otro mundo. Pero ahora... allí, sentía que tenía razón. Que Isolino era un alma torturada que solo tenía como crimen saber más que el resto de la humanidad. Allí dónde vivían no había verdadera realidad. Era un hecho tan dañino para la psique de alguien como el más agresivo de los cáncer. Y sin embargo era liberador saber que había una puerta que atravesar para regresar a esa realidad fingida. La pregunta que atormentaba a Gustavo... y que al mismo tiempo tanto le excitaba, era si de verdad iba a querer regresar.

Las palabras de Judas resonaban en su mente. Quizá el ser humano no puede vivir en la realidad. O no está preparado. O no quiere. Pero la posibilidad de elegir algo de una transcendencia tan grande ya era suficiente para hacer vibrar el corazón del agente.

¿Qué le esperaba en su mundo? Su exmujer le detestaba... fingía cordialidad por el bien del hijo que tenían en común pero le molestaba compartirlo con él. Más aún... el niño crecía y crecía y Cortés no se sentía parte de la vida de este. Lo observaba incapaz de conectar con el chaval. Ajeno a su realidad. Como un espectador. 

Y la pregunta también podía hacerse en sentido contrario. Por un lado... ¿qué le esperaba en su mundo? Y por otro, ¿que le acechaba en este? Quizá la respuesta a esta segunda cuestión estaba a la vuelta de la esquina. Cortés agarró su arma con las dos manos y con fuerzas renovadas dio un par de pasos para alcanzar el flanco de Gutiérrez en la vanguardia. Fuese lo que fuese lo que les esperaba, quería estar delante.   

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23/04/2020, 15:17
.=Corazón de Caín=.

Lo que les aguardaba a la vuelta de la esquina era un espectáculo digno de un cuadro de Goya. Dos hombres y una mujer avanzaban por la calle polvorienta totalmente desnudos, unidos entre ellos por unas pesadas cadenas que se agarraban por una argolla en sus cuellos. Estaban tan flacos que se les notaban las costillas. Se movían torpemente no solo por las cadenas sino por el dolor. Tras ellos una figura enorme iba dándole latigazos aparentemente por el único placer de hacerlo, sin un objetivo claro, ya que con cada latigazo los presos gemían y se retorcían, pero ni apuraban el paso ni desfallecían.

Los ojos de todos se posaron en aquella cosa, pues no podía ser definida de otro modo, puesto que si era una persona estaba totalmente desproporcionada. Tenía la altura de un jugador de baloncesto pero su cuerpo era casi tan delgado como el de los encadenados. Sus brazos, anormalmente largos como los de un simio, giraban con precisión para dar los latigazos con las enormes fustas que tenía enrolladas alrededor de sus muñecas. Era su vestimenta lo más demencial de todo: aunque iba con el torso descubierto llevaba un faldón rojo sangre manchado por el polvo, sobre el que se ceñía un basto cinturón hecho de cadenas a las que iban atadas varias cabezas en distintos estados de descomposición. La cabeza del torturador iba cubierta por un capirote rojo que recordaba a la Semana Santa o al Ku Kux Klan, pero que tenía abierta la zona desde la nariz a la mandíbula, una zona quemada de la que sobresalían unas encías afiladas, bajo el agujero donde alguna vez hubo cartílago para su nariz. Aquel rostro mutilado parecía componer una imposible sonrisa de crueldad, sobre todo cuando la boca se abría para mostrar una lengua larga y negruzca, que relamía la dentadura externa.

La macabra comitiva avanzaba ajena todavía a los recién llegados, que se habían detenido sorprendidos en la esquina de una de las desvencijadas fabelas de aquel camino.

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24/04/2020, 23:05
Guillermo Montalbano

Al observar la macabra escena Montalbano no tuvo ninguna duda en desenfundar su arma. Se echó para atras tan rápido como pudo y pegó su cuerpo en la pared para evitar ser visto. 

—Pstt psssssst— llamó a sus compañeros con aspavientos para que pillaran cobertura. Fuese lo que fuese esa cosa era mejor estar seguros de que era lo que estaba ocurriendo antes de intervenir. 

Por que lo que no cabía duda era que iban a intervenir. Al menos estaba seguro de que Gutierrez no iba a dejar pasar esta mierda. 

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25/04/2020, 10:29
Angel Gutierrez

Gutierrez se quedó quieto en el sitio mientras veía aquella criatura delante de ellos.

A su mente vinieron las enormes figuras* que que solía ver cuando era pequeño y su padre les llevaba en el viejo R12 a las fiestas del pueblo de sus abuelos.

El chistido de Montalbano le trajo a la realidad, si es que podía llamarse así, y asintió, buscando cobertura junto a la pared pero sin dejar de mirar la comitiva, apretando con fuerza su arma reglamentaria.

Notas de juego

*Gigantes y Cabezudos

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27/04/2020, 16:00
Aldara Seoane

Haciendo caso al veterano busco cobertura para ocultarme hasta conocer la situación, no era momento para cometer estupidces de tipo heroico que no es cuestión de morir en el primer intento.

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29/04/2020, 16:57
Gustavo Cortés

Gustavo miró con repugnancia a aquella cosa y luego, sin cambiar el gesto, volvió la mirada a su compañero Montalbano. Toda su confianza se había desmoronado en un instante y ahora solo quedaba la histeria a punto de desbordarse. El agente veterano chistó a los otros para que reaccionasen y buscasen cobertura y Cortés obedeció rápidamente. Durante unos segundos había dejado de respirar epatado por la visión que se le presentaba.

Ya en la cobertura se dio cuenta de que tenía la pistola en la mano. La agarraba con gran fuerza... tanta que los nudillos se habían vuelto blanquecinos por la presión. Y entonces cayó en que jamás había tenido que usarla. No desde la academia. Hacía prácticas de tiro con cierta frecuencia (menos de la debida) pero eso no le daba a uno el temple como para usarla contra un objetivo... ¿vivo? Aquella aberración, ¿era un ser vivo? Gustavo parpadeó un par de veces tratando de aclarar su vista. Era hora de ver hasta dónde estaba dispuesto a llegar en su búsqueda de la verdad. 

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29/04/2020, 23:21
.=Corazón de Caín=.

La comitiva seguía su camino sin percatarse de la presencia de los agentes, ocultos ahora en uno de los callejones, con sus armas en las manos pero casi hipnotizados por el paso de aquella extraña criatura y sus prisioneros.

Los latigazos restallaron una y otra vez mientras continuaban por la calle polvorienta. Sobre sus cabezas las nubes que amenazaban tormenta retumbaban ahora como truenos.

Notas de juego

Si no hacéis nada la procesión pasa de largo dejando el camino libre para continuar hacia la ciudad ;)

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02/05/2020, 18:35
Guillermo Montalbano

Guillermo esperó al último momento, cuando la comitiva había superado ligeramente la pared en la que se habían resguardado para colarse por detrás de ella cerrando la retaguardia. En su mano derecha con el revolver hizo ademan a sus compañeros para que salieran de su escondite improvisado y plantaran cara a aquel verdugo. 

Comprobando que desde atrás no acompañaba ningún energúmeno a la siniestra comparsa le dio el alto. 

—¡QUIETO! ¡LAS MANOS SOBRE LA CABEZA! ¡DE RODILLAS!— levantó el revolver apuntando.

Las formulas mundanas le parecían absurdas en aquella situación, pero no encontraba otras. Estas tendrían que valer. 

Notas de juego

Pues la idea es rodearlo entre todos y pillarle a contrapié. Asegurándonos de que solo están los que vemos, que no haya sorpresas desagradables. 

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04/05/2020, 20:36
Angel Gutierrez

Normalmente Gutierrez hubiese acompañado los gritos de Montalbano, como cuando hacían redadas en los barrios de chabolas y tenían que asegurarse a base de gritos y meneos de pistola que nadie se pasara de listo.

Solo que esta vez la situación era distinta y salió de la esquina tras la que se escondían abriendo su posición rodeando a aquel... ¿tipo? en dirección contraria a su compañero, siguiendo la táctica habitual para que no dejar un único objetivo en caso de que se defendiera.

Pero sus ojos se centraban en los encadenados, queriendo asegurarse que ninguno de ellos fuera a hacer alguna tonteria, como esas mujeres con la cara reventada que saltaban contra la policía cuando iban a detener al garrulo que las había molido a palos.

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04/05/2020, 21:06
Gustavo Cortés

La situación era de máxima tensión. Aquella macabra comitiva parecía que iba a dejar atrás a los agentes ya que estos se habían parapetado correctamente. Sin embargo la situación no se parecía a ninguna otra vivida por aquel grupo de policías. No había comparación. No eran ni traficantes, ni secuestradores, ni proxenetas... era un ser de pesadilla que torturaba a otros dos. Todo ello con una pátina de pesadilla y terrible aroma de realidad. Por mucho que pareciese, aquello no era un cuadro de Dalí... era la dolorosa y agria realidad que acababan de descubrir.

¿Qué hacer...? Esquivar a aquel monstruo, evitar que fijara su atención en ellos podría ser considerado un éxito. Sin embargo esos otros dos tipos... los que recibían los latigazos del primero seguirían sufriendo. Cualquier viso de moralidad se había desvanecido. ¿Cómo aplicar los principios aprendidos en la Academia de Policía... el más humano sentido común, en aquella situación? Gustavo Cortés no se sentía capaz y, sin embargo sabía que cruzarse de brazos y esconderse no era suficiente.

El arma casi temblaba de excitación en sus manos. Alargó el brazo y apuntó con calma al torturador. No sabía de facto si acabaría disparando pero contemplar la posibilidad, mover la pistola con la cadencia procesional de la comitiva para asegurarse el blanco... parecía lo mejor que podía hacer. De momento. Con calma... apuntando a su repugnante cabeza.

De pronto, la voz de Montalbano sacó una sonrisa a Cortés. ¿Qué mierdas hacía? ¿Detenerles...? ¿Pretendía leerle sus derechos? ¿Ponerle unas esposas, llevarles al cuartel y sacarle una confesión a hostias...? Aquella voz de Montalbano... increpando y exigiendo una detención que a buen seguro no se iba a producir. Resultaba cómico. Y como un resorte, una décima de segundo después, la cabeza de Gutiérrez aparecía para "secundar" a su compañero de fatigas. Era para echarse a reír y no parar.

Cortés tomó aire y lo soltó lentamente. Tenía un blanco claro... eso creía él... eso quería creer. Y no lo iba a desaprovechar.

Entonces disparó. 

- Tiradas (1)

Motivo: Disparo

Tirada: 1d10

Resultado: 5 [5]

Notas de juego

Jefe... siempre estoy con la misma mierda. No me sé los sistemas a los que juego. Tengo Disparo 10. Eso significa que tiro 1d10, ¿verdad? Tiro y lo que sea me dices. -.-'