Partida Rol por web

Bueno chicos, desde luego que las espadas gemelas son mágicas - comento a mis compañeros tras haber examinado las armas - aunque no se exactamente que encantamiento poseen. Estoy bastante seguro que se trata de algo relacionado con sus capacidades ofensivas... y sería interesante que ambas espadas gemelas permanecieran juntas. Por lo demás... será mejor que un buen encantador las examine ya que mis conocimientos no llegan a tanto

La anciana mirando a Khan con indiferencia paso a revisar lo que pedía y así estuvo por casi un minuto hasta que le extendió la mano y le dijo -Te costara diez monedas de plata que te responda y un moneda de oro que te explique-.

Mira por los puestos , no encuentra nada satisface a su curiosidad o su necesidad. 

Guardare este dinero para mas adelante, dado que hay mas cosas que esta torre , seguro encontrare algo interesante afuera.

Realiza varias vueltas para rellenar su tiempo. 

Parecía que aquel tipo no bromeaba con los precios de sus artículos. Le llevó un largo rato de regateo tan solo que aceptase comprarle su vieja armadura, y podía darse por satisfecho de haber conseguido algo.

Mientras aún estaba recogiendo los objetos comprados y comprobaba que la nueva armadura se le ajustaba bien apareció Khan con aquella expresión tan seria que le daba su poblada barba, se saludaron y hablaron un momento pero apenas comentaron nada nuevo, al fin y al cabo se habían separado hacía escasos minutos.

No tardó mucho en preguntar por unas pieles que había sacado de la torre, a lo que Edvant respondió de inmediato con una sonrisilla de suficiencia, le hacía sentirse importante que acudieran a él para cosas así, más aún cuando se trataba de dinero, no había otra cosa que manejase como el dinero.

Deslizando una moneda de oro sobre la mesa baja, el enano dejó claras sus intenciones.

- Explícame, anciana.

La  anciana tomo la moneda, la miro fijamente y la mordió con voracidad a fin de asegurarse de que el enano no intentaba timarla. Una vez que supo que no era así, procedió a tomar ambas espadas para mirarlas fijamente, exclamando algún “ohh” debes en cuando pero sin formular explicación alguna para el desagrado de los allí presentes.
Al final, tras mas de 5 largos minutas de espera la anciana coloco las espadas frente a ella en su mostrados y empezó a explicarles.
-Obviamente son dos espadas cortas muy bonitas, pero eso no tengo que explicárselos, y si, son mágicas aunque creo por sus miradas que eso ya lo sabían. Para su mala suerte no es una gran arma, son poco comunes pero no gran cosa- dijo con cierto desden al mirarlas de nuevo-Estas espadas cortas otorgan una mejora mínima al daño que sufre el enemigo y a la capacidad de ataque del portador, pero solo al flanquear al enemigo y solo si el otro aleado flanqueando porta la otra espada gemela.-

El enano estaba decepcionado, pensaba que aquellos dos tipos portarían espadas algo más poderosas, pero algo era algo: podrían venderlas por algunas monedas más de lo normal. La recogió y se despidió de la anciana lo más educadamente posible, ya que ella había hecho su trabajo. Luego se dirigió hacia sus compañeros y les explicó lo que había aprendido.

- Vaya, así que eso ocurre con las espadas - finalmente Khan le había contado su paso por la tienducha de la anciana y la información sobre las espadas - bueno, aún sacaremos algo por ellas. - ¡Oye mercader, aún tengo negocios contigo! - 

Durante un rato más volvió a discutir con el tendero por la venta de las armas y la compra del equipo que buscase Khan, le pareció que esta vez se mostraba más reticente a hacer negocios con él, seguramente fuera porque esta vez pretendía vender más mercancía de la que pensaba comprar.

Tras las negociaciones se alejaron de allí, un poco insatisfechos con el mercader, pero con las bolsas ligeramente más llenas, y buscaron otra tienda donde obtener más beneficios por las pieles de animales.

El comerciante con el que dialogaba Edvant evalúo lo que ahora le mostraba pasándoselo a un extraño hombre de tez negra que tenia como ayudante. Este le murmuro algo al oído que dejo al tendero pensativo para después emitir su juicio. –Te daré 15 monedas de oro por las dos espadas. A la par te daré 3 monedas de oro mas 60 de plata por cada uno de los arcos ornamentados. Lo tomas o lo dejas?- sentenció extendiendo la mano con una bolsita de monedas.

el enano se mueve por el mercado mirando las interminables hileras de productos, busca una nueva armadura, quizá una de igual versatilidad(ligera) pero mucho mas resistente y protectora valga la redundancia, ademas y quizá algún yelmo con hasta que protegiera su rostro de futuros ataques, una buenas bitas y una grebas apropiadas, un par de anillas para la barba, y si era posible un par de hachas de gran calidad.

Durante un momento hubo discrepancias entre humano y enano por la tienda donde venderían las pieles pero no perdieron el tiempo en discusiones, tras echarlo a suertes se dirigieron hacia el cazador.

Edvant dejó que fuera el comerciante quien se fijase en ellos ante su tienda como dispuestos a comprar algo, les saludase y les enseñase algunas de sus piezas expuestas acompañadas de la pregunta más típica - "¿ven algo que les interese?" - antes de decirle que realmente querían vender.

- Estoy seguro que alguien experimentado con las pieles como usted sabrá apreciar estas dos maravillas, mire que suavidad y que colores tan extraordinarios.

Una vez que hicieron una buena venta del botín obtenido en el Torneo (o, al menos, el enano pensó que era una buena venta), decidió que era el momento de invertir ese dinero en aumentar sus probabilidades de supervivencia. Probablemente, tras su participación en todo aquello, iba a poder recibir alguna que otra suculenta oferta de empleo, así que decidió que mejoraría su equipo. Un herrero que golpeaba el yunque con unos músculos gruesos como troncos le pareció el mejor lugar para empezar. Tras negociar un poco, consiguió una armadura de anillas que pondría sobre una camisola acolchada, deshaciéndose de su maltrecha armadura de cuero por el camino. Aprovechó también para poner sus armas a punto, y luego se dirigió a ver qué podía ofrecerle un alquimista. Sabía que había pociones que curaban las heridas de forma inmediata (había visto su efecto durante el último combate) y quería disponer de unas pocas para su propio beneficio.

el enano se acerca al puesto de un herrero, revisa una armadura de mallas en detalle, y prueba la textura de su calidad, mira al tendero y con un asentir de su cabeza lo saluda: Buen día herrero, ¿que precio tiene esta armadura?,, después de que el herrero responde regatean un rato, tratando de buscar algún descuento por su actuación en la arena, al fin al cabo había dado un buen show. pero sin ningún resultado, al final y tratando de no perder mas tiempo compro la armadura, y pregunto por un par de hachas de batallas con propiedades un poco superiores a las estándar, encontrando dos armas de acero. al verme contento con el nuevo equipo se deshace del equipo viejo tratando ante todo de optener un buen precio por el.

luego de un rato decide visitar a los alquimistas y compra 2 pociones de curación menor, nunca se sabe que se podria encontrar en el camino.

-Por las barbas de un… león rojo!, como han conseguido esto? Este animal es difícil de encontrar. No me digan que se les apareció uno en la torre? Y miren que bien tratada esta la piel, han hecho un buen trabajo- clamó el viejo cazador claramente emocionado ante el hallazgo para luego detenerse a meditar.

-Mira, dado que me interesa mucho esa piel de león rojo que traes contigo, te haré una buena oferta, 5 monedas de oro por ambas pieles. Es mi mejor oferta, nadie te dará mas que eso en este lugar-.

Muchos productos en el mercado, algunos fuera de su presupuesto, productos fuera de su  especialidad. Tal vez podría regatearla y ahorrarme unas monedas, pero estaría faltándole el respecto a su honor.
Solo debía reaprovisionarme para el camino. Compro unas raciones de viaje, odre de viaje y un pan del camino.
Ahora debía esperar, le dejaran marchar de la torre.

para ser un herrero el precio le parece demasiado alto, y debe reconocer que su habilidad para los negocios no es la mejor, así que decide buscar a un compañero mas astuto para que le ayude con esta tarea, se da cuenta que lo que el desea es un trabajo mas personalizado, ya tiene algo de dinero, ahora solo necesita alguien confiable con quien hacer el encargo.

en su mente se aclaran las ideas quiere 2 hachas de batalla que estén modificadas para dejar heridas mas dolorosas y por que no desgarrantes y una armadura un poco mas economica.

Tras hacer una serie de compras, la hora de partir había llegado para los guerreros del amanecer. Ahora su fama les precedía, había sobrevivido a la torre y aunque no habían logrado avanzar tanto como quisieran, eran de los pocos grupos que habían avanzado lo suficiente como para ser vanagloriados por los espectadores. El próximo año tendrían que regresar y mejorar sus hazañas.

Momentos antes de partir se toparon con la llegada de otro grupo que conocieron apenas llegar a aquel lugar; si no mal recordaban se hacían llamar roja escarcha. A aquel grupo les faltaba también un miembro por lo que uno de ellos también había muerto en la torre, y por el aspecto que traían tras salir de las cámaras era claro que habían escapado por poco pues su rostro reflejaba tal alivio que si les perjuraran haber escapado de un mismísimo dragón, cualquiera les hubiera creído.

Cuantas vidas se habría llevado en total aquel extraño lugar, sin duda no habían sido pocos los muertos, sobre todo considerando que los rumores apuntaban a que muchos equipos ni siquiera habían cruzado de la primera cámara. Y mas interesante aun, a donde iban aquellas almas?, por que algo tenia que pasar con ellas; incluso con los cuerpos, que era de aquellos cuerpos no etéreos que se quedaban perdidos en aquel mundo etéreo?. Hasta ahora no habían visto ningún cadáver.

Fuese como fuese, habían sido una gran experiencia para los guerreros del amanecer y a su partida se iban con el orgullo en alto y los bolsillos llenos. Sin duda alguna el próximo año lo harían mejor.

La hora de partir había llegado. Sin duda la experiencia vivida en esta torre había sido dura, no solo para nosotros, sino también para ese otro grupo con el que nos acabamos de cruzar. Me hubiese gustado quedarme más tiempo, avanzar más allá de la tercera cámara, pero dado que casi muero en esa arena de gladiadores puedo dar las gracias a Andraste de haber sobrevivido.

- Bueno chicos, este es el final... por ahora. El año que viene volveremos y demostraremos quienes somos los Guerreros del Amanecer! - le comento a mis compañeros con todo el entusiasmo del mundo.

Pero eso será en el próximo torneo. Ahora toca volver al Círculo. Me vendrá bien un descanso en mi alcoba rodeado de mis libros...