Partida Rol por web

El Despertar del Mal - I - La Llama Eterna

II - El Templo de la Llama Eterna

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25/08/2015, 20:11
Hostawen

Hostawen se llevó el brazo a la cara para taparse de aquella peste. Luego hizo caso a la advertencia de la pitonisa y no se acercó hasta que las circunstancias le obligaron a ello. Punzaba con la lanza los restos de aquellos zombies, no hacía falta decir que llevaban en ese proceso mucho tiempo. Por su parte Rhylen parecía haber encontrado un mapa y monedas de oro, al igual que un vial y un encuentro que tenía pensado el dueño de aquella mochila. -Habrá que dar las nuevas al familiar o al amigo...- dijo referente al tema de la mochila. Sin duda aquel ser cercano estaría agradecido de saber el infortunio que había acaecido sobre esta persona. Por lo menos la elfa estaría contenta de saber sobre Arnama si algo le ocurriese.
-Arnama.- pensó con cierta culpabilidad. El viaje se había dilatado más de lo debido y su mentora llevaba tiempo sin saber de ella. En aquellas catacumbas era difícil discernir el tiempo, pero la elfa calculaba que casi llevaba 3 días entre el viaje y el descanso que tuvieron. ¿Qué estaría haciendo Arnama en estos instantes? Seguramente recorriendo los bosques...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Ok, guardo el oro en ESTADOS DE PERSONAJE.
El vial lo meto también grupal, quien lo quiera que lo coja.

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25/08/2015, 22:54
Alétheia

Alé guardó la daga y el escudo para hacer el trabajo sucio: rebuscar entre los pestilentes cadáveres. Había tenido que limar callosidades, limpiar con esponjas cuerpos enjutos y arrugados, cambiar orinales, cortar uñas de los pies tan retorcidas y sucias que parecían raíces de árboles milenarios. Pero aquello era demasiado y su tez, pálida como la luna, se tornaba de un color ceniciento.

- Déjeme sólo olerlo. El alcohol aliviará mi sentido del olfato.- Imploró al viejo guerrero mientras se alejaba de los cadáveres y sacaba una varita para curar al Sr. Carsson. Después hizo un gesto a Hostawen para que se acercara y hacer lo mismo.- Listos. Ahora yo.- Merecía la pena sufrir heridas para luego experimentar el cálido tacto del Débil.- ¡Oh, síiii!¡Alabado sea! Continuemos pues y acabemos con esto.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Rhylen--->20/24

Hosta--->16/18

Alé--->22/22(El Débil me adora)

Gastadas 4 cargas.

 

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26/08/2015, 00:35
Director

La puerta se abrió sin problemas puesto que ésta carecía de cerradura. La facilidad con la que ésta se deslizó hacia el interior de la cámara de las catacumbas dio la suficiente información a los cuatro compañeros como para entender que había sido utilizada con bastante frecuencia. Era el único camino que podían seguir, si es que no habían dejado atrás alguna puerta secreta, con lo que el origen de los males de los que la cripta se aquejaba debían estar más allá de aquella puerta.

Cuando la luz de las lámparas inundaron el interior de la cámara que tenían más adelante pudieron distinguir que se trataba de una habitación rectangular. En su centro divisaron una fuente cuyas aguas daban la sensación de tratarse de un espejo debido a lo calmadas que éstas estaban. Había sido construida en piedra ytanto su talla como sus adornos eran idénticos a los de las fuentes que habían visto con anterioridad. Sin embargo, sus aguas no. Éstas parecían reflejar poco la luz de la lámpara y carecían de brllo alguno mostrándose opacas y dando el olor de estar estancadas.

 En las paredes, lo que debían haber sido una vez murales maravillosos se encontraban ahora completamente arruinados y las paredes, allí donde éstos últimos estaban colgados, parecían haber sido víctimas de un intenso fuego. 

En la pared opuesta los compañeros vieron entre penumbras un rastrillo de metal levantado. Supusieron que era aquel el que había ascendido ruidosamente al girar la rueda de madera que habían movido entre Rhylen y Hostawen. Más allá de el hueco que dejaba en la pared sólo existía la oscuridad más impenetrable, aunque de ella llegaban, según lo que Hostawen podía apreciar, el sonido inconfundible de multitud de murcielagos.

 

 

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Decidme cómo vais moviéndoos y en qué orden.

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26/08/2015, 18:02
Rhylen Carsson

El hecho de la que la puerta estuviese cerrada permitió a la nueva sala estar menos contaminada del funesto olor de la habitación anterior. Cuando el grupo de aventureros ingresó en ella pudieron ver aliviados su olfatos, aunque no tanto sus malos presagios.

Una nueva sala se mostraba ante ellos. Adornada con una fuente de agua estancada, a la Rhylen no perdía de vista con desconfianza, y una oscura entrada al otro extremo que indicaba el lugar por donde continuar. La joven exploradora fue la primera en percibir el sonido oculto en la penumbra: murciélagos…, o eso es lo que pensaba al menos.

- Hostawen, ¿alcanzas a ver algo?, preguntó en susurros el viejo guerrero. - …parece que no nos quedan muchas opciones a parte de continuar por allí, dijo en referencia a la entrada oscura del otro extremo de la sala. - Avancemos con cautela… y no..., …no molestéis al agua, concluyó mientras comenzaba a dar los primeros pasos para tomar la delantera del grupo.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Si no detecta nada Hosta...que os parece si avanzamos por los pasillos en dos grupos? Encabezando Sig y yo cada uno de ellos.

Si avanzamos en acciones estandar,  me pongo en defensa total  con cada avance por lo que pueda ocurrir xD

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26/08/2015, 18:11
Alétheia

Alé observaba el agua estancada como obnubilada, sin atender demasiado a los ruidos que venían de la siguiente sala, donde un rastrillo levantado indicaba que la rueda anteriormente girada había tenido una consecuencia. Los reflejos en la superficie negra del agua le llamaban poderosamente la atención.

 Es como una balsa de aceite...

Negros y con los mismos reflejos habían sido los ojos de su maléfico padre. No recordaba demasiado de él excepto su maligna risa y sus ojos negros y profundos en los que podías ahogarte. Cuando volvió en sí, se fijó en el final de la sala en el que podían apreciarse las marcas del fuego. Sus propias reflexiones le dieron la idea sobre una posible trampa.

- Quizá no sea agua.- Susurró dejando que la idea calara en sus compañeros.- Esperó a que Hosta por si acaso hubiera alguna trampa deflagradora.

Notas de juego

Yo creo que sería mejor ir todos por un mismo lado. Con Sigmund a la cabeza :) pues es el nuevo pícaro del grupo.

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26/08/2015, 19:16
Hostawen

La elfa entrecerraba los ojos para observarlo todo, Rhylen le alentaba a hacerlo, la sala parecía lúgubre y aquel agua daba mala espina, tras ver en la sala de atrás como salían los cadáveres la elfa se preparó para lo peor. Avanzaba tras Rhylen con el arco en mano y una flecha preparada para lo que pudiese surgir del agua. Se fijaba en que el guerrero no pisara donde no debía, pero había que continuar...

- Tiradas (2)
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26/08/2015, 19:36
Sigmund
- Tiradas (1)

Notas de juego

TS Voluntad: fallo.

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26/08/2015, 19:37
Alétheia
- Tiradas (1)
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26/08/2015, 20:47
Director

Uno tras otro fueron adentrándose en el interior de la sala rectangular midiendo cada paso. Rhylen y Hostawen caminaban por un lateral de la misteriosa fuente mientras que Sigmund y Alethéia lo hacían por el otro. Alétheia pudo ver con más detalle los frisos chamuscados que estaban representados en la pared. Volvían a versar sobre la cruenta batalla que tuvo lugar a las afueras de la cripta contra el grupo de mercenarios al que Ekat Kassen hizo frente junto con los antiguos lugareños del pueblo. La mayoría de las imágenes habían sido abrasadas y arañadas como si aquel que lo hubiese hecho hubiese sufrido un arrebato de locura al verlas. La sala en sí misma parecía albergar la frustración o amargura del causante de todo aquello. Una intensa corriente mágica era perceptible incluso para los legos en la materia como Sigmund y Rhylen.

Fue el más joven de ellos, Sigmund, quien hubo de sufrir en su mente parte de los efluvios de aquel poderoso mal. Llegó del único lugar de donde un podía esperar que llegase: de la fuente estancada. Al contrario de lo que pensaba la Pitonisa del Débil, sí que se trataba de verdadera agua. Sin embargo el mal que en ella yacía la había convertido en un peligro por sí misma. Sigmund no pudo evitar mirar hacia la superficie en calma de sus oscuras y opacas aguas. Lo que allí vio lo dejó helado. Era una representación de su rostro, alargándose y deformándose hasta que la carne abandonaba su cráneo goteando como si de miel se tratase. En cuestión de segundos el reflejo en el agua acabó siendo una calavera sonriente reflejo de él mismo.

 

 

 

 

 

 

 

 

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26/08/2015, 21:00
Sigmund

¡NOOOO! – Gritó Sigmund con todas sus fuerzas mientras llevaba las manos a su rostro. ¡ME MUERO! ¡MI CARA! ¡NOOOO! – Volvió a gritar con redoblado esfuerzo echándose hacia atrás y empujando a Alétheia a un lado. ¡VOY A MORIR!

El joven corrió hacia la puerta que acababan de cruzar presa del pánico y con el rostro desencajado. Para sus compañeros, que no veían más reflejo en las aguas que sus propias caras un tanto distorsionadas, todo aquello les pilló un tanto por sorpresa. No obstante ninguno dudó que aquello se trataba de algún efecto mágico que se había adueñado del joven guerrero.

Si todo el mal hubiese quedado en un susto, por muy intenso que éste fuese, tampoco hubiese sido gran problema; por el conocimiento que la Pitonisa de la decrépita divinidad poseía acerca de tales hechizos, éstos no solían durar mucho y rara vez acababan con la vida de aquél que los padecía. Pero sufrir un ataque de pánico como ése en mitad de una cripta infestada de muertos vivientes no era el mejor lugar para experimentarlo. Los gritos de Sigmund resonaron por la sala como si de la cámara principal de un templo se tratase. Pronto, escasos segundos después de que Sigmund abandonase la sala, las vocecillas de los murciégalos comenzaron a intensificarse.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Sigmund corre 40' hacia la sala anterior.

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26/08/2015, 21:13
Rhylen Carsson

Rhylen, junto al resto de sus compañeros avanzaron con sumo cuidado y guardando en todo momento el silencio por si el mal que se ocultaba tras la puerta del fondo no era aún conocedor de su presencia allí.

A mitad de camino, una extraña e incómoda sensación recorrió el arrugado cuerpo de Rhylen. Algo indescriptible para él pero que sí supo al instante que se trataba de magia arcana. De pronto los gritos del joven Sigmund alertaron a todos, echando al traste cualquier intento por pasar desapercibidos - ¿Nos atacan?. El viejo guerrero no podría estar más confundido, Sigmund era presa de algún tipo de conjuro que le hizo entrar en pánico y echar a correr despavorido.

-¡¿DÓNDE VAS MUCHACHO?! ¡¡CALMATE!!, le gritó al verlo correr. – ¿NO VES QUE SE TRATA DE UN MALDITO TRUCO? ¡¡¡MAGIA OSCURA!!! ¡¡¡ES TODO MENTIRAAA!!! ¡MENTIRAAA!... Díselo tú Alétheia..., dijo intentando que la pitonisa le hiciera entrar en razón…

Ver correr a ese pobre muchacho y haber delatado sus posiciones con tantos gritos hicieron entrar en cólera a Rhylen. – Ya estoy harto…, dijo en voz baja claramente enojado y negando con la cabeza… - ¡¡ESTOY HARTO!!, gritó iniciando la marcha hacía la puerta del fondo con decisión… - ¡¡¡MALDITOOOOO!!! MUESTRATE Y ACABARÉ CONTIGO…. ¡¡¡BASTARDOOOOOOO!!!

Al llegar a la altura de la puerta, Rhylen comenzó a golpear con su espadón los hierros del rastrillo para hacer salir aquello que se ocultase en las sombras. – ARRRRRRRRRRGGGG, CUBRIOOOOSSSS, MUCHACHOS…  ¡¡¡YA VIENEN!!!, alertó a los jóvenes mientras pegaba su espalda contra la pared y empuñaba con fuerza su arma, dibujando una extraña sonrisa en su rostro. – Venid a mi… Vamos... venid... 

Notas de juego

Me situo a la derecha de la puerta con la espalda pegada a la pared. 

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26/08/2015, 21:55
Hostawen

Muy concentrada avanzaba al filo de las aguas, vigilando por lo que pudiese avecinar. Nada le puso en ante aviso de que el peligro sería Sigmund. Un grito le puso los pelos como escarpias. -AAAah.-  Un gritito salió de la elfa que no pudo contener el susto que le produjo el guerrero. Parecía que Sigmund había caído preso en alguna especie de hechizo. No pudo reprimirse y tuvo que huir despavorido. La elfa aún con el corazón desbocado, oteaba a izquierda y derecha en busca de enemigos. Rhylen no parecía poner calma, sus gritos alarmaban aún más a la elfa. Hostawen no pudo más que apoyar la espalda contra la pared para así sentir cierta seguridad y avanzar hasta colocarse al lado de Rhylen. Cerca de la pitonisa pudo tranquilizarse y hablar. -¿Que-Qué pasa?- susurró buscando explicación a los miedos de Sigmund y a los gritos de aquellos murciélagos, parecía que el nigromante estaba cerca y estaba mostrando parte de su poder.

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26/08/2015, 23:22
Alétheia

- Ha sido presa de un conjuro, un conjuro oculto en el agua estancada.- Explicó muy calmada Alétheia a la elfa.- Hemos limpiado esa zona de peligros, Dejemos que se le pase y vuelva cuando recobre el valor.- Diferente hubiera sido que el joven guerrero hubiera salido directo hacia los murciélagos que sospechaban se situaban en la siguiente habitación.- Si hay murciélagos...- Dijo mirando a la exploradora del grupo.- ¿Qué es lo mejor para combatirlos?- Ya había sufrido lo suyo en los últimos combates y no quería que la sacaran la sangre hasta dejarla como una uva pasa.

Notas de juego

Saco maza y escudo.

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27/08/2015, 05:21
Sigmund

Los gritos del joven Sigmund sumados a las maldiciones e insistentes golpes de Rhylen fue un reclamo para el enjambre de murciélagos que habitaban la cámara contigua a la que actualmente ocupaban los tres peregrinos. Éstos animales, acostumbrados a una vida tranquila en la imperturbable oscuridad, habían visto alterada su existencia desde el mismo día en que comenzaron los aciagos acontecimientos que cambiaron el devenir de la cripta. Por motivos que tanto Rhylen como las dos mujeres ignoraban, éstos, aunque pequeños, se habían visto forzados a hacinarse en grandes cantidades en los huecos dejados por las grietas del techo que existían en las catacumbas. Ahora su número alcanzaba los varios centenares y aunque al principio comenzaron a surgir en número reducido, en un abrir y cerrar de ojos grandes nubes de ellos aparecieron por el hueco de la puerta que había frente a Rhylen. Sus agudos chillidos sólo eran una leve molestia comparados con el batir de centenares de alas sobre las cabezas de los compañeros. 

¿Qué? ¿Qué está pasando? - Se dijo Sigmund cuando recuperó el control de sí mismo en la habitación donde sus compañeros habían derrotado a los zombies. ¿Dónde estoy? ¿Señor Cars...? - De pronto el sonido del enjambre de pequeños mamíferos llegó hasta sus oídos. ¿Pero qué demonios?

¡Aguanten! - Gritó con todas sus fuerzas mientras buscaba su preciada cadena, la cual había dejado atrás en el momento en que huyó despavorido.

 

 

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Iniciativa Sigmund: 23

Iniciativa nube de murciélagos: 9


Enjambre de murciélagos (2 )CA 16, toque 16, desprevenido 14 (+2 Des, +4 tamaño)  13 pg

 

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27/08/2015, 09:20
Alétheia

 

Turno 1

 

No le dio tiempo a la elfa a contestar a Alétheia cuando ésta ya se lanzaba como una loca, maza en mano, contra el enjambre de murciélagos.

- ¡Aaaaaaaah!- El fuerte golpetazo con la maza hendió el aire, haciendo que casi la Pitonisa perdiese el equilibrio. Otra delirante broma del Débil, que volvía a poner a prueba la resistencia de su acólita más fervorosa.

- Tiradas (2)

Notas de juego

- Acción completa. Ataque en carga vs enjambre. +1AB+3 (FUE)+1 (GC)+2 (carga , si puedo)=+7. Fallo. He supuesto que el espacio que ocupan los enjambres es lo coloreado en rojo, entonces podría cargar.

- CA:16-2 (carga)=14

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27/08/2015, 17:17
Hostawen

La elfa estaba apunto de contestar a Alétheia cuando una cantidad alarmante de murciélagos apareció. La oronda pitonisa se lanzó a ellos maza en mano para abatirlos, pero el sentido de los murciélagos era asombroso. La elfa se propuso probarlo y la primera flecha encontró un hueco entre los mamíferos, pero sólo era una astuta estratagema que había realizado la elfa para hacer que se apilasen, allí fue la segunda flecha que ensartó a un par de murciélagos. -Haz que se junten y luego ataca.- dijo la elfa en voz alta para que sus compañeros imitasen la estrategia a seguir.

- Tiradas (5)

Notas de juego

La flecha se salva...

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27/08/2015, 18:42
Rhylen Carsson

Al principio sólo parecían ser una puñado de ellos pero poco a poco, y como si cada uno de ellos fuese despertando a otro más, el sonido de los murciélagos fue en aumento haciendo pensar de que se trataba de una jodida horda. – Ohh, ohh…, pensaba el guerrero mientras mantenía su espalda pegada firmemente contra la pared.

Pasó poco tiempo para que aquellos animales de la oscuridad comenzasen en salir a tropel después del reclamo del guerrero. Rhylen fue paciente en actuar al ver como comenzaban a revolotear por la habitación si caer en la cuenta de su posición.

- ¡¡AHORAAAA!!, se animó finalmente golpeando al aire con su espada. Fue trazando varios golpes rápidos de arriba abajo justo en la entrada de la puerta, sin ningún tipo de control, cual picadora de carne… No impactar en alguno de aquellos sucios bichos sería simplemente una desafortunada casualidad… Sin embargo pronto comprobó que sus golpeas hacían efecto cuando contemplaba como caigan trozos de murciélagos al suelo… - ¡OS VOY A HACER PAPILLAAAA! 

- Tiradas (5)
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27/08/2015, 21:05
Alétheia
- Tiradas (1)
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27/08/2015, 21:36
Director

Los cuerpos de los pequeños murciélagos caían por decenas a los pies de Rhylen y Alétheia cuando las flechas de Hostawen y el mismo espadón del guerrero surcaban el aire ocupado por el negro enjambre. Fue así como en un abrir y cerrar de ojos la mayor parte de aquella nube formada por centenares de alas y pequeños ojos rojos acabó dispersándose por la habitación para después abandonarla por la puerta por la que había salido Sigmund. El muchacho, que ya venía de regreso, hubo de agacharse para evitar que los murciélagos le golpeasen la cara, cosa que no era muy de su agrado pues aún su corazón latía desbocado.

No obstante, aunque gran número de éstos habían perecido y más aún habían huido, hubo más que entraron en tropel por el hueco de la puerta. Rhylen, continuaba repartiendo tajos a diestro y siniestro, por lo que, como ya estaba puesto en tarea, aquellos murciélagos que entraban caían igualmente víctimas de los tajos del afilado espadón.

Al final, cuando quisieron darse cuenta, la mayoría de los murciélagos habían desaparecido y a su alrededor sólo quedaban cadáveres o algunos a los que los tajos habían dejado malheridos, aunque estos últimos pronto se unirían a sus congéneres cuando las ratas diesen cuenta de ellos.

Sea como fuere, tras aquel rápido episodio, los compañeros se encontraron de nuevo frente a una habitación repleta de nichos vacíos al igual que la que habían dejado atrás. Cuando entraron en su interior, siguiendo el mismo procedimiento que habían hecho con anterioridad, se percataron de que al menos esta vez no habrían de enfrentarse con más zombis. Los restos de esqueletos que allí encontraron estaban destrozados y con dificultad podría armarse uno completo a partir de aquellos restos. Como no había nada de valor en la cámara, cosa que vieron rápido, decidieron continuar por el único camino posible: un estrecho pasillo que giraba por dos veces hasta llegar a una desvencijada puerta. Grandes grietas surcaban su superficie como si una terrible espada o hacha hubiese estado largo rato golpeándola insistentemente. A través de sus muchos agujeros los compañeros escucharon y observaron por si encontraban algún sigo de vida, o mejor dicho de no vida. Cuando comprobaron que esto era así la abrieron con facilidad y entraron al interior de la siguiente cámara.

Esta vasta cámara mostraba un alto techo abovedado en el que existían, al igual que en la catacumba que habían dejado atrás, signos significativos de daño con numerosas grietas y amplios agujeros. En el centro de la habitación un puente de diez pies de ancho cruzaba una profunda sima cuyo fondo estaba tan lejano como la imaginación de cada uno pudiese asignarle. A otro lado del puente, un par de estatuas de piedra que representaban a dos aldeanos sonrientes portando escudo y lanzas velaban la cámara magna de la cripta bloqueada tras un imponente conjunto de grandes puertas dobles de latón. El fin del camino estaba cerca.

Notas de juego

Puntos de experiencia: 150 px

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28/08/2015, 09:36
Alétheia

- Wow, Sr. Carsson...usted es..es increíble.- Decía estupefacta Aléthéia por la fuerza demostrada por el guerrero anciano.- Y tú también Hosta, menuda puntería.- La Pitonisa agachó la cabeza cuando fue el turno de Sigmund y el suyo propio. Resignada ya a seguir a dios al que otros llamaban despectivamente el Flojeras, Alé sabía que tarde o temprano podría demostrar su poder, como ya había hecho en otras ocasiones. Caminaron por más habitaciones repletas de nichos pero ésta ya sin repugnantes zombis a los que enfrentarse. Al llegar a la última habitación, la de la gran cúpula, Alé se detuvo para dirigirse a sus compañeros.

- No parece que quede mucho más. Ahí delante tendremos la sala en la que descansan los restos de Ekat Kassen y, en teoría, la Llama Eterna.- Apretó con tanta fuerza los puños que los nudillos se tornaron más blancos aún. Si alguien se había atrevido a molestar el descanso eterno de su héroe iba a pagarlo caro. Limpiaría aquella cripta del mal que la acosaba y volvería victoriosa a Kassen portando la Llama Eterna. Se entretuvo en recoger tres cascotes del suelo y, con una tiza que sacó de su mochila, les hizo tres marcas que simulaban el símbolo de su Dios, El Débil.- Qué el tembloroso pulso del Deforme guía nuestros pasos.- Una extraña luz se apoderó de los guijarros convirtiéndolos en mortales armas contra los no muertos.- La última vez que usé mis artes adivinatorias detecté una presencia muy intensa. Debemos estar preparados para todo. Terminemos con esto de una vez.- Guardó las piedras en un lugar accesible en caso de necesitarlas y avanzó junto a sus compañeros escudo en mano.

Notas de juego

Uso conjuro piedra mágica. 3 guijarros daño 1d6,30 minutos, +1 ataque y daño (2d6+2 contra no muertos)

Arrojadas tienen 20´de alcance.