Partida Rol por web

El Teniente Taylor escucha tu historia con una suave sonrisa en el rostro y los ojos en ti, sin dejar ver ninguna reacción a lo que le cuentas

Teniendo en cuenta que esto es una dependencia policial, lo siento, pero lo más fuerte será un café bien cargado, Jason… dice, ordenando que te traigan uno doble mediante un interfono

Así que te topaste por casualidad con esta dama, Selene Gallio, en ese bar. ¿Cierto? Te pregunta mientras te muestra en la pantalla de su ordenador una foto de ella

Lo de reina es un tratamiento formal que reclama para ella. De hecho, dirige una especie de ciudad-estado en la Amazonia, Nova Roma y ha reclamado su reconocimiento como estado soberano ante las Naciones Unidas…

Mientras tanto, goza de pasaporte diplomático brasileño, lo que le concede un alto grado de impunidad…

Mac enarca una ceja cuando le cuentas lo del viaje en taxi y lo del conserje, pero en vez de decir algo al respecto, contesta tu pregunta sobre sus métodos

Un  alto grado de observación es necesario en todo agente del CSI, y más en los que hacen labores de campo, recogiendo pruebas en los posibles escenarios criminalísticos… Y sí, un buen CSI es capaz de descubrir eso, e incluso cosas aún más sutiles…

Si otro día quieres, puedes venir solo o con alguno de tus amigos y os haríamos una visita guiada por nuestras instalaciones, Jason… pero ahora, por favor, prosigue con tu versión de lo ocurrido.

Estábamos en que tras un lento viaje en taxi, el conserje cayó ante ti. Continúa, por favor…

Su tono continúa siendo cortés y educado a tope, pero puedes intuir que está leyendo en ti mucho más de lo que le dices…
 

Chasqueo la lengua. Café, odio el café. La bebida de los adultos, la muestra de que has dejado de ser un adolescente insoportable para convertirte en un adulto insoportable. Bah. Rechazo la oferta, prefiero un refresco. ¡Un refresco! CocaCola, a poder ser. Al fin y al cabo, era mi bebida preferida antes de descubrir la bendita cerveza y whisky.

- Casualidad, casualidad... dudo que fuese casualidad, me conocía -Me encojo de hombros, abriendo la lata-. Pero no es algo que me interese mucho, la verdad. Que haga lo que quiera, si se quiere considerar reina que se lo considere... pero que no me toque las pelotas, por Dios, ya me duele suficiente la cabeza como para tener que soportar a una mujer con aires de grandeza y grandes tetas.

¿Y quería que yo fuese a una fiesta con ella? Je, cuando me guste que me conviertan en momia se lo diré. Mientras, que se folle a sus putos perros como la puta perra que es. No olvidaré tan fácilmente que me la ha jugado...

- Eer... sí... Miré a ver en qué planta se había parado el negro que me robó el vaso, así que subí. La música estaba a tope y nadie respondía, así que abrí con mi pierna maestra. Entré y busqué el vaso en la mochila que le había visto llevar al negro, pero no había nada. Entonces apareció, estaba acojonado y decía algo de que no quería quedarse seco por fuera y dentro.

Ahora entiendo lo que decía.

- Entonces se lanzó sobre mí, me aparté y cuando quise darme cuenta estaba convertido en una tortilla de patatas en la acera -Me encojo de hombros. Bueno, queda a las claras que no estoy muy afectado por su muerte-. Cosas que pasan, habría preferido sacarle a puñetazos lo del vaso pero... Total, que subí arriba y me encontré con tres cadáveres momificados. No me fijé mucho en los detalles, estaba más ocupado... hmmm... -Mierda, no les puedo decir que vomité, se creerían que soy un picha-floja- intentando entender qué coño había pasado. Vi la pistola, una de las momias había intentado cogerla, así que la agarré por si acaso aparecía Selene. Y... bueno, escuché la policía y llamé a Hank. El resto ya lo conocéis, imagino.

Me vuelvo a inclinar en la silla, cruzándome de brazos. Ya he dicho todo lo que tenía que contar.

- ¿Puedo irme ya? Hay una Harley que quiero conducir.

Mientras hablas, la detective Bonasera entra con un dossier, que le entrega al Teniente

Aquí tienes los preliminares, Mac. Si necesitas algo más…

El Teniente ojea el contenido rápidamente y niega con la cabeza No creo, Stella, pero si te necesito te llamaré, gracias

Entonces vuelve a mirarte y a mostrar aquella sonrisa suave tan desconcertante

Bueno, Jason. Los preliminares descartan cualquier signo de lucha en el cadáver de Leroy Martin, el hombre que sustrajo el vaso y terminó aterrizando sobre la acera. Leroy era conocido en el mundillo del lifestyle como Mr Zero, un dominante bastante bien relacionado…

El único signo de violencia es la puerta rota, pero a no ser que el dueño del dúplex quiera denunciarte por eso, tampoco aquí hay problema.

Las dos chicas parecen ser azafatas de congresos que se ganaban un sobresueldo yendo a fiestas privadas, y no creo que tengan más importancia en lo ocurrido. Estaban en el lugar equivocado en el momento erróneo.

El varón momificado, sin embargo, es otro cantar. A falta de comprobar sus huellas, parece ser Carlos Alberto Salazar, hijo del dueño del piso: Humberto Bolívar Salazar. La mala noticia es que el fallecido era el primogénito de Humberto, cabeza del Cártel colombiano de los Salazar…
En el dúplex se ha encontrado una maleta llena de cocaína, que al parecer Carlos Alberto usaba como moneda de cambio para organizar fiestas sonadas…

Mac está hablando cuando, de pronto, entra en el despacho un CSI en bata de laboratorio. Tiene aspecto risueño y casi parece un oso de peluche por su tamaño y su forma de ser

Mac, aquí tienes estos análisis que… oh, vaya… el Capitán América! ¿Puedo estrechar su mano, señor? Usted ha sido mi héroe desde niño! dice el recién llegado, mientras el Teniente apenas puede contener la risa

Capitán, Jason, les presento al CSI Adam Ross, que por lo visto tenía algo urgente que traerme… Venga, Adam, ya le pedirás un autógrafo a la salida, pero ahora déjanos terminar, ¿ok?

El CSI Ross se disculpa ante su evidente mala excusa en un tono aturullado, y una vez sale, el Teniente vuelve a hablar

Bueno, como íbamos diciendo, no hay a primera vista nada que incrimine a Jason en todo lo ocurrido, así que salvo que aparezca alguna prueba incriminatoria, que lo dudo, el fiscal lo considerará simplemente un testigo de lo ocurrido.

Por todo ello, puedes irte, Jason. Vamos a tramitarte la licencia de armas que el Capitán nos ha comentado, ahora con más motivo, porque nunca se sabe lo que puede llegar a pensar o a hacer un narco colombiano tras la muerte de su hijo dice mientras teclea rápidamente en su ordenador

Bien, el CSI Ross les entregará el provisional de la licencia. El original pueden recogerlo a partir de una semana informa el Teniente, mientras se levanta para despedirse

Jason, esa mujer, Selene, es un enemigo peligroso, si has llegado a enemistarte con ella. Y un narco colombiano también puede serlo. Si yo fuera tú, pensaría en pasar una temporada fuera de la ciudad…

Tras despediros del Teniente Taylor y que el Capi intercambie el provisional de tu licencia de armas por un par de autógrafos con el CSI Ross, bajáis hacia el aparcamiento, donde se encuentra la Harley del Capitán…
 

Comienzo a "escuchar" lo que me dice el Teniente. La verdad es que no me interesa en absoluto quiénes son o dejan de ser los cadáveres. Como acabo de decir, son cadáveres. ¿Qué importancia pueden tener cómo se llamen o quiénes fueron unos cadáveres, para mí? Ése es su trabajo, no el mío. Podría haber dormido esta noche sin saber cómo se llamaban. De hecho, creo que ya ni me importa cómo murieron, salvo el hecho de saber cómo defenderme ante un ataque de Selene.

La parte que sí me llama la atención es la de que uno de los momificados fuese el hijo de un narcotraficante. ¿En serio? ¿Ése con el oro por el cuerpo? Estoy seguro de que ése hubiese muerto por el propio peso de sus cadenas si se le hubiese echado en el río. Er... me desvío de lo principal. Hijo de narcóticos. Vende coca. ¡Mierda! Seguro que podría haberle quitado más pasta que 2500 pavos. Seré imbécil.

Desvío la mirada hacia el miembro del CSI que aparece, el de la barba (sí, le recuerdo del documental aquél), pero pierdo cualquier interés en lo que podría haber dicho al pedirle un autógrafo al Capitán América. Vergonzoso. Vuelvo a dirigir mi mirada al Teniente Taylor, soltando un pequeño suspiro al decirme que soy libre de cualquier cargo. Y menos mal, no sabría si aguantaría en la cárcel con tanto marica suelto. Y que no, si algo nunca voy a hacer es ir a la cárcel. No quiero caer al mismo nivel que mi padre. Antes muerto... él, claro.

Otro que se dedica a dar consejitos... suspiro, exasperado. ¿Pero quiénes se creen que son?

- Sé cuidarme y, en cualquier caso, no tengo miedo a unos putos sudacas que venderían drogas incluso a niños -Gruño-. En cuanto a Selene, ésa putita no va a echarme de Nueva York.

Porque no. Si alguien tiene que echarme de Nueva York, ése serán Hank y los de la Escuela tras haberla liado gorda. Muy gorda. Gordísima. No una furcia que va de vete-tú-a-saber. Me levanto, ha dicho que ya podemos irnos. En silencio acompaño al Capitán América hacia el párking, no porque tuviese precisamente ganas de volver a la Mansión, claro... habría preferido desviarme aprovechando que camino tras él, pero... bueno, supongo que hay veces que tienes que tragar. Lo intentaré.

No puedo evitarlo, vuelvo a admirar la moto. Y pensar que, con suerte, ahora me tocará a mi conducirla...

- Creo que todo estaba puesto para que yo lo encontrase, incluso el tío que cayó por el balcón -Le digo-. No sé, noto un "algo". Creo que alguien va a por mi. Primero los centinelas, ahora ésto.

Juegan sucio. Y aquellos que juegan sucio, merecen quedarse como vegetales.

Desde luego, lo del vaso parece claro que era para conducirte hasta ese apartamento donde había los cadáveres. Lo del conserje y lo del hombre que cayó me parece más que fueron víctimas colaterales… pero desde luego, esa tal Selene no creo que haya montado todo ese número por mera diversión…

El Capitán no te pregunta nada más, ya que en el fondo sabe que no es asunto suyo, a menos que Hank o el mismo Jason quieran. Se acerca a la Harley y girándose, te tira las llaves con una sonrisa

Vamos, tú conduces hasta llegar a la mansión. Procura respetar las normas de circulación, que las exhibiciones ya las haremos luego, ¿de acuerdo? Dice esperando a sentarse detrás de ti. Y como si intuyera tus reticencias añade riendo Tranquilo, ir de paquete tampoco es lo mío, pero no hará falta que me agarre a ti…

¿¡Veis!? ¡El Capitán América me dá la razón! Daños colaterales, es lo que hay, estaban en el lugar menos indicado, en el momento menos indicado y tocando los huevos a alguien poco indicado. Bueno, éso último mejor que quede en secreto entre nosotros, ¿verdad?

Cojo las llaves al vuelo y me dedico bastante rato a seguir admirándola, por los dos lados, antes de subirme. Fuah. Uno se siente... Entre la de Logan y la de Capitán América... Fuah. Lástima que ésta vaya a tener que conducirla como una viejecita... la de Logan sí la disfruté, en autopista. Hmmm... qué gozada notar el tacto del chasis en mis manos. Y el manillar... oh, sí. Creo que voy a tener un orgasmo.

¿Respetar las normas de circulación? Je, he bebido lo suficiente como para incumplir las normas en cuanto el motor ruge como sólo una Harley puede rugir. Dios, es una pasada que el sonido del motor de la Harley esté registrado. Seguro que los paletos de la Mansión no tienen ni idea de éso*.

- Éso espero, o te tiraré de la moto -Gruño, con una sonrisa un tanto ambigua. Aún yendo de broma, me gusta no dejar claro cuándo digo la verdad y cuándo miento. Una vez se ha subido y me cerciorado de que su cuerpo está mínimo a una distancia prudencial de cinco centímetros, arranco. Ooooh.

...Bueno, he de reconocer que no es tan divertido como ir por la Autopista. Pero mola éso de que se te queden mirando, hacer rugir al motor y enseñar el dedo del medio a los envidiosos e inútiles ciudadanos de a pie. Casi me salto un STOP, una de ésas cosas inútiles que ponen para regular el paso, pero a parte de éso todo ha quedado en un fugaz semáforo en rojo (se puso de dicho color justo en el momento que pasaba) saltado e ir a 60 en una de 40 cuando nos aproximábamos a la Mansión.

Me paro frente a la verja de la Mansión y suelto un gemido de placer, algo así como un "¡Oh, Dios, sí!". El puto amo de la carretera, sí señor. Sonriente, me bajo de la moto.

- Creo que alguien le ha sacado las telarañas del motor a tu preciosa moto -Me desperezo estirando los brazos y vuelvo a mirar a la moto con los mismos ojos con que un padre primerizo miraría a su hijo recién nacido-. Creéme, si no quieres que se te escacharre, debes darle caña de vez en cuando. Si quieres algún día le echo una ojeada, ya sabes, mantenimiento. A cambio de un par de vueltas, claro.

Dirijo una mirada de reojo a la Mansión. No sé si tengo muchas ganas de entrar. Bueno, ¿qué coño? Sí lo sé. No tengo nada de ganas de entrar. Por mi, me daría la vuelta y volvería irme de bares. Éso sí, rompiendo luego cualquier vaso que haya utilizado, faltaría más. Lo que es obvio es que no tengo ganas de soportar ningún sermón más. Ni tengo ganas de aguantarme y permitir que Miles se siga chuleando de algo que no debería. ¿Ganó? Sí, me dió una patada en los cojones. Es obvio que ganó. Pero éso no le hace intocable y, obviamente, si utilizara mi poder la balanza se desequilibraría demasiado a mi favor.

¡Pero no puedo hacerlo! Me caería una buena y... agh, qué dilema. ¿Dejar que Miles siga vacilando o enseñarle una lección? Mejor, ¿por qué no evitar tomar ésta decisión yéndome de cañas? Miro al Capitán y, aunque en un primer momento voy a decírselo, finalmente me encojo de hombros y llamo al timbre.

- Vuestra peor pesadilla ha vuelto -Gruño, cuando responden. En fin, tampoco todo es tan malo. Está Haruka. ¡Y hay whisky gratis! - Creo que necesito un cigarro...

Dicho y hecho, me saco el paquete y me enciendo uno, saboreando la primera calada y disfrutando cuando expulso el humo. Oh, sí. Dicen que no hay nada como un cigarro después de un buen polvo, pero yo digo que no hay nada como un buen cigarro después de conducir una Harley. Supera con creces las maravillas sexuales de la mente de la más ardiente mujer.

El Capitán sonríe divertido ante la propuesta de Jason Ya te presentaré a Jonathan Coulson, el mecánico que me la construyó. Seguro que los dos disfrutaréis hablando de motos… y desde luego, si quieres, no hay problema en que le des un repaso de tanto en tanto, cuando pases por aquí a cambio de dar una vuelta

El superhéroe ve tu mirada hacia la mansión y parece entenderte No hay nada de qué preocuparse, Jason. En serio, volver no quiere decir hacerlo con la cabeza baja, para nada. Sé que has tenido más de una bronca con Hank, y que ayer noche te las tuviste con Miles, pero a todo eso hay que darle la importancia justa, ni más ni menos.

Hank volverá a intentar soportar tu carácter, a poco que tú pongas algo de tu parte, y Miles, bueno… no hay nada que no pueda arreglarse hablando un rato en la sala de combate, si hace falta. Pero o no conozco bien a Miles, o en cuanto te vea va a estar más preocupado por lo que te ha pasado y deseoso de disculparse que de seguir esa disputa que ambos parecéis mantener…

Estáis los dos hablando frente a la puerta principal de la mansión, y el Capi te hace gesto de si quieres entrar ya o prefieres charlar un rato más y fumarte otro cigarrillo…
 

Guardo silencio mientras miro la Mansión, aunque desvío mi mirada para observar al capitán cuando menciona que no tengo que entrar con la cabeza baja, bla bla bla. ¿Y a quién coño le importa éso? Odio que hablen como si supieran lo que pienso. Odio que hablen como si me conociesen. Lo odio.

Abro la boca para responder, pero algo me dice que es mejor que me calle, por lo que me encojo de hombros y vuelvo a sacar otro cigarro. El segundo en menos de diez minutos. Hay veces que es así: o no fumo nada en media hora o van cayendo cigarros uno tras otro nada más acabarlo. Escupo al suelo.

- ¿A quién le importa Miles? -Gruño, finalmente. Es cierto, ¿a quién coño le importa Miles? Él no me interesa en absoluto. La pelea fue con él al igual que pudo ser con Jack, Simon o el otro chaval tan callado que se llamaba... se llamaba... bueno, se llamaba.

Apuf, lo sabía. El viento en la cara, el sonido de la Harley y el tacto de ésta bajo de mi me había quitado el dolor de cabeza, pero es reaparecer aquí y... mierda, todo por debérselo por haberme sacado del marrón, joder.

- ¿Podrías dejarme cinco minutos a solas... por favor?

Espero a que entre o se vaya, observándole hasta que le pierdo de vista, momento en el cual saco el móvil y marco un número.

- ¿Tía Abigail? Soy Jason -Murmuro, con la voz colmada de serenidad y tranquilidad. Esbozo una sonrisa y espero hasta el momento justo, cuando estoy seguro de que es él quien habla y no "tía Abigail"-. Buenos días. Imagino que ya conoce el "incidente" de los apartamentos. Bien, sólo decir que si le puede transmitir de mi parte un mensaje a Selene, se lo "agradecería": que meta sus putas tetas en otra parte y que la próxima vez que vuelva a verla o alguno de ustedes intenten jugármela otra vez, juro por Dan y Wendy que ésto no quedará así. Habíamos hecho un trato y lo estáis comenzando a incumplir, así que... ¡No, escuche usted! Me la suda quien sea. Me la suda que me puedan matar y me la suda que puedan entregar pruebas a la policía. Juro que como me volváis a tocar las narices, os acordaréis de quién coño soy aunque para ello tenga que palmarla. Recuperaré el "objeto" que buscáis a cambio de Dan y Wendy, pero a MI manera. Sin juegos, sin trampas y sin tocarme las narices. Si queréis enviar niñeras, adelante, pero que ni se me acerquen. 

De la rabia, lanzo el móvil contra el muro de la pared y lo destrozo. Jadeando, me quedo mirando los restos del teléfono con la sensación de que acabo de cabar mi propia tumba. ¿A quién coño se le ocurriría amenazar y hablar así a un importante hombre del hampa? Bueno, está bastante claro quién. Cojo la tarjeta SIM de los restos del móvil y llamo al timbre de la mansión, con cara de cabreo monumental.

El Capitán accede sin problemas a dejarte un momento a solas para hacer tu llamada

La persona al otro lado del teléfono se queda bastante sorprendida por lo que le dices. Intenta razonar contigo y decir que no tiene nada que ver con lo que ha hecho Selene, pero llega un punto en que él también se cabrea

Ahora escúchame tú, mequetrefe. No sé quién narices te crees que eres para hablarme así. Si chasco los dedos, ni los jodidos Vengadores ni los X Men ni Cristo que los fundó evitará que te envíe al otro barrio de una forma que te juro no va a gustarte nada.

Y sobre tus amiguitos, más te vale cumplir con nuestro acuerdo y hacerme llegar el “objeto” en cuestión en condiciones, porque si no en cuanto los encontremos, que no andamos lejos, le daré a Selene al Danone para desayunar, y puede que la nena le caiga en gracia y ella la acepte como mascota, o la entrene para ser tan bella persona como esa zorra es… ¿te enteras?

Mientras no cumplas, te enviaré lo que quiera para controlarte, porque no estoy seguro de que no me la vayas a jugar, y eso no estaría nada bien…

Y ahora deja de darme la vara, porque si no me voy a enfadar de verdad. Cuando vuelvas a llamarme, hazlo con novedades!

El Capitán enarca una ceja al ver el móvil destrozado Una forma un poco radical de cortar la conversación, ¿no? Venga, dentro le diremos a Jarvis que te dé un móvil nuevo, y poniendo la tarjeta de éste, todo solucionado…

Subescena para el acto benéfico de Central Park

Cuando os vais acercando veis que hay un buen gentío. Muchos niños y niñas de todas las edades acompañados por sus familias, pero también jóvenes, parejas e incluso gente mayor.

Los voluntarios se mueven arriba y abajo con diligencia, encargándose de atender a quien lo necesite. Hay puestos de limonada casera llevados por niños y las girls.scouts también tiewnen los suyos para vender sus afamadas galletas...

Hay un escenario en medio de la pradera que hay libre, y desde él un animador ha estado entreteniendo al personal hasta este instante.

Cuando os acercáis, un individuo vestido de forma completamente informal y tocado con un sombrero raído coge el micro ys os presenta, con una voz que os es harto conocida!

Bienvenidos, niños y niñas, y demás familia... y bienvenido todo aquél que está aquí para disfrutar del evento. Éste es un acto benéfico destinado a las escuelas de los alrededores de Central Park, así que por favor, vayan aligerando sus billeteras o chequeras, si no quieren que envíe a mis piratas a hacer la recaudación!

Y aquí están ya los organizadores y alma de este acto... los únicos, los incomparables, los míticos Veeeeengadores! Este año les acompañan, además, miembros de los X Men y un  grupo de nuevos alumnos de la escuela Charles Xavier!

Un aplauso para todos ellos, y muy especialmente para estos jóvenes voluntarios, que están aquí para deleitarnos y asombrarnos con sus proezas!!!

Tal y como os vais acercando veis la cantidad de gente, el escenario, el espacio libre para las diferentes actuaciones, los blancos que varios voluntarios están colocando… y conforme avanzáis más y más siguiendo a Hank y al Capi, os dais cuenta de que os dirigís directos al escenario.

Detrás, entre bambalinas, descubrís a un grupo de músicos que parece estar afinando sus instrumentos sin  meter mucho ruido, pero Hank pasa de ellos con una simple y educada inclinación de cabeza y sube los escalones laterales de tres en tres para saludar efusivamente a Mr Depp, como si hubiera cierta familiaridad entre ellos.

Gracias por haber venido, Johnny, y gracias también de parte de los chicos y chicas de la escuela. Tus meras palabras son un gran acicate para ellos dice volviéndose hacia vosotros, haciendo un  gesto para que subáis a saludarle también, ahora que el telón cubre la escena

Mientras tanto, él se reúne con el Capi, Miles y Dorian, al parecer para organizar el orden de las actuaciones

Haruka, Val, Niobe… ¿os importaría abrir fuego con algo sencillo, sobre todo dedicado a los más pequeños? Unas piruetas y contorsiones para empezar estarían muy bien, Haruka.

Val, ilusiones de cerca para los niños, si quieres. Y Niobe, no sé si quieres usar tus poderes, pero un poco de ese deslizamiento seguro que dejaría boquiabierto a más de un chaval…

Acto seguido mira a Simon y le dice directamente Luego vamos tú y yo, si te parece bien, a demostrarles lo que es un buen lanzamiento

Y terminando por mirar a Jack y Jason añade Como no sé qué queréis hacer ninguno de vosotros dos, ya me lo haréis saber. Como he dicho antes, nadie está obligado a nada, pero si no queréis ayudar, sentaos, disfrutad y esperad a que acabemos…

Avanzamos hacia Central Park y, cómo no, hay bulla. Quizás Jason se haya puesto a la defensiva con lo de Fiona, pero los demás están sobrerreaccionando y tendrían que aflojar un poco con el chico. Hay que dejarlo a su aire y esas cosas. Y puede que me haya perdido la primera parte de la conversación, pero se sabe que no hay que presionarlo. Por lo menos Simon parece comprender también la situación e intenta poner un poco de orden, cosaq ue agradezco.

- Bueno, voy a unirme a la plataforma “salvemos la situación y, ya de paso, nuestro culo” promovida por nuestro querido Simon –anuncio y, a paso ligero, me adelanto hasta llegar donde están. En esos momentos ya estamos en Central Park y la chica de Dorian se pasea tan campante del brazo de éste. No, si viva el provocar e irse, que eso en mi pueblo tiene un nombre-. Venga,y después yo os invito a… a… a unas copas de champagne, a lo finolis –guiño el ojo de forma exagerada-. Podemos levantar el dedo meñique y todo, a lo “se me ha metido un poso de té entre mis perlados dientes”.

Tras hacer un poco el paripé me giro hacia Dorian, que se dedica a amenazar. Le dedicó una mirada de reprimenda con unas cuantas negaciones con la cabeza.

- Y tú mira que ayudas, Dorian –le recrimino-. ¿Por qué no te llevas a tu novia a dar una vuelta? Que al final se te va a dar bien caldear el ambiente, sí –sigo-. Si es que…

She Hulk asiente con la cabeza a las palabras de Niobe y le sonríe en plan colega

No te hagas de menos, nunca, en nada… Lo de deslizarte seguro que está muy bien…

Oye, ¿puedes crear pequeños muros de tierra? Como si fueran vallas, quiero decir. Los vas creando a distancia y yo saltaré sobre ellos, si te parece bien. Pero, cuando quiero decir distancia, me estoy refiriendo a poner una aquí y otras allá, por ejemplo dice señalando los tres extremos más alejados de la zona despejada.

Dorian mira a Jack y niega con la cabeza

Chico, no sé qué te ha ocurrido, pero esa borrachera parece haberte revuelto el cerebro.

A lo mejor a quien deberías llevarte a dar un garbeo es a tu nuevo queridísimo amigo, que ahora parecéis uña y carne, tras que te haya tratado hasta el momento como un trapo sucio…

Que no se meta conmigo ni con Fiona y tendremos todos la fiesta en paz…

Y por cierto, ¿vas a echar un cable en algo, o la resaca te puede?

Todo lo anterior lo ha dicho bastante serio, pero al final cambia a un tono más amistoso, el que había utilizado hasta la fecha contigo
 

Dirijo una mirada a Dorian, taladrándole con la mirada. Me relamo los labios y dejo que resquicios de mi poder fluyan, aunque aparto la mirada antes de "notar" que se dirije hacia él. Nah, si tengo que joderlo todo y utilizar mi poder contra alguien del grupo, no será con el payaso ése.

- Chamúscame, si quieres, que tú acabarás tumbado en una cama con la baba colgando para siempre -Murmuro, esbozando una media sonrisa. Dirijo una mirada de reojo a Simon cuando me "reta", desviando mi atención del estirado unos segundos hasta que él dice que "me vuelva a meter con él o Fiona"-. ¿Quién coño se ha metido contigo? Que yo sepa, hasta la fecha no te había dirigido la palabra, estirado de mierda. Deja de hacerte ilusiones, "hombre invisible".

Y con un corte de mangas, me retraso ligeramente hasta Simon.

- Un tanto creído tu amiguito, creyendo que le he insultado cuando ni existe, ¿no? -Y, respondiendo a lo del lanzamiento: - No vendamos la mierda de vaca antes de que la cague, aún no me has demostrado que puedas hacer lanzamientos tan largos. Cuando lo vea, lo creeré -Le doy una palmada amistosa en el brazo y procedo a encenderme otro cigarrillo.

Una vez llegados a la parte de atrás del escenario, donde nos encontramos con un tío (Johnny Deep) que se pone a hablar con Hank. Entorno los ojos cuando el peludo le agradece de nuestra parte. Sí, muchas gracias por venir, Johnny, no podré dormir ésta noche de la emoción de que hayas venido. ¿Qué tal si nos chupamos ahora las pollas? Oh, vamos, joder. Ya puede ser famoso y rico, éso está claro, porque no paro de ver cómo se comen las pollas unos a otros entre famosos, ricos, poderosos y subnormales. En fin, qué asco de "niños" ricos.

Miro a Hank cuando llama mi atención, sobre qué voy a hacer. Miro a Jack, pensando qué hacer.

- Ah, es que tiemblo de miedo sólo con pensar que cierto imbécil me chamusque, así que pensaba en ir a revolcarme con Jack detrás de unos matorrales antes de que éso pasara -Busco detrás de mis pantalones, oh, gracias a Dios que había cogido la pasta del traficante sudaca ése o me quedaría sin nada-. ¿Qué te parece si nos ponemos hasta el culo de birra, otra vez? -Miro a Jack, enseñándole un fajo de billetes. Suficiente como para comprar latas de cerveza hasta reventar.

Bah, sólo estoy siendo "amable" con el negrata, a mi manera. Si él no viene, yo sí iré. Tengo ganas de perderlos a todos de vista. Aunque hay tanta gente que la sóla idea de hacer tanta cola me dá grima... Hmmmm... Miro al Capitán América. Mierda, le había dado mi palabra.

- Aunque haciendo memoria, el Capitán América quería hacer algo... ¿no? ¿Qué era? -Me reservo el derecho a negarme si no me gusta, claro-.

He ido bastante avanzada de los demás hacia el parque, por lo que me ha dado para volver a dar algún tumbo de mientras (trepar a un árbol y tirarme, saltar los bancos...todo para alejar el cabreo que me había nublado la cabeza de golpe y porrazo antes. ¡Qué manía! ¿Cuesta dejarme ser feliz un poquito? Oh, ya veo que sí que cuesta. Cabrones.

Cuando ya estoy un poco menos fastidiada me paro en el camino para esperarles, porque me había adelantado un poco. Al menos no se habían quedado atrás discutiendo. Juro que he sentido verdaderas ganas de pegar tiros, aunque tuviera que hacerlo con una pistola imaginaria. Oh, si; eso hubiera sido divertido.

Al menos estoy de mejor humor para cuando...OMG, Johnny Depp...quiero decir, no llevo ni cinco días en el mundo real y ya he visto a dos famosos. OMG, vale, ahora me he puesto nerviosa. Cojo aire por la nariz hasta hincharme y lo suelto. Vale, mejor.

-¡Woah! ¿Cómo que de cerca?-niego con la cabeza de una sacudida a Hank.-¡Los niños lo quieren tocar todo siempre!-suspiro. ¡Que te calmes ya, joder! Me miro la mano, la cierro en un puño y traigo del fondo de mi cabeza mi vieja compañera, una pelotita del tamaño de una de ping-pong, roja, de textura visual de goma. No puedo tocarla, pero he practicado lo suficiente con ella como para que mi mano se haya acostumbrado a su tamaño.

La hago rodar por entre mis dedos en zig-zag, vuelvo a encerrarla en mi mano y la hago desaparecer. Ahora mismo me parece una mierda...¡quiero algo más bestia! Pero dudo que eso fuera ya para niños. A conformarme con la magia de fiesta de cumpleaños.

Cierro los ojos un momento para traer a otra vieja compañera más impresionante. Una copia de mí misma, aunque va vestida con una ropa que yo ya no me pongo desde hace años. Es como me ha venido a la cabeza, vaya.
Me resulta fácil mantenerla porque sé perfectamente cómo soy.

La miro con media sonrisa y pongo la mano para que ella haga como que me la choca, comprobando que no estoy lo bastante nerviosa como para impedirme moverla. Ella sonríe también. El día que consiga hacerla hablar será divertido.

-Brutal.-ya he calentado con esto, así que vamos a empezar antes de que se me vayan las ganas. Miro a las chicas, frotándome las manos.-¿Quién quiere ir primero?

La cosa se caldea. Esta claro que Jason ha entendido lo que pretendo, mas aun, parece dispuesto a participar, pero Dorian explota de pronto, reaccionando de una forma muy agresiva a la que no me tiene acostumbrado. Esta claro que le ha ofendido el roce entre Jason y Fiona pero… Solo se me ocurre que esta mas afectado por el asunto de la herencia y su padre de lo que quiere reconocer, y recuerdo que no he llegado a hablar con el sobre su reunión con el abogado. Quizá no fue tan bien como él esperaba.

Pero al fuego, y nunca mejor dicho, a veces no se le puede apagar, y mas vale dejar que se consuma y se enfrié solo. Así que me desentiendo de la cargante atmósfera de agresividad que se respira, y veo que Jason y Jack hacen lo mismo. Le hago un gesto a Dorian con la mano, tratando de decirle “tranquilo”, y confió en que lo deje estar y disfrute del rato con Fiona.

Me alejo del grupo y cojo un balón de football. Comienzo a pasármelo de una mano a la otra con la mirada puesta en Jack y Jason, y con una sonrisa entre divertida y desafiante les digo a ambos:

- Bueno, podéis ir a por unas cervezas o… quedaros y ver si podemos improvisar algo.

Refuerzo mis palabras lanzándoles el balón en una trayectoria baja, a donde están ambos.

- Incluso podemos apostarnos algo.

Miro a la enorme mujer y dudo un poco cuando me pide que haga algún muro de tierra.

- Bueno...puedo intentarlo - le digo. ¿Por qué no? Ya he hecho caer a alguien solo por jugar así, solo tendría que levantar un poco mas... Sí creo que podré hacerlo - Claro, hagámoslo - asiento algo mas animada, sonriendo - Y respecto a lo de deslizarme... Podría intentar alguna cosa chula - miro a mis compañeros - ¡Venga, chicos! Vamos a chulearnos un poco, ¿no? - saco la lengua.

Entre la multitud que ocupa Central Park, el doctor Extraño circula sin llamar la atención, vestido con un elegante atuendo informal. Nade diría que es el Señor de las artes mágicas, y hechicero supremo de esta dimensión, mientras pasea sin dirección concreta, al parecer disfrutando del aire libre como muchos otros neoyorquinos.

Sin embargo, algo parece atraerle hacia el grupo de She Hulk y los cadetes, a quienes saluda al llegar, como si les conociera a todos desde hace tiempo.

Hola chicas, chicos, Jennifer (dirigiéndose a She Hulk), qué tarde más agradable.