¿Además del árbol, la caseta o el lobo le traen algún recuerdo del pasado a Elliot? Si quieres hago una tirada (ten en cuenta su rasgo de hipermnesia a dos).
Elliot tardó unos segundos en reconocer la casa, había soñado con ella en su infancia. Era el lugar en el que un perturbado descuartizaba niños y los cocinaba en una olla sobre la estufa.
La reconoció como la puerta por la que se salía de este sueño a otro, quizá peor, pero probablemente más abierto que éste.
Respecto al lobo, entendió que éste era un personaje del sueño malévolo que evidentemente quería comérselos, por qué estaba aquí, no podía saberse. Quizá el personaje había acudido invocado por el resto de elementos, quizá era un ser puesto ahí como un impedimento más. Incluso podría ser un soñador, que en ese sitio había tenido que adoptar esa forma para poder acabar con ellos.
La seguridad de Mats había comenzado una inercia de cuento que sólo podía terminar de dos maneras: o morían ellos, o moría el lobo.
Tirada oculta
Motivo: Tirada hipernepsia de Elliot (Introspección más recordar dif 7)
Tirada: 2d6
Dificultad: 7+
Resultado: 5(+6)=11 (Exito)
Tirada oculta
Motivo: Introspección más reaccionar (por ser "desconfiado", dif para Elliot 11)
Tirada: 2d6
Dificultad: 11+
Resultado: 5(+6)=11 (Exito)
Mats caminó con seguridad hasta quedar frente al lobo cuando éste se irguió sobre sus dos patas traseras sonriendo con cara de malicia mal disimulada.
De pié debería medir más de tres metros, las babas le caían al suelo dejando un charco pegajoso sobre la hierba.
Contestó a la pregunta con una voz grave, muy teatral, como si hablara un cuentacuentos a unos niños.
-Bonito es, pero se han muerto las flores, de frío… ¿No tienes frío? ¿Y tu amigo? -olisqueó el aire como para confirmar que había alguien más- Venid, venid a mi cabaña, allí tengo una estufa, se está muy calentito y podremos charlar y comer una sopa.
La luz y los aromas del bosque habían cambiado mientras seguían el martilleo del pájaro carpintero. El sol calentaba los helechos cuyo olor impregnaba el aire. Elliot buscaba al pájaro que debía quedar oculto entre los árboles hasta que bajó de nuevo la mirada y encontró de pronto algo que no esperaba: allí estaba el arce con el columpio. Su columpio...
¿Cuánto hacía que no soñaba con él? Pero lo había recordado y ahora estaba allí. ¿Habían atravesado un umbral sin que se diera cuenta y cruzado desde el sueño de Mats hacia otro que era suyo? Deseó con todas sus fuerzas que no fuera así. Otro elemento sin embargo parecía confirmar que el sueño al menos se estaba abriendo también a él: había soñado con aquella cabaña de pequeño. Se trataba de una pesadilla en la que un perturbado descuartizaba niños para cocinarlos en una olla sobre una estufa.
Había sido descuidado dejando que ese bosque y los recuerdos juveniles de Mats le acercaran a los suyos. Desde que todo esto empezó y Madame Gresta le había hablado del olvido de Sophie y cómo de pronto el hechizo se había roto, así como cuando oyó hablar de la niña, le había sido duro controlarse y ahora sintió que definitivamente estaba fallando. Tal fue su impresión al ver el columpio que tardó un momento en reparar en la presencia del lobo.
Había algo humano en él. Allí sentado sobre sus patas traseras parecía que fuera a interpelarles en cualquier momento. ¿Sería suya la presencia vigilante que había sentido desde que llegaran o sería algún guardián de aquel que realmente vigilaba este lugar? Su presencia cerca del árbol le asustó. Pero antes de poder siquiera asimilar la escena, Mats le sorprendió dirigiéndose a él de pronto con la cortesía y soltura con que podría haberse dirigido a un inofensivo lugareño. Quedó en tensión esperando la reacción del lobo a tanta familiaridad cuando éste, respondiendo a Mats, actuó como podría esperarse del terrible lobo de los cuentos.
Era evidente que deseaba devorarlos. Elliot vio que la cabaña era una puerta a otro sueño (tal vez peor, pero algo le decía que desde allí se abrirían más posibilidades que desde el bosque) y comprendió que el acercamiento de Mats había puesto en marcha una dinámica de la que sólo podrían salir de dos maneras: muertos por el lobo o acabando con él. Eran como dos niños de los cuentos enfrentados al monstruo embaucador. Pero, ¿cómo matar a un lobo de tres metros?
Elliot trató de cruzar miradas con Mats para alertarle con un gesto de que aquel personaje era tan peligroso como parecía. Podría incluso ser un sectario interpretando un papel. Si su compañero había tratado de hacerle hablar para entrever mejor cuál era su rol en aquel sueño pensó que también a él se le habría hecho evidente que no parecía un guía o alguna otra cosa que pudiera serles de ayuda, sino un depredador. Por terrible que fuera la cabaña tal vez allí habría algún arma con la que poder actuar. Era posible que aquella fuera la puerta que buscaban y matar al lobo la llave para seguir la búsqueda de Sophie. Elliot buscó a su alrededor cualquier cosa que pudiera ayudarle a herir al lobo.
Motivo: Buscar arma: Percepción + contemplar
Tirada: 2d6
Resultado: 10(+4)=14
Hago una tirada para ver si Elliot encuentra fuera de la cabaña algo que pudiera servir como arma frente al lobo.
Frunzo los labios, como si me estuviera pensando la respuesta que darle al terrible lobo. No se me ha escapado la expresión alarmada de Elliot, pero no estoy dispuesto a dejar que estos fantasmas oníricos nublen mi ánimo y nos pongan en un peligro mayor que en el que ya estamos.
—¿Frío? Mmm… No. Creo que se está bastante bien, para ser sincero. Además, tú no puedes quejarte; debes de estar muy caliente y abrigado, con toda esa capa de pelo que tienes. —Estoy decidido a darle a Elliot todo el tiempo que necesite para hacer lo que sea que esté haciendo, aunque para ello tenga que soltar la sarta de banalidades más grande jamás oída. Resoplo, haciendo un gesto como de secarme el sudor de la frente—. Lo que yo me pregunto es cómo es posible que tú no tengas calor. ¿Una sopa? Uf, no, gracias. Además, mi amigo y yo somos veganos, y tú eres un lobo, así que seguro que los ingredientes de tu sopa entrarían en conflicto con nuestros valores morales. —«¿En serio, Mats?»—. Con todo el respeto, por supuesto. Por cierto, ¿cómo puedes manipular una estufa con esas zarpas tan enormes?
«Venga, Elliot, date prisa…».
LOOOOOOL.
Ya que Elliot ha recordado el sueño en que salía la cabaña, ¿en su interior había herramientas o algo que pueda servir como arma? (no me vale un destornillador pequeñito, que es un lobo de tres metros...) Por si fuera no hay nada...
¡¡¿veganos?!!, jajajaja
-No creas, no creas, cuando uno se humaniza se ablanda y conoce el frío. Y aquí cuando hace frío, frío de verdad, se hielan hasta las piedras -el lobo se miró las zarpas, moviendo las garras con delicadeza- por cierto, tengo las garras muy finas, incluso soy bueno con la cítara.
Puso los brazos en jarras.
-No te preocupes, la sopaaaafll noo tieneee caarneeee.
Cuando nombraba la comida salivaba tanto que le costaba hablar.
-Mmmm... Aquí donde me ves, yo también, también soy vegano.
Elliot no encontró nada que pudiera usarse como arma en el bosque -no había más que alguna rama seca a la que apenas se le podría llamar “palo”- pero recordó que una de las estrategias que el asesino que en su pesadilla infantil habitaba esa cabaña utilizaba para que la carne de sus víctimas tuviera un sabor más alegre era dejar la puerta abierta fingiendo un descuido para matarles con su rifle, justo antes de que llegaran a los árboles. En su sueño -que al evocarlo Elliot recordaba perfectamente- no había visto esa escopeta. Lo sabía porque el mismo asesino se lo había contado, poco antes de que pudiera escapar, despertándose.
Tirada oculta
Motivo: Tirada por el "onirozaje" de Gabriel, teniendo en cuenta que tiene su perro aquí. 1d10, cuánto más cerca del 10, mejor será su rol en este sueño y mayor el control sobre su persosaje
Tirada: 1d10
Resultado: 8
Tirada oculta
Motivo: Control del soñador que está tras el "lobo", cuánto más se acerque a 10, mayor control, si se acerca a 1, pierde el control sobre su personaje incluso puede ser atrapado por éste perdiendo su libre albedrío
Tirada: 1d10
Resultado: 5
Tirada oculta
Motivo: Tirada para que la suerte decida la adecuación del arma contra el lobo (10 un rifle, 1 una bolsa de plástico
Tirada: 1d10
Resultado: 10
:-)
El diálogo entre Mats y el lobo habría resultado de lo más hilarante si no estuviera en juego allí el camino hacia Sophie. Sabiendo además que habían trampas en el bosque, y también aquella presencia vigilante, Elliot no estaba nada seguro de que si los mataban pudieran sencillamente despertar. Eso sí, si salían se ésta se partirían de la risa durante mucho tiempo recordando la conversación sobre veganismo.
Su esperanza ahora estaba en que la escopeta de que le habló el asesino de su pesadilla estuviera realmente en la cabaña. Allí estaban su árbol y su columpio, así que era posible que la choza fuera tal cual en aquel sueño y que el psicópata caníbal que la ocupaba entonces no le hubiera mentido... O bueno, que pudiera bastar que él recordaba que ésta debía estar allí para que estuviera... A pesar de todas las incertidumbres le pareció que era la mejor baza que tenían; no sólo eran los niños perdidos del cuento sino también los cazadores.
-La verdad es que estoy muy hambriento, sr. Lobo- respondió con tono igualmente amable imaginando la sorpresa de Mats-; me vendría muy bien un plato de sopa antes de seguir nuestro camino-. Sonrió al lobo (también a Mats queriendo transmitirle que no estaba loco y que tenía un plan) y se dispuso a entrar en la cabaña el primero para evitar que su anfitrión pudiera ocultar el arma si no lo hacía él antes.
Me vuelvo para mirar a Elliot cuando lo oigo hablar. Enarco una ceja. Espero que mi compañero sepa bien lo que hace. Vuelvo a girarme para encararme nuevamente con el Lobo Feroz, y sonrío, encogiéndome de hombros.
—Serías un buen vendedor —lo halago—. Has conseguido convencer a mi amigo, y créeme, eso no es fácil… Pero, ¿por qué no? Una sopa calentita no estaría nada mal…
Echo a caminar, siguiendo a Elliot, intentando mantener la compostura. Al menos, mientras mantengamos la fachada de civilización y buenas maneras, estaremos relativamente a salvo, pero algo me dice que en cuanto estemos ahí dentro a solas con el lobo, las cosas cambiarán drásticamente.
Elliot, más nos vale que tengas un buen plan…
Un viejo tocadiscos saltaba al final de una pista. A parte del mueble que ocupaba éste, junto a unos pocos vinilos, en la habitación sólo había una mesa, dos sillas y un armario, y en la cabaña no había más estancias que ésa y una cocina. Un pájaro carpintero disecado de forma que parecía golpear un leño con su pico adornaba la cornisa de la chimenea en la que se encontraba la estufa. Sobre ésta hervía a fuego lento una olla no muy grande.
El lobo entró el último y echó el pestillo con habilidad.
Mats giró un poco la vista y vio por el rabillo del ojo cómo el pelo del animal se erizaba haciéndole parecer todavía más grande. Abría la boca con la obvia intención de abalanzarse sobre él de un momento a otro.
Elliot no encontró ninguna escopeta a la vista en el corto instante que tuvo antes de darse cuenta de que el lobo se lanzaba sobre Mats.
Tirada oculta
Motivo: Iniciativa del lobo (1d10, cuánto más cerca de 10, más rápido es)
Tirada: 1d10
Resultado: 4
Tirada oculta
Motivo: Iniciativa de Mats (dificultad 9 por la tirada del lobo)
Tirada: 2d6
Dificultad: 9+
Resultado: 7(+3)=10 (Exito)
Tirada oculta
Motivo: Imaginación más engañar para saber a ciencia cierta dónde está la escopeta
Tirada: 2d6
Dificultad: 11+
Resultado: 5(+4)=9 (Fracaso)
Tirada oculta
Motivo: Iniciativa de Elliot (Percepción más reaccionar)
Tirada: 2d6
Dificultad: 9+
Resultado: 8(+4)=12 (Exito)
El primero en actuar es el primero en escribir un post.
El último en actuar es el lobo.
En cuanto Elliot y yo entramos en el cobertizo y oigo cómo el lobo cierra la puerta detrás de nosotros, los nervios empiezan a crecer en mi interior. Un disco rayado que repite una y otra vez los acordes finales de una canción crea un ambiente de fatídica anticipación. Veo a Elliot buscando algo con la mirada, pero sea lo que sea no lo encuentra a tiempo. En ese instante oigo el monstruoso gruñido del lobo, y alcanzo a vislumbrar por encima del hombro cómo se prepara para lanzarse sobre mí. No puedo permitírselo.
Este es mi sueño, y aquí las cosas son como yo diga.
Miro en todas direcciones con toda la rapidez de la que soy capaz, buscando algo que pueda servirme para defenderme: una mesa, un par de sillas, una estufa, una olla hirviendo… Sin detenerme a pensar ni un solo instante, corro para alcanzar la olla que burbujea sobre la estufa. Preguntándome si servirá para ganar aunque sea algo de tiempo, la tomo por sus asas y, lanzando un grito, giro sobre mí mismo y lanzo su contenido sobre el inmenso lobo, con la intención de provocarle una buena escaldadura.
—¡Ni se te ocurra, desgraciado! —exclamo a voz en cuello—. ¡Elliot, deprisa!
Motivo: Destreza más Agredir
Tirada: 2d6
Resultado: 5(+3)=8
Vaya caca de tirada... Adiós, mundo cruel... U_U Aunque a lo mejor al ser el lobo tan grande, la dificultad es bajita... ¬¬
Mats trató de agarrar la cazuela pero resultó ser una marmita, toda de hierro colado, cuyas asas ardían, y cada vez que trataba de agarrarla la tenía que soltar, porque se quemaba.
Era absurdo esperar que el lobo continuara su mascarada una vez dentro de la cabaña, así que Elliot, después de comprobar que la escopeta no estaba a la vista, corrió hacia el armario, único lugar donde le pareció que el arma podría guardarse fuera de la vista.
Asumo que el armario no tiene un candado o algo así o lo habrías comentado... no?
En el armario, colgada, estaba la escopeta, junto a una cartuchera y un montón de grandes cuchillos de cazador y hachas de leñador.
El lobo saltó sobre Mats. Su pisada en el suelo golpeó con tal fuerza que hizo temblar toda la cabaña. La aguja del tocadiscos saltó poniéndose a reproducir la versión de Depeche Mode de un éxito de David Bowie: Heroes.
Elliot tardó unos segundos en cargar la escopeta causándole la típica frustración de los sueños en que algo aparentemente sencillo de hacer resulta imposible.
Para cuando alzó el cañón del arma el lobo ya se había abalanzado sobre Mats pero el periodista pudo esquivar haciendo un movimiento aparatoso pero efectivo y dando ocasión de disparar.
Tras el estruendo del disparo, el lobo yacía tendido todo lo largo que era en el suelo. La canción seguía, así como el bullir del caldo.
Motivo: Tirada por Elliot: Detreza más maña, dificultad 11
Tirada: 2d6
Dificultad: 11+
Resultado: 5(+3)=8 (Fracaso)
Motivo: Esquivar de Mats: destreza más reaccionar, dificultad 11
Tirada: 2d6
Dificultad: 11+
Resultado: 8(+3)=11 (Exito)
Motivo: Disparo de Elliot: Destreza más agredir, dificultad 9 (sería 7 pero no tiene "escopeta" sino "pistola"
Tirada: 2d6
Dificultad: 9+
Resultado: 7(+3)=10 (Exito)
:-)
El lobo cayó fulminado tras el disparo. Elliot cargó de nuevo la escopeta sin embargo, apuntándole todavía unos segundos más, respirando entrecortadamente tras los momentos de extrema tensión. Mats había sabido zafarse in extremis y aquel movimiento suyo fue decisivo para tener un blanco claro. Había sido todo muy, muy justo... Poco a poco bajó el cañón del arma hasta apuntar al suelo mientras en el tocadiscos se escuchaba el verso: "We can beat them forever and ever".
Prefería la versión de Bowie pero le pareció en todo caso una canción alentadora, y no demasiado apropiada desde el punto de vista del lobo, pensó aliviado con media sonrisa. Miró a Mats y sonrió más ampliamente. -Has estado realmente rápido... Uf... Siento que he tardado mil años en disparar. Perdona Mats, pero el riesgo era necesario-añadió algo más serio-. Ya no nos habría dejado escapar, hubiéramos entrado aquí o no-. Miró en todas direcciones- Creo además que esta cabaña es la puerta para salir del bosque y proseguir nuestra búsqueda. Aunque no me parece una puerta a un buen lugar- esto último lo susurró deteniendo la mirada de nuevo en el armario. Claramente valoraba si no deberían llevar consigo la escopeta y alguna de las hachas y cuchillos.
Pero qué justo!!
Me he tomado la libertad de inventar que suena justamente en un momento dado... Espero no metarolear. :-P
No esperaba que la olla estuviese tan caliente, especialmente cogiéndola por las asas. Sorprendido por la intensidad de la quemadura, me veo obligado a apartarme. ¿Cómo puede un sueño doler tanto? Se me ocurre la idea de darle una patada a la marmita, para derramar su contenido y retrasar a la bestia, pero desafortunadamente no me da tiempo. Cuando quiero darme cuenta, el lobo ya se está arrojando sobre mí. Sin pararme a pensar ni un instante, rompo la dirección en la que me estaba moviendo y corro un par de pasos hacia un lado, logrando quitarme de en medio a trompicones justo a tiempo. La casa retumba con el estrépito producido por la colosal garra del monstruo, que sin duda me habría partido en dos si me hubiese alcanzado. Apenas soy consciente de la épica pista musical que ha empezado a reproducirse, pero de algún modo inconsciente, me transmite la sensación de que tenemos el control, la confianza de que resultaremos victoriosos.
Un estampido ensordecedor resuena por toda la cabaña cuando Elliot se las arregla para disparar una escopeta que no tengo ni idea de dónde ha sacado, y el lobo vuela por los aires como si se tratase de una película de Tarantino. Al principio me sobresalto, pero el alivio y la euforia se imponen cuando compruebo que la fiera ha caído para no volver a moverse.
—¡De un solo disparo! —exclamo, exaltado, antes de lanzar un aullido agudo. De repente, el lobo ya no me parece tan grande. Incomprensiblemente, me siento un poco decepcionado por que nos haya durado tan poco—. Eres un crack, tío. ¿Dónde aprendiste a disparar así? —Escucho las explicaciones de Elliot con una sonrisa algo ida, provocada probablemente por la liberación de endorfinas. ¿Las sustancias químicas cerebrales tienen algún impacto en los sueños?—. No te preocupes, ya me imagino que no había otra alternativa. Desde el momento que he visto a este bicho he sabido que iba a acabar mal. Y… ¿Dices que desde aquí podemos ir a otro sitio? ¿Crees que… que cuando abramos otra vez la puerta, la cabaña se habrá teletransportado a otro lugar? —Hago una pausa de varios segundos, pensativo. No puedo evitar que mis ojos se paseen por los cuchillos y otras armas que hay en el armario. Hago un gesto hacia ellas—. ¿Te parece buena idea que coja un hacha de esas? ¿O… sería como dar por hecho que nos enfrentaremos a algo peligroso, y eso haría que realmente nos encontrásemos con más peligros? No sé, yo no sé cómo funciona la lógica de los sueños. ¿Qué crees tú?
Elliot se acercó a inspeccionar el pájaro disecado mientras respondía a las preguntas de Mats: -Tal como yo lo entiendo no es tanto que la cabaña se teleporte, eso sería más bien si debiera moverse por un espacio convencional, exterior, como en la vigilia. Aquí el espacio es interior, simbólico, aunque eso no significa que sea sólo subjetivo. Aquí una puerta puede ser simplemente dar un paso que nos lleva de pronto a un lugar lejano, a otro sitio de nuestros sueños o bien a través de ellos a otros lugares no sólo nuestros. De ahí que tal vez podamos llegar a Sophie o al menos averiguar algo importante acerca de ella o su paradero- se dirigió después a inspeccionar el disco sin detenerlo-. Pero aquí todo tiene que ver con todo de un modo más evidente que en la vigilia. Tal vez llevarnos las armas influya en detalles importantes, en cómo se presente y transcurra todo. Pero mi intuición me dice que el lugar al que vamos es peligroso, lo hagamos o no, y podemos tratar de aprovechar que las hemos encontrado- se volvió a mirar a Mats de nuevo-. Estuve una vez aquí de niño. Entonces también fue una pesadilla, aunque no estaba el lobo. El sueño está abierto también a mí- Mats percibió cierta tribulación en el tono de estas últimas palabras-, eso se hace muy difícil de evitar. Pero no significa que vayamos a fracasar por ello. Ya sabes, "We can be heroes..." -Retomando el tema de la pregunta de Mats añadió- Podrían desaparecer las armas aunque ahora las tomemos, podría pasar cualquier cosa. Aunque, la verdad, Mats, pareces haber nacido para blandir un hacha cuando sea necesario y me da que enfrentarte al lobo te ha dado un subidón -sonrió entre divertido e intrigado-. Aquí, en el territorio de los cuentos, hermosos o terribles, creo que eso no debe ser desdeñado.
Una llamarada azulada llamó la atención sobre la estufa. Elliot vió algo raro, al otro lado, y Mats también reparó en ello.
El fondo de la estufa, tras el agonizante leño -el fuego se había apagado y la marmita estaba dejando de bullir- no era opaco. Parecía un tubo o un túnel oscuro al final del cual se veía una luz.
Esa era la salida.
Un fantasmal brillo azulado delató el umbral que estaban buscando. Elliot vio que también Mats miraba hacia el interior del túnel; una entrada angosta y tan tétrica como aquella reafirmaba la sensación de que avanzaban hacia un lugar aterrador. Miró a su compañero levantando las cejas, sabiendo que esa visión era más elocuente de lo que lo habían sido sus palabras. Se aproximó al armario y tomó los cartuchos de escopeta tras colgar ésta a su espalda. Tomó también un par de cuchillos. -Podrían servirnos para muchas cosas, al igual que el hacha-, comentó queriendo quitar tensión a la escena-. Si te parece bien preferiría ir delante -dijo queriendo transmitir seguridad-; si me parece una trampa tal vez podamos encontrar una vía alternativa.
La espectral luz azulada que proviene de la estufa se refleja en mi mirada estupefacta. ¿Qué es eso? ¿Una especie de portal? ¿Es esta la salida? Busco una respuesta en los ojos de Elliot, pero su actitud dispuesta y su resolución a «ir delante» me dicen todo lo que necesito saber. No me gusta mucho la perspectiva de arrastrarme por la puerta de una estufa. Además, ¿cómo vamos a caber por ahí? Finalmente, me obligo a mí mismo a recordar que esto es un sueño, y que no todas las cosas tienen por qué tener lógica. Demonios, nada parece tenerla. Decido hacer caso al experto y tomo una pesada hacha del armario, sopesándola en mis manos antes de disponerme a seguir a Elliot por el peculiar umbral.
—Cuando tú digas.
Trago saliva. Espero que lleguemos a tiempo para encontrar a Sophie…