Partida Rol por web

El emisario (Leyenda Élfica)

Escena Pheredil

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19/01/2022, 23:13
Narrador

Las primeras luces del alba atraviesan la cúpula arbórea como lanzas doradas. Montado sobre tu caballo, llegas junto a la base del Gran Árbol y te presentas ante tu padre. Vistes tus ropas de explorador; los pantalones de cuero, botas altas y tu vieja capa verde. La guardia que te acompañará en tu misión espera a un lado, sin poder evitar intercambiar nerviosas miradas entre ellos. Uno de los sirvientes te ofrece una alforja con algunas provisiones para el viaje. Llevas de las riendas a tu corcel, un noble animal de pelaje blanco y fuerte constitución, hasta detenerte ante el Rey. Tras inclinarte en una leve reverencia, escuchas las últimas instrucciones de tu padre mientras acaricias la sedosa y nevada crin de tu caballo.

-Debes entregar el mensaje al rey Edoar y volver cuanto antes. Te recuerda el Rey. Tu misión es simple y concreta, no te desvíes ni busques problemas. Los elfos rara vez son vistos fuera de Shalanest, así que no esperes encontrar ningún aliado. Hace una pausa y mira hacia el oeste antes de seguir hablando. El reino de Stumlad está lejos, a muchos días de viaje. Debes ir en dirección noroeste, pero evita el bosque de Shalanest Occidental, el antiguo reino de nuestros hermanos, ya que el mal habita ahora entre sus árboles. Así que rodéalo para seguir luego a través de las Llanuras Grises. Desde allí viaja directo hacia Stumlad, y en menos de una luna podrás llegar a su frontera. Antes de acabar, tu padre te mira detenidamente. Nuestras esperanzas están contigo, hijo. No falles a tu pueblo.

Te despides del Rey con una nueva reverencia. A continuación, haces dar la vuelta a tu caballo y sales de la ciudad a suave trote seguido por tu escolta de cinco guerreros. Al ir a dejar el claro, descubres a tu hermana Gishal de pie en una de las terrazas del Gran Árbol. La muchacha levanta una mano y te despide con una dulce sonrisa. Devuelves el saludo antes de continuar por la senda en pos de tus compañeros.

Notas de juego

Apunta 2 Raciones de comida en tu Hoja de Aventura. Cada una ocupa un lugar en tu Mochila.

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19/01/2022, 23:14
Narrador

Tras dos días de marcha por los sinuosos caminos, por fin abandonáis la espesura del bosque y dejáis atrás Shalanest.

-A partir de aquí estamos solos. Dice Heienor, un veterano elfo de oscuro cabello, echando una mirada atrás y despidiéndose en silencio del hogar.

Sin hacer caso de sus torvas palabras, guías al grupo hacia la olvidada carretera de piedra, la vía que une los dos bosques de Shalanest y que apenas es transitada desde la destrucción de Dalannast a manos de los caballeros de Stumlad.

Durante una larga y monótona jornada de viaje, recapacitas sobre lo que tu misión significa: elfos y humanos han estado enemistados durante casi dos siglos, desde la caída del Rey Dios, cuando ambas razas se enfrentaron en los mismos salones del nigromante, disputándose las riquezas y artefactos que se amontonaban en la fortaleza. Aquella lucha terminó con la muerte de los dos monarcas, lo que germinó un odio que se transmitió de generación en generación hasta que, hace apenas un siglo, ambos pueblos firmaron un tratado de paz, o más bien de no agresión. Desde entonces, el desprecio entre las dos razas se ha ido acrecentando y entiendes lo difícil que habrá sido para tu padre redactar un mensaje en el que pide ayuda a los humanos. También comprendes que muy desesperada debe ser la situación para tomar semejante medida.

En ese momento, uno de tus guardias se dirige a ti, sacándote de tus cavilaciones:

-Mi señor, alguien se acerca. Dice y señala la empedrada vía que se extiende ante vosotros. A unos quinientos metros de distancia, apoyado sobre un retorcido bastón, distingues la forma de un harapiento caminante que avanza encorvado hacia vosotros. No esperabas encontrar a ningún viajero en la antigua calzada, por lo que la presencia de un vagabundo tan lejos de los pueblos humanos te hace sospechar.

Notas de juego

Sección 1

Si interrogas al extraño al llegar a su lado, pasa a la sección 123.
Si decides pasar de largo sin dirigirte a él, pasa a la sección 15.

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05/06/2022, 17:48
Pheredil

No podía estar seguro de nada, pero aquella figura que se acercaba... solo podía tratarse de un humano. Se estaban expandiendo, pero llegar hasta allí. No lo sabía con certeza, pero todo aquello le escamaba.

- Tú - señaló a uno de los guardias - súbete a un árbol y prepara tu arco, el resto conmigo y estad atentos. No desenvainéis si no es necesario. Vamos a ver que trama aquel.

Mientras que sus hombres se preparaban, Pheredil se quedó en un lateral del camino, sentado sobre una piedra esperando a que el aquella figura los alcanzase.

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06/06/2022, 23:15
Narrador

A medida que os acercáis al viajero, reconoces que es una vieja mujer humana, de pelo canoso y rostro inundado de arrugas.

-"¡Los dragones, vienen los dragones!" Grita la mujer al pasar a vuestro lado. "Los dragones vuelan por encima de las murallas y destruyen ciudades. Teshaner arde... todos mueren quemados."

-"¿Teshaner?" Al oír el nombre de la ciudad, tu interés despierta. "¿Es eso cierto, mujer? ¿De verdad vienes de la ciudad del norte?" Le preguntas, pensando en los rumores que oíste acerca de la caída de la urbe humana.

-"Sí, todos muertos, todos muertos." Dice la mujer, sus ojos ocultos bajo las arrugas, mientras muestra su dentadura mellada en una demencial sonrisa. "Los dragones incendiaron la ciudad. La noche se volvió día. La hacienda de los Señores convertida en una hoguera. ¡Todos murieron!" Chilla y estalla en una carcajada. "Pero lo peor estaba aún por llegar. Después de los dragones, apareció el Dios Cabra, envuelto en oscuridad y humo. Desde mi casa en ruinas, le vi destripar al Padre Arsman y esparcir los restos del buen religioso por la plaza."

La mujer habla y habla sin ninguna coherencia. Supones que se trata de una superviviente de la ciudad, a la que la destrucción ha afectado profundamente, arrojándola a las redes de la locura. Sin querer demorarte más, le indicas a la vieja que no abandone el camino y siga hasta el bosque, donde las patrullas elfas la ayudarán.

-"¡El Dios Cabra! ¡Todos muertos!" Sigue gritando la anciana mientras se aleja y suelta una reseca carcajada.

Espoleas suavemente tu caballo y continuáis en dirección oeste, hacia la encrucijada en la que debéis girar al norte para evitar el bosque de Shalanest oeste.

-"¿El Dios Cabra?" Te pregunta Heienor. "¿A qué se referiría con esas palabras?"

-"No lo sé, quizás sólo fuesen las divagaciones de una loca." Dices, pero tus palabras suenan falsas y sin convicción.

En silencio, seguís cabalgando por la calzada.

Notas de juego

Entiendo que elijes la sección 123...


Sección 123

Pasa a la sección 164.

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06/06/2022, 23:17
Narrador

Con la llegada de la noche, decidís hacer un alto para dar descanso a los caballos. Os encontráis a pocos kilómetros de la encrucijada y supones que una vez toméis el camino en dirección norte los encuentros con bandas de nómadas humanos serán más frecuentes. Sentado junto al fuego del campamento, observas la frondosa forma de Shalanest oeste que aparece en el horizonte. Al ver la silueta de sus árboles, tu pensamiento divaga y recuerdas la triste historia del reino élfico.

Antiguamente, el bosque occidental era un paraíso para los elfos y la ciudad de Dalannast considerada una joya por su belleza. Construida con grandes columnas de granito, los hábiles diseñadores dieron forma a un jardín de arcos y terrazas. Al contrario que las casas colgantes de Litdanast, los habitantes del nuevo bosque edificaron sus viviendas tanto en la superficie como bajo tierra, excavando y creando estancias y pasadizos bajo la hierba. La ciudad era el orgullo de sus pobladores, que con el paso de los siglos formaron su propio reino. Por desgracia, todo acabó el día en que los caballeros de Stumlad irrumpieron por el oeste. Llevando máquinas de guerra y protegidos por sus pesadas corazas, los humanos invadieron Dalannast como venganza por la muerte de su monarca Miznuhor en la batalla ante el templo del Rey Dios. Los elfos fueron masacrados sin piedad y la ciudad reducida a escombros. Tras arrasar el bosque occidental, los caballeros de Stumlad fueron tan ambiciosos como para seguir su orgía de sangre y destrucción hacia Litdanast, donde toparon con las tropas del Rey, que rechazaron a los invasores. Sin embargo, el bosque occidental fue abandonado y ningún elfo volvió a pisarlo jamás. Sólo la muerte habita allí, habías oído decir a tus mayores cuando hablaban sobre la antigua ciudad élfica, antes de cambiar rápidamente de tema.

Ahora, con la luz de la luna y las estrellas brillando en la oscuridad, el bosque parece un lugar encantado. Sacudes la cabeza y decides no darle más vueltas. Al fin y al cabo, tu camino se desvía hacia el norte, por lo que no tendrás que pasar por el bosque. Cansado tras el duro día de viaje, te echas sobre el jergón y no tardas en conciliar el sueño.

Con la llegada del amanecer, ensilláis vuestros caballos y partís de nuevo. Es un día gris y nublado, el mismo tiempo desapacible de las últimas jornadas. Poco antes del mediodía, alcanzáis la encrucijada, donde la calzada élfica se encuentra con la polvorienta carretera que va de norte a sur. Abandonáis el camino de piedra y seguís en dirección norte por la vía humana, que no es más que un camino horadado por el paso de los años y los viajeros. El paisaje se transforma gradualmente y los árboles desaparecen en el árido secarral, con arbustos y piedras salpicando inmensos campos de hierbajos.

El atardecer se cierne sobre vosotros, cuando divisáis en medio del camino una carreta volcada. Tirado junto al accidentado vehículo, descubres la figura de un hombre. Os acercáis hacia el carromato con precaución, sin dejar de vigilar el rocoso paraje que os rodea.

Notas de juego

Sección 164

Si desmontas y examinas el cuerpo del suelo, pasa a la sección 196.
Si prefieres investigar qué transporta el carro, pasa a la sección 222.
Si optas por pasar de largo sin detenerte, pasa a la sección 49.

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06/06/2022, 23:18
Narrador

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09/06/2022, 06:40
Pheredil

Hice una seña a mis hombres para que parasen y estuvieran alerta.

- Voy a ver a ese hombre. Estad atentos, puede ser una emboscada.

Me bajé del caballo, desenvainé mi espada y escudo, y acercándome despacio hacia aquel hombre iba atento a cualquier parte de entre los árboles que me pudiera dar un indicio de que no estábamos solos... pues los hombres eran avariciosos, cuánto más tenían, más necesitaban, y todo aquello apuntaba a una emboscada y no a un simple accidente.

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10/06/2022, 21:50
Narrador

Detienes tu caballo junto al carro volcado y desmontas para descubrir qué le ha sucedido al hombre del suelo. Tus soldados, entretanto, forman un círculo alrededor y vigilan el entorno. Con sumo cuidado, agarras el cuerpo y le das la vuelta. Contienes el aliento al descubrir una flecha clavada en la garganta de un humano, un varón de mediana edad con aspecto de comerciante. Pero lo que te deja sin respiración es la forma de la flecha: alargada y delgada, con un ramillete de plumas blancas. Es una flecha élfica.

Te dispones a decírselo a tus hombres, cuando se oye un leve crujido. Te vuelves para encontrarte a Heienor con una flecha incrustada en la espalda. Su caballo se encabrita con un relincho y el veterano explorador cae muerto al suelo. Se oyen más chasquidos y otro de tus guardias recibe una flecha mortal en el pecho. El resto trata de dominar sus monturas mientras las saetas llueven desde las rocas que bordean el camino.

Notas de juego

Sección 196

Si tienes un arco y devuelves el ataque, pasa a la sección 124.
Si montas sobre tu caballo y escapas de la emboscada, pasa a la sección 86.
Si te echas al suelo y buscas refugio tras el carromato, pasa a la sección 165.

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12/06/2022, 11:33
Pheredil

Tras observar la flecha, y ver que era élfica, mi cara cambió... ¿Qué está pasando aquí?

De repente, uno de mis soldados llegó con otra flecha, herido de muerte, a si que di la alarma.

- ¡Montad! ¡Huid! ¡Es una emboscada!

Sin inspeccionar más y con las ganas de ello, salté sobre mi montura y la espoleé haciéndoles gestos para que lo siguieran.

- ¡Vamos!

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12/06/2022, 21:22
Narrador

Montas sobre tu caballo con un ágil salto y lo espoleas para que te saque de la emboscada.

-"¡Huyamos!" Ordenas a tus hombres, pero en ese instante una flecha acaba con otro de ellos.

Te agarras al cuello del caballo, tratando de no ofrecer un blanco demasiado claro. Un proyectil surca el aire a escasos centímetros de tu rostro mientras azuzas a tu montura con los talones.

Notas de juego

Sección 86

Haz una prueba de Agilidad/12. Si tienes la habilidad de Fauna y Flora, suma 3 a tu tirada.

Si tienes éxito, pasa a la sección 284.
Si no tienes éxito, pasa a la sección 166.

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13/06/2022, 16:43
Pheredil

Pegué todo lo que pude mi cuerpo al del corcel, mientras éste trotaba huyendo las flechas... flechas que me pasaban silbando a mi alrededor... flechas élficas... pero qué cojones estaba pasando.

Apreté mis muslos contra el lomo del caballo mientras le animaba a ir cada vez más rápido.

Árboles, ramas, hojas... todo se volvía borroso mientras que me abría camino por el sendero cabalgando a toda velocidad. A penas podía esquivarlo todo, y aunque me llevé algún que otro golpe sin importancia con las ramas iba librando todas aquellas flechas sin poder saber si sus soldados lo acompañaban o no.

- Tiradas (1)
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14/06/2022, 23:08
Narrador

Te encorvas sobre tu caballo y cabalgas a toda velocidad, mientras las flechas vuelan a tu lado. Diriges tu montura por la carretera hacia el norte, seguido por tus soldados. De pronto, uno de ellos es derribado con varios proyectiles alojados en la espalda. Cabalgas sin descanso durante más de un kilómetro y, tras dejar atrás una pendiente, detienes a tu caballo. Pocos segundos después aparecen los dos únicos guardias que han sobrevivido a la emboscada. Pleonh, el más joven del grupo, echa nerviosas miradas atrás con el miedo reflejado en sus claros ojos.

-"¿Quién nos ha atacado?" Pregunta, sus manos sujetando temblorosas las riendas del caballo.

-"Debemos volver." Responde Urelth, un guerrero de fuertes brazos, facciones angulosas y largo cabello negro. "No podemos abandonar así a los nuestros." Se queja, dispuesto a regresar al lugar de la emboscada.

-"Están muertos." Le detienes. "Lo único que conseguiremos es que nos maten a nosotros también. No." Niegas mientras encaras tu montura hacia el norte. "Mejor alejarnos cuanto antes. El pueblo de Bern está a apenas una hora de camino. Allí estaremos a salvo."

Sin esperar una respuesta, arrancas a cabalgar en esa dirección, confiado en que los dos exploradores te seguirán.

Notas de juego

Sección 284

Pasa a la sección 167.

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14/06/2022, 23:09
Narrador

Las desiertas tierras de las Llanuras Grises se extienden ante ti, mientras que la compacta frondosidad de Shalanest oeste se mantiene a tu izquierda. Cabalgáis sin descanso hasta bien entrada la noche, momento en que llegáis a un pequeño poblado de humanos.

-"El cielo amenaza lluvia." Dice Urelth. "No me gusta este lugar, pero estaría bien dormir bajo techo esta noche."

-"Será mejor pasar desapercibidos." Añade Pleonh, agotado tras la dura jornada. "Los humanos no suelen recibir amigablemente a los elfos, así que mantengamos en secreto nuestro origen."

Ocultos los rostros bajo las capuchas, recorréis a paso lento la calle principal entre las cochambrosas casas de ennegrecida madera. Las ventanas aparecen cerradas, aunque el fulgor de las chimeneas brilla en su interior. No tardáis en encontrar una posada, un edificio de piedra de cuya puerta cuelga un destartalado letrero, tan viejo que el nombre ha sido borrado por el tiempo.

Tras dejar los caballos en el establo y ofrecer unas monedas al mozo para que los cuide, entráis en la posada. El calor en el salón es sofocante. Un gran fuego ocupa el centro de la estancia, donde una veintena de lugareños cenan entre estruendosas conversaciones. Alguna mirada se dirige a vosotros, pero no parecéis despertar mucho interés, así que ocupáis una de las mesas y esperáis a que la muchacha venga a atenderos. Tras pedir algo de comer, preguntáis a la chica por una habitación.

-"Tenemos alguna libre, creo." Dice, dudando.

Es una mujer rechoncha y de estúpidos ojos bovinos. No estás acostumbrado a ver humanos y la primera impresión que te llevas de los habitantes de este pueblo no es muy buena. Reserváis un cuarto con dos camas, donde añadirán un colchón para que podáis dormir juntos. Seguidamente, cenáis en silencio. Al acabar, os disponéis a abandonar el salón cuando una discusión estalla en una mesa vecina.

-"¡Eso no son más que estupideces!" Grita indignado un pastor. "Si Teshaner hubiese sido atacado lo sabríamos."

-"¿Cómo puedes negar lo evidente?" Le recrimina un cazador. "Han llegado varios supervivientes y hablan de un ejército de monstruos que ha arrasado la ciudad."

-"Tonterías, tonterías." Niega el otro. "No son más que unos listillos, aprovechados que intentan timaros con esa historia para ganarse vuestra lástima y sacaros algunas monedas."

Te encuentras a medio camino de la escalera que sube a la habitación y miras con curiosidad a los dos lugareños.

Notas de juego

Sección 167

Si subes a la habitación para echarte a dormir, pasa a la sección 223.
Si quieres hacerles algunas preguntas a los dos hombres, pasa a la sección 18.
Si le pides al posadero algunas provisiones para el camino, pasa a la sección 5.

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16/06/2022, 20:38
Pheredil

Al escuchar de refilón aquella conversación me detuve, me despertó curiosidad... "¿Quién será ese tal Teshaner? ¿No podría ser...? ¡El de la flecha!" pensé mientras me acercaba a ellos.

Hice una señal a mis soldados para que si querían se subiesen a descansar de aquel día agotador, pero yo me tenía que quedar y preguntar a aquellos lugareños.

- Perdón... ese del que habláis... no será un señor relativamente mayor y comerciante, o al menos lo parecía, pues había por allí una carreta. - esperé unos instantes - Nos lo encontramos en el camino, nos acercamos a ver qué había pasado, pero parecía demasiado tarde... y nos emboscaron. Rápidamente montamos sobre los caballos y cabalgamos hasta aquí. Varios de mis hombres murieron atravesados por flechas. No pudimos hacer nada.

 

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20/06/2022, 22:35
Narrador

Decides acercarte a los dos humanos y le cuentas lo sucedido a tu compañía, para después preguntarles sobre quién les ha explicado esas historias. El pastor te mira desconfiado.

-"¿Y tú quién eres?" Te increpa mesándose la barba. "No recuerdo haberte visto antes por aquí. Además, no me gusta hablar con gente que oculta su rostro."

Dicho esto, uno de sus compañeros te quita la capucha, dejando al descubierto tus orejas puntiagudas.

-"¡Un elfo!" Claman los clientes con sorpresa.

Uno de los campesinos se levanta airado. Una mujer grita asustada. El posadero se apresura en pediros que os retiréis a vuestra habitación, ya que no quiere que se organice una pelea en el salón.

Subes a la habitación junto a tus compañeros, mientras que el rumor de que unos misteriosos elfos se han hospedado en la posada se extiende como un incendio por el pueblo.

-"Ahora nuestros perseguidores sabrán donde nos encontramos." Dice Pleonh. "Ya no es seguro permanecer aquí."

-"No tenemos otra opción." Niegas, resignado, y te acuestas para descansar. "Por la mañana, nada más amanecer, partiremos antes de que el pueblo despierte."

Por temor a un nuevo ataque de los asesinos, decidís hacer guardias durante la noche.

Notas de juego

Sección 18

Tira 1d10 y pasa a la sección correspondiente:

Si sacas de 1 a 8, pasa a la sección 53.
Si sacas 9 o 10, pasa a la sección 21.

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26/06/2022, 21:49
Pheredil

Me volví a tapar la cabeza tan rápido como pude y ascendí las escaleras empujando a mis compañeros, pues no quería estar más allí abajo... necesitaba descansar para partir lo antes posible.

- Descansad como podáis... saldremos pronto, antes del amanecer.

Intenté echarme para dormir, pero no me fue imposible a si que tumbado en la cama, mantuve mis sentidos alerta... algo me decía que corríamos peligro.

- Tiradas (1)
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27/06/2022, 23:34
Narrador

A medianoche, la posada duerme en silencio. Preocupado como estás, no puedes logras dormir y te revuelves intranquilo en la cama. Miras hacia la puerta, junto a la cual Pleonh monta guardia sentado en una silla, y ves un vapor azulado que se filtra por la cerradura. Al principio piensas que no es más que un reflejo de la luz del pasillo, pero entonces Pleonh cae hacia delante y se derrumba inconsciente.

Apenas tienes tiempo de ponerte en pie, cuando la puerta se abre lenta y silenciosamente. Varias figuras vestidas completamente de negro entran en sigilo, empuñando afilados puñales que relucen plateados en la penumbra.

Notas de juego

Sección 53

Si tienes la habilidad de Acechar/Esconderse y te ocultas bajo la cama, pasa a la sección 234.
Si alcanzas tu espada y saltas sobre ellos por sorpresa, pasa a la sección 266.
Si retrocedes hacia la ventana y huyes por ella, pasa a la sección 177.

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27/06/2022, 23:35
Narrador

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28/06/2022, 23:53
Pheredil

Con el ojo entrecerrado salté de la cama al escuchar la puerta abrirse. Aunque estaba medio dormido, aún estaba lo suficientemente consciente como para reaccionar a tiempo.

Dudé durante un instante si aprovecharme de mis habilidades y esconderme o si aferrarme a mi espada y lanzarme al combate. "Mis compañeros nos se merecen este final" pensé mientras definitivamente empuñaba mi espada y alargaba el brazo para recoger el escudo.

- No asesinaréis a más de los míos mientras viva.

Me lancé al combate intentando proteger como pudiera a Pleonh.

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29/06/2022, 21:29
Narrador

Saltas desde la cama, alcanzas tu espada y te enfrentas a los silenciosos asesinos. De un tajo, hieres a uno en el brazo a la vez que gritas para despertar a Urelth. Juntos, hacéis frente a los puñales de los enmascarados.

Notas de juego

Sección 266

Debes luchar contra 2 asesinos a la vez: asesino1 DEF/9 y asesino2 DEF/9.

Si vences el combate, pasa a la sección 176.
Si eres derrotado, pasa a la sección 122.