Partida Rol por web

Sommar acaricia su mentón pequeño, una vez y otra vez, mientras escucha con gran parsimonia lo que cuentan, Sharon y Fred están un poco más lejos, pero no pueden evitar su asombro por las preguntas de Eizhan, hija de Gretel, preguntando su Selina y Didac eran los hijos de Yorinda y Yoringuel.

- pues...- al final determina hablar, rompiendo el silencio que se hizo luego de las palabras de Eizhan - no puedo decirlo porque no lo sé - pareció por unos momentos dolido, por como su voz se quebró en las primera frases - ellos están acá, e imagino que pueden preguntarle, - miró al capitán que parecía más abstraído.

- Var...- llama a alguien y otro enano, de aspecto más joven que él aparece y le pide que vaya a buscar a los hermanos, luego cuando vuelven a estar solos, el enano junta sus dedos delante de sí - Yorinda y Yoringuel eran parte de los guardianes de Landover, hermandad creada luego de la caída del Hacedor de Sombras... y su padre, joven Pinocchio, era parte de ellos, - ahora mira al capitán - mientras que ud, mi joven compañero, si bien tienes la inteligencia de su padre, no tiene esa ambición, puedo sentirlo- suspiró - claro que sé quién es usted, el último de los piratas, jooo- aplaudió con gran felicidad, y no puede evitar manifestarla al hablar - ¿se han unido para combatir a la Reina roja? ¿es verdad esto?

Tocan a la puerta de Selina y esta se abre, era Var, estaba sonrojado por una carrera que había dado, y le cuesta hablar mientras recupera el aliento.

- chicos.. oh.... chicos, por las hadas - pone su mano en su corazón - abajo... hay tres jóvenes, que preguntan por ustedes, están diciendo que son los hijos de Yorinda y Yoringuel, Sommar habla con ellos, y pide que bajen para aclarar esto... ellos... están buscando a los hijos de ellos, hablaron... de una cura - se apoya en la puerta, respirando profundamente - están en el bodega... - tose,moviendo sus pequeñas manos para que lo sigan.

Mira a Anthony...

Al parecer ya tenemos algo en común, joven Anthony... - dice mirando con una leve sonrisa al descendiente de Pinochio.

La idea es librar a la Reina Blanca, de la maldición de la prisión de hielo, y si, por mi parte , estoy toda la vida luchando contra la Reina Roja y sus secuaces. Para ello fui entrenada y enseñada, no he conocido otra cosa en mi vida, mas que servir a mi Reina Blanca y exterminar el veneno y lacra que la Reina Roja ha extendido en el Reino.- dice con gran orgullo y seria.

Eizhan mira a los presentes, esta tranquila. Aunque desea preguntar a los hermanos sobre algo de vital importancia, en cuando hagan acto de presencia, esta la mar de relajada.

-Pero... pero eso es horrible. 

Antes creía que la reina roja era mala simplemente por usar magia negra, la magia que cree que es el origen de todo lo malo que puede pasar y de todas las maldiciones, pero encerrar a una persona por pensar diferente... es lo peor que podría imaginar... y más si lo ha hecho con su familia y durante 5 años.

Sale de debajo de las mantas y se sienta a su lado. Pone una mano sobre su hombro y le mira con tristeza.

-No puedo imaginarme lo mal que lo habéis pasado. Deberíais estar descansando para recuperaros.

El príncipe baja la mano de la dama y la entrelaza con las de él, se sentían frías y algo ásperas, eran las manos de un soldado, o de alguien que la había pasado mal. Edwards sonrie y pone entre sus manos la tuya, disfruta de tu tacto tan suave.

-pero he sobrevivido, milady, y lo que he pasado, no se compara con lo que ha hecho mi madre a muchas personas, muchos si supieran quién soy, me atacarían sin dudarlo, y quiero eso, limpiar mi nombre - te sigue mirando a los ojos, y acariciando tu mano, pero la va soltando suavemente - por la mañana estaré bien, pero ahora.. disfruto de su compañía - sonríe, mirándote a los ojos intensamente, pero ese momento es interrumpido por los pasos apurados de alguien, y por lo corto de los pasos, debía ser uno de los enanos.

-hay mucho movimiento, ¿no? -preguntó con una mediana sonrisa, mirando hacia la puerta- ¿habrá pasado algo?-

Mantiene la mano entre las suyas que a pesar de estar frías y ásperas no quiere apartarla pues cree que puede ser reconfortante para el príncipe. Además, está siendo muy tierno y sincero y no quiere falta a eso... le daría un pequeño abrazo, pero es posible que no estuviese bien visto, y menos en dos personas que se acaban de conocer.

-Yo no os hubiese reconocido, Edwards. Soy una simple chica de pueblo que no tiene mucho conocimiento de los acontecimientos de reino así que yo os habría juzgado por lo que veo...

Le sonríe, pero los pasos apresurados interrumpen su charla. Le hace un gesto con la mano libre para que se queda sentado y se levanta para acercarse a la puerta. Abre un poco y se asoma para ver que está pasando pues no cree que sea normal que se levanten en medio de la noche con tantas prisas.

Derek se quedo un segundo sobre Ava, despues de rodar con ella sobre el suelo. Nunca habia estado tan cerca de un mujer... Solo fue un segundo en el que aquello que hervia por debajo de su piel se permitio asomarse para ver a la princesa como una preciosa mujer.

Se aparto rapidamente despues de aquel segundo y dejo que Derek se ocupara de sanarle las heridas. Necesitaba mas que nunca estar lejos de aquella princesita.

Hizo caso a su amigo y se ocupo de sacar a los soldados del camino para atarlos fuera de la vista de los posibles transeuntes. Sus propios calcetines fueron una buena mordaza, igual que los cordones de sus botas le sirvieron para amarrarlos de manos y pies.

Ahora si me siento estúpida. Derek va a estar muy feliz…

Hago una ligera mueca cuando empieza a limpiarme la herida, pero me contengo, siento que me lo busque. No me arrepiento porque al final conseguimos no solo caballos sino provisiones (los soldados algo deben de tener encima) pero tampoco me siento orgullosa. Al contrario, no siento que pueda mirar al resto, especialmente a la princesa Alba.

- Esa no era mi idea… -le respondo a Mark. Si quisiera probar algo anoche en lugar de irme del cuarto me habría quedado a partirle la cara a Derek, aunque ahora debe de saber que si sé dar un buen golpe.

Dejo salir un suspiro de cansancio. Pienso en mi madre prisionera, en mi hermano enfermo y Nikolay que expone su vida a diario por esconderlo, en toda una ciudad y su gente que como mamá está a merced de ese desgraciado…

Me permito ver a Mark a los ojos mientras se hace cargo de mi herida. Sonrío un poco cuando dice que solo es un rasguño. Los demás que piensen lo que quieran, pero él merece una explicación.

- Hay gente que cuenta conmigo… y ellos no tienen mucho tiempo.

Cuando Var revela nuestras verdaderas identidades, un escalofrío recorre todo mi cuerpo.
¿Qué demonios está sucediendo esta noche? Los acontecimientos extraños se están precipitando uno tras otro, y no me siento cómoda con tanta coincidencia.
Miro a mi hermano, al que tengo agarrado de la mano.

- Didac, tenemos que hacer algo. Saben que estamos aquí, así que tenemos que bajar y hablar con ellos. Pero desconocemos su identidad y sus intenciones, así que creo que tenemos que ser muy cautos y estar con los sentidos completamente alerta por lo que pudiera suceder.
Var! encárgate de proteger a Mary y a su familia por si las cosas comienzan a desmadrarse, y dile a Falla que se quede con el príncipe en la habitación. De momento es mejor que permanezca oculto, al menos hasta que sepamos quién ha venido a visitarnos en medio de la noche.

Me sorprende la determinación que impregnan mis palabras, pero escuchar el nombre de mis padres de nuevo me ha motivado a actuar con rapidez, sin vacilar.

- Venga Didac, bajemos - le digo a mi hermano mientras abro la ventana para que entre el halcón y se pose sobre mi hombro.
 

Cuando entra Var avisándonos de la presencia de tres personas que nos buscan un escalofrío recorre todo mi cuerpo. Rápidamente Selina reacciona y decide que lo mejor será bajar. Sin mediar palabra asiento creo que lo mejor será bajar, quizá conozcan a nuestros padres o quizá... ¡No no quiero pensar en que vengan a capturarnos, no después de tanto tiempo!

-E-e-está bien Selina-tartamudeo por la tensión- Bajemos. Despierto a Púa suavemente. -Púa acompaña a Var para ver que nuestros huéspedes están bien. A cualquier cosa baja a avisarme.

Cojo mi ballesta de mano por si las moscas y la escondo en mis ropajes. No permitiré que hagan daño a las personas inocentes que habitan en esta casa y mucho menos a mi hermana.

Cuando el hada se acercó, Sir Optimus le movió la cola y le pego un cariñoso lengüetazo.

_Claro que estoy bien, Alba. ¿Qué clase de niñero-guardián sería si no pudiera con un simple soldadito? Tú no estuviste nada mal tampoco. ¡Temblará la Reina Roja al verte! Ven, súbete, veamos cómo está la niña esa.

Entonces Sir Optimus fue hasta donde estaba Mark curándola, para conocer su estado.

- Si, el apellido de mi padre me precede, para qué negarlo, es inevitable, aunque es lo único que comparto con él junto a la pasión que ambos sentimos por el mar. - Suspiré con melancolía recordando mi añorado mar. - El último pirata, no lo creo, pues todavía quedan muchos hombres y mujeres bajo mi mando que pueden llamarse piratas con tanto o más orgullo que yo mismo. - Los últimos piratas en todo caso - Pensé después de contestar a Sommar.  Mirando fijamente a Eizhan proseguí. - Si nos hemos unido todos para derrocar a la Reina no lo se, pues la incertidumbre y el hermetismo rodea a este extraño grupo. - Mis palabras hacían referencia a la pregunta que hice a la enmascarada y esta se negó a contestar. - Por mi parte lo único que puedo asegurar es que no pararé hasta liberar a los mares de Landover de la tiranía de la Reina Roja. -

Me costaba creerlo después de tanto tiempo, pero parecía que Pascal decía la verdad… podría haber encontrado compañeros por primera vez…

El enano parecía darnos largas, no quería confirmarle a Eizhan que Didac y Selina eran hijos de Yorinda y Yoringuel… pero mi madre me lo había dicho bastante convencida, debían serlo… entonces el enano soltó una bomba que me impacto… ¿mi padre era parte de los guardianes de Landover? ¿Todo el mundo sabe quién es menos yo?... ya no escuchaba nada más, mi mente daba vueltas e intentaba recuperarme de aquella noticia… ¿Mi padre un guardián de Landover? ¿Conoce a mi padre? ¿Sabe dónde podría encontrarlo?... ¿Podre tener respuestas? Podré encontrarlo? ¿Verlo? ¿Conocerlo?...

Esto, bueno, yo lo que busco es salvar a la Reina Blanca… dije sin mucho interés en esos derroteros que tomaba la conversación… quería respuestas sobre mi progenitor…

El príncipe se acerca a ti y pone su mano en tu espalda, como si quisiera impedir que espies, pero al final el mismo se acerca a la puerta para ver que estaba pasando,  y en bajar a Selina con Didac a paso muy rápido, casi pisándose los talones y bajando de dos peldaños, traga saliva, algo grave debía estar pasando, el joven se impacienta, y se echa hacia atrás.

- puede estar buscándome...- exclama entre dientes, tomando tu mano para jalarte dentro de la habitación - he metido en problemas a todos...- apesumbrado exclama, pero luego cambia la postura, si ha de pelear lo haría - Señorita Mary, tome algo para abrigarse, las cosas pueden ponerse difíciles...

Var entra la habitación de Mary y se sorprende de ver al príncipe, de hecho tartamdudea un poco y luego se encoge de hombros, - me ... me han mandado a ver que estén bien -exclama, pero el príncipe se acerca a él y se le para enfrente, aunque nunca perdiendo los modales. El príncipe pide que le explique lo que sucede, Var no sabe como empezar, pero él lo vuelve a pedir, y el enano debe hablar, no era bueno ocultando información.

- pues... hay unas personas que están buscando a Selina y Didac.. dicen que son los hijos de Yorinda y Yoringuel - el príncipe abre mucho los ojos, se ve sorprendido y sale de la habitación a zancadas siguiendo a los hermanos. 

Pua aparece y se sube al hombro de Mary, estaba asustado, y temblaba.

- majestad... espere... espere...- intentó detener al príncipe pero este no le hizo caso, y luego miró a Mary -oh señorita, por favor... ay... detenga al príncipe, yo no doy mas - exclama el pobre enano, yendo hacia la cama en donde poder sentarse con su mano en su pecho.

Van corriendo, bajando las escaleras a don zancadas, y luego gira hacia la cocina, hacia una de las puertas del fondo en donde estaba la bodega, abren la puerta de golpe,  y pueden ver a Sommar ante un grupo de personas, pueden reconocer a Sharon, la hija del alcalde, a Freud, el amigo de Sharon y cercano a la familia, también era una especie de investigador, aunque le gustaba más estar entre muertos, haciéndoles autopsias, pero era un buen sujeto.

Pero lo que les llamaba la atención, y el motivo por lo cual estaban ahí eran las otras tres personas, todos con capas, que hablaban con Sommar, pero un de ellos, el último que hablaba, preguntaba quién era su padre, porque al parecer le habían dicho que era miembro de los Guardianes de Landover, aquella orden que  la Reina Blanca creó.

La puerta se abre de golpe, antes de que todas sus dudas sean descubiertas, y en esta aparecen dos personas, un chico y una chica con sus pijamas, los quedan mirando, no están felices de que estén ahí, para nada, Sommar camina hacia ellos y se pone en la línea de intersección entre los recién llegados y las personas que ya estaban ahí.

- chicos - llama su atención - estos jóvenes los están buscando, pero dicen que son los hijos de  Yorinda y Yoringuel, ¿es verdad eso? -el enano parecía muy dolido al enterarse así de eso, - son miembros de la orden de los Guardianes, por lo menos uno de ellos - baja la mirada y mira a los chicos - son aliados...- dice en un susurro compungido,muy dispuesto a creerles por lo que habían contado y mostrado.

Logran reconocer a una de las personas, era el capitán James Hook, pirata muy buscado, enemigo personal de la reina. 

Mark sonrió a la joven y en un acto de sumo cariño, se acercó hacia ti, y puso su mano en tu nuca, jalándote hacia él, para besar tu frente en un gesto muy cariñoso, el hombre era atento, a pesar de que se mostró muy odioso en un principio, ahora contigo era más dulce, como si comprendiera  que es lo que necesitas.

- mucha gente depende de nosotros, pero debemos actuar con la cabeza, porque si morimos, nadie podrá protegerlos...- te susurra, y termina de sanar tu herida, para volver donde los demás, y ayudar a Dereck a atar a los soldados aún inconscientes.

- soy chiquitita pero poderosa! - exclamó con alegría la chica, dando un golpe en el aire, y se subió en tu lomo. Cuando Sir Optimus con Alba en el lomo van a ver a Ava, sorprende a Mark besando su frente, algo tierno pero que el montaras pareció no darle mucha importancia, porque los miró y sonrió de medio lado, colocándose de pie para ir por los caballos y ayudar a Derek.