Partida Rol por web

Gaëlle empezó a acercarse a la figura mientras se recolocaba la incómoda armadura que le rozaba dolorosamente en el pecho, puso su sonrisa amable y trató de parecer distendida y pacífica, lo que no resultaba nada difícil.

Llegó a distinguir claramente la menuda y estilizada figura de una elfa al otro lado, esperaba que Auria se sintiera segura gracias al muro de espinos que Gaëlle no podría atravesar. Con suerte no se sentiría amenazada, porque Gaëlle pudo distinguir que iba tan equipada para la guerra como ella, con una armadura de pieles bastante gruesa, lanza y arco.

Cuando estaba a distancia suficiente para poder hablar en voz no muy alta, de repente, Auria hizo un movimiento muy brusco que provocó en Gaëlle un involuntario respingo de susto y que se retirase algunos pasos, lista para volver corriendo al lado de sus compañeros. Sin embargo el movimiento de la elfa resultó ser de huida.

O podemos derribar la puerta y acabar con ellos utilizando el factor sorpresa.- el guerrero expuso su plan, sin mucho convencimiento.

Sabía que qu su fuerte era ejecutar los planes, no idearlos, pero esa táctica pocas veces le había fallado

-Karlack,no hemos venido aquí para comenzar una guerra.A mi también me gustaría entrar por la fuerza para machacar a esos tunantes,pero debemos tener cierta cautela a la hora de movernos si no queremos acabar encerrados en la prisión, o peor,ejecutados.-Dijo el joven para aliviar el ansia de lucha del guerrero. 

-Deberías acompañar a Theonil y Gaëlle para que hablen con el individuo que se esconde tras los espinos,podría ser peligroso.Mientras,Evea y yo inspeccionamos el almacén para asegurarnos una entrada y huida limpia.-Dijo con voz de liderazgo,para organizar un plan estructurado que no tuviera posibilidad de fracaso.

Gaëlle se queda durante un momento bloqueada al ver huir a la misteriosa figura. Lo único que se le pasó por la cabeza fue una pregunta: ¿Por qué huirá de mi? 

-¡Eh! ¡Espera! - Exclamó Gaëlle al tiempo que empezaba a correr - ¡Solo quiero hablar contigo! 

Aquello era, en aquel momento, totalmente cierto. Lo unico que quería era saber si había visto algo llamativo en aquel lugar. Quizá si hubiese empezado con una canción... no, aquello no tenía sentido. Trató de alcanzarla, corriendo todo lo rápido de lo que era capaz, aunque tratándose de una elfa tampoco tenía grandes esperanzas. 

Auria se paró antes de tan siquiera empezar a correr y se quedó mirando a la muchacha de cara dulce y amable. La muchacha solo quería mantener una conversación pero a esas horas no podía fiarse de nada ni de nadie, eso es lo que le habían enseñado en los bosques y en su anterior vida. 

No podía pararse allí y hablar tranquilamente con la muchacha como si tal cosa, pero si la mujer quería solo hablar quizá pudiesen hacerlo un poco más allá, lejos de las miradas del resto del grupo.

Así que, sin correr pero andando a un paso apresurado, lo justo para darle tiempo a la muchacha de alcanzarla se alejó de allí a la espera de encontrarse con ella de nuevo en algún lugar lejos de los demás.

Si la muchacha quiere hablar tendrá que ser a mi manera... aunque quizá esté en peligro y venga en busca de ayuda...

Gaëlle se puso rápidamente a su altura, caminando en paralelo al otro lado del muro de espinos, y comenzó a hablar rápido, manteniendo un tono de voz que Auria pudiese oír, pero no llamase demasiado la atención alrededor.

-De acuerdo, quieres caminar, a mí también me gusta caminar, es bueno para la salud, pero ¿estás yendo a algún sitio? ¿O simplemente caminas? Lo digo porque yo tampoco debería ir muy lejos, hemos venido a hacer… cosas, por aquí.

Cerró la boca un momento, ordenando ideas.

-Por cierto, ya que estabas ahí observando ¿no habrás visto nada ...esto... sospechoso por esta zona, verdad? Me refiero, por poner un ejemplo, a algún grupo de contrabandistas armados y que pareciesen tener mal aspecto… vamos, un aspecto peor que el de mis amigos… - se detuvo un momento - hum… quizá esté hablando demasiado...

¿Sospechoso? Cualquier hombre ante los ojos de una druida como yo proveniente del aquelarre del que vengo encontraría sospechosa cualquier acción. Pero no, grupos de contrabandistas no he visto ninguno, solo un grupo sospechoso al que me puse a investigar y entonces una dulce muchacha me encontró.

Dijo guiñando un ojo.

Sólo quería que nos alejasemos unos cuantos metros de tus amigos para que no pudiesen escucharnos.

Ahora dime, preciosa dama, ¿no habrás visto tú a un hombre muy grande, apuesto y bastante varonil, capaz de levantar treinta muchachas como yo correteando por estos lares?

Karlack asintió ante las palabras de Diedric y siguió a la bella Gaelle cuando salió a correr detrás de aquel desconocido

Tranquilo Diedric, no dejaré que le toquen ni un solo pelo.- pensó

Tras ver a Gaëlle corriendo y a Karlack y a Theonil detrás de ella,le dijo a Evea.-Vamos,tenemos que asegurarnos de que podemos actuar sin ningún peligro.-

Comenzó a andar hacia el almacén cuidadosamente,seguido de la joven Evea,percatándose cuidadosamente de que nadie más los venía.

Los presentes pudieron ver durante unos metros cómo Evea y Drieric se internaban en las sombras entre los edificios y se alejaron entre los almacenes dispersos, alejándose de las calles del Arrabal para poder rodear el edificio. Poco después desaparecieron entre las sombras y, probablemente, giraron una esquina de modo que los demás perdieron. Pasaron más de 15 minutos de inquietud antes de que la pareja de exploradores regresara al grupo.

Los exploradores se apresuraron a alejarse de las zonas más iluminadas con el propósito de hacer un primer examen preliminar del almacén.
El edificio tenía una planta básicamente cuadrada, construido de madera con tejado a dos aguas y una veleta en la cuña que forman ambos laterales. La entrada principal estaba en el lado opuesto al que habían llegado los aventureros, con un camino de tierra prensada que permitía llegar desde la carretera hasta una puerta carretera doble que, ahora mismo, estaba cerrada a cal y canto. La puerta tenía sobre los 4 metros de alto e incluso más de ancho. Sobre dicha puerta se abría, a unos 5 metros de altura, un hueco del que sobresalía el soporte de una polea, probablemente para cargar carros justo en la puerta. Era un hueco cuadrado de unos 2 metros de lado.
El lateral derecho desde la posición inicial del grupo tenía una puerta de tamaño normal, también cerrada. No había más ventanas que algunos huecos de ventilación e iluminación situados cerca de dónde las paredes dejaban paso al techo; esos huecos estaban a unos 8 metros del suelo y eran apenas de un metro de alto por medio de ancho.
En el lado izquierdo había una puerta adicional, se trataba de una puerta grande de más de dos metros y medio de alto y una anchura suficiente para pasar dos hombres uno al lado del otro, pero parecía que no se había abierto prácticamente nunca y se había hecho sobre ella un portazgo de menos de dos metros de alto y menos de uno de ancho que se había hecho en una de sus hojas.
El edificio no tenía ninguna luz aparente, sin embargo Evea señaló tras una detallada observación que parecía haber un ligero resplandor titilante que se filtraba por los huecos de ventilación cada cierto tiempo. Probablemente tendrían su origen en antorchas o candiles de aceite que estaban o disimulados para evitar resplandores externos o en habitáculos construidos dentro del almacén a modo de oficinas o alojamientos.
El estado de conservación no era óptimo, ni de lejos, de hecho parecía un poco descuidado y bastante en desuso, sin llegar a abandonado. Necesitaba con urgencia un lijado y unas manos de pintura. Ningún cartel anunciaba actividad comercial o publicidad del negocio que le usase como almacén, lo que, observando el resto, indicaba que no tenía un uso a día de hoy.
Ni Evea ni Drieric tuvieron, a pesar del aspecto del almacén, dificultades en observar que al menos un carro había dejado sus huellas en el camino que llevaba al almacén hacía no mucho, Drieric no podía precisar exactamente cuánto, pero Evea afirmó con seguridad que tenían entre 30 y 40 horas de antigüedad.
El entorno del almacén resultaba muy oscuro dado que no había ninguna iluminación significativa en más de cien metros a la redonda y los edificios más cercanos no tenían más que, en el mejor de los casos, un candil, pero la mayoría tan solo la luminosidad que escapaba del interior a través de sus ventanas y puertas. De hecho los aventureros habían tenido que acercarse a menos de veinte metros para poder notar los detalles del lugar,

-Lamento no poder ayudarte, no recuerdo a nadie que encaje con la descripción. Aunque tampoco tendrías que fiarte mucho de mi memoria esta noche. 

Se detuvo un momento, mirando a sus compañeros.

-Por ellos no deberías preocuparte, son buena gente. Debería volver, tenemos trabajo que hacer aun esta noche. 

- Está bien. Supongo que nos volveremos a ver. Adiós.

Y sin más palabras Auria se giró y se largó de allí de regreso a su posada y así poder descansar de aquel largo día.

Gaëlle volvió rápidamente con sus compañeros

-No sabía nada - les indicó - solo estaba buscando a alguien y le parecimos sospechosos. Deberiamos volver a nuestro trabajo, ¿cual será el plan?