Partida Rol por web

-¿Co... como señuelo? ¿Creéis que de verdad podría funcionar? -tragó saliva - ¿Seguro que aparecerían concretamente quienes buscamos?

Aquello sonaba peligroso, a decir verdad no le gustaba nada, aunque si creían que fuese a funcionar estaba dispuesta a intentarlo. Pero antes iba a tener que hablar con su hermano, si iban a hacer algo así quería que estuviese cerca. 

-Si vamos a intentar algo así antes quiero hablar con mi hermano. 

Doy una larga vuelta por los arrabales, con la vaga esperanza de poder detectar una cara conocida por la zona, pero el revuelo causado por el festival ha hecho que cada uno está a su tema. -Todos borrachos, y yo sin casi nada de alcohol en las venas... ¡Pero que dices! ¡Dalia a punto de ser la jinete del jodido unicornio, y yo aquí, pensando en emborracharme! Por no hablar de Lianna y Evea... Diablos...

Aparto a un borracho con amabilidad y pruebo suerte con Aleena. Theonil prometió el amor eterno a Narina, es cierto, y más cierto era que le subía el mismo cosquilleo cada vez que veía a la Teniente Aleena... Pensamiento que él apartaba, por supuesto. Aunque desde su rinconcito seguía brillando, y las corrientes pesquisas en Zoguejo lo llevaron más de una vez a sus dependencias, a buscar algún chorizo.

Sonrío galante al entrar en el despacho, y, con delicadeza cierro la puerta al tiempo que narro los hechos.

Merryl está muy preocupado, y le debo una, Aleena. ¿Sabes? Por eso me gusta ir por libre... No trabajo por hechos, sino por corazonadas, intuiciones, gestos.

Niego con la cabeza para mis adentros, cojo una silla y me siento al revés:

Mira, Aleena, te hablaré en plata. Es lo único que tenemos para esos contrabandistas. Puedes creerme que he removido cielo y tierra en Zoguejo; está claro que esos tipos no son de aquí, tienen que venir de fuera. Tienen que haber llegado en algún momento entre todos esos feriantes y juerguistas. He conseguido convencer a un par de aventureros de taberna, junto con una amiga de confianza, pero no somos suficientes contra unos mercenarios de los de verdad. Envía una patrulla de agentes camuflados cerca nuestra, 3 o 4, asegura tus cartas, unos tipos como esos por los arrabales no pueden hacer nada bueno durante el festival. Si realmente son ellos los contrabandistas y los capturas te colgarás una brillante medalla delante del comandante, y si no... ¿que tienes que perder?

Aleena torció el gesto ante la petición de Theonil.

-"¿3 o 4, Theonil? No estás en las grande ciudades de los humanos ya, ¿sabes? eso es la mitad de los guardias que tengo para mantener el orden esta noche en la fiesta y los Arrabales. Casi todos libran para hacer turno doble mañana." - Suspiró un tanto contrariada, dando su brazo a torcer - "Pero haré que amplíen sus paseos de guardia hasta las afueras, de modo que haya al menos uno cerca y el resto puedan llegar en poco tiempo." - 

Parecía que daría por terminada la conversación con esa concesión, pero cuando el aasimar ya se marchaba añadió.

-"Y Theonil, procura asegurarte antes de montar alboroto. Lo último que necesito es comerciantes enfurecidos por ser asaltados con nocturnidad durante el Festival."

Diedric creo que estaba en una de esas casas de mujeres agradables.- dijo el grandullón

Si queréis puedo acercarme a ver si le veo y le pregunto.....aunque si quereis ir alguna de vosotras

Así aprovecho y recojo mi equipo

 La joven mira al grandullón y frunce levemente el ceño.

 - Creo que antes le vi subir las escaleras para irse a acostar.- Encogiendose de hombros posa su atención de nuevo en Gaëlle.- Tan solo era una propuesta, evidentemente si no quieres hacerlo no lo hagas, pero... seguro que de todos los presentes no hay nadie que pudiera resutlar más adecuado. Siendo tan hermosa, grácil y dulce con esa voz tan evocadora... pero en fin. Quizás, después de todo, no fuera una buena idea.

 Sentándose otra vez apoyando su espalda al respaldo de la silla.

 - Sería bueno hablar con Drieric, creo que tú tienes mejor relación con él que yo.- Dijo mirando a Rowder.

De acuerdo, voy a buscarle. Una espada más nunca viene mal.- el guerrero apuró la cerveza de un sorbo y se fue escaleras arriba a buscar a su compañero

Le pregunto al ñposadero el número de habitación de Diedric

Después voy a buscarle..... golpeando la puerta y llamándolo

-Bueno... lo hablaremos otra vez cuando nos reunamos, Si al final lo hacemos, preferiría estar bien protegida. 

Gaëlle abandonó la posada y se adentró en la plaza buscando a su hermano. 

Karlack consigue el número de habitación de Drieric, no es complicado dado que al llegar juntos les pusieron en habitaciones contiguas. 

Drieric estaba durmiendo, la cerveza parecía haberle afectado más de lo que pensaba. Sin embargo había conseguido dormir más de una hora y, aunque tenía tanto sueño como cualquiera de los demás, ahora estaba mucho mejor de su mareo.

Estaba en el primer sueño cuando alguien llamó claramente a su puerta, los agudos sentidos de Drieric le despertaron de inmediato, preparado para reaccionar a cualquier imprevisto.

Ehhh Diedric....levanta, que esto no te lo querrás perder.- dijo el guerrero aporreando la puerta

El joven chico que permanecía dormido en la cama,tras acostarse para que menguara su mareo,se despertó al oír como una voz que le resultaba familiar aporreaba la puerta de su habitación.

Se levantó de la cama,recogiendo la camisa de la silla en la que la había dejado y se apresuró a abrir la puerta mientras se la ponía.

Al abrir la puerta,se encontró con Karlack,que parecía que tenía algo que decirle.

-¿Qué ocurre,compañero? ¿Qué es tan importante para que me despiertes en mitad de mi sueño?- le dijo,mientras se frotaba los ojos y bostezaba.

Coje tus cosas, tenemos trabajo, un poco de diversión y dinero fácil junto a dos chicas guapas, date prisa que te esperamos abajo, después te contaremos con más calma.- el guerrero le dio una palmada en el brazo al decirle esto.

Después se dio la vuelta y volvió otra vez al salón

Diedric ahora baja.- el guerrero se sentó junto a las chicas de nuevo

El chico quedó extrañado ante la noticia que le anunciaba el guerrero,pero aceptó la propuesta sin decir nada.En cuando Karlack se dio la vuelta,entró en su habitación y recogió sus pertenencias, que estaban situadas a los pies de la vieja cama.

Salió de la habitación y se dirigió al salón,donde lo esperaba el guerrero.

Gaëlle no tardó en localizar a su hermano en la plaza, parecía haber descansado lo necesario, dado que estaba de pie junto a una elfa vestida con ropas montaraces. Por un momento la bardo pensó que tal vez habría encontrado a su Notcha, pero al acercarse más y tener mejor luz (y, todo hay que decirlo, conseguir enfocar mejor su mirada tras las varias bebidas que ya acumulaba esa tarde y lo que llevaba de noche) notó que la mujer llevaba la armadura del cuerpo de exploradores del ejército y que la conversación que mantenía con su hermano era, no de discusión, pero si un tanto enojada.

-"Tengo asuntos importantes que resolver durante el Festival" - Llegó a oír que decía su hermano visiblemente molesto y en tono preocupado.

-"Torosian, me limito a transmitirte las órdenes. No soy quién para darte o quitarte permisos. Pero no creo que el capitán entienda que hay asuntos en 'Estercolejo' que te impiden cumplir con tus obligaciones de soldado." -  la mujer hablaba con calma y suavidad, pero de forma inflexible. Gaëlle notó que dirigía una mirada de repulsa a su alrededor al decir Estercolejo.

-"Pero... Notcha... si no le digo mañana... pasarán otros cinco años antes del siguiente Festival... quiero decirla... tengo un mensaje para ella que necesito que le llegue " - tu hermano estaba visiblemente afectado y confunso, se notaba que se debatía entre dos obligaciones y que no era capaz de decidirse.

-"Debes unirte a la compañía en el vado de Agualenta mañana para marchar al Norte contra los incursores orcos de las Nevadas, esas son las órdenes. Yo me limito a transmitirlas, ni te voy a obligar ni te voy a juzgar ni te voy a perseguir, a menos que me lo ordenen. Haz lo que quieras, yo me voy es una hora. No quiero estar en este pozo de inmundicia ni un minuto más de lo necesario" - el tono calmado de la mujer resultaba un tanto frío y desapasionado, la juglaresa se preguntó si la elfa tendría sangre en las venas; aunque el gesto de repulsa al referirse al lugar fue claramente expresivo.

Gaëlle estaba a menos de diez metros de Ásvaldr cuando la mujer se marchó en dirección al paseo que llevaba a la entrada al Centro.
 

Aquí está.- dijo el guerrero al ver cómo el todavía somnoliento Diedric llegaba a la mesa

Diedric supongo que te acordarás de Evea y de Gaëlle, ellas te contarán todo lo que nos toca ahora.

Karlack se recostó en la silla, con suerte él mismo podría enterarse mejor de lo que tenían que hacer sin la jarra de cerveza delante

 La joven saluda con un gesto al recién despertado Diedric.

 - Gracias por bajar tan rápido.- Esvoce con una sencilla sonrisa.- No sé que te habrá contado el señor Rowder para convencerle de que bajara, pero me tomaré la libertad de explicarle un poco el asunto, con su permiso.

 Tras una fugaz pausa en la que muestra con un gesto de la mano una silla vacía de la mesa para que Diedric tomara asiento, y ,en tono más confidencial, prosigue.

- El caso es que al parecer, en Zoquejo se ha realizado un robo, no una cosa de bulgares cortacarteras o birladeros, al parecer alguien ha sustraído unos ídolos religiosos, muy importantes para la comunidad. El sr. Bremârck, encargado de la búsqueda de estos, tiene indicios para creer que quieren sacar pronto estas piezas sagradas de la comunidad. Y creemos que este asunto puede guardar cierta relación con unos hombres que vinieron con la caravana que los tres custodiamos. Eran los únicos tipos armados y que portaban armaduras a parte de los custodios. El caso es que estos tipos, según recuerda la sra. Bellerose, dejaron la caravana antes de alcanzar el centro de la comunidad, cerca de la zona de los almacenes, lo hicieron abandonando la carvana por la parte posterior de esta. La zona que usted estaba vigilando. Por ese motivo, hemos creído oportuno contactar con vos, con la esperanza de que pueda darnos más información acerca de esos hombres, y de la zona en la que dejaron la caravana.

 Tras toda esta exposición la joven quedó en silencio, esperando que ocurriría.