Partida Rol por web

El Festival del Unicornio (Finalizada)

3.- Escena pública: La llegada del unicornio

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31/05/2012, 21:00
Nívea Selen Telq'ssir

Al unirse al grupo de compañeros que conversaban entre ellos les dedicó una media sonrisa cansada mientras los ve entrar al el templo y preguntar por Eliaster les dice con curiosidad -Pensé que ibamos a buscar algun lugar comodo para sentarnos a hablar ¿quién es este elfo al que tenemos que ver?- sin preguntar a nadie en particular, ya que no conoce quién toma las decisiones en el grupo, espera a ver quién contesta.

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31/05/2012, 21:16
Director

Notas de juego

Si. Destinatario: Notcha Flechacertera (el nombre te suena mucho y con algo de tiempo acabas cayendo que es, según te dijeron anoche en el pueblo, la anterior amazona de unicornio). Remitente: Gaëlle Bellerose (que tardas bastante menos en darte cuenta que es la bardo pelirroja que actuó antes de llegar el unicornio y que ronda por allí junto a los otros aventureros).

Por eso para ver el contenido te decía que había que hacerlo público. Gaëlle habría reconocido (y reconocerá si la sacas delante suyo) de inmediato su carta. 

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01/06/2012, 00:24
Gaëlle Bellerose

Gaëlle se había mostrado muy ausente mientras acompañaba al grupo. Parecía tener algo en la cabeza, y se la veía muy concentrada en su tarea. Tanto que, en un par de ocasiones, había estado a punto de irse al suelo por no prestar atención al recorrido. Ni se había dado cuenta de la comitiva con la que se cruzaron hasta que la tuvieron encima. 

Tras la entrada al centro aquello no cambio. Seguía ensimismada, apenas consciente de lo que la rodeaba. Lo que fuese que tenía en la cabeza no parecía estar cerca de resolverse.  Durante unos momentos incluso cerró los ojos, mientras caminaba, para concentrarse. No fue muy inteligente, chocó contra uno de los corros de gente que aun quedaba en la calle y tras disculparse avergonzada se dio cuenta de que había perdido su hilo de razonamiento. 

Aun así estaba determinada a llegar hasta el final, y volvió a empezar desde el principio. Al llegar al templo su actitud no cambió. Apenas se enteró de la presencia de Eliaster, de sus palabras o de sus miradas de reproche. 

Mientras el resto se reunían, se mantuvo en un segundo plano, caminando en pequeños círculos, moviendo mucho las manos, mientras susurraba cosas para si misma.

-Sangrador... sangrador es la clave... - se decía, no tan en voz baja como pensaba - ¿Que es un sangrador? ¿Por qué precisamente esa palabra? ¿Que conozco que tenga que ver con un sangrador...? ¿Alguna historia? Eliaster no quiere hablar de lo que ocurrió con Orcus, normal, los elfos suelen enterrar las historias que les avergüenzan... No, eso no me ayuda. Espera... ¡Si, si, si!

Durante un segundo se quedó en silencio y levantó los brazos en señal de triunfo.

- ¡La caída de los Sangrador, eso es!  - exclamó

Entonces se giró hacia el resto, 

-Eso.. Lo he dicho en voz alta ¿verdad? - preguntó ligeramente avergonzada - Da igual, da igual. 

Se acercó a Theonil y al resto del grupo. 

-Creo que tengo algo. No se exactamente que es, bueno... es una corazonada, pero creo que es algo. "La caída de los Sangrador", es una historia que una chica llamada Leetha Camino iba a contar una vez, pero... pero estoy divagando - hablaba a toda prisa, emocionada de su propio, aunque nada concreto, descubrimiento - Esa historia es importante... por alguna razón. El problema es que no la conozco, era una historia prohibida... entre las comunidades élficas normalmente se ocultan las historias vergonzosas, no como entre las humanas que... bueno, da igual, el caso es que entre las comunidades élficas normalmente se ocultan las historias vergonzosas, como ese tema que decías con Orcus... Lo importante, es una historia que no conozco, era una historia prohibida al menos en mi comunidad, que no estaba muy lejos de aquí... Estoy segura de que es importante, en esa historia hay algo que tiene que ver con lo que está pasando. ¿Hay algún tipo de archivo aquí? Probablemente esté... o quizá alguien en el templo la conozca...

Se detuvo para coger aire. 

-Confiad en mi, sé... más o menos, de lo que estoy hablando. 

Notas de juego

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04/06/2012, 18:49
Karlack Rowder

El guerrero no tenía ni idea de lo que estaban hablando. Lo que sí sabía es que iban a desmenuzar ese cuerpo en busca de pruebas. Ahí el estómago le dio un vuelco y se puso pálido, con ganas de vomitar.

No le importaba la sangre, incluso alguna vez había dejado algún cuerpo en peor estado que aquel. Pero el hecho de que lo abrieran por ver qué había en el interior, ver sus órganos, tocarlos, moverlos......era asqueroso.

Yo si no os importa os espero fuera, después ya me contaréis si encontráis algo, sin entrar en muchos detalles claro.

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04/06/2012, 22:06
Director

El guerrero notó lo cargado y pestilente que estaba el ambiente en el mortuorio tan pronto como puso un pie fuera de esa sala pequeña y cerrada, Eliaster estaba sentado a lo lejos, en una rama llena de hojas que daba a una de las ventanas que formaban las ramas más frondosas que hacían de paredes. Aunque el guerrero no era un experto en lenguaje corporal, y más con elfos de los que no era capaz de suponer ni la edad, podía asegurar que el elfo estaba tenso y preocupado; el motivo no lo alcanzaba a ver, si sería por el cadáver, por la presencia de humanos en su templo o por otra cosa, se le escapaba.

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05/06/2012, 04:58
Auria

Auria llegó a aquel templo muy preocupada. No estaba acostumbrada a reunirse con tantos humanos y no le hacía ninguna gracia tener que encerrarse en un edificio con ellos. Para Auria encerrarse era estar en cualquier lugar en el que no pudiera ver el cielo azul, las nubes blancas o el manto añil de la noche. 

Auria había tomado una decisión, tenía que ir con aquel grupo si quería averiguar algo de lo que estaba pasando, y no solo eso, tenía que ir con ellos puesto que juntos podrían ayudarse más que si se separaban.

Cuando la muchacha entró en el templo, a pesar de ser un edificio digno de la diosa elfa un escalofrío le recorrió el cuerpo. Tan solo estaba acostumbrada a quedarse en posadas, pero entrar en templos edificados para la diosa de la naturaleza eso era extraño. Para Auria la diosa Angharrad debía ser honrada y orada entre los bosques y santuarios élficos y druídicos y no se acostumbraba a las tradiciones humanas.

Entonces un elfo se acercó a ellas con una amplia sonrisa, por un momento Auria se asustó, pero luego se dijo a sí misma que su miedo no podía trascender tanto, tenía que empezar a confiar y los elfos eran gente buena de su raza, gente en la que se podía confiar y que normalmente no hacían ningún tipo de daño, o no al menos esa clase de elfos.

Así que cuando se dirigió a ellas, salió de detrás del regazo de Nivea y se presentó como Auria, la joven elfa que se presentó ante la mirada del unicornio. 

Después Eliaster habló y dijo algo sobre examinar el cadáver y los pelos se le pusieron de punta. Auria buscó con la mirada a su compañera, esperando que adivinase lo que ella sentía. No quería estar allí, este no era un lugar para ella y tenía que irse de ahí. Los cadáveres no debían ser analizados, no debían ser vistos durante mucho tiempo, había que enterrarlos y dejar que la naturaleza se alimentase de ellos y así se cumpliese el ciclo de la vida.

Auria agarró la mano de Nivea y cuando Theonil se acercó la apretó más fuerte. Cuando le escuchó una expresión de repugnancia se le pasó por la cara, pero entonces lo pensó bien. Quizá esa era la oportunidad que tenían de salir de allí, y quizá eso les acercase más al grupo aunque tuviera que volver a separse.

Después tiró de la mano de Nivea y la susurró... Está bien, puedo ir, pero no me dejes sola. ¿Qué tal si la buscamos los dos? Incluso él, dijo señalando a Karlack, él también parece sentirse incómodo, ¿qué tal si nos acompaña?Aquello podía hacerlo, sí, estaba preparada para formar un grupo, pero no para separse de la que parecía ser su amiga en aquel lugar, no para separarse de Nivea Selen.

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06/06/2012, 20:29
Karlack Rowder

El guerrero se acercó al elfo, sabía que tenía que medir sus palabras, los elfos eran muy suyos con sus cosas y él era un humano.

Pareces preocupado, elfo.- se sentó al lado de él y miró al frente.

No entiendo lo que está pasando aquí, elfo, sólo sé que se acercan tiempos tenebrosos. Si está en mi mano os ayudaré. Sé que sois un pueblo orgulloso y no aceptaréis la ayuda de un humano, pero un brazo fuerte puede ser necesario en cualquier momento.

Sabes tan bien como yo, que eso no lo ha hecho un humano, ni elfo ni enano, ni ningún animal normal.

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11/06/2012, 22:00
Nívea Selen Telq'ssir

Selen frunce el ceño cuando Theonil les pide que vaya Auria sola al bosque, y Auria a todas luces ansiosa por salir de la ciudad acepta sin pensarselo mucho

-No, Theonil. Acabamos de estar en el bosque y decidir hacer todo el camino de vuelta para poder compartir nuestros conocimientos con ustedes y escuchar los suyos. Eso es lo más importante ahora. Nos estas pidiendo que sigamos dando vueltas a ciegas, y perdiendo un tiempo precioso.

Por lo que escucho, varios de acá tenemos fragmentos sueltos de una historia- y al decir esto miro a Evea y Gaelle- Ya estamos juntos, hablemos ahora y decidimos qué viene despues.-

Decidida a no perder velocidad se acerca al pobre elfo muerto mientras se arremanga la camisa -Ya que estas decidido a examinar a este cuerpo, voy a ayudarte para hacer más rápido; dejame mostrarte lo que yo ví en él cuando lo encontré- aparta primero las telas descubriendo el cadáver hasta la cintura, toma con delicadeza la cabeza del elfo para girarla y levantarla un poco- aquí las huellas de dientes ¿ves que las perforaciones y cortes de este arco de dientes se encuentran con los de los dientes inferiores? -dice mientras señala los bordes de la carne arrancada- eso dice que el tamaño de esta dentadura es mayor que la herida que hizo ¿si? más grande que la del oso más grande que yo haya visto- dice abriendo las manos dibujando una dentadura enorme por fuera de su cabeza. Espera a que Theonil haya examinado lo que ella le está señalando, y luego continúa apoyando las manos en el pecho del pobre elfo muerto- y acá en las heridas del pecho, éstos bordes que estan hundidas así son perforaciones de las garras, enormes - dice mientras abre sus dedos tratando de poner cada uno en un agujero de garra y muestra así el tamaño de la mano- ¿alguna vez viste un troll? yo una vez, eran así, garras de troll. El resto del borde está desgarrado. Lo atrapó con las garras y le abrió el pecho a pura fuerza de brazos- mientras se pone un poco pálida se apura a agregar en voz un poco más alta, para los que escuchan con cara de horror- pero estoy segura de que ya estaba muerto ¿si? el cuello fue lo primero y ya estaba muerto. -sin darse cuenta que empeora las cosas, agrega explicaciones mientras abre una de las partes del pecho y señala órganos distintos- Me doy cuenta porque adentro ¿ves esto, y este otro? están mordisqueados apenas, como si la bestia estuviera distraída; o jugando.
Eso es todo lo que me dice el cadaver: boca de tiburón, garras como de troll, la fuerza de un ogro...  ¿ves algo más? -dice a Theonil, aguardando que él termine de mirar.

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12/06/2012, 20:21
Eliaster

Por un momento la mirada del elfo pareció furiosa y Karlack temió haber provocado un conflicto con el sacerdote, sin embargo unos segundos después a medida que el guerrero desgranaba sus palabras, la expresión de su interlocutor se suavizó notablemente. Cuando respondió su tono era amable, aunque tenía un deje un tanto paternal, incluso condescendiente, que le hacía parecer distante y un poco arrogante.

 

-“Mi preocupación es por la cabezonería de Theonil y sus posibles consecuencias, parece haber heredado algunos de los rasgos más peligrosos de sus parientes eladrines, demasiado dados a actuar antes de pensar y lamentar después las consecuencias de sus actos. O no lamentarlas en absoluto, que es peor.
Te agradezco tu ayuda, como sin duda también hará la teniente Recta, que en tan alta estima parece teneros a vuestro heterogéneo grupo de defensores… incluso a los extranjeros. Sin duda es un ser tenebroso el que ha hecho esto, monstruoso es, sin duda, pero incluso si no es algo bastante más mundano de lo que pensáis, como un licántropo u otra criatura con poderes extraños, no veo qué relación puede tener con el pasado solucionado y enterrado que tu compañero se empeña en aventar.”

En ese momento desde el mortuorio, situado a apenas unos metros y detrás de un fino muro formado por algunas ramas interiores del gran roble donde se conformaba el templo, resonó la voz de Gaëlle alzándose pletórica desde un murmullo excitado e indescifrable a esa distancia.

 

-“¡La caída de los Sangrador, eso es!” – se la oyó gritar, el resto de sus palabras se perdieron cuando volvió a un tono más normal.

Karlack, que en ese momento aún hablaba con el clérigo, pudo ver claramente como al oír a la bardo, el rostro de Eliaster se quedaba blanco como el hueso por un segundo, para a continuación ponerse rojo de una ira que alcanzó su mirada. Con brusquedad, dio la espalda al mercenario para acercarse a una de las ventanas que daban al bosque más profundo, agarrando el marco con tanta fuerza que sus nudillos se pusieron blancos.

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12/06/2012, 20:22
Director

Todos se quedaron alucinados cuando la elfa comenzó a hurgar en el cadáver mostrando trozos y señalando posiciones mientras abría, apartaba o sujetaba vísceras y carne, con la misma confianza y naturalidad que si aquello fuera una olla de haggis en lugar de los restos de un elfo destripado.

 

Gaëlle pudo notar la cena revelándose en su estómago, en especial cuando los efluvios del interior del muerto empezaron a hacerse más evidentes con el movimiento mientras empezaba a pensar que habría sido muy buena idea acompañar a Karlack fuera del mortuorio antes de que Nívea Selen y Theonil empezaran con la autopsia.

Auria, acostumbrada a hacer cosas parecidas con animales para su propia supervivencia, pugnaba por convencer a su mente de que no había tanta diferencia entre manosear las tripas de un animal para comer o de un semejante para averiguar qué lo había matado, con suerte incierta.

 

Evea, aunque mantenía la compostura mejor que Gaëlle, dado que había visto muchas cosas horribles en su vida, no pudo evitar sentir un cierto repelús ante la forma tan… desapasionada en que Selen manejaba los restos del elfo, como si fuera lo más natural del mundo.

Theonil, más acostumbrado a participar en autopsias o examinar con cuidado cadáveres, no se vio tan afectado por los actos de la druida, pero desde luego quedó impresionado por su pericia y manejo. Todo lo que decía parecía correcto, se veía que sabía de qué hablaba y mostraba la seguridad propia de la convicción; probablemente ya había llegado a buena parte de sus conclusiones incluso antes de llegar, con el examen previo.

 

No consiguieron mucha más información que la que la druida reveló en sus primeros análisis, lo que mostraba parecía resumir con bastante acierto lo que podía haber pasado. Aunque la boca de tiburón no parecía una definición tan exacta, por lo que pudo apreciar el aasimar: los dientes parecían ser muy simétricos, iguales y perfectamente alineados para encajar las mandíbulas entre ellas. Por otro lado pudieron comprobar que no parecía haber nada antinatural, a parte de las armas empleadas. La carne no estaba necrosada ni agusanada de una forma que pudiera indicar el uso de energía negativa; la cantidad de sangre, si se sumaba el gran charco que habían visto en el suelo, parecía corresponder a la que derramarían esas heridas – casi toda-, lo que indicaba que no se trataba de ningún tipo de hemófago con un especial gusto por la casquería y tampoco había nada – como cortes precisos, quemaduras localizadas o heridas extrañas - que evidenciara el uso de magia. Lo que parecía haber pasado coincidía básicamente con lo que había descrito Selen mientras mostraba las evidencias en el cuerpo.

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13/06/2012, 13:21
Gaëlle Bellerose

Al principio Gaëlle no estaba prestando atención a la autopsia. Sus conocimientos de medicina se reducían a ser capaz de limpiar alguna herida o preparar  un entablillado. No creía poder aportar nada al proceso. Pero poco a poco, conforme Nívea Selen avanzaba en su analisis del cadáver, no pudo evitar ir fijándose más y más. Grave error. 

La visión de la elfa hurgando entre los órganos internos del cadáver, manipulando visceras y apartando restos de músculo y grasa para acceder a ellos, la hacía marearse, casi la hizo vomitar. ¿Por qué se quedaría? Ella no sabía nada de medicina, y menos aun de medicina forense. 

Con todo si hubo algo que le llamó la atención. La descripción de las armas usadas. ¿Que clase de criatura podía unir todas esas características? Un animal seguro que no. ¿Quizá una criatura de otro plano? A un primer vistazo no había nada que se le ocurriese. 

Pero entre las cosas que mencionaron había otra llamativa. La mandíbula de tiburón... pero demasiado perfecta. 

-Puede que esté imaginando demasiado... pero esa descripción de la mordedura... ¿podría ser un cepo?... ¿Las heridas podrían estar causadas por elementos mecánicos? ¿Causadas por personas, usando herramientas? No, eso no, habría quedado algún rastro donde encontramos el cadáver. ¿Creéis que podría haber sido causada por algún tipo de ser artificial animado mediante la magia? 

- Tiradas (2)

Motivo: Saber

Tirada: 1d20

Resultado: 3

Motivo: Conocimiento bardo

Tirada: 1d20

Resultado: 10

Notas de juego

Conocimiento de Bardo: 17

Saber: 3 (+3 naturaleza, +3 los planos)

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13/06/2012, 18:14
Director

Las preguntas de Gaëlle apenas apartaron sus mentes de las líneas de pensamiento que seguían. Ninguno de los dos pensaba que aquello hubiera sido un cepo, aunque era una descripción más apropiada para la boca que había hecho aquello que la de tiburón; pero ningún cepo podía haber desgarrado de un tirón la mandíbula y el cuello de aquella manera, ni siquiera si alguien tirase de una cadena a la que estuviera asido.

Por otro lado la idea del constructo era más difícil de descartar aunque a ninguno de los dos investigadores se les escapaba el hecho de que había una clara (y muy cruel) voluntad detrás de aquellas heridas. Si era un ser artificial, o tenía mente o estaba manipulado de forma muy específica por un amo. Una dentadura con forma de cepo que pudiera abrirse y cerrarse a voluntad y a una profundidad específica y pudiendo moverse con precisión en cualquier dirección... sí podría producir esas heridas, pero ninguno conocía suficiente de golems para saber si podrían hacerse a medida de forma tan específica y ser controlados con semejante nivel de detalle.

Cargando editor
13/06/2012, 18:20
Director

Podía ser el desagradable entorno, la situación tan estresante o, tal vez, que simplemente no hubiera más información en su cabeza; pero por más que lo intentaba, Gaëlle no era capaz de ponerle un nombre a lo que había hecho esas heridas, ni siquiera después de recibir detalles acerca de su morfología.

No era una experta en demonología o diabolismo, aunque sabía de algunos ejemplos de seres infernales. Las garras, la brutalidad y la fuerza cuadraban con muchos; la boca no tanto aunque dientes afilados y puntiagudos eran parte habitual de la descripción que todas sus historias de demonios y diablos solían reflejar. Esas características no quedaban fuera de lugar en cualquier infernal de gran tamaño que conociera y eran muy propias de todas las historias sobre demonios asesinos que había oído.

Por otro lado un ser artificial, como un golem, hasta donde ella sabía podía ser tallado con cualquier forma que el artesano fuese capaz de reproducir, incluidas garras terribles y dientes atroces. Lo que la bardo no llegaba a conocer era si el dueño de tal criatura sería capaz de controlarla con tanta precisión como para ordenarla hacer esas heridas, sobre todo el desgarrar a bocados todo lo que iba del labio inferior a la clavícula o masticar los órganos internos como un ser que se alimentase... porque la idea de un golem dotado de consciencia y aquella crueldad era, simplemente, demasiado horrible para concebirla.

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16/06/2012, 03:37
Auria

Auria no dijo mucho más, se mantuvo callada escuchando las palabras de su compañero asó como las del resto. No tenía mucho que hablar sobre el cadáver y ella no podía apartar nada más.

Aún estaba a la espera de la respuesta a las sabias palabras de Nivea. Así que se apoyó en algún sitio y simplemente se mantuvo a la espera.

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16/06/2012, 09:16
Karlack Rowder

El guerrero vio la reacción del elfo y con la sutileza que le caracterizaba se dirigió a él

¿Quienes son los "Sangrados" esos, elfo?¿Los conoces?¿Pueden ser ellos los causantes de todo esto?

 

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18/06/2012, 20:23
Eliaster

El clérigo se giró hacia Karlack con fuego en los ojos. Apretando los dientes de furia, se dirigió a él:

-"Ese es un tema resuelto y enterrado mucho antes de que naciera tu abuelo, humano. Pero parece que a tu amigo Theonil y a esa humana cotilla les gusta mucho hurgar en las heridas cerradas hace tiempo y no dejar que cicatricen. Lo que pasó con los Sangrador quedó solucionado hace un siglo, no hay ningún Sangrador, de modo que no hay relación con ello. 

Los humanos tenéis una fascinación enfermiza por lo mórbido que os lleva a revolcaros una y otra vez en hechos luctuosos, convirtiendo hechos malsanos en historias de terror que saborear una y otra vez en la noche junto al fuego.

-¡Mejor haríais en aprovechar los privilegios que Aleena Recta os ha otorgado, tan gentilmente, para investigar qué mata hoy en día a la gente de ésta repugnante manera en lugar de intentar averiguar las vergüenzas detrás de los hechos de quienes hicieron lo mismo antes que vosotros! - era bastante obvio que para él gentilmente no era la palabra para describir la actuación de la Teniente. Conforme había hablado se había ido poniendo más y más colorado de ira, e incluso por un instante el guerrero pensó, sin mucha preocupación, dado que el elfo era bastante pequeño y escuchimizado, que se pusiera violento.

Pero cuando llegó, con su cara a escasos centímetros de su pecho cubierto de placas de metal, pero mirando hacia arriba, a sus ojos, presa de una gran ira, se giró y se dirigió a la salida con un portazo en la enorme rama batiente que hacía las veces de puerta con furia mientras gritaba.

-"Cuando tus compañeros terminen con los restos del buen Mirilyn, avisad al novicio de la puerta para que pueda terminar de disponer su cadáver para la celebración de su retorno a Arvandor." - Karlack, que no sabía mucho de cultura élfica, no tenía muy claros los detalles de sus palabras, pero quedaba cristalino que se refería a amortajar el cuerpo. Y aunque tampoco era un experto en psicología élfica, nadie hubiera dudado de que había sacado al clérigo de sus casillas.

 

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18/06/2012, 20:42
Director

Unos minutos después, cuando Theonil y Nívea Selen ultimaban las últimas comprobaciones en el cadáver, y apenas un minuto después de que Gaëlle hubiera gritado excitada sus conclusiones que, todo hay que decirlo, no parecían haber hecho tanta ilusión al resto como a ella, pudieron oír gritos en la antesala en la que se encontraban, hasta dónde ellos sabían, Eliaster y Karlack:

-"¡Mejor haríais en aprovechar los privilegios que Aleena Recta os ha otorgado, tan gentilmente, para investigar qué mata hoy en día a la gente de ésta repugnante manera en lugar de intentar averiguar las vergüenzas detrás de los hechos de quienes hicieron lo mismo antes que vosotros!" - era la voz de Eliaster, que sonaba realmente furiosa. Unos segundos después sonó un fuerte portazo.

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21/06/2012, 03:24
Luna
Sólo para el director

Notas de juego

Máster, estar estoy, pero estoy a la espera de que Nivea hable o alguien diga algo... yo he dicho que estoy esperando...

Cargando editor
22/06/2012, 23:47
Gaëlle Bellerose

Intrigada por as voces que llegaban de la antesala, Gaëlle, que en vista del poco entusiasmo que sus conclusiones habían despertado se sentía bastante inútil en la autopsia, decidió dejar a Nívea Selen y Theonil terminaran de examinar el cadaver y abandonó la sala, para buscar a Karlack y enterarse de que había ocurrido. 

Notas de juego

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24/06/2012, 17:43
Director

La puerta del mortuorio se abrió y Gaëlle, con cara de circunstancias y una mirada curiosa salió a la antesala.

No podía verse por ningún lado a Eliaster, aunque la puerta que daba al tronco del árbol y que servía de escalera, aún temblaba tras el golpe. Karlack estaba en mitad de la sala, encarado hacia la puerta. No parecía herido ni en peligro, aunque cuando se dio la vuelta tenía una mirada totalmente sorprendida, como si no entendiera muy bien todo lo que acababa de pasar, aunque unos segundos después no parecía ni siquiera afectado por la posible discusión con el clérigo.

Gaëlle por su parte no podía ocultar una ligera crispación en el labio, aunque Karlack, poco hábil a la hora de leer las emociones de los demás no podía estar seguro de a qué se debía.