Partida Rol por web

El Festival del Unicornio (Finalizada)

5.- Conclusión: El altar del claro en el bosque

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18/09/2013, 16:56
Eliaster

El gesto de Eliaster se había hecho ligeramente más suave al final de la narración de la exploradora, más o menos para cuando mencionó a Tianna. Por el contrario, el de Aleena había dado paso de la comprensión y apoyo a la desconfianza primero y, tras revisar varias veces algo que tenía en su lado de la mesa, a la absoluta confusión. La elfa se quedó pensativa, a Evea le parecía que podía ver su cerebro tratando de encajar piezas que pertenecían a quince puzzles distintos, de modo que Eliaster se adelantó a la teniente dándola tiempo a pensar:
 
-“Parece que ese supuesto demonio que habitaba en Trellana se había hecho con el alma de nuestra paladina. Eso que tienes en la mano es un objeto espiritual, fuimos afortunados de que te hicieras con él antes de expulsar al ser, puesto que igual que lo trajo con él se lo habría llevado, si hubiera estado en su poder. Supongo que esto indica que es innegable y bien entendido que Trellana fue poseída por algún tipo de ser sobrenatural que trafica con almas, un demonio podríamos asumir.” – aquello parecía ser más una reflexión en voz alta, probablemente destinada a ayudar a Aleena en su esfuerzo intelectual, que una conversación o pregunta; pero luego se fijo en Evea con una mirada menos dura y despectiva que antes para añadir:
 
-“Cuida mucho de esa piedra, porque implica que Tianna no está muerta sino cautiva, ahora mismo por ti; puedes hacerla sentir lo que desees simplemente concentrándote en ese deseo, los infernales suelen usar ése sistema para torturar, pero también permite una forma de comunicación muy primitiva, basada en sensaciones. Se podría liberar su alma simplemente rompiendo la gema pero sin un cuerpo que ocupar se convertiría en un espíritu inmaterial, incapaz de morir pero también de manipular el mundo. Alguien como Tianna no se rebajaría a poseer otro cuerpo y expulsar al espíritu que es su dueño. La alternativa mejor pasa por un ritual muy complicado – y caro – fuera no sólo de mi alcance, sino incluso del de Merryl, que permite traer el cuerpo del un alma desde cualquier lugar donde esté en los planos o crearlo nuevo si ha desaparecido, pero se trata de una de las magia más poderosas que existen; una vez con el cuerpo presente romper la gema permitiría que el espíritu volviera a su hogar.” – Eliaster parecía haber terminado su consejo, justo a tiempo porque Aleena parecía haber conseguido poner un mínimo de orden en sus conclusiones y parecía lista para hablar a su vez.
 

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18/09/2013, 16:59
Aleena Recta

La elfa, ceñuda, se dirigió directamente a Evea.

-“Toda ésta historia es muy confusa, parece que dices la verdad – o lo que crees que es la verdad – en todo momento, pero hay muchas incoherencias o faltan datos. No me parece que lo hagas a propósito, supongo que te sientes así de confusa.” – su mirada no parecía hostil, pero no era tampoco tan relajada como antes – “Supongo que ese elfo al que dices que mató la bestia en las ruinas del palacio de las afueras” – Evea se fijó que eludía pronunciar el nombre Coronal – “es el ex-teniente Brien, el mismo al que atacasteis anoche siguiendo la investigación de robos de reliquias sagradas de Theonil. Pues encontramos su cadáver en el suelo cerca de allí durante vuestra ausencia, destrozado como los demás; ahora está en los mortuorios y no se ha movido de allí. Por si fuera poco Brien es bien conocido aquí, nunca ha tenido ni pizca de magia, era un pícaro y un soldado, es imposible que se dedicara a atar demonios en gente. ¿Estas segura al 100% de que era Brien el que estaba en esa cabaña? ¿Y qué pasó con él? ¿Le abatisteis? ¿Escapó?” – Aleena parecía tener más preguntas, eso decía su cara, pero esperó a que Evea le aclarase ese tema antes de seguir con el interrogatorio.
 
 

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19/09/2013, 09:48
Evea, la gata

Las palabras del sacerdote la dieron algo de calma, pues abría la puerta a la recuperación de Lady Tianna, misión que ya se había autoimpuesto sin saber siquiera si era posible. Se lo agradeció con la mirada, no procedía hablar de ello aún. Sin embargo la teniente, como era su obligación, había prestado más atención a las palabras, haciéndola ver el error en el qeu había incurrido

-Tenéis razón...había dos cuerpos de elfo-dijo, abriendo los ojos al darse cuenta del error en el que había incurrido-Uno en las ruinas en las que lo mató la criatura, creo que ese podría ser ¿como decíais que se llamaba? ¿Brien?-en su rapidez por responder no había caído en que había más de un conspirador-El otro, también diría que asesinado por la bestia, se encuentra en el claro que mencioné. Donde nos enfrentamos al demonio. Éste no sé quién era, pero por sus ropajes parecía más orientado a la práctica arcana-quedó pensativa, intentando hacer memoria si había pasado algún detalle más por alto-

-Parecía tener algún problema de piel, alguna enfermedad o algo así, no estoy segura pues tampoco pudimos prestar demasiada atención. Podría ser-recalcó el condicional-que este segundo fuera el habitante de la cabaña y el auténtico invocador, pero no es mi especialidad-a decir verdad a duras penas había entendido la explicación de Gaëlle al respecto, mucho menos iba a ponerse a elucubrar sobre teorías arcanas.-Disculpad mi confusión-añadió, contrita-Son demasiadas cosas en poco tiempo y sin descanso-y con hambre, y con sed... en fin, que no se encontraba en las mejores circunstancias mentales.-¿Necesitan algo más?-

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19/09/2013, 17:08
Director

Eliaster y Aleena intercambiaron una mirada significativa antes de despedir a Evea con un agradecimiento, pero no dijeron nada acerca de las ideas comunes que aquello podía haberles sugerido.

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19/09/2013, 17:10
Director

Evea solamente tardó en salir unos minutos. Para ese momento ya habían traído una pequeña mesa auxiliar con una gran jarra de vino, varias copas y un par de bandejas con pasteles de verdura y tortitas de trigo rellenas de diferentes guisos.

Pasaron otros minutos más antes de que Aleena volviera a abrir la puerta para pedir que pasara el siguiente, sin mirar específicamente ni a Gaëlle ni a Karlack.

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19/09/2013, 17:37
Karlack Rowder

El estómago del grendullón rugió cuando vio aquellas bandejas de comida.

Careciendo de todo conocimiento del protocolo en aquellas situaciones, y aunque lo hubiera conocido también le hubiera dado igual, Karlack comenzó a engullir a manos llenas mientras bebía vino directamente de la jarra. Vino que se le derramó parcialmente por la armadura al intentar tragar más de lo que podía.

Se detuvo un instante cuando Evea salió tras unos minutos de interrogatorio. Ante la petición de la elfa y con la boca aún llena el guerrero contestó

Las damas primero

Tras lo cual continuó con la ingesta de las diversas viandas

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20/09/2013, 08:18
Evea, la gata

Evea siguió el ejemplo de Karlack, aunque con una medida de moderación. Acercó una silla a la mesa y dio buena cuenta de una buena jarra de vino y comió con ganas, intentando acallar de una vez por todas el ruido de su famélico estómago.

-No creo que Gaëlle tarde-comentó entre bocado y bocado al guerrero, aprovechando que fuera a responder para echar el guante a una pieza que estaba cerca de éste

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23/09/2013, 00:50
Gaëlle Bellerose

No pudo evitar soltar alguna que otra risilla al ver a Karlack lanzarse sobre la comida. Tampoco era ella una experta en protocolo, y también estaba hambrienta, pero ver al guerrero engullir la comida que les habían servido mientra se derramaba vino encima directamente de la copa no hacía más que darle un aire de irrealidad a todo aquello. Igual que todo lo que habían vivido hasta entonces, parecía algo sacado de alguna enrevesada historia en lugar de un suceso real. Ella trató de mantener más las formas mientras intentaba acallar su estomago, que llevaba un buen rato pidiendo a gritos alimento. 

Cuando Evea salió, no esperó mucho para entrar. Quería contar todo lo que había ocurrido y quitarselo de encima lo antes posible. 

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23/09/2013, 01:12
Gaëlle Bellerose

Gaëlle buscó acomodo en el banco de raíces en cuanto hubo entrado. Tras tantas horas despierta y todo lo que había pasado no recordaba si se esperaba de ella algún tipo de protocolo, por lo que no siguió ninguno. Simplemente comenzó a contar todo lo que había ocurrido desde la última vez que se encontrasen con la teniente, tratando de no dejarse nada por el camino, y de ser lo más detallista posible. No intentó adornar ni ocultar nada, solo quería contar la verdad de lo que había ocurrido. 

Comenzó por la salida del pueblo tras su ultimo encuentro, cuando salieron en busca de la misteriosa propiedad cuyo titulo habían encontrado en el primer encuentro con la criatura. Contó como tuvieron que adentrarse en la maraña para alcanzar el camino que llevaba a la cabaña, y como fue su primer encuentro con la bestia, en el que Auria había sido herida. 

Contó a continuación lo que se encontraron al alcanzar el camino, cuando vieron una vieja y destartalada cabaña, protegida por unas poderosas runas que bien podrían haberles costado la vida de no tener precaución. Habló del malestar que ambas elfas, Auria y Nivea Selen, habían sentido al encontrarse sobre aquel suelo, de los pergaminos y el plano celeste que encontraron en la cabaña y del espantoso libro que el dueño de aquel lugar utilizaba.

Se tomó su tiempo describiendo lo que habían encontrado en la casa. Tratando primero de recitar, aunque no recordaba todo con exactitud, el texto que allí habían encontrado.

-A cambio de éste sacrificio exijo: Que sean retrotraídos a su situación de hace cinco años, medidos de acuerdo a la definición que se da de los mismos en éste Reino... - recitó con cierta dificultad. 

Más difícil le resultó hablar del libro, el “Daemonum Ritualica”. Solo citando el nombre ya estuvo a punto de atragantarse. Peor fue contar como en las anotaciones hablaba de su "método para seleccionar a una virgen", y tratar de explicar el ritual que el nigromante llevaba a cabo. Gaëlle rompió a llorar varias veces mientras se obligaba a recordarlo todo y a contarlo de la manera más objetiva posible. Necesitó de una pausa para tomar aire y tranquilizarse antes de continuar. Antes de pasar al ataque del unicornio negro y del trauma que había supuesto para sus compañeras elfas.  

Pasó después al momento en que partieron siguiendo las huellas que creían pertenecían al nigromante dueño de la cabaña, y de su siguiente enfrentamiento con la criatura, que había tenido lugar junto al deslizamiento del terreno donde habían visto los cinco cadáveres que creían pertenecían a las doncellas del unicornio que en anteriores ediciones del festival habían sido victimas del nigromante y de sus terribles rituales. 

Relató por último su llegada al claro del bosque, donde habían encontrado el altar, el cadáver del nigromante y el destrozado cuerpo de Trellana poseído por alguna criatura demoníaca. Narró su enfrentamiento, explicando como se había hecho las heridas que antes habían tenido que sanarle, y como Karlack había acabado con la criatura instantes después. 

Solo quedaba ya contar la vuelta al pueblo, como Auria se había ausentado, y la entrada hasta el templo, donde se habían encontrado a Eliaster y a la teniente. 

Durante todo su relato Gaëlle intentó ser lo más precisa posible, y trató de recordar siempre que estaba contando solo lo que había visto. Entendía que algunas partes parecían difíciles de creer, o que Aleena o Eliaster no quisiesen creer que fuesen verdad, pero confiaba en que los conjuros allí desplegados sirviesen para que confiaran en sus palabras. 

Terminó contando lo que ella creía que sería lo más duro de escuchar para ambos, más seguramente para Eliaster. El resumen de lo que ella pensaba que había ocurrido. Que Zoquejo nunca había sido especial. Que la llegada del unicornio había sido desde el principio un engaño creado por el último de los Coronal para conseguir una ofrenda que entregar a un demonio para que alargase su vida. Que todas las doncellas del unicornio habían sido violadas por medio de aquel cuchillo de plata que el nigromante poseía y sacrificadas. Todo había sido un grotesco montaje por parte de alguien a quien habían condenado a ser olvidado. 

Confiaba en no haber sido demasiada dura con sus ultimas palabras. Sabía que aquello no podía ser fácil de asimilar para ninguno de los dos... 

- Tiradas (1)

Motivo: Diplomacia

Tirada: 1d20

Resultado: 17(+5)=22

Notas de juego

Si hay alguna cosa que no coincida con lo ocurrido, es error mio, Gaëlle no tiene interés en tergiversas u ocultar nada. 

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23/09/2013, 16:40
Director

Eliaster mantenía una expresión ceñuda y severa, mientras la expresión de Aleena, aunque mucho más cansada, era algo más amistosa, aunque tenía un punto pensativo. Ambos escucharon su historia, aunque pidiendo más detalles sobre la tal Auria dónde estaba. Cuando recibieron la información, la cara de Aleena mostró una expresión de comprensión y pareció que una pieza muy grande encajaba en alguno de sus puzzles, aunque no dijo nada.

Incluso la cara de Eliaster se ablandó un tanto cuando Gaëlle perdió el aplomo en los puntos más duros de su narración, guardaron un respetuoso silencio, sin apremiar, dandole tiempo a la bardo para recomponerse.

La expresión de Aleena se fue haciendo más segura y brillante, a medida que avanzaba su relato, lo que le dio a entender que lo estaba haciendo bastante bien; la Eliaster por su parte, volvió a perder el punto de comprensión pronto y se hizo aún más dura según daba más detalles escabrosos.

Cuando hizo su alegato reivindicativo final la expresión de Aleena era meditabunda, en cambio Eliaster pareció echar fuego por los ojos cuando ella dijo 'Coronal', por su expresión no sólo quedó claro que no había llegado a sus mismas conclusiones sobre lo que provocaba la condenación al olvido, sino que se había ofendido claramente por su impertinencia. La bardo se dijo a sí misma que había sido muy poco delicada, al usar el nombre retirado... Tal vez si hubiera usado el otorgado 'Sangrador' su reacción hubiera sido menos hostil.

 

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23/09/2013, 16:48
Aleena Recta

La puerta se abrió tras largo rato, dejando ver de nuevo a Gaëlle, que tenía los ojos enrojecidos y la cara marcada allí donde lágrimas habían limpiado la suciedad del camino y la sangre seca. 

La teniente la ayudó a salir mientras decía:

-"Gracias, maestra Bellerose, su explicación ha sido muy esclarecedora. Su maestría a la hora de contar historias y retenerlas nos ha sido muy útil y ha arrojado luz en los puntos más oscuros del caso, lamento que haya tenido que revivir tan traumáticas vivencias." -

El clérigo por su parte, no dijo nada y tenía un gesto que a duras penas podía ocultar su furia, miraba con ceño fruncido a Gaëlle y dirigió una mirada fastidiada al guerrero, probablemente con tantas ganas como él de acabar aquello rápido. Era el turno de Karlack, a quien había dado tiempo de comer todo lo que había querido, aunque tal vez un poco más para dar tiempo a su estómago a notarlo habría estado bien.

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23/09/2013, 17:18
Karlack Rowder

Karlack dejó de comer cuando la bella bruja salió de la sala. Tenía los ojos enrojecidos de haber llorado.

Tuvo la primera reacción de ir a estrangular a aquella elfa por haber hecho llorar a la joven pero entendió a tiempo que debía haber sido por los acontecimientos.

El hombretón arrancó un muslo de pavo, llenó su copa de vino y se adentró en la sala dispuesto a contar lo que sabía.

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23/09/2013, 17:23
Karlack Rowder

Dejó caer su corpachón en una de las sillas de las salas, dio un mordisco al pavo y engullendo pegó un largo trago de vino.

¿Y bien? ¿Qué queréis saber?

Llegué como escolta de una caravana que traía mercancía para vuestras fiestas. Al llegar busqué un nuevo trabajo y me contrató Theonil como guardaespaldas, por cierto, todavía me debe unas cuantas monedas. 

Al poco fuimos a un almacén donde creían que ocurría algo malo y allí encontramos a unos contrabandistas. 

Después pasó lo del caballo con el cuerno y fuimos en busca de la chica. 

En este punto Karlack se detuvo para pegar otro mordisco y otro trago, sabía que la alusión a su unicornio sagrado les debía haber molestado al menos e hizo una pausa para saborearlo.

Nos dirigimos al bosque donde las jóvenes elfas nos ayudaron a llegar hasta unas ruinas, allí una criatura salida de los siete infiernos atacó a la chica y a un elfo... ummm no me acuerdo del nombre.

Rescatamos a la chica pero el elfo cayó desde una altura más que considerable.

Después continuamos por el bosque hasta encontrar una senda donde aquella horrible criatura nos atacó. Pero conseguimos llegar hasta una cabaña en ruinas. Había que tener cuidado porque estaba lleno de trampas. Cuando conseguimos llegar un caballo con cuerno como el vuestro pero negro como la más profunda cueva nos atacó. No sé de donde salió pero desde luego era peligroso. Fue él, con su afilado cuerno el que me hizo esta fea herida.

Después de acabar con él encontramos un rastro que nos llevó hasta un claro. Ammmm espera, se me olvidaba que antes de llegar intentaron tirarnos por un barranco, en el fondo estaba lleno de cadáveres de jóvenes elfas con el pecho desgarrado. Luego llegamos al claro donde la criatura que hemos traído nos atacó. Acabamos con ella y la trajimos. Custodiaba el cadáver de un elfo.

Perdonad que no recuerde sus nombres, pero la mayoría son difíciles de pronunciar para mí. 

Karlack se puso en pie

Ya os he contado todo lo que sé, si tenéis alguna pregunta adelante, si no otro vaso de este delicioso vino no me vendría mal.

 

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23/09/2013, 18:41
Director

Por primera vez el clérigo pareció satisfecho en presencia de Karlack cuando el guerrero despachó el asunto con rapidez y sin extenderse. La teniente, en cambio, mostró menos alegría con su resumen. Aún así, mirando todo el tiempo a algo que había al otro lado de su mesa, terminó asintiendo sin oponerse y declaró que todo estaba bien, levantándose para acompañar a Karlack de vuelta con sus compañeras.

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23/09/2013, 18:43
Eliaster

Apenas pasaron un par de minutos desde que entró Karlack hasta que las puertas volvieron a abrirse y el guerrero pudo salir, junto a Eliaster y Aleena, que cerraron tras ellos.

El clérigo se dirigió a la teniente, apenas habían salido de la sala.

-"Bueno, Recta, creo que he acabado aquí. Buenas noches" - podría interpretarse, si se era generoso, que el buenas noches había sido general. Acto seguido el elfo se marchó, seguido por sus acólitos no sin antes dirigirle una última mirada envenada a Gaëlle.

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23/09/2013, 18:45
Aleena Recta

La ojerosa elfa suspiró y se volvió hacia los compañeros, les indicó con un ademán que la siguieran escaleras y, mientras subían les dijo:

-"Empiezo a hacerme una idea de lo ocurrido, lo cierto es que la impresión general de la maestra Bellerose parece bastante probable. Enviaremos mañana algunos guardias descansados para que confirmen los detalles. Pero vuestra versión de los hechos es lógica y se sostiene." - su gesto era serio, pero amistoso. 

Una vez fuera del templo, siguió con su sugerencia

-"Será mejor que ésta noche durmáis en los barracones, así los curiosos no os atosigarán con preguntas y podréis descansar adecuadamente. La ventaja de la rápida partida de la guardia real escoltando a nuestro 'noble'" - pudieron apreciar un tono extraño, que no supieron identificar, en su voz al decir esa palabra - "invitado, es que tenemos muchas habitaciones adecuadas preparadas sin ocupantes que las usen. Allí nadie os molestará y podréis refrescaros, bañaros y descansar; yo informaré al Magister de la ciudad. Supongo que mañana querrá entregaros vuestra recompensa en algún tipo de ceremonia." 

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23/09/2013, 18:53
Director

Aleena se mantuvo callada el resto del corto trayecto que les llevó a un claro aledaño. Estaba tan a las afueras del Centro como el templo e, incluso, más interno en la maraña de vegetación que protegía la frontera. 

En mitad del claro, uno de los más grandes que habían visto, se alzaban una docena de troncos de abedules inmensos, sus ramas se entremezclaban formando un edificio de proporciones enormes, con mucha madera salvo en lo más alto, la cubierta vegetal situada a más de treinta metros.

Ellos no subieron demasiado, en las primeras ramas cerradas parecía haber dos grandes hileras de cuartos en sendos pasillos, del fondo de cada uno venía el sonido del agua al correr. La teniente les indicó que le ala izquierda eran los alojamientos femeninos y el derecha los masculinos, también señaló que al fondo de los pasillos, de donde venía el sonido de agua, estaban las fuentes de baño, que eran comunales una para cada sexo. Lo último que dijo antes de despedirse fue que el refectorio estaba un piso más arriba, justo en la misma posición, allí podrían desayunar al día siguiente y también cenar algo más, aunque frío, si seguían teniendo hambre.

 

Notas de juego

Bueno, podéis hacer los posts de conversación que queráis antes de ir a dormir. Cuando los tres indiquéis que os dormís pasamos al día siguiente con la ceremonia y los epílogos.

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24/09/2013, 10:58
Evea, la gata

La batidora apenas había tenido unos momentos para comer cuando la bardo salió y entró el guerrero. Se la veía devastada, desde luego la experiencia la había traumatizado severamente. En un gesto muy poco común en ella, Evea se acercó y la dio un leve abrazo, antes de retornar algo incómoda a su sitio al lado de la mesa. No entendía muy bien las convenciones culturales y no sabía si la habría ofendido, pero parecía necesitar apoyo de los presentes y en ese momento sólo estaba ella.

Aunque Karlack no tardó en salir, desafiante como siempre, seguido del sacerdote y la teniente. Por l oque parecía todo estaba dicho ya y podían retirarse a descansar. Aleena les ofreció un alojamiento seguro, alejado de miradas indiscretas y Evea aceptó asintiendo con la cabeza. No tenía la cabeza para detenerse a pensar los detalles de expresión de la teniente y las referencias que no entendió. Así que miró a sus compañeros con ojos cansados antes de añadir -Creo que deberíamos ir a descansar ya...-no terminaba de ubicar el motivo, pero tampoco se sentía del todo cómoda* y prefería retirarse-mañana aun tendremos que dar alguna explicación antes de que nos dejen marchar libres-

Notas de juego

*Sujetavelas

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26/09/2013, 02:31
Gaëlle Bellerose

El abrazo de la batidora la tomó un poco por sorpresa, no era un gesto que esperase de su habitualmente parca compañera. Pero pasado el instante inicial la estrechó con fuerza entre sus brazos. Como bien había imaginado Evea, recordar y narrar los eventos de aquella noche le había pasado factura. El agotamiento con el que salía de allí no era ya físico, sino emocional. 

-Gracias... - le susurró al oído antes de separarse para volver a sentarse a la mesa. 

Más tarde, cuando Karlack abandonó el interrogatorio, no pudo evitar cruzar la mirada con Eliaster cuando este se retiraba. No se arrepentía de nada de lo que había dicho allí dentro. La verdad, nada más que la verdad. Sin adornos. Para su tranquilidad, parecía que Aleena si la había tomado en serio. Eso era lo que importaba. 

Cuando la teniente les guió hacia sus aposentos, escuchar el agua correr fue como música celestial para sus oídos. Necesitaba con urgencia dormir, pero antes  usaría parte de su tiempo en lavarse. Quitarse de encima toda la sangre y el barro que la acompañaban desde hacía algunas horas. 

-Por la mañana no deberíamos tener ya más problemas - dijo para tranquilizar a Evea - Los guardias de Aleena encontrarán pruebas más que suficientes en la cabaña, el camino y el claro del bosque. Creo que al fin todo esto ha acabado... 

Cuando su compañera hizo ademán de irse la despidió, y aprovechó también para dirigirse a Karlack. 

-Espero que descanses... los dos. Todos nos lo hemos ganado. Yo antes iré a darme un baño... en cuanto me quite esta armadura... necesito terminar de limpiarme de... de todo lo que ha pasado hoy - indicó mientras abría la puerta de una habitación cercana. Se dispuso a cerrarla, pero volvió a asomarse antes - Si alguno me necesitáis, ya sabéis donde encontrarme... 

Se detuvo un par de segundos, pensativa, mirando a sus compañeros... o quizá fuese solo a Karlack. Después cerró la puerta, buscó una toalla o algo que pudiese  hacer su función, y comenzó a desvestirse. 

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26/09/2013, 09:45
Evea, la gata

Superadas las reticencias iniciales Evea se dejó abrazar, al parecer ella también lo necesitaba, por cómo se notó temblar las piernas. Sin embargo mantuvo el tipo y asintió ante el comentario de la bardo.

--murmuró con cierta torpeza, volviendo a notar que sobraba enormemente en esos momentos-Mañana esperemos que todo esté acabado-con una leve inclinación de cabeza se retiró a su cuarto asignado, dejando más espacio para sus compañeros.

De hecho sí, necesitaba una ducha, larga y tranquila. Tenía mucho más que mugre que quitar de sus ropas y su piel. Esperaba que el agua limpia pudiera llevarse las extrañas sensaciones de incomodidad de los últimos días y poder recuperar la normalidad. No tenía intención de separarse del medallón ni siquiera para dormir, pues las palabras del clérigo habían despertado cierta esperanza en ella. ¡Y podría comunicarse con su mentora! Aunque fuera de forma rudimentaria aquello era un gran avance para la batidora.

-Lady Tianna, pronto partiré para liberarte-pensó con fuerza, como la habían indicado, deseando que las emociones positivas alcanzasen el alma aún atrapada de su mentora.