Partida Rol por web

Si las miradas pudieran matar a alguien, "Angelica" hubiera querido fulminar a Evanora de un vistazo cuando sugirió "vender" su cuerpo. ¿Es que aquella mujer no tenía el más mínimo sentido de la propiedad e iba por vida escandalizando a todo el mundo? Por suerte, las intervenciones de Lissandra, Raymon y la dueña de la única posada del lugar le ahorraron participar y se limitó a mantener la compostura.

Salvado aquel inoportuno escollo, Emelie se centró en la explicación de Miriam, como se llamaba la posadera. Las dos opciones le parecían... aceptables. Y no se excluían mutuamente. Si un día no estaba de humor para trabajar, con una moneda de plata solucionaba la cuestión. Aunque se temía que lo poco que llevara encima no le iba a llegar si la estancia se prolongaba demasiado. No es que el concepto de trabajar le resultara ajeno; sospechaba que sus específicas habilidades no serían de gran ayuda en las tareas más "domésticas". Casi toda su vida había visto cómo doncellas y criados contratados por su familia hacían camas, limpiaban habitaciones, preparaban y servían la comida,... Pero nunca prestó excesivo interés por aquellas tareas.

- Supongo que no tendría problemas con ayudar en la intendencia. O conseguir carne de caza para las comidas. O con alguna tarea en la que mi falta de competencia no ponga en peligro el trabajo. - Comentó aquello de forma pensativa, cómo si estuviera más ocupada en analizar lo qué podía hacer y no que en lo que estuviera diciendo.

Cuando la propuesta de la posadera llego no pude más que reír por lo bajo. La vida algunas veces resultaba claramente irónica. ¿Así que el nuevo inicio tenía el mismo comienzo? Mi mano tapo mi boca ante una posible malinterpretación de mi pequeña risilla.- Lo siento, me recordó algo.- Antes de alcanzar ningún puesto de nobleza había sido una simple niña descarriada encargada de servir bebidas las mesas de unos marineros borrachos. Que justo ahora que parecía haberme decidido a desaparecer, el comienzo fuera tan parecido era demasiado irónico.

Finalmente respondí a la posadera.- Mi constitución no suele ser la mejor, hay días que casi no tengo fuerzas, así que si no le molesta yo le pagare la moneda por día de estancia.-Respondí inclinando la cabeza agradecida de las posibilidades que había mostrado.- Aunque como ya dije a su alcalde, soy doctora, si necesita cualquier cosa urgente en relación a su estado no dude en decirlo.-Agregue sonriendo a la mujer.

Por desgracia mi propuesta a Elanora parecía haber pasado desapercibida, era una lástima, pero no podía decir que me sorprendiera. Al menos tampoco había llamado la atención al resto de los integrantes. De todas formas tendría que solucionar esos problemas más adelante. Era algo que cuando había iniciado el viaje había asumido que tendría que afrontar.

Sin mucho más que agregar miraba distraída a la gente del pueblo. En cierta manera resultaba agradable ver a la gente divertirse y el ambiente parecía más hogareño que el de la ciudad. Quería ir a ver todo el pueblo, pero dudaba que aquel fuera el momento. Finalmente di un pequeño suspiro cansado.- ¿Sería posible dar ya uso a una de esas habitaciones?.- Dije en tono cansado.- Si no le importa claro, no querría importunar el disfrute de la fiesta de vuestro patrón.

Kelgar asintió a las explicaciones de la posadera y se lo contó en su idioma a Ragn.
Nosotros dos ayudaremos en lo que haga falta. aunque, la idea de ponerse a servir bebidas o fregar platos le parecía bastante lastimera.
Y se imaginaba a Ragn rompiendo media vajilla...

Así, sin mucho más que decir, esperó las instrucciones de su nueva jefa. Podría haber hecho como Lisa y pagar la plata, pero una vez el zepelín se había ido al garete era obvio que no podría completar su misión y no quería gastar dinero. Además, varias semanas allí sin hacer nada serían un autentico aburrimiento.
A lo mejor le gustaba el oficio y en el futuro podría abrir su propia posada.

---Claro, de todas maneras todavia no estan celebrando la fiesta propiamente dicha sino esta es la preparación para los proximos dias pero la gente sueñe empezar a celebrarlo antes...- dice haciendo un gesto para quitarle importancia y se gira hacia Lissandra- Claro,  seguidme todos y así os daré las llaves de vuestras habitaciones.

Con un poco de dificultad, se levanta del banco y os hace un gesto para guiaros  entre las callejuelas del pueblo  hasta llegar a un edificio de tres planta donde cuelga un cartel que tiene forma de castillo en cuyo rótulo podeis ver que pone " El pequeño castillo".

Al entrar veis que el piso de abajo está bastante despejado  salvo una barra  con una puerta que parece llevar a la cocina y varias mesas distribuidas , aparte de eso no veis un alma en el lugar, Miriam se coloca detras de la barra mientras os hace un gesto para acercaros.

---Bueno, tenemos varias habitaciones vacias, de hecho todas la de la posada- dice sonriendo - Así que podeis optar por indivuales o compartidas me es igual- comenta la mujer mientras os mira para que tomeis la decisión cada uno.

Vadik se  acerca a la barra y veis que pone una moneda de oro en la mesa.

---Nosotros compartiremos una habitación, creo que esto bastará para ambos de momento- dice haciendo un gesto  al chico y toma la llave que ofrece Miriam- nos vamos a la habitación, nos vemos mañana,chicos.

Y tras esto ambos suben por la escalera ( salvo que digais algo para impedirselo.

Una posada inmensa con todas las habitaciones vacías era lo mejor que podría haber esperado Evanora de aquel pueblo, así que emulando a los tipos con los que no había intercambiado una sola palabra, optó por no compartir habitación con quien, de cualquier manera, había conocido la mañana de ese día.

- Yo prefiero la calma y la soledad, al menos hoy. - Dijo intentando ser lo más cordial que su mal genio le permitía extendiendo la mano para recibir su propia llave. - ¿Por dónde empezaremos a pagar esta deuda que el destino nos ha impuesto? 

Si bien sus últimas palabras se habían escapado directamente de su cabeza, el hecho de que aprovechará a los supervivientes de un naufragio que no tenían otra alternativa si querían dormir bajo techo, le repugnaba, sintiéndo que un pueblo religioso debía haber mostrado algo más de caridad dado su trajico destino. 

- Quiero decir, garcías por acogernos y permitirnos pagar con nuestro trabajo ya que de otra manera nos veríamos en serios problemas. - Se limitó a encauzar un poco su actitud para no herir las sensibilidades de ninguno de los presentes. - Mis habilidades son un desastre así que intentaré al menos no ser un estorbo. 

Ya se están metiendo a las habitaciones, así que supongo que habrán terminado de hablar con la señora. No tengo nada que dejar ahí, pues no pienso separarme de mi espada ni de mi dinero, pero sí quisiera darme un baño bien cálido, lavarme el pelo y asearme.

—Baño —le digo a Miriam, haciendo un gesto con los brazos en círculo, simulando una gran tina de madera, y también me llevo una mano al pelo mugriento para mostrárselo. Diría que sería suficiente para que me entienda, pero me quedo mirando a Kelgar por las dudas.

No le dejaré monedas para pagarle, espero que le haya quedado claro que cubriré mis gastos con trabajo manual.

Más tarde me pondré a recorrer el pueblo y sobre todo la feria que se está montando, seguramente encuentre alguna muda bonita de ropa y petates resistentes para viajar, que necesitaré más adelante porque lo que traía se perdió para siempre. Agradezco al cielo que mis prendas favoritas son las que ya traigo puestas y aún las conservo.

Una vez limadas las complicaciones que pudieron causar las palabras de la reciente incorporación al grupo de desafortunados supervivientes de La Dama, por fin pudieron alejarse de la plaza y el gentio e internarse por calles y callejuelas hasta la posada. Cuando la vió, el cartel fue lo de menos. Emelie no se esperaba un edificio tan grande, sobre todo de tres plantas, en un pueblo o villa que no dependía exactamente de la pesca ni del comercio. Si comerciaban dos veces al año con un barco mercante, según el alcalde, no había otros asentamientos en la isla y tampoco parecía haber más tráfico marítimo que el citado navío, ¿para qué necesitaban un establecimiento de aquellas características? Sobre todo, si lo atendía únicamente una mujer que, además, estaba encinta, sin ninguna ayuda como parecía atestiguar el local totalmente despoblado.

En cualquier caso, se cuidó mucho de exteriorizar sus sospechas y mantuvo la compostura. Por el momento se limitó a dejar una moneda de plata sobre el mostrador y esperó a que Miriam terminase de repartir las llaves.

- Por razones de organización, sugeriría que las habitaciones que cojamos fueran contiguas o vecinas. Eso ayudaría mucho a la hora de limpiarlas luego, principalmente. - Su razón más directa era, sin embargo, otra muy distinta: si ocurriera algo en una de las estancias, los demás podrían oirlo y prepararse para ayudar o estar ya alertados. Por esa razón lanzó una mirada imperiosa sobre Vadik cuando éste se disponía a subir con su amigo a la habitación; aunque no terminaba de fiarse de él, había demostrado ser útil tenerle al lado. Y aún podían aprovecharse de ello. Así que quería tener una charla con todos... puede que incluso con Evanora. Era posible que, tras su rudeza y total falta de sentido del decoro, hubiera alguna habilidad en aquella mujer que les fuera de utilidad.

Cuando Vadik se acerco a la barra y puso la moneda de oro sobre el mostrador mi ojo se abrió levemente perpleja. La suma de dinero no me resultaba ajena, pero no era lo habitual pagar en una posada con una divisa tan grande, recordaba algunos nobles que pagaban costos insignificantes con una moneda de oro únicamente para ver la desesperación del anfitrión al no tener el cambio.  Todo encajo cuando hablo aclarando que no pensaba pedir la vuelta. aquello eran muchos días de alojamiento para él y su compañero, confiaba en que no tuviéramos que permanecer tanto en aquella isla.

Por mi parte avance hacia la mesa y tras abrir el maletín saque de una bolsita de cuero cinco monedas de plata que deposite junto la dorada de Vadik.- Cuando escuche que casi no tenian contacto con el exterior temí que no hubiera siquiera una posada...- A decir verdad habia temido incluso que no funcionaran con la misma divisa y llevaran un sistema de trueque. Gracias a dios que no era así.- ¿Sale a renta mantener un lugar así sin casi visitas?

Mientras cerraba el maletin nuevamente asentí levemente ante las palabras de Angelica.- ¿Gustáis si nos reunimos todos para la cena? Yo tomare un pequeño descanso, realmente lo necesito.- Mentí mientras agachaba la cabeza como si una disculpa estuviera siendo esgrimida por mi parte. Tenía otra idea en mente en vez de descansar, peor por la naturaleza intrínseca de esta era mejor mantenerla en secreto de los que parecían que iban a ser mis compañeros durante una temporada.

Tras ver la respuesta de mis compañeros tome la llave que ofrecía la posadera y me dirigí hacia las escaleras en busca de mi habitación.

En cuanto entre en la habitación cerré a mis espaldas la puerta con un suspiro. Tras echar un vistazo a la sala comprobando que nadie me molestaría y cerrar con llave la puerta deje el maletín en el suelo. Con cuidado me tumbe sobre la cama boca arriba y cerré los ojos concentrándome.

Tras un breve minuto estaba observando mi cuerpo desde arriba. Quería explorar los alrededores y la vista de pájaro era lo mejor para aquello. Pero también había otro asunto que me escamaba. Kelgar había visto algo raro en Vadik. Y no sabía que me asustaba mas, que Kelgar pudiera ver cosas diferentes al resto o no saber que era Vadik.

Durante mi vida había topado con alguna persona que podía verme en mi estado incorpóreo y algo me decía que Kelgar podía ser una de esas personas. Cuando acabara de echar un vistazo a la isla desde arriba bajaría de nuevo para corroborar si era cierto. Sin pensarlo mucho mas mi cuerpo incorpóreo salió por la ventana.

Llegaron a la posada de la tal Miriam, “El Pequeño Castillo”.
Como su nombre indicaba, era bastante grande para lo que era la aldea en sí, y además Kelgar creyó que era el edificio más sólido de la isla. Un dato a tener en cuenta en caso de problemas...

Ciertamente hubiera esperado el lugar abarrotado de borrachos pero no había ni una sola persona.
¿Antiguamente venía más gente? le preguntó a la dueña, pues no tenía sentido tener un local tan grande vacío.

Ragn explicó que se quería bañar, supuso que Miriam la entendió.
¿Hay algún sitio para poder tomar un baño? preguntó, ya puestos él también aprovecharía. La sal se había quedado pegada a su cuerpo y le molestaba con la armadura.

Angie dijo de reunirse para charlar, Lisa propuso la hora de la cena.
Hasta entonces pues. dijo de forma escueta, mirando de reojo a Vadik. Pese a su extraña naturaleza, su ayuda había sido notable y el hecho de que cuidara de su hermanito enfermo dejaba claro que no era mal tipo.

Sin más que decir, se fue en busca de los baños.

---Bueno, serán varias tareas, seguro que podemos encontrar algo que  puedas hacer- tranquiliza la embarazada  mientras comienza a repartir las llaves de acuerdo a vuestras peticiones- Las habitaciones estan todas en el piso de arriba, así que estareis uno al lado del otro  sin problema, en cuanto al baño, las letrinas estan fuera, en la parte de atras y hay una bañera para todos en cada piso, aunque tendré que calentar el fuego sí quereis agua caliente, lo cual llevará un rato aunque mientras os asentais en la habitación puedo prepararlo todo sin problema.

En cuanto a la pregunta de Kelgar y Lissandra esta medita un instante antes de comentar.

---Sí lo pensais bien, si que renta, este es el único lugar donde se puede tomar algo la gente, aunque los últimos eventos no fomentan mucho que vengan, ademas, hay veces que alguna persona tiene que quedarse varios dias en la isla y dado que el barco solo se queda unas horas pues tiene que esperar al siguiente y tienen que quedarse en algun sitio...- dice sonriendo mientras se tocaba la nariz con aire astuto- así que en el fondo vale la pena, además, no tengo que pagar impuestos ni nada, lo cual es una carga menos, esta posada era de mis padres y recuerdo que cuando era niña venian bastante personas y estaba concurrida.

Tras esta contestación la mujer se despide argumentando que tiene que preparar la cena para vosotros y se retira por la puerta de atras  que da a lo que parece ser una cocina no sin antes decir que sí necesitais algo que la llameis.

Te elevas por los aires para observar los alrededores, el pueblo es bastante sencillo, ves un par de edificios  que parecen  importantes pero poco más, ya a las afueras puedes ver que  hay una iglesia que tiene pinta de haber visto dias mejores, se encuentra algo apartado del pueblo aunque no de manera destacable  ( quizas medio kilometro a lo sumo pero se puede ver facilmente porque está en una colina), por lo demas y a los alrededores no ves nada salvo campo, unas montañas al oeste  y alguna granja suelta.

Una vez hecha la ronda, te diriges a la habitación de Vadik y Alsan y no tardas en localizarla, Se trata de una habitación un poco más grande que la vuestra donde hay exactamente el mismo mobiliario que la tuya salvo por el hecho de que han juntado las dos camas individuales para hacer una doble, la ventana se encuentra abierta y Vadik se encuentra de espaldas a ella  mientras fuma con la pipa, Alsan se encuentra sentado en el borde de la cama  con aire cabizbajo  mientras sus manos jugaban con un colgante con plumas de animal, finalmente levanta la mirada y pregunta algo a Vadik, el cual niega  con la cabeza y responde en el mismo idioma que es desconocido para ti.

- Yo puedo encargarme del fuego. Mis habilidades alcanzan a encender uno y alimentarlo. - Emelie se ofreció a ayudar con la esperanza de agilizar una comodidad que podía venirles bien a todos. Mientras tanto, prestó atención a la explicación que, sobre la posada, les ofrecía Miriam. Una exposición lógica, simple como aquella, bien podía haber disipado dudas de alguien con una menor "deformación" profesional, pero seguía habiendo algo en aquel lugar que no terminaba de justificar la existencia de aquel establecimiento o el hecho de comerciar ¿con qué?¿Qué podía tener aquel pueblo de interés para que alguien se molestase en enviar un barco con cierta periodicidad? Si se sumaba la razón de unas aguas peligrosas que impedían la pesca pero no el acercamiento y atraque de un barco... "Angelica" apartó aquellas sospechas por el momento. Ya tendría tiempo para satisfacer su curiosidad hasta la llegada del navío que les sacaría de allí. Con suerte.

- ¿A que sucesos te refieres? - En esta ocasión, Emelie intervino de forma genuina. La reflexión de la posadera sobre "últimos eventos" había despertado auténtica curiosidad, a diferencia de su anterior sentimiento de intriga. Y ya que Miriam se disponía a retirarse a preparar la cena, la asesina se limitó a seguirla para ver si obtenía una respuesta y le indicaba dónde podía encargarse del fuego.

Me gustaría ahorrarle tiempo a la mujer y encargarme del fuego para calentar el agua, pero no sé como decírselo, ya no quiero molestar tanto a Kelgar con traducciones, que esto último ya ha sido bien largo y lo que dijo sobre la posada y los clientes no me interesa.

Sigo entonces a Angélica para también lavar mi ropa, me quito la capa, la camisa, los pantalones y las botas y me pongo a fregarlos con energía para quitarles la mugre mientras canturreo algo. Luego me daré un hermoso baño, mientras lavo ya estoy pensando en la bañera y en tratar de darme prisa con esto para ser la primera en usarla.
Al finalizar cuelgo todo en un tendedero, pero cargo con el saquito de monedas y me echo el cinturón con la espada al hombro, para enseguida salir corriendo hasta el interior de la posada, subiendo las escaleras. Hace calor y está húmedo y asqueroso, así que no me importa bañarme con agua fría.

¿Tendrán productos para el pelo? ¿podré usarlos gratis? bueno, no gratis, todo esto lo estoy pagando con labores, pero no importa. Ojalá haya, pero seguro es demasiado pedir.
Como sea, sin comprobar previamente la temperatura del agua salto dentro de la bañera y me quito la ropa interior para lavarla también, empiezo a asearme con una sonrisa radiante de felicidad.

Kelgar explicó a Ragn dónde estaban los baños y se marchó a su nueva habitación. Se suponía que iban a estar allí unos cuantos días, así que debería acostumbrarse.
Buscó un taburete o algo parecido que puso pegado a la cama, puesto que al estirarse le sobresalían los pies. Era algo común en las posadas de Abel.

Luego observó por la ventana posibles lugares de interés cercanos, así como una posible vía de escape del lugar por si venían mal dadas.
Luego fue a tomarse un baño, fue a abrir la puerta del sitio que le habían indicado y la voz de Ragn le dijo que esperara su turno.

Kelgar se detuvo y se retiró, con cierta sonrisa.
Casi mete la pata y habría tenido su gracia, pero seguramente habría cabreado a su compatriota.

Así que esperó a que terminara afilando una de sus dagas.

Tras la interminable charla de la posadera, Evanora se retiró a su habitación con la intención de descansar un poco antes de sentirse con fuerzas para asearse e ir a cenar. 

Aquel lugar no era nada del otro mundo, pero sin duda era mejor que la arena de la playa o el intenso oleaje de su último sueño. Ella misma temía que aquel pueblo les hubiera aceptado tan fácilmente con apenas unas vagas explicaciones, más aún cuando algunos de sus compañeros llevaban armas y, por lo poco que había visto del pueblo, parecía que no estaba acostumbrado a ser atacado. 

O son estúpidos o son demasiado confiados. - Pensó decantándose más por la primera opción aunque apuntaló la puerta y las ventanas lo mejor que pudo para echarse en la cama junto a su mascota, ansiosa también por encontrar un buen lugar donde recostarse. 

- En menudo buen sitio hemos ido a parar esta vez. Espero que podamos sacar algo de provecho de este lugar más que una efímera supervivencia. - Le dijo a su compañero asumiendo que no le estaba escuchando, pero al menos le servía para exteriorizar sus pensamientos. 

Tras dormir, deseaba bañarse e ir a la cena con su mejor cara dispuesta a entablar una actitud menos agresiva para con sus acompañantes. 

Me quede durante un momento dudando ante la ventana de mis compañeros, seguía teniendo dudas sobre ellos, pero era bastante obvio que por mucho que me acercara a ellos, si seguían hablando en su idioma, no iba a descubrir nada. Agitando la cabeza intentando olvidarme por el momento discurrí levitando por el aire pensativa. Había otras cosas importantes sobre las que pensar.

Hasta el momento me las había estado apañando para conseguir "donativos" de sangre de pacientes a los que trataba, pero tenía la sensación de que eso iba a resultar mas difícil a partir de ahora. No era algo de lo que tuviera real necesidad y tenia cuidado con las cantidades que ingería, pues no tarde mucho tiempo en darme cuenta que la sangre tenia cierto componente adictivo en mí, pero si era cierto que mi condición enfermiza mejoraba ligeramente después de tomar un poco de aquel liquido que la gente repudiaba.

Mi forma astral suspiro nuevamente, si es que acaso podía suspirar algo incorpóreo. Lo otro que me preocupaba era Kelgar, por como había hablado en algunos momentos parecía ser posible que fuera de esas personas que era capaz de ver mis poderes. La primera vez que me di cuenta que había algunas personas capaces de observar mis matrices o a mi misma en forma astral había sido hacia un año, cuando durante la manifestación de uno de mis poderes una niña pequeña se había quedado observándolos. Desde entonces me había esforzado en ocultarlos tanto como fuera posible, pero no siempre funcionaba.

Si mi suposición era correcta, ¿Como reaccionaria en Norne al descubrir mis poderes y de donde provenían? Quizá afrontar directamente la posibilidad podía ser una opción, mientras no me delatara de ninguna manera ante los otros no podría realizar una acusación en vano. No, era mejor no mostrar las cartas aun. Levite lentamente hacia mi habitación y me quede dentro de ella flotando sin introducirme en mi cuerpo mientras pensaba en todo lo que había ocurrido.

 Mientras estabas  sumida en tus pensamiento Vadik se acerca y se agacha hasta colocarse  a la altura de Alsan el cual parece decirle con tono muy serio algo aunque sigues sin entender nada de lo que dicen, así que te  dispones a marcharte  cuando algo te llama la atención que hace detenerte...

Al principio es como sí la figura de Vadik estuviera cuviera de una neblina que se va espesando cada vez más hasta que de pronto esta se torna oscura y el aspecto cambia mostrando otra figura bastante distinta  a la del joven salvaje y es que de donde estaba el salvaje con chaleco de plumas ahora hay una especie de animal antropomórfico, una especie de lobo con cuernos de pelaje gris oscuros y marcas negras en la frente, de hecho, te recuerda de manera espantosa como sí alguien hubiera cortado a un hombre, le hubieran quitado las manos, pies y cabeza y hubieran cambiado eso por un lobo.

Todo él emana una sensación oscura y fria (aunque no maligna o eso crees) que pese a estar en tu forma astral y apartada te llega una especie de helor que te sacude toda tú esencia.

Alsan solo se encoje ligeramente  ante ello pero ¿Vadik? solamente sonríe, no parece una sonrisa animadora sino más bien de un cazador hacia su presa, mientras le toma de la barbilla antes de plantarle un beso salvaje en los labios a Alsan que parece soltar una especie de grito ahogado por la sorpresa (auqnue no lo rehuye).

Al parecer son algo más que dos personas que viajan juntas...

Desde la ventana puedes ver que  la enorme mayoria de casas del pueblo son de un solo piso, solo se salvan dos edificios que tienen dos plantas y parecen más recios comparados con las cabañas de paja y madera que hay a tú alrededor, otro edificio destacable es una iglesia que se ve apartada del pueblo ( junto con algunas granjas por donde ves) que estará a medio kilometro del pueblo pero es facil de verla debido a que está construida sobre una  colina.

En cuanto a vias de escape,  podrias saltar por la ventana que va al patio interior  solo habrá como unos 5 metros de altura de tú habitación al suelo, por lo demás no hay nada mas interesante

---Bueno, pues seguramente me ayudarás en la cocina- dice Miriam sonriendote mientras los demás poco a poco van ascendiendo para tener algo de intimidad o asearse, ante tu pregunta la mujer se queda quieta un instante  antes de continuar como si nada.

---Bueno, hemos tenido algunas muertes recientes...- dice con  un hilo de tristeza en la voz- hace cosa de un mes el Padre Scott sufrió una mala caida  en una noche de tormenta cuando regresaba a la Iglesia, era muy querido en el pueblo y su hija y  los demás lo echaremos de menos, afortunadamente  esperamos que las fiestas del patrón animen el ambiente de pesimismo que hay en el ambiente...