Partida Rol por web

El fuerte enano, rugía al ver los murales de las paredes, tampoco le daban muy buena espina. La oscuridad no le sorprendió, pero no pudo evitar lanzarse al suelo por los penetrantes gritos..

-¡Malditos! ¡Callaos de una maldita vez!..- tras esto se arrastró por el suelo hacia el mismo muro por el que se agitaba Turán..

Recorréis el corredor buscando una puerta en sus muros, pero no halláis ninguna. ¡Sentís que los oídos os estallan! (-1 a la destreza) Tenéis que buscar por el muro por los otros muros, pero ¡debéis hallar una salida en seguida!..

Buscáis a tientas una puerta por los muros, hasta que finalmente el anciano consigue dar con ella. Nerviosamente trata de girar el pomo, pero este no cede..

Mientras tanto los gritos se quedan en la lejanía, pero no hay rastro de el resto de compañeros; ni del enano, ni de Turán...

El viejo estaba desorientado, a pesar de que la sala no era demasiado grande, no podía ni distinguir a sus compañeros entre la oscuridad y el revuelo que habían ocasionado aquellos gritos.

- ¿Hola? ¿Me oye alguien? ¡Turán! ¡Eskirla! ¡Creo que he encontrado algo que parece un pomo, pero no gira! ¡Cof, cof! ¡¿Hay alguien ahí?!

Sin separarse de lo que acababa de encontrar, Colenus movía su bastón para intentar tocar a alguien.

Viendo el poco efecto que causa su golpe, Turán intenta calmarse.

- He sobrevivido a las glaciales ventiscas de las Montañas del Lobo Gris. En comparación, esto no es más que un poco de ruido... -dice más para convencerse a sí mismo que para que le oigan.

Con calma desgarra dos pequeños pedazos de la piel que cubre su torso y los coloca a modo de tapón en sus oídos. Tras lo cual, comienza a seguir la pared en sentido contrario a la puerta de entrada...

Finalmente el cayado de Colenus consigue atraer la atención del Bárbaro que palpaba los muros en busca de alguna salida. Tras este pequeño reencuentro, entre Turán y el semiorco consigue forzar la puerta que había encontrado el anciano; Penetráis en otra estancia vacía tras cerrar la puerta tras vosotros y dejar abandonados aquellos gritos, parece vacía a no ser por la fuente que se alza en el centro. La fuente no posee nada en particular. Tiene forma de pez y de su boca sale un fino chorro de agua. Un letrero de madera cuelga del pez con un mensaje escrito en el idioma de los trasgos, en el que no sois muy expertos. Nadie entiende las primeras palabras, pero las demás parece que Colenus si las entienda..

Estáis sedientos. ¿Beberéis agua de la fuente? Si no, justo enfrente descansa otra puerta entreabierta..

Cita:

Lo único que entiendes es: << No potable>>

El bárbaro toma la iniciativa una vez más, seguido de cerca por la inseparable Atreyu, y se acerca a la fuente. Pero se detiene al ver el cartel, que contempla con curiosidad. Después mira al anciano mago con gesto interrogante...

El anciano se acercó a examinar la fuente.

- Hmm... estos símbolos... es idioma trasgo si no me equivoco. Leí algo hace mucho tiempo, pero de algo me acuerdo.

Se acercó lo suficiente para poder leer con más claridad las letras, tras un par de minutos consiguió entender algo.

- De algunas palabras desconozco su significado, pero estas dos últimas significan 'No potable'. No os recomiendo que bebáis, por lo que pueda pasar.

-Jummmm. Apartad anciano..- dice sin ningún tipo de ofender.

Lleva tan solo el dedo índice al agua que cae de la fuente, y tras sumergirlo en ella, se lo lleva a la boca y la disgusta..

-Mmmm. Es agua, normal y corriente. Os lo aseguro..-

-¿Ya ha terminado de saciarse el perro verde?..- comenta el silencioso enano al ver como Holgo finalmente probó el agua de la fuente y parece estar ileso e intacto.

-Yo no necesito beber. Solo he venido a cortar la cabeza de ese hechicero. Así que andando..-
Eskhirla con su inseparable hacha en mano, esperaba a los demás compañeros por si querían reponer fuerzas y descansar.

- ¡Espera Holgo!

Al terminar de decir esto ya era tarde, Holgo ya había bebido de la fuente.

- No te convendría mucho ir probando todas las fuentes de agua que encontremos, ya has bebido de esta, esperemos que no pase nada extraño. Aunque, viniendo de los trasgos, quién sabe, quizá sea un engaño y realmente el agua sea normal. Yo, por mi parte, no beberé nada.

Turán contempla con su único ojo al orco, como esperando que se revuelva en convulsiones de un momento a otro. Sin embargo, pronto deja de prestarle atención para buscar la salida de la sala y proseguir con su camino...

Atreyu, siempre fiel, avanza junto al bárbaro sin emitir más sonido que el de sus propias pisadas.

La salida está justo en el Norte de la habitación; Una puerta entreabierta de madera como tantas otras de este laberinto. Tras cruzarla, la puerta da a un corredor que sigue en dirección Norte. En seguida lleguais a un recodo y dobláis en dirección este. Unos metros más adelante encontráis un cruce: Podéis torcer hacia el norte o continuar hacia el este..

-Bien bien.. ya volvemos a los cruces..- suelta el semiorco con rugidos en vez de con su tono habitual.

-¿Por qué no nos dividimos? Este punto podría ser el punto de encuentro. ¿Qué me decís?- se queda esperando alguna respuesta por parte del grupo y con su hacha en mano mirando en dirección Norte..

El anciano seguía los pasos del semiorco, que encabezaba el grupo.

¿Dividirnos? Hmpf... -tosía- No sé si será buena idea, pero así podemos agilizar la exploración del laberinto, aunque será difícil reencontrarnos, queda advertido. No tenemos ninguna manera de contactar, ni siquiera sabemos qué hora es.

Hacía tiempo que no habían visto la luz, el viejo desconocía si era de día o de noche, aunque a juzgar por el tiempo que habían pasado ya allí...

¿Vosotros qué opináis? -dice dirigiendose al resto-

El bárbaro se acerca a cada uno de los pasillos y se agacha en actitud cazadora, buscando algún tipo de rastro o pista...

- ¿Tú qué dices, Atreyu? ¿Captas algo?

Mientras espera la respuesta del animal, Turán responde a sus compañeros.

- No creo que sea buena idea separarnos, pero haced lo que queráis. En cualquier caso, Atreyu y yo vamos juntos -añade agachándose aún más intentando captar algo...

El bárbaro se agacha para intentar distinguir algo entre las dos posibles rutas. Sin embargo este no aprecia nada que le indique lo que anda buscando, parece que por aquí no ha pasado nadie durante décadas, quizás siglos..

Mientras planeáis la ruta a seguir pellizcáis algo de vuestras provisiones...

-Bien. Si nadie se atreve a tomar una decisión. La tomare yo..- Eskhirla paso por delante de Atretyu y antes de tomar una decisión se arrodillo para acariciar el cuello de la loba.

-Saldremos de esta..- susurró mirando a sus ojos.

Volvió la mirada hacia Turán, después al anciano que termino por guiñar un ojo.
Una sonrisa, se levantó y se dirigió hacia el este con hacha en mano..

Bien dicho, Eskirla. Ese hechicero preferirá no haber creado semejante laberinto.

El anciano, con pasos firmes, siguió a Eskirla por el camino que había elegido. Parecía que las diferencias entre el grupo se habían olvidado con el tiempo.

Este laberinto tiene que tener un truco para llegar al final, no puede ser todo simple probabilidad...