Partida Rol por web

 Capitulo II de la campaña.

 El anciano consejero había informado al pequeño grupo de snagas cual era su nuevo cometido y lo que se esperaba de ellos.

 - Ahora id a prepararos para el viaje, podéis ir a la aramería y al almacén para aprovisionaros, se os dará equipo nuevo, pues habéis mostrado ser merecedores... espero no equivocarme.- Sus ojos amarillentos se posan en vosotros.- Comed y prepararos, esta noche, antes de la partida, se celebrará una celebración al oscuro, paraa aplacar su ira, sacrificaremos a los kóbolds esperando saciar, momentáneamente su ira... esperemos que sea de su agrado.

El enfermero asintió moviendo su cabeza arriba y abajo - Si quizás esta vez necesite algún arma - murmuró mientras trataba de elegir cual de ellas le gustaría llevar. Lo cierto es que en su vida de sanador no se había especializado en combatir, pero era consciente que un viaje de varios días requeriría no solo su poder curativo sino de la fuerza de sus debiles brazos

 En el exterior el ocaso se aproxima, el azul del cielo se va dando paso a los colores del atardecer... en unas tres hors se celebrará el ritual religioso. Una vez este concluya partiréis. Es algo habitual en el clan, siempre que se parte hacia un lugar, se hace al abrigo de la noche, bajo el manto del Oscuro.

Aún estaba dándole vueltas a eso del moho, que me habían dicho que eran como setas que estaban en una cordillera que era una montaña grande donde los .. eso ya no lo recordaba. Mi mente aún seguía despotricando contra el idiota que nos había sacado de donde estaban las hembras.. no recordaba haber sido tan feliz... bueno, tampoco diré que mucho tiempo que cuando estuvimos en la cueva y le tiré piedras al ojo a la rata me lo pasé muy bien..

Escuché lo de las armas y eso ya me pareció una idea buena.. lo de pegar a una rata de piedra dura hace que el hacha se quede mellada por todas partes y abollada.. y bueno, no tenía claro y otro buen golpe acabaría por partirla. Quizás pudieran darme otra.

Volvía a ser feliz con una cosa simple, aunque no me costaba demasiado enfadarme tampoco. Ahora, dejé de pensar en el idiota para pensar en un arma nueva.. de esas que son suaves y frías al contacto con las manos.. Para cuando quise darme cuenta ya estaba babeando.

Al final parece que esto de ir con más gente reporta beneficios, primero las hembras y ahora material nuevo... ¡es un buen día!

Gracias... contesta distraídamente pues su mente está ocupada en la lista de cosas que le gustaría pedirle a los de abastecimiento

Son tantas cosas!.. pero tendré que elegir bien, en un viaje largo no se puede ir muy cargado o uno se agota pronto... y por supuesto deben ser cosas útiles...

Cuando al fin Lerb les da permiso, sale de la sala aún sin prestar demasiada atención a sus pasos, lo que casi le lleva a chocar en un par de ocasiones

 Como era habitual en tu vida en el lurg, en el que te habían asignado hacía ya unos años, estabais pasando la quincena como era de costumbre, patrullando las zonas cercanas a la torre, reparando equipo, y matando el tiempo a los dados.

 Y bien soldado, que me traes?

 Finalmente los tres salís al exterior, como hace cosa de un día, os esncontráis en la plaza, cerca del pozo por el que se deslizó Puggo para dar con el primer paso que os condujo a las profundidades, en esa dura misión de investigación... pero al final resulta que os ha sido provechosa, el harén, el respeto de los demás snaga, equipo nuevo... no está nada mal.

 Allí estaís a punto para emprender de nuevo la marcha. ¿Cuales serán vuestros pasos?

Su larga e inusitada concentración se ve interrumpida por un sonoro grrrrrr que sale de su estómago, que le recuerda que hace muchas horas ya que no llena el buche.

Con tanto ajetreo al final no fui a comer... será mejor que vaya ahora que la comida de camino no es muy buena...

Cuando la barriga se queja mejor hacerle caso y meterle rancho, luevo nos vemos... Con la suerte que tengo hoy puede que me den algo bueno y todo! dicho lo cual encamina sus casos hacia el comedor

¡Señor! ¡Soldado raso Siomorang informando!

Se muestra bastante formal con aquel superior, como es normal en él.

Reciente actividad en la frontera. Orcos viles escurriéndose como serpientes entre las rocosidades de la cordillera. No llegaron a haber encuentros con ellos. Sólo dos trasgos inexpertos quedan en la torre de vigía.

Relaja su posición de firmes.

Fin del informe, señor.

  Un gran trasgo, de los pocos que hay en el pueblo. Se encarga de que las nuevas hordas que salen del criadero pasen un tiempo esgrimiendo garrotes y llevar escudos de cuaro hasta que aprenden a moverse. Si son aptos los destina a uno de los lurgs, para que pasen el resto de sus vidas sirviendo.

 Es un tipo tan duro y con el sentido del humor de una piedra. Pero se muestra diligente y organiza bien a las tropas.

 Está entre los mejores combatientes de la tribu, pocos le hacen sombra a parte de el Tharkish y el bestiota de Gurd.

 Parece que eso de los orcos no le gusta nada, se mantiene con las fauces cerradas, ves como se mueven sus músculos por debajo de las mejillas. En este momento está de pié y te saca más de medio metro, pero seguro que pesa el doble que tú.

  - Así que orcos, cada pocos años se aventuran fuera de las montañas... y con la escasez de alimentos y caza era de suponer que bajarían pronto... joder, ahora que más de la mitad del puto pueblo se caga a sí mismo. Joder soldado, no me gusta este informe.- Las malas pulgas se van despertando.

 Se va hacia un rincón del cuartucho, en el que se encuentra una piel de orco curtida, encima suyo hay, trazado en tinta, algo parecido a un mapa de la región. La estancia del instructor es uno de los lugares más organizados y disciplinados del poblad... por lo menos que tú hayas visto, todo en su sitio. Hay una pequeña estantería con rollos de pieles en los estantes, parecen estar clasificadas por colores, verdosas, rosaditas, broncíneas, tostadas... En un rincón una se encuentra una estaferno, muy usado. Colgadas de las paredes hay varias armas, la mayoría son raras, supones que serán trofeos de los enfrentamientos contra otras razas. Unos pesados cortinajes separan lo que sería el catre del oficial.

 - Vale, escucha lo que harás, soldado. Te presentarás ante el consejero. Ese vejestorio me pidió algunos soldados para acompañar a unos snagas al exterior. Estamos mal de manos pero la misión que tiene entre manos es importante.- Te mira valorándotes, bajo sus espesas cejas.- Ve y dile que te mando yo y que no espere más snagas, necesito las demás para mantener las defensas del poblado y otros asuntos... Ve y haz lo que puedas para que se logre con éxito. Él te contará los detalles de la misión. Puedes retirarte.

Akrate tenía el estómago lleno. Y estaba preparado. Aunque pensaba aprovechar el rato que tenía libre para meditar en la fuerza de los elementos. Despues de todo su utilidad en el grupo era su arsenal de conjuros y quería estar preparado

- Aprovecha para pedir provisiones para el viaje - le solicitó a Grolm algo temeroso sobre que podría considerar el bárbaro algo apto para comer - Somos tres. Dos días de ida, otros dos de vuelta y, supongamos uno o dos allí... digamos provisiones para tres personas por una semana... quizás nos deberíamos llevar algo para cargarlas... y para traer el moho de vuelta -

¿ Alguien acababa de mencionar comida? Me parecía que sí porque mis tripas habían comenzado a sonar como si un troll estuviera dentro de ellas y encima un poco enfadado. Miré al otro y asentí a sus palabras.

- Sí, comida.. yo también quiero.. aunque sea rata.. voy contigo.. - Dije al arquero para girarme a mirar al listo, como si no supiera para qué preguntaba si él era el inteligente.

- Tú sabes cosas de cuentas ¿ no? Pues coge lo que creas.. pero yo como mucho tengo que tengo que poder con mi hacha.. - Que venía a ser algo así como que tengo que mantener mi musculatura, pero dicho a mi manera.

De acuerdo, pero creo recordar que Lerb dijo algo de que mandaría a alguien con nosotros... contesta a Akrate mientras asiente Si no nos dan algún bicho para que la lleve, deberemos llevar menos y cazar cada día. En un viaje largo es importante ir ligeros de peso..

Una vez ha dicho todo lo que se proponía se dirige a paso rápido al comedor

Siomorang petó con los nudillos en el marco de la puerta y entró en la choza de Lerb.

Siomorang se presenta para unirse a la misión, señor.

Busca una manera diplomática de omitir la negativa de proveer de más refuerzos a Lerb.

Hups me envía sólo a mí... Cree que conmigo será suficiente...

... señor.

Una corta espada al cinto y un arco a las espaldas le daba cierto aire militar.

 Sin perder tiempo alguno diriges tus pasos hacia la choza en la que reside el anciano consejero, cuando estás a punto de entrar ves como un reducido grupo de trasgos, que conoces de vista se diseminan des de la entrada del cubil de Lerb, dos parten para el comedor y el otro, que identificas como un acólito de Lerb, se pierde en otra dirección.

 Llegas y tras pedir permiso te presentas, comentando que has sido enviado por Hups, dando a entender, de forma sutil, que eres el único refuerzo disponible.

 La idea no parece gustarle mucho, pero se mantiene un tiempo meditando antes de responder.

   Pues tendrás que ser suficiente, por tus pintas pareces haber llegado ahora mismo de la torre. Pues prepárate, come algo y aprovisionate, esta noche partirás junto al resto del grupo, ellos te pondrán en al corriente. Busca a Thok, Grolm y Akrate.- Hace una breve pausa.- Esta noche habrá sacrificios, partiréis una vez esos terminen. Retírate.- Dice con tono autoritario.

¡Sí, señor!

Siomorang se retira satisfecho de probar un poco de rancho caliente en vez de la comida fría y sin cocinar del frente. No era un gran progreso, pero era mejor que nada.

Salió de la cabaña y se dirigió a los comedores.

 No tenéis que andar mucho para llegar al salón. Es un ejemplo más de estos edificios de piedra tosca y escasas aperturas que hay repartidos por todo el imperio, hay un enorme espacio lleno de mesas bastas con bancos donde os sentáis para comer el poco rancho que os suelen dar. Al fondo hay una larga barra hecha de piedra con unos cuantos tabuertes donde suelen sentarse los snagas cuando no están durmiendo o en uno de los dos turnos de guardia diarios.

 En estos momentos apenas hay alguien, tan solo escuchas algo de ruido que procede de las cocinas...

No solía entablar demasiadas conversaciones nunca, y menos, si no se me preguntaba nada porque ni sabía qué decir y por especificar más, no sabía que era como algo social eso de hablar cuando comer con otra persona, así que con la bandeja delante me puse a comer como lo hacía siempre metiéndome casi más comida en la boca de la que entraba y marticando con la boca abierta, que era como mejor sabía la comida.

Me daba igual comer una cosa que otra, tampoco es que tuviera algo preferido, simplemente me conformaba con quedarme saciado y tampoco es que fuera a durarme mucho lo que me habían dado, porque más que comer.. engullía la comida.

- Parece que llevo muchos días sin comer.. joder qué hambre!!

No me acordaba de la última vez que había comido ( ni aunque hubiera sido hacía unas horas ) pero desde luego que me estaba sabiendo todo a gloria.

No dió para tanto la suerte... otra vez rancho para comer..

Agradeciendo el silencio de Thokk que le evita el tener que implicarse en una consversación que no le apetece nada Grolm se sienta a comer tranquilamente, en silencio.. como a él le gusta y suele hacer cuando tiene la oportunidad.

Será mejor ir primero a pedir un bicho para que cargue con el peso, antes de pedir las raciones de viaje o sino tendremos que cargar nosotros con ellas... le comenta a Thokk una vez han acabado de comer.