Partida Rol por web

Kris observa a Decland, está algo malhumorado, más por sus miedos y reacción que por nada más. Pero era incapaz de imaginarse en el agua. Sería demasiado difícil llegar al centro de las islas. Tendrían que construir un puente en el lago. De hecho, sería una buena manera de ganarse unas monedas. Sin duda, la gente preferiría andar que coger una barcaza de esas.

Kris volvió a su tarea inicial.

- Será mejor que preguntes tú. Yo acostumbro a causar pánico y desconfianza.

Estaba acostumbrado a que se tamaño le fuese útil para ciertas cosas, pero se había acostumbrado, precisamente porque había sufrido las desventajas de su tamaño.

-Me parece correcto amigo- le digo mientras buscamos con quien hablar- Si necesito una dosis de pánico y desconfianza te haré una señal.

La cosa no iba a ser sencilla, por lo menos no lo creía en un lugar como este. El truco de la moneda no lo veía muy factible, así que tocaba indagar y preguntar intentando caerle bien a la gente.

-¡Hola!, muy buenos días tenga usted caballero ¿verdad que mi compañero es realmente impresionante?, no creo que haya visto brazos así ni fuerza como la de él. Martillea los yunques con tal garbo, que le echaron de una herrería por abollar uno ¡en una semana!. Y la verdad que ahora que estábamos aquí, nos preguntábamos si hay algo interesante, no se, tal vez alguien igual de fuerte que él para echar un pulso y jugarnos unas cervezas o alguien que necesite un brazo fuerte para algún trabajo extraño...

-¡Saludos!, oh, si somos nuevos por esta zona y realmente es bella. Probablemente decidamos quedarnos durante un tiempo para probar suerte con los negocios. ¿No sabrá si hay alguien dispuesto a ayudarnos monetáriamente o que tenga entre manos algún tipo de trabajo extraño para el que pueda hacer falta un trabajador como Kris?

Preguntamos a unos y a otros, intentando ir siempre por el campo de los negocios, ya que por experiencia, se que es el único que mantiene mi veleta bastante recta y hace que no me olvide de demasiadas cosas.

-¿Y dice que su hija está soltera aún?, bueno caballero, seguro que hay más de un pretendiente interesante por aquí...y no será que está enamorada de alguien con pintas extrañas ¿no?

.Por desgracia las buenas intenciones se pierden poco a poco, y aunque aún intento sacar información, el tema se desvía levemente. Algo cansado de preguntar, llego a extremos a los que Kris pone cara de asombro sin duda alguna.

-Tu niño, si tu...¿has visto a alguien raro últimamente?, dicen que hay duendes por estas islas y me gustaría saber si alguien los está buscando...

.Y para desgracia de Kris, como una fuerza imparable, el asunto inicial del día va desapareciendo y mientras se acercan las comidas y los descansos...

-Mujer...estar prometida no significa nada y menos aún si él viaja tanto como dices...el que se aleje de las bellas curvas de tu figura sin mirar atrás, sin duda alguna es un necio que no sabe valorar lo que los poetas serían incapaces de describir con sus blancas plumas...

Abandonando temporalmente el asunto de coger una barca para llegar a alguna isla en mitad de los lagos, Kris desata a la bestia e invita a Decland preguntar a todo el mundo para obtener algo de información para la tarea que les había impuesto el inquisidor que era realmente bastante difusa, ya que no sabían muy bien que buscaban o a quien, ni qué hacer cuando lo encontrasen.

Decland empezó a preguntar a diestro y siniestro a todo aquel que pasaba cerca de ellos y poco a poco a base de hablar y muchas veces de liar a la gente con sus conversaciones no lineales que cambiaban rápidamente de tema fueron reuniendo información útil para su cometido, además de conseguir varias ofertas de trabajo, y algún padre interesado en casar a alguna hija solterona, para Kris y sus fuertes músculos aunque por desgracia ninguna en una herrería.

Eso si no os ofrecen ningún trabajo "extraño" ni de naturaleza poco legal o peligroso, salvo el peligro de trabajar cortando arboles, la zona parece realmente tranquila y calmada y la gente muy amable y dispuesta a hablar con los extranjeros.

Preguntando sobre temas más raros, historias y cuentos infantiles, os hablan de un hombre, Lang-fan Kin, es un viejo que acostumbra a contar muchas historias fantásticas sobre magia, seres raros y demás cosas raras, también es un reputado medico naturalista y se dice que es capaz un gran número de dolencias siguiendo antiguas costumbres orientales. Aunque la mayoría de la gente considera que está un poco loco.

El único problema es que os dicen que vive en una isla, en la mayor isla de todas que está en medio del mayor lago del grupo.

-Tenía que estar en una isla en medio de un lago...si es lógico al fin y al cabo, un tipo loco, curandero o lo que sea naturista de esos que comen hierba a todas horas...y ahora ¿cómo hacemos para pasar?. Bueno, yo no tengo ningún problema, pero el grandullón...mmm, mi buen amigo Kris...- echo una mirada a mi compañero - ¿quién iba a pensar que temías tanto al agua? y narices tiene que nuestro cometido tenga que ver con un lugar así...con agua por todas partes...

-Hay que reconocer que el clima aquí es estupendo...

-Lo cierto es que ahora si que tenemos un problema...ya le veo construyendo un puente para poder pasar, aunque claro, también podría pasar yo solo y hablar con el hombre...pero ¿sería lo más aconsejable? reconozcámoslo, no soy la persona más apropiada para recibir una importante noticia y conservarla en la mente...no, no lo soy, pero que le voy a hacer ¿intento noquear a esta montaña? ¡pero si apenas llego a su cabeza saltando!

-Y hacen unos platos que huelen genial...

-Pero en el caso de que cruzara yo solo y hablara con ese hombre...bueno, solo es hablar y si me concentro, puedo contarle a Kris lo que me haya contado el hombre y así continuamos con la misión. Pero...si el hombre es el enemigo y es peligroso? ¿qué podría hacer yo?- me echo un vistazo- me puedo defender un poco contra unos asaltantes de caminos, pero contra alguien peor...no creo que durara mucho.

-Hay mujeres bellas...no todas, todo hay que decirlo, pero ya nos hemos cruzado con un par de sonrisas bonitas...

-Podrían salir demasiadas cosas mal...y los fuertes brazos de Kris ayudarían mucho. Sin duda alguna todo sería más sencillo, pero claro, él no va a cruzar de ninguna manera en una barca de esas...cabezota que es el tío...si no fuera porque estamos aquí por la inquisición...vaya, de la inquisición y del inquisidor Th....me acuerdo perfectamente, que cosas, supongo que será por la mala espina que transmite...

-Si te digo que te he envenenado- digo a mi compañero-y que Lang-fan Kin es el único que puede curarte en su casa, en medio de un lago...¿vendrías conmigo?

Kris escuchó con la atención dudosa que siempre le mostraba. Sus conversaciones eran algo liosas y a veces valía más la pena ignorar sus comentarios que hacerles caso, pero algo le llamó la atención "envenenado" fue una palabra clave e hizo que captase su atención.

- Como? Envenenado? No me lo creo y además... si fuese cierto, estoy perfectamente, así que estoy mucho mejor con este veneno que en el fondo acuático de decoración.

Kris pensó cuanto tardaría en hacer una construcción sólida para el lugar. Demasiado tiempo, y sus conocimientos sobre ese tipo de construcciones era más bien escaso.

-Lo mejor será que vayas tú solo. Quizá ese hombre sale por algún motivo un día a la semana. Para comprar sus ingredientes, para comprar comida, para cualquier cosa, deberá salir de esa isla algún día no? Aunque creo que iremos más rápido si tu le haces una visita. Yo mejor me quedo por aquí investigando más sobre esto.

¿Envenenarte?¿Cómo?, estoo..no Kris, ¿cómo voy a envenenarte hombre?, era para intentar convencerte de que cruzaras conmigo, pero tranquilo, seguiré tu idea.

Me encojo de hombros y busco con la mirada al hombre que antes nos ofreció el pasaje.

-Espero que ese hombre al que voy a ver sea simpático. Intentaré volver cuanto antes con la mejor información posible.

-La vamos a liar...pero bueno, sin duda alguna será interesante la visita.

-Si averiguas algo, espera a que regrese para ir juntos compañero.

Me encamino hacia la barca para cruzar cuanto antes y comenzar con la verdadera misión.

¿Crees que tendrá alguna hija linda?

Seguís avanzando hasta llegar al lago en el que se supone vive ese hombre del que os han hablado, claramente es el lago más grande de todos lo que habéis visto y no solo eso, si no que la vegetación es más grande que en el resto de laos, parece más viva, mas fuerte, rebosante de energía. También es donde encontráis una mayor cantidad de turistas, seguramente atraídos por la naturaleza de belleza desbordante del lugar.

Decland se acerca a un barquero y regatea para conseguir que le lleven a la isla, poco tiempo después se aleja de la costa montado en una barca que, según la ve volverse mas y mas pequeña a Kris la forma le recuerda más a un ataúd flotante.

Kris se da la vuelta mirando a la gente a su alrededor y viendo algunas tabernas y posadas cerca de donde se encuentra.

Después de un largo camino en barca en el que te pierdes en tus pensamientos, mientras miras el cielo y dejas que tu cuerpo se mueva con el traqueteo tranquilo de la barca en el lago, llegas a la otro orilla y bajas del barco, el marinero te da indicaciones de cómo llegar hasta la cabaña que estas buscando, no parece difícil, solo serán unos minutos más andando.

Te adentras en la isla, que también tiene una gran cantidad de vegetación, aquí no hay tanta gente como en el otro lado y en tu camino hasta la cabaña no te cruzas con nadie, finalmente llegas a una pequeña cabaña, parece antigua pero muy bien cuidada, a la puerta hay una persona mayor que te saluda alegremente.

¿Saludos viajero, puede ayudarle en algo?

Kris empieza a caminar entre los habitantes de la zona. La verdad es que no había demasiado que hacer, así que simplemente empezó a visitar el lugar. Mirando si había algún comercio con algo que pudiera interesarle. Mientras tanto, aprovechaba también para escuchar las historias de la gente. Puede que con esas historias de fantasmas y algunos de los chismorreos consiguiese descubrir algo.

Pensó en el herrero de Markushias. Si quería aprender algunos de los secretos de aquél herrero, debería hacer una obra maestra digna para aquél herrero. Busco por la ciudad, debería poder encontrar algún herrero que se encargase de los utensilios y cosas más mundanas almenos, quizá podía dedicar uno de sus días a crear algo que pudiese ser interesante para aquél herrero, si más no, empezarlo.

-Oh emm...si, claro que puede ayudarme en algo- digo cuando me pregunta el hombre. Comienzo a curiosear, observando lo que se pueda ver desde el exterior de la cabaña.

-Me podría ayudar con...ya sabe...

Me mantengo un momento en silencio. Realmente el viaje ha sido agradable y el lugar es muy hermoso, así que mi mente ha viajado a otro lugar...creo.

-He oído que...cura a la gente y esas cosas-titubeo un instante- mmm...y que se sabe muchas historias de cosas mágicas y raras que han ocurrido y que ocurren...o no...tal vez sea otra persona...¿conoce usted buenas historias?

Sigo mirando distraído mientras el hombre me habla.

¿Conoce a un tal Lang-fan Kin?, me han dicho que vive por aquí...

Yo mismo, yo soy Lang-fan Kin. - Dice haciendo una pequeña reverencia con la cabeza. - Encantado de conocerle y ¿usted es señor?

Si, suelo contar antiguas historias a aquellos que quieren oírlas, de tiempos más antiguos, leyendas y mitos de magia y gente extraordinaria, pero como usted bien sabe y la iglesia se asegura de ello, no son más que eso, cuentos para entretenernos... o tal vez no. – Añade con una mirada cómplice

Y también es verdad, fui un reconocido medico en la isla de Varja y seguí ofreciendo mi servicio al que me lo pide, claro que mis métodos muchas veces resultan extraños para la gente de por aquí, pero ya se sabe, la diferencia de culturas, claro, que eso no quita que me miren con ojos raros o rechacen me ayuda en algunos casos.

-Mi nombre es Decland Wimguer y él es Kris Frey- digo señalando al vacío de mi espalda- y bueno, está bien que le hayamos encontrado ya que se supone que puede saber algo más o que sea el único que esté dispuesto a contarnos algo de lo que ocurre aquí.

Me giro un instante para preguntarle a Kris si quiere aprovechar para que le de un antídoto para el veneno, pero descubro que no está junto a mi y recuerdo levemente...

...no...no le envenené, solo era una escusa...vaya...es algo confuso...pero señor Lang, estoy aquí para averiguar algunas cosas.

sSigo echando un vistazo por si observo algo que me llame la atención o que no me cuadre mientras hablo con el hombre.

-Verá, mi amigo no presente y yo nos topamos con un miembro de la inquisición, que tras unas idas y venidas nos encargó una pequeña misión. La cosa era, que al parecer en este lugar había algo o alguien que estaba...¿extrayendo poder?...maldición...tenía que estar conmigo para estas cosas...

Vuelvo a mirar por encima de mi hombro en busca de Kris, pero no, no está.

-¿Hay alguien extraño por aquí, que sea poderoso, sobrenatural, esté haciendo algún mal... o todo junto?. Se lo pregunto directamente, porque usted puede contarme un cuento sobre alguien, una historia enla que no cuenta nada pero si que me cuenta algo y facilita mi tarea, que no es de mi agrado la verdad, pero le confiaré un secreto: se que hay algo más de lo que vemos, yo mismo soy una muestra viviente y quiero quitarme de en medio a ese inquisidor lo antes posible o por lo menos seguir conociendo más de mis propias capacidades para poder vivir tranquilo o por lo menos que me deba una y pueda dejarme en paz...

Apenas respiro antes de una última cosa.

¿No será usted el sujeto que extrae energía no?...

El gesto de Lang se tuerce un poco al oír tus palabras ciertamente preocupado. - Así que con la Inquisición hemos topado... Entonces ¿Es usted un inquisidor? Me temo no poder serle de mayor ayuda pero como ya le he dicho, lo que yo cuento no son mas cuentos infantiles, tonterías de un pobre viejo, pero no hay nada de real o útil en ellas, y usted parece que está buscando un nodo de poder o lo que sea, algo real y yo de eso no se nada, solo soy un pobre viejo que intenta vivir tranquilamente los últimos días de su vida alejado de cualquier cosas peligrosa o rara. Además este sitio está en paz, nunca tenemos problemas, ni he visto a nadie con extraños poderes como usted dice por aquí, si lo hubiese hecho lo habría puesto en conocimiento de la inquisición lo antes posible claro está, para que puedan protegernos del mal de este mundo. – La sonrisa ha desaparecido de su rostro y te hable en un tono mucho menos amistoso que antes, está claro que le desagrada la conversación.

Lo único que encuentras raro en el lugar es que rezuma vida, parece cargado de energía y poder, tanto que incluso sientes parcialmente saciada tu necesidad de consumir en este lugar, parece como si la simple energía remanente en el ambiente fue suficiente para alimentar tu antinatural necesidad.

-Pues si, por desgracia nos hemos topado con la inquisición- digo tomando sus palabras como si me incluyera a mi-y he de decir que con un tipo harto desagradable. Y bueno a la vista está que yo no soy un inquisidor, pero como ya le he dicho, hemos venido aquí por su culpa, a este maravilloso lugar...

Ciertamente la sensación es agradable. Me encuentro bien e incluso diría que me resultan extraños los posibles pensamientos de destrucción desmedida.

-Y bueno, respecto a lo último...no creo que sea el mejor proceder en este caso ir contándole a la inquisición las cosas raras que uno puede ver...sinceramente, no le tomaba a usted como un hombre tan cercano a la inquisición, tanto, como para ir avisándoles a la primera de cambio si hay algo sobrenatural o extraño por el lugar- al decir esto, me muestro enfadado y verdaderamente indignado- no me gusta que la gente vaya chismorreando en cuanto ve algo fuera de lo normal...creo que no merece vivir en un lugar así si es de esa clase de personas.

Me doy la vuelta y doy un par de pasos observando lo que nos rodea y deleitándome con el paisaje.

La gente como nosotros debería ayudarse y no irse acusando...vengo yo con mis mejores intenciones y ya quiere entregarme a la...oohmm...espere...soy yo el que ha venido de parte de la inquisición a investigar ¿no?, pero bueno, ha de saber que no tengo nada que ver con ellos, que más bien, mi amigo...uno grandote y fuerte que casi se puede ver desde aquí, y yo  hemos venido a este lugar a investigar un suceso, coaccionados por un inquisidor que insistía en que hiciéramos esto por él para no tener que dañarnos.

No le mentiré, tener los favores de la inquisición sin duda alguna me reportaría algo de tranquilidad para mi vida y mi condición especial, por eso estoy aquí...

Tras un instante de silencio, pienso que he dejado demasiado claro que tengo una condición especial...lo he repetido demasiado y ¿a quién?

-No era un inquisidor señor Lang ¿verdad?

¿Yo? ¿Un inquisidor? no, no, para nada, creo que se equivoca completamente amigo, yo soy un simple viejo que antes se dedicaba a la medicina, pero nada más.

Me temo que no puedo ayudarle, no sé de nadie que este sacando fuerzas sobrenaturales o lo que sea de algún sitio cercano. Todo eso son conocimientos que escapan a mi comprensión.

Está bastante claro que el señor Lang se ha cerrado en banda desde que nombraste a la inquisición y sabe más de lo que te está contando, además se le ve tenso y a punto de "saltar"

Y ahora si mi disculpa. – Añade con un bostezo. – Creo que iré dentro de mi cabaña a echarme una siestecita, ya sabe como somos los viejos, no conseguimos dormir por las noches y luego nos estamos durmiendo a cualquier hora, cosas de la edad, ya lo verá ya.

-No creo que lo vea... sin duda he dicho algo que le ha molestado, pero no se muy bien el que.

-Que pase un buen día Lang-fan.

Me dirijo nuevamente a la barca sabiendo que he fracasado. No he sacado nada en claro, aunque reconozco que el tipo era algo complicado. me habría quedado todo el día allí, pero si tenía que descansar.

Ahora toca buscar a kris, que por suerte es fácil de encontrar y ver si ha tenido suerte y ha encontrado algo útil.

Decland vuelve a montar en la barca y realiza el camino de vuelta, poco a poco según se va alejando de la isla ese sentimiento de plenitud le va abandonando y la necesidad vuelve a su cuerpo.

Llega a la orilla donde se encuentra con Kris que estaba hablando con algunos aldeanos sin obtener más información de la que ya tenían, por la cara de Decland estaba claro que la visita a la isla no debía de haber salido del todo bien.

-emmm- digo cuando me encuentro con Kris- creeo que no ha salido como esperaba la verdad.

Doy unas patadas a un par de piedras que salen rebotando hacia el lago.

-Era un tipo muy raro el señor Lang la verdad, y creo que incluso estaba algo loco, sin duda alguna por la edad.

Intento evitar la conversación. Realmente había sido una conversación muy desafortunada.

-Creo que nos va a costar más de lo que pensabamos...aunque ahora que lo pienso, en su isla sentí algo extraño...pero no me hagas caso, ya que tu no vas a ir a la isla a comprobarlo ¿cómo va la idea del puente?

Kris observó al abatido Decland.

-Mmmhhh bueno... tendremos que pensar entonces en cómo hacer esto. Parece que vamos a pasar una temporada por aquí...

Kris sonrió a Decland y le dió una palmada en la espalda mirando de no pasarse demasiado.

- Vamos, te invito a una cerveza.-dijo obviando el tema de hacer un puente o pasar en barco.

-Creo que en este momento, no hay nada mejor que podamos hacer- digo ante el ofrecimiento de una cerveza y más si es invitada- tomemos una buena cerveza y conozcamos mejor a las gentes del lugar, como dices, puede que pasemos una buena temporada, aunque también te digo que puede estar bien.

DDicho esto, siento que no, no está bien. El lugar sin duda alguna es idílico pero ¿qué narices voy a hacer yo en un lugar así? No parece que tenga un comercio muy bullicioso y sospecho que los entretenimientos más allá de la lectura y la meditación son escasos, así que mi espíritu inquieto se va a sentir ahogado.

Tal vez mi apetito se sacie en este lugar...o tal vez, sea mejor que no se sacie...