Partida Rol por web

- Decland, creo que de los aqui presentes el único que sabe montar a caballo eres tu... Si te quieres adelantar por mi no hay problema.

Me encojo los hombros por el comentario de Decland.

---Haz lo que quieras...

Kayne sonrió detrás de su máscara, ignorando los comentarios hacia Decland. ¡Por fin iban a hacer algo interesante!

-Si nuestro carruaje va a salir dentro de pocas horas tendremos que prepararnos. ¿Hay alguna tienda de armas o equipamiento por aquí cerca?

El chico miró fijamente a Yoshida con sus penetrantes ojos azules.

Kris observa a Decland. Tenía toda la razón... Pero que haría sólo allí? Reunir información? si se metía en algún problema estaba sólo... Y era muy pequeño como para defenderse solo.

- Me temo que todos estáis en lo cierto. Deberíamos adelantarnos... Pero uno sólo no va a ir. Es peligroso. -Kris recuerda entonces en el porqué de esta empresa - Aunque todo depende del precio que le pongas a tu vida...

Makoyo os despide mientras se va a preparar todo lo necesario, trae un caballo para Decland por si quiere adelantarse y os prepara un carro para los demás, el tiempo que tarda en prepararlo lo aprovecháis para lo que queráis, ya sea descasar un poco o cualquier otra cosa.

Makoyo os comunica también que Owain no os acompañara, no se fía completamente de él ya que estaba presente durante el rapto y prefiere no arriesgarse a que os acompañe.

Teniendo en cuenta la hora que es no hay ninguna tienda abierta para comprar algo, pero Makoyo se ofrece a proporcionaros el equipo básico que necesitéis y que tenga el disponible.

Un par de horas después, en plena noche, os ponéis en marcha hacia la capital del principado.

Mientras terminamos los preparativos y descansamos un poco, medito sobre cómo deberíamos actuar y sobre si sería prudente adelantarme yo solo.

-Como si montar a caballo fuera tan terrible...podríamos usar cuerdas y sillas cómodas y así no habría peligro de caídas...aunque necesitaríamos muchos caballos de refresco para Kris y Shalash...

Al pensar esto me doy cuenta que realmente que tampoco hemos averiguado nada sobre el artilugio de Lucrecio. Tal vez no tengamos posibilidad alguna de alcanzarlos.

Decido partir con un caballo de refresco adicional, acompañando a la carreta, pero dispuesto a avanzar más rápido si obtenemos algún tipo de noticia.

-Quién nos iba a decir que acabaríamos así después de haber sido contratados para una simple boda...

Me siento animado en el inicio de este viaje, visitaremos nuevos lugares y podremos observar la maquina de Lucrecio, la cual, me intriga bastante.

- Te diré por experiencia propia que el que una simple boda se acabe convirtiendo en esto es más habitual de lo que te piensas -añadió con una sonrisa

Kris enarca una ceja al escuchar a Valeria. "Por experiencia propia" Si, ha dicho eso. Kris la mira de arriba a abajo, la verdad es que ver a una mujer como guardaespaldas era muy poco frecuente, se preguntaba qué había causado que esa chica tan inocente, a veces, hubiera escogido este arduo camino. Podría tratarse de esa experiencia suya. Habría dejado Valeria al novio en el altar?

-¿Por experiencia propia?

Kayne le da un codazo amistoso a Valeria, dejando al descubierto su total falta de tacto.

-Pues nadie lo habría dicho, todos sabíamos que eras guerrera pero no hasta ese punto.

Poniéndose serio otra vez el chico se giró hacia Yoshida.

-Señor, a parte del transporte, ¿podría darnos víveres y algún arma de repuesto? No sabemos que nos vamos a encontrar ni cuanto vamos a tardar, así que lo mejor es ir preparados. Algún que otro mapa no nos vendría mal y quizás un sello que indique que somos parte de algo oficial, para conseguir información y esas cosas...

Kayne se había crecido pidiendo cosas, eso estaba claro, pero puestos a pedir...

Valeria le devuelve el codazo a Kayne y se rie por lo bajo; con el señor Yoshida delante, prefería no decir nada de lo que hizo no fuera a ser que el padre de la novia no fuese a estar de acuerdo con ella.

- Ya os contaré en el viaje

Mientras espero a que este todo listo salgo fuera durante una media hora, mas tarde, vuelvo con los brazos cargados de un monton de aparatos de toda clase, relojes lamparas,etc. de aspecto de estar estropeados, sin decir nada a nadie, me siento en un rincón  y lo dejo todo  a un lado, agarro uno de los objetos rotos y comienzo a manipularlo poniendo cara de concentración e ignorando a los demas.

Cuando llegue el momento, meto todos los objetos en una mochila y subo al carromato, aunque el objeto que estaba manipulando en ese momento no lo suelto y sigo trasteando  durante el viaje

El señor Yoshida os da comida más que suficiente para llegar a vuestro destino aunque no tiene armas para dejaros, os da un mapa simple para moveros desde esta ciudad hasta vuestro objetivo. Os dice que por desgracia no tiene nada parecido a un sello que os pueda dar algo de autoridad para conseguir información. Lo que sí que os da es una carta firmada en la que dice que estáis buscando a su hija pero os avisa que oficialmente no tiene ningún valor mas allá del que cada uno quiera darle.

Empezáis vuestro viaje en dirección a Markusias, los días van pasando lentamente mientras os vais acostumbrando al traqueteo del carro y a vuestros compañeros. Los caballos son fuertes y corren veloces, aunque os veis obligados a parar de vez en cuando para descansar vosotros así como los caballos. De vez en cuando entabláis conversación con otras personas que llevan el mismo camino que vosotros de los que vais sacando algo de información. No estáis seguros de si la señorita Yoshida paso o no por aquí ya que debido a que la carretera es bastante transitada os hablan de varios grupos que podrían coincidir con quienes estáis buscando. Al parecer el Zepelín sale de Markushias luego va a Chaville, capital del principado de Gabriel, y desde allí cruza el mar hasta Du´Lucart, capital del principado de Lucrecio. El Zepelín sale cada nueve días, a vuestro ritmo actual el llegareis unos cuatro días antes de la salida del siguiente.

Durante el viaje Kayne se acerca un par de veces a Shalash con curiosidad. Sin preguntarle nada se queda mirando su trabajo con la cabeza ladeada y el ceño fruncido y a no ser que éste le pida que se vaya, le hace compañía unas cuantas horas hasta decidir que es suficiente.

A mitad de viaje más o menos, siguiendo con su costumbre, Kayne se acercó hasta el gigante, pero ésta vez si que habló con él.

-¿Qué estás haciendo?-Preguntó con curiosidad.

Ignoro todas y cada una de las veces en las que Kayne se acerca a mirar lo que hago simplemente permanezco con el ceño fruncido en señal de concentración. Cuando Kayne  me habla tardo un buen rato en contestarle:

---Estoy reparando estos objetos- digo sin apartar la mirada del objeto

Kayne parpadeó un par de veces.

-¿Los estás reparando porque quieres o porque los vamos a necesitar?

---Por que quiero- digo encojiendome de hombros- me ayuda a pasar el rato

Los pómulos de Kayne se levantaron un poco.

-¿Necesitas ayuda?

Valeria volvía en ese momento de entrenar; aprovechaba las pausas en el camino para seguir desarrollando su peculiar estilo de esgrima. De momento era más vistoso que eficaz, pero ya había diseñado una técnica que había empleado con resultados bastante óptimos. Se secó el sudor de la frente con un pañuelo y pasó junto a Kayne y Shalash, sonriendo, antes de volver al carro a comer algo

- Todos tenemos nuestros hobbys, ¿no?

Aunque el de Shalash resultaba bastante curioso

Me encojo de hombros y señalo una pila de objetos rotos.

---Sirvete tu mismo...