Partida Rol por web

Brugg se queda mirando a Blirk pero responde a Kairon: No, Orontor dijo que le avisara en cuanto llegarais. Se le ve tenso pero quizás la reprimenda del mágico en la discusión de hace unos días y el saber que ahora trabajáis para su jefe le hace contenerse.

-Oh, una lastima ...- Dice Nitis sonriente. -Hubiera sido divertido ver al gnomo despedazar a un ogro ... aunque sin duda es menos impresionante que verlo hacer con un Barlgura. O el dragón, el dragón fue bastante tedioso.-

Su voz sonaba distendida como quien parece estar hablando de algo trivial.

Finalmente parece que se centra en el lugar y con la mano le hace un gesto para que se aparte. -Quita ... be a avisar a tu amo.-

Resopla y refunfuña mientras se separa de vosotros para entrar en la pequeña oficina. Al cabo de un momento sale y os dice: podéis pasar

El mágico está sentado de cara a la puerta, delante de él hay una gran cantidad de pergaminos con listados interminables que parecen cuentas por compras y ventas de mercancías. Levanta la cabeza y os saluda: Buenos días, creía que os habíamos perdido.

Pues no, hemos tenido ciertos contratiempos echo una mirada inconsciente a la sangre seca de mis ropas, por fortuna no toda mía y continuo , pero somos huesos duros de roer. Entiendo que sería interesante hablar de negocios, pero ¿no podría ser mientras tomamos una jarra de cerveza? Ahora mismo mataría por poder sentarme junto a una chimenea con una jarra en la mano y sabiendo que una cama me espera en lugar de un saco de acampada

- Por supuesto, dice levantando la cabeza de los papeles y dejando la pluma en el tintero. Disculpad mis modales, vayamos a la posada de le Media Luna...invito yo.

Llegáis a la posada de los medianos donde Rendil comienza a avasallaros con preguntas hasta que llega su tía y lo aparta. Os pide la comanda no sin antes discutir con Orontor porque el mágico quiera pagar.

El mágico espera a que traigan la bebida y la comida y os deja disfrutar mientras saborea una copa de vino élfico.

- ¿Y bien?, pregunta cuando dejáis de comer todos menos Blirk

Nitis pide cantidades ingentes de carne, algo de queso y un buen vino. Tiene una hambre voraz después de las palizas recibidas y su cuerpo aún está cubierto de moratones, cardenales y cicatrices ... puede que estuviera a punto de luchar de nuevo, pero distaba mucho estar inmaculada.

Cuando las cosas empezaron a llegar se llevó el vino a la nariz para oler su aroma. Inspiró fuerte, dejó caer un suspiro, y le dio un buen y largo trago. -Oh si ...-

Luego ignoró a Orontor y se puso a comer. Esperaba que los demás fueran los que hablaran, aunque si todos se quedaban callados lo tendría que hacer ella, claro.

Me aseguro de que no haya nadie cerca para escucharnos, seguro que el magico ya ha usado algún truco de los suyos, pero tras lo sucedido recientemente no está de más un poco de paranoia.

Hemos encontrado rastro de las andanzas de Paldemar, pero no a él. Tenemos en nuestro poder un par de misivas que envió a sus lacayos, de alguna forma se interesó por nosotros y no le gustó lo que averiguó. Intentó acabar con nosotros. Así que este encargo suyo nos ha granjeado un enemigo poderoso y nuestros bolsillos siguen igual de vacios que al principio salvo por lo que nos hemos ganado a sangre y fuego.

Echo mano a la mochila y hago aparecer unos pergaminos que extiendo sobre la mesa.

En el primer pergamino pone lo siguiente:

Cita:

Otro de los pergaminos lleva un sello de cera adornado con la letra "P". El pergamino dice así:

Cita:

El último pergamino contiene el mapa del laberinto con indi­caciones de cómo llegar al pozo de los Demonios, rodeado y marcado con las palabras 'Colmillo negro'.

Me gustaría saber en que nos estamos metiendo. El tal Paldemar no parece haberse extraviado, más bien parece como que no le gusta que le sigan ni se "preocupen" por él. Y por lo que hemos visto en el pozo de los demonios sus aliados, recursos e investigaciones son cuando menos preocupantes

Me cruzo de brazos y espero a que el mágico hable.

Nitis deja de devorar un muslo para levantar la mirada y esperar la respuesta de Orontor.

Orontor coge los pergaminos y los examina: Si, es la letra de Paldemar...parece que nos ha engañado y traicionado por igual - devuelve los pergaminos a Lanfear. Mi oferta sigue siendo la misma: encontrad a Paldemar y averiguad en qué anda metido y os recompensaré con un objeto mágico de gran poder.....aunque entiendo que ya habéis tenido percances así que aquí tenéis un pago por adelantado -coloca una bolsa de monedas sobre la mesa que ha sacado de algún lugar de su túnica.

-¿Vivo o muerto?- Pregunta Nitis entre mordiscos y con la boca llena.

Orontor tuerce el gesto, al fin y al cabo es uno de su orden al que están persiguiendo y por las cartas no trama nada bueno.

- Si es posible vivo - es su escueta respuesta.

—Seguro que él tiene la misma consideración con nosotros y nos deja irnos vivos —comento mientras apunto con un muslo de pollo al hechicero—. Traerlo vivo va a ser más difícil... Y mucho más caro.

—¿Es necesario traerlo entero? Igual si le cortamos las piernas podemos traerlo vivo y sin que huya —digo mientras arranco otro muslo de pollo—.  A menos que sepas alguna manera de conservar las cabezas vivas en tarros, claro —termino dicendo mientras echo un buen trago a una jarra de cerveza enana.

Dicho esto, sigo comiendo, a ver qué dice. La bolsa con las baratijas tendrá que esperar al postre.

Orontor mira contrariado a Blirk pero al final muestra una medio sonrisa como si pensara que es una broma.

- ¿Tenéis alguna idea de dónde encontrarlo?

-Oh, eso no es mala idea ... si le cortamos las manos seguro que no realizará trucos extraños de magia. Al fin y al cabo sus sicarios ya nos han conjurado de todo encima e invocado todo tipo de demonios.-

Le hace un gesto a Orontor como incitandole a responder las preguntas del gnomo.

- No os tenía por unos sádicos, hay formas muy simples para traerlo sin necesidad de mutilarlo...si no sois capaces tendré que buscar a otros - dice algo molesto por la insistencia

Nitis enarca una ceja.

Mira a su alrededor buscando las hordas de aventureros dispuestas a rescatar a un mago desquiciado y adorador de demonios por una bolsita de monedas de oro.

-No se si mandarlo a la mierda o para la mierda- Se quedó pensando después mirando al mago.

Estaba claro que Orontor no era quien había caminado por los pasillos de esa mazmorra, no lo había mordisqueado un dragon, esqueletos, barlguras, gnolls y demás bestias. No era el quien tenia que buscar al mago desertor que había organizado todo eso y traerlo "vivo".

Sinceramente, empezaba a dudar que ese trabajo mereciera la pena y se notaba esa duda en su rostro.

—¿Sádicos? No, prácticos. Dime como traerlo de vuelta de una pieza sin que suponga un peligro y lo haré. Porque un tipo que ha lanzado contra nosotros a demonios, esqueletos, gnolls e incluso dragones no creo que se rinda con solo vernos aparecer por allí.

—Y si lo hace, será mucho más sospechoso que si intenta acabar con nosotros —termino diciendo al mago mientras apuro la cerveza. Tras dejarla en la mesa, añado—. Además, dime quién estaría dispuesto de todos los aquí presentes a hacer lo que tenemos que hacer nosotros, después de pasar por todo lo que hemos tenido que pasar.

Y dicho esto, meto mano a la fuente con estofado que hay sobre la mesa, que solo los dioses saben cuándo volveré a comer caliente.