Partida Rol por web

 El gnomo se acerca en su simpatico y curioso andar hacia la mesa. Se sienta otra vez y se sirve un poco mas de licor, luego agarra un cuenco y con una cuchara se sirve de manera apurada pero a la vez gozosa, como si no fuera a parar pero alfin lo hace habiendo llenado el tarrito suyo para ponerse a comer.

"Ah, que lindo es comer y beber...!" dice sonriente y casi infantil como casi cualquier gnomo, dejandose ir su voz de pensamientos y sentimientos..Cuando come y toma de manera poco ordenada.

Al instante se ríe en una pausa "jejej, esa Zafira parece que conseguirá novio pronto, jejeje!" y sigue comiendo

-Pufff-, resoplo de manera furiosa al escuchar que nuestra paga tardará quien sabe cuanto tiempo, con mi gesto también le hago entender a la camarera que se esfumó su propina....a menos que -Pues entonces preciosa, trae otra jarra de cerveza, para la espera- volteo esperando la afirmación de mis compañeros.

Me levanto de la mesa y estiro mis músculos, -pues que les parece si matamos el tiempo y nos hacemos un poco más ricos mientras tanto...- les digo a mis compañeros guiñándoles el ojo.

Me acerco tomando los últimos sorbos de la jarra hacia la mesa donde están los cuatro "discretos" - Mis estimados colegas, alguno de ustedes es gustoso de medir fuerzas con un enano aburrido- me coloco en una mesa junto a ellos haciendo flexiones con mi brazo e instándolos a participar en una prueba de pulsos. -podemos hacerlo interesante con unas monedas de por medio-

Claro, sólo déjeme sentarme de este lado, para ver hacia la taberna y cualquier problema que mis amigos pudieran enfrentar.  Se acomodó en un lugar estratégico de rápida respuesta ante imprevistos.  

Y bueno, pensándolo bien, ¿que le parece que cada uno pone su pregunta, el otro decide si quiere jugar la respuesta en el juego de cartas, tiramos el poker o lo que sea que juegue, y entonces ya se contesta?  Si alguna que ud haga me incomoda, sólo renuncio a jugarla, e igualmente usted. 

-Bien, eso es justo lo que deseaba oír. Entonces sube arriba y llama a ese grupo, que vengan aquí y les pondré al día de lo que deben de hacer. Solo añadir una cosa más, aunque no tenéis por qué tomar los caminos principales igualmente sed cuidadosos, al parecer algún idiota engreído cree que puede ampliar sus fronteras y es posible que os deis de bruces con alguno de sus destacamentos hasta que el señor de estas tierras decida si merece la pena responder o no.- Aquellas eran las que tenía intención de hacer valer como sus últimas palabras, pues de inmediato Heirich puso toda su atención en los manuscritos sobre su mesa dando por hecho que Sully tomaría el camino de vuelta hacía la taberna para reunirse con el grupo de aventureros.

  Un resoplido cargado de frustración escapo de boca del trilero mientras se dejaba caer de espaldas sobre el taburete hasta casi perder el equilibrio, tras ello recobró la compostura para volverse a sentar correctamente y mirar directamente a los ojos  Zafira mientras jugueteaba con el mazo de cartas en sus manos para aliviarse del disgusto. -En fin, una desgracia que no aceptéis, pero nunca me he podido negar a los deseos de una bella mujer, menos aún si se trata de una invitada tan especial para nuestra ciudad, acepto sus términos incondicionalmente, así que cuando desee empezar lance la primera pregunta.-

Bien, comencemos. -sonrió- ¿Que se dice sobre el Sr. Nimble y Lord Heindrich, sobre todo lo relevante a si conviene que gente de buen alineamiento aceptara trabajar o hubiera trabajado para ellos?  -claramente se señalaba a ella, lo daba a entender-. 

Sully dio un paso hacia atrás para salir, pero se detuvo un instante.

Emmm la chica.- dijo antes de que pudiera contener su boca. Ya que había comenzado tendría que seguir.

La de Longbert, no sé si tienes otros planes para ella, pero conoce a esos aventureros y puede que me sirva de ayuda para traerlos hasta aquí. Sabes que se me da mejor terminar con las relaciones que empezarlas.

Terminó con una frase, que sin ser mentira, iba cargada con cierta parte de humor. 

Mientras come su sopa, hace una pausa y mira sonriente al enano. Hace un reojo al explorador "Zafira parece muy ocupada, un muchacho de porte y hablar galante esta con ella... Que pena que se pierda esta comida, jejeje!"

 Termina de comer y tomarse un par de copitas del licor, mientras curioso se sienta a contemplar mientras entrecruza las manos y choca sus pequeños pulgares. "Ah, si señor, que vida mas confortante aunque un poco quieta.... Si el enano se pelea, será interesante, si!"

Sonrío con picardía cuando el gnomo nos cuenta las posibles aventuras amorosas de la semi elfa.

Bueno, puede que termine disfrutando de este raro de descanso tanto o más que nosotros, ¿no? Jajaja.

Me llevo la jarra a los labios, bebiendo un trago moderado, únicamente por aligerar la garganta, aunque el guiso la verdad es que entra bastante bien.

De vez en cuando hay que disfrutar un poco con esas cosas, ya sabéis. No todo es comer y beber, hay otras cosas que disfrutar. Aunque sólo sea recrearse la vista. -Me encojo de hombros, sonriente, cogiendo un trozo de pan duro y mojándolo en la salsa- Recuerdo una mujer a la que liberé de su confinamiento, presa de unís trolls... Joder, qué mujer. Cómo luchaba la tía, y que cuerpazo, no se si me entendéis... Jeje. Daba gusto sólo mirarla...

-Interesante pregunta, supongo que presumible considerando donde nos encontramos...- Acompañó con un gesto hacia la señal de la posada que había frente a él y a espaldas de Zafira. -Me da la sensación de que vos soy alguna clase de ermitaña de los bosques por vuestro aspecto, así que os lo diré en esos términos. Considerad que este lugar a vuestras espaldas es la boca de la guarida del lobo que rige el bosque, en este caso Heinrich, y de paso también la del resto de sus compañeros de manada y de las alimañas que se alimentan de la carroña que dejan a su paso. No se cómo habréis llegado a cruzar vuestros caminos con alguien así, pero sea como sea tratad con cuidado si os toca hablar con él, en cuanto a Nimble no se que deciros y al igual que yo el resto de la ciudad, es la sombra al acecho, de hecho no cabe duda, pero más allá de eso es casi tan difícil de catalogar como de avistar.- A continuación dio una breve palmada para después pasarse la mano por delante de la cara hasta cerrarla dejando levantado solo el dedo índice apuntando hacia arriba y dedicando una sonrisa a la mestiza. -Bien, ahora creo que me toca a mi ¿Cuanto sabéis en cuanto al viaje de Longbert, tanto de su ida como de su vuelta?-

  Una mueca de desagrado se dibujo en la cara de Heinrich, aunque al menos no había rabia en ella. Buscando sobre el escritorio tomó una pequeña campanilla de plata, aunque antes de hacerla sonar dirigió unas palabras a Sully. -Bien, no voy a decir que desapruebe el que te lleves a Asdra si lo ves necesario ya que es cierto que ella ya conoce a este grupo, pero lo último que quiero son contratiempos innecesarios. Una vez os pongais en marcha tu prioridad debe de ser hacerte con el códice y traérmelo, el como lo hagas o si deben de sacrificarse vidas para ello me es igual siempre que no se pierda de vista el objetivo. Recordado esto...- La campanilla tintineó suavemente, Jack dudó de el porque de aquello pero en cuanto la puerta por la que había entrado comenzó a abrirse lentamente hasta dejar una pequeña apertura quedó bastante claro que el mensaje había llegado. - Nimble y Asdra deberían esta ahí afuera esperando a regresar arriba, así que si esta conversación se ha terminado ya me gustaría poder zanjar con esos mercenarios las condiciones de su nuevo contrato para que podáis partir ya.-

  Mientras que por una parte el gnomo comenzaba a notar los efectos del licor en forma de hormigueos y una mente algo nublada atendiendo a la anécdota que trataba de rememorar el explorador. El enano se puso en pie para dirigirse al grupo, hasta ahora relativamente silencioso, de cuatro hombre que se había mantenido en su mesa desde que llegaron. Las primeras palabras de Balakar parecieron caer en saco roto recibiendo solo miradas de pocos amigos tirando a hostiles. Sin embargo, para su suerte un segundo enano se erigió dentro del grupo para dar la bienvenida al recién llegado.

  -¡OH, pero miren eso amigos míos! Uno de los míos por estos lares, aunque solo sea por celebrar semejante encuentro inesperado acepto vuestra oferta.- Trató de acomodarse en su asiento para sobresalir algo más por encima de la mesa mientras daba un largo trago a la jarra de cerveza que sostenía en su diestra. -No hagáis caso de estos perros viejos malhumorados, no son más que una banda de perros callejeros y como tales no os morderán si no les muerdes primero. ¡Venga no me miréis así y decid algo si es que miento en lo que acabo de decir! ¡Por lo menos podríais uniros a la fiesta del encuentro enano! Vamos Grunbeld, al menos así por un momento podrás dejar de gruñir y jugar a algo más que cortar orejas de enemigos.-

  Aunque las palabras del nuevo enano parecieron lograr alguna respuesta algo más positiva que las anunciadas previamente por Balakar solo Grunbeld pareció unirse al reto del guerrero. Un fornido humano de fuerte complexión y pelo grasiento con el torso desnudo comenzó a desperezarse mientras emitía alguna clase de gruñido más parecido al que podría hacer una bestia que un hombre. -Thorgrum hablar demasiado, pero ser cierto que Grumbeld aburrirse y los hombres menudos ser mejores compañeros de bebida que conocer, aunque solo quedar monedas de plata de última paga.-

-Grumbeld, viejo amigo, no os preocupéis lo más mínimo por ello, dejemos a estos muermos aquí y unámonos a este vigoroso joven hasta que podamos perder el sentido.- De un salto Thorgrum dejó la silla atrás para dirigirse en dirección a Balakar y tenderle una mano en señal de amistad. -Se presenta Thorgrum Rompeyunques, hijo del clan de los Khudum, si no os molesta me gustaría poder cambiar de mesa por no estorbar a nuestros dos camaradas en su laborioso trabajo de descubrir como detener el tiempo mirando fijamente a las paredes de una taberna.- Buscando a la tabernera hizo una seña para que le prestara atención. -¡Nelly, preciosa! Cuando puedas tráenos un par de jarras para empezar a ahogar la monotonía que nos ha estado incordiando hasta ahora.-

Sully asintió con la cabeza y se apresuró a salir de la sala. No le convenía tentar más a la suerte, de sobra era conocida la poca paciencia que solía gastar Heinrich.

Bien, del de ida no se nada.  Del de regreso, si.  Fueron atacado, por orcos, y yo ayudé a defenderlos.  Tuvieron suerte que estuviera yo ahí, hubieran llegado menos a su destino si no. 

Y traían un encargo importante, eso si. -escudriñó con su mirada por si podía adivinar si sería bueno decirle del cofre o no-  Si su corazón se inclinaba a la bondad, lo haría.  Si no sabía, o era maldad, ahí se detendría. -  Pero no se más.

  Al salir por la puerta y regresar a la sala en la que había estado esperando unos minutos atrás, Sully pudo encontrarse de nuevo con Nimble y Asdra. Al parecer habían sido capaces de interpretar la sutil señal de la campanilla y permanecían expectantes a que el pícaro se reuniera con ellos de nuevo. Nimble estaba recostado contra la pared con los brazos cruzados ocultando ambas manos en el interior de las mangas de la túnica, parecía no estar del todo a gusto en aquel momento, algo extraño para una persona tan difícil de leer como aquel personaje.

  -Bien, señor Sullivan, supongo que el señor Heinrich ya os habrá terminado de explicar las tareas de las que debéis encargaros, si me lo permitís os dirigiré de nuevo a través de los subterráneos para que puedan regresar con el grupo de espadas de alquiler y convencerlos de que vengan a hablar con el Señor.- Hizo una breve pausa al terminar la frase para ponerse en pie y prepararse para abrir el camino en aquellos angostos pasillos subterráneos. -Atiendan bien al camino que vamos a tomar, es sencillo, pero una vez regresemos a la taberna yo me dirigiré hacia los almacenes así que serán ustedes quienes deberán de guiar a sus futuros compañeros de viaje hasta aquí. Cuando terminen de discutir los términos de su acuerdo con el Señor reúnanse conmigo.-

  Sin esperar por una respuesta Nimble dio la espalda a la pareja para disponerse a comenzar la marcha, Asdra parecía algo nerviosa, especialmente después de ver la actitud de Nimble hacía ellos. En cuanto se aseguró de que el monje no podía verla ni oírla se acercó sigilosamente hacía Sully para susurrarle algo al oído.

-No se por qué lo habréis hecho, pero gracias por llevarme contigo.- Aunque parecía haberse calmado algo después de tener a Jack cerca, el nerviosismo apenas contenido de la joven era evidente, aún así esta hizo su mejor esfuerzo por mantener la compostura e iniciar el camino hacía la taberna.