Partida Rol por web

Jake dirigió una rápida mirada a Asdra. Al parecer tendría que echarle una mano con la dama.

Bien señores, pues que los dioses del bien los acompañen.  Yo me iré a buscar trabajo con más sentido que sólo el oro.  Miró de soslayo al tal Jake.

Pero quizá nos veamos más adelante.  Ya ven que tengo a bien encontrármelos para salvarles las barbas.  Miró divertida al enano con la barba chorreante de cerveza.   Y siempre pueden contar conmigo.

Señorita Asdra, caballeros, con permiso. 

Inclinó la cabeza con la amabilidad que sólo una semielfa posee, y Zafira salió de la taberna.  Ellos no lo sabían pero iba en búsqueda de la familia del noble del lugar.  Quería encontrar ahí aunque fuera sólo uno de los 40 hombres y mujeres justos que los dioses siempre se aseguran hayan en todo pueblo y ciudad.

La conversación que surge entre el tal Jake y Zafira me mantiene intrigado. La Atiendo en silencio, con ojos vivos que se desplazan de uno a otro contertulio, hasta que la semielfa se pone en pie. Me incorporo por educación, despidiéndome de ella.

Lamento nuestra pronta separación, Zafira. Espero que volvamos a vernos... Y que el destino tenga a bien permitir que os devuelva el favor.

Tras esto, vuelvo a sentarme con los codos sobre la mesa, mirando a Jake.

Bien, ya os di antes mi respuesta, Jake. La oferta parece interesante, sin duda, por lo que estoy dispuesto a escucharla más en profundidad. Queda dicho que no acudo a la reunión sino para valorar esa oferta, no como aceptación de la misma. Si eso está claro, podemos ponernos en marcha cuando gustéis.

 Desde su posición, tanto el enano como el gnomo pudieron observar como Aldar, Zafira, Asdra y el hombre que acababa de entrar en escena ignoraban la llamada de Avlin para alejarse hacia una de las mesas en la dirección opuesta a la que estaban y acto seguido iniciar alguna clase de diálogo. El tema del mismo era imposible de escuchar desde donde se encontraban, pero al parecer Aldar parecía interesado en lo que se trataba mientras que Zafira se levantó al poco de empezar dispuesta a deja atrás a los otros tres.

Señora.

Jake se puso en pie para despedir a la semielfa. Tendría que buscar a alguien más para formar un grupo para llevar a cabo aquella aventura.

Por supuesto Aldar, y no dudo que la propuesta de mi patrón colmará sus expectativas. Aún así necesitaré más personal para llevar a cabo la misión, ¿qué me puede contar de ellos?

Jake señaló a los enanos, al gnomo y al resto que se empeñaban en montar jaleo.

¿Cree que podrían estar interesados en unirse en esta aventura? Si bien en principio el trabajo parece sencillo, podría no estar exentos de peligros y necesitaremos algunas espadas más, incluso algo de magia nos vendría bien.

  -Bueno Asdra, es una lástima que decidas así, en verdad tu nunca habías sido contratada por Longbert, pero igualmente nos ayudaste cuando más lo necesitamos, espero que tengas suerte en tu camino.- La voz de la joven dejó ver que hablaba de una manera sincera y también se levantó para despedir a la druida. En verdad quizás fuera la semielfa fuese quien más libertad tenía en aquel momento, pues no estaba atada a pagas salvo que hubiera demandado una compensación por su inesperada y útil ayuda durante el viaje.

Necesitando el apoyo de mesas y sillas me encamino hacia donde se encuentran mis compañeros, volteo a ver al gnomo invitándolo a hacer lo mismo y le dirijo una última mirada a los ebrios competidores en el suelo -Declaro un empate sheñoresh-.

Llegó a la mesa haciendo escándalo y me parece que la druida - No te vayash Shafira, te prometo que no maltrataremosh murshielagosh jajajaja, no hablando en sherio ¿no quieresh tu paga correshpondiente?- trato de tomar asiento pero el suelo se me mueve un poco y aterrizo nuevamente... desde el suelo le pregunto al humano por el otro humano: -Oye Aldar ¿quién esh tu nuevo amigo de un sholo ojo?-.

Zafira partió rumbo a la residencia del Barón Donel.  No sabía cómo llegar, Pero preguntando se llega Absalom, ¿no?

Bueno, Jake, el buen Balakar demostró su valía con su acero durante nuestro viaje, aunque ahora no presente la mejor imagen posible... -Algo que se podría arreglar con un barreño de agua helada, sin duda- Y también puedo hablar bien por Avlin, aquí presente. A los otros no los conozco...

Saludos enano, precisamente estábamos hablando de un trabajo donde la espada y la magia serían bienvenidas. El señor Aldar ya ha aceptado acompañarme, al menos para escuchar de qué se trata de boca de mi patrón. También he de decir que la oferta que le he puesto encima de la mesa le ha parecido más que razonable a falta de escuchar los detalles de esta aventura en la que posiblemente nos embarcaremos.

Jake pasó por alto el comentario hacia el hecho de llevar un ojo tapado del enano y sobretodo por su alto estado de embriaguez y evitó contrarreplicar con las patas cortas del barbudo.

-Musho gushto Jake, shi eshtásh hablando de un trabajo bien remunerado y peligrosho ¡cuenta con mi hacha! - exclamo mientras logro vencer a la silla y sentarme a la mesa de una buena vez.

-No te preocupesh por ellosh Aldar- señalo al enano y al humano inconscientes por el alcohol- fueron durosh advershariosh pero ya acabamosh el duelo- (y no en muy buen estado).

  La semielfa logró salir de la taberna atravesando los restos de la "batalla campal" librada entre los enanos, el segundo de ellos se estaba levantando del suelo para ir a ayudar a incoporarse a su fornido amigo. El suelo cercano estaba sembrado restos de las jarras rotas regados con alcohol. Desde luego parecía ser cierto que esos pequeños sabían como mantenerse entretenidos en su tiempo libre.

 Al llegar a las calles volvió a encontrarse con el ambiente de los barrios bajos de la ciudad, el mal olor vino a recibirla al momento, quizás antes con los juegos del trilero había logrado pasarlo por alto, pero ahora estaba más presente. La poca compañía que podía tener ahora era un crío paseándose por las calles haciendo alguna clase de anuncio a pleno pulmón:

  -...qué todos aquellos que se consideren valientes y con suerte acudan a ver la reinauguración de los pozos por motivo del gran festival! ¡En gran primicia la gran belleza de "la Furia Roja" proveniente de las lejanas arenas ardientes se enfrentará a la impresionante "Vorágine Verde"...- El chico estaba anunciado alguna clase de espectáculo de apuestas mientras se alejaba de la taberna. Parecía ir en dirección contraría a la que habían seguido para llegar hasta allí, por su parte el cochambroso carruaje de Longbert seguía en aquel lugar tal y como lo habían dejado, únicamente atando los caballos a un poste a causa de las prisas para atender a Nimble.

  Si Zafira pretendía dar con alguien que la guiase o de quien obtener prisa debería de empezar pronto, apenas se había dado cuenta de lo rápido que había pasado el tiempo desde que alcanzaron la taberna, pues ya habían dejado atrás el mediodía.

Ey, ey, chavito, dime cómo llego hasta casa del Barón Donel.  Te doy una moneda si me llevas, y de paso vas anunciando lo del espectáculo. En todo caso, la elfhumana iría al espectáculo para ver que pasaba ahi. 

Jake dudaba de si llevar hasta su patrón un enano en alto estado de embriaguez sería una buena idea. Pero él le había pedido que les contratara para el trabajo así que tendría que apañárselas.

Pues cuando estéis preparados sólo tenéis que acompañarnos a Asdra y a mí para ver a nuestro jefe y él os expondrá las condiciones del trabajo.

Después miró al gnomo 

¿Vos vendréis? Sin duda algo de magia sería bienvenida en esta aventura.

  El gnomo se aproximo a la mesa sonriente respondiendo afirmativamente con la cabeza a la pregunta formulada por Jake. Parecía que los integrantes iniciales del grupo de espadas de alquiler iba a estar dispuesto a unirse a la aventura pese a la baja de Zafira.

  -Bien, en ese caso parece que todos están de a cuerdo en seguirnos de nuevo. Pues si nadie pone problemas y Jake está de a cuerdo podemos dirigirnos a encontrarnos con nuestro patrón.- La joven miro con cierta timidez a Jake en busca de su aprobación, parecía aliviada de que nadie hubiera puesto pegas, al final todos podrían salir ganando con un poco de suerte.

     El pequeño parece sorprendido por tu muestra de atención. De inmediato se detiene y te observa de arriba abajo varias veces sin decir nada. Parece que tu aspecto, parece que tu aspecto le ha sorprendido bastante y le tiene entretenido, pero finalmente arranca a hablar.

  -De a cuerdo señorita, aunque no creo que podamos acercarnos mucho a ella por los guardias que la rodean.- De inmediato se dispone a empezar la marcha cambiando su dirección hacia otra calle distinta de la que iba a tomar. -¿Eres una aventurera, verdad? Nunca antes había visto a alguien como tú por aquí. ¿Si te llevo me podrás contar alguna historia por el camino?-

  La marcha había convencido, al parecer el chico estaba satisfecho por la promesa de una moneda y la posibilidad de escuchar una historia de primera mano por lo que el creía que debía ser una gran heroina.

Si claro, vamos.  Con los guardias hablaría para ver si puedo tener una audiencia. -al ver que no lo entendía le aclaró-.  Que me reciba el señor, pues.  Quiero platicarle del bosque y cómo la gente de aquí está aprovechándolo.  Decirle de cómo nosotros los druidas de la región pedimos que se use sabiamente, no destructivamente, como algunos están haciendo.  

Y de aventurera chamaco, temo que no soy mucho. Un poco viajera si, pero no no demasiado.  Apenas empiezo mi "edad de movimiento."  Tu, ¿cuando empezarás a viajar?  

De lo que si te puedo contar es de las cuevas donde las víboras esperan colgadas a que pasen los murciélagos volando ¡para atraparlos en el aire!  Y también de las cuevas repletas de guano donde miles de cucarachas se pasean en la oscuridad comiéndolo, lenta, concienzudamente, para que el movimiento de la energía y la materia continúe por sus diversos senderos.  Y también te puedo contar de...

Y así pasó el camino, la druida contándole de las maravillas de la naturaleza, para despertar curiosidad, admiración y respeto.  Uno a uno se va convenciendo la gente.  

El tiempo se les pasó volando y ya a la vista del lugar, concluyó.  Y por lo tanto tenemos que cuidar esos lugares.  ¿Ahora ves porqué quiero hablar con estos señores?   Le dio su moneda de cobre prometida.

Por cierto, ¿tu sabes si dentro de la familia noble que os gobierna, hay alguien más bueno o más listo que los demás?  Es con estas personas con las que primero hay que hablar, aunque ahora no parezcan los más importantes.  

Pues sí, no hace falta que perdamos más el tiempo. Lástima que vuestra amiga no haya aceptado venir, por lo poco que me ha contado Asdra parecía de lo más competente.

Jak se levantó de la silla y se dirigió a la barra para pagar. Unas pocas monedas repicaron en la pulida madera antes de que se diera la vuelta y se dispusiera a dirigir a aquel variopinto grupo de mercenarios a visitar a su patrón.