Partida Rol por web

  -Bueno, de nuevo nos encontramos, señor Sullivan... Señorita Asdra.- Para cuando Jake quiso atender a quien pertenecían aquellos pasos la desagradable voz de Nimble regresó para saludarlo. -Supongo que el pequeño grupo de mercenarios estarán cerrando los términos del acuerdo con el Amo Heinrich. Bien, cuando este trámite finalice iremos todos juntos al almacén, así que id pensando en lo que podáis necesitar para el viaje. Por otro lado, cuando nos separemos recordad id a la noche a los fosos, el Amo quiere que os llevéis a alguien de allí, si queréis ir solo o con el resto de compañeros será decisión vuestra, Sullivan, pero en los fosos tendréis recordad ir a visitar a Nanoc.-

Enfundado en mi capa sin la capucha cubriendo mi rostro, escucho la oferta de Heinrich tratando de ocultar todo atisbo de emoción en mi rostro. Mi mano diestra descansa en el pomo de la empuñadura de mi espada, mientras la siniestra se apoya en la muñeca contraria, reposando mi peso en una de las caderas en postura relajada.

No está relajada mi mente, no señor.

La Montaña del Colmillo Roto, he oído historias acerca de ese lugar. Pero mi duda es si pretende que acudamos a un lugar sorteando un peligro, o que nos lancemos al peligro de cabeza. No puedo negar que ambas opciones tienen sus pros y sus contras, pero quiero estar seguro de lo que tiene en mente antes de confirmar mi respuesta.

¿Estamos hablando... de saquear ruinas elficas? No me entienda mal, Heinrich, no estoy ni a favor ni en contra. Pero quiero tenerlo claro. Odio las sorpresas...

Tratando de controlar el balanceo involuntario de mi persona, rasco mi barba analizando la situación y antes de exclamar con alegría la aceptación... se adelanta mi compañero Aldar preguntando más datos.

Trato de aparentar concentración y un semblante serio  hasta escuchar la respuesta del "patrón".... pero el hipo interrumpe todos mis intentos: -Hic, sí...mmm... eso que dijo mi compañero, hic-. 

Bueno, he, -dijo apenada por su falta de éxito- creo entonces que deberé esperar aquí para abordar a alguien que salga y explicar mi caso.  El término stalker se le aplicaba tanto a su forma de esperar a la presa como de buscar políticos. ¿No eran a veces la misma cosa?  A veces. 

Hola don músico.  ¿Va usted a la feria?  La verdad se ve re-buena.  Yo misma andaría por ahí si no tuviera que estar por aquí.

 ¿Que tipo de música hace?  ¿Épicas, de baile, románticas?  -se rió un poquito al decir esto último.  Sonaba muy bien lo que justo estaba tocando. 

 El gnomo, llegando tras sus compañeros siguiendo bajo esos misteriosos tuneles hasta el despacho de aquel señor que tanto mencionaba. Con una sonrisa casi perpetua e infantil que lleva siempre, mira a su serpiente rodeada al cuello y dice opinar a lo dicho por Heinrich "Ujum... Un nuevo trabajo, una nueva ganancia.A mi me encantan las sorpresas, un buen gnomo vive de sorpresas, los nuevos retos, las ilusiones... Donde mi saber y magia sean precisas, ahí estaremos, jejeje!"

  El músico siguió dando unos pasos canturreando una letra sobre el termino del duro invierno y el inicio de la esperanzadora primavera acompañado por su laúd. No parecía haber pasado por alto las palabras de la druida aunque tampoco mostraba intención de responderla en aquel momento, en vez de ello levantó la voz mientras buscaba algo oculto bajo el sombrero que acercó disimuladamente a Zafira para que lo cogiese y después ir hacia los guardias como si disimulara que aquella maniobra había sido hecha en verdad para pedir dinero. Uno de los soldados dejó caer unas piezas de cobre con la esperanza de que aquello les quitase de encima al artista ambulante que de inmediato cesó su música y retrocedió sobre sus pasos.

  Para entonces la joven ya sabía lo que le acababan de entregar, se trataba de una carta con el dorso púrpura en la que aparecía representado uno de los arcanos... "La Rueda de la fortuna".

  El trovador parecía dispuesto a alejarse de aquel lugar aunque a la altura de Zafira susurro unas palabras de modo que solo ellos dos pudieran oírlas.

 -Esa es una pequeña prueba de que se por qué estáis aquí, si queréis saber porque estoy yo solo debéis de seguirme.- Y dicho aquello pasó a cambiar el laúd por una flauta dulce alejándose de las lindes de la mansión.

Habría sido algo difícil de interpretar como se había tomado Heinrich la pregunta del explorador, pero Aldar pudo reconocer el lenguaje corporal similar a alguna situación vivida en el pasado. Su patrón estaba agradecido de ver que no pagaba por una banda de descerebrados cuando era capaz de comprender los detalles del trabajo ocultos entre lineas, pero del mismo modo le incomodaba y enfurecía el tener que entrar en detalles con ellos. Por ello Heinrich miró a Aldar directamente por unos segundos en silencio antes de responder.

  -Veo que sabéis de lo que habláis, pero esas ruinas llevan abandonadas por varias centurias, hablar de saqueo quizás sea algo precipitado. En verdad yo solo os pago por traer algo que debió de ser olvidado en el templo de la montaña, mientras cumpláis con esa parte me daré por satisfecho, si una vez logréis el objetivo tenéis la intención de lograr una paga extra con el resto de tesoros ocultos entre la ciudad abandonada dependerá de vosotros, pero que quede bien claro que no pagaré por retrasos.-

Cuando mencionaron tanto lo de las ruinas elficas Montaña del Colmillo Roto, que al instante hace un gesto pensativo mirando a su pequeña vibora mientras cruza sus manos chocandose los pulgares. "Mmm. Montaña del Colmillo Rojo, el templo. Ese lugar... algun suceso que recuerde?"

Sully asintió con la cabeza. Aquel tipo seguía poniéndole la carne de gallina. Le encantaría clavarle su daga en la espalda hasta sentir como escapaba su último aliento, pero algo le decía que no sería una buena idea.

¿Otros? ¿De cuantos tendría que componerse el grupo?

A Jake le daba lo mismo, más carne de cañón, lo que no le gustaba eran los sorpresas y aquella parecía una.

Nanoc, no te preocupes. ¿Algún otro fichaje?

 Al tener una idea desde sus basicos saberes, mira espectante diciendo "Ajam! Unas ruinas y bosque encantado por aquella antigua ciudad elfica... Ujum, lo necesario para probar nuestras habilidades, jejeje!"

Se dirige a su explorador compadre de viaje(Aldar) diciendo; con un movimiento de cortesía "Conozco varias lenguas, tengo un gran intelecto, tengo mis estudios de magia arcana y sus habilidades seran bien compensadas... Todos sea por nuestro prosperar, compañero amigo, jejeje... verdad?" terminando su mirada en el borracho Balakar

Sonrió ante el ingenioso truco, y, cual rata de Hamelin, Zafira siguió el sonido de la flauta. 

Trato de permanecer impasible a las palabras de Heinrich, pero no logro evitar enarcar una ceja con algo de ironía. Es gracioso ver cómo los hombres se justifican con excusas baratas. Saquear unas ruinas es saquear unas ruinas, tantosi llevan unas semanas o unas décadas o siglos abandonadas.

No está en mis planes saquear nada, no os confundáis. Me pagáis por ejercer de explorador, y hasta ahí llega mi participación. Si alguien más quiere salirse del plan o abandonar la ruta... -Lanzo una mirada de soslayo a mis acompañantes, esperando que capten la advertencia a pesar de su estado- ...será su problema. Eso incluye a su "asociado". -Culmino refiriéndome al tal Jack. No me gusta el saqueo de ruinas elficas, mi mentor no estaba de acuerdo con ello.

¿Alguien más nos acompañará en la expedición?

-SER ESCOLTA POR LA MONTAÑA!!!,TESOROS OCULTOS!!! MOLESTAR ELFOS!!!!- grito animado- ¿pero que estamos esperando?- volteo hacia mis compañeros, dándoles palmadas en los hombros- VAMOS!!!-, con eso de información quedo más que convencido y con mi entusiasmo trato de animar a los demás para enlistarnos al instante en tan tentadora aventura. -Esto es dinero fácil-.

  Ambos se alejaron de los guardias hasta casi regresar a los barrios de la zona noble, entonces el artista detuvo se melodía y guardando la flauta en un bolsillo paso a descubrir el secreto por el que había ido a rondar aquél lugar.

    -Me parece que ambos tenemos el mismo "amigo" en común.- Acompañó sus palabras guiñando un ojo en señal de complicidad al pronunciar la palabra amigo. -Permitidme presentarme, soy Elissed Haêdoc, bardo errante ejerciendo de mensajero entre trileros enigmáticos con una enfermiza obsesión por cierto color y bellas semielfas adoradoras de la naturaleza.- Acompañó su saludo con una reverencia quitándose el sombrero. -Esa carta que tenéis ahí es la prueba que os presento para demostraros que no miento, pero antes de revelaros el resto de mi mensaje me gustaría saber cuales eran vuestras verdaderas intenciones al ir a pedir audiencia con el Barón...- Mientras esperaba atentamente por una respuesta volvió a poner el sombrero en su sitio.

  Heinrich ignoró por el momento los comentarios de los compañeros del explorador, aunque no pareció que le hicieran mucha gracia. Volvió a centrar su atención en Aldar para responder a su última pregunta.

  -A parte de vosotros tres, el señor O'Sullivan y Asdra se os unirá un luchador más, para la noche O'Sullivan ya debería de haberlo reclutado. En cuanto al resto, Nimble se encargará de daros el oro y resto de útiles una vez salgáis. Doy por zanjado el asunto si no os queda nada más por decir.-

   -No... eso es todo por el momento. Esperemos a que cierren e trato para que podáis dedicaros a vuestras tareas como mejor veáis- Siguió mirando de soslayo a Asdra, aunque imperturbable a su modo cierto desagrado empezaba a verse asomar en el rostro del falso monje por el trofeo perdido.

Jeje, la forma en que los bardos hablaban era mágica, ¿cómo la misma información podía ser transmitida, pero hacerte reir en el proceso, o llorar o enojarte? 

Pues vengo aquí preocupada de lo mal que van las cosas en la región.  Los bosques están siendo depredados sin respeto a las tradiciones antiguas ni a los preceptos convenidos con las órdenes de druidas.  Y los pueblos y ciudades de la baronía van aun peor, con crimen y abusos por doquier 

Así que mi propósito es doble.  Hacer la petición formal de respeto al bosque, por un lado en lo inmediato, y por el otro averiguar quien o quienes en la casa noble merece nuestro apoyo para volver a hacer fuerte a las razones del bien.  Debo saber quien merece nuestro apoyo y respeto y ayuda, y a quienes hay que oponernos, para transmitirlo a los otros druidas y en general.  Y para ello hacerlo con discresión y cuidado, formando alianzas con otros, incluyendo artistas simpáticos o coloridos o ambas cosas.

Sólo eso.

¿Molestar elfos?

Entrecierro los ojos, lanzando una mirada de soslayo al enano cuando pronuncia con entusiasmo esas palabras. Soy humano, pero cuanto se de los bosques y de mi oficio lo aprendí de un elfo, el hombre más determinante en mi vida. Que se hable de su raza con ese nivel de desprecio no me resulta agradable.

Mas no digo nada al respecto. No delante de nuestro patrón, quien también parece molesto con su intervención, y que me informa de que habrá otra espada en la compañía.

Puede que eso dependa más del señor O'Sullivan, pero por si acaso lo preguntaré. ¿Sería posible acompañarle para conocer a ese luchador? Me gusta valorar a aquellos que se exponen al peligro conmigo, a estos dos ya los conozco y de este modo podría conocer mejor a O'Sullivan y al otro hombre.