Partida Rol por web

   Al parecer el explorador aún tenía una pregunta más por hacerle. Su respuesta tardo unos segundos en llegar sin molestarse en ocultar cierta desgana, parecía estar más interesado en regresar a sus estudios que en debatir aquellos detalles.

    -Mientras mañana estéis listos para partir podéis hacer cuanto queráis, desde luego O'Sullivan no debería tener problemas en dejar que le acompañéis y de todos modos las luchas de los fosos son algo bastante popular para jugadores y apostadores así que podrías llegar por tus medios igualmente. Espero que con eso ya no queden más dudas, del resto os podrán informar Sullivan o Nimble.-

Por mi parte no tengo nada más que añadir, por lo que guardo silencio y agacho la cabeza a modo de asentimiento, dando un paso atrás. Heinrich parece la clase de persona que odia perder el tiempo, y no tengo motivos para robarle un instante más. Iré a hablar con O'Sullivan, a ver si me permite acompañarle a esos fosos.

Si no, puedo ir por mi cuenta y observarle desde la distancia...

Esperaremos entonces. Necesitaré un mapa detallado de las montañas a las que nos dirigimos, no sé si en el almacén contamos con ello o podría facilitarme alguno señor Nimble.

Jake se acercó a Asdra mientras miraba a Nimble. La chica era ahora suya y quería que el extraño monje lo supiera.

    El bardo asintió en silencio, parecía satisfecho con las respuestas de Zafira. Viendo que ya había terminado se dispuso a comenzar a darla su mensaje.

    -Bien, me agrada saber que nuestro amigo en común no se equivoco al juzgaros, en verdad sois una persona de noble corazón y propósitos. Por ello siento comunicaros que es muy probable que no logréis recibir respuesta alguna de la baronía, quizás con el Rey pudierais tener más suerte, pero me temo que él vive muy lejos de este lugar aunque no desesperes ya que por aquí aun quedan buenos amigos de las causas justas y quizás una coalición con ellos pueda ayudaros.

    Es un secreto a voces que gran parte de los problemas a los que nos enfrentamos nacen de misterioso propietario de la Mantícora Roja. Si en verdad  os interesa servir de ayuda a aquellos que aún se atreven a presentar lucha ante este tirano en las sombras os diré que hay algo que puedes hacer, nos hemos enterado a través de un contacto de confianza que pronto armará un grupo de hombres para dirigirse a ciertas ruinas elficas cercanas a la frontera, desconocemos que es lo que puede interesarle de ese lugar, pero no estaría de más tener a alguien capaz de seguir la pista al grupo, algo relativamente fácil para una druida ya que viajaran por el bosque y muy probablemente parte de esos hombres sean los mismos que te acompañaron a la ciudad a tu llegada...-

    La puerta volvió a abrirse para dejar paso a los tres mercenarios que poco antes habían desaparecido en el interior de la sala, al parecer la negociaciones habían terminado llegando a buen puerto. Asdra y Jake ya no estaban solos, les acompañaba el misterioso Nimble, que parecía algo irritado cerca del pasillo que les llevaría de vuelta a alas catacumbas.

Al salir del despacho me fijo inmediatamente en O'Sullivan, dirigiéndome a él directamente con paso tranquilo pero seguro.

Bien, parece que las "negociaciones" han concluido. Heinrich nos ha comentado que tenéis intención de reclutar esta misma noche a un miembro más para la expedición, algo sobre luchas en unos fosos. ¿Os importunaría que os acompañase?

Zafira sonrió.  Iba bien si encontraba a la gente que cambiaría esto. 

Las ruinas que mencionas, ¿tienes ustedes un mapa para ellas?

Y de seguirlos, si puedo.  Pero que debo hacer, ¿espiarlos desde la distancia? ¿infiltrarlos? ¿Robarles lo que consigan?

Esperó pacientemente la respuesta del juglar como si sólo hubiera pasado un segundo.

Jale se pensó la respuesta un segundo. No era un sitio para llevar a desconocidos, si no sabían como adentrarse en aquel lugar podía ser el último sitio donde se adentrarían. Pero también era una oportunidad para ir conociéndose y saber de que pasta estaban hechos. 

Sin problema, iremos a la posada y aguardaremos a la noche, después el que quiera venir podrá hacerlo. Eso sí, es un sitio peligroso y hay que saber donde se va. Dejadme hablar a mí y si digo que hagáis algo lo hacéis sin preguntar. Después ya me pediréis las explicaciones que queráis, de acuerdo???

Emitiendo los sonidos propios de una borrachera (eructos, hipo y uno que otro resoplo por el mareo) me dirijo a los compañeros:

-Luchas!!!, eso es interesante!!!, mmm... igual y podremos seguir la fiesta ahí, jajajaja- trato de relajar el ambiente que de pronto siento un poco tenso por la nueva misión.

O'Sullivan se muestra conforme, aunque con reticencias. Parece el tipo de sitio donde no conviene cometer ningún desliz. Ninguno lo es, pero algunos lugares convierten los deslices en pena de muerte.

Oír, ver y callar, en mi caso no será problema... -Miro de soslayo al enano, que tal y como se encuentra parece la viva imagen de lo que se nos exige que no hagamos. Y ni siquiera estoy seguro de que sereno fuera sensiblemente mejor- ¿Estás seguro de haber comprendido lo que se ha dicho, Balakar? -Le digo con una irónica sonrisa.

    -Si creéis que necesitaréis mapas para esta tarea no habrá ningún problema en conseguirlos ya si viajan por el camino más directo se trata de una vieja calzada que apenas se utiliza actualmente y va a morir a los pies de la montaña en la que se encuentran las ruinas. En cuanto al segundo punto, con él si que tenemos un problema, Heinrich desea algo de esas ruinas con avidez, pero de qué se trata ya es otra historia, dudo mucho que lo haya compartido con alguien más que no sea el líder del grupo y eso es lo que nos preocupa, por ello lo que nosotros buscamos es descubrir de que se trata para que muestre tal interés y de paso tratar de frustrar sus planes. Si lograses seguir al grupo desde una distancia corta o incluso infiltraros en él sería lo ideal, pero temo que el haberos separado del grupo de vuestros camaradas pueda levantar sospechas si regresais de improviso ahora mismo. El hecho es que tenemos un agente infiltrado en el grupo, pero si insistiera de más en ayudaros su tapadera podría igualmente verse en peligro y tampoco lo deseamos, así que lo interesante sería que lograrais dar con el modo de entender de que se trata sin poneros en riesgo  y de ser posible frustrar los planes, creéis que podríais ser capaz, se que se os está exigiendo demasiado para alguien que se ha visto metida en esta guerra silenciosa de improviso, pero quiero que quede bien claro que no debéis sentiros en compromiso alguno de hacer nada que no queráis.-

  El enano ceso sus risas por un momento para responder a Aldar con un gesto afirmativo pese a que aún no había borrado la sonrisa, muy probablemente producto del alcohol, de su rostro. Mientras el pequeño grupo hablaba Nimble permaneció en silencio por el mismo lugar por el que había llegado, no perdía de vista a Jake aunque tampoco daba señal alguna de amenaza, en su lugar esperó de pie entrelazando sus brazos bajo las mangas de la túnica esbozando igualmente una sonrisa inalterable mientras aguardaba por su turno, aunque a diferencia de la del enano la suya era perturbante por otros motivos bien distintos. Cuando el acuerdo llegó a lo que parecía un buen fin el supuesto monje se decidió a hablar de nuevo con un tono tranquilo.

  -Bien, si los caballeros finalmente han logrado alcanzar un acuerdo y no se les plantea ningún otro problema que pueda retrasarnos en este preciso momento, ruego que me sigan, el maestro me ha encomendado abastecerles de cuanto sea necesario para su trabajo así que siganme para que pueda realizar mi labor.-  Dicho aquello el hombrecillo comenzó a regresar sobre sus pasos tomando una de las antorchas para que lo pudieran seguir a través de los estrechos pasadizos...

  Al cabo de unos minutos pasaron a enontrarse de nuevo cerca del punto por el que habían salido de la taberna, o al menos eso creían Jake y Aldar quienes mejor podían percibir aquellos detalles en ese momento. El tintineo del choque entre metales les sacó pronto de sus suposiciones cuando Nimble empezó a seleccionar entre un amasijo de llaves la correcta para abrir la sólida puerta frente a la que se econtraba. Con un fuerte chasquido seguido de un rechinar causado por arrastrar la pesada puerta metálica contra la fría roca del suelo, finalmente pudieron ver el lugar donde se encontraban.

  Cuando el supuesto monje terminó de encender las luces disponibles en la habitación ayudado por el fuego de su antorcha e dolor de cabeza del enano provocado por el alcohol combinado con los ruidos se disipó de lleno...

    Pese al genérico nombre que le daban a aquel lugar a modo de "almacén" Balakar enseguida advirtió multitud de armas y armaduras de diversas manufacturas y calidades que sembraban la habitación apoyadas en distintos soporte. Por su parte el gnomo pudo ver como grandes estantes y baules abiertos se encontraban repletos de códices y pergaminos varios.

 Sin embargo, Aldar, Jake y Asdra, lejos de detenerse a contemplar el gran botín que allí se encontraba a plena vista, decidieron seguir al extraño hombre hasta una gran mesa cerca de la cual había grandes rollos de papel, Nimble escogió entre ellos uno que parecía conocer bien y paso a extenderlo sobre la mesa dejando al descubierto una ilustración en la que quedaba expresada con buena cantidad de detalles la totalidad del área de la región en la que se encontraban.

    -Bien, señor Aldar, como puede ver aquí espero poder poner a su disposición todo lo que necesite, este es uno de los mapas con mayor cantidad de detalles sobre el reino, diga de que zonas si le vale este o uno o varios que abarquen zonas más concretas solo tiene que pedirlos y se los buscaré al momento, incluso de un tamaño más manejable para que les pueda ser de ayuda durante su viaje, en cuanto al resto pueden pidan cualquier otra cosa que puedan necesitar pues todo lo que ven puede serles facilitado si creen que puede serles útil para su misión, mientras iré a juntar las cantidades acordadas de oro para el adelanto que acordaron con el maestro Heinrich.-

Los seguiré desde lejos. -dijo decidida la druida.  Soy buena para eso. Despreocúpate.  Y dándole un abrazo se lanzó en aquella dirección, pero no por el camino, no, sino por el bosque, a distancia para observar y escuchar sin serlo.  

¡Vamos! 

    El bardo no pudo evitar sonrojarse al recibir aquella enérgica muestra de afecto inesperada, aunque en cuanto pudo ver que Lashirla en efecto se alejaba en dirección corrió tras ella alzando la voz para darla las últimas instrucciones.

    -¡Esperad! Se de buena tinta que el grupo no partirá hasta mañana por la mañana, al parecer deben de resolver algún asunto antes de iniciar el viaje hoy por la noche. Y una sola cosa más, aseguraos de guardar bien la carta que os he entregado antes, no solo se trata de un modo de reconocernos entre nosotros si no que también son una especie de talismán. Espero que me perdonéis por haber perdido temporalmente la compostura, eso es todo lo que quedaba por deciros salvo daros de nuevo mi más sincera gratitud y desearos la fortuna de Fharlanghn.-

Me adelantaré. Si las ruinas son tan fáciles de alcanzar en el camino como dices, mejor voy antes que después, así reconozco la zona y espero a que lleguen. 

Jake asintió satisfecho ante la petición del tal Aldar. Él mismo ya había pedido esos mismos mapas y se alegraba ver que no diferían tanto en su forma de pensar. Podrían hacer un buen equipo.

No os olvidéis de coger ropa de abrigo. Allí en las montañas bajan bastante las temperaturas, sobretodo de noche.

Jake dio una vuelta por el almacén en busca de algo verdaderamente interesante.

Me inclino sobre el mapa que nos ofrece el supuesto monje, apoyando mis manos en la mesa y acercando un candil para iluminar mejor su detallado relieve. Es un buen mapa, no hay duda, mucho mejor que muchos que he tenido que utilizar en mi trabajo. Me rasco un instante las cicatrices que surcan el lado derecho de mi rostro, no muy profundas pero molestas, y apoyo mi mano sobre el mapa deslizando mis dedos por los puntos importantes. La ciudad donde nos encontramos, el destino, las rutas marcadas entre ambos... Calculo distancias desplazando mi mano extendida por el plano, haciéndome una idea mental de las jornadas de camino, de las distancias entre puntos de abastecimiento, de posibles desviaciones en caso de imprevistos... Finalmente echo cuenta de los puntos críticos del camino, las zonas más alejadas de las poblaciones, los páramos, los bosques, las escarpaduras.

Señor Nimble, necesitaré un mapa que abarque el mismo territorio que este, aunque tenga menos detalle, pero a un tamaño más manejable y transportable. Y también otros tres planos, también manejables, que amplíen estas tres zonas, aquí, aquí y aquí. -Señalo la montaña a la que nos dirigimos, un bosque espeso por el que podemos acortar el camino varias jornadas, y un páramo a la sombra de un monte escarpado- Mientras lo consigue, iré yo también haciéndome con algo de equipo...

Me aparto de la mesa y comienzo a rebuscar por la zona, tratando de acumular una consistente cantidad de equipamiento de campaña.

  Aldar había analizado atentamente el mapa antes de dar las instrucciones y enseguida pudo darse cuenta de las posibles rutas que les ayudasen a alcanzar su objetivo. Al parecer aquella representación era reciente, pues ilustraba perfectamente las aldeas abandonadas y distinguía entre distintos tipos de caminos y senderos, esto lo llevo a plantear que la ruta más directa hacía las montañas era una vieja calzada real que pasaba algo alejada de la mayor parte de los poblados a excepción de uno a un día de viaje y un par de ellos más una vez se adentraran de lleno en los bosques y que aparecían como abandonados. Seguramente antaño aquella se trataba de una ruta comercial entre la ciudad élfica y el condado en el que se encontraban...

  Tras el examen preliminar el montaraz paso a formular sus peticiones antes de unirse a Jake en la búsqueda de útiles y víveres para el viaje. Pronto pudo dar con un buen surtido de armas, entre ellas llamó su atención una espada larga bien bruñida y seguramente proveniente de alguna forja élfica, lo que le trajo buenos recuerdos. En seguida pudo dar también con varios carcajs de flechas, tras las escaramuzas por los bosques se había quedado casi desprovisto de munición y tomar alguno de aquellos le abastecería de sobra para el viaje. Allí se encontró de nuevo con Jake, al parecer el también debía de estar versado en el combate a distancia pues examinaba con atención los arcos reparando en los conocidos como arcos compuestos, una extraña innovación que parecía imponerse y que requería una fuerza mayor de lo habitual para tensarlos a cambio de mayor alcance y potencia de tiro, quizás también debiera hacerse con uno.

  Finalmente pasaron a la parte de los útiles, aunque ya tenía suficiente equipo de viaje ahora se le brindaba la oportunidad de renovarlo o tomar aquello que pudiera faltarle. Capas y abrigos de pieles para el abrigo, sacos de dormir, yescas y pedernales, farolillos de aceite e inclusos sacos, estuches y cajas de madera para poder almacenarlo todo.