Partida Rol por web

El laberinto del bufón

IV - Mucho más que un secreto

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23/09/2017, 15:07
Freya


Avanzaba rauda, tratando de acortar lo antes posible la distancia entre el origen de la melodía y yo. Me servía no sólo de la cuerda, sino también de las espinas y retorcidas ramas de aquel árbol para ascender con paso seguro.

Había recorrido más o menos la mitad del camino cuando dejé de escuchar aquel canto. Mi mente continuaba turbada, lamentando que la canción ya no acariciara mis oídos, sin embargo, continué ascendiendo con mis ojos al borde de las lágrimas; ansiando que aquel armonioso sonido volviera pronto a escucharse.

El ascenso en diagonal me resultó tremendamente sencillo, llenándome de gozo el ver que al fin alcanzaba la copa del árbol, aquel nido donde esperaba continuar disfrutando de aquella sensación de inmensa calma.

 

- Tiradas (2)
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23/09/2017, 16:20
Balakar

Zafira no hizo ademán de buscar la protección de los arboles, sino que preparó su arco para cubrir a Aldar, que se estaba viendo rodeado por las arpias que no habian sido atrapadas por la ramas del olmo espinado. El agonico chillido del aguila real que habia aparecido y atacado a lo que fuera que aguardaba en lo alto del nido fue todo lo que escuché antes de que el ave cayese a plomo y se estrellase contra el suelo.

Maldije entre dientes. El hombre de los bosques ya estaba a salvo, al menos de momentos. El gnomo se habia escondido, mortalmente asustado a juzgar por su actitud, pero me preocupaba que esa actitud escondiese algo más. Freya habia desechado su arco y se habia encaramado a las ramas bajas del olmo, subiendo con inusitada agilidad, haciendo gala de la feroz determinación que la caracterizaba, dispuesta a rescatar a la victima de estas criaturas.

Barrunté un momento. Cada vez resultaba más evidente que habiamos caido en un trampa.

"Una trampa... Estas malditas criaturas son capaces de imitar la voz humana para atraer  a sus victimas hasta el claro y atacarles por sorpresa desde lo alto... Una táctica bastante elaborada."

Y, por supuesto, luego estaba el asunto de aquella melodiosa canción, tan agradable y tranquilizadora, que habia cesado de repente.

"Me llamaba a lo alto... Queria subir... Menos mal que ya ha acabado... Y que las criaturas de Zafira han atacado y acallado a... lo... qué..."

- Mierda.- Mis ojos fueron de Freya a lo alto del arbol y de nuevo a Freya, que trepaba con tanta rápidez que ya estaba a mitad de camino. Eché a andar a toda prisa, negando a medida que apretaba el paso.- Nonononono...- Aceleré, con mis botas arrancando terrones de barro mientras trotaba pesadamente hacia el nido de las arpias.- Mierdamierdamierda...- Cabia la posibilidad de que estuviera subiendo por propia voluntad, lista para matar con sus manos lo que fuera...

"Pero tambien puede ser todo lo contrario."

- ¡¡Ocupaos de las arpias de las ramas.!! ¡¡ Cubrid a Freya.!!- Ladré, mientras corria hacia el tronco del maldito arbol. Deseché el escudo y guardé el hacha, listo para trepar en pos de la agil pelirroja.

Notas de juego

Acción de movimiento: Llegar hasta el tronco. Velocidad: 20 pies, de modo que creo que llega. Avanza en diagonal hasta situarse en la casilla adyacente a la que ocupa Freya.

Acción gratuita: soltar escudo.

Acción de movimiento: "Envainar" su hacha.

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23/09/2017, 17:10
Zafira 'Ithildin
Sólo para el director

La bárbara llegará lúcida justo cuando alcance el nido, y la arpía madre se encontrará con una sorpresa.   

¿Pero y si se detiene?  ¡Avlin, fuego! -le pidió al gnomo que le prendiera una antorcha para que su siguiente flecha pudiera ir prendida, para darle justo al nido y que las llamas y humo le impidieran cantar de nuevo.  

Claro, luego a apagarlo, un fuego inducido puede ser un desastre en un bosque.

Notas de juego

* ¿Cuantos pies le faltan a Freya para llegar al nido?

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24/09/2017, 14:03
Avlin Tuercegris

-  ¡¡Ocupaos de las arpias de las ramas.!! ¡¡ Cubrid a Freya.!!

El aviso de Balakar despertó a Avlin de su ensimismamiento. Las flechas de Zafira y Aldar habían limpiado la zona en la que se encontraba así que ya poco podía hacer allí. Levantó la vista y observó como la bárbara ascendía con fuerza y agilidad por las retorcidas y espinosas ramas del árbol. Era espectacular y, por un momento, el gnomo deseó poseer algo de aquellas capacidades que siempre le habían sido tan extrañas.

A su derecha observó como la extraña vida que había cobrado el árbol gracias a la magia de la druida seguía estrangulando a las arpías entre las ramas por lo que pensó que, por mal que fuera, era una situación temporalmente bajo control. En cambio Freya se estaba lanzando de frente a por lo que fuera que hubiera en el nido e iba sola.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Como no tenía claro si podía ver o no a la harpía que está en el nido desde mi posición, he lanzado todas las opciones que se me ocurrían. Avistar, disparar y daño. Así ganamos tiempo.

Si puedo, saco la ballesta (acción gratuita), avanzo (estándar) y disparo (estándar). Si no puedo, avanzo corriendo hasta la base del árbol (acción de asalto completo) pero la ballesta seguiría guardada.

Editado por DM: No la ves por estar escondida en el hueco del tronco del árbol. Aplico doble movimiento hacia la base del olmo.

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24/09/2017, 14:24
Madre harpía

Los dos cuerpos sin vida de las pequeñas harpías yacían a los pies de Aldar, inmóviles y desprovistos de aquella aura amenazante de la que gozasen instantes atrás. Freya, Zafira y el explorador, éste último hasta en dos ocasiones, habían logrado a base de flechas derribar a ambas criaturas antes de que se convirtiesen en un problema mayor en el caso de que su madre se uniese a la refriega. Habían dejado tras de sí dos heridas las cuales, aunque sangraban con profusión, no revestían mayor gravedad para el endurecido explorador.

Unos pasos apresurados hicieron volver su atención a sus espaldas a la druida y a Aldar. Avlin surgió de entre los arbustos a la misma velocidad a la que había entrado en instantes anteriores para pasar de largo y unirse a Balakar en la base del olmo maldito.

El enano, que se desembrazaba apresuradamente del escudo en aquellos momentos, lanzaba miradas desesperadas hacia el nido en el que se ocultaba la madre harpía. Freya acababa de encaramarse a él tras un rápido ascenso en el que sus manos y sus pies habían sido guiados por la necesidad imperiosa de unirse a la dueña de aquella melodiosa voz. Sin embargo, cuando ésta alcanzó las alturas, lo que encontró frente a ella distaba mucho de la imagen que en su mente se había formado gracias al influjo del hechizo. Justo entre sus manos, entre las ramas secas, plumas y restos de excrementos que componían la base del nido, decenas de huesos, pieles secas y pelos de infinidad de seres se mezclaban para formar el macabro lecho del que era a su vez hogar de las harpías.

La mente de la bárbara seguía atrapada por el conjuro y sus ojos, testigos del horror, no parecían querer reaccionar ante lo evidente. A su izquierda, los desesperados aleteos del compañero familiar de Zafira zumbaban atenuados en sus oídos. El animal reaccionaba a cada garrazo de su adversaria moviéndose de un lado al otro, tratando de sacar ventaja de su diminuto cuerpo y gran velocidad a pesar de sus numerosas heridas.

Freya levantó la vista y descubrió la cara del mal. La madre harpía, con el ceño fruncido por la rabia, rasgaba el aire con sus garras desde el estrecho refugio en el tronco del árbol. Era una figura grotesca, de pelo lacio y escaso que le caía en forma de mechones apelmazados por debajo de los hombros. Su piel cetrina y carente de brillo le daba un aspecto enfermizo, a la par que unos pechos caídos y arrugados recordaban a los de una mujer de avanzada edad. Las extremidades, tanto las superiores como las inferiores, eran anormalmente largas y huesudas, hasta el punto de parecer frágiles. No obstante, esa debilidad no era más que una mera ilusión. La madre harpía era un ser muy peligroso, completamente desarrollado y muy lejos de la senectud, la cual raramente alcanzaba ningún representante de esa raza. Sus brazos y piernas eran muy fibrosos y fuertes, capaces de romper el cuello de un ciervo sin mayor dificultad, y las enormes uñas con las que finalizaban cada uno de sus dedos, del tamaño de dagas, suficientes como para desollar a cualquier ser vivo que habitase aquellos bosques. Los ojos de ambas mujeres se cruzaron fugazmente, justo cuando la harpía daba un paso adelante para tratar de cazar al murciélago que trataba de escabullirse. Sus garras golpearon la corteza del olmo en el mismo lugar que ocupara una fracción de segundo atrás Tzotz. Las astillas volaban por los aires y caían por todos lados, en una vorágine de violencia y rabia. Pero fue entonces, justo después de comprender que el murciélago era demasiado difícil de atrapar, cuando la harpía reparó en que Freya no estaría sumida en aquel letargo para siempre. Distinguiendo el hacha que portaba, y sabedora de que aquella mujer no era una campesina, la harpía se abalanzó sobre ella, tratando de desgarrar su carne con uñas y dientes. Pero que la mujer se encontrase confundida no significaba que estuviese indefensa y sus reflejos salieron a relucir a tiempo, dándole la oportunidad de esquivar cada ataque de la harpía sin entender del todo qué sucedía a su alrededor.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Harpías enmarañadas: fallan a la hora de intentar liberarse.

Madre harpía: movimiento 5' y ataque completo.

La harpía es visible para los que estáis en el camino, pero cuenta con un +4 a la CA por cobertura, con lo que se defendería 17 para los de abajo.


Zafira: El murciélago sigue en cuerpo a cuerpo y necesita una acción de asalto completo para abandonar el combate. De querer hacerlo sin emplear la acción de asalto completo generaría un AdO por parte de la harpía.

Freya: tienes derecho a otra tirada de Voluntad (CD12) con un bonificador de +4 para intentar salir del conjuro en este asalto. En caso de fallar saldrías al siguiente. No apliques ya el +1 de las tiras de los oídos, pues ya no es por el sonido.


Estados: 

Aldar (Arco en mano) - Oídos taponados con mezcla de barro (+1 a TS contra efectos enajenadores).

Freya (Manos desnudas) - Acaba de llegar al nido.

Avlin - Manos desnudas.

Balakar - Manos desnudas.

Zafira - Arco.


 

Tabla de estados e iniciativas

Ini. Pers. CA Pg. Estados/
Efectos
Duración
23 Ghael 17 [color=#FE9A2E]12/16[/color]    
19 15 25/25 Cautivada
Trepando
Cautivada 2 asaltos.
19 Galatea 13 12/12

 

 
14 Zafira \'Ithildin 14 11/11
[color=#FF0000]Tzotz (4/11)[/color]
Enmarañar Hasta turno 10
10 Casilda 17 23/23    
2 Harpías Jóvenes 15 Ilesa Enmarañada Prueba FUE CD20 
para liberarse
2 Harpías Jóvenes 15 [color=#FF0000]Muerta[/color]    
2 Harpías Jóvenes 15 Ilesa Enmarañada Prueba FUE CD20 
para liberarse
2 Harpías Jóvenes 15
(13 por carga)
[color=#FF0000]Muerta.[/color]

 

 
- Resultado de imagen de D^D harpy 13
(17 contra los del camino)
Levemente herida    
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24/09/2017, 15:54
Freya

Terminé en lo alto de aquel siniestro árbol, dentro del nido que seguramente hubiera construido el raquítico pero fuerte ser que se hallaba en su interior. No era la única, encontrándose en el lugar aquel animalillo que me resultaba familiar, pero no alcanzaba a comprender por qué. Parecían pelear, o a lo mejor no, en verdad, poco me importaba aquello.

Me quedé en aquel lugar, inmóvil, simplemente presenciando una escena de la que no era protagonista, hasta que el ser de afiladas garras se dirigió hacia mí. Todo me resultaba extraño, el cuerpo me pesaba, y no acerté a moverme siquiera hasta que vi a la criatura acercarse a mí.

La había evitado, pero no sabía si aquello era algo bueno o malo. Decidí esperar, en pie, en silencio, tan solo mirando aquel ser que me había invitado a su hogar; sin comprender con qué motivo.

- Tiradas (1)
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24/09/2017, 17:09
Zafira 'Ithildin

Tzotz, una cría de murciélago terrible, no iba a detenerse por una herida.  

Al ver a Freya subir, hizo lo que tantas veces había practicado con la druida, casi como si ella estuviera ahí y estuvieran ensayando sus combinados ataques.  Se movió ágilmente el volador compañero al otro lado del nido para flanquear* a la arpía arriesgando el ataque de esta, confiando en sus hábiles alas, que realmente eran piel entre alargados y delgados dedos.  

Una vez fuera del camino su compañero animal, Zafira estaba lista para soltar otra de sus flechas.  ¡Demasiado lejos y demasiada cubierta de ramas!  Desde que soltó la cuerda del arco, la druida sabía que no impactaría entre las mortecinas carnes de la arpía.  Chasqueó la lengua en decepción y concentración y sacó otra flecha de su carcaj. 

Lo bueno es que la madre arpía dejó de cantar, y ahora verá lo que es una bárbara pelirroja enojada frente a ella, y con el arma en alto.  

¿Para cuántos monstruos esa habrá sido la última visión que tuvieron ?   

- Tiradas (2)

Notas de juego

*¿Dado que ya salió del hueco ya puede flanquear?  Si si se puede, lo hace, si no, se retira de asalto completo para no obstruir el paso de las flechas.   ¿Hay manera de hacer algo de piruetas para evitar el AdO?

Master, nos pones un contador de cuantos turnos lleva de los 10 el hechizo de enmarañar.  Sólo por esta al pendiente.

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24/09/2017, 17:44
Aldar

Las flechas salían de mis manos una tras otra, con la premura que suscitaba la necesidad y el instinto de supervivencia. Era eso, el instinto, lo que guiaba mi arco, incapaz de detenerme durante un instante siquiera para respirar y apuntar. Sencillamente, no había tiempo. Por suerte, no tardé en ver caer a una de aquellas criaturas, aunque temí que su hermana me pasara buena factura en venganza. No lo hizo, no llegó a hacerlo, puesto que una flecha proveniente de otro punto de aquel campo de batalla dio buena cuenta de ella.

Logré respirar unos instantes, jadeando por el esfuerzo. Con aquellas dos bestias abatidas y las otras dos aferradas por la magia del bosque que había desplegado la druida, la situación se ponía muy de cara. Busqué con la mirada el origen de aquel proyectil, encontrándolo precisamente en la druida, a quien asentí en agradecimiento por el auxilio prestado en tan precaria situación, y entonces busqué...

Pero no, no encontré, no en un principio. Vi a Avlin, tras Zafira, y a Balakar corriendo... Aquello fue la pista definitiva. Boquiabierto, seguí con la mirada su recorrido hacia el olmo, y el camino ascendente por su tronco hasta aquel nido donde se encontraba ella.

F-fre... ¡¡FREYA!! -Exclamé una vez logré reaccionar, incrédulo ante lo que veían mis ojos. ¿Qué hacía allí arriba? No tenía sentido, no había nada que... ¿Estaría...?- No, nonononono... -Negué apresuradamente, nervioso, al contemplar a aquella bestia surgiendo ante ella, plantando cara ya a mi amor que, sola y al borde de aquel abismo, ni siquiera había tenido tiempo de blandir su arma. Saqué otra flecha de mi carcaj, la situé en la cuerda y tensé. No solté inmediatamente, me detuve, contuve la respiración y exhalé, y en el último instante, antes de quedarme sin aire, liberé la cuerda, dejando que aquella flecha volase hacia la harpía.

Observé aquella flecha mientras surcaba el aire, solicitando el amparo de Ehlonna, su ayuda, su auxilio. Pues a aquella distancia y estando en juego lo único que tenía valor en mi vida, el temor de mezclaba con la impotencia.

- Tiradas (2)
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24/09/2017, 22:30
Avlin Tuercegris

El pequeño gnomo avanzaba con respiraciones entrecortadas mientras su cabeza trataba de dar con una buena solución para ayudar a su compañera. El árbol era demasiado alto y todavía había una importante a distancia hasta él, ninguno de sus hechizos de ataque llegaría a alcanzarlo, eso teniendo en cuenta que tenía que saber a quién le daba.

Fue entonces, observando entre los árboles, cuando atisbó la figura de la arpía entre el follaje y el nido. No parecía estar pasándolo muy mal. Pero Freya estaba ahí arriba, ¿cómo podía ser que aquel nido no se estuviera descomponiendo por la voracidad del combate?

Pues sólo si no hubiera combate- pensó.

Avlin, comprendiendo las posibilidades que implicaba su pensamiento, no dudó. El hombrecillo preparó su ballesta ligera, apuntó y disparó. Lo hizo de forma instintiva y, de algún modo, sabía que no fallaría. Por eso no le sorprendió escuchar el grito de la sorprendida arpía elevándose entre las ramas cuando recibió el impacto.

Envalentonado por su acierto y sabiendo que pocas más opciones tenía de ayudar a la mujer, el gnomo se preparó para lanzar una nueva saeta.

- Tiradas (3)

Notas de juego

- Acción gratuita: Desenfundar

- Acción estándar: Disparar.

- Acción estándar: Celebrar y recargar ^_^.

He tenido que repetir la tirada de Daño porque metí la pata con el dado. Al ser crítico (19), el daño se multiplica por 2, por lo que el daño total es 8.

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25/09/2017, 00:13
Balakar

Mi escudo cayó pesadamente al suelo, a los pies del olmo. El sonido no llegó a resultarme natural o tranquilizador, como no lo hacian los gritos y chillidos que se oian en lo alto. Una especie de lluvia de hojas y ramitas acompañaba a lo que fuera que estaba pasando allí arriba, molestandome mientras intentaba encaramarme a las primeras ramas del arbol.

Por encima del estruendo podia oir el silbido de las flechas al volar hacia el nido, un atisbo de esperanza o un canto de venganza a una compañera caida.

Apreté los dientes y seguí trepando, ignorando las espinas que se clavaban en mis manos y enrredaban en mis barbas, con los ojos inyectados en sangre y la furia hirviendo en mis venas.

- Por las barbas de Moradin... Buff... Por las malditas barbas de Moradin... Gasp... Por las bar.

Una maldita rama eligió ese preciso momento para romperse bajo mi peso y mi culo acabó de golpe en el duro suelo. El subito impacto hice que perdiese el resuello de golpe y me quedase panza arriba unos instantes. Parpadeé, resollé y me puse en pie como pude, dispuesto a intentarlo de nuevo...

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Acción de Movimiento: Trepar.

Acción de Movimiento: Levantarse de puto suelo... ¬¬

Creo que no ha subido lo suficiente como para hacerse daño...

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25/09/2017, 22:45
Madre harpía

Ikz nieg morig namë... - Protestó entre dientes presa de la rabia la madre harpía cuando Tzozt se escurrió por debajo de sus brazos para colocarse en la parte opuesta del nido. Reaccionando con una velocidad pasmosa y mediante un golpe de revés que buscaba espantarlo y obligarlo a que se alejarse del nido, la madre harpía acabó impactando por casualidad en el pequeño y magullado cuerpo de Tzozt. El animal, ya cansado por el esfuerzo y por la pérdida de sangre, se debatió por unos instantes al borde de la inconsciencia, aleteando torpemente y sin estabilidad alguna. Pero Tzozt no era un murciélago normal y corriente: a pesar de su corta edad, su cuerpo era mucho mayor que el de los demás ejemplares de su especie, y esto era debido al nexo que lo unía con Zafira. Las fuerzas de la naturaleza que le eran transmitidas mediante el vínculo divino que compartía con la druida le convertían en una criatura muy resistente, dotada con el suficiente raciocinio como para entender que si se rendía su destino y el de la mujer pelirroja quedarían sellados por las afiladas garras de la harpía. Sacando fuerzas de flaqueza, Tzozt se recompuso lo justo como para lograr posarse junto al oscuro hueco en el tronco del árbol y aguardar su oportunidad.

Una flecha silbó por encima de de la cabeza de Freya antes de golpear una de las ramas superiores y caer frente a ella junto con una lluvia de hojas enfermizas. Una voz distante, masculina y vagamente familiar llegó a su vez: «Freya», parecía decir. Sin embargo, todos aquellos eventos eran ajenos a la mujer pelirroja. Los sonidos y las imágenes que llegaban hasta ella parecían lejanos, provenientes de un oscuro pozo de cuyas entrañas no escapaban sino vagos y vacíos estímulos carentes de significado. Incluso el grito helador de la madre harpía, producto de más terrible dolor al ser alcanzada por la flecha de Aldar y a continuación por la saeta de Avlin, no despertaron en la mujer la más mínima reacción.

La harpía, con la enorme boca desencajada por el dolor, se llevó sus horribles y largas manos hasta el lugar donde asomaban los dos proyectiles. Las retiró con cuidado, sorprendida e incapaz de entender que aquel líquido viscoso y negruzco que empapaba sus plumas y resbalaba entre sus dedos era su propia sangre, su propia vida, que abandonaba su interior a la misma velocidad con que sus enemigos cargaban sus mortíferas armas.

Después de observar el pequeño claro, con dos de sus hijas desplomadas en la calzada y otras dos chillando de pánico y frustración a escasos metros de ella, la madre harpía entrecerró los ojos y mostró los afilados colmillos en una mueca grotesca.

¡IZKIAA! - Un graznido se elevó por encima de los árboles antes de que la madre harpía se abalanzase con un salto sobre Freya. Alas y brazos se cerraron sobre el amplio torso de la mujer pelirroja envolviendo a ambas en un abrazo mortal. Sólo entonces, cuando las garras y los dientes de aquella vil criatura abrieron profundas heridas en su cuerpo, Freya recuperó la consciencia. Arrojada de golpe a la realidad, la mujer se vio a sí misma rodeada por el caos más absoluto y asaeteada por los más agudos de los dolores.

- Tiradas (7)

Notas de juego

Zafira: Sí, se puede utilizar piruetas para evitar un ataque de oportunidad. Es una CD15 de piruetas para moverse a la mitad de movimiento por una zona amenazada. No obstante, como es una habilidad entrenada, Tzotz no podría utilizarla.

Lo de los turnos se me pasó por completo. Ahora voy añadiéndolo. (Turno 5)

Balakar: Sí, no ha sido suficiente para hacerte daño, pues no has subido prácticamente nada. Recuerda que tienes que hacer una tirada por cada acción de movimiento (dos por cada asalto completo trepando).


Madre harpía - AdO a Tzozt (-4 pg). Tzozt a 0 puntos de vida. Cualquier acción extenuante, como atacar o volar hará que el murciélago caiga inconsciente a -1 pg.

Ataque completo a Freya: 2 garrazos (-10 pg) y Mordisco (-8 pg)


Harpías Jóvenes: intento de liberarse (Fallo).

Freya: recupera la consciencia.


Tabla de estados e iniciativas

Turno 5

Ini. Pers. CA Pg. Estados/
Efectos
Duración
23 Ghael 17 [color=#FE9A2E]12/16[/color]    
19 15 [color=#FF0000]7/25[/color]    
19 Galatea 13 12/12

 

 
14 Zafira \'Ithildin 14 11/11
[color=#FF0000]Tzotz (0/11)[/color]
Enmarañar 5/10 asaltos
10 Casilda 17 23/23    
2 Harpías Jóvenes 15 Ilesa Enmarañada Prueba FUE CD20 
para liberarse
2 Harpías Jóvenes 15 Ilesa Enmarañada Prueba FUE CD20 
para liberarse
- Resultado de imagen de D^D harpy 13
(17 contra los del camino)
[color=#FF0000]Gravemente herida[/color]    
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26/09/2017, 00:04
Freya

Mi mente se encontraba embotada. Percibía movimientos y sonidos a mi alrededor, pero no estaba segura de qué estaba sucediendo. No era capaz de moverme ni de hablar, aunque tampoco sentía deseos de ello, simplemente existía en lo alto de aquel árbol; aguardando no sabía el qué.

Los segundos pasaban, o eso creía, suponía; mientras mi cuerpo continuaba impasible. Sin embargo, de pronto esto dejó de ser así. Convulsioné, sintiendo cómo las garras de aquella cosa rasgaban mi espalda provocándome profundas heridas, al mismo tiempo que me asestaba un mordisco muy cerca del cuello.

- ¡GRWAAAAAAAA! – me desgañité ante el intenso dolor, volviendo a ser yo misma mientras esa criatura pretendía que dejara de ser.

Estaba en ese maldito nido, sola, con esa cosa amenazando mi vida. Sin dudarlo, y a pesar de la sangre que brotaba de mi desgarrado cuerpo, tomé el hacha de mi espalda y me dispuse a devolverle a aquella criatura lo que me había hecho. Alcé el arma con ambas manos por encima de uno de mis hombros, y le asesté un golpe a la harpía bajando el gran hacha en diagonal, tratando de rajarle el pecho.

Tras el esfuerzo del ataque sentí cómo me temblaban las piernas, mientras la sangre que brotaba de mis heridas alcanzaba también estas, tiñendo parte de mi piel.

Espero que los demás estén mejor que yo...

- Tiradas (2)

Notas de juego

Acción de movimiento: Sacar arma.
Acción estándar: Ataque con hacha.

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26/09/2017, 06:07
Aldar

Contemplar, como si el tiempo se ralentizase, el acertado recorrido de mi flecha a través del aire, justo en dirección a aquella aberración, no me causó gran satisfacción. Apurado por la precaria situación de Freya, era consciente de que aquel proyectil no sería suficiente para acabar con la vida de aquella harpía. Y se acababa el tiempo. Una segunda saeta se clavó en el monstruo, disparada por un Avlin que finalmente se unía a la refriega. Aquello fue un rayo de esperanza para mí. Quizás, si todos nos ubicamos en ese objetivo, lograríamos...

¡¡NOOOOO!! -Mis ojos se desorbitaron al contemplar con horror cómo la bestia se abalanzaba sobre Freya, desgarrando su carne una y otra vez. No había tiempo, no podía perderlo. Extraje un nuevo proyectil del carcaj, dos en realidad, y me pasé la parte trasera por los labios humedecidos, cubriendo de saliva las plumas que las guiarían en su vuelo. Dejé una de ellas entre mis dientes, y me dispuse a disparar la otra velozmente, sin perder tiempo de hacer que su gemela la siguiera.

Ayúdame a acabar con tus enemigos a tiempo, Ehlonna, te lo suplico. -Recé en silencio- No permitas que suceda ésto, no lo permitas...

No podía perderla...

- Tiradas (2)

Notas de juego

Acción de asalto completo: Disparo Rápido (-2).

Y lo permitió. Esta diosa... T_T

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26/09/2017, 10:28
Madre harpía
- Tiradas (1)

Notas de juego

TS contra aturdimiento (éxito).

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26/09/2017, 12:39
Avlin Tuercegris

Avlin observó atónito como aquella criatura maldita continuaba moviéndose después de recibir dos flechazos por la espalda. Sin duda fuerzas antinaturalas animaban su cuerpo.

En un momento dado, con un grito desgarrador, la harpía se lanzó sobre Freya y el gnomo pudo ver entre las ramas retorcidas como la escena empezaba a teñirse de tonos rojizos. Había que darse prisa.

El primer disparo había dado en el blanco pero Avlin era consciente de que su fortaleza no radicaba en la puntería, no era ningún experto como Aldar o Zafira. Ahora, con la bestia enzarzada en combate cerrado contra Freya, no se atrevía a lanzar un nuevo virote que pudiera dar en el blanco equivocado.

No obstante, el hombrecillo tuvo una idea. Tal vez si conseguía distraer a la arpía, la bárbara tendría el tiempo suficiente como para quitársela de encima.

Convencido de que era lo mejor que podía hacer, el hombrecillo volvió a colgarse la ballesta y empezó a crear una ilusión lo más convincente posible. Colocándola justo por donde Balakar estaba subiendo, Avlin invocó la imagen del enano, con el hacha en alto, a punto de caer sobre la bestia. 

Notas de juego

Acción gratuita: enfundar la ballesta

Acción estándar: Imagen silenciosa

La idea es hacer creer a la arpía que Balakar ha conseguido subir y que la ataca por el flanco.

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26/09/2017, 13:35
Balakar

El nido crujió de nuevo, signo inequivoco de que arriba se estaba luchando. Las espinas, los restos de cortezas y puas secas caian desde lo alto y algo humedo y viscoso mancho mi rostro, vuelto hacia arriba.

Limpie mi cara y en la punta de mi dedos, un borrón carmesí de sangre.

Maldije entre dientes, lanzandome de nuevo contra el tronco del arbol, dispuesto a escalarlo y echar un cable a la muchacha para acabar con aquella maldita bestia alada. Escamado por la anterior experiencia, trepé con cuidado, eligiendo las ramas más fiables y tanteando antes de apoyar todo el peso de mie cuerpo.

Sin embargo, los gritos de dolor y rabia que se oian en lo alto hizo que abandonase la prudencia y que me esforzase por llegar cuanto antes al nido.

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Acción de movimiento: Trepar CD 10. El enano asciende 5 pies, en un ascenso vertiginoso...

Acción de movimiento: Trepar apersuradamente CD 10 +5 . Envalentanado, Balakar arriesga para subir 10 pies de golpe, dandole verosimilitud al truco mágico de Avlin.

Total trepado: 15 pies en un solo asalto.

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26/09/2017, 13:13
Zafira 'Ithildin

Tzotz se quedó en defensa total, dejando que su zumbido subsonico siguiera alterando a la arpía.  Mientras tanto, Zafira esperaba, si la arpía sobrevivía al hachazo de Freya le soltaría otro flechazo hacia las dos engarzadas combatientes, con el riesgo que eso llevaba.  Si no, la flecha iría dedicada a una de las juveniles enramadas. 

- Tiradas (2)
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27/09/2017, 23:19
Madre harpía

La rápida y decisiva reacción de Freya para quitarse de encima a la harpía le dio los segundos necesarios y el espacio suficiente para desenfundar el hacha y abrir con su afilado filo un amplio corte en el pecho de la criatura que dejó a la vista parte de sus entrañas. El grito de dolor que llegó a continuación del tajo fue la constatación de una victoria que había costado mucha sangre, pero una victoria al fin y al cabo.

De nuevo una flecha impactó en el ramaje superior a escasos centímetros del lugar donde se desarrollaba el combate, arrancando hojas y pequeñas ramas que volvieron a caer como pesado granizo sobre la agonizante harpía. Esta vez, al contrario que con las anteriores flechas, la mujer pelirroja sí que alcanzó a reconocer la procedencia y el sonido característico del tañer del arco de Aldar, quien se desvivía por sentenciar a la harpía y poner punto final a la amenaza que se cernía sobre su amada. Otra flecha más siguió el mismo camino que la anterior, sólo que esta vez cruzó de largo la copa del olmo y se perdió en la espesura del bosque; junto con ella viajaba la esperanza de impedir que la harpía se abalanzase de nuevo sobre Freya. Y es que aunque el golpe de hacha había sido demoledor, suficiente como para partir en dos una puerta, el explorador y los compañeros que se situaban a su lado percibieron de inmediato que aquello no iba a ser suficiente. La malvada criatura se mantenía en pie, aferrada a un fino hilo de vida que podía significar la muerte de Freya y del pequeño Tzozt. Enderezó la cabeza, flexionó su enjuto cuerpo a la vez que extendía las alas, y se dispuso a saltar de nuevo.

Por suerte y para sorpresa no sólo de la harpía, sino también de la misma mujer, Balakar apareció en lo alto del nido, silencioso como un felino, a escasos pies de la harpía. El enano, más fiero que nunca, empuñaba su hacha, listo para unirse a la desigual lucha. El cómo había conseguido un enano  embutido en armadura trepar con el hacha en la mano y en el más absoluto silencio era algo que en ningún momento la harpía pareció plantearse, pues, en cuanto lo vio aparecer, la criatura trató de aprovechar la relativa debilidad del recién llegado. Desdeñando la presencia a su espalda de Tzozt, que por su estado rayano a la muerte conseguía moverse a duras penas, la harpía lanzó una sucesión de garrazos sobre la nueva amenaza. En aquel instante, una nueva flecha se clavaba en el hombro derecho de la criatura, obligándola a retroceder de nuevo.

Si misteriosa había sido la aparición del enano, más lo fue lo que sucedió a continuación. Tan pronto las mortíferas uñas de la harpía impactaron en ceñudo gesto de Balakar, el silencioso Balakar desapareció sin más, esfumándose por completo en un abrir y cerrar de ojos y dejando tras de sí una especie de humo que no tardó en ser dispersado por el batir de las alas. Fue entonces cuando llegaron hasta las alturas del nido los crujidos y maldiciones del verdadero Balakar, quien trepaba a toda velocidad, despreciando el peligro que suponían las puntiagudas espinas que iba dejando atrás con cada nuevo punto de apoyo ganado. Llevaba recorrida la mitad de la distancia que le separaba del nido, lo que ya era mucho más de lo que él mismo imaginaba poder hacer.

Con furia renovada por tan burdo engaño y poniendo en aquel último movimiento todas las fuerzas que le quedaban, la harpía volvió a saltar sobre Freya con las fauces abiertas, dispuesta a acabar con la mujer pelirroja antes de que el verdadero enano alcanzase el nido. Sin embargo, ni el estado de salud de la harpía era el mismo que antes de recibir los flechazos y el corte en el pecho, ni Freya se encontraba en el sopor con que llegó al nido. Ahora, capaz de reaccionar a los ataques desesperados de la harpía, la mujer sólo tuvo que echar hacia atrás su dolorido cuerpo y dejar que las mandíbulas de su enemigo se cerrasen en el espacio vacío en que había ocupado su cuello una fracción de segundo atrás. Era el momento del contraataque…

- Tiradas (4)

Notas de juego

Balakar: trepando (a 15' del nido y a 15 del suelo).

 

Imagen sienciosa: Fallo al descreer por parte de la harpía. Los dos garrazos del asalto completo los invertiría en la ilusión antes de darse cuenta de que era un engaño. (Descrédito por interacción).

Madre harpía: Éxito en TS de Fort contra aturdimiento de Tzozt. Ataque de mordisco contra Freya: fallo.


Harpías Jóvenes: intento de liberarse (Fallo).


Tabla de estados e iniciativas

Turno 6

Ini. Pers. CA Pg. Estados/
Efectos
Duración
23 Ghael 17 [color=#FE9A2E]12/16[/color]    
19 15 [color=#FF0000]7/25[/color]    
19 Galatea 13 12/12

 

 
14 Zafira \'Ithildin 14 11/11
[color=#FF0000]Tzotz (0/11)[/color]
Enmarañar 6/10 asaltos
10 Casilda 17 23/23 Trepando  
2 Harpías Jóvenes 15 Ilesa Enmarañada Prueba FUE CD20 
para liberarse
2 Harpías Jóvenes 15 Ilesa Enmarañada Prueba FUE CD20 
para liberarse
- Resultado de imagen de D^D harpy 13
(17 contra los del camino)
[color=#FF0000]Al borde de la muerte.[/color]    
Cargando editor
28/09/2017, 09:46
Aldar

¡Me cago en mi p...!

La maldición brotó entre mis dientes apretados, prácticamente escupiendo un atisbo de rabiosa espuma que se acumuló momentáneamente en mis labios. Mis flechas, lejos de ser guiadas por el buen pulso que tanto había entrenado y bendecidas por la deidad a la que adoraba, habían salido despedidas lejos de su objetivo. Lejos de la esperanza de salvar a mi amada.

Ni siquiera me detuve a plantearme si la diosa me había abandonado. Tampoco había tenido nunca la impresión de contar con su bendición. No era un hombre especialmente religioso, honraba a Ehlonna más por lo que representaba que por creer que obtendría nunca la menor ayuda por su parte. Honraba a la naturaleza, con todo lo que representaba. Pero a veces, la naturaleza era cruel. Y en aquella ocasión, parecía que fuera a ser la crueldad de la misma lo que se cebaría conmigo. Porque peor que arrebatarte la vida, siempre era que te arrebatasen las ganas de vivir.

No obstante, pronto encontré motivos para la esperanza. Freya plantaba cara con su arrojo habitual a la bestia, y tuve que sacudir mi cabeza y cerrar los ojos un instante para asegurarme de no estar viendo doble, al ver a Balakar alcanzar lo alto del nido... mientras Balakar trepaba para alcanzar lo alto del nido. ¿Qué estaba...? Pronto quedó claro el pequeño milagro, cuando la harpía atacó al enano haciendo que la ilusión se descompusiera, lo que logró que la criatura perdiera valioso tiempo.

Un tiempo que podía aprovechar. Un tiempo que DEBÍA aprovechar. Di un paso hacia mi izquierda, extrayendo una nueva flecha del carcaj, intentando con aquel movimiento encontrar un ángulo algo más abierto. Me situé completamente de costado, erguido, intentando que mi cuerpo olvidase la presión, la prisa, la desesperación. Como si tuviera tiempo suficiente, como si delante mío no estuviera la harpía que intentaba devorar a Freya, sino un corzo viejo y enfermo ajeno a mi presencia. Como si de aquello dependiera únicamente una jugosa cena, y no toda mi vida. Tensé el arco, tomé aire, tensé un poco más, expulsé el aire, cerré los ojos, aguanté aún más, y al abrirlos, solté la cuerda, y sin esperar a comprobar el resultado, cogí una nueva flecha para disparar nuevamente, a toda velocidad.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Movimiento: Paso de 5 hacia la derecha del mapa. Es meramente interpretativo, ya se que no cambia nada :P

Acción de asalto completo: Nuevamente 2 flechas con Disparo Rápido... (Mira, lo dejo ¬¬)

Cargando editor
28/09/2017, 10:18
Freya

Mi hacha encontró su ansiado objetivo, provocando que una sonrisa aflorara en mi cansado rostro cuando escuché gritar a aquella criatura y vi cómo de esta brotaba aquella negra sangre. Sin embargo, no fue hasta notar aquella rauda flecha que pude sentir algo de paz. Era de Aldar, no me cupo la menor duda. Estaba lo suficientemente bien como para disparar con rapidez, siguiendo otra flecha a la anterior, así que eso alivió mi alma. Aquel ser estaba casi abatido, aunque aún le quedaban fuerzas, pero seguramente no tantas como para llegar hasta abajo y dañar a nadie más.

Me tambaleaba ligeramente con el hacha en mis manos cuando vi a Balakar en el nido. ¿Cómo demonios lo había hecho el enano? Ya estaba hacha en mano, provocando que la criatura se lanzara a por él de inmediato, aclarando con aquel ataque lo que de verdad pasaba.

Magia de libro…

Había tenido que ser Avlin, quien me había dado así un respiro. Otra flecha voló entonces hacia el lugar, clavándose en aquella cosa, que aun así arremetió contra mí, tratando de morderme. Pude esquivarla a duras penas y apreté mis dientes dispuesta a darle muerte. Alcé mi hacha a media altura y me dispuse a darle un golpe en horizontal, tenía que terminar con esto...

- Tiradas (2)

Notas de juego

+2 al ataque por el flanqueo del murciélago.