Partida Rol por web

El lamento de los muertos

Una nueva vida

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10/09/2017, 01:49
Renée Ortiz

Brian y Karen no tardaron en dejarla sola ante el peligro, pues rápidamente ambos abandonaron la cocina para ir en busca de Jon. Claro que ahora ella tendría que hacer malabarismos para entretener a Renée, seguramente habría estado mucho más segura nadando entre tiburones, pero así era la vida. Uno tan solo podía jugar con las cartas que le habían tocado y las suyas, no eran precisamente buenas.

Renée caminaba con elegancia y a su vez, con cierto aire autoritario. Era una de esas mujeres sofisticadas que estarían siempre presentables incluso en medio de una jungla. En cierto modo, era ese aspecto, siempre imperturbable, lo que la ayudaba a ser tan sumamente respetada.

Kat no tuvo mucho tiempo para inventarse una buena historia, así que se lanzó a por Renée de la mejor forma que pudo. ¿Bastaría con eso?

-Señorita Vólkova, por lo que sé hasta el momento, está realizando un trabajo ejemplar. ¿De eso se trata? ¿Desea solicitar un aumento o hay algún otro problema del que no he sido informada? Si es lo primero, deberemos de resolver ese asunto mañana, hoy como comprenderá, no es el día apropiado.

Renée tenía un claro objetivo en mente y no parecía muy dispuesta a distraerse, era como uno de esos sabuesos de los dibujos animados. Cuando cerraba la mandíbula sobre un hueso, no lo soltaba jamás.

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10/09/2017, 02:56
One World

Lucy se vio sorprendida por la aparición de Larry y la vitalidad que el joven desprendía. Durante largos segundos incluso guardó silencio sin saber muy bien qué responder. Finalmente optó por tomar un sorbo de su copa y tras meditarlo durante unos instantes, tomó la palabra.

-Debes de ser un hombre afortunado si el destino te envía señales, Larry. Dime ¿Cual ha sido esa magnífica señal que el destino te ha mostrado? ¿Qué es lo que te ha empujado a venir aquí y conversar conmigo?

Lucy no estaba interesada, Larry pudo percibirlo de inmediato. Aquella mujer llevaba tanto tiempo atrapada en un matrimonio sin amor, que en cierto modo era como si hubiese aborreciese a los hombres. Su corazón se había apagado y unas pocas palabras no iban a despertarlo. Aquella mujer era una aventurera, era una leona encerrada que ansiaba vivir la vida, pero que ahora mismo se encontraba encerrada en una jaula de barrotes invisibles.

-El dulce siempre termina por ser demasiado empalagoso, tal vez por ello siempre he sido más de salado. Eres joven y atractivo, Larry. Seguro que hay jovencitas en esta fiesta que estarían encantadas de caer rendidas a tus pies, jovencitas a las que esa palabrería fácil las haría suspirar de amor. Pero mucho me temo, que yo soy prisionera de aquel hombre de allí.
-Indicó señalando al embajador. -De hecho no le agrada demasiado que me relacione con gente que no sea de su círculo de confianza, sus escoltas no suelen ser precisamente muy amables.

No muy lejos de donde se encontraba el embajador, Larry pudo ver a dos hombres vestidos con trajes oscuros y gafas de sol. Ambos tenían un porte que los identificaba claramente como sus escoltas. Sus rasgos no destacaban demasiado, en cierto modo eran totalmente anodinos, lo cual sin duda facilitaba el trabajo del embajador.

Lucy aguardó la respuesta de Larry, si es que aún continuaba allí, mientras acariciaba el borde de la copa con uno de sus dedos. ¿Podría el astuto ladrón de guante blanco doblegar a la esposa del senador?

Notas de juego

Muy buenas!

Normalmente prefiero dejar las tiradas para las ocasiones más importantes. Así no se interrumpe el roleo. Debido a la alta capacidad de seducción de Larry, he puesto lo que Larry percibe de la mujer. No es que Lucy diga No, simplemente dice que por el momento No. Todo depende de lo que haga larry ahora.

Un saludo!

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10/09/2017, 03:02
One World

La respuesta positiva por parte de Raymond agradó notablemente a la mujer, quién con cierto aire coqueto, no dudó en corregirlo.

-Señorita... -Indicó deteniendo sutilmente la mano con la que jugueteaba con su colgante, mostrándo de forma casual que carecía de alianza en el dedo. -Es señorita Hank, aunque puedes llamarme Jennifer.

Con una amplia sonrisa en los labios, la mujer tomó una tarjeta que ya tenía preparada de antemano y se la extendió a Flufo. En ella se podía ver el nombre, dirección y teléfono de Jennifer. Estaba claro que la mujer tenía todo más que pensado desde un primer momento.

-No te molesto más, te dejaré trabajar y será mejor que descanses bien. Espero una gran actuación de tu parte mañana por la noche.

Con un guiño divertido a la par que provocador, se dio la vuelta y se alejó contoneándose, sin duda, para provocar a Flufo y para que se fuese haciendo a la idea de lo que le esperaba al día siguiente.

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10/09/2017, 03:38
Jamal

La sonora risa de Jamal anunció la llegada del gigantesco ex-defensa. Tapándose la boca con ambos manos, trató de contener la risa. No lo logró.

-La coleccionista de amantes tiene una nueva presa en el punto de mira. Parece que por fin vas a poder usar un globo de verdad, Ray. ¿Te acuerdas de cómo funciona todo ese asunto o necesitas unos consejos del Boss?

El que ambos se conociesen desde hacía años y que hubiesen jugado juntos en el instituto, había hecho que existiesen fuertes lazos entre ambos. Jamal era el tío al que se acudía para comer una pizza, ver un partido y disfrutar de unas buenas cervezas. Por supuesto también era el tío indicado si querías meterte en una pelea. No era fácil ganarse su lealtad, pero una vez la conseguías, era de los que se presentaba en la puerta de tu casa con una pala, para ayudarte a enterrar un cadáver.

-¿Sabes? Creo que deberías de evitar que la jefa se entere. Quizás se te ponga celosa y no sé, te acabe poniendo un disfraz aún peor. Eeeeen fin ¿viste el partido de anoche? Yo tuve que grabarlo, anoche fue día de tacos con Mandy y no podía faltar. Cuando salgamos iré a verlo, si te animas, tengo algo de comida en la nevera y unas cuantas birras.

Mandy era la hija pequeña de Jamal, tendría unos cinco o seis años (Flufo no lo recordaba demasiado bien) y solía visitarla siempre que podía. Aunque por regla general, un día a la semana quedaban para ir a comer o cenar unos tacos, algo que le encantaba a la pequeña.

Mientras hablaban, Jamal se llevó la mano a la oreja. Como miembro del equipo de seguridad, portaba una radio con un pinganillo, de esa forma nadie se enteraba de lo que podía pasar en el hotel y la discreción les ayudaba a cumplir mejor con su trabajo.

-¿Qué? ¿En serio? Ese tío estará chalado, ahora voy para allí.
-Respondió a través de la radio, tras lo cual se volvió hacia Raymond. -Parece que hoy es el día de los chalados. Hay un vagabundo que acaba de colarse en el hotel y debe de andar por el jodido laberinto. También me acaban de informar que algunos adolescentes han pasado del banquete y se han metido allí también. Como ese pedazo de basura se cruce con los chavales y les asuste, Renée nos va a joder a todos. Tú conoces bien el laberinto ¿No? ¿Me acompañas? Yo siempre me acabo perdiendo en esa jodida mierda.

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10/09/2017, 10:36
#Larry Miller
Sólo para el director

Debes de ser un hombre afortunado si el destino te envía señales, Larry. Dime ¿Cual ha sido esa magnífica señal que el destino te ha mostrado? ¿Qué es lo que te ha empujado a venir aquí y conversar conmigo?

Mierda. Resulta que ahora me va a gustar de verdad, la mujer. Sí és cierto que és de buen ver, pero hay chicas más jovenes que la superarán en lo físico... sin embargo, a mí en el fondo me va la inteligencia y ésta mujer no se ha dejado arrollar por mi palabrería. No tan sólo eso, sino que ha contraatacado buscando la "señal".

Bueno, un desafío és un desafío, y eso es lo que más me gusta. El día mejora por momentos, mientras le mantengo una sonrisa enigmática, sin darle respuesta a eso, dándo paso al misterio. És mejor así, estoy empezando a ver que presta atención a las palabras y que va a requerir algo más que eso.

Muy bien, soy Larry, puedo hacerlo.

El dulce siempre termina por ser demasiado empalagoso, tal vez por ello siempre he sido más de salado. Eres joven y atractivo, Larry. Seguro que hay jovencitas en esta fiesta que estarían encantadas de caer rendidas a tus pies, jovencitas a las que esa palabrería fácil las haría suspirar de amor. Pero mucho me temo, que yo soy prisionera de aquel hombre de allí. -Indicó señalando al embajador. -De hecho no le agrada demasiado que me relacione con gente que no sea de su círculo de confianza, sus escoltas no suelen ser precisamente muy amables.

 -Yo puedo ser muy confiable -le susurro en el oído, aportando calidez con el aire que suspiro, y en tono divertido, sin darle importáncia a los seguratas. La confianza és importante. Luego me separo, para que anhele mi vuelta, y prosigo- Además, puedo comprender que no te quiten ojo...-  sonriente, la invito a caminar junto a mi lado alejándome de la barra, para que nadie pueda seguir nuestra conversación íntegramente, mientras ignoro las miradas furtivas de los guardas- ... ¿sabes? percibo tu dolor. No estás bien, no estás cómoda, no és solo que estés bajo el control de un hombre que guarda su propiedad con celo... simplemente, no eres feliz, ¿verdad?

A las mujeres duras, sólo hay una forma de desarmarlas, yendo directos a la yugular. La voy guiando hacía los jardines de atrás, dónde los niños juegan con el castillo hinchable, contemplando el paisaje tranquilamente.

-Si no quieres, no hace falta que me respondas. -hago un gesto amable, me sale natural. Que sea un ladrón no implica que no sienta cierta empatía- Quizás pienses... ¿que va a entender este "niño" rico? Seguro que se te pasa por la cabeza. Mi familia, si te fijas, puede ser muy controladora... fíjate en mi abuela, ella no lo oculta, pero es un reflejo de buena parte de la misma. Mi hermano, aquí dónde le ves, está desafiando a la mitad de la familia que se opone... gente poderosa, y pese a ello, ahora és feliz.

Le doy unos segundos para que capte el mensaje. Y piense en ello, de mientras miró discretamente hacía atrás para cerciorarme de que uno de los guardas nos sigue. Luego sigo rodeando el hotel, con paso lento para que el guarda no nos pierda de vista.

-La felicidad no és gratuita, nos la debemos ganar, hay que luchar para tenerla. ¿Te sientes atrapada en una cárcel? Observa...

En esos momentos, cuando paso cerca de un empleado del hotel le digo... mientras le paso un billete de 100 de los grandes sin darle tiempo a reaccionar...

-¿Ve a ese hombre de ahí atrás? -no me giro a mirarlo, tratando de ser discreto- Le daré otros 100, si me lo entretiene 15 minutos... preguntéle si está invitado, quién és, lo que se le ocurra.

Seguimos andando como si nada hubiera pasado, y le comento a Lucy, con un tono jocoso creciente:

-El otro guardia protege al embajador y éste te va a perder en nada. És el momento de decidir Lucy, ¿libertad o sumisión?

 

Notas de juego

Gracias por la respuesta, tomo nota ^^

Aquí seguiremos, tratando de despertar al león que hay en ella :P
 

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10/09/2017, 17:40
Katherine Vólkova

-Señorita Ortiz, he escuchado que va a echar a la bajita. ¿Por qué? Como dice hago un trbajo ejemplar. ¡No lo entiendo! ¿es por que el señor Donovan me mira las piernas? No puede ser, nos mira a todas... ¿es que le ha dicho algo de mi? Ehm... ¿No... será que quiere algo de mi?- me finjo escandalizada, pero temerosa.

Más os vale aprovechar el puto tiempo...

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11/09/2017, 10:57
Raymond "Flufo" Brown
Sólo para el director

Me guardé la tarjeta de Jennifer y miré disimuladamente el reloj que llevaba oculto bajo la abombachada manga del disfraz de payaso

Jodido disfraz.

Réene me había dicho que en 15 minutos debía volver al escenario y, si la dama de hierro dice que son quince minutos, es que son 15 minutos.  A veces creo que el observatorio de Greenwich pone sus relojes en hora fijándose en Réene.

Por otro lado, es cierto que me conocía bien el laberinto así que encontrar a unos adolescentes y un borracho no nos llevaría demasiado tiempo. Además, con la amistad que compartíamos Jamal y yo, una petición así resultaba irrechazable.

Miro a un lado y a otro para asegurarme de que Réene no estaba cerca, le di una fuerte palmada en la espalda a Jamal, que apenas si inmutó. En parte porque que siempre había sido puro músculo, en parte porque yo llevaba puesto los guantes enormes de payaso.

Venga, te acompaño, hay que darse prisa o de postre Réene servirá mi corazón con nata.

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12/09/2017, 00:19
Sólo para el director

Un día de estos tendrías que dedicarte a escribir un diccionario o algo así, lady...¿deschanladrada?

Por un momento observo el rostro de Brian, como si mirara un bicho raro, me detengo un momento y sonrió, eran frases que se aprendían mientras disfrutabas de los placeres de las prácticas de skate con gente de todas partes del mundo.

Qué extraño, será que salió mientras Brian fue a la cocina y no se enteró; bueno solo era esperar. Esto ya me estaba dando mala espina, no sé porque de repente me sentí como en una película de esas de serie B, donde buscan entre las puertas y luego encuentran un cadáver o algo repugnante; no paso hasta que escuche una respiración un tanto extraña, más que una forma de respirar, pareciera un lamento casi susurrado; di un pequeño paso hacia atrás.

Brian abrió la tercera puerta y ahí estaba, Jon tiene un mal aspecto, mi ceño se frunció mientras le dedicaba un gesto de disgusto; -¿Oye Jon, te encuentras bien?… no me digas que te estas drogando porque si es así te pasaste bro- suelto una pequeña sonrisa mientras vuelvo la mirada al preocupado rostro de Brian, momento en que la sonrisa es desdibujada y me torno más seria nuevamente.

¡Ey! Creo que me he quedado dormido ¿Hoy tengo que ir a trabajar?

Esa frase me dejo más desconcertada de lo que ya estaba, qué rayos le sucedía al chico este; necesitaba ayuda y creo que era momento de hacer algo. –Brian, Jon está en muy mala condición, a lo mejor a probado algún tipo de droga y esto es serio; tenemos que llevarlo a la enfermería y pedir una ambulancia… puede estar sufriendo una sobredosis y si no actuamos en este momento se puede morir aquí mismo- me acerco lentamente hasta Jon, lo tomo de un brazo pasándolo por encima de mi cuello para ayudarlo a levantarse.

-Vamos Brian, ayúdame a llevarlo… y no te preocupes por Renée, que se vaya al carajo pero esto es serio-

-Vamos Jon, ayúdanos un poco, levántate-

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12/09/2017, 23:48
One World

La vida era un preciado tesoro que uno no podía desperdiciar. Cada oportunidad perdida, cada decisión equivocada, marcaría para siempre lo que pudo ser y no fue. ¿Qué pensaremos el día de mañana sobre nosotros mismos, cuando una mañana al levantarnos echemos la vista atrás? ¿Diremos que el miedo nos impidió ser felices? ¿Lloraremos por no haber aprovechado esa última oportunidad para tomar el control de nuestro propio sino?

Aquellas eran las preguntas que Lucy había olvidado, completamente dominaba por su marido, vivía sin tener realmente una vida. Tal vez por ello, al escuchar las palabras de Larry y ver cómo pagaba al camarero para que distrajese al escolta, una sonrisa se dibujó en sus labios. ¿De qué había tenido tanto miedo durante todos aquellos años? El antaño implacable embajador ahora se le antojaba como un pequeño gusano, que pese a todo su poder, no podía hacer nada para dominarla. Él tan solo tendría cadenas sobre ella mientras así lo permitiese, pero eso se había acabado.

Tomando el brazo de Larry, se dejó arrastrar por el encantador ladrón de guante blanco. El provocar a su esposo y el burlarse de los escoltas estaba despertando emociones que hacía años que no sentía. De pronto era como si la venda que cubría sus ojos hubiese caído, ahora podía ver y sin duda iba a disfrutar con todo aquello.

-Las palabras se pierden arrastradas por el viento...¿Estás dispuesto a pagar el precio por mí? ¿Desafías al embajador y sus chicos?

Aprovechando la magistral distracción del camarero, ambos pudieron escabullirse del escolta y adentrarse en el interior del hotel. La mujer, divertida y con una mirada de lo más traviesa se metió en el ascensor. Sin duda la mujer planeaba algo, aunque era difícil adivinar si sería bueno o malo para el propio Larry. Fuese como fuese, la mujer le mostró una tarjeta. Era la llave de su habitación...

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13/09/2017, 00:09
Renée Ortiz

Renée era una mujer terriblemente clara y sin sentido alguno del humor. Vivía para y por su trabajo, tal vez por ello era tan sumamente eficiente y quizás también por todo aquello, su paciencia comenzaba a agotarse con Katherine.

-Señorita Vólkova, como bien debe de saber o al menos, debería de saber a estas alturas, es que no pierdo el tiempo cuchicheando en las sombras. Si un empleado no cumple con su papel o debe de ser despedido, me dirijo directamente hacia esa persona. Desconozco de donde provienen semejantes rumores, pero carecen de veracidad alguna. Aunque si pasados dos minutos continúa aquí y no ha regresado a su puesto de trabajo, es probable que deba de amonestarla por abandono del puesto de trabajo. Ahora por favor, debe disculparme, debo atender asuntos de vital importancia.

La doncella de hierro no se molestó en intentar rebatir todo el asunto del "acoso" que Kat parecía querer meter en medio de la conversación. Prefería no alimentar ese tipo de historias, pues si empezaban a correr rumores de ese tipo, el Paradise estaría acabado.

-Qué pase un buen día, señorita Vólkova.

Renée se dispuso a proseguir su marcha hacia las cocinas y aunque ella no lo vio, Katherine pudo ver a través de una ventana cómo Brian y Karen llevaban entre los dos a Jon. El hombrecillo parecía terriblemente enfermo y no podía andar sin la ayuda de sus compañeros. Las cosas se les iba a poner realmente mal si Renée los pillaba.

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13/09/2017, 00:22
Jamal

Inclinando la cabeza y lanzando una mirada por encima de las gafas de sol, el gigantesco ex-defensa sonrió a su viejo compañero de equipo.

-¡Oh, vamos! Todos saben que podrías ponerte en calzoncillos, correr por en medio de la boda haciendo la gallina y Renée tan solo te daría un pequeño toque de atención. Tienes suerte ¡Es toda una hembra! Si no me acojonase tanto, la convertiría en mi tercera esposa. Aunque con mi suerte, no tardaría en convertirse en mi tercera ex-mujer y entonces sí que me quedaría sin pasta. ¡Malditas arpías!

Llegar hasta el laberinto no les llevó demasiado, pues estaba situado muy cerca de donde se celebraba el gran banquete. Así que se adentraron rápidamente en aquel lugar de altos setos. Apenas habían avanzado unos pocos metros cuando se cruzaron con un par de adolescentes de unos catorce o quince años. Ambos les observaron sorprendidos sin saber muy bien qué esperar. Por un lado la presencia de Jamal emanaba peligro, mientras que la de Flufo era todo lo contrario.

-¡Eh, muchachos! La tarta está en camino, será mejor que volváis a la mesa.

Como dos ratoncillos asintieron y se deslizaron rápidamente hacia la salida. La búsqueda continuaba por el laberinto, el cual guardaba un pequeño secreto que Flufo conocía bien. El laberinto disponía de tres niveles de dificultad, el lugar estaba diseñado de tal forma que podían deslizar algunas de las paredes haciendo que el lugar fuese más fácil o más complicado. Actualmente estaba ajustado para el primer nivel, por lo que hasta los niños más pequeños podían encontrar la salida sin demasiadas dificultades. Aún así, Jamal solía perderse, no era una de esas personas que se fijaban en los detalles y por eso mismo le necesitaba allí.

Al cabo de un par de minutos caminando por el laberinto sintieron un hedor nauseabundo, que les obligó a arrugar la nariz.

-¡Joder! Espero que no hayas sido tú...

Pronunció Jamal medio en broma mientras tomaba la iniciativa en el laberinto. Cuanto más avanzaban, mayor era aquel hedor putrefacto hasta que al girar una esquina, vieron una figura de espaldas y de cuclillas. Llevaba un largo abrigo sucio y roído con salpicaduras de grasa y ¿Sangre? Era difícil de saber pues tal era la mugre que tenía la prenda, que eran incapaces de adivinar cual era su coloro original.

Una larga melena grisácea y mal cuidada caía hasta los hombros de la figura arrodillada. Fuese quién fuese, emitía gruñidos o soltaba palabras en un tono tan sumamente bajo, que resultaba imposible adivinar qué era lo que estaba diciendo.

-¡Eh, tú! -Gritó Jamal con voz autoritaria. -Esta es una zona privada, no puedes estar aquí. ¿Me has oído?

No hubo respuesta por parte del mendigo, quién siguió sin moverse. Tan solo seguía emitiendo aquellos ruidos que Flufo no era capaz de identificar. Jamal, molesto por ser ignorado, avanzó con dos grandes zancadas para agarrar al mendigo.

Con una velocidad que los sorprendió a ambos, el mendigo se volvió y se abalanzó contra Jamal. El gigante no había esperado esa reacción y sorprendido, simplemente logró dar un paso atrás. Flufo pudo ver entonces el rostro del anciano por primera vez. Su barba, mal cuidada y su piel morena y curtida dejaban bien claro que era un sin techo. Sus dientes, algunos amarillos y la gran mayoría de una tonalidad verdosa provocaron cierto repulsión en él.

Aferrando a Jamal por el pecho, el mendigo de apenas metro sesenta, lo observó con ojos aterrados a la vez que volvía a balbucear algo, salvo que en aquella ocasión, sus palabras fueron pronunciadas en un tono más audible.

-¡El demonio! ¡El demonio está aquí! Sus ojos arden con las llamas del infierno, sus fauces están salpicadas con la sangre de los inocentes y viste con la ropa de la guerra. ¡Viene a matarnos! ¡Tenemos que huir! ¡Sí! ¡Tenemos que huir!

El salto del mendigo, el cargar todo su peso sobre Jamal y en especial, la sorpresa que este sintió al ser "atacado" por el mendigo, provocó que el gigante perdiese pie y cayese de espaldas con el mendigo sobre él. Quién, reptando como una serpiente, buscó poner sus ojos a la altura de los de Jamal.

-¡Estamos muertos! -Gritó mientras salpicaba el rostro de Jamal con su saliva. -¡Muertos, muertos, muertos! ¡Tenemos que ir a la casa del señor, solo allí estaremos protegidos!

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13/09/2017, 01:41
Brian Stewart

-¡Joooooder! -Alcanzó a decir como forma de liberar la tensión que sentía en aquellos momentos. -¡Mierda! Jon nunca toma drogas, ni bebe alcohol. De hecho no se toma ni una aspirina cuando le duele la cabeza. Si esto es una sobredosis, no sé cómo ha podido pasar.

Colocándose al otro lado de Jon, imitó a Karen y entre ambos lograron ponerlo en pie. Aunque el joven estaba tan completamente ido, que resultaba imposible que caminase o se sostuviese por sí mismo. Karen y Briana tuvieron que hacer todo el esfuerzo. La única buena noticia, era que Jon eran tan pequeño y liviano, que aquello no resultó muy duro.

Tan rápido como pudieron, lo llevaron hasta le enfermería. El lugar constaba de dos salas, la primer disponía de dos camillas y poco más. La segunda habitación estaba cerrada con llave, en ella era donde el doctor del hotel guardaba todo el material médico, así como los medicamentos más fuertes. Lo único que tenían a su alcance era un botiquín básico, pero que en aquellos momentos, de poco les iba a servir.

-El doc no está ¡Maldita sea! Tenemos que ir a buscarlo y llamar a la ambulancia... -En ese preciso instante Brian se percató de un pequeño detalle, si llamaban a la ambulancia por una sobredosis de drogas, lo más normal era que la policía investigase el lugar ¿No? Si lo hacían y miraban en su taquilla, se metería en serios problemas. -Oye, tengo material sensible en mi taquilla, iré a librarme de ello. Tú ve a buscar al doctor, dejaremos aquí a Jon para que descanse. ¿De acuerdo?

Sin más perdida de tiempo, salió corriendo como alma que lleva el diablo para librarse de las drogas ocultas en su taquilla. Instantes después, Jon comenzó a convulsionar y agitarse. ¡Se estaba ahogando! Mal día para Jon y desde luego, mal día para Karen. Tal vez ahora la idea de haberse enfrentado a la doncella de hierro no sonaba tan mal.

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13/09/2017, 02:20
Sólo para el director

Tú ve a buscar al doctor, dejaremos aquí a Jon para que descanse. ¿De acuerdo?

-Como quieras, intentare encontrar al médico- daba un último vistazo en aquel botiquín, de repente unos espasmos provenientes de Jon, me llamaron la atención… -Oh por Dios Jon, estas seriamente jodido- me lleve las manos al cabello apretando sin mucha fuerza, en tono de desesperación y no saber qué hacer.

Inicie mi camino fuera de la enfermería, tenía que encontrar al doc ya si no quería cargar en la conciencia con la muerte de aquel chico. –Mierda Jon aguanta, no te nos mueras iré a buscar ayuda- hago el esfuerzo que puedo para correr por el pasillo buscando un teléfono para llamar de inmediato a la ambulancia; no me importaba si le encontraban drogas o pornografía infantil a Brian; esto era serio.

Por fin, me hago a uno de aquellos teléfonos de pasillo y marco al número de la operadora, con voz preocupada y tratando de articular lo mejor posible cada palabra me dirijo a la persona que me contesta, -Hola, operadora por favor envíe una ambulancia de inmediato al Hotel Paradise… se lo ruego lo más urgente que pueda tenemos un caso de intoxicación y el paciente está muriendo, se está estremeciendo de manera extraña-

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13/09/2017, 08:23
#Larry Miller
Sólo para el director

No me gusta lo que está sucediendo. Me está empezando a gustar de verdad...

Miento, si me gusta, pero me asusta. Cuando hay sentimientos de por medio las cosas se complican. Debo centrarme, debo centrarme en sus defectos cómo sea.

Manipulable, pero inteligente. Ciega, pero dispuesta a ver. Cobarde, pero decidida a ser valiente.

Mierda, mierda, mierda. No paro de encontrar puntos fuertes en sus debilidades. Mejor me ciño al plan.

-Las palabras se pierden arrastradas por el viento...¿Estás dispuesto a pagar el precio por mí? ¿Desafías al embajador y sus chicos?

Mis palabras fluyen solas, sea fingido o realidad, nunca necesito pensar en la respuesta. És como si siempre hubiera estado ahí y sólo necesitara el disparo de salida.

-El único desafío que me da miedo, es ser lo suficientemente digno para tí.

Sonriente mientras me muestra la llave de su habitación le acarició con los dedos sus manos, y las bajo negandole con la cabeza. Me esté enamorando o sea el vino, por lo menos mi cabeza sigue dónde debe estar.

-El primer sitio dónde te buscará el de seguridad será en tu habitación para cerciorarse de que todo va bien...

Observo en que planta está su habitación, la tercera... pulso rápidamente la planta 2. Espero que le guste una muestra de astucia, és algo de lo que me siento orgulloso de mi mismo, forma parte de mi auténtico yo.

-Esperáme en los baños de ésta planta, voy a buscar otra tarjeta y te vengo a recoger.

Agarrándole la mano se la beso lentamente, como una promesa de mi atrevimiento y de lo que está por venir, antes de separarnos y volver abajo.

Me voy directo al baño de la planta baja y observo a un tipo lavándose las manos. Para fingir normalidad, me meto dentro de uno de los cagaderos y espero. Cuando ya se ha ido, vuelvo a salir, abro mi portátil, saco el laptop y abro el doble fondo, revelando mis herramientas de trabajo.

Tal como tenía planeado, tengo mi tarjeta pirata y el codificador. Antes de hacer nada, cojo el cartelito que hay tras la puerta de "Disculpen, estamos limpiando", y entreabriendo la puerta a la espera de que nadie mire, lo coloco ahí para no ser interrumpido.

Ahora sí, enciendo el laptop, uno con el USB el laptop con el codificador, coloco la tarjeta y la pirateo con la "id=worker". Poner la del gerente sería más sospechoso si hubieran dos y pudieran verificarlo al instante. Éste trabajito, éste programa podría haberlo hecho a solas, pero habría tardado más tiempo. Nada que unos dolares y un hacker no puedan arreglarme.

De todas formas el colgante vale más y me estoy divirtiendo...

Ahora la segunda parte del plan, mientras guardo de nuevo todo en el doble fondo. Tengo en el tripadvisor, una cuenta falsa con datos falsos... escojo una de las habitaciones de la segunda planta, con el laptop, y la reservo para ya, poniendo en observaciones que no quiero que me la arreglen ni ser molestado (hay clientes muy raro, por fortuna no se harán preguntas). Luego ya la cancelaré...

Vuelvo a guardar todo en su sitio, observo antes de salir que no esté el de seguridad y embarco hacia la segunda planta, dónde me esperan Lucy y una habitación.

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Te hago si quieres una tirada de seguridad por si fuera necesaria (bueno en realidad 2, una general por si acaso, y otra de burlar cámaras para evitar ser detectado si alguien pide una búsqueda por no encontrar a la esposa del embajador), he puesto un poco de trasfondillo para el plan, aunque si crees que me tomo licencias, me freno o edito. Un saludo, está interesante :P

 

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13/09/2017, 12:18
Raymond "Flufo" Brown
Sólo para el director

¡Joder!

La expresión fue de sorpresa al ver que el enclenque hombrecillo hacía caer al grandullón de Jamal al suelo. El maloliente hombre no dejaba de decir incoherencias vociferando a la altura de la cara de mi amigo. La verdad es que la escena, vista desde afuera, no dejaba de ser cómica. Como estos combates cómicos en los que el pequeño acaba tumbado al gigante.

Al cabo de unos segundos decidí que ya era hora de echar una mano y dejar de sonreir. Así que me acerqué, me quité los guantes de gomaespuma, y agarré de los hombros al tipo para quitarselo de encima.

Sí, sí...vaya usted buscando la Iglesia que ahora le seguimos...

Traté de seguirle la corriente para ver si nos dejaba en paz y, lo más importante, abandonaba el laberinto.

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14/09/2017, 19:11
Katherine Vólkova

Tsk...

-¡Señorita Ortiz!- la llamo para qu ese gire y no vea esa ventana aún. -Ehm... lamento haberla molestado, de veras. Y bueno, hay otro asunto... pero... mejor en otro momento. Gracias por su tiempo.

Le sonrío con una leve caida de pestañas. Nunca se sabe.

-Regreso a mi puesto.

Marcho hacia la mesa que me asignó Brian. No puedo comprarles más tiempo, quiro mi curro. Si no han tenido suficiente... se siente.

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17/09/2017, 00:44
One World

La enfermería era uno de los pocos lugares donde se podía encontrar un teléfono. La idea era que el hotel resultase un lugar de relajación y para ello, nada mejor que dejar atrás la esclavitud que la era de la información había tejido sobre el propio mundo. Así que allí los móviles no tenían señal y las zonas con wifi estaban reducidas a un par de puntos únicamente. Aunque por supuesto, disponían de varios teléfonos fijos.

Karen hizo buen uso de uno de ellos. Durante lo que bien pudo haber sido toda una eternidad, el teléfono dio tono y casi cuando parecía que nadie iba a responder, una mujer descolgó. Karen no dio tiempo a que respondiese e informó de inmediato de lo que estaba sucediendo.

-Lo-lo lamento, pero todas las unidades están fuera. Eh...
-La voz de la mujer sonaba cansada, pero también dotada de un pánico apenas dominado. Sin duda intentaba ser profesional, pero no lo lograba. -La ayuda puede tardar horas en llegar, encierre al sujeto enfermo y que nadie entre en contacto con él, repito, debe ponerlo en cuarentena. Tan pronto como podamos, enviaremos a la policía.

La mujer no dio tiempo a replica alguna por parte de Karen y simplemente colgó. Lo que sí pudo percibir Karen, era bastante ajetreo en el lugar donde se encontraba la operadora, era como si estuviesen desbordados de trabajo. De hecho, de no haber llamado desde la enfermería del Paradise, seguramente no habrían dado prioridad a su llamada.

Una extraña sensación de que todo iba realmente mal invadió de pronto a Karen, cuando de pronto, se vio rodeada por un silencio sepulcral. Al volverse pudo ver cómo el cuerpo de Jon yacía inerte, había dejado de respirar...

Allí estaba ella, completamente sola afrontando el hecho de que Jon, ya no volvería hacerla sonreír con alguno de sus chistes absurdos. El siempre alegre y positivo muchacho, pese haber tenido una dura vida, jamás había perdido el optimismo y en cierto modo, siempre lograba contagiar a todos ese buen rollo que desprendía. Su perdida, sería llorada por muchos.

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17/09/2017, 01:32
One World

Adentrándose en la boca del lobo y disfrutando de aquella innegable sensación de desafiar al peligro, Larry se dispone a poner su segunda parte del plan en marcha. Con una promesa de deseos prohibidos, desciende una planta más para poner en práctica sus capacidades especiales.

Tomando el control de los baños, se apropia de ellos y los transforma en su cuartel general durante unos escasos minutos. Una vez a solas, utiliza sus conocimientos para manipular la tarjeta que dispone intentando así lograr dejar una identificación falsa sobre ella. El programa tarda más de lo habitual, lo cual lo desespera un poco, aunque finalmente todo parece en orden.

No se cruza con nadie en su camino de vuelta, todos están expectantes a que la tarta aparezca. Así que han regresado a las mesas para tan esperado momento. Eso es algo tan bueno como malo, sin duda el embajador notará la ausencia de su esposa, pero Larry duda que abandone la mesa en aquellos momentos, pues podría ser percibido como un insulto hacia los novios. Claro que una vez todo aquello termine, buscará a su esposa con mayor determinación.

Al regresar por fin a la segunda planta, Larry no logra dar con Lucy. Aquella planta es tan solo de habitaciones, por lo que podría estar en cualquier parte. Aunque astuto como es, sabe que ella no se arriesgaría a que la viesen caminando por allí, así que centra su búsqueda en las escaleras. La cruzar la puerta que da acceso a las mismas, casi espera encontrarse con ella allí mismo, tal y como un niño aguarda la mañana de navidad encontrarse decenas de regalos bajo el árbol. En cambio lo que se encuentra es el cuento de la cenicienta. Un zapato de tacón yace solitario en medio del descansillo que sube al piso superior. El eco lejano de pisas precipitadas llegan hasta él seguido de un portazo. No está seguro de si ha sido dos o tres plantas más arriba, pero sí está seguro de que proviene de arriba.

Por puro instinto se acerca hasta la barandilla para poder observar mejor lo que sucede en las plantas superiores y es entonces cuando justo frente a él, algo cae sobre la propia barandilla.

Tac, tac, tac...

Cada tres o cuatro segundos una nueva gota cae desde los pisos superiores, gotas de ¿Sangre?

Notas de juego

Muy buenas!

Vamos a procurar reducir las tiradas a momentos clave, ya os indicaré cuando tenéis que tirar. Por otro lado, casi mejor que olvide tus tiradas, has pifiado en las dos. Vamos, que Larry casi casi va saltando, cantando y bailando por el medio de los pasillos XD

La pifia es poderosa en este juego y una gran putada a los jugadores.

Un saludo!

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17/09/2017, 01:59
Jamal

Varios factores entraron en juego en contra de Jamal, provocando que este cayese al suelo derribado por el anciano. La situación sin duda era de lo más cómica para Flufo, no así para Jamal.

Raymond, con toda su buena intención, acudió al rescate de su amigo y tomando de los hombros al mendigo, comenzó a retirarlo. Pero a Jamal no lo llamaban la bestia por nada. Haciendo gala de su poderosa fuerza, empujó al mendigo arrojándolo al suelo. Resoplando cual toro bravo, se puso en pie de un salto y se abalanzó contra el mendigo. Como si de una pinza se tratase, su mano se cerró alrededor del cuello del demente y lo alzó en el aire como si no pesase nada.

El miedo o más bien el pánico se apoderó de la mirada del mendigo, quién agitando las manos, trata de decir algo. Aunque la férrea presa a la que estaba sometido, le impedía por completo hablar y tan solo podía emitir gemidos de dolor.

-¡¿Te atreves a tocarme, pedazo de mierda!? ¡Voy a arrancarte la jodida cabeza!

La mano libre de Jamal se transformó en un mazo y se alzó amenazante, pero tras meditarlo durante unos instantes, lo libero. Cayendo al suelo como un saco de patatas, el mendigo luchó por recuperar el aliento y sobreponerse.

-¡Será hijo de puta! ¿Has visto lo que ha hecho este mierdecilla? Tienes suerte de ser un jodido viejo, en caso contrario estarías recogiendo todos sus putos dientes.

Jamal no bromeaba, si el mendigo habría sido más joven ahora estaría recibiendo la paliza de su vida. Pero incluso hasta la Bestia poseía su propio código de honor. Pegar a un viejo no iba con él, no al menos a uno tan débil y que no suponía realmente una amenaza.

-Levanta, anda. -ordenó a la vez que lo agarraba de un brazo y prácticamente lo ponía él solo en pie. -No quiero oír una mierda más, si dices una sola palabra más, te parto la cara. Ahora vamos, no puedes estar aquí.

Intimidado por la mole de piel azabache, guardó silencio lanzando una mirada de ayuda a Raymond. El mendigo parecía de pronto mucho más viejo y más abatido que nunca, incluso de sus ojos comenzaron a caer lágrimas. El hombre parecía estar buscando algo de humanidad allí, pero tan solo se había encontrado con más desprecio y violencia.

-Lo-lo siento, no quería que os hiciesen daño, no querían que hiciesen daño a los niños. Me iré si es lo que queréis, pero proteger a los niños, por favor.

Su voz eran tan solo un suave hilo que mostraba aún más lo abatido que se encontraba, no opuso resistencia durante todo el trayecto hasta que salieron del laberinto.

-¿Qué diablos ese ese barullo?

De la zona del banquete provenían gritos de dolor y miedo, así como el sonido de platos rompiéndose y mil cosas más.

-No me jodas que los invitados se están pegando.
-Liberando al mendigo, lo dejó a cargo de Raymond. -Espera aquí con el viejo, voy a ver que diablos pasa.

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17/09/2017, 03:05
One World

Katherin había hecho todo lo posible para entretener a Renée el máximo tiempo posible, pero no podía arriesgarse a perder el trabajo. Costearse la universidad era su principal prioridad, por lo que cubrir a sus compañeros estaba bien, siempre y cuando no amenazase con perderlo todo.

Mentalizándose para lo que estaba por llegar, avanzó por el camino en dirección hacia la zona del banquete. Tan ensimismada iba en sus propios pensamientos, que tardó tiempo en darse cuenta del gran alboroto que provenía del banquete. El sonido de copas y platos cayendo al suelo la resultó tremendamente familiar, pero lo que realmente la horrorizó, fueron los gritos que provenían de allí. Miedo y dolor se mezclaban alzándose a través del barullo de lo que parecía una gran pelea en toda regla.

Por puro instinto se detuvo dubitativa sin saber bien que hacer ¿Avanzar hacia la pelea o regresar a las cocinas?

-Ahhhhhhhg

Resonó de pronto provocando que los pelos se la pusiesen de punta. No estaba segura de cómo catalogar lo que acababa de escuchar, parecía una especie de gruñido o lamento, mezclado con el sonido que produce la tiza sobre la pizarra.

Fuese como fuese, lo realmente preocupante era que sonaba realmente cerca...

A escasos metros de ella, un hombre ataviado con un sucio uniforme militar la observaba. Sus ropas, desgarradas y cubiertas de sangre hacían resalta aún más los rasgos de su rostro. Aquel ser, aquella cosa parecía escupida del propio infierno.

El soldado sufría de algún tipo de espasmos que lo sacudían cada poco tiempo, su cuello se torcía hasta ángulos casi dolorosos contemplándola y así permaneció durante escasos segundos.

Hasta que de pronto, tras emitir un gruñido inhumano, se abalanzó con gran velocidad hacia Katherine a la vez que extendía las manos para aferrarla y abría la boca prometiendola un sinfín de dolor. La escena era más propia de una película de serie B que de la vida real, pero de alguna forma Katherina supo que aquella cosa iba a matarla. Disfraz o no, sus intenciones estaban claras y pese a la tensión del momento, logró mantener la calma y dejar a un lado el miedo.

- Tiradas (1)