Partida Rol por web

Al veros, abre los ojos enormemente y dibuja una amplia sonrisa claramente forzada.

-¡Oh! buenas tardes agentes, ¿Puedo hacer algo por ustedes?-

Su voz denota nerviosismo, sus ojos viajan de uno a otro agente, claramente sorprendida porque ahora vengan más. A su lado, Patty os saludo con la mano.

¿Ha dicho para qué quiere que vayamos donde el alcalde...? medito pensativa. Sin duda ese pueblo era escalofriante y tétrico. Además de racista....  y por lo poco que había podido comprobar, ligeramente machista también.

Cuando entramos en la tienda no puedo evitar sorprenderme.. al ver a la ayudante. Pero no digo nada.

- Buenos días - comento con una sonrisa y miro a Jonh o a Sullivan ya que son ellos los que llevan la voz cantante. - Sparks - me presento, siempre educada

Sonrío cuando veo que se sorprende... sin duda un dato a tener en cuenta.

La cita con el alcalde no pintaba bien.

- Cuando los políticos meten las narices en un caso es porque quieren sacar tajada, que no les salpique la mierda o ambas, y eso significa que entorpecerán la operación.

Pero había otros problemas más acuciantes.

- Buenas tardes. 

Saludó con la cabeza a Patty, y luego se dirigió a Rose, de forma seria.

- Señorita Saltsman, nos gustaría hablar con usted. En privado, a ser posible.

Rose se queda pensativa unos instantes para finalmente asentir con la cabeza ante la petición de los agentes.

-Claro, no hay problema. Patty, si no te importa. Luego me paso a verte y me terminas de contar lo de tu sobrino.-

La secretaria, que tenía los ojos iluminados, se apagan de golpe ante la petición de Rose. Claramente deseaba quedarse en el lugar para saber que ocurría. Tras dar un efusivo abrazo  a Rose, se despide de los agentes educadamente antes de irse, permaneciendo unos instantes fuera de la tienda, aparentemente buscando algo en el bolso. Finalmente desiste de buscar nada y se aleja con paso lento pero decidido. En ese momento, la tienda queda en un absoluto silencio y el sonido de los coches de fuera resuena ampliamente en el lugar. tras soltar una leve risita nerviosa, la tendera mira a los agentes.

-Bueno, ustedes dirán-

- Esto es muy grave. Le advertimos, y aún así, nos mintió. Sabemos que está implicada en el robo de las cámaras.

John hizo una pausa, para añadir:

- Si no habla ahora, me encargaré personalmente de que le caiga la mayor pena posible.

Observo cada reacción de la mujer y me coloco junto a John. Sus palabras han sido suficiente, tal vez nuestra presencia las refuercen.

Aunque sólo tenemos la palabra de Simpson.. y no sé hasta que punto es 100% fiable..

Espero con paciencia lo que diga la mujer. O confiesa.. o le endosa el marrón a otro.. o el de antes nos ha mentido.. Desde que habíamos llegado al pueblo.. había aprendido a no adelantarme a los acontecimientos. Por eso aguardo mientras observo.

Había estado algo apatico desde la comida, no participó en las conversaciones de la misma y tampoco había hablado durante el resto de la tarde, se encontraba bastante incómodo en aquel pueblo y las muestras de racismo que habían mostrado hacia su compañero forense no le gustaban en absoluto. Una vez llegados a la tienda, se mantiene en silencio junto a la puerta con los brazos tras la espalda, sujetando con su mano izquierda la muñeca derecha y se limita a asentir levemente cuando la dueña les saluda para quedarse después allí callado, esperando que su jefe sea quien lleve el peso del interrogatorio.

Jules se quedó al margen. Eran un grupo, era cierto, pero tenían un jefe. Y el como forense era el último mono en términos de interrogatorio, y más en ese pueblo que había demostrado mantener esa semilla racista de la américa profunda y esclavista. Al menos tenía el casi inexistente consuelo de que sus compañeros parecían tan incómodos como él con el tema. O incluso más.

Nunca había sido un hombre de dotes sociales, pero Jonhson había resultado caerle agradable. Tenía una gran capacidad de quitarle peso a las situaciones, lo que le hacía un compañero ideal en aquellos momentos de tensión. Sullivan no era un hombre que se consolase con poco: los fallos siempre eran fallos...pero de los fallos se aprende y a veces era necesario que alguien retirase la venda de tus ojos.

Ahora solo falta saber si su líder demostraba sus famosas habilidades incluso con el ambiente intolerante que empezaba a abalanzarse sobre el grupo...

La mujer se queda en shock unos segundos mientras su mirada se queda fija en los agentes. Sus pupilas se dilatan y su respiración se agita. Sin embargo y para vuestra sorpresa, comienza a negar con la cabeza, aunque sus palabras suenan atropelladas.

-¿Pe-pe-pero de que están hablan-do? Yo n-n-o sé nada de r-obos. ¿Tienen acaso al-alguna prueba? Porque no pi-pienso tolerar esta clase de in-sultos en mi local-

La mujer está claramente a la defensiva, como un animal acorralado.

Miente.

Sentencio en mi mente y me acerco a la mujer.

- Tranquilícese - le digo con el tono calmado, con tres hombres de ese perfil... es posible que se sienta ligeramente intimidada. Tal vez a con una mujer se sienta.. más en confianza - Nadie la está insultando, si tenía motivos para decir lo que dijo.. será mejor que lo haga ahora y si no - digo con calma - Tranquilícese... y cuéntenos la verdad, implique a quien implique.

La mujer tuerce el gesto y frunce el ceño. Sus ojos se mueven mucho de uno a otro de los agentes y entrelaza continuamente los dedos entre sí. Tras soltar un sonoro bufido, niega con la cabeza sin fijar la mirada en nadie.

-No sé de q-que están hablando. Yo no he robado nada y mis artículos son totalmente genuinos. Pregunten a quien sea, todos les dirán que lo que di-digo es cierto. No toleraré que me insulten en mi local. Bastante mal está ya el negocio para que me vengan con acusa-ac-acusaciones absurdas-

Aunque está claramente nerviosa, no parece dispuesta a colaborar.

- Mentir al FBI es un delito en si mismo, Señora Stalstman. Fue lo único que dijo Sullivan, retirándose las gafas. Y créame, un robo es un delito infinitamente menor que el de obstrucción a la autoridad.

No era una frase con la contundencia de Dwigth, pero probablemente caería con mayor peso. Rose estaba acorralada y las amenazas solo empeoraban su situación como la de un animal herido. El alivio de oir que alguien ofrecía su ayuda sería mucho más jugoso...aunque las intenciones fueran justo las mismas.

- Colabore con nosotros. Será mucho más beneficioso para ambos.

Parece que la mujer no va a decir nada... tal ve sea mejor mantener de momento las fuentes en secreto.. a ver si presionando.

Aunque tal vez el mentiroso sea el viejo..

- Hágale caso - digo intentando parecer sensata e indicarle que es la mejor opción.

Señorita Saltsman, continuó Wight.

Estamos ante dos casos de homicidio, y se lo voy a poner fácil: colabore ya, diciéndonos de dónde sacó la cámara que le vendió a Tom Simpson, o de lo contrario llame a su abogado porque la voy a detener de entrada como cómplice en dos homicidios. ¿Me he expresado con claridad?

A pesar de sus denodados esfuerzos por mantenerse firme, la imponente voz de Sullivan, unida a su gran tamaño, intimidan completamente a Rose que empieza a balbucear mientras intenta que las palabras salgan de su boca aunque infructuosamente. Solo hace falta la presión final de Dwight para hacer que la entereza de la mujer se derrumbe, estallando en lágrimas.

-¡No tienen ni idea de lo difícil que es prosperar en un pueblo de mierda como este, sobretodo siendo mujer soltera!-

De pronto se siente muy débil y su cuerpo se desploma sobre la silla que tiene detrás. Enterrando su rostro bajo sus manos mientras solloza sin parar.

-Al principio, cuando Tom Simpson me pidió una de esas cámaras me quede extrañada, pues no sabía dónde encontrarla... Luego me vino el doctor solicitando tinta para esa cámara y me desesperé. Verán... el negocio no va muy bien y las deudas se me acumulan... Cuando oí a Tom que sabía de una tienda en Joshua Tree y lo que estaba dispuesto a pagar por ella... Parecía obsesionado por conseguir la cámara. No pude evitarlo. Planee el robo y... y...-

La mujer vuelve a estallar en lágrimas.

-Lo siento agentes, lo siento-

- ¿Participó alguien más del pueblo?- pregunto Sullivan, ignorando las diatribas morales de tener a una ladrona confesa. Que Dwigth se encargase de eso: el tenía la mente en otra cosa...y pocas ganas de pasar a ser el hombre más odiado del pueblo.  De momento prefería cederle los honores al doctor.

la mujer empieza a negar con la cabeza ante la pregunta de Sullivan, pero no llega a contestar, al ir a hacerlo, se queda muda y empieza a mirar para otro lado. Como si sopesase sus posibilidades. Con las manos apoyadas ahora en sus piernas, los agentes pueden ver que cierra los puños con fuerza, como si intentara resistirse a contar algo. Sin embargo, está abatida y finalmente empieza de nuevo a balbucear.

-Hubo alguien más implicado, pero por favor, no me hagan decirles el nombre. Él solo lo hizo porque yo se lo pedí, como favor personal y... ya está pasando por bastante el chico como para que ahora le encierren por robo. Por favor, deténganme, hagan lo que quieran, pero dejen al joven tranquilo-

Sorprendentemente, a pesar de encontrarse hundida, todavía saca fuerzas para intentar negociar con los agentes.

John suspira, como si estuviera muy cansado.

Señorita Saltsman, tenemos a su compinche grabado en video. Corpulento, con barba, se hizo daño en un brazo durante el robo. Háganse un favor los dos y no nos haga perder más el tiempo. Suelte ya el nombre y la dirección, y trataremos de ser benévolos con los dos.

Los ojos de la mujer se abren enormemente al escuchar la descripción de su compinche y durante unos instantes, queda totalmente muda. los segundos pasan sin que la mujer articule sonido alguno, con la cabeza agachada y el rostro oculto bajo sus pelos que ahora le caen para abajo. Finalmente, rompe el silencio, esta vez no solloza, su voz suena vacía y hueca, como la de alguien que sabe que lo ha perdido todo.

-Terence Benson, el hijo del difunto párroco-

Cuando termina de hablar solloza levemente y queda inerte en la silla.

Bien, empezamos a entendernos, sigue Dwight con suavidad.

Por lo tanto, Vd. le encargó a Terence una cámara (para Tom Simpson), tinta para el doctor, ¿y alguna cosa más? Saca un bloc de notas y se lo tiende, junto con un bolígrafo. Anótelo todo aquí, por favor.