Partida Rol por web

Vamos joven Sam, no temas. Conmigo aquí nadie te hara daño. Le dijo al muchacho para tranquilizarle y convencerle de que fuera con ellos. Luego se dirigió al resto.

Subamos a la chalupa, cuando lleguemos al barco máxima discreccion. A todo el que pillemos desprevenido lo degollamos. La misión es adueñarnos del barco. Si tenemos problemas volvemos por donde hemos venido con la mayor rapided posible.

No le hacía ninguna gracia ir pero todos parecían empeñados en que se subiera y al final no le quedó más remedio. Remaba aunque sin muchas fuerzas comparado con el resto de fornidos marineros y cuando se fueron acercando al navío comenzó a rezar a todos los dioses que conocía para sobrevivir a aquella noche..

Observaba al joven Sam mientras llegaban al navío a las órdenes de James, y en un acto de tranquilizarlo le revolvió el pelo y le dijo sonriendo:

Irás mejor despeinado, hay que ir arreglado para la ocasión. Le guiñó un ojo.

En la barca se encontraban el capitán James, el joven Sam Dewly, Tom Booney, De la Vega y Jack Stevens. Remaron durante unos segundos con el mayor sigilo posible, clavando las palas en el agua despacio y empujando con suavidad y fuerza.  En unos minutos llegaron al barco sin armar mucho ruido.

El capitán James les dijo que fueran subiendo uno a uno por la soga que sujetaba el ancla.

De un agil salto, el Capitán James subió ya casi hasta un cuarto de cuerda. Fue un salto prodigioso, en cuatro o cinco de sus potentes brazadas se situó arriba.

¡Vamos holgazanes! ¡Mas brio! gritó susurrando.

Trepa con esfuerzo tras Edward , situándose a su espalda una vez arriba..

Tras Sam, empezó a subir la cuerda confiado, pero cuando saltó a agarrarse se le resbaló una mano y cayó.

Maldición..... qué torpe....

Rafael miró por encima del hombro a Tom Booney.

Patan... Mira como se hace. Con bastante soltura y agilidad, aconstumbrado ya a subir al palo mayor trepó por aquella cuerda sin mayor complicación.

Engreído.... Los tipos así.... bah, déjalo Tom.... Se sentía desconcentrado, quizá un poco asustado, no..., no tanto como eso. Hizo un moviento con la cabeza para salir de su ensismamiento y se dijo a sí mismo sonriendo: ¿¿cómo he estado para resbalar??

Acto seguido, se frotó las manos y pegó un gran brinco, trepando por la cuerda con mucha fluidez. Llegó arriba con su típica expresión casi sonriente, sin mostrar atisbo de preocupación, y no dijo nada.

Al oir el resbalón de Booney, Edward lo miró con los ojos como platos y contuvo la respiración esperando que los del barco no se hubiesen enterado. Tras unos instantes de calma, suspiró aliviado.

Bueno, al menos estamos todos arriba. A partir de ahora máximo silencio. Seguidme. Se lanzó a correr agazapado, escondiendose en las esquinas o los huecos en los que se podía, y al llegar al puente de mando les avisó para que le siguieran.

Sigue al capitan muy de cerca, no quería separarse de él por lo que pudiera ocurrir , agarrando su pequeño cuchillo con miedo.

Aunque no le gustara ir delante de Rafael, siguió con mucho cuidado tras Sam, espectante por si tenía qe saltar a la acción.

Cuando todos estuvieron junto a él, Edward forzó la puerta del puente de mando y entraron. Estaba vacio, como  también el resto del barco, parecía que los habían pillado del todo.

De la Vega, venga conmigo, inspeccionaremos el resto del barco, vosotros dos quedaros aquí, al que abra la puerta sin dar tres golpes lo dejais seco antes de que entre.

Miró al capitán James y asintió. De acuerdo, aquí estaremos.

Después miró a Sam, intuía que tenía algo de miedo y mirándole le dijo: Sam, tenemos que asegurar esta zona, ¿preparado?

Eh.. uh.. em.. por que tenemos que asegurarla los que no tenemos ni idea de luchar? Bueno.. vale pe.. pero.. ¡tengamos cuidado! -se encarama a uno de los lados de la puerta con el estilete en la mano y temblando, atento a cualquier ruido extraño y con los músculos tensados como un resorte a punto de saltar..

Tranquilo Sam, yo sí sé manejarme. Le dijo a Sam confiado al tiempo que se ponía junto a la puerta espectante a cualquier cosa que pudiera oír que ocurría fuera. Le echó una mirada de seguridad a Sam y se preparó por si había que saltar a la acción.

Unos cuantos minutos que se hicieron horas después la puerta sonó tres veces como Edward había dicho y entró a continuación.

El barco está vacio, a lo que veniamos para aquí hemos escuchado varios disparos en la isla. Deben estar peleando con Van Huurt y su tripulación. Debemos ir a ayudarles.

Sí..., yo también he oído esos disparos.......

Claro, vayamos allí, necesitarán unas cuantas manos más como ayuda. Dijo pensativo dirigiéndose al Capitán James.

Tras los momentos de tensión al fin aparecía una cara conocida, aunque no le gustaba lo que proponía.

Bueno.. -frunce el ceño indeciso - vale, de acuerdo.. -suspira para nada seguro y sigue al resto de la tripulación.

Echaron a correr por la cubierta y llegaron al cabo por el que habían subido unos minutos antes, Edward comenzó a descender por él.

Vamos, no hay tiempo que perder, seguramente nos necesiten.