Partida Rol por web

Y ahora nos decían que nos marchásemos al camarote, de verdad iban a volverme loca, pero al final estaba allí para cumplir órdenes ¿no? así que sin quejarme me di la vuelta para cumplir con la última cuando de pronto una ola hizo que el barco se tambalease de forma incluso más brusca, por suerte no me pilló de improvisto y me encontraba sujetándome con fuerza al asidero, miré a mi alrededor preocupada por si alguien había caído mientras me alejaba al destino que se me había exigido sin dejar de prestar atención por si tenía que darme la vuelta y ayudar.

-Un poco más y te hubiese venido bien- bromeo con John sobre el salvavidas que le habían lanzado encontrándonos ya en una zona más segura, mirando atrás un momento para asegurarme de que todo estaba "bien" ahí fuera antes de meterme en el camarote.

Abril chistó ante el comportamiento de aquella mujer que parecía más un sargento indomable que manejaba al capitán que al revés. Así que, con aquella gran ola, la joven morena se tambaleó un poco, pero exitosamente bajó hacia el camarote. 

Las olas nunca fueron su punto flaco. Nunca, así que, volvió a gritar y decidió cooperar con su capitán. 

Por suerte nadie cayó al agua, cosa que me hizo respirar tranquilo, al fin y al cabo no todo el mundo tenía experiencia en el mar y menos aún en una tormenta del demonio como aquella, me precipité de nuevo en dos zancadas en la pequeña zona común y me hice a un lado asegurándome de que todos estuviesen a salvo, cuando Marina pasó ante mí soltó la puyita.

Cita:

-Muy graciosa, perdona pero tengo un título en equilibrio durante tormentas y vendavales, no es tan fácil vencerme, aunque seguro que alguien hubiese disfrutado con mi muerte por ahogamiento- susurré con un gesto de cierto desagrado pensando en Pedersen-Pero soy fuerte como el vinagre, no se puede conmigo tan fácilmente-sonreí con diversión-¿Tienes tantas ganas como yo para bajar a esa ciudad? Yo estoy que me subo por las paredes, es un descubrimiento impresionante..-

Tras la charla con Abril, acompañe a Drake afuera, de golpe una ola nos embiste,la aguante con soltura como buen descendiente de pueblo marinero que soy.
A veces y solo a veces echo de menos mis años de estudio en el desierto-le digo a Drake  sonriendo mientras volvemos para dentro.
 

Entonces, el bonachón de Curtis apareció en el pasillo de los camerinos. Había cuatro camerinos con literas cada uno. Por lo que se debía de dormir en parejas.

Aunque aquel barco no era simple, pues tenía un pequeño espacio para el ocio y una pequeña cocina justo con lo necesario.

El hombre os saludó enseñándoos el interior del barco donde hacían vida propia.

Veo que ya habéis conocido a la señorita Perdersen...

Si observabais el rostro de Curtis, tenía algunas migas de pan en los labios; señal de que había estado comiendo y, por ello, su falta justificada allí arriba. La comida era sagrada.

Tiene temperamento. Uno ya se acostumbra...

Sin embargo, con energía, hizo un gesto de oración. Esperaba que con el paso del tiempo, aquella mujer cambiase.

¿Jugamos al parchís? O...¿Preferís dormir? Os espera una semana... -resopló al imaginarse a aquellos pobres sometidos a los gritos de la mujer- os va a dilatar el ano...

-Vaya... ¿eso siquiera existe?- pregunté cuando presumió de cierto título para reír cuando explicó que seguramente alguien hubiese disfrutado en caso de "no haber tenido tanta suerte" -tenéis una semana para reforzar vuestra relación, ya sea con odio o tolerancia- comenté comenzando a avanzar de nuevo -por mi parte me alegro de que todos estemos bien, sobretodo si sois tan buenos como me vendieron en la reunión- expliqué antes de responder a su pregunta simplemente volviéndome hacia él con una sonrisa y los ojos llenos de pasión.

Al escuchar las palabras de Teodoro reí nuevamente, y entonces nos encontramos con Curtis -¿Vosotros os animáis?- pregunté a los dos, aunque al final ese juego solo se tratase de una excusa para sentarse y charlar un rato tranquilamente.

Cita:

Le miré con cierto escepticismo ante tal comentario-Bueno para gustos colores pero prefiero estar metido bajo el agua que estar mascando polvo-dije de buen rollo para a continuación mirar al famoso Curtis que había reclamado Pedersen y que parecía venir de comer algo.

Cita:

-¿Temperamento? No, que va, sí ha sido todo cariño y dulzura cuando nos ha amenazado con tirarnos por la borda...-dije con tono de fastidio-tendrás la paciencia de un santo amigo, porque vaya tela con la sargento semana-finalicé. En ese momento intervino Marina.

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Resoplé-¿Afianzar relaciones?pacíficamente con vosotros perfectamente, pero con esa fiera de mirada asesina, casi mejor los buenos días, tardes y noches. La veo capaz de ponernos a hacer flexiones en plena cubierta- bromeé-Y bueno aquí estamos los mejores en cada uno de nuestros campos, aunque no creo que tú puedas bucear mejor que yo- sonreí picándola sanamente y con un pequeño guiño contestando a su mirada de emoción por lo que íbamos a descubrir.

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Miré tanto a Curtis como a Marina-Claro ¿Por qué no? Sueño no tengo y mejor que estar mirando a las paredes va a ser-dije con una animada sonrisa, frotando las manos-¿Qué color queréis? Mi favorito es el azul- sonreí mirando a mis compinches de partida, al menos nos íbamos a reír como mínimo.

Después de aquel encontronazo con la ola, conocimos a Curtis, un tipo muy afable comparandolo con la nazi de su compañera
 

¿Jugamos al parchís? O...¿Preferís dormir? Os espera una semana... -resopló al imaginarse a aquellos pobres sometidos a los gritos de la mujer- os va a dilatar el ano...

Prefiero el Parchis, soy un maestro estratega a la hora de comer fichas-dije sonriente 

Miré tanto a Curtis como a Marina-Claro ¿Por qué no? Sueño no tengo y mejor que estar mirando a las paredes va a ser-dije con una animada sonrisa, frotando las manos-¿Qué color queréis? Mi favorito es el azul- sonreí mirando a mis compinches de partida, al menos nos íbamos a reír como mínimo.

El mio es el verde así que no tendra que luchar por elegir color , y bueno si sobrevivimos a los peligros de esta aventura le animo a que me haga una visita en la proxima excavación que participe cerca del delta del Nilo, ya vera que no se esta tan mal- le dije a Drake 

Tras la ronda sobre la cubierta para ver que todo estuviera en orden, y consciente de que si alguien había caído al mar con esa tormenta no iban a poderle recoger, Hallmar se aseguró que todo en el Immram estuviera bien amarrado, pero que no viera en la cubierta a su viejo amigo lo empezó a preocupar. Molesto por la situación que se había dado nada más empezar el viaje, volvió al puente encendiendo la radio.

—Curtis, ¿estás con nosotros aun? —preguntó esperando encontrar una respuesta en algún punto del barco —. Responde, demonios.

Respiró profundamente mientras tomaba de nuevo el timón del barco, dispuesto a gobernarlo en la tormenta y mandando al tripulante abajo. No quería perder a nadie más. Cuando estuvo solo en el puente golpeó furioso el timón, solo para conseguir hacerse un poco de daño en los nudillos, pero se llenó de serenidad para llevar la expedición a buen puerto.

Esas cosas no se dicen, se demuestran- reté sonriente a John cuando afirmó creerse mejor que yo en cuanto a nuestras cualidades como buzos para después devolverle mi atención a Teodoro -vaya...¿solo comiendo fichas?- le respondí con una sonrisa pícara cuando presumió de sus habilidades jugando al parchís -pues... yo me quedaré con el rojo si no tienes ninguna preferencia- escogí yo también un color dando a entender a Curtis que no me importaba cambiárselo si así lo quería cuando de pronto se escuchó la voz de Hallmar -Es cierto, creo que te requerían por allí arriba- afirmé mirándole mientras fruncía ligeramente el ceño en señal de desagrado, sintiendo tener que anunciarle que probablemente no podría echar, al menos por ahora, una partida con nosotros.

Reí divertido ante el comentario de Teodoro, era inevitable pensar en otro tipo de comida con esa referencia.

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Miré al hombre con una ceja levantada-Si eso conlleva presentarme a alguna guapa mujer de piel morena, no dudes que allí estaré-sonreí pensando en las aguas del Nilo, en los secretos que permanecían aún ocultos en sus aguas...y en la morena egipcia también, desde luego y si era en bikini con un mojito en la mano ya sería el no va más.

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Me incliné sobre la mesa en la que nos habíamos sentado, apoyando mis antebrazos en ella, enfrentándome a Marina-Ten por seguro que si no hubiese la tormenta que que hay fuera, ya estaba metido en el agua demostrándote de lo que soy capaz...-dije guiñando un ojos desafiante volviendo de nuevo a mi postura neutra sentado, pero Marina no se detuvo ahí.

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Miré a Marina y luego a Teodoro y solté un sonoro silvido-Uhhh, ten cuidado amigo, ¡que ésta señorita no come fichas las devora y además elige el rojo pasión!-aplaudí mientras reía, al final la partida de parchís iba a ser más divertida de lo que pintaba en un principio-Venga Marina empiezas tú, ya sabes, tienes que sacar un cinco ¡y abstenerse rimas tontas!-adverí con gesto bromista esperando a que el dado rodase..

Mis compañeros de viaje comienzan a jugar a un juego de mesa. Nadie se refirió a mi y siendo más de cuatro jugadores no hay espacio, además por lo oí algunos de ellos se conocen... Me limito a seguir leyendo sobre la zona a la que vamos y la expedición en general, haciendo algunos apuntes.

-vaya...¿solo comiendo fichas?- le respondí con una sonrisa pícara cuando presumió de sus habilidades jugando al parchís

vaya,pues no solo comiendo fichas, pero bueno  como usted a bien dicho señorita Sorní, no presume uno de las habilidades que tiene si no que las demuestra, empezaremos por el parchís, y si quiere usted informarse de mi nivel de habilidades en cualquier otro campo, búsqueme en cualquier momento y con gusto se lo mostrare- comente mientras le guiñaba el ojo.
Después tiro el dado y por desgracia me sale un triste 4.
Umm parece que la suerte no me acompaña en la primer tirada, bueno les toca pero mientras contarme que fue lo que os animo a participar en esta misión suicida- les digo mientras miro en la distancia al profesor Mielewczyk,que tan tranquilo ojea su libro.