Partida Rol por web

La fiesta estaba en marcha y nosotros eramos el brazo del Emperador para llevar el orden y la justicia allá donde fuera necesario.

Los xenos estaban por todas partes y aquí y ahora, el conflicto de la forja se iba a dirimir. Escuchando las órdenes del Princeps, aprieto los dientes fuertemente y comienzo a manipular los mandos del Impurus, haciendo que recorra distancia suficiente para que pueda freir al mayor número de esos insectos, así como a esas aberraciones que intentan compararse con el Dios Máquina.

El Impurus avanzo y, con un giro de 90º se encaró allá donde se le había ordenada.

Es vuestro turno. Freid a estos hijos de puta

Ajustando un canal interior entre los dos Titanes y potenciándolo hacia la Forja, en un intento por contactar con los Marines Espaciales de dentro, Justarius habló con autoridad y respeto: 

"Aquí Prínceps Justarius Shiban, al mando del Purifican Impurus y bajo las órdenes del Princeps Benkai, al mando en el Deus Assertor, a la escucha en estos momentos. Los Tiránidos intentan un ataque a gran escala por el Nor-Este de la Forja. Solicito pongan en marcha las torretas de ése sector si les es posible, aunque la prioridad es activar las defensas planetarias, si no defendemos la Forja con precisión, no servirán de nada. Nos encaminamos a ése sector e intentaremos atraer a los Xenos hacia nosotros, para dar tiempo al Deus Assertor a ponerse en posición de disparo. Intentaremos pararlos a todos, pero el número es muy grande, es posible que entre alguno, prepárense para repeler más Tiránidos." 

Abriendo con la rapidez y tranquilidad que dan los años de práctica un canal privado con Ortog, Justarius musitó..."Ortog...las escotillas....ciérrelas...o mande a alguien cerrarlas todas, si llegan tantos, no creo que nuestros hombres puedan detenerlos, será una carnicería." 

Ante la imposibilidad física de asegurar las escotillas y asegurar que el Impurus se situase en la posición indicada, abro el canal de comunicaciones interno del titán

Aquí el moderati Ortog a toda la tripulación. Aseguren las escotillas y prepárense para entrar en un posible combate cuerpo a cuerpo, repito, aseguren todas las escotillas ahora mismo, es una orden directa del Princeps Justarius Shiban. Una vez aseguradas, reporten.

Acto seguido, mantuve un ojo sobre los indicadores luminosos que señalaban la situación del Impurus, esperando a que las luces de las escotillas estuvieran todas apagadas y dieran el conforme

Como si fuera una demostración de la coordinación perfecta del mechanicum, los titanes abrieron fuego, provocando una auténtica lluvia de fuego y muerte en los sectores del 16 al 23 W, masacrando muchísimos xenos. Parecía la sincronía perfecta de la que hablaba el mechanicum y, en un instante, habían desintegrado a la mitad de las hordas surgidas de las esporas.

El cañón de plasma del Purificans dañó un par de patas de uno de los Biotitanes, provocando que este se tambaleara y se quedara inmovilizado intentando evitar caer al suelo. En cambio, el otro, viendo la amenaza que eran los titanes para las hordas se dirigió hacia el Purificans mientras los gantes supervivientes corrían bajo sus patas hacia el noroeste, huyendo de los titanes e intentando entrar en la forja. Los disparos del Biotitán rodearon al Purificans sin llegar a impactarle, pero estaba peligrosamente cerca y parecía más que dispuesto a destrozar al Warhound en combate cuerpo a cuerpo.

Mientras tanto, el bombardeo micético seguía cayendo y la Forja seguía disparando sus armas antiaéreas. Parecía que no se conseguía establecer contacto con el interior de la Forja, pero si seguía disparando era que estaba controlada por los astartes, al menos de momento. Muchas esporas cayeron al sudeste de la posición del Deus Assertor y vieron como otras tantas manadas de gantes surgían de ellas.

Galb estaba satisfecho al haber destruido tantas criaturas de un sólo ataque. Pero aún seguían lloviendo más y más, y eso sólo lo hacía más interesante.

Vais a morder el culo del Megacañón pensó mientras apuntaba y disparaba.

Pero, ¿no sería mejor salir huyendo? Pensó por un momento K-nex. La respuesta sin duda sería NO; al menos no mientras no lo dijera el princeps. Así que, ya que no parecía recibir ninguna nueva orden por su parte, decidió intervenir de la misma forma que lo estaba haciendo su compañero Galb.

Se estaba poniendo bastante nervioso, pues los enemigos no paraban de llegar e Ethan no las tenía todas consigo...
 

Justarius observó la respuesta de las tropas enemigas. Estaban haciendo lo lógico. Las tropas pesadas se encargarían de abrir paso a las tropas de asalto, al menos de distraer a las tropas pesadas enemigas, los Titanes. Por su parte, ellos harían lo que tuvieran que hacer, sin dejarse distraer. La lógica le decía que pusiera la mayor distancia posible entre ésos enormes monstruos y su Titán, pero en éste momento, no sólo estaban en juego sus vidas, la forja o el Dios-Máquina, estaba en juego un planeta entero, y posiblemente, el resto del sistema, y no se diría que el Purificans retrocedió faltando al deber. 

Las armas con las que contaba el Biotitán eran formidables, una maravilla de la biogenética, si no fuera porque era un aborrecible y despreciable Xeno dispuesto a comerse todo lo que se pusiera por delante, sin dejar nada a su paso. Ideó un plan rápidamente, no contaba con escapar de la pasmosamente endiablada velocidad de aquellos monstruos, pero quizá podría contenerlos unos minutos más. De todas formas, controló su voz, ya que sabía que si esa cosa los cogía cuerpo a cuerpo, poco podrían hacer. No dejó entrever emoción alguna, no podía dejar que sus hombres pensaran que podían perder, la moral era lo más importante. 

"Ortog, quiero que como mínimo estemos en I-11 lo antes posible, tenemos que cortar el paso a esas bestias. Pero lo prioritario es que intente llevarnos hasta H-10 o más allá dándonos opción de disparar nuestras armas, hágalo como usted sabe. Según los cálculos que me hace llegar el Logi, el Biotitán no podrá alcanzarnos en esa zona y Cornellius lo tendría a placer si nos sigue para destrozarlo más tarde."

"Cornellius, el disparo ésta vez debe ser más preciso que el anterior, pero yo sé que usted puede hacerlo. Para maximizar en ésta ocasión y teniendo en cuenta que nuestra prioridad es detener a esos Biotitanes, pero que también debemos detener a la mayor parte de Gantes posibles, usted, cuando estemos en O-16, va a disparar a Q-11, para dañar al Biotitán enemigo y vaporizar unas cuantas hordas más, mientras, yo, cuando pasemos por J-12, dispararé en la diagonal para tratar de alcanzar la mayor cantidad de Gantes posibles. Háganlo, o no lo hagan, pero no lo intenten."  

Abriendo el canal interior del Purificans transmitió a todo el Titán...."Atención, aquí el Princeps Shiban. Contacto inminente. Aseguren mámparas y prepárense para un posible abordaje. Espero que hayan cerrado y asegurado todas las escotillas y que nuestro amado Dios-Máquina esté cerrado y estanco."  

Mientras hablaba, una parte de su consciencia se iba fusionando con los sistemas de puntería del Purificans, mientras los vectores de disparo aparecían en su retícula retiniana y mentalmente contaba los segundos para el disparo.....

Lo que pedía el Princeps Justarius era disparar a un biotitan en movimiento maxificando el daño por área a los objetivos secundarios y para colmo, mientras el Purificans se movía a toda velocidad bamboleándose como si se tratase de un ogrete borracho.

Afortunadamente el Empreador ilumina a los hombres de corazón puro y el Dios Máquina estaba alineado con su consciencia. El moderati calculó la deriva del disparo mientras los condensadores de plasma hacían lo propio y esperó al momento exacto en que el haz de plasma impactaría contra el biotitan. Era pura trigonometría, o instinto, o fe... pero lo que vino después fue un impacto en toda regla.

El princeps Justarius conseguía, gracias al Ommnissiah, domar el arma de su titán, haciendo una ráfaga en línea digna de un manual. Cornelius, por su parte, hizo saltar por los aires a otras tantas manadas de gantes, limpiando casi por completo la zona norte de la Forja. El problema fue que, sin saber el motivo, Ortog no movió el titán como se esperaba de él, lo que hizo que uno de los Biotitanes los alcanzara. Vieron perfectamente como la boca se abría y engullía la cabeza del Titán, donde estaban los princeps. La presión hizo saltar todas las alarmas, pero no parecía que fuera a conseguir nada, por el momento. La armadura resistía.

El Deus Assertor seguía quieto cual fortaleza, abriendo fuego contra todo lo que había al sur, sureste de la Forja y casi aniquilando a todos los gantes que había por la zona. El cañón de plasma y el megabolter hicieron casi todo el trabajo, pero el otro Biotitán parecía dirigirse, más lento por las patas dañadas, hacia el otro titán, o quizás quisiera atacar al Purificans por atrás.

     Las hordas xeno continuaban acercándose a la forja e incluso algunas de ellas se habían desviado hacia el Deus Assertor. El impulso inicial de Benkai fue centrar el fuego en las progenies que se acercaban a su posición, pero pronto cambio de idea a ver en el auspex que ambos biotitantes se aproximaban al Purificans Impurus. Si no hacía algo para ayudar a Shiban, él y su máquina estarían condenados. Con una orden mental, el cañón volcán apuntó a la segunda criatura gargantuesca y abrió fuego. El disparo fue colocado con una precisión quirúrgica y el haz de energía causaría estragos con total seguridad sobre la máquina viviente.

Justarius frunció el ceño cuando el Titán no se movió a las coordenadas ordenadas. Ahora no era momento de fallar, ni tampoco de discutir. Si sobrevivían, luego vería si el fallo era del moderati, del Titán, o qué había pasado. Las planchas de protección de su Dios-Máquina aguantaban la presión, pero nadie sabía durante cuánto tiempo. Ni tampoco sabían qué otras sorpresas les tendría preparada ésa criatura. Tenían que salir del cuerpo a cuerpo cuanto antes. Incapacitar las extremidades había sido un acierto, si Cornelius pudiera repetirlo.....

"Ortog, muévanos de una vez. Coordenadas I-11. Sáquenos del alcance de sus garras y de esa asquerosa boca. Necesitamos espacio para maniobrar y sobretodo, para disparar." 

"Cornelius, éste Xenos piensa que puede destruirnos, y que de tan cerca no podremos hacerle nada. Vamos a enseñarle lo equivocado que está. Fuego a S-17, repito. S-17. No falle. Según mis cálculos, ambos Biotitanes serán impactados. Que la Furia del Omnissiah guíe su mano." 

Sobreponiéndose a la lógica aprensión que le producía ver a esa enorme mole tan cerca con las mandíbulas abiertas intentando llegar a ellos, anuló todas las distracciones exteriores y calculó de nuevo un vector de disparo. Se dio cuenta que si disparaba correctamente, podría conseguir un buen disparo, impactar en el Biotitán y volver a impactar en las hordas, así que, levantado su brazo izquierdo, el enorme cañón MegaBolter comenzó a girar y a escupir kilotones de munición.....pero aunque lo intentó con toda su pericia, el dolor de cabeza y sobretodo, una garra del enorme Hierofante que golpeó el cañón del Titán, desviaron los disparos, impactando en tierra de nadie....

"Maldita sea....asqueroso Xeno bastardo de mierda salido de una cuba de ácido..." de la nariz de Justarius salía un poco de sangre, que se diluía en el líquido en el cual flotaba, formando una nube oscura delante de su cara....

A pesar de haber superado la sorpresa inicial, parecía que el movimiento del Purificans lo había ordenado por puro instinto sin ser consciente de la situación, como si me mente todavía estuviera observando las hordas que salían como una marea de insectos.

El impacto con el biotitán logró sacarme de mi ensimismamiento, y apretando fuerte los dientes manipulé rápidamente los controles para ejecutar una maniobra evasiva que nos alejara de esa enorme bestia.

Con unos hábiles movimientos, el titán se zafó del biotitán para situarse en la nueva posición, esperando que el Deus aprovechara esa colocación y destruyéramos a estas bestias, las grandes amenazas para superar la misión que nos habían encomendado.

Cornelius era perro viejo y simplemente se limitó a guardar la calma. Sabía que su compañero moderati conseguiría zafarse y en el momento en que lo hizo y el cañón de plasma quedó libre para apuntar hizo un disparo certero para afectar a ambos titanes. Aunque estaban plantado cara, asía que aquello no pintaba bien.

¿Se puede saber qué demonios hace el Deus Assertor? Si dan prioridad a matar a unos bichitos antes que entrar en gloriosa pelea con los biotitanes, es que son estúpidos o cobardes. Más vale que nos ayuden sin demora o cuando baje de este titán los denunciaré yo mismo por ineptos.

El Purificans se separó del biotitán y empezó una ligera huída mientras disparaba hacia ambos xenos gargantuéscos causando una cantidad de daños interesante, el problema es que las hordas de gantes se les echaron encima y comenzaron a introducirse por todos lados que podían, provocando una invasión al 100% del titán, pero por si fuera poco, el biotitán del que se habían destrabado volvió a acercarse hacia ellos, cargando contra el dios-máquina, pero en esta ocasión utilizó una de sus enormes patas como si fuera una lanza impactando en el brazo derecho, como si se hubiera dado cuenta de que el arma de plasma era la que causaba una mayor destrucción hacia ellos. La pata se clavó ligeramente en el brazo sin causar grandísimos daños, pero había penetrado la armadura y eso era una brecha por donde podían entrar los gantes. Las alarmas de seguridad biológica sonaron y la llamada a zafarrancho de combate para evitar la invasión comenzó a sonar por todo el titán.

El Deus hizo un disparo que volvió a dañar al otro hierofante, que soltó un gemido atronador por el dolor del impacto. El gran xeno cojeó, pues tenía dañadas las patas de un lado, y abrió fuego con los lanzadores de dardos que tenía bajo la cabeza, como si fueran dos diminutos brazos. Uno de ellos falló estrepitosamente mientras que el otro lanzó unos impactos directos al torso. Muchos disparos fueron repelidos por los escudos de vacío, hasta que estos se colapsaron y permitieron la entrada de los otros, causando un gran traqueteo en el torso del titán. Las alarmas de seguridad sonaron también en el Deus mientras un par de hordas se lanzaban sobre él y trepaban, llenándolo de xenos que luchaban por entrar por esa endidura.

Las alarmas resonaban por todo el Titán, las luces de las múltiples señales de lucha parpadeaban en la retina de Justarius, mientras unas risas resonaban en su cabeza y hacían que él girara su cuello a izquierda y derecha, buscando el origen....."malditos...malditos......no....no me cogeréis...siempre estaré preparado...atreveos...atreveos...."....

La voz del Princeps se escuchó retumbante por todo el Dios-Máquina "ATENCIÓN, BRECHA DE SEGURIDAD EN BRAZO DERECHO, EQUIPO DE CONTENCIÓN, ES SU MOMENTO, EL MOMENTO DE LA GLORIA, ¡POR EL OMNISSIAH! DETENGAN A ESAS SUCIAS CRIATURAS, ELLAS NOS QUIEREN ARREBATAR NUESTRO MUNDO, ¡DEMOSTRÉMOSLES QUE NO NOS RENDIREMOS SIN LUCHAR! ¡A MUERTE!¡A MUERTE!¡A MUERTE!"

Apenas un segundo después, se oía la estruendosa sirena del Purificans, como un grito de batalla lanzado por el propio Titán, compaginado a la perfección con la arenga de su Princeps, parecía que el propio Dios-Máquina estaba dando sus fuerzas a los hombres que defendían su interior. 

Justarius sonrió...siempre se le habían dado bien las arengas en mitad del combate.....pero estos enemigos no eran los normales, dedicó una parte de su cerebro a seguir con interés los resultados que los cogitadores arrojaban en el interior de su ojo.....quería saber cómo iba la batalla, así que realizó varias marcas-alarma, para que cada vez que los números de sus hombres bajaran de cierto punto, sonara un pitido, indicándole así rápidamente si la cosa iba bien o mal, sin tener que prestar toda su atención a eso. 

Luego miró a sus moderati, y transmitiendo sólo para ellos les dijo...."Señores.....la Forja, sus hermanos de batalla, sus hermanos moderati, los secretos del mechanicum, éste mundo, el sistema entero....dependen de ustedes....¿van a permitir que éstos Xenos nos venzan? Espero que no. Hagan sentirme orgulloso. Cornelius...aguante el disparo.....que Ortog nos saque del cuerpo a cuerpo en dirección hacia la puerta norte de la Forja y en el momento que estemos a distancia de seguridad, dispare hacia el Titán, quiero un impacto directo. Olvídese de las hordas de Gantes, hay que tumbar a esa cosa cuanto antes. Yo voy a tratar de saturar sus escudos..." 

Uniendo acción a su palabra, hizo retroceder ligeramente el codo del Titán y apuntó directamente hacia la cara de la enorme bestia que tenían encima.....apretó mentalmente el gatillo mientras los tambores del enorme arma giraban sin cesar.......

Cornelius esperó a tener la suficiente distancia como para poder hacer un disparo limpio sin afectar a sus propios escudos, el Purificans lo estaba dando todo, enfrentándose a una bestia alienígena que le doblaba en tamaño y cuya sola presencia era tan herética que mirarla dañaba a los sentidos. Y estaba dando la talla, pero el golpe en el brazo que manejaba el cañón de plasma había sido peor de lo que parecía y cuando el artillero del mechanicum ordenó al Titán levantar el brazo, este aulló con alarmas mientras caía la presión de líquido hidráulico. El disparo salió errado por mucho al no poder disparar.

Maldición, que el Omnissiah me perdone...

Dijo el moderati apesadumbrado, no había podido corresponder a las palabras de su Princeps y todo iba de mal en peor.

Las hordas de gantes estaban dentro, pero Ortog consiguió separar al Purificans andando ligeramente más despacio, pero provocando un giro que situaba las armas del titan delante del xeno gargantuesco. Sabía que no podía hacer nada por la invasión todavía, y que si los xenos llegaban al puente de mando sin que se hubieran cargado al biotitán, estarían muertos.

Ortog disparó con el plasma, fallando al biotitan, pero haciendo saltar por los aires a los gantes que iban detrás de él. Las otras hordas se iban acercando, como impelidas por sus compañeros que estaban dentro del titán.

Justarius disparó una ráfaga contra el biotitán a la vez que este disparaba otra contra ellos. Ambos se causaron estragos y los disparos del Purificans sobrecargaron algo parecido a las pantallas de vacío antes de impactar en el ser, causando heridas. Los sistemas del titan mostraron impactos en el torso y la pierna derecha, pero fueron daños leves.

Mientras tanto se escuchaban gritos por las comunicaciones, gruñidos, maldiciones y sobretodo golpes húmedos, como de cuchillas o espadas impactando sobre carne y quitina. Tras unos instantes se escucharon gritos de júbilo- Primera oleada repelida, cero bajas -se escuchó la voz de uno de los sargentos de la milicia interna del titán.

La tripulación respondió casi inmediatamente cuando empezaron a sonar las alarmas de alerta de invasión. Todos los soldados de la milicia salieron a defender el titán, pero la cosa estaba igualada. Los gantes no eran afectados por los laberintos sinuosos, ellos simplemente iban en marea hasta donde pudieran, y los soldados intentaban hacerlos retroceder antes de que pasara algo.

Benkai dio las órdenes pertinentes para que se defendiera el titán mientras fijaba su objetivo en el xeno gargantuesco que se arrastraba como podía y que antes le había causado tanto daño al Warlord. Los escudos se habían regenerado, pero esta vez parecía tener al biotitán delante de él. Disparó y acertó justo bajo la cabeza del ser, desplazando ligeramente el cañón segó esas armas insidiosas que habían causado daño al Deus Assertor.

K-Nex fijó el megabolter sobre el titán y disparó. Varios proyectiles parecieron desviarse por culpa de una especie de pantalla de vacío, que fue desactivada durante un momento por la cantidad de proyectiles mandados y consiguió impactarle, pero no pareció que le llegara a causar daño.

Galb, por su parte, quiso asegurarse de que no eran invadidos por más seres al ver que el titán enemigo ya estaba casi anulado por completo, por lo que disparó a las hordas que correteaban cerca provocando que saltaran por los aires. Lo malo era que muchas otras corrían para ocupar sus puestos.

     Desde dentro del tanque amniótico, Benkai sintió las oleadas de dolor que anunciaban el daño recibido por el titán. Estaban unidos de una forma tan directa que el dolor de uno era el de otro. Carne y metal unidas por la sensación de desgarrarse ante las armas xeno. La respuesta no se hizo esperar, apretó los dientes por puro instinto mientras era protegido por el fluido de datos y con habilidad usó el cañón volcán casi a quemarropa cual escalpelo láser para cercenar los apéndices ofensivos de la criatura con devastadores efectos.

     Un chorro de datos apareció en las consolas de las distintas zonas alertando de la intrusión para que cada estación del titán se preparase para el asalto. Las instrucciones debían ser las precisas para no ofrecer ordenes contradictorias al personal y que cada uno supiese qué debía hacer. Pronto la batalla en el interior de la máquina comenzó y el peligro de ser corroídos por aquella infección se volvió real. Si no eran capaces de purgar la amenaza la misión podría complicarse de verdad.