Partida Rol por web

En un universo paralelo en el que el Joker sí logró secuestrar el submarino USS Hero Alexander Hamilton, las cosas iban a la deriva. Harley Quinn había sido detenida en el muelle de Gotham, una molestia menos. Pero eso también significaba que en las profundidades del mar nadie podía escuchar sus chistes.

El puente era amplio. Tenía un aspecto que recordaba al puente de Startrek (cosas wokes sobre la salud mental de los soldados en espacios pequeños, que obligaba a hacerlos más amplios y habitables), y la silla central tenía un montón de botoncitos para pulsar. Uno de ellos hizo bajar una pantalla que mostró un video tutorial...

 ... bzzz... Bienvenidos, técnicos del USS Hero Alexander Hamilton. Soy el doctor Emil Hamilton, pero no somos parientes...-. Levantó la mano para ver más de cerca el mando que sujetaba, pulsó un botón y sonaron risas enlatadas-. Odio las presentaciones, con lo a gusto que estaría en mi laboratorio... Ejem... Muchos creen que en pleno siglo XXI los submarinos americanos siguen movidos por energía nuclear. ¡Nada más lejos de la realidad! Durante los siguientes videotutoriales veremos las funciones del motor de sombra, nombre patentado.

El científico se apartó del primer plano y dejó ver a un hombre encerrado en una esfera de cristal con cables. Unos trípodes enfocaban bombillas brillantes hacia la esfera de cristal, iluminándolo con gran intensidad.

 La ventana del futuro está compuesta por energía metahumana de la dimensión de las sombras. Aislándola y aplicando una pequeña descarga...-. Unos arcos voltaicos se crearon dentro de la esfera electrocutando al humano del interior; como resultado, unas sombras salieron de él y unas luces tras la esfera empezaron a parpadear-. Al estimular al sujeto de pruebas, la energía sombría se reproduce a sí misma produciendo electricidad aún después de que la estimulación eléctrica inicial haya cesado. El motor de sombra, nombre patentado, está ubicado en la sala de motores, cubierta de popa, como muestra el plano que ven en pantalla. ¡Bajo ningún concepto deben abrir la manija B3 que liberaría al sujeto de pruebas!

Mientras el video se ponía con explicaciones más técnicas, una segunda pantalla descendió. Era el radar, que acababa de localizar un objeto artificial en superficie.

~Oooh~  - Se sorprendió el Joker con exagerada teatralidad al ver la pantalla donde un tipo muy majo reproducía las instrucciones del submarino - Esto suena genial, ¿Cual será el limpiaparabrisas? - Conforme avanzaba el Joker se subió sobre la pantalla para verla más de cerca - ¿este enterrador tan serio? - Con un pintalabios dibujó rápidamente una sonrisa sobre la imagen de Shade - Muchísimo mejor... bla bla bla manija B3

Se dio una vuelta sobre aquella silla de comandante de la flota estelar buscando un diario de bitácora.

El comunicador de a bordo rozaba casi los sonrientes labios del Joker - HaHAhaHA Espero esten disfrutando de este nuestro crucero cruzado a bordo del HA-HA-MILTON HÁ HÁ. Si miran por la escotilla de proa verán el campo de estrellas de mar y entrando en la lanzadera de torpedos podrán visitarlo a partir de las quince horas. hU HUhu

El joker corrió al panel de control

- CAPITÁN OBJETO NADADOR NO IDENTIFICADO EN SUPERFICIE

CAMARÓN QUE SE DUERME SE LO LLEVA LA CORRIENTE, ¡PERISCOPIO!

El joker bajó el periscopio pero solo veía agua - Demonios, esto está muy sucio que alguien salga fuera a limpiarlo, ¡Aproximación!

 El joker corrió a los controles del submarino

¡A la orden capitán! - accionó las descargas al motor de sombra para hacer avanzar el submarino hacia el ONNI

Cuando el submarino subió lo suficiente, el periscopio mostró imágenes por encima del nivel del mar. Se trataba de un hidroavión flotando a la deriva. Cerca de la cola había una serie de agujeros de bala (seguramente habían alcanzado el depósito de gasolina dejando a la avioneta sin combustible en mitad del vuelo). Pero lo más curioso era ver a un gorila sentado en uno de los flotadores del hidroavión mientras intentaba pescar algo con una caña.

En la mente del Joker se empezaron a formar imágenes de sus recuerdos con aquel viejo amigo: Jackanapes. Era justo lo que el apuesto payaso necesitaba sin saber que lo necesitaba: un gorila con metralleta, y tal vez tutú. Alguien peludo con quién hacer equipo, que no fuera Harley Quinn sin depilar.

La escotilla superior del HA-HA-Milton se abre y aparece un Joker con la camisa sucia y arremangada con terribles manchas de sudor debajo, mientras el gigantesco vehículo se acerca a tan extraña embarcación. Se frota las manos con malevolencia al pensar qué podría conseguir con un simio-amigo, y el nombre tan gracioso que le iba a poner, sin embargo al seguir recortando la distancia observó el casco y la caña de pescar.... ¿¿De verdad ese simio había llegado hasta allí volando?? LA IDEA ERA CARCA JA ha HAha ha ha heante  - AH de b-AH -RR - co marinero, ¿Sabes porqué Noé casi no podía pescar?

Por que solo tenía dos gusanos HAha ha HA ha ha hA

Parece que.... te ha llegado un Pez PAYASO HA ha ahHA HA ¡Mejor! ¡Soy un Joker!

El Joker estaba a punto de caerse del submarino con el ataque de risa y se sujetaba fuerte las costillas con el antebrazo izquierdo. Aún casi llorando y con sollozos que hacían dudar de la seriedad con la que hablaba preguntó - ¿Te pondrías un traje de Valet?  Te veo con unas gigantescas hombreras verdes y una bandana dorada. 

Si aún albergas dudas mi musculoso y extravagante amigo me dirijo a mi república Bananera y tú serás mi PRIMER MINISTRO hasta que encuentre a alguien que sea más grande y peludo que tú. ¿¡Qué me dices!?

Con suavidad, había ido deslizando la mano hacia su chaqueta y al recibir la mirada suspicaz sacó un plátano para apuntarle y con una sonrisa retirar la piel que lanzaría al mar mientras mordía el delicioso y maduro banano - Tranquilo ñam gronfl, simio no mata simio, ¿Tienes nombre o debo llamare Valet número3?

Era difícil determinar si Grodd había tenido suerte o no. El gorila telequinético no había podido cumplir su sueño de llegar a las Américas en hidroavión. Su transporte había sido agujereado y Grodd se había visto obligado a pescar para intentar aguantar hasta que alguien lo encontrase. Y no es que fuese precisamente un buen pescador... Por suerte, alguien lo había encontrado y eso le permitiría sobrevivir.

Sin embargo, al ver que se trataba de un humano con el pelo verde y una extravagante sonrisa en la cara, Grodd tuvo por seguro que aquel no era un humano común. ¡Para colmo estaba contando chistes!

-Maldito Solovar... -masculló Grodd, considerando responsable de la tragedia que estaba viviendo a su enemigo gorila-. ¿El Joker? -"¿De qué me suena eso?" estaba seguro de haber oído aquel nombre con anterioridad. El gorila mostró los dientes cuando el Joker le preguntó si se pondría un traje de valet-. Un gorila no cubre su cuerpo de ropa, humano -expresó, de forma brusca-. A menos que sea una armadura de combate -aclaró, añorando ya a Ciudad Gorila-. Soy Grodd. Solo quiero llegar a tierra y hacerme con suficientes armas y tecnología como para dar un golpe de estado y recuperar lo que es mío -El gorila empezó a pensar que su ofrecimiento sonaba demasiado al de cualquier príncipe nigeriano-. Tu república bananera no me interesa, pero si me proporcionas lo que necesito, puedo ayudarte. ¿Cuántos gorilas con habilidad para el control mental conoces, pequeño humano?

El Joker masticaba su plátano señalando al gorila y escupiendo trozos de banana al vociferar - ¡Sabía que podrías hablar! ¡Un simio parlante! ¡Me encantas! HahHahahaHAhA - Lanzó distraídamente la piel de plátano escaleras abajo en el interior del submarino. - No estoy seguro de estar entendiendo lo que me propones Grodd.... estás náufrago en el mar, con tan solo una caña de pescar ¿Y eres tú quien me ofrece su ayuda a cambio de armas? - Sopesó la oferta para empezar a carcajearse - HAhAHaHahA de acuerdo Grodd, yo te ayudo a llegar a tierra y tú me ayudas con mi República Bananera, y después negociaremos cuantas armas quieres para conquistar no se qué país

Bien querido Grodd Bienvenido al Ha-Ha-Milton, el viaje no es largo no obstante: ¡Agárrate! ¡Que zarpamos! - El Joker cerró la escotilla tras de sí, echando un último vistazo por el periscopio para ver si Grodd había decidido embarcar en la cubierta del submarino o no- Y dijo el marinero ¡Capitán nos hundimos!, a lo que su capitán respondió: estamos en un submarino imbécil

Accionando la palanca de velocidad de crucero y a profundidad de superficie - Arrrrancandoo

Grodd gruñó mientras subía al submarino. Aquel humano era tan extraño que, desde luego, no intentó utilizar sus dotes de control mental contra él. El gorila telequinético estaba seguro de que el Joker tenía una mente demasiado compleja y caótica como para poder dominarlo.

-¿Los humanos os divertís con esas historias? ¿Esos... chistes? -le preguntó Grodd, con más interés del que cabría esperar para un simio sin sentido del humor. Algo le decía a Grodd que tendría que aprender de la locura del Joker si no quería perder él mismo su propia cordura al estar viajando juntos-. Conozco uno de esos... chistes... -aseguró, una vez que Joker cerraba la escotilla.

Empezaba a entender quién era el sujeto de cabello verde, pues su fama se extendía más allá de Gotham. ¿No era aquel que solía pelearse con el primitivo humano que solía disfrazarse de murciélago?

-Un cura, Batman y Michael Jackson deciden ir a un orfanato. ¿Qué tienen en común? -le preguntó al Joker, contando aquella chanza con absoluta seriedad.

Orm nadaba sin rumbo fijo. Buscaba un lugar en el arrecife dónde poder dormir un poco. Entonces sintió la vibración del agua encima de su cabeza. Sobre él, uno de esos vehículos submarinos de los humanos pasó a toda velocidad. El Amo del Océano había asaltado submarinos antes. Eran impropios de un Rey, pero tendrían algunas comodidades que no ofrecía acampar en la naturaleza: un catre, uno de esos imprecisos mapas náuticos para guiarse, una caldera para calentar agua...

El Amo del Océano trató de seguir al submarino, pero poco a poco se fue quedando atrás. Un vehículo así de rápido implicaba motores de tecnología nuclear, y eso significaba que no podía agujerearlo con los rayos de su tridente: cualquier fuga envenenaría el agua y se extendería con las corrientes hasta asesinar a cientos de atlantes. Necesitaba entrar por lo que los humanos llamaban vela o torreta: la torre en el lomo del submarino. Pero cualquier conjetura pasaría por recortar distancias y no quedarse atrás, daba igual si no le daba alcance.

Y entonces, el submarino empezó a ascender sin previo aviso hasta detenerse en la superficie...

Para cuando Grodd y el Joker habían llegado al puente y empezaban a maniobrar, una figura humanoide pasó por delante del ventanal de metacrilato tintado y presurizado.

Lo siguiente que se escuchó fue un pequeño y lejano  amortiguado por el océano. Una luz se encendió en los controles y un monitor ya conocido por el Joker descendió con un nuevo video del Doctor Emil Hamilton.

... bzzz... Bienvenidos, mecánicos del USS Hero Alexander Hamilton. Soy el doctor Emil Hamilton, pero no somos parientes... Debería renovar mi repertorio... Ejem... El piloto encendido con forma de calavera indica que la compuerta de la torreta ha sido comprometida. ¿Significa eso que vais a morir todos? ¡Nada más lejos de la realidad! Durante los siguientes videotutoriales veremos cómo afrontar una crisis de voladura de escotilla exterior para evitar que el agua inunde el submarino convirtiéndolo en una tumba en la que todos muráis horriblemente ahogados. Por favor, sentaos. ¿Todo el mundo tiene bolígrafo y papel para tomar notas? ¿No? Está bien, podéis pausar el video e ir a por una libreta. No tengo prisa. Soy solo una grabación, y... con mucha probabilidad, no estoy ahora con vosotros ni soy yo quién corre peligro de sufrir una muerte inminente.

A través del periscopio podían ver al asaltante, armado con un tridente que disparaba rayos contra la misma escotilla que habían usado Grodd y el Joker para entrar. El metal no aguantaría mucho tiempo.

El exilio era un plato de mal gusto, mayor si cabe en el caso de un miembro de la realeza como era Orm. Haber escogido una autoimpuesta separación de Atlantis, aunque buscando mediante ella un futuro mejor para el reino, no le hacía gracia ni le reportaba satisfacción. Todo lo contrario, le provocaba hastío. Vagar por los mares meditabundo, sin rumbo establecido, carente de destino, tampoco ayudaba.

 No tuvo tiempo de ceder a la morriña. Al percibir un nuevo agravio en ciernes por parte de los moradores de la superficie, el Amo del Océano apartó de sí los pensamientos melancólicos. De nuevo, igual que múltiples veces en el pasado, usaban uno de esos vehículos sumergibles descaradamente, el cual Orm estimó de funcionamiento nuclear. Bien se podría creer que eran ellos los señores de los mares. 

 Con la idea de hacer del submarino su presa, lo persiguió hasta que emergió. En ese justo momento, arrancó furioso el abordaje de este por medio de un disparo de energía procedente de su tridente, sujeto con ambas manos, contra la torre de entrada con el designio de crear un acceso al interior.

 —¡Mezquinos respiradores de aire, os encontráis ante un miembro de sangre real atlante que no piensa tolerar vuestra invasión! —pronunció amenazador—. ¡No os permitiré mancillar los mares con vuestros desechos!

 Tenía un ligero grado catártico el hecho de dejar fluir el lenguaje de la violencia después de haber sido encerrado, huir e iniciar un destierro por voluntad propia.

El Joker se sentó frente al video - Encantado de volver a verle de nuevo Profesor - Interpelió el Joker frente al video

- Es mi segundo de a bordo - Le aclaró a Grodd, su más reciente grumete- Bien supongo que como simio que eres no tendrás mucha memoria para todo aquello que no sea acumular armas nucleares y dar un golpe de estado, pues lo que nos ocupa ahora mismo es prevenir el inminente hundimiento de mi submarino nuevo.

A ver a ver.... - El Joker pausó el video y miró interrogante a Grodd buscando una respuesta adecuada, o más bien el utensilio adecuado a aquella situación - Una libreta.... una libreta.... Ahora vengo Grodd, voy a preguntar - Echó un último vistazo por el periscopio y se dirigió a la escotilla dando un par de golpes desde abajo en el metal, aunque dudosamente se escucharía fuera con la escandalera que estaba armando ese probable metahumano- Knock knock

¿Está ahí fuera Lame?
¿Qué lame?
¡¡ LAMETRALLADORA !!

El Joker abrió la escotilla con una ametralladora disparando al hombre marino un sin fin de soniditos de carrete y lucecitas PARRAMPAMPAMPAM

Vaya, otra vez - Volvió a tirar el juguete al interior del submarino y se colocó en postura cómoda en aquella escotilla observando a un oriundo y del todo desconocido Orm, que por cierto llevaba un traje superCHULOOO - Voy a tener que instalar un sofá aquí arriba, está el océano muy concurrido hoy... ¿Qué hay de nuevo viejo?

Te vimos por el periscopio

eH Oye, vaya chándal, ¿Me prestas a tu sastre?

Grodd había pasado demasiado tiempo varado en medio del océano, lo suficiente como para desconfiar de cualquier criatura que emergiese de sus aguas.

No le prestó especial atención al vídeo del doctor Hamilton, pero estuvo al tanto en momento de comprobar si el submarino tenía torpedos que pudieran utilizar llegado el momento. No pensaba en usarlos contra el atlante, pues en esos instantes su mente ya cavilaba acerca de darle alguna utilidad a aquel atacante.

-Los humanos no respiran debajo del agua -dijo el gorila con poderes telequinéticos, llevándose una mano al mentón, pensativo-. Para mí, es suficiente.

Grodd odiaba a los humanos con toda su alma. Detestaba lo que eran y el hecho de que se creyeran tan inteligentes y poco menos que el ombligo del mundo. El gorila les odiaba y ahora que había perdido su preciada Ciudad Gorila, no tenía motivo alguno para no volcarse en tratar destruirlos. Salvo al del pelo verde. Ese parecía lo suficientemente caótico como para que no le importase ver morir a otros humanos primitivos.

-Déjalo subir a bordo, pero que no nos destroce el submarino -dijo el gorila, que en ese momento se concentraba en intentar usar sus poderes mentales para entrar en la mente de Orm y que dejase de golpear el submarino con su tridente.

 Ser víctima de un arma de juguete, unido a las palabras y a la apariencia del tripulante del submarino, lograron hacer que Orm cesara el intento de abrir una nueva entrada en el sumergible. 

 —¿Mi sastre? —preguntó apoyando el tridente en el lomo del vehículo.

 Hasta aquel momento había asumido el papel de invasores por parte de los viajeros del submarino, pero el traje del hombre era muy diferente a un uniforme militar y su forma de ser también distaba totalmente de la de una tropa de invasión. El Amo del Océano, incluso en guerra personal contra los habitantes de la superficie, no iba a realizar un ataque contra quien consideraba no era una amenaza por el momento, pero mantenía cuidado, pues podía ser una treta para engañarlo. 

 El proyecto de hallar aliados, sugerencia de Megara, inundó los pensamientos del otrora Rey de Atlantis. Si Arthur tenía a los miembros de esa llamada Liga de la Justicia apoyándolo, Marius necesitaría individuos de igual o mayor poder para combatir en igualdad de condiciones. Un transporte acuático tan rápido y la tripulación que conocía su manejo podían ser una buena ventaja en la batalla contra Aquaman y los compañeros de este.

 —¿Quiénes sois y cuáles son vuestras intenciones para con los mares? —inquirió todavía desconfiado al individuo de tez blanquecina—. ¿A dónde os dirigís?

El Joker le llevó al interior del vehículo. Al llegar al puente, Orm vio el monitor con el humano de barba blanca hablando.

... El primer modo de minimizar el ataque es ascender con el submarino para abrir la escotilla. La otra manera consiste en descender a la mayor profundidad posible, para que la presión elimine al agresor que pone en peligro la estructura del vehículo. Aunque, por supuesto, la presión no os librará de un atacante atlante, pues están acostumbrados al entorno de las profundidades marinas. Hay que tener en cuenta...

Al pulsar un botón, el video se detuvo y el monitor pasó a mostrar imágenes vía satélite, cortesía de la red militar de satélites del Ejército de los Estados Unidos de América. El Joker mostró por primera vez a sus socios el objetivo de la misión...

Se trataba de un atolón en forma de media luna (o de sonrisa). Un tercio de la isla era una zona boscosa, seguramente pantanos de manglares, una región salvaje y verde que le recordaba a Grodd a los alrededores de Ciudad Gorila.

El resto de la isla estaba deforestada. La "civilización" había arrasado con todo, y un gran edificio de cemento, pintado de amarillo como un diente de oro en mitad de una sonrisa, ocupaba todo el protagonismo. A la orilla de ese hotel, un largo muelle, adaptado para recibir a los trasatlánticos con turistas, se alejaba perpendicularmente mar adentro, lo que a vista de pájaro podría tratarse de un hilillo de baba que caía de la isla con forma de sonrisa grotesca. El satélite mostraba también una piscina y alguna palmera en ese lugar desolado.

Mientras se conocían, planearon su conquista de Smile Island. La mayor prioridad debería ser incomunicar el hotel antes de que nadie pudiera solicitar ayuda al exterior. Eso bastaría para que la Liga de la Justicia no hiciera acto de presencia, y habilitaría el lugar como una base de operaciones anónima y segura. Por supuesto, la antena que debían destruir estaba en la azotea del hotel.

El Joker tardó tres minutos en reunirse con su tripulación y cuando lo hizo había cambiado su ropa por completo empezó a señalar sus objetivos - Caballeros, peces y gorilas, este es el destino al que se dirige nuestro crucero, el HA-HA-Milton. 

 Realizaremos la táctica del trampolín invertido, HaHaHa ha-habordaremos la isla desde su piscina y con los lanzatorpedos nuestro segundo oficial y futuro ministro de bananas, azúcar y salsa disparará al valiente Orm contra la azotea del hotel donde deberá destruir todas las antenas que sobresalgan, excepto la de televisión que esta noche no me quiero perder el informativo.

Tomó una posición incluso solemne, con una gran sonrisa de satisfacción - Nuestra causa es noble señores, y yo mismo encabezaré la incursión solicitando la rendición de Smile Island con la mitad de nuestras fuerzas, os esperaré en el buffet para brindar por nuestra victoria

El Joker, orgulloso de su discurso tomó los hombros de sus nuevos colegas, miró a Orm y asintió para contagiarle su convicción - ¿Qué me dices hombre pez? ¿Cumplirás tu parte? ¿O serás un Mero Espectador? HAHAHAHAHAHA

Había algunos problemillas de ángulos en aquel plan. El lanzatorpedos dispararía a Orm en horizontal, mientras que la antena estaba en una diagonal ascendente desde el nivel del mar. De todas formas sería gracioso ver a Amo del Océano estrellarse contra la arena de la playa.

Los disparos del tridente de Orm no solo hicieron que la estructura del HA-Hamilton se estremeciera. También provocaron una sobrecarga en uno de los circuitos. Uno muy específico: el que controlaba la presión del motor de sombras. Eso hizo que la válvula saltara por los aires, y por el agujero se colara algo de luz de los halógenos en el interior de la rueda de hámster que encerraba a... ¡SHADE! Un humo negro salió de la tubería. De humo pasó a oscuridad. Y de oscuridad a sombra. Shade y Dante se deslizaron por el suelo avanzando de cubierta a cubierta hasta llegar al puente del submarino. Allí había un atlante, un gorila y un payaso.

Shade observó sin ser visto. Vio la isla en forma de media luna con un gran hotel en imágenes vía satélite. Por lo que les escuchaba hablar, era importante destruir la antena en el tejado del hotel. Para Shade no sería difícil teleportarse a lo alto y aplastar la antena creando un muro de sombra que se desplomara sobre ella. De hecho, parecía la persona idónea para esa tarea. Otra cosa es que se quisiera unir a aquella panda de freaks.

Snif, snif...

El olfato de Grodd notó un nuevo olor en el puente. Allí, con ellos, había una cuarta persona. Sin saberlo, estaba oliendo a Shade. Dante, por contra, era sombra pura: no desprendía olor alguno ni las fosas nasales de Grodd eran capaces de detectar al pequeñín. A la vista, ambos solo eran sombras en los rincones.

 Después de indicarle a Dante que permanezca oculto, salgo de las sombras, como si tal cosa, mientras observaba las imágenes del gran hotel, mientras comento pensativo, sin dejar de mirarlas:

 - Destruir una antena, interesante... ¿Y que puedo sacar yo de beneficio con eso, señores, si decido ayudarles?.

 Después miré al grupo con una sonrisa descarada y les dediqué una reverencia:

 - ¡Pero que grosero soy, no me he presentado como es debido!. Soy The Shade, un placer conocerles, caballeros.

Grodd observó aquellas imágenes en el monitor, cruzando sus hercúleos brazos sobre el pecho en una pose que podía ser tanto de gorila de zoológico como de gorila de discoteca. Aquella isla se asemejaba bastante a los alrededores de Ciudad Gorila, por lo que podía ser un buen lugar desde el que empezar de cero.

-Pues ya has oído -le dijo a Orm, después de que el Joker explicara cuál era el plan a seguir-. Te va a tocar un pequeño vuelo y destuir algunas antenas...

Grodd no tenía idea de si el atlante sería capaz de sobrevivir a ser lanzado desde un torpedo como si fuera un hombre-bala, si bien después de haber visto sus capacidades físicas, no le extrañaba que pudiera aguantar el lanzamiento.

De pronto, escuchó la voz de un nuevo polizón, cuyo olor acababa de captar en el puente hacía unos instantes. Grodd miró al hombre trajeado y gruñó, exhibiendo sus dientes, aún sin fiarse de aquel desconocido. ¿Cómo y cuando había llegado hasta allí? Concentró sus fuerzas en sondearle la mente a The Shade.

-¿Cuánto llevas ahí escuchando? -le preguntó al villano.

Primero Grodd sondeó los pensamientos superficiales. Palpitaba en la mente del caballero la palabra venganza, como pronunciada con el reverbero de un eco. Y un rostro:

Aunque a los ojos de un simio todos los humanos son iguales, el rostro que atormentaba a Shade le era familiar. Era el científico de los videos tutoriales del submarino: el doctor Emil Hamilton. Una asociación provechosa para encontrar y matar al hombre canoso era una buena moneda de cambio para lograr la colaboración del intruso.

La pregunta formulada por Grodd activó la memoria a corto plazo. Gracias a eso, el gorila logró un poco más de información sobre Shade... Si te dicen que pienses en un elefante, lo primero que vas a hacer es pensar en un elefante. Si te preguntan por cuánto tiempo llevas escuchando, pensarás en el rato en el puente escuchando la conversación y los planes de conquista de Smile Island, las palabras del Joker... y algo más. ¿Desde cuándo les había estado escuchando? Desde que se deslizó en las sombras por el pasillo... al que llegó desde la sala de máquinas... cuando salió del motor de las sombras, su prisión.

Grodd trató de indagar más. Se internó más profundamente en el subconsciente de Shade, pero el humano se había percatado de la intromisión. En un duelo mental, Grodd avanzaba por pasillos curvilíneos mientras las puertas se cerraban delante de él. Cuando estaba a punto de cruzar la última puerta abierta, Shade se asomó tras la hoja y la empujó para cerrarla de manera definitiva. La conexión se rompió.

Shade había conseguido mantener fuera de la mirada de Grodd la existencia del pequeño Dante... También las posibilidades y variedad de sus poderes oscuros... Y los secretos que se ocultaban en el Mundo de las Sombras... Pero, sobre todo, Shade había preservado las vivencias de su tormentoso pasado.

 De repente miré al gorila, con mis ojos convertidos en puros obres de oscuridad, mientras le decía, con tono gélido y peligroso:

 - ¡No vuelva a hacer eso, señor Grodd, o me tendré que enfadar de verdad!.

 Las luces a nuestros alrededor comenzaron a oscurecerse unos segundos, antes de volver a la normalidad. Entonces mi rostro volvió a su forma habitual, al igual que mi sonrisa, mientras me dirigía al grupo:

 - Mis disculpas, suelo reaccionar mal a los intentos de entrar en mi mente. Digamos que valoro mucho mi intimidad y la integridad de mi mente, caprichoso que es uno...

Grodd comenzó a reír cuando notó que Shade trataba de impedir sondeara su mente. Pese a que no aparentase una gran fuerza física, sin duda aquel tipo con sombrero tenía suficiente fuerza de voluntad como para impedir que leyera sus más profundos recuerdos. El gorila lo miró con desconfianza.

-El científico de los tutoriales... Hamilton. Lo conoces -dijo Grodd, mirando a Shade con fijeza, aunque ya no pretendía leer sus pensamientos-. Quieres matarlo, ¿verdad? -Entonces, el gorila ató cabos, intuyendo que había mucho más detrás de las ganas de Shade de asesinar al científico y el hecho de que hubiera aparecido sorpresivamente en el submarino-. Él mantuvo aquí, ¿no? Te mantuvo prisionero. Eso explicaría que quieras asesinarlo.