Partida Rol por web

El matón al que había tratado de controlar la mente había resultado ser más duro y difícil de lo que Grodd hubiera cabido esperar. El gorila dejó escapar un sonoro gruñido y, al notar que el mercenario apuntaba con su linterna en dirección a él y a Orm, Grodd supo que había llegado la hora de pasar a la acción.

-¡Orm, a por el otro! Este es mío -le indicó a su compinche, sabiendo que debían liquidar a los matones cuanto antes.

Grodd dejó escapar un alarido y echó a correr en dirección al matón, decidido a aporrear el pecho del hombre las veces que fueran necesarias para dejarlo completamente KO. A veces había que improvisar.

 Orm dejó de avanzar con disimulo cuando la voz de alarma fue dada. Aunque la parte relacionada con la discreción no había resultado efectiva, no variaba la decisión de apoderarse de Smile Island en lo más mínimo.

 Marius apretó los dientes con fuerza, tensó los músculos y estudió, con una rápida ojeada, a los guardias que los habían descubierto.

 Sin miramientos adicionales de ningún tipo, al oír el emparejamiento de oponentes dicho por Grodd, el Amo del Océano apuntó el tridente hacia el compañero del hombre atacado por el gorila telépata. A continuación, desde las puntas del arma, salió un gran chorro de fuego digno de cualquier lanzallamas contra el vigía.  

 La infiltración mediante el uso del sigilo había acabado de manera abrupta, por lo que carecía de sentido no utilizar todos los recursos de los que disponía.

Nayeli retiró la mano después de que se la besaran y rio con timidez fingida.

Ooooh, Richard... Mi corazón de león. No merezco todas estas atenciones. Soy un desastre, vengo de la playa y no tuve tiempo de quitarme la salitre de la piel. Solo... solo dame diez minutos para usar tu baño y... Mejor aún, ¿y por qué no me acompañas y miras cómo me ducho? Uuuh, yeah. ¿Qué me dices, Richard? ¿Quieres verme desnuda antes de... ya sabes... desembarcar en mis islas Malvinas, inglés?

Tiró suavemente de la corbata para hacer que Shade la siguiera. El baño no había sufrido el paso de Dante, y se mostraba en muchas mejores condiciones que el dormitorio. Nayeli se quitó la chaqueta sensualmente, enseñando el hombro desnudo. Arrojó la prenda a un lado y se inclinó hacia los mandos de la ducha dando una visión completa de sus vaqueros marcándole el trasero.

En una de sus excentricidades, la "acompañante" giró los mandos de ambos grifos, tanto la fría como la caliente, haciendo que el sonido del agua al caer amortiguara su voz.

Así los micros no nos escucharán. ¿Eres metahumano? Joder, tienes que serlo si ese Lex Luthor de mercadillo llamado Oahu ha puesto los ojos en ti. Necesito tu ayuda. Yo... yo llevaba un traje cuando Oahu me capturó. Un traje que me confería poderes. Oahu repartió las piezas entre sus gorilas. El casco analiza, muestra datos, tiene sensores de visión nocturna...

En los monitores de la sala de seguridad, el señor Oahu y su lugarteniente Tona miraban con atención a través de las cámaras el enfrentamiento fuera del hotel.

Confirmado. El gorila y el atlante tienen residuos de energía sombría: están compinchados con nuestro misterioso huésped de la habitación 201. Transfiriendo los datos biométricos de los dos intrusos a Topi y Tohe. ¿Qué órdenes tienes, Oahu?

En su sillón, el señor Oahu sonrió lleno de seguridad en sí mismo. Pulsó un botón para hablar con sus hombres.

Priorizaremos la obtención de tecnología atlante. Quiero el tridente y la armadura. Al simio podéis matarlo. Actuaremos antes de que puedan ponerse en contacto con ese petulante inglés. Nayeli lo entretendrá si sabe lo que le conviene.

... La segunda pieza, el traje, confiere fuerza sobrehumana, invisibilidad y capacidad de controlar tu densidad...-prosiguió Nayeli en el baño de la habitación 201.

En el recibidor del hotel, un mojado Joker vio a un grandullón estúpido con casco de Pacificador bajar las escaleras con torpeza mientras trataba de colocarse uno de esos pijamas que llevan siempre los supertontos.

Sí, señor Oahu. El pendiente y la caradura. Matar al Silvio. Ingles pendulantes. Entendid... Ooops...

Perdió el equilibrio y se cayó de bruces sobre la moqueta. Aquel matón no pareció percatarse de la presencia del Joker, tras una de la plantas decorativas del recibidor. El payaso solo tenía que esperar a que Topi pasara de largo. Tras eso tendría vía libre por las escaleras. Aunque era una víctima tan estúpida que era difícil resistirse a hacerle alguna broma.

... La tercera pieza son los guanteletes. Disparan rayos de energía y tienen lanzarredes plasmáticos-explicó Nayeli, con el ruido amortiguado del agua de la ducha ocultando su voz de los micrófonos en la suit.

En el exterior del edificio, el combate no había echo más que empezar. Uno de los guardaespaldas esquivó el rayo del tridente de Orm. El otro, resistió más de lo imaginable la embestida de Grodd.

Sacaron de sus bolsillos unos puños americanos y reforzaron sus nudillos. Ladearon la cabeza a izquierda y derecha haciendo crujir sus cuellos.

Me parece bien, uno contra uno...-se detuvieron al recibir instrucciones por el auricular-. Sí, señor Oahu. Primero el mono. Entendido.

Los dos matones se lanzaron a la vez contra Grodd. Uno de los puñetazos hirió al gorila en la clavícula. Era solo un golpe superficial, Grodd había estado en situaciones peores. Cuando el tridente de Orm terminaba de acumular energía y ya estaba a punto de volver a disparar...

¡Fiussssssssh... FLOOM!

De un salto, Orm esquivó un rayo dorado que venía desde arriba. Asomado a la cornisa de la azotea, un hombre con casco dorado saludó socarronamente al atlante.

Ey, hola, culo de plancton. Me llamo Tohe. Y, ya que el señor Oahu te quiere vivo, en las próximas dos semanas voy a ser tu peor pesadilla. ¿Es cierto lo que dicen de que los atlantes se follan a los peces?

Apuntó con ambas manos hacia Orm y sus guanteletes se iluminaron. En el suelo aún seguía brillando lo que quedaba del rayo de Tohe: formaba un entramado en forma de red. El diseño no estaba hecho para matar, sino para atrapar a sus víctimas. Pero la planta baja del hotel estaba acristalada: si Orm o Grodd atravesaban los cristales saltando contra ellos, aterrizarían en el interior del restaurante, y saldrían de la línea de disparo del francotirador lanzarredes de la azotea.

Los otros dos guardaespaldas dieron la vuelta a la esquina, dispuestos a unirse al combate.

 Mientras abrazaba a Nayeli, fingiendo hacerle arrumacos, por si alguien pudiera vernos, siguiéndole el juego, le susurré al oído, con tono serio:

 - ¿Y que pudo hacer por usted, señorita Nayeli?.

 Seré muchas cosas, pero nunca he sido capaz de resistirme a ayudar a una dama en apuros.

El Joker echó mano de uno de sus frascos de SUPERPEGAMENTO SUPERADHESIVO de empresas Wayne, siempre había que llevar uno de estos encima. Como un danzarín pasó entre los pies del grandullón tumbado echándoselo por esas piernas envueltas en semejante y vistosa armadura para que no se moviera de ahí O, que si se movía se llevara toda la moqueta sobre la que estaba.

Cuando terminó su perfidia fue hasta sus bruces - Eh Oiga, ¿Está bien? Parece que se la ha pegado pero bien HahHAHAHAHAha

Eres un tío enorme, fijo que te caíste el pasado martes y aún te estabas cayendo HahaHAHAHAhaahA

Una más una más - El Joker se giró en busca de posible público en el Hall del hotel - ¿Porqué este soldado no se va a levantar? Pues porque está Sol-dado, HahahHAHAHahahA  Ha estado bien, en serio ¿Necesitas ayuda para levantarte? Llego tarde a la función de las 23h junto al gran buffet

 Con un gesto de enfado, el hijo de Orvax alzó su arma, buscando tener ángulo de tiro a la azotea con ella. En concreto, intentaba encontrar una buena posición de disparo contra el individuo del casco dorado, culpable del error de haberle atacado e insultado, quien aparentaba estar preparado para repetir otro intento de agresión.

 —"Culo de plancton". No me llamarás de esa forma de nuevo, habitante de la superficie, cuando ruegues por tu miserable vida.

 Una nueva ráfaga flamígera volvió a surgir del tridente con destino a Tohe. El descaro y la osadía de ese humano merecían un buen escarmiento.

Grodd vio que Orm estaba decidido a enfrentarse con el tipo de los rayos dorados. El gorila estaba herido, por lo que ya fuese por rabia o por orgullo, estaba decidido a enfrentarse primero con los tipos que le habían herido. No era nada que no le hubieran hecho en el pasado, aunque en aquella ocasión Grodd estaba decidido a desquitarse completamente con aquellos mercenarios. No eran Solovar ni Congorila, pero le ayudarían a desquitarse como si lo fueran.

-Yo me ocupo de estos humanos primitivos -le indicó a Orm, gruñendo.

Corriendo sobre sus patas delanteras, el gorila arremetió con fuerza contra el primero de los mercenarios, buscando rodearle entre sus brazos para darle un fuerte abrazo, buscando quebrarle la espalda a su oponente.

Nayeli estaba desconcertada. Tal vez fuera la flema británica, pero Richard se había tomado con total naturalidad los poderes que le había relatado. ¿Tal vez el inglés estaba acostumbrado a ese tipo de situaciones? ¿Tal vez era un superhéroe de verdad?

Yo... No lo sé. ¿Qué poderes tienes? Tal vez podrías recuperar las piezas de mi traje. Al menos... al menos el casco. Con el casco sería suficiente. Una planta por debajo de nosotros hay una puerta con un letrero de "Solo para personal autorizado". Puede que Tona esté allí.

Shade recordaba esa puerta. No le dio importancia porque parecía el tipo de letrero para designar una zona de mantenimiento. Había pasado por delante de la puerta en su forma de sombra, así que podía teleportarse hasta allí (solo o llevando a Nayeli con él). También podía ir hasta allí caminando: vulgar, pero eficaz a la hora de ocultar sus trucos.

... en la recepción del hotel, el truco del Joker no había servido de mucho. La humedad tropical hacía que el Superpegamento Superadhesivo © de empresas Wayne no fuera tan súper: en lugar de secarse y pegar las piernas, quedó como un manchón de meado en las mallas blancas.

Sin embargo, la labia del Joker nunca fue más efectiva. En parte ayudaba el hecho de que su público fuera un tontorrón crédulo y descerebrado. Topi se ayudó en el Joker para ponerse en pie, y el payaso notó la fuerza de la mano del lugareño en el antebrazo. Por suerte le soltó rápido. Topi terminó de subirse los pantalones, dándose algo más de prisa ahora que alguien le estaba mirando.

¿Un payaso? Ah, supongo que el señor Oahu te contrató para algún número para los turistas... Por favor, es peligroso quedarse aquí, vuelve a tu habitación. La cocina está cerrada.

Topi señaló escaleras arriba, indicándole al Joker que subiera.

... el rayo del tridente ascendió con fuerza. Tohe cruzó sus brazos al más puro estilo Wonderwoman, deteniendo el ataque con sus brazaletes.

#@$%&!-insultó a Orm-. Ahora verás...

Apuntó de nuevo con sus brazos hacia abajo. Un nuevo rayo salió de sus guanteletes. Orm, con sus reflejos atlantes, esquivó sin problemas el disparo. El Amo del Océano miró a sus pies: Tohe no se había contenido esta vez... en lugar de una red de plasma, en el suelo solo había quedado un agujero en el cemento. La pelea se había vuelto seria.

¡Aaaaagh!

Los gritos distrajeron a los dos contendientes. Grodd sabía cómo captar la atención. Tres de los matones salieron corriendo tras la visión, en el suelo, de su cuarto compañero con la espalda rota en un ángulo imposible. El gorila notó el plástico blanco en la oreja de su víctima: un pequeño auricular que el jefe de este sitio usaría para dar instrucciones.

El Joker se despidió del educado bruto que fue a unirse al comité de bienvenida

Parece que se está liando una buena fiesta hawaiana en la playa. A ver a ver, a qué habíamos venido, ah sí, arriba, como me ha dicho el hombretón

Subamos hacia: Arriba hAhahahaHAHAhahaaha

Y con trote alegre y levantándose las solapas de la chaqueta a cada saltito el Joker siguió las indicaciones para subir a la azotea 

Si es que al final, si quieres algo bien hecho tienes que hacerlo tú mismo, debería haberse torpedeado, menudos aficionados

~Tu-turú - turuUu... si al payaso ves subiir, palmas da  ~Clap-Clap~

 Asentí, antes de responder, con mi habitual sonrisa, en tono bajo:

 - De acuerdo, señorita Nayeli. ¿Me acompaña o quiere quedarse aquí?. Imagino que en cuanto el dueño del lugar descubra lo que quiero hacer, vendrá a por usted. Además, yo no se como funciona ese casco, que, seguramente, por lo que deduzco, puede controlar las otras partes de su atuendo, ¿cierto?.

 Sería interesante que alguien como ella, una vez que recuperase lo que fuera suyo, me debiera un favor. En esta vida nunca se tiene demasiados de esos.

Grodd sonrió con maldad, dejando caer de inmediato el cuerpo del matón al que le había quebrado la espalda, como si fuese un simple despojo. Había sido más mortífero que los abrazos de Bardem en No es país para viejos.

El gorila telekinético decidió agarrar entonces el auricular que llevaba el guardaespaldas para poder escuchar a quien se ocupaba de dar las órdenes. Los matones de aquel individuo, fuera quien fuera, habían huido en desbandada, por lo que en esos instantes únicamente restaba acabar con sus hombres de élite, como el que estaba enfrentándose contra Orm. Posiblemente, cuando el cabecilla supiera que había perdido a la mayor parte de sus hombres, terminase rindiéndose sin oponer resistencia.

Decidido a ayudar al atlante para hacer frente al mercenario del casco dorado, Grodd decidió comenzar a trepar por la fachada, del mismo modo en que lo haría King Kong, para tratar de llegar cuanto antes hasta Orm y su oponente. El gorila prácticamente llevaba ya recorrida la mitad de la fachada.