Partida Rol por web

Catwoman dio sobresaltada un paso hacia atrás cuando la voz dulce de Rose se transformó en la voz de fumadora crónica de Mamá.

¿Por qué me cuesta tanto hacer amigas normales?

Encantada de conocerte Rose. No te preocupes. Tengo nueve vidas. Y Harley es tan cabezota que se pondrá bien con tal de hacer otro chiste.

Ah, yo también derroté a Lashina. Pero lleva consigo una especie de mando a distancia que cura sus heridas-cosa que sería muy útil para atender a Harley-. Centrémonos en lo importante. Yo soy más de robar museos que de quemarlos, pero para ambas aficiones los techos están exageradamente altos, y también sus detectores de humo.

Vamos a necesitar una fogata de un metro de largo y dos de alto. Tallas de madera y tapices es lo que mejor va a arder. Amontonadlos en el centro de una sala, ya atraeremos a Lashina hasta allí. Y en cuánto al fuego...

Catwoman fue interrumpida por un haz metálico que ascendió del suelo entre ellas. Cuando terminó la confusión, se percataron de que el látigo-espada había atravesado el cemento desde la planta inferior. El filo se recogió volviendo a bajar. Un surco quedó a los pies de la inconsciente Harley. A través de él se veía movimiento debajo. Lashina cogía carrerilla para volver a lanzar su cinta de acero hacia ellos.

¡Os encontré!

Catwoman pasó el tótem precolombino a Hiedra Venenosa.

Esconded a Harley en un lugar seguro y preparad el plan. Yo la entretendré.

Hiedra sonrió ante la presentación de Rose y sus varias personalidades y mirando la reacción de Selina. ¿Acaso no tenía unas amigas encantadoras? Por desgracia las noticias de la mujer gato la hicieron ponerse de mal humor.

-¡Que qué! -Aquello era malo por muchos motivos, uno porque no quería ver de nuevo a esa mujer ni tener que enfrentarse a ella y que pudiera hacerle daño a alguna de sus amigas y también porque de haberlo sabido hubieran intentado usar ese aparato para curar a Harley. En todo caso ya no podían hacer nada.- Bueno entonces supongo que tendremos que darnos...

No terminó la frase porque la mujer del látigo volvió a aparecer. Cogió el totem que le pasó su amiga y asintió. No era momento de ponerse a discutir y parecía que Selina podría entretenerla.

-¡Gracias Selina, no te arriesgues mucho con esa loca! ¡Vamos Rose! ¡Ayúdame con Harley!

Ahora les tocaba volver a bajar todas las escaleras y encontrar un lugar seguro donde esconder a Harley mientras buscaban cosas que pudieran usar para hacer una hoguera.

Habían dejado al tótem y a Harley en el armario de las escobas. Eso les permitió acelerar el ritmo y bajar rápidamente a la planta baja. Podían haberlo preparado en una planta intermedia, pero Hiedra insistió en preparar la fogata en un lugar al que su árbol pudiera acceder. El abedul giraba su tronco a izquierda y derecha, como si siguiera con la mirada a las chicas mientras amontonaban telas y tallas de gran valor histórico-artístico para su destrucción.

En ese momento vieron llegar a Catwoman por las escaleras, cojeando lastimosamente.

¡Chicas! ¡Ya llega!

¡Gatita, gatita, gatita...!-dijo Lashina, apareciendo justo tras Selina.

Ni Hiedra ni Rose habían logrado encontrar ni mecheros ni cerillas. Aún así, podían intentar hacer fuego como lo haría una scoutgirl: mediante fricción de una valiosa talla de madera en vertical sobre una antigua tablilla con inscripciones y grabados.

Se habían quedado sin tiempo con la aparición de Selina y estaba claro que esta Lashina las estaba poniendo al límite.

-¡Buen trabajo! -Dijo a la recién llegada mientras pensaba qué debía hacer a continuación.- ¡Acércate a nosotras, mi árbol nos protegerá!

Pero debían darse prisa porque aquella loca era peligrosa y tampoco quería que su querido árbol sufriera, necesitaban pararla y lo antes posible. A la vista que sus habilidades no habían hecho demasiado efecto en Lashina intentó hacer fuego con lo que tenía a mano, lo había visto en las películas y no podía ser tan difícil, solo había que girar muy rápido y saldría fuego, al menos esa era la teoría. Giró y giró, por fortuna no había ningún amante de las reliquias viendo aquel sacrilegio entre dos piezas tan valiosas, aunque a la mujer verde no le importaba tan solo poder detener a su enemiga y ayudar a sus amigas, aunque definitivamente aquello no era tan fácil como en las películas, de hecho estuvo a punto de desistir hasta que vio un hilillo de humo que le dio esperanza, siguió frotando y por fin consiguió alcanzar su objetivo.

-¡Lo tengo chicas!

¡Muere!

El filo-látigo de Lashina fue directo hacia la espalda de Catwoman, pero era una gatita difícil de atrapar. Selina saltó a un lado, evitando el ataque.

Mientras tanto, una pequeña brizna de humo se empezó a elevar un par de palmos. Era imposible que los detectores de humo lo notaran con un fuego tan chiquito. Habían fracasado.

Lashina empezó a desplegar su arma en espiral sobre su cabeza.

Muahahahaha, todas sufriréis mi ira. ¡Más rápido! ¡Gira más rápido, espada mía!

Empezó a ganar velocidad para realizar un último ataque devastador.

El árbol se inclinó hacia Hiedra Venenosa. Sus ramas se torcieron hasta tocar de manera mullida los hombros de su creadora. La planta le habló, como solo una planta puede hablar: con el corazón.

Gracias por todo. Tú dar libertad, tú dejar pasear por el jardín de los humanos.
Lo que yo vivir en estas horas ser el mayor regalo que tener nunca.
Pero llegar un momento en el que el fruto soltarse de su rama.
Ser hora de terminar. Yo jamás olvidar a ti. Hasta siempre.

Soltó a Pamela y acercó la punta de su rama al fuego. De ahí la elevó, pero no era suficiente.

Fuego doler. Doler mucho. No importar. ¡Hacerme grande, hacer crecer!

Los poderes de Pam alimentaron al árbol, fomentando su crecimiento, dándole nutrientes con sus feromonas. La rama en llamas estaba cada vez más alta. No bastaba. El grosor del tronco entró en contacto con la espada de Lashina, que laceró su corteza.

¡El dolor! ¡EL DOLOR! ¡MÁS ALTO! ¡MÁS GRANDE!

Las raíces del árbol hicieron saltar las baldosas del suelo y se hundieron en busca de más nutrientes. Las hojas ardientes se desprendieron de la copa, propagando el incendio a otras ramas. Pero un poco más, y la rama más alta alcanzó el detector de humos. Y, entonces, empezó a llover...

El fin del dolor.
Demasiado grande para salir de aquí.
Mi nueva casa.
Mi nuevo hogar.
Nunca olvidar de ti cuando tú irte.

Además de apagar el fuego, el agua de los aspersores también oxidó la espada-látigo. La espiral de metal dejó de girar, quedando como una de esas esculturas móviles de los museos de arte moderno. Encajada entre las paredes y el tronco del árbol, la espiral tenía en su centro a Lashina, que era incapaz de girarse o moverse.

¡No! ¡Malditas! ¡Me soltaré aunque tenga que abrirme paso a mordiscos!

Catwoman se agachó y pasó bajo el brazo espiral de la cuchilla y se acercó más. Lashina se enojó más.

¡No te acerques! ¡Huye, gatita! ¡Témeme! Porque cuando te libere, ni todas las amigas del mundo te salvarán de mi furia...

El puñetazo de Catwoman no fue suficiente para dejarla inconsciente, pero sí para que Lashina cerrara el pico. Con la otra mano, Selina agarró la cajita que había en la cadera de la alienígena.

Miaw, ¿cómo funciona este juguete?

Catwoman agitó la caja madre.

 Peeep, poooop, piiiip, puuuuup...

Hubo un flash, y Catwoman desapareció, teleportada a quién sabe dónde.

Rose y Hiedra se habían quedado con la prisionera, Lashina, para interrogarla sobre todo lo que quisieran.

Por fortuna para todas Catwoman era demasiado rápida para el látigo de Lashina y vieron con alivio como esta se escapaba, pero era solo cuestión de tiempo o de un golpe de fortuna de su enemiga que alguna de ellas acabara con su amiga Harley. Vio con esperanza el humo que ascendía y enseguida comprobó que no era suficiente para provocar el pequeño incendio que necesitaban.

¡No, no, no!

Y entonces llegó su querido árbol y sus palabras conmovedoras la hicieron llorar. Apoyó su mano suavemente sobre su tronco aunque sabía que aquel no era suficiente consuelo para el dolor que su amigo vegetal sentía en aquellos momentos. Un sacrificio que no olvidarían y que a la postre no fue en vano pues dejó a su enemiga atrapada en su propia trampa. Después todo sucedió muy rápido: el puñetazo de Selina que merecía una felicitación, conseguir el aparato que curaba y... ¡Selina ya no estaba allí! Hiedra se dirigió a grandes zancadas al lugar y con cara de pocos amigos, estaba enfadada por su árbol y también por lo que aquella mujer le había hecho a sus amigas.

-¡Eh tu! ¡Qué has hecho con mi amiga! -Técnicamente hablando había sido la curiosidad la que había "matado" al gato, aunque realmente esperaba que no estuviera muerta si no que... ¿Se había hecho invisible?- ¿Selina? ¿Estás aquí? -No hubo respuesta así que se giró más cabreada aún hacia Lashina.- Ya puedes ir diciéndonos todo lo que sabes, desde qué has hecho con nuestra amiga, como funciona tu juguete y qué hacías aquí para Darkseid. Queremos saberlo todo y lo sabremos por las buenas o por las malas. -A quien quería engañar... No estaba de humor.- Será por las malas.

Tocó a Lashina esperando que sus feromonas fueran suficiente para que hablara.

¿Qué? ¿En serio crees que hay una tortura en este mundo que pueda doblegar la voluntad de una de Furia? ¡Jamás! ¡No pienso decirte nada! Ni siquiera...

El beso de Hiedra Venenosa traspasó las feromonas al cuerpo de Lashina.

...que eres preciosa, la criatura más hermosa de la creación, la única que jamás podrá ocupar un lugar en mi corazón.

Darkseid ha fracaso en anteriores intentos de invasión directa de la Tierra. Como maestro de estrategia militar, opta ahora por hacer un sitio. Pretende aislaros y dejaros morir de hambre para luego tomar el planeta sin resistencia. Hay satélites de Apokolips bloqueando las señales para evitar que los Lantern Corps puedan venir a ayudaros. Sus tropas tenemos que dar pequeños golpes para destruir sus fuentes alimentarias.

Nuestros escáneres detectaron dos fuentes mágicas relacionadas con la fertilidad de los cultivos. Me mandaron a destruir una de ellas: la talla de madera que Catwoman me quitó. La otra está en una isla a la que vosotros llamáis Inglaterra, formando parte de una colección particular de una adinerada mafiosa conocida como Ruleta. Ruleta tiene un casino al norte de Bristol, lo llaman La Casa. Era mi segunda parada cuando terminara aquí.

Todos los oficiales de Darkseid llevamos una Caja Madre. Tiene una computadora que te facilita datos, cura las heridas si estás parada y sirve para teleportarte a cualquier lugar de esta dimensión. La Caja Madre de mi compañera Stompa fue destruida unas horas antes de que yo llegara a la Tierra. Tu amiga volverá cuando aprenda a usar la caja un poco mejor.

Ah, te quiero...

Lashina sacudió la cabeza, saliendo de su trance. Los organismos alienígenas no eran tan fáciles de controlar como la de los terrícolas.

¡TE ODIO! ¡JURO QUE TE MATARÉ, PERRA VERDE!

Se estremeció la estructura metálica de espiral que la tenía encajonada, como si pudiera soltarse en cualquier momento. La mirada de las chicas atravesaron el recibidor para ver a través del hueco de las puertas dobles dos furgones frenando ante el museo. Reconocieron el logo de los vehículos de inmediato:

Eran las tropas de A.R.G.U.S., la organización gubernamental que se encargaba de capturar y mantener encerrados a los metahumanos peligrosos. Esos soldados se ocuparían de Lashina, pero también capturarían sin miramientos a criminales buscadas como Hiedra Venenosa o Harley Quinn.

El museo aún no estaba acordonado. Rose y Pam podían escapar por una ventana trasera del edificio, dejando a Harley atrás. O podrían subir hasta el armario de mantenimiento para cargar con esa adorable payasa, arriesgándose a ser detenidas.

Aquella mujer era realmente frustrante e irritante, pero al menos no era inmune a sus encantos y eso le sacó una sonrisa y mucha información qué procesar. Por desgracia el amor de Lashina se esfumó pronto y volvió a ser la mujer insoportable de siempre. Se la quedó mirando con una mezcla de extrañeza y pena.

-¿Es que ya no ocupo un lugar en tu corazón, querida? Me destrozas...  Y lo de perra verde ha estado feo... Me identifico más con las plantas. -Dijo con un tono dulce pero claramente burlándose de la mujer enojada.- En todo caso te perdono, lo nuestro es imposible. Tengo que admitir que solo te quería por interés y ya me has dado todo lo que necesitaba saber.

Se acercó un poco calibrando si seguía jugando un poco más con ella, aunque estaba tan cabreada que parecía que iba a romper su jaula de un momento a otro. En cualquier caso fue la presencia de los agentes de Argos lo que hizo que cambiara rápido de opinión.

-¡Vámonos de aquí Rose! Nos llevamos la talla con nosotras. -Debía admitir que las palabras de Lashina habían aumentado su interés por aquella figura. Si era verdad ¿Qué sería capaz de lograr junto con sus poderes? Ya se imaginaba en una Gotham mucho más verde, una ciudad selvática y paradisiaca, al menos para ella. Antes de seguir se volvió hacia Lashina.- Un último consejo "cariño", yo que tu no dejaba que esos hombres me atraparan.

Le guiñó un ojo y se marchó a toda prisa. No es que le importara la mujer extraterrestre, pero cuanto más se resistiera a los hombres de Argos más tiempo tendrían ellas para salir de allí.

-Debemos coger a Harley, no podemos dejarla aquí, si la encuentra Argos... -Aquello sería peor que Arkham, donde siempre conseguían escaparse.- Estoy segura que Selina conseguirá hacer funcionar la caja madre y nos encontrará, pero de momento debemos salvarnos nosotras.

Era arriesgado pero no pensaba dejar a su amiga atrás, ya encontrarían una forma de salir de allí entre las tres, o las dos pues seguramente con Harley no podían contar.

Todo lo que sucedio despues de dejar a Harley en el armario de las escobas ocurrio tan deprisa que tan solo me dio tiempo a seguir cogiendo cosas para que el fuego se hiciese mas grande y fuerte y quedarme a comer palomitas; el arbol de hiedra se quemo, la mujer quedo empapada junto a nosotras pero al contrario que ella a nosotras nos gustaba y mucho el agua, Selina le quito algo del traje y desaparecio y finalmente la mujer nos conto todos sus planes.

Justo cuando Lashina acabo de confesarlo todo me dirigia a por Harley pues ya era hora de salir de aquel lugar Si señora dije a las palabras de Pam Lo que usted diga señora pero... me quede mirando a la mujer que alli se encontraba y que aun era peligrosa No seria mejor encerrarla?? y .... a donde vamos??

Ya con Harley aun atontada apoyada en mi las tres nos dirigimos hacia donde quiera que estuviera Selina o a conocer a Ruleta

-¿Señora? -Preguntó Hiedra volviéndose divertida hacia Rose, era divertido verla cambiar entre sus distintas personalidades.- No soy tan mayor querida, además ya tenemos confianza llámame Pam. Y no te preocupes por Lashina, esos aguafiestas de Argus la pondrán a buen recaudo, sea como sea espero que eso nos de tiempo a alejarnos.

Aunque los de Argus no pudieran con Lashina eso les permitiría alejarse y ahora la extraterrestre no tenía su caja y no podría teletransportarse así que seguirían teniendo ventaja.

-De momento vamos a salir de aquí, pero en cuanto dejemos a Harley en un lugar seguro para que pueda recuperarse deberíamos ir a Londres a conseguir el otro objeto, no podemos permitir que caiga en manos de ese loco. Y mientras tanto... -La doctora se quedó mirando la talla que habían conseguido con curiosidad.- Me gustaría hacer alguna prueba.

En cuanto tuviera oportunidad usaría sus poderes con alguna planta. ¿Aquel trozo de madera los aumentaría de alguna forma? Merecía la pena comprobarlo.

Al abrir la puerta del armario encontraron a Harley abrazada al tótem como si fuera un osito de peluche.

Hola, Power Girl. ¿Quieres que te firme un autógrafo?-masculló en sueños.

Los soldados de asalto entraron en el hall del museo vistiendo pasamontañas y chalecos negros. Cuando aseguraron la zona, entró tras ellos un hombre cuyas botas golpeaban con aplomo a cada paso.

¡¿Qué cojones...?!-exclamó al ver el agujero en el techo.

No era lo más asombroso que iba a ver ese día. Rick Flag avanzó hasta la siguiente sala, dónde vio el árbol gigante y la espiral de metal oxidado que encajaba a Lashina, que no dejaba de blasfemar.

Que el médico inyecte somnífero a esta idiota. El resto subid por las escaleras e inspeccionad palmo a palmo el edificio.

Rick se dio la vuelta y habló por su walki-talkie.

Atención. Tenemos un siete veinte. Repito, tenemos un siete veinte. Infestación vegetal. Y eso en Gotham significa Hiedra Venenosa. Usad los lanzallamas con cualquier árbol, arbusto y brizna de hierba que rodee el museo. Ah, y traed unas sierras radiales, tenemos a una meta enredada en sus propias armas.

Las chicas llegaron a la azotea con el ruido de soldados detrás de ellas. Sostenían a Harley por encima de sus hombros y la hacían caminar a duras penas, pero seguía inconsciente. Hiedra Venenosa, además, usaba la mano libre para cargar con el tótem, pero no notó que su conexión con las plantas fuera mayor.

El plan era repetir la fuga de Arkham: dejarse caer sobre un árbol. Pero se vieron obligadas a desechar el plan cuando vieron el paisaje desolador en torno al museo... Los árboles estaban en llamas, como antorchas en la noche.

Cuando todo parecía perdido y se sentían totalmente acorraladas, se abrió un portal espacio temporal por el que se asomó su buena amiga Catwoman.

Lo siento, chicas...

Selina cerró los ojos y cayó de la grieta sobre la azotea. Detrás de ella estaba el responsable de todo. Una cara familiar, incluso un olor corporal familiar, les mostró el regreso más esperado.

Volvemos a vernos, mis odiadas enemigas. Tratad de resistir toda esta tensión sexual entre nosotros, ya que vuestro querido, amado y respetado Doctor Supremo ya no existe. Mis deseos de venganza, y los interminables días comiendo semillas, han endurecido mi carácter. Ahora soy...

¡INCEL-BOY!

Cuatro tentáculos hidráulicos se agitaron en el aire, como si fuera ese villano patético de los cómics de Warvel, el Doctor Pulpo. En una de sus manos estaba la caja madre, modificada para que le salieran varios tubos de ella hacia una máquina a espaldas del Doctor Supremo. No eran los únicos cambios. En estos días le había crecido una incipiente barba, además de que se habían formado areolas de sudor en el traje, a la altura de los sobacos.

Vosotras me abandonasteis en Svalbard. Me teleporté junto con todo el banco de semillas a un espacio indeterminado del universo. Allí, en la más completa soledad, me entrené y usé la tecnología del edificio. Ahora estoy preparado para tomar represalias contra las guapas chicas que me abandonaron. ¡Sobre todo Rachel! ¡Maldita Rachel! Se suponía que estaba a mi lado cuando se fueron las luces, ¡pero busqué por todo el edificio sin encontrarla!