Partida Rol por web

Las cosas no habían salido a pedir de boca y aquellos malnacidos habían conseguido zafarse de algunos de los ataques y encima la habían herido. Hiedra se llevó la mano a su herida que manaba sangre verde, pero no era tiempo de contemplaciones o de hacerse la víctima. ¿Estaba sufriendo? ¡Pues más sufrían las plantas en todo el planeta! ¡Y lo harían mucho más si no detenía a Darkseid! Y para ello tenía que pasar por encima de aquella baraja. ¡Pues eso haría!

-¡Buen trabajo Rose! ¡Vamos Harley, a por ellos!

Al menos, como había pensado, alguno de los asesinos se había apuntado a la fiesta sabiendo que ellos ya no eran los objetivos, eso les daría una pequeña ventaja. Pero también sabía que de las únicas que podía fiarse era de sus amigas y de ella misma. Si quería acabar con aquello rápido debía cortar la cabeza de la banda y por eso se había acercado al Rey, el que parecía el jefe de todos, pero estaba demasiado débil y no midió bien sus fuerzas.

A uno de los guardaespaldas que estaban disparando se le encasquilló la pistola. El resto de balas silbaron sin encontrar ningún blanco. Lo mismo con los boomerangs del australiano, que se notaba que había bebido más whisky de lo recomendable.

No tan deprisa-dijo el Rey a Hiedra Venenosa cuando se acercaba a él-. Prueba un poco de mis rayos estelarizadores.

El rayo le dio de lleno, pero Pam no sintió dolor. Más bien era un abrazo. Como si una fuerza invisible le sujetara y la moviera como un títere.

Ahora estás bajo mi control. ¡Aléjate!-ordenó, sin tenerlas todas consigo y solo para comprobar si el rayo había funcionado.

El As, por su parte, logró salir de las zonas enmarañadas por las raíces de monsteras. Ya estaba listo para repartir mamporros.

Harley Quinn asintió a Wild Rose.

¡Yo me ocupo!

Jack lanzó un rayo que arañó el brazo de la payasa, que le devolvió una mirada furiosa.

¡¡¡HE DICHO QUE YO ME OCUPO!!!

Harley saltó sobre una mesa y se impulsó por encima de las balas hasta caer junto al Rey y a su amiga Hiedra. Pegó un puñetazo a...

¡Pam, vamos! ¡Despierta! ¡He dicho que te salvaría y pienso salvarte!-. Volvió a abofetear a Hiedra-. ¡Espabila! ¡Te necesito conmigo! ¡Tienes suficiente carácter como para escapar al control mental!

Harley se giró al resto de clientes para hacer una aclaración.

Tranquilos. Soy una psiquiatra titulada. Sé lo que me hago.

No lo sabía. Los golpes o, como se diría en psiquiatría, el refuerzo negativo, no fue suficiente para liberar a Hiedra de la fuerza del rayo.

Por su parte, Thorn soltó el látigo. La Reina ya estaba inmovilizada, no era ya una amenaza. Thorn se concentró y un nuevo látigo de espinas surgió de su mano.

Aquello no estaba saliendo como a Hiedra le hubiera gustado y encima el supuesto Rey la alcanzó con algo, que lejos de dolerle la puso bajo el control de aquel naipe. Era una extraña sensación pues su mente seguía libre, pero el cuerpo no la obedecía.

¡Maldita sea!

Luchó contra lo que fuera aquello pero ni ella ni la inestimable ayuda de Harley consiguieron su objetivo.

-¡Al Rey! ¡Al que tienes que pegar es al Rey! ¡Dale con toda tu psicología!

Al menos Rose estaba haciendo bien su trabajo y se libraba de algunos enemigos. Ella seguía intentando resistirse, estaba claro que debía ayudar a sus amigas de alguna manera ¿Pero como hacerlo si ni siquiera era dueña de su cuerpo?

¡Piensa rápido, tienes que hacer algo!

Bueno estabamos rodeados, la cosa se estaba poniendo chunga, muy pero que muy chunga, Harley se acerco a Hiedra que lentamente se iba hacia la salida pero ella la intentaba sujetar para que no lo hiciera pero por mas psicologia que intentara utilizar no era efectivo.

Haber intenta ser fuerte pense mientras todo mi cuerpo temblaba y ... en mi mano... un latigo?? Como se suponia que tenia que utilizar aquello?? Respire... me concentre...

Aunque no me gustara nada ayudar a unas delincuentes pues aquello iba en contra de la ley, en aquel momento habia personas en peligro y debia actuar en contra de mis principios, despues ya le explicaria a la policia que era lo que estaba haciendo o simplemente despareceria de la escena del crimen como lo hacian otros muchos superheroes a los que, a pesar de ayudar en innumerables momentos a las autoridades, les consideraban igual de malos que los malos de verdad

Haber una estaba inmovilizada, tal vez si conseguia ir a por el rey este dejara de controlar a hiedra y tuviera alguien mas que me ayudara, asi que dirigi el latigo hacia él.

Ah, sí. Perdona, Pamela. Jijiji...

Harley limpió la sangre de la nariz de Hiedra Venenosa y la chupó de su dedo. Después se unió a Thorn en su intento de derrotar al Rey y liberar a su compañera de su influjo.

¡HOLA, REY! ¡¿TE SABES LA DE LACAN?! ¡LA CAN-TIDAD DE PALOS QUE TE VOY A DAR!

Golpeó al Rey en la cabeza, dejándolo medio grogui en el suelo. Harley Quinn siguió golpeando, alternando entre el aparato de rayos y el bandido. Al cabo de un par de golpes, Hiedra Venenosa recuperó el sentido. ¡Ya podía actuar con normalidad!

Entonces la proyección de una sombra sumió a Harley en la oscuridad. Cuando se giró vio al más grandullón de la Banda de la Escalera Real...

Jijiji... Holita. ¿Vienes a darme las gracias porque ahora que derroté a tu jefe puedes tomar el control de la banda? No, ¿verdad? Ains, eso me temía.

Fin del juego.

As apretó con sus manos el cráneo de Harley Quinn.

En cuanto al caos de disparos de uno y otro bando, Rose también estaba maltrecha por uno de los láseres. Además, uno de los guardaespaldas que disparaban al azar se quedó sin balas.

Click, click, click...

Esta vez la psicología de Harley con el Rey funcionó a la perfección, lástima que sus pacientes duraran tan poco, si no tendría un gran futuro en el sector, claro que en aquellos momentos era toda una ventaja. Y como efecto secundario Hiedra se volvió a sentir libre y su sonrisa se hizo gigante.

-¡Bien hecho Quinn! ¡Cuidado!

Casi sin tiempo a reaccionar el grandullón del As parecía dispuesto a tomarse la venganza por su mano cogiendo la cabeza de su amiga. No iba a consentir tal cosa, no mientras tuviera sangre en las venas, además no iba tan sobrada de amigas para dejar que aquellos naipes le quitaran alguna. Con la rapidez que solo una chica como ella podía tener agarró la nuez de su bolsillo y se concentró en la semilla que albergaba su interior.

Mi pequeño, crece y hazte un árbol grande y fuerte, mamá necesita tu ayuda para derrotar a unos malvados.

Dejó que el nogal hiciera su parte y después se concentró en el As que estaba a punto de machacar el cráneo de Quinn.

-¡Eh, tú! ¡Grandullón!

Le gustaban los grandullones porque en general tenían más fuerza que cerebro y eran muy manipulables, seguro que podía intentar no solo que dejara a Harley en paz, si no que se encargara de los dos compañeros que faltaban, eso inclinaría la balanza definitivamente hacia el equipo de las chicas. El grandullón no se resistió a sus encantos.

-¿Sabes? -Le dijo.- Aquellas otras dos cartas han dicho que ellas son más importantes que el As, creo que deberías darles su merecido y enseñarles quien manda.

Aquello tendría en jaque a sus enemigos durante un rato y así podrían inclinar la balanza a su favor. Hiedra sonrió a Harley, ya libre de aquel bruto.

-¿Ves querida? Aprendo muchas cosas de psicología a tu lado. Ahora vamos a terminar con esta banda de farsantes.

Las feromonas pusieron a As bajo su control. El grandullón asintió.

¡Eh, Jack! ¡Vamos a hacer un veintiuno!

Cogió carrerilla y saltó sobre Jack, aplastándolo y dejándolo fuera de juego. Cuando solo quedaba Diez, le metieron dos tiros desde dos mesas distintas dejándola desangrándose sobre la moqueta. Hiedra ni siquiera tuvo que usar su nuez especial.

En cuanto la amenaza estuvo reducida, los guardaespaldas reaparecieron como las setas tras un día de lluvia.

Gracias por su colaboración, pero teníamos todo bajo control. Ejem...

Cogieron al Rey y a la Reina y los llevaron en dirección a la sala contigua.

Por favor, señoritas. Si son tan amables, estoy seguro de que Ruleta deseará agradecérselo en persona. Por aquí.

As recogió a Diez y a Jack y se los echó al hombro. El guardaespaldas se dirigió al Capitán Boomerang.

Señor, usted también colaboró. ¿Viene con nosotros?

¡Que te den, británico! Si quieres darme las gracias, tráeme más fichas.

Escupió. El lapo cayó sobre el zapato del guardaespaldas.

Y whisky. ¡Quiero más whisky!

El guardaespladas suspiró, resignado. Hizo una seña a un camarero para que le sirvieran más alcohol al australiano borracho. Después acompañó a Hiedra Venenosa, Harley Quinn y Thorn para presentarles a Ruleta.

El salón al que fueron llevadas era amplio y mal ilumando. Jurarían que las estanterías tenían formas y volúmenes de tal vez valiosas reliquias mágicas o simples tacitas de juegos de té inglés. En el centro, junto a una lámpara de pie, dos de los matones sujetaban a Constantine mientras Ruleta le golpeaba la cara.

¿Qué es esto? ¿Por qué me interrumpís?

El guardaespaldas se adelantó y susurró una explicación a su jefa. Ni un músculo movió al recibir la noticia de que su casino acababa de ser salvado de un atraco. Era completamente hierática. Se limpió la sangre que las heridas de Constantine habían escupido sobre ella.

Queridas, ¡cuánta alegría! No sé cómo podría agradecéroslo...

Hizo una seña. Sus guardias cerraron las puertas dobles.

Constantine tosió sangre sobre el suelo.

No merezco a unas rescatadoras tan hermosas... Pero soy consciente de que produzco esa atracción fatal en las mujeres.

Les miró de reojo, con mirada melancólica.

En serio. No deberías haber venido. Ha sido un error...

Ruleta giró sobre sí misma y le propinó una patada alta en toda la cara para callarle la boca. Sus matones dejaron a la Banda de la Escalera Real en el suelo... menos a As, que se mantenía bajo el control de Hiedra Venenosa.

-Claro que si querido, todo bajo control. -Contestó con sorna al guardaespaldas mientras hacía un gesto a sus amigas con la mano para que la siguieran.- Vamos chicas, no hagamos esperar a nuestra anfitriona.

Esperaba que fuera generosa, al fin y al cabo solo quería pedirle una cosa nada más, no le importaba ni su gratitud ni su dinero así que si accedía a cederlo por las buenas era mucho mejor que tener que pelear y arrebatarlo, además la última pelea las había dejado algo tocadas.

-¿Estáis bien?

Preguntó mientras el Capitán Bumerang discutía con los guardaespaldas, mejor que se quedara fuera, estas cosas entre mujeres siempre se solucionaban de manera más eficiente. Ya una vez dentro el engreído de Constantine seguía jugando a no se sabía qué.

Puede que le ponga que le pegue una mujer.

No era su estilo, pero si era eso seguro que Harley se apuntaba a darle unos cuantos golpes a aquel tipo. En cualquier caso no estaban allí para divertirse.

-Shhhhhhhhh. -Hiedra se acercó a Constantine y le puso un dedo en los labios para que hiciera silencio.- No seas mal educado, deja hablar a las damas. -Dicho aquello se centró en Ruleta.- Nosotras si que sabemos como nos lo puedes agradecer. Sabemos que tienes una talla de madera que nosotras necesitamos, dánosla como muestra de agradecimiento y nos habrás compensado.

Pamela demostro una vez mas la atraccion que sentia el sexo opuesto ante ella pues consiguio convencer a uno de los hombres de la baraja de cartas para que se pusiera de nuestro lado y asi... con algunos rasguños los guardaespaldas de Ruleta salieron de su agujero para dar la cara
No os da verguenza!! les grite al ver como se hacian con los atracadores como los basureros recogiendo los restos Casi nos matan por vuestra culpa y encima!! Que hubierais hecho si le roban a vuestra señora?? Sois unos desgraciados y pienso explicarselo todo a vuestra señora!!

Al entrar en la sala Ruleta estaba apaleando al hombre que nos habia utilizado antes para conseguir llegar hasta ella y parecia que no perdia su chuleria; asi que despues de que Pam le hiciera callar me acerque a él y le robe un beso que seguro era el mejor que le hubieran dado en toda su vida Nos has hechado de menos cariño?? dije pegandole una sobera bofetada El error de haber venido ha sido tuyo

Despues me quede hechando un vistazo a todo el alrededor para ver si era capaz de distinguir cual de todos aquellos objetos podia ser la talla, por si acaso Ruleta no nos lo daba por las buenas...

Constantine le sonrió a Rose.

Ese beso mereció la pena. Pero la bofetada te va a doler más a ti que a mí, ricura.

Thorn localizó el tótem en una de las baldas. Ahora solo faltaba tomarlo por la fuerza o que su dueña lo diera por las buenas.

Mis hombres me han dicho que habéis frustrado el atraco a mi casino...

Ruleta se alejó y tomó asiento en el trono que tenía en la habitación.

¡Despertad a la Banda de la Escalera Real! Quiero tener unas palabras con ellos.

Los guardaespaldas ayudaron a los ladrones a ponerse en pie. Cojearon hacia el trono y formaron delante de ella. Hiedra Venenosa susurró unas palabras al As para que hiciera lo mismo.

Aquello no iba bien. ¿No se supone que eran enemigos? ¿Que habían entrado por la fuerza en su casino?

Me habéis fallado, Banda de la Escalera Real. Nuestro objetivo abandonó el local llevándose el maletín con combinación. Hemos perdido una oportunidad única. Pero no es culpa vuestra... ¡Yo sé quiénes son las verdaderas responsables!

El cansancio del anterior combate hizo que el Rey, Jack, Diez y la Reina se encorvaran un poco. Realmente no estaban en condiciones de luchar. Eso les dejaba como únicos enemigos a seis guardaespaldas y a la propia Ruleta.

Seguro que os preguntáis cual era el intrincado plan que habéis frustrado... Veréis.

Oh, genial... ¿Ahora es cuando la villana, llevada por su ego, se pone a contar sus planes porque las heroínas están a su merced? Déjame adivinar... Una de las invitaciones a tu casino era a algún traficante de arte que tenía alguna reliquia que tú querías para tu colección. Contrataste a los frikis de la baraja para que escenificaran un atraco. Tú te quedarías con la reliquia y ellos con todo lo que pudieran robar a los supervillanos, incluyendo los batarangs del Capitán Canguro.

¡Cállate! ¡Estaba hablando yo! No tienes ni idea. En realidad mi plan era que... Una de las invitaciones a mi casino... era a algún traficante de arte...

Uno de los matones de Ruleta se llevó la mano al estómago. Otro a la mandíbula, escupiendo un diente. Ruleta no se percató y siguió hablando.

¡Pero ellos no se iban a quedar con el resto del botín! Habíamos pactado un 60% para mí y un 40% para ellos. ¡Ja! ¿Ves cómo no tenías ni idea, payasa?

Ugh...

Escupió sangre sobre su regazo. La dueña del casino no entendía nada. ¿Qué estaba pasando?

¿Habéis escuchado alguna vez el refrán "todo el mal que hagas se te devolverá multiplicado por cien"?

El sello de la mano de Constantine se empezó a iluminar, como cuando le protegió de las feromonas de Hiedra Venenosa. Nunca fue un sello protector. Desde el principio fue un conjuro ofensivo, pero como Pamela era inmune a su propio veneno no se había dado cuenta.

La cabeza de uno de los matones explotó. Su cuerpo cayó al suelo, soltando uno de los brazos de Constantine. Otro de los guardias explotó de torso para arriba. Los trozos de carne llovieron sobre la gabardina de Constantine, pero pudo ponerse en pie ahora que nadie le agarraba.

El sabor de un beso dulce embriagó los labios de Rose. Después, un moratón doloroso se formó en su mejilla. Podría darse por afortunada de no haber golpeado más de una vez, o de no haberlo hecho con demasiada fuerza.

Joder, necesito un cigarrillo.

Sacó una cajetilla y un mechero. Cuando lo encendió, el cuerpo de Ruleta explotó. La Banda de la Escalera Real y los matones que no intervinieron en la tortura de Constantine no sabían qué hacer. ¿Y si ellos eran los próximos? Se mantuvieron muy quietos, como si estuvieran pisando una mina. Las chicas ya podían hacer todo lo que quisieran, que nadie les iba a parar los pies.