Partida Rol por web

El guardia parece darse cuenta de algo y dice:

- Es cierto debeis ser extranjero, en la base del templo hay unos transportes que le elevaran a la entrada del templo, disculpe pero a veces olvidamos que no todo el mundo es capaz de volar.

Tenebrae puede ver como hay bastante movimiento en todas partes, al fijarse un poco puede ver como en el lugar que el guardia le ha dicho hay una especie de plataforma que cuando alguien sube comienza a levitar y le transporta a la entrada del templo

Al escuchar esa nueva indicación y fijarse con mas atención en el lugar que le indicaban, notaba a pesar del movimiento de personas aquella plataforma que parecía servir como un medio de transporte rápido. Eso solucionaba su segunda dificultad encontrada en aquel lugar, también le hacía notar que estaban acostumbrados a lidiar con otras razas, aunque la atención de esos guardias parecía un poco oxidada.

Agradezco la ayuda brindada, adiós.

Eran sus palabras sin necesidad de mostrarse irrespetuoso con ellos, ningún motivo tenía para no ser algo mas diplomático aunque su tono de voz era tan neutro como su expresión. Mantenerse centrado, no mostrar emociones y cazar su objetivo como el mas certero de los sabuesos, era la forma en la que él cumplía con sus misiones y no planeaba fallarle a su Diosa, aunque aún no se le ocurría donde podría encontrar ayuda como le ha indicado.

Por el momento, con paso seguro, Tenebrae se dirigía hacia aquella plataforma dispuesto a ascender al Templo de Ishtar, tenía que encontrar allí la ayuda para entrar en contacto con los arkángeles, usar las alas de los Shanjim o incluso la búsqueda de algún mago que pueda llevarlo ante ellos y así, ejercer la voluntad de su Diosa.

Aquello era un asco, y tampoco tenía muy claro querer entrar en la torre. Pero aún tenía esperanzas de que al entrar encontraría la respuesta a qué diablos hacía allí. Me sacudí las ropas y froté la nariz un par de veces antes de agacharme cerca de la alcantarilla. El hedor que desprendía aquel conducto era nauseabundo. Tras mirar que nadie me observara tiré con fuerza de la tapa e intenté introducirme por dentro del agujero.

Tenebrae se sube a la plataforma con tranquilidad, con un ligero zumbido la plataforma comienza a ascender y le lleva ante el templo. El lugar es impresionante, una cascada cae por los lados del camino superior hecho de pedras de color blanco todos del mismo tamaño y perfectamente alineados y colocados, el templo esta de la misma forma realizado, con una gran calidad y dedicacion, todo parece especialmente limpio y cuidado.

Una joven con una capucha blanca se acerca a donde esta Tenebrae, la mujer tiene una voz tranquila y apacible y en tono amable dice a Tenebrae justo antes de que este entre en el edificio, aun asi puede ver a varios devotos rezando y una figura bastante grande de la diosa Ishtar con grandes detalles y con un par de alas sobre la cabeza, cosa que Tenebrae no habia visto en otras representaciones de la diosa.

- Buenos dias, pareceis extranjero, puedo ayudaros en vuestro camino?

El camino no fue muy agradable, toda clase de desperdicios podian verse por aquel tubo y olia demasiado mal como para poder pensar en algo que no era salir de alli lo mas rapidamente posible, tras un no demasiado largo pero si especialmente pesado camino unas rejas metalicas se interponen entre el lugar en el que se encuentra la salida y el drow, tras un fuerte golpe la reja termina cediendo y por fin puede salir de alli.

La sala en la que se encuentra es una sala no demasiado grande, aparentemente es un lugar dedicado para asearse ya que pueden verse dos baños y unas cubas para poder bañarse, ademas llama la atencion del drow que existen unso armarios en donde unos tubos hacen que caida agua la cual esta caliente y puede darse un baño (una rudimentaria ducha para que te hagas una idea). Algunas tunicas de color blanco pueden verse por la sala

Solo fueron unos segundos e incluso, menos que eso ya que para cuando Tenebrae parpadeaba luego de subirse a la plataforma y escuchar ese zumbido, se encontraba en un lugar completamente diferente y hasta mas impresionante. La estructura del templo era realmente impresionante, se notaba la dedicación en las piedras empleadas y también en la cantidad de devotos que habían presentes en el lugar. Pero Tenebrae no perdió mucho tiempo en admirar ese templo, incluso la figura de la representación de la diosa solo tuvo unos segundos sobre ella la mirada del Paladín del Equilibrio antes de escuchar como alguien se ofrecía a brindarle ayuda.

Si, lo soy... Ahora mismo me encuentro buscando una forma para contactar a los Arkángeles, es importante que los encuentre.

No era necesario nombrar a su Diosa aún, esperaba que esas palabras fueran mas que suficientes para conseguir algo mas de información sobre como llegar al lugar en donde esos seres celestiales se encuentran. Claro que si se ve obligado, insistira presentándose con su nombre y título, fue su Diosa quien le encomendó aquella misión y dudaba que alguien se atreviera a negarle lo que necesitaba para cumplirla si informaba sobre la urgencia de la misma. Pero aun así, era algo que prefería tratar con alguien de mayor autoridad, tampoco es bueno que todos sepan sobre sus intenciones.

Aquello era una oportunidad única. Debía actuar rápido y bien: Agarré una de la túnicas procurando no ser descubierto y me encerré en uno de los armarios con agua. Aproveché para quitarme la podredumbre del conducto y tras asearme me vestí con la túnica blanca. Rezaba para que fuera suficientemente grande como para poder llevar la espada corta escondida conmigo.

Tras esto abrí el armario y arrojé mis otros ropajes dentro del conducto para esconderlos. Luego salí de los baños.

La mujer se sorprende durante unos segundos y dice en un tono amable:

- Os referis a los seres celestiales? ellos habitan en ciudades mas alla de los cielos que viajan por todo nuestro mundo y raramente se relacionan con los mortales

La sacerdotisa se queda unos segundos pensando y añade:

- Teneis algun motivo en especial por el que deseeis contactar con seres celestiales?

Si, me refiero a esos seres celestiales.

Afirmaba Tenebrae viendo que parecía estar en el lugar indicado para averiguar la forma de llegar hasta ellos, incluso la confirmación de que viven en ciudades en las alturas, solo le confirmaba que realmente era posible llegar y entrar en contacto con ellos. Debía averiguar sobre esa división entre ellos, solucionar la situación para evitar que intenten "purificar" Gäia e incluso, asegurarse que sigan manteniendo a raya a los Demonios... Todo sonaba demasiado fácil si él lo pensaba de esa forma, pero sabía que no iba a ser así, que solo estaba viendo la punta del iceberg.

Si, una misión importante de hecho... Soy Sir Tenebrae de la Temple, miembro del Clan de la Temple y Paladín de la Diosa del Equilibrio conocida por el nombre de Miyu... Mi diosa me encomendó una tarea que requiere que contacte personalmente a los seres celestiales.

De forma solemne y hasta con un orgullo que no podía evitar sentir, Tenebrae se presentaba ante aquella sacerdotisa como si llevara en sus palabras el estandarte de su Diosa adorada. Ya tenía asumido que iba a tener que presentarse para justificar su necesidad de encontrarse con los "arkángeles", esperaba que eso facilitara la colaboración del Templo al igual que esperaba que no resultara demasiado difícil llegar a una esas ciudades que viajan por el mundo.

El plan del elfo oscuro surte efecto y no tarda en parecer un habitante mas, si no fuera porque realmente es un drow, sin embargo por lo que ha visto la mayoria de los extranjeros que asisten al congreso de magia llevan tunicas similares, al salir de la sala se encuentraun pasillo bastante largo con varias puertas a su lado, pero algo le sorprende, se trata de una chica bastante atractiva, tiene aspecto arisiano y lleva un kimono, ropa tradicional de ese reino de colores oscuros, al verle habla:

- Oh dispulpe, pero podria ayudarme? me encuentro algo perdida, me he separado de mis acompañantes y no se realmente como llegar a la sala principal

La chica agacha la cabeza en señal de saludo y añade:

- Disculpe mi descortesia, mi nombre es Yui

La mujer se queda unos segundos sorprendida y observa a Tenebrae, entonces asiente y dice:

- Inexorables son los designios de los dioses y observo verdad en vuestras palabras, la diosa del equilibrio de la que hablais es muy importante para nosotros el pueblo Shanjim aunque no sea nuestra deidad principal, si lo que decis es cierto sin duda debeis entrar en contacto con nuestra regente

La mujer se queda unos segundos pensando y finalmente añade:

- Debeis esperar, debo contactar con alguien que pueda poneros en contacto con nuestra regente y comprobar que vuestra historia es cierta

La mujer espera unos segundos antes de marcharse a la espera de que Tenebrae le indique algo o si desea añadir algo mas

Era una respuesta mas que esperada para Tenebrae, conseguir que lo pongan en contacto con la regente de aquel lugar seguramente facilitaría mucho su tarea. Claro que no dudaba recibir el apoyo de ellos ya que después de todo, su misión no solo era importante para mantener el equilibrio entre la Luz y la Oscuridad, sino que era para evitar que algunos seres Celestiales decidieran "purificar" el mundo...

Se que las sacerdotisas de la luz pueden usar su magia para comprobar la veracidad de las palabras, puede que alguien así pueda ayudar si hay duda en mis intenciones. Pero debo pedirle que no se entretenga mucho, es un asunto vital en el que no puedo desperdiciar tiempo.

Le comentaba buscando ayudarla en su búsqueda, comprendía que quisiera comprobar que estuviera realmente hablando con la verdad y eso no le molestaba, todo lo necesario para acelerar el encuentro con la regente y conseguir lo que necesitaba para llegar a las ciudades de los Celestiales. Dudaba mucho que si tenía un encuentro con una figura de autoridad superior, no encontrara las respuestas y soluciones que necesitaba para cumplir con los designios de su Diosa.

La mujer asiente y dice:

- Si, es un conjuro que conocemos y que yo misma he realizado, sin embargo para poder acceder a la regente es necesario que antes hable con el caballero Karylion, si por favor espera aqui podre contactar con el

La mujer comienza a caminar con paso rapido hacia el interior del templo

... No me di cuenta de que lo hizo...

Eran los pensamientos de Tenebrae que no tardaba en asentir a las palabras de la Sacerdotisa de Ishtar con la que estaba hablando, estaba dispuesto a hablar con quien fuera necesario y dudaba que perdiera mucho tiempo. Todo parecía estar yendo demasiado bien, demasiado para lo que estaba acostumbrado. Pero también era cierto que estaba en un Templo que claramente estaba ligado a la luz.

Esperare en este mismo lugar.

Le aseguraba a la mujer dispuesto a quedarse en ese lugar y esperar con calma, dudaba que fuera a ser atacado y aun así, era inevitable que buscara mantener sus sentidos alerta ya que después de todo, esperar lo inesperado era una costumbre muy ligada a él. Pero aún así, en los instantes en que se quedaba solo en ese lugar, se preguntaba si los templos de su Diosa eran como aquel, puede que algún día logre ver alguno aunque él mostraba su adoración con sus acciones.

La tensión de estar pasando desapercibido es demasiado alta, y cuando aparece la chica no puedo sino sobresaltarme y echar la mano bajo la túnica para agarrar la espada.

- Ah hola, esto. ¿Yui, no?

Al ver que la muchacha tampoco es de aquí me relajo un poco y con un tono más natural continúo la conversación.

- Lo siento pero yo también ando un poco perdido, quizás si vamos juntos podamos encontrar la sala principal.

Le dedico una amplia sonrisa y luego repaso el Kimono de arriba a bajo, "Es precioso, ¿Será de seda? Me pregunto cuánto podría sacarme por uno de esos..."

Mietras Tenebrae espera escucha un ruido y siente algo frio en su cuello, tal vez los años de entrenamiento, la intuicion, o tal vez la suerte hacen que de un paso hacia atras evitando la hoja del cuchillo que iba a cortarle la gargante en ese instante. 

- Mierda, parece que eres mejor de lo que pensaba

Una mujer de voluptuosas curvas y de cabello rubio recogido en dos largas coletas se encuentra frente a el, la mujer apenas lleva ropa y sin duda se nota que no es de la zona, la mujer tiene un par de cuchillos en sus manos y dice:

- Parece que habra que hacerlo a la forma dificil, bueno, no importa porque hoy sera cuando tu existencia termine

Yui sonrie y dice:

- Bueno, no importa asi al menos iremos acompañados.

Comienza a caminar por el pasillo y pregunta con su suave y en cierta forma timida voz:

- decidme, como es que estais aqui? por vuestra constitucion pareceis alguien mas versado en las artes de la guerra que en la magia propiamente dicha

Tenebrae esperaba pacientemente sintiendo que todo iba bien, era cuestión de tiempo para conseguir su objetivo y empezar a actuar sobre el asunto de los seres celestiales. Descubrir quienes buscaban esa purificación y actuar en consecuencia, incluso se acordaba de los consejos de su Diosa, sobre que no todo debía solucionarse con la fuerza y que la unión podría ser mas fuerte que la suma de las partes de los integrantes del grupo... Pero aun recordaba su anterior grupo, la muerte de Khan y de Kayla, como no parecían darse cuenta de la amenaza contra la que luchaban... Eliza hubiese sido una buena compañera.

Pronto los pensamientos de Tenebrae eran interrumpidos, en un instante sintió algo en su cuello, frío y fino, la sensación de una hoja afilada que buscaba cortarle el cuello. Por suerte, él fue mas rápido y en segundos se apartaba lo suficiente para ver quien era el agresor, quien se atrevió a atacarlo de esa forma en aquel lugar en donde se encontraba el Templo de Ishtar... Una mujer, Tenebrae fruncía el ceño ante las palabras de aquella asesina de dorada cabellera y cuerpo insinuante, arrogante y segura de conseguir cumplir con sus palabras, algo que él no va a permitir aunque por otro lado, no comprendía como no la vio antes. Una mujer como ella resalta a la vista y sin embargo, pudo ponerse a su espalda sin que lo notara.

Déjame luchar contra ella, la destruiremos en segundos.

Tenebrae por reflejo ya tenía su espada en mano, el arma que su Diosa le había entregado para cumplir con su voluntad, un mandoble de hoja ancha, con la empuñadura formada por la figura alada de un ser mientras que la hoja era completamente negra y al mismo tiempo, en ella parecía haber vida. Esa era el arma de su Diosa, Tenebrae estaba muy dispuesto a usar y aunque su instinto tenía razón, no podía destrozar un cuerpo en ese templo si quería la ayuda para ver a los seres Celestiales.

Aun no... No debemos mostrar nuestras cartas.

Quien eres y porque?

Pensaba rápidamente antes de lanzar esas preguntas a la mujer de figura insinuante, aunque antes de esperar una respuesta por parte de la asesina y dejarle la oportunidad de realizar un nuevo ataque. Pronto cargó contra ella sin contener su ataque al intentar realizar un corte descendente del hombro a la cadera de aquella mujer mientras que en esos isntantes, se sintía mas ligero con su nueva espada y ciertamente era mas grande que "Eliza" pero a pesar de eso, también sentía que podía realizar mejor sus ataques con ella.

Por otro lado, mientras la atacaba sin estar dispuesto a limitarse en su primer ataque, Tenebare estaba seguro de no haber ofendido a nadie en ese "nuevo mundo", sin mencionar que estaba lejos. Eso solo significaba una cosa, esa mujer escuchó sus palabras y era casi seguro que su objetivo era impedir que cumpliera con los deseos de su adorada Diosa... simplemente imperdonable.

La mujer sonrie ante las palabras de Tenebrae y comienza a hablar:

- Yo, realmente no soy nadie

Es entonces cuando Tenebrae se lanza a por ella, el guerrero lanza su ataque a laperfeccion cuando nota como no corta nada, se da cuenta que o ha fallado o esa espada es mucho mas efectiva de lo esperado, rapidamente sus dudas se resuelven cuando la mujer dice:

- No es de persona educada atacar cuando estan hablandote, deberias al menos dejar que terminen de hablar

La mujer se encuentra en su espalda con las armas en las manos y en posicion bastante despreocupada

Aquel fue el primer ataque que Tenebrae realizo con aquella hoja oscura y aún así, no había sentido nada a pesar de haber estado seguro de la efectividad de arco descendente que dibujó con su arma. Puede que la hoja fuera demasiado perfecta, algo de esperarse del arma que su Diosa le brindó y aún así pronto comprobaba que había fallado... Al escucharla no dudó en girarse tan rápido como le era posible para enfrentarla de nuevo, pero no lograba comprender como es que ella pudo hacer eso y no le gustaba, sin duda era un enemigo que aparenta mas de lo que muestra.

Es una delicia de mujer... Déjame enfrentarla, luchar contra ella debe ser extasiante...

No... No lo es, pero supongo que si es educado intentar matar a alguien sin decirle nada.

Eran sus palabras mientras su instinto empezaba a mostrarse deseoso en enfrentarse a esa mujer, capaz de realizar algo como eso haría de ella una rival mas que difícil de enfrentar, un reto digno sin mencionar que en esos momentos se interponía entre ellos y el objetivo que su Diosa les brindó... No, Tenebrae no podía ceder, seguían en los "terrenos" del Templo y no deseaba desatar su instinto en ese lugar, no si eso dificultaría la posibilidad de recibir ayuda para encontrar a los celestiales.

De todas formas, esa mujer no era una asesina común, Tenebrae estaba seguro que ella estaba allí para detenerlo, para interponerse en su misión para proteger el equilibrio y eso requería eliminarla usando cualquier medio necesario y aun así, parecía que esa mujer realmente estaba dispuesta a responderle o al menos, parte de sus preguntas... Pero aún así, Tenebrae no iba a bajar la guardia, tenía que estar atento a su entorno.

Quién eres? Porqué me atacas? Habla.

Le preguntaba nuevamente y a diferencia de la vez anterior, no la atacó decidiendo darle la oportunidad de darle una respuesta antes de continuar con aquello. Aunque cuanto mas tiempo pase, mas eran las posibilidades de que aquella sacerdotisa regresara, quería terminar con eso antes... En esos instantes, Tenebrae no mostraba emoción alguna en su rostro, concentrado y con aquella espada en sus manos, listo para usarla.