Partida Rol por web

- "Necesito algo de tiempo para contactar con la Flota, Señor." - Le digo por radio mientras avanzo hacia el tunel Norte.

La función había comenzado y ahora no quedaba otra para ellos tres que esperar a que llegara el explorador.  Debían ser pacientes, a pesar de que ver cómo sus compañeros luchaban y ellos se quedaban allí no era demasiado agradable. Al menos para la cabo. Sólo esperaba que ellos no tardaran demasiado en cumplir su parte.

- Recordad - dijo a Sonny y Billy -, esperamos aquí a Mkoll y luego nos movemos todos juntos. Vuestra única labor es poner esas cargas, dejadnos a Mkoll y a mí el asunto de matar bichos.

El teniente se queda quieto y baja durante unos segundo su arma, olvidando los bichos que tiene cerca. Por su cara pasa un gesto de terror absoluto y por un momento parece que va a dejar de luchar. Pero el joven recupera el control, levanta su arma y se preparar para continuar luchando mientras un gesto mientras que la resignación suprime al miedo en su mirada.

-Cabo, no soy consejero táctico, pero creo que estamos en medio del camino que seguirán los bichos que salgan del túnel sur. Creo que deberíamos situarnos en una zona con huevos. Esa zona la evitarán los demás arácnidos.

Vamos, que están en medio del camino y no cree que por mucha niebla que haya y poco ruido que hagan se vayan a salir con la suya si no se mueven hacia una zona segura y que no vayan a inspeccionar por miedo a que los huevos se pierdan. Sería perfecto que moviesen el culo antes que de la primera oleada.

Al escuchar las palabras de Billy, no pudo sino darle la razón, maldiciéndose un poco por no haberlo pensado antes.

- Tienes razón. Seguidme hasta los huevos, en silencio.- ordenó.

-Entendido.

Se mueve lo más silenciosamente posible hacia la zona de huevos que queda justo enfrente de la entrada al túnel sur. Si Mkoll tiene razón, ahí no correrán peligro... a no ser que los malditos huevos se abran de pronto y comiencen a salir esos malditos arácnidos.

Mkoll se deslizó a toda prisa hacia la entrada, optando por pasar entre los huevos para acortar el recorrido y encontrarse antes con sus acompañantes. Sin embargo, la decisión casi le sale cara cuando estuvo a punto de tropezar y hacer que unos cuantos huevos se interpusieran en el impacto. Sin embargo, recuperó el equilibrio y el ritmo en el último momento, siguiendo con su avance sin alterar el sonido.

-Voy a vuestro encuentro, grupo de demoliciones. Os veo en el túnel.

-Voy a vuestro encuentro, grupo de demoliciones. Os veo en el túnel.

La ira ya se ha desatado y el infierno comienza a caer sobre todos nuestros enemigos. Continúo mi movimiento hacia el norte aprovechando que los enemigos aún no han reaccionado del todo. Avanzo todo lo que puedo mientras le hablo a mis hombres:

 - "¡Sigan avanzando al norte! ¡Disparen a todo lo que vean! ¡QUE NO QUEDE NADA VIVO!"

Luego hablo a los que se han quedado atrás:

 - "Demoliciones... ¿Que mierda hacen aún aquí? ¡Muévanse que la Reina no se volará sola!"

Al detenerme un poco, aprieto mi gatillo apuntando al norte, para acabar con el par de obreros que veo delante mio. Hay que matarlo todo, que no quede ni un solo bicho con vida y así tendremos más tiempo para aguantar cuando lleguen los refuerzos.

Termino de descargar la ráfaga y noto asombrado que ya no me quedan balas en el cargador. - Maldición, pero que idiota soy – Pienso al tiempo que recargo la morita y me pongo la correa de sujeción de esta correctamente. Todavía bajo los efectos del inhibidor de miedo, troto decidido hacia el norte.

Sin pararse a ver cómo el bicho al que había estado vigilando se deshacía en mil pedazos, Burnette siguió a su Sargento Mayor a toda prisa, alzando el rifle nerviosamente a un lado y a otro, quizás esperando que apareciese otro enemigo detrás de la esquina. Clavando la rodilla en tierra, perforó la oscuridad con la mirada esperando ver otra alienígena criatura aparecer.

Dereck se mueve como el resto, al norte. Tras colocarse en una posición donde puede ver a los bichos a su frente, dispara su morita, vaciando su cargador y esperando acabar con el bicho obrero que se encuentra a su frente.

(Radio).

Mi sargento, señor Evans, nos movemos, disparamos. Cuando de usted la voz de ya, a la hora de disparar, intente hacerlo agachado, para dejarme hacerlo a mi sobre su cabeza. Ramirez, Wimger, Canowicakte, procuren apartarse de nuestra linea de tiro. Cuando lo hagan avisen o, por lo menos, agachen la cabeza. Me temo, sargento, que tendremos que limitarnos a tiros de precisión mientras el equipo de demoliciones esté en línea de tiro.

Mi sargento, señor Evans, nos movemos, disparamos. Cuando de usted la voz de ya, a la hora de disparar, intente hacerlo agachado, para dejarme hacerlo a mi sobre su cabeza. Ramirez, Wimger, Canowicakte, procuren apartarse de nuestra linea de tiro. Cuando lo hagan avisen o, por lo menos, agachen la cabeza. Me temo, sargento, que tendremos que limitarnos a tiros de precisión mientras el equipo de demoliciones esté en línea de tiro.

James avanzó cuidadosamente, medio de lado, medio de culo, junto al sargento Evans. Había visto con satisfacción cómo el bicho volador caía. Un tiro con suerte, tío, no esperes muchos más como ese. Pensó.

El equipo de demoliciones estaba completamente confundido con la niebla, no se les veía. Tenía mucho miedo de darles si disparaba. Conectó su arma para hacer un tiro sencillo, no sea que les fuera a freír, y procuró concentrarse en disparar solo si un bicho rebasaba su posición tal y como él la recordaba.

Los bichos caen abatidos con fuego bien dirigido y todos corren hacia el túnel del norte.

-Sarg...-voy a solicitar quedarme en retaguardia, pero no lo hago, simplemente me quedo junto a Evans y O'Flaggerty. Me quedo porque no quiero avanzar, aún no. Tienen que llegar bichos por este túnel o eso o la hemos fastidiado y habrá que apoyar a Sonny y Wallace.

-No puede ser el final de todo...no puede salir mal...

Mkoll ya se ha comunicado, pero ¿el túnel estará libre?

Me reconozco bloqueado. Apunto de salir corriendo para tener más potencia de fuego con las cargas, pero sin hacerlo con la esperanza de que puedan escabullirse y volar a la reina.

-Señora, sí, señora. -No he podido fijarme en la mirada del Sargento Mayor, y es uno de los muchos recuerdos que atesoro y pretendo atesorar enormemente sobre su persona desde el comienzo de mis misiones bajo su mando. Y la verdad es que, sumando este, la lista es bastante larga como para empezar a enumerarla. Pero mi respuesta va para la Cabo, mientras inicio el movimiento hacia los huevos aprovechando la niebla y, una vez llego a la posición trato de echar un vistazo sobre lo que vamos a tener que recorrer a partir de ahora. Sin embargo, la niebla, las dos formas femeninas que pasan delante mío para apartarse del camino y una mala sensación recorriéndome la espalda me impiden ver demasiado. -Si los bichos no se ponen en el camino, lo mejor sería llegar al otro lado de los huevos para esperar a Mkoll y que el camino sea un poco más corto... y menos por en medio, Cabo. -Cuando parece que ambas ya se han colocado, hablo por el intercomunicador ante la insistencia del Sargento Mayor.

-Señor, equipo de demolición en movimiento, señor. Señor, chicos... buena suerte. Nos vemos cuando todo esto acabe. -No hace falta llenar el silencio siguiente con las palabras claras que la pausa deja. De una manera o de otra. -Corto.