Partida Rol por web

¡Buenos días señor! ¡Ahora mismo buscamos refugio de esta ventisca, algo de calor, tal vez comida y algo de información! ¡No venimos a causar problema alguno, se lo prometo! - dice el gnomo elevando su voz para que se le escuche bien - ¿Tendrían a bien concedernos cobijo?. Venimos desde Solamnia.

Saludos mi señor, como bien señala mi amigo solo necesitamos un refugio cai en una placa de hielo y tengo una pierna dolorida, algo de comida y bebida es nuestra peticion. Acaricio el lomo de la pantera a modo de aprobacion muy bien pequeña...

Esperad ahí! - Dice el hombre con el mismo tono amenazante.

Splutch se acurruca entre sus pieles mientras pisa el suelo con fuerza para entrar en calor. Su atención parece centrada en no morir congelado.

Te parece ver a escasos metros de vosotros, el lugar donde hay lo que parece una puerta doble, aunque lo que te llama la atención es que está hecha de hielo.

agachandome susurro a mi compañero...vaya, esta gente tiene hasta puertas de hielo...Que cultura mas sorprendente...

¿Puertas de hielo? - pregunta Splutch que no se ha fijado en nada - Bueno, algo ley hace tiempo sobre el tema en un libro.. en un lugar como este, donde el frío es constante, un buen bloque de hielo bien formado es tan duro como el mejor de los aceros, si no recuerdo mal, construyen hasta armas con él - explica el gnomo intentando recordar pasajes del libro.

Al poco rato escucháis el sonido de rascar hielo sobre hielo, que aunque nunca lo hubieráis imaginado, hasta produce un sonido estridente.

Ahora podéis ver un hombre que se acerca a vosotros. Es alto, y por la constitución no tenéis que pensar mucho para saber que es un guerrero y nómada, por su complexión. Su cabello es rubio, casi blanco y sus ojos azules. En su mano lleva una espada y en su otro antebrazo un pequeño escudo, bastante ligero, lleva una armadura de metal, pero no se aprecia bien debido a los ropajes de pieles que le cubren.

Si me dejáis las armas podéis pasar, en caso de que la respuesta sea negativa, tendréis que marcharos. 

Muchas gracias señor por darnos cobijo de esta ventisca - dice el gnomo entregando su ballesta, sus virotes y sus dos dagas - He de confesarle que soy aprendiz de mago, pero le doy mi palabra de no usar conjuro alguno sin vuestro permiso, pues en casa ajena, las normas son las del anfitrión y nada de armas, es nada de armas - dice el gnomo con una sonrisa amable.

Miro con recelo mis armas pero al ver la respuesta de mi compañero se las tiendo amablemente, que asi sea...gracias por vuestra hospitalidad...

Pasáis por las puertas y una vez protegidos por la muralla de hielo podéis volver a ver bien, ya que os protege bastante del viento y no se os mete la nieve en los ojos constantemente.
Frente a vosotros veis no más de una veintena de, lo que suponéis, son como pequeñas viviendas construídas escavando el hielo:

En la parte de atrás del todo, pegando con la enorme pared helada de una montaña podéis ver un edificio hecho sobre el hielo y no dentro de él. Tiene mejor aspecto que el resto:

Os da la sensación de que a la gente la han hecho meterse en casa cuando os han dejado entrar, ya que veis algunos ojos os observan desde pequeñas ventanas o desde detrás de enormes cortinas de pieles que hacen a modo de puerta.
La muralla que rodea al poblado tiene 4 puntos más anchos, formando un rectángulo y en cada uno de ellos, hay dos guardias, la mayoría hombres, aunque también veis a una enorme mujer humana de cabello naraja que está de espaldas.. es casi tan grande como " Derius " el armero de la escuela.
 

Al llegar a la parte dentral de la aldea, podéis ver lo que parece una especie de lugar de reunión, en cualquier otro lugar podría haber sido tranquilamente una pequeña plaza. En el centro, hay un enorme animal al que estaban destripando, que no habíais visto nunca ninguno de los dos, tal que así:

Junto a él, una enorme hoguera, que brilla con un tono más rojizo del habitual que tiene el fuego. Claramente es de aquí de dónde procedía el olor a pescado..

Splutch observa con curiosidad el extraño poblado nómada, no se lo hubiese imaginado así - "Me preocupa un poco que se oculten a nuestros ojos.. que reacción tan extraña pese a que al menos chapurrean en la lengua común" - cuando llegan al centro de reunión y ve el enorme animal al que estaban destripando, el gnomo no puede sino abrir mucho los ojos. A pesar de sus conocimientos nunca había visto un animal así y sus pupilas se mueven rápido intentando captar todos los detalles para después retratarlos en su diario cuando tenga tiempo - ¿Como.. como llaman ustedes a ese animal? - pregunta el gnomo al hombre que les lleva a donde sea que les lleve.

Estupefacto entramos en el poblado y me fijo en cada detalle, al ver al extraño animal mi semblante se ilumina...vaya...puedo verlo mas de cerca? nunca vi un animal semejante...esto es precioso...

El hombre mira al animal medio destripado, parece estar buscándole lo que tiene de bonito un animal en esas condiciones y al cabo de un momento os mira y dice: Es lo que queda de una Morsa y sí, te puedes acercar si quieres.

¿Puedo preguntar a donde nos lleva usted señor? - dice el gnomo sin demasiadas ganas de acercarse al bicho, con verlo ya le es suficiente para hacerse a la idea de como es.. mejor dicho, como era antes de ser destripado - ¿y si no es molestia me podría decir el nombre de este poblado?

Os llevo ante el jefe de la tribu, nuestras leyes dicen que todo extranjero debe hablar con él jefe en cuanto llega. Dice el hombre mirando a la casa de hielo más grande que se ve al final de la aldea. Nuestro hogar - dice abriendo las manos como queriendo albergar todo lo que le rodea - se llama Raec-No y es donde pasamos el invierno la tribu de los " Caminantes del Viento ".

Vaya es realmente asombroso...digo analizando los colmillos y el pelaje del animal fijandome en cada detalle...mire a los ojos a mi compañero. Vale veamos al jefe de la tribu.

Muy bien, muchas gracias por la respuesta señor - responde Splutch y asiente ante las palabras de su compañero - "Precisamente con el jefe quería hablar, así que nos ahorraremos trámites, solo espero que sea sociable, parecen bastante duros y aún no se como tratarles, en los libros no venía nada sobre sus costumbres y ellos son nómadas" - piensa el gnomo intentando imaginarse como será el jefe.

El hombre os lleva hasta la casa de hielo más grande y cuando llegáis levanta las pieles que la cubren y os hace un gesto para que paséis. En su interior, podéis ver como la mayoría de los escasos muebles son de piedra y huesos de animal, aunque lo que verdaderamente os llama la atención es un hogar de hielo en el que arde una hoguera que desprende muchísimo calor y que vuestros huesos agradecen.

Frente al fuego, hay un hombre anciano cubierto también por pieles, aunque lo que debió de ser una esbelta figura está muy deteriorada por el paso de los años:

Thais, no pierde el tiempo y antes de que acabéis de entrar ya está tumbada junto al fuego mirando al hombre anciano.