Partida Rol por web

La ventana tiene una contraventana interior de madera (que hay que abrir para mirar fuera).

Athanasius la entorna casi inperceptiblemente descubriendo a cuatro de los hombres de Grald doliéndose tras la última acometida a la puerta principal. Pero parece que lo van a volver a intentar.

Grald está fuera , algo apartado, con gesto contrariado y una gran espada larga desenvainada. Reparte su atención mirando a la puerta principal, al sur y al norte de vuestra posición, a algo que el ángulo no te permite ver.

Valeros aprovecha el instante de descanso para sacar de su mochila el frasco de ácido que guardaba para esta ocasión. En cuanto la puerta se abriera arrojaría dicho vial contra los asaltantes, esperando impactar a cuantos más mejor.

Veis como Becher abre la puerta de doble hoja con dificultad y empieza a toser debido al fuerte olor que sale de la estancia donde se destila el infame licor de Railford.

Una gigantesca chimenea y horno conectada con intrincados tubos de metal se levanta en medio de la sala y se pierde en el techo del edificio.

Por todas partes hay mesas con alambiques, quemadores y otros intrumentos necesarios para destilar.

En la sala también hay algunas mesas y baúles. Sin duda Becher almacena algunas de sus pertenencias allí.

Se abalanza sobre un gran baúl , se arrodilla y se apresta a abrirlo.

-Mierda Cajita de mis narices

Mientras forcejeas con el pequeño cofre no te percatas del mecanismo de presión que tiene en la tapa y que accionas sin querer.

Una casi invisible aguja sale disparada del ojo de la cerradura y atraviesa la mano de Lathader quien la retira rápidamente con gesto de dolor. Una gota de sangre del semielfo se vierte sobre el suelo

La mano comienza rápido a escocerle y siente como comienza a marearse. Sin duda la aguja estaba envenenada.

-Mecagüenla =)(/&%·

Parece que el semielfo va a caerse al suelo desplomado pero se rehace y recobra el "pálido color" de su tez élfica y mantenerse  milagrosamente en pie.

En ese momento suceden varias cosas a la vez...

Cuatro de los mercenarios cargan de nuevo contra la puerta oeste. De nuevo tiembla y de nuevo se mantiene incólume de manera increible. Debe ser madera mágica de la región de Fuertesauce para resistir tales acometidas

-¡ Malditos necios !-se oye gritar a lo lejos a Grald, quien seguro necesitará algún tipo de jarabe para su maltrecha garganta después de ésto.

La puerta sur sufre una acometida más débil y resiste cerrada el asalto.

Una de las ventanas cerradas , la más al norte de la sala, retumba con un golpe y se oye como el cristal se rompe en mil trozos, pero la contraventana interior también aguanta la carga.

Parece que algunos de los mercenarios se separaron e intentan acceder por las ventanas.

Viendo que la cosa iba para largo Marcell enfundó su espada, se descolgo la ballesta, la cargó y la dejo apoyada en la pared, por si los hombres entraban mas alejado de donde el se encontraba. Hecho esto volvio a desenfundar y a esperar.

Grald se acerca con su espadón a la puerta oeste y descarga un tremendo golpe sobre la puerta. El filo sale por vuestro lado pero apeñas astilla levemente la hoja de la gruesa madera.

Con esfuerzo el líder de los mercenarios consigue sacar el metal cautivo.

-! Ya os cogeré  valientes Pathfinders ¡ -chilla irónico con la voz quebrada

Athanasius abre finalmente la ventana y recuerriendo al poder del anillo de su padre invoca una letanía arcana que hace brotar un misil de fuerza hacia Grald que le impacta sin posibilidad de error para despistarlo en su empresa de derribar la puerta.

Grald se retuerce por la descarga de energía mágica  imprevista del mago de Osirion.

-¡ Maldito seas !-te mira con rabia-¡ a por él !-chilla a sus hombres mientras se duele del costado.

Becher, en la otra sala,  lanza al aire frenéticamente objetos viejos, ropas , telas en su búsqueda por el gran baúl.

Se le oye maldecir y quejarse. Parece que no encuentra lo que busca...