Partida Rol por web

El Oddissey: Terror en la nieve

Bernie y Maurice: Un Pueblo Abandonado

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17/10/2011, 11:09
Director

Al día siguiente fueron bien recibidos por la gran noticia de Erik. Según él, el Oddissey había sido hallado en las inmediaciones de Groenlandia.

Mientras conseguía un transporte, la pareja fué a investigar un mugriento Hotel a las afueras del que no pudieron hallar nada de valor. De regreso al Hotel, estaban preparados para hacer el viaje esa misma noche. El Dr. no les había llamado en todo el día.

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17/10/2011, 11:09
Director

Una vez hicisteis vuestro equipaje, Erik os condujo hasta un pequeño aeródromo al sur del aeropuerto en el que aterrizásteis por primera vez. Una vez allí os presentó a Simon Jensen, un ex-piloto de la RAF que sería quies os llevaría hasta Groenlandia.

Jensen se mostraba como un hombre afable, agradecido de poder hablar su lengua natal junto a Erik, y bastante dado a explicar constantemente las batallitas en las que participó en la pasada guerra. Su medio de transporte era un robsuto hidroavión de carga bimotor de color plateado, con el sugerente símbolo de una mujer desnuda bajo el nombre de Peggy Sue pintado a ambos lados, sobre las alas.

Erik se despidió de vosotros, y os llamó la atención la única idumentaria que llevaba encima; una simple camisa de botones y un abrigo de lana. Su frente sudorosa no era compatible con el frío que allí hacía. Aunque quizá es que no le gustaba eso de las despedidas.

Inicialmente el viaje, comenzó a ser tranquilo, y las primeras horas se pasaron rápidamente. Pero tras ese tiempo, la cosa empezó a complicarse. Como surgidas de la nada, impresionantes nubes de tormenta se alzaron de improviso sobre el aeroplano y no pasó demasiado tiempo hasta que una copiosa cantidad de nieve comenzó a acumularse sobre las alas del avión.

Pero lo más peligroso del todo era el viento, un viento huracanado que empezó a zarandear peligrosamente el hidroavión. Jensen, viendo que el asunto se estaba poniendo peliagudo, propuso realizar un aterrizaje forzoso en la zona y acabar el poco trecho que os quedaba cuando la tormenta amainase.

-¡Señorres! Me temo que tenemos un prroblema, aggarrensé bien. En aquel momento era mejor asegurarse de que teníais los cinturones de seguridad bien atados. Si continúamos la torrmenta podrría arrastrarrnos y desviarrnos del destino.

¡Prropongo aterrizarr aquí mismo y continuarr cuando la torrmenta amaine!- Gritaba el piloto mientras enderazaba los mandos del avión.

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17/10/2011, 13:40
Bernie Gardner

Cuando nos despedimos de Erik no pude dejar de sentir una gran satisfacción creciendo en mi interior. Por fin, después de tantos misterios sin solución aparente y tantas conjeturas, nos estábamos dirigiendo hacia el Oddissey: a fin de cuentas, ese era nuestro objetivo. No debíamos olvidar por lo que habíamos venido a este país en el que todo parecía estar congelado.

Antes de montarnos en el hidroavión, saqué la cámara de fotos para hacer unas cuantas instantáneas de la avioneta y de la pintoresca zona. Parecía una postal nevada...

... Y ahora la postal se ha transformado en una peli de aventuras, en la que los protagonistas parecen estar a punto de morir mientras el avión se tambalea. Solo que a mí no me hace ni pizca de gracia. Es más, no puedo evitar agarrarme a mi asiento mientras miro con terror hacia fuera.

La maldita tormenta que se nos ha echado encima no parece amainar. Por favor, por favor, que no nos estrellemos en mitad de un glaciar, suplico para mis adentros, tratando de controlar la respiración. Le echo una mirada a Maurice para ver qué tal va. Algo me dice que mi compañero debe de sentirse incluso más acojonado que yo. No tiene pinta de que le gusten las emociones fuertes.

Las palabras del piloto no me tranquilizan demasiado, pero su idea parece ser lo más razonable en este momento. Seguir en el dichoso avión puede ser nuestra tumba si la tormenta empeora, así que asiento y alzo bastante la voz para hacerme oír entre el viento huracanado.

- ¡Está bien! ¡Aterricemos hasta que se calme esto! - grito mientras me aseguro de que el cinturón está bien puesto - ¡Espero que sepa lo que hace!

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20/10/2011, 00:09
Maurice Stolker

Lejos de la pedantería de Erik el señor Jensen era más agradable de tratar. Parecía simpático y Maurice no tuvo problema en darle la mano y charlar un rato sobre las batallitas del hombre en la guerra. Le caían bien los militares, había que tener los cojones bien puestos para ir a la guerra. Desde luego, de aquellos putos estirados nórdicos, era el que parecía más cuerdo. Decidió que había sido un buen cambio por el albino.

Toda esa sensación desapareción en cuanto vio a Peggy Sue. Aquello era una reliquia y no tenía intención de subirse en el aparatejo. Estaba seguro de que el maldito Jensen había luchado dentro de aquel cacharro en la guerra. Y ahora quería matarlos junto a él, estrellándolos con una puta montaña para terminar sus días a lo grande. No, no pensaba subirse ahí. De ninguna manera. Nadie lo obligaría.

A los diez minutos estaban sobrevolando la pista de despegue...

No había protestado siquiera. Otra vez esa muchacha atrevida lo quería dejar en ridículo. Encima lejos de parecer atemorizada como lo estaba él, estaba sacando fotos. Pensó en darle un buen empujón y tirarla por la puerta de ememergencia. Nadie lo vería. Se quitó la idea de la cabeza y decidió cerrar los ojos. Con un poco de suerte se dormiría hasta la llegada. Así lo hizo, reclinando la cabeza sobre el asiento.

Al rato, sin saber cuanto tiempo había dormitado, se levantó de un sobresalto. Todo el panorama había cambiado, el avión estaba dando tumbos, todo estaba lleno de nieve y el cielo estaba cubierto de nubes de tormenta. Parecía la puta película de King Kong. Estaba cojonado. Y todo fue a peor cuando oyó la voz del piloto. Transmitía de todo menos tranquilidad. - Maldito cabrón, como me estrelles te mato. - Fue lo único que pudo decir antes de gritar como una nena.

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21/10/2011, 10:51
Director

Justo cuando el piloto propuso el asunto de realizar un aterrizaje forzoso, una nueva y tremendamente enorme sacudida hizo que casi fuerais al suelo. Por suerte el cinturón de seguridad hizo su trabajo de forma estable. Tras aquel susto, notasteis como el avión comenzó a perder altura. Jensen, os indicó en un tono tenso - que no dejaba duda de su preocupación -, que acababan de perder uno de los motores del hidroavión y que estaban entrando en barrena.

A voz en grito mientras intentaba enderezar el avión, preguntó si alguien sabía de mecánica para que hechara un vistazo al motor que impulsaba la hélice de la derecha. Pero el propio piloto se dió cuenta de que no había tiempo y tenía que emplearse a fondo para realizar el aterrizaje de emergencia.

El choque contra el suelo fue violento, pero la pericia del piloto hizo evadir las peores consecuencias.

Tras quedar conmociandos, desconociendo el tiempo que habíais perdido, vuestros ojos comenzaron a responder. Más adelante se encontraba el piloto frente a los mandos, pero parecía que aún no había cobrado el sentido. Por contrapartida el aparato también sufrió daños graves, y un ligero vistazo al exterior anunciaba que el ala derecha había quedado completamente partida por la mitad, que fue la que soportó el primer impacto contra el suelo.

También fue importante el constatar que el aparato de radio de la avioneta había quedado inoperativo tras el accidente, lo que impedía pedir socorro a través de las ondas.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Los dos habéis quedado conmocionados y sentís un fuerte dolor en la cabeza. Tenéis -2 en todas las habilidades y tiradas hasta nuevo aviso.

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25/10/2011, 23:42
Maurice Stolker

Maurice se quitó el cinturón a duras penas. No sabía que le dolía más, si la espalda, las costillas, la cabeza o el orgullo tras gritar como una doncella. De todas formas cuando se levantó y vio que podía caminar por su propio pie su estado de ánimo cambió. Estaba eufórico, había renacido. Escupió en el suelo del avión y dijo: - Puta Peggy Sue. - Tras ello miró hacia Bernie y contastó que estuviese bien. - ¿Estás bien? Sabía que esta chatarra se iba a estrellar

Se acercó al asiento del piloto con cara de cabreo. ¿Un mecánico? Me cago en tu padre. Si Jensen seguía vivo le atizaría de tal forma que le saldrían los sesos por el cogote. Pero el tipo tuvo suerte. Estaba inconsciente. Se pusó de rodillas a su lado y le dio un par de buenas bofetadas para que despertara. [B]- Bernie cuando seas capaz de andar, traemé un poco de agua. Hay que despertar a este pollo para que nos diga dónde cojones estamos exactamente[/B]. Una vez dicho esto comenzó a conectar y desconectar el interruptor de la radio con poco éxito.

Notas de juego

Sorry tío. Yo lo leí, no respondí y se me olvidó que lo había leido. Pensé que no había contestado nadie.

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30/10/2011, 15:46
Bernie Gardner

El golpe me ha dejado tan aturdida que me cuesta volver a la realidad y asimilar lo que nos acaba de pasar. Estrellados en mitad de vaya uno a saber dónde. Soltando improperios, trato de levantarme aguantándome la cabeza con una mano. Todo parece dar vueltas hasta que poco a poco mis ojos empiezan a enfocar. Maurice le está dando tortazos al pobre piloto, que está en el suelo al parecer medio muerto.

- Joder... ¡Joder! - suelto mirando alrededor sintiendo que los nervios me pueden - ¡¿Qué demonios vamos a hacer ahora?!

Me incorporo del todo y comienzo a buscar agua por la avioneta. Parece estar en un estado catastrófico, o al menos esa es la impresión que me da desde mi poca experiencia con aviones. Me acerco a examinar el ala derecha y suspiro con pena. Esto es imposible que el piloto lo arregle, fijo.

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30/10/2011, 17:58
Director

Como era de esperar la radio había quedado completamente inservible, y aunque Maurice insistió con varios intentos inútiles no fué capaz de dar ninguna señal. Bernie, en cambio si que tuvo algo más de fortuna al percibir una mochila con una cruz dibujada que indicaba primeros auxilios. Allí pudo encontrar algo de agua, además de algunas medicinas y demás cosas relacionadas.

No obstante, Jensen pareció llevarse la peor parte. Había quedado empalado entre los mandos del avión y su asiento, sin poder moverse. Un largo barrote de hierro había decidido clavarse en un costado del hombre, terminando poco a poco con su vida. Aún así, tuvo la grandeza de dar un último vistazo a su inseparable avión.

-Los desperfectos son... irre... irreparables. Deben de ir a algún sitio cercano con radio para pedir auxilio. Ahora... ahora se encuentran muy cerca de Salenszburg, podrán llegar allí por tierra. Cuenta con una iglesia, allí encontrarán a un misionero que...

Su voz se vió derramada por culpa de la sangre, con ella terminó de ahogarse y sus últimos segundos de vida fueron terriblemente agotadores. ¿Quién sería aquel misionero?

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02/11/2011, 12:45
Bernie Gardner

No puedo evitar un grito horrorizado al ver el estado del piloto. Sintiendo que los ojos se me llenan de lágrimas por su terrible situación, no puedo hacer otra cosa que pararme a su lado y observar cómo se le va agotando la vida mientras le agarro la mano.

Cuando finalmente fallece, miro a Maurice sintiendo que la situación no podría ser peor. Perdidos en mitad de la nada, sin posibilidad de recuperar el avión y con nuestro guía y piloto muerto, atravesado por una vara de hierro.

- Maldita sea - susurro con un nudo en la garganta - Pobre hombre. He visto a gente muerta en ocasiones, pero esto... Qué forma más desagradable de morir.

Niego un poco con la cabeza, conteniendo las ganas de llorar por todo lo que nos está pasando.

- ¿Qué haremos ahora? No sabemos en qué dirección está el pueblo ese que ha mencionado Jensen... No podemos quedarnos aquí, o nos congelaremos.

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02/11/2011, 22:39
Maurice Stolker

- Si, pobre hombre - dijo meneando el cadáver de Jensen con las manos - pero por poco nos mata en este puto trasto. A Maurice le importaba una mierda aquel tipo. Los había subido a aquella chatarra y los había estrellado...esa era la realidad, no otra. Él se lo había buscado. - Y encima no sabemos por dónde coño se va a ese maldito pueblo. Salz...bor, Salbuur, Salzebourg, o como se diga. Nos ha dejado enmedio del bosque vendidos a nuestra suerte. Por mi que lo devoren los lobos. Justo decir aquello Maurice se sintió mal. Al fin y al cabo aquel tipo acababa de morir. Le dio una palmada en la espalda y le dijo al cadáver a un caliente: - Lo siento tío, me duele la cabeza.

Poco después se pusó a buscar un mapa en la cabina. Miró a Bernie y le dijo: - Echa tu un vistazo allí detrás. - Señaló la parte trasera donde habían estado sentados. - Quizás tengamos suerte y encontremos un mapa o algo de utilizad. Como unas bengalas, por ejemplo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pues tior buscar por si acaso. Me quito 2 en el modificador por el coscorrón.

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04/11/2011, 11:32
Director

A un lado de los mandos del avión había una pequeña vitrina de cristal rasgada por el paso del tiempo, pero que seguía haciendo su función. Su tarea no era otra que mantener guardado un viejo mapa de la zona de Groenlandia. Aunque eso sí, para poder recuperarlo había que abrir el cristal que lo separaba.

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06/11/2011, 17:56
Maurice Stolker

- Bernie, no busques más. Creo que he encontrado un mapa. - Dicho lo cual Maurice dirigió la vista hacia un pequeño departamente de cristal que había cerca de los mandos de control. Intentó delicadamente abrir el cristal, pero el condenado se resistía de mala manera. Enfurruñado cogió un alambre y volvió a probar, pero no había manera. Parecía que aquella maldita urna no había sido abierta en siglos y los bordes, de alguna manera, se habían sellado. Hizo una mueca de frustración y sacó la pistola. La cogió al revés y con la culata le dio un buen viaje a aquel maldito cristal. Formó bastante estruendo al resquebrajarse, pero no le importó. El investigador pensó que si había alguien en los alrededores ya se habría dado cuenta de su presencia al ver la avioneta estrellarse. Metió la mano entre los restos de espejo y cogió el mapa. Tras lo cual se dirigió a su compañera y le dijo: - Ya podemos encontrar el maldito pueblo. - Agachó la mirada hacie el mapa y señaló con el dedo el nombre más parecido al que recordaba que había dicho Jensen. - Salenszburg. Ahora nos hace falta una puta brújula, si no queremos ser devorados por los osos. - No sabía si había osos allí, pero qué cojones, había osos por todos los puntos del planeta.

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07/11/2011, 16:42
Bernie Gardner

Me dispongo a buscar en la parte trasera del avión, aún conmocionada, cuando mi compañero me detiene y me muestra la vitrina donde está el mapa. Vitrina a la que no le queda mucho tiempo de vida, ya que de un certero golpe Maurice revienta el cristal y saca el mapa.

Cuando lo despliega me acerco y miro por encima de su hombro. Tengo cierta experiencia interpretando mapas, y la certeza de que los hombres son pésimos cuando se les pone uno en las manos.

- Me temo que tendremos que orientarnos por la luz, porque brújula no tengo - suspiro con pesadumbre. La idea de perdernos de camino al dichoso pueblo me resulta aterradora, y más con la irónica compañía con la que cargo - No he visto ninguna mientras buscaba agua por la avioneta, y si había alguna seguro que se ha quedado medio espachu...De repente una idea más horripilante aún que la de perderse llega a mi cabeza como una inspiración, y abro a toda velocidad mi bolso casi tirando las cosas que llevo dentro. Ni siquiera me molesto en terminar la frase, y saco mi cámara.

- ¡Por todos los cielos! ¡Casi me muero del susto! - exclamo notando que se me llenan los ojos de lágrimas al comprobar que la cámara está sana y salva. Por un momento, al decir "espachurrado", la imagen de mi hermosa máquina fotográfica completamente destrozada apareció en mi mente - ¡Si le hubiese pasado algo a mi cámara...! - carraspeo ligeramente pensando en lo inapropiado de mi comentario, teniendo en cuenta las circunstancias - Bueno, ¿qué hacemos?

Notas de juego

¿Podemos orientarnos por la posición del sol? ¿O en este maldito país siempre es de noche?

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09/11/2011, 11:53
Director

¿Una excursión de boy-scouts? No, estaban en mitad de un país helado. En la nada.

En un arrebato de optimismo, Maurice sacudió con la culata del arma la vitrina y consiguió atrapar el mapa. La verdad que no hacía falta demasiada pespicacia para darse cuenta de que el siguiente pueblo se encontraba a menos de una hora de allí. Aunque esa infomración no hubiera sido tan detallada sin la colaboración de Bernie.

Un golpe de suerte os alertó, de que, a varios kilómetros de distancia se distinguían movimientos de luces. ¿Se perdía algo por seguir aquella dirección? No había otra. Así que, siguiendo la senda de la fortuna dísteis con un par de chaquetones viejos que serían del pobre Jensen. Os enfundásteis en los abrigos y salísteis a la intemperie.

Un viento casi huracanado os acompañó durante todo el trayecto hasta llegar a una especie de poblado esquimal. El camino os resultó tremendamente largo y penoso debido a que no teníais la indumentaria correcta para pasear por esos terrenos. Aún así, al arribar al poblado notásteis dos factores distintivos, un total silencio y una casi total oscuridad salvo por un par de focos bien altos. Pronto, el motivo os resultó obvio, ya que en un mínimo vistazo indicaba que parecía estar totalmente desierto.

Poco más que una docena de iglúes diseminados en una basta planicie helada completaban el poblado. En el centro, destacaba una única contrucción de madera que se elevaba varios metros por encima de las construcciones nativas. A simple vista podía observarse que se trataba de una iglesia.

Notas de juego

Sí que podéis orientaros por la luz del Sol. Pero es que, ahora no hay Sol cariño :/

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10/11/2011, 00:41
Maurice Stolker

- No me jodas, no me jodas, no me jodas. - Repetía una y otra vez según vio que las luces que habían distinguido desde el avión pertenecían a un puto poblado de esquimales. Estaba tiritando como nunca antes en su vida, estaba dolorido y hambrient, y el lugar donde podía tener refugio era una aldea de catetos nórdicos en mitad de la nada. Se acordó de toda la familia de Jensen de nuevo.

Lo peor de todo es que igual no vivía nadie allí pues todo parecía despoblado. Se dio cuenta entonces de que un par de focos iluminaban una especia de iglesia de madera. Sin duda, ese debía ser su destino. - Bernie, tengo el culo congelado. Esperemos que allí haya un buen samaritano que nos de sopa caliente y cama. - Señaló entonces la parroquia.

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11/11/2011, 12:38
Bernie Gardner

Tras observar el pueblo con expresión desolada, asiento ante las palabras de Maurice a la vez que me castañean los dientes. Creo que es una de las veces de mi vida que más frío he pasado, y mi ropa no es precisamente la ideal para darse un paseo por mitad del hielo...

- Va... vamos - digo mientras encamino mis pasos hacia la iglesia de madera. Lo único en lo que puedo pensar es que dentro se estará calentito, o al menos, más calentito que en mitad de la nada, rodeados de nieve.

Por favor, espero que haya alguien. Si no hay comida ni nadie que nos pueda ayudar, no sé cómo vamos a salir de esta, pienso mientras me aprieto los brazos con fuerza contra el pecho, en un triste intento de desentumecerlos.

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11/11/2011, 18:33
Director

De camino a la iglesa, se revalaron algunos datos de interés. Por ejemplo, las casas parecían haber sido abandonadas voluntariamente y con premeditación, sólo quedaban las cosas más  inútiles o difíciles de transportar.

Otro punto llamativo estriba en unos estraños dibujos rituales realizados en brea y algunas alhajas que cuelgan en las entradas de las casas. Además de los iglúes se podían observar varios cercados, todos vacíos excepto uno. En aquel, tendidos sobre el suelo, se encontraban los cadáveres de varios perros de tiro.

El edificio parecía ser de una sola planta, pero tenía dos entradas independientes, una frontal y otra lateral. La primera parecía llevar a la capilla mientras que la segunda parecía dar paso a la vivienda de alguien.

Notas de juego

¿Por qué puerta preferís entrar? En cualquier caso, necesito un par de tiradas; una de advertir/notar y otra de Buscar.

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14/11/2011, 18:21
Maurice Stolker

Maurice frunció el ceño cuando vio a los perros tirados sobre el suelo. Su caro tomó aspecto más sorprendido cuando se dio cuenta de que todas las casas (si a un iglú de mierda se le podía considerar una casa) habían sido abandonados. - Aquí pasa algo raro. Este puto país está enfermo. - Sin dudarlo ni un momento sacó la pistola de la guantera. Algo iba mal, su instinto estaba pegando voces de aviso. - Venga Bernie, vayamos por ahí. Parece que es la entrada a la capilla. Si hay luz debe haber alguien. - Quitó el seguro y se encaminó a la puerta.

- Tiradas (2)
Cargando editor
17/11/2011, 20:22
Director

La puera cedió y un eco desde el otro lado acompañaba el lento movimiento de Maurice hasta terminar de abrirla. Parecía estar tan desolada como todo el poblado. La capilla no era demasiado grande, abarrotada no llegaría a albergar a una centena de personas. Sendas filas de bancos se alineaban a derecha e izquierda de un estrecho pasillo central que llevaba hasta un altar que no pasaba de ser un prisma de piedra blanca sin ningún tipo de ornamentación.

Tras éste, en el absis, se podía observar una figura de escayola que representaba la crucifixión de Cristo y, bajo él, un enorme fresco que representaba los siete días de la creación.

Lo más llamativo era la destrucción que reinaba en el lugar, pues la mayoría de los bancos estaban rotos, partidos por la mitad. Otro punto a destacar era la enorme sensación de frío reinante en el interior, extrañamente mucho más inclemente
que la del exterior. Una puerta al fondo del todo parecía estar todavía intacta.

Cargando editor
17/11/2011, 20:34
Maurice Stolker

Abrió con sumo cuidado la portezuela. Tenía el dedo sobre el gatillo de la pistola pero dudaba mucho que fuese capaz de disparar debido al engarrotamiento que sufría en sus falanges por el frío... y por el miedo - le dijo una vocecita en su interior. No quería reconocerlo delante de Bernie, pero estaba aterrado. Aquel poblado le daba escalofríos y cuando hecho un vistazo al interior de la iglesia la sensación se multiplicó. No era un hombre religioso, ni mucho menos, pero ver una iglesia en aquel estado no podía ser más que un mal presagio. Le hubiera gustado echar a correr pero estaba con la muchacha y no quería quedar en ridículo. - Venga, echemos un vistazo. - Dicho lo cual comenzó a caminar por la modesta capilla. Estaba devastada. Parecía que un huracán la habia asolado.

Sus esperanzas de que en el interior estuviesen más calientes se fueron disipando. Era incluso peor que fuera, en el pueblo. Estaba a punto de decirle a Bernie de marcharse cuando vio una puerta al fondo. Quizás haya un ser humano a menos de veinte kilómetros a la redonda, al fin y al cabo. Miró a la fotografa y le dijo: - Esperemos que con aquella puerta tengamos más suerte, Bernie. Y se encaminó hacia ella no sin antes echar un buen vistazo por si se le escapaba algo.

- Tiradas (1)