Partida Rol por web

Tras las indicaciones que os hace Lennox subis por la escala y un fetido y penetrante olor a suciedad, podredumbre y enfermedad asalta vuestro sentido del olfato. Os encontrais en lo que parece una pequeña celda casi totalmente en penumbra solo iluminada por la luz de una antorcha que se filtra a traves de los barrotes de la puerta que se encuentra al este y que parece dar a un pasillo. En la pared veis unos grilletes atornillados y procedente del exterior se escucha algun lamento de dolor y fuertes toses de alguien enfermo.

Borak prepara su hacha. Esta zona no le gusta, aquí empieza lo difícil para él. Comprende que desde aquí deben ser sigilosos si no quieren que alerten a todos los guardias, pero ¿cómo puede un enano ser sigiloso? Al menos su infravisión le da algo de ventaja, pero aún así, quizá Hadrael debería ir en cabeza desde aquí... Bueno, esperemos a ver qué pasa.

El camino por ahora está claro, no? susurra el enano. Mira a su alrededor nervioso, pero no parece haber esqueletos ni nada parecido. El enano mira a Taiurus. ¿Recuerdas algo de como te trajeron hasta aquí? ¿Qué camino siguieron?

- Si no te importa, me los quedaré para analizarlos más tarde - guarda los dados bajo su túnica sin esperar contestación de Alexei - tienen algún tipo de encantamiento que no soy capaz de reconocer. Si te los quedas, pueden traerte problemas

Le da una palmadita en el brazo y dibuja algo parecido a una sonrisa. Comienza a caminar hacia la escala tras el guerrero y el enano, y desde abajo les tiende su bastón para que se lo sujeten hasta que llegue arriba. Con bastante dificultad, consigue trepar hasta que su cuerpo atraviesa por completo la trampilla, y tras coger de nuevo su bastón se agacha para recuperar el aliento mientras los demás suben hasta la celda. Aquella subida había supuesto un enorme esfuerzo para él.

El repugnante olor del lugar le invita a hacer alguna broma a Borak, pero ni siquiera tiene ganas de eso. Prefiere no hablar y guardar las pocas fuerzas que le quedan.

Lennox se acerca sigilosamente a la puerta para vigilar el pasillo y comprobar si está cerrada.

Hadrael sube las escaleras tras sus compañeros y se posiciona cerca de la puerta al lado Lennox - ¿Hay alguien que tengamos que tener en cuenta por ese lado Lennox? Si no, puedo intentar a abrir la puerta de la celda, no creo que tengamos otras opciones en este momento. - Dice mientras examina por encima la cerradura que les impide avanzar.

-No veo a nadie, parece seguro-responde en voz queda Lennox mientras se aparta para que Hadrael pueda "trabajar" en la cerradura.

Como dice Lennox no parece haber nadie en el pasillo y cuando Hadrael examina la cerradura se da cuenta de que esta no esta pasada y la puerta se encuentra abierta.

Junto a los demás me preparo,es el tiempo del silencio y de ser mas cautos si podemos que antes,los peligros que nos encontraremos ahora tendrán dos piernas y armas,así que el estado de alerta pasa a ser máximo,agarro mi arma con mas fuerza y en la izquierda la antorcha.....

AL ver la cerradura de la puerta de la celda, Hadrael se da cuenta de que no está cerrada por lo que teniendo cuidado de que la puerta no chirríe, la abre los uficiente como para que puedan pasar todos los del grupo - Las damas primero - Dice mientras que se aparta de la puerta

Observo a Hadrael aproximarse a examinar la cerradura mientras aseguro las correas del escudo. Un incómodo silencio flota en el ambiente, parece la calma que precede a la tempestad. Una vez asegurado el escudo desenvaino con cuidado de no hacer mucho ruido y miro a mis compañeros, puedo ver intranquilidad en sus miradas. Trago saliva y espero a que el ladrón abra la cerradura. Entonces abre la puerta  y comenta en un susurro casi imperceptible:

Las damas primero

Se preparó y esperó.

Lennox sale de la celda mirando a ambos lados , vigilante y con la espada en alto.

Lennox se asoma al exterior de la celda silenciosamente y gracias a la luz de un par de antorchas que ilumina el pasillo ve cuatro celdas mas pequeñas enfrente de él y a su izquierda otras dos. Ademas tambien puede ver que hay cuatro puertas de madera de aspecto grueso cerradas. Despues se acerca a mirar las celdas y ve que en ellas hay pequeños grupos de prisioneros de aspecto enfermizo tirados en el insalubre suelo lleno de mugre y deposiciones. En todas es asi excepto en la que linda justo con la que os encontrais vosotros. Alli ve cuatro hombres de aspecto fornido amarrados de pies y manos con grilletes la pared y con aspecto de haber sido golepados recientemente.

El luchador se acerca a la celda donde están los cuatro hombres.

-¿quiénes sois?¿qué hacéis aquí?-pregunta intentando no levantar la voz y que los prisioneros no tengan tiempo de preguntarse qué hace el en los calabozos.

Mientras Lennox se dirige a la celda de los cuatro "guerreros", el enano saca su ballesta, e indica a sus compañeros que hagan lo mismo.

Vigilemos aquellas 3 puertas del fondo. La que está al lado de las celdas, sería bueno si alguien se coloca cerca de ella para vigilar a quien quiera que entre por ellas. Si ninguno podeis, lo haré yo mismo. Tened en cuenta que, si entra alguien y no lo matamos pronto, podría dar la alarma, y esa sería sin duda nuestra perdición.

Dicho esto, espera por si alguno de sus compañeros quiere ponerse él tras la puerta. De no ser así, irá el mismo enano.

Pss, ya voy yo.-dice con tono cansado. Alexei desenvaina de nuevo y se situa en una buena posición con el ángulo adecuado para ir vigilando las tres puertas simultaneamente con un simple movimiento de cabeza.

Hay no, al otro lado susurro a Alexei, de ese lado es más fácil ocuparse con armas a distancia, ya que puedes vigilar las tres puertas a la vez fácilmente.

- Yo vigilo no os preocupeis, si algún enemigo asoma su cabeza lo perderá antes de que consiga abrir la boca.

El elfo se aproxima al lugar mencionado por el enano y escucha con atención.

Mientras os deplegais por el pasillo para vigilar las puertas cerradas Lennox se acerca a la celda de los hombres encadenados los cuales miran hacia la puerta con cara de pocos amigos. Mientras tres de ellos permanecen mudos callados el otro responde enfurecido.

- ¡Bien sabes lo que hacemos aqui maldito esclavista. Y si no lo sabes bien entra aqui, sueltame y te lo mostrare con gusto! -

Continuo presto y dispuesto a repartir y no recibir con el resto del grupo,callado por no hacer mas ruido del necesario y sin nada que añadir a lo que mis compañeros aportan por estar de acuerdo con ello...

El elfo sujeta la espada con firmeza. Está ojo avizor ante cualquier amenaza y sus ojos se pasean por cada una de las tres puertas, sus oídos están atentos a cualquier amenaza.