Partida Rol por web

Borak se asombra al ver a los esqueletos moverse, pero experto como es se toma las cosas con calma. Apunta con la ballesta directamente a la cabeza del primer esqueleto y suelta el virote en el momento justo. El impacto acierta directamente en la frente del esqueleto, y abre un enorme agujero en él.

Tras el impacto, el enano suelta la ballesta y coje su hacha, dispuesto a acabar con los enemigos.

¿Es que en este sitio no tienen imaginación? Otra vez los esqueletos, pues vamos a ello. - Hadrael empuña con seguridad su espada y avanza con paso firme hacia el mas cercano a ellos.

Como ya se esperaba Alexei, tras la puerta había más enemigos, nuevecitos y preparados para entorpecer el pequeño allanamiento de morada que estaban protagonizando.-¿Pero que clase de demente tiene a unos esqueletos vagando por la casa?-Se pregunta el guerrero, tal vez cuando hayan regresado a la ciudad, se plantee regalarle algunos animales de compañía normales al Baron.

Alexei ataca al esqueleto más cercano, pero su enemigo consigue evitar el sablazo, por los pelos.

El valiente, y quizas algo inconsciente, elfo se adentra en la habitación diaspuesto a acabar con los esqueletos los cuales reaccion con rapidez y dos de ellos lo intentan golpear sin exito con sus espadas oxidadas mientras otros dos se encaminan hacia la puerta y ambos atacan a Alexei el cual consigue parar ambos golpes con su escudo y empuja a los seres hacia el interior pero sin conseguir dañarlos con el espadazo que les lanza.

Hadrael se adentra en la habitación y ataca al esqueleto mas cercano, debido a la prisa con la que quiso resolver la situación no atina bien y el espadazo pasa sin problemas entre los huesos del engendro, lo que no le produce daño alguno.

El guerrero entra cargando en la habitación profiriendo un grito insano de furia...que helaría el ánimo de los esqueletos sin fueran enemigos de carne,  además de hueso.

Viendo a los esqueletos de nuevo rezo a mi Dios para que me de fuerzas ante los engendros del mal que nos aguardan detras de la puerta abierta,entono una horacion sencilla sin dejar de mirar a esas abominaciones y creyendo con todas mis fuerzas que mis plegarias seran escuchadas....

Te acercas al halfing para examinar sus heridas y cuando pones la mano en su garganta para ver si tiene latidos abre los ojo, mira para ti y murmura unas palabras - habitacion al fondo...una piedra - antes de expirar su ultimo aliento. Parece que ya no hay nada mas que puedas hacer por él. En cuanto al resto de la sala esta bien provista de instrumentos de tortura, incluso de algunso que no sabrias muy bien par aque podrian valer aunque seguro que para nada agradable. En ese momento empiezas a escuchar ruidos provenientes del fondo del pasillo por el que han ido tus compañeros.

Asiste una vez más a la lucha entre sus compañeros y los esqueletos, aunque se mantiene en un segundo plano consciente de que poco puede hacer para ayudarles. Aquellos combates se le hacen cada vez más aburridos, pero esta vez la espera se le hace un poco más corta mientras piensa en la revelación del moribundo halfling. ¿A qué se refería? Piensa mientras escucha de fondo las palabras de Unger y el golpeo de las armas de los demás. Sin duda estaba intentando ayudarles. Cualquier otra opción no tiene sentido. ¿Por qué fueron esas sus últimas palabras? Sin pensárselo dos veces, gira sobre si mismo y examina la puerta que tiene frente a él. Tenía que dar a una habitación, y casualmente estaba al fondo de un pasillo.

¿Y si...?

Estira su delgada mano y abre la puerta sin preocuparse demasiado de lo que pueda haber al otro lado.

Ante la oración de Unger los esqueletos primero se quedan quietos cesando en sus ataques hacia vosotros y a continaución retorceden hacia la pared del fondo de la vacia habitación en la que estaban recluidos.

Mientras sucede esto Gustarion abre la puerta de enfrente y se encuentra con una habitación tambien vacia, desprovista de todo tipo de mibiliario y decoración y de un tamaño similar a la otra donde se encontraban lso esqueletos, es decir unos seis metros de largo por seis de ancho.

Olvidándose por completo de sus compañeros y su lucha contar los esqueletos, asoma la cabeza en la habitación que acaba de abrir. Antes de entrar, mira hacia el techo, y luego hacia los lados. No quiere sorpresas. Cuando está seguro de que no hay peligro, avanza cruzando el umbral y recuerda las palabras del halfling.

Una piedra

Piensa mientras examina la habitación girando sobre sí mismo. No sabía con exactitud a qué se refería, y menos si esa era la habitación a la que había hecho mención el pequeño infeliz. Aún así, estaba convencido de que si había empleado su último aliento para hacerle esa revelación, debía ser algo importante. Sin perder más tiempo, comienza a examinar el suelo en busca de alguna pieda o roca suelta, y acto seguido hace lo mismo con las paredes de la sala

Examinas la sala con detenimiento, primero el suelo, despues el techo y finalmente las paredes. En cuanto miras hacia la que esta enfrente de la puerta observas que una de las piedras de la pared parece sobresalir un poco respecto al resto. Asi que la examinas y con cuidado la mueves encontrando dos cosas: un anillo de oro con lo que parece una pequeña llama grabada en su interior y una palanca.

Una mueca de satisfacción se dibuja en su cara. No es una simple sonrisa, sino algo más importante. Para él se trata de la confirmación de que es más listo que sus compañeros, y le llena de un insano orgullo.

- ¿Así que a esto te referías, eh pequeño?

El susurro reverbera levemente en la soledad de la habitación. Había interpretado bien las palabras del mediano, aunque con mucha suerte. Sosteniéndolo entre el pulgar y el índice de la mano derecha, examina el anillo más a fondo. ¿Qué es esa llama? La palanca sigue frente a él, tras la piedra hueca, pero de momento prefiere no arriesgar más. Mejor que sea el enano quien la pulse.

Sin abandonar su sonrisa, guarda el anillo en uno de sus saquitos y vuelve con los demás, esperando que hayan acabado con los esqueletos.

- ¡ intentemos bloquear la puerta para dejarles encerrados ! -grita Lennox buscando rápidamente con la mirada algo en la estancia que les sirva para contener a los esqueletos en la habitación.

- Buena idea - corroboró el elfo saliendo de la habitación - cerremos la puerta

Tras observar la habitación y ver que esta estaba totalmente vacia excepto por la presencia de los esqueletos salis al pasillo y cerrais la puerta que queda como estaba antes. En ese momento podeis ver como de la puerta de enfrente sale Gustarion con mirada pensativa.

- Oh, ya habéis acabado con esos molestos esqueletos. Buen trabajo chicos - cambia la expresión de su rostro y sonríe al veros, aunque como siempre es una sonrisa algo forzada - He encontrado una palanca en esa habitación - señala hacia la puerta que hay tras él con el dedo - Me avisó el halfling antes de morir - Os mira uno a uno - Ya sabéis, el mediano que había en la sala de torturas. Cuesta creerlo pero aún estaba vivo, y me dijo que en esa sala había algo escondido

Con poco disimulo, guarda algo dentro de su saquito que a juzgar por el tintineo, debe ser en el que guarda las monedas.

- Bien, vosotros diréis si queréis accionarla o no. Yo voto porque lo haga Borak