Partida Rol por web

El ordenador sigue igual.

Tiene un virus, y enseguida, cuando te percatas de ello miras la memoria que has extraído.

Elisse no contesta.

El ordenador estaba muerto, no había nada que hacer con él. Liam observa la memoria, puede ser la causa de entrada del virus o la última copia de emergencia antes de la infección, pero independientemente de ello debe estar tan contaminada como el propio ordenador central de la nave.

Liam guarda la memoria en un bolsillo del traje, ya la examinará más adelante en un entorno seguro.

Solo le queda echar un vistazo rápido al resto de la nave por si hay algo que destaque y abandonar el pecio a su suerte. 

El vistazo general no hace denotar nada extraño.

Lo único es la carga de información (correo) que porta. Era normal. Era una nave de Postal dependiente del Servicio de Exploración del Tercer Imperio. El tipo era un poco desastre. Había poco orden. Más ropa tirada o colgada por los rincones que en su armarito. Comida tenía más que suficiente. Incluso destacaba un paquete de cervezas especiales. Unas Timbiqui Etiqueta Negra. Quedaban 2 de un paquete de 6. Eso era caro.

El correo son dos contenedores informáticos de poco más de un metro de alto (como una bombona de butano, pero cuadrados en lugar de cilíndricos) con un asa que cruzaba de lado a lado. Pesarían unos 100kg cada una.

- Señor, Mindala dice que tiene miedo. Es la primera vez que noto sentimientos en un ordenador.

La niña sonaba asustada. Más bien preocupada. Te extrañaste porque estaba hablando de la nave como si fuera una persona. - ¿Con quién hablas niña?

Una vez hecho el reconocimiento estaba claro que no había nada de interés en la nave a la deriva. Dejó el correo en su sitio, para cuando decidieran irse dejarían una baliza y ya se encargaría el servicio de correos de enviar un rescate y recuperar el contenido. Regresó a su nave.

Tras la extraña intervención de su pupila, Liam observó la memoria que llevaba encima. La veía como una daga envenenada a punto de ser introducida en el cuerpo de una amiga.

La niña se puede comunicar con la nave, asombroso. - Liam estaba extrañado, no pensaba que "Mindala"  - Incluso tiene nombre - pudiera tener algún tipo de inteligencia o empatía, pero en el mundo psionico, uno tenía que tener la mente abierta ante fenómenos extraños. - No me extraña que en algunos sitios nos teman y nos persigan.

- Tranquilizala - respondió a la muchacha. Al instante se percató que había estado "pensando en voz alta", sin aplicar ninguna de las defensas que solía usar de modo rutinario para salvaguardar un poco su intimidad. Con Elisse se relajaba, pero posiblemente le "leía" más de una vez. - Esta chica es un prodigio.

- Si puedes, indícale que mi idea es ver el virus en un sand-box o entorno seguro, virtualizado y separado de su memoria principal. Pero si no lo considera seguro no lo haré.

Liam dudaba. Mindala no era una IA avanzada... ¿o sí? ¿O quizas la cercanía de la muchacha había despertado a la máquina? En función de su respuesta, Liam actuaría.

Regresas sin más problemas. Habías cargado algo sus baterías y lo habías derivado todo, de manera manual a la baliza de posicionamiento. - Ya vendrán por ello.

Regresaste sin más problemas, pero no antes de retirar la instalación. La recarga había durado unos 30 minutos, y ya lo habías dejado todo instalado y todo arreglado para que solo la baliza consumiera. - Le durará la batería por lo menos un mes.

No estabas seguro, pero creías que tu nave había temblado. Es como ... si le hubiera dado un escalofrío. Elisse te esperaba al otro lado de la esclusa. - Señor, lo he intentado, pero dice Mindala que .... miró la niña hacia abajo.

- Elisse, tranquila. - sujetó a la niña por los hombros y le obsequió con una amplia sonrisa. - Ya es increíble que puedas comunicarte así con "Mindala"

Dejó que tomara aire y se tranquilizara.

- Venga, dime qué le pasa a Mindala y no te preocupes que no haremos nada que la pueda perjudicar.

Estando cogida por ti, te mira, y con los ojos llorosos comenta: - Es que dice que si le enchufas eso, la matará.

Estaba totalmente apenada. Es como si hablase de una amiga y la acción inocente de su padre la fuera a asesinar. Es como que ella estaba intentando proteger a una amiga, y siendo incapaz de luchar contra la autoridad paterna, apelaba a la comprensión del progenitor, para que no hiciera algo, que si bien ella no podía conseguir, tampoco luego se podría remediar.

- Pues no lo enchufaremos.

Liam se quedó dudando en si era mejor devolver la memoria a la nave y dejarla allí para el grupo de rescate o llevársela y dejar para más adelante su estudio.

Al final decidió esto último. Dejar la memoria era un riesgo enorme que otra nave pudiera usarla y quedar igualmente varada.

- Vamos a salir de esta órbita y acercarnos al gigante gaseoso. Necesitamos recargar para hacer un nuevo salto y continuar el viaje. - Liam observó una de las pantallas que indicaba la recepción de la señal de la baliza de la nave abandonada, todo lo que tenían que hacer estaba ya hecho.

- Este sistema no tiene nivel tecnológico suficiente, pero en cuanto lleguemos a uno en condiciones intentaré comprar un ordenador viejo, obsoleto pero que funcione e intentaré probar la memoria ahí dentro.

- En caso contrario la entregaremos en un cuartel militar, ellos sabrán qué hacer.

Sonrió a su compañera.

- Espero que esto tranquilice a "Mindala". - Aun le era muy extraño hablar así del ordenador de la nave - Y dile que si necesita cualquier cosa que se comunique conmigo por el canal que estime oportuno. 

Liam no tenía ni de lejos la sensibilidad que tenía su pupila, pero el tener una nave consciente era algo no previsto y Liam quería tener alguna forma de comunicar más que depender de Elisse.

- A los controles, nos vamos.

Elisse parecía satisfecha, y que le dijeras eso la alegró tanto que a otras niñas les hubiera hecho romper a llorar. Ella se alegró, y mienstra salía disparada hacia el pueste dijo: - Mindala tiene hambre, dice que quiere "chofa". Y cuando se pueda que revisen en tren de aterrizaje, que hace mucho que pasó su tiempo máximo ... Corría hacia el puente.

Ella estaba alegre, pero aquella fuente de memoria te tenía preocupado. - ¿Puede esta mierdita "matar" una nave? No comprendías eso de "MATAR una NAVE".

Liam no sabía que pensar y seguía alucinando con las habilidades de su pupila.

Dioses.. "¿chofa?"... 

Sonrió, lo importante era tener buen ambiente a bordo. Guardó la memoria en su habitación, en un lugar seguro hasta encontrar una máquina en la que poder examinarla.

Tras desacoplar las dos naves partieron hacia el gigante gaseoso para repostar.

La tenías atenta a los sensores, como si fuera una fiesta. Estaba tan alegre, que lo notabas, incluso sin verla, o mirarla a la cara. Lo notabas.

- Si no fuera por su disciplina naval estaría canturreando o silbando. Seguro.

Es un buen momento para darle unas clases de navegación en el espacio y de pilotaje, tanto para la entrada en el gigante gaseoso, como las medidas de seguridad para hacerlo. (Piensas)

- Bueno, ésto ya está. Te has portado como toda una veterana del espacio. Muy bien.

Elogiar a los pupilos está muy bien, pero siempre y cuando sea con el ánimo de potenciar y estimular su capacidad de aprendizaje. Elisse había demostrado tener pericia suficiente como para maniobrar delicadamente en el complejo juego de mantenerse cerca de otra nave.

En unas horas llegarían al gigante gaseoso. Reaprovisionarse era una maniobra rutinaria en cualquier nave, pero peligrosa. Sobrevolar un planeta mientras la masa de la nave se va incrementando requiere una combinación de habilidades que los pilotos van adquiriendo con la experiencia.

Era un buen momento para practicar.

- Elisse, me gustaría que dirigieras la maniobra de reaprovisionamiento atmosférico sobre el gigante gaseoso. No se si lo has hecho antes. ¿Has practicado en simulador? ¿Lo has hecho anteriormente?

Además, Liam estaba seguro que con la conexión que la joven había establecido con la nave, ésta no permitiría que su pupila cometiera un error fatal.

- Yo estaré en los mandos auxiliares, no te preocupes. 

Te contestó toda alegre, incluso emocionada por lo que estaba a puntito de hacer.

- Jamás lo hice, pero esta será la primera. SE notaba totalmente dispuesta: - He practicado re-entradas, incluso de emergencia en el simulador, pero realmente, esta es la primera vez que piloto una nave de verdad.

La nava avanzaba hacia la atmósfera superior del gigante gaseoso, que ya llenaba prácticamente todo el campo de visión delantero de la Mindala. Liam no podía disimular un poco de nerviosismo después que Elisse le confirmara que era su primera vez. Confiaba en los simuladores, pero la realidad siempre suele darnos sorpresas.

- Tienes que establecer un rumbo tangencial con la atmósfera superior. Hay quien se arriesga y se mete a niveles inferiores, pero no tenemos prisa, tómate tu tiempo. - Liam daba instrucciones vagas para que fuera realmente Elisse la que ejecutara la maniobra.

- Según vayamos cargando, la masa aumenta. Ese efecto lo tienes que compensar para no caer a órbitas más bajas. - Liam señalaba el rumbo calculado en la pantalla - Igualmente debes calcular tanto el empuje como el momento justo para impulsarnos fuera de órbita.

Sonrió a la muchacha, transfiriéndole confianza.

- Una carga superior al 95% sería excelente. Solo los mejores consiguen aproximarse al 100%, pero apenas necesitamos un 80% de la carga total para salir del sistema, así que no te esfuerces en exceso.

Liam intentaba mantener su pensamiento cerrado, pero la realidad es que esperaba un resultado por encima de la media. Su pupila realmente era capaz de hacerlo. Observaba los monitores comprobando cálculos, pero sin intervenir.

No te lo podías creer. Para ser una piloto novata y ser la primera vez que toma los mandos, era una piloto de primera. Se maneja tan bien que empiezas a pensar que es incluso mejor que tú. Tras una media hora te relajas. Un rato después incluso te recuestas bien en tu sillón y llegas incluso a poner las manos tras la nuca, entrelazadas.

El control de la nave estaba en manos de una experta. Liam se relajó, la maniobra tenía su peligro, pero era muy monótona, aburrida.

Liam ni se dio cuenta cuando atravesó la barrera de la consciencia. Había hecho varias salidas a la otra nave y eso era un gran esfuerzo físico para alguien que no estaba muy acostumbrado a ello. Se había quedado profundamente dormido en su asiento mientras Elisse completaba la maniobra.

No fue consciente de cuánto tiempo había dormido, se despertó de pronto y miró a los controles.

- Vaya... me dormí. - dijo a su compañera con voz culpable - Lo siento. - Para el formal Liam, disculparse frente a su pupila por algo que considerara incorrecto no era ningún problema. - ¿Cómo ha ido la cosa?

El cansancio no te permite soñar. Más que dormirte, te has desmayado. El estrés que sufre el cuerpo requiere, posteriormente, una recuperación prologada.

Escuchas a la niña decir, como si jugase a unos marcianitos: - ....noventa y nueve .... y ..... cien.

- Han pasado 7 horas y estamos al 100%, pero por lo visto sólo han sido depuradas mas que unas 5.8 toneladas. Ella parecía orgullosa por haber llegado a ese nivel de "llenado", pero no estaba nada contenta, incluso decepcionada, pues no se habían depurado toneladas suficiente como para hacer casi nada.

¡¡ 7 horas y la muchacha sola pilotando !!  Liam se sentía culpable de haberla dejado abandonada a los controles.

Tras verificar la carga quedó realmente impresionado, nada más y nada menos que un 100% de carga.

- Lo has hecho estupendamente, pocos consiguen llenarlo completamente. - Un nuevo vistazo a los monitores indicaba que el proceso de refinamiento seguía su curso normal. - Sí, la depuración aún llevará varias horas. - Se levantó del asiento y se estiró un poco.

- No pensaba que estaría tan cansado, gracias por dejarme descansar. Creo que deberíamos comer algo y luego quiero que te vayas tú a descansar, yo me quedo de guardia mientras se depura el resto de combustible.

No quería halagarla en exceso, pero la muchacha se lo merecía.

- Estás llevando tus tareas de forma excepcionalmente buena. Me alegro de tenerte aquí - sonrió - pero como sigas aprendiendo a este ritmo tendré que graduarte pronto.